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jueves, 10 de enero de 2019


La indignación contra la mentira
Oscar Yescas Domínguez

       El uso de la mentira, de la distorsión de la información, de la calumnia forman parte de la campaña realizada en contra de nuestro gobierno electo legítimamente y de nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde antes de tomar posesión como presidente de México inició una campaña contra la corrupción que hoy vemos traducida en acciones de gobierno.
       Una de estas acciones ha sido la decisión de combatir la corrupción en Pemex para acabar con el robo de gasolina conocido como “huachicoleo”. Al hacerlo destapó una “caja de Pandora” porque puso al descubierto una red de corrupción que operaba desde el interior de Pemex para realizar una de las operaciones criminales más fraudulentas conocidas hasta entonces: robar gasolina de Pemex, venderla a concesionarios de gasolineras que vendían este producto a precios elevados y todavía, para aumentar sus ganancias, vendían litros incompletos en las gasolineras.
       Todas estas acciones realizadas en contra del pueblo mexicano contaban con la complicidad de las máximas autoridades de gobiernos anteriores y de responsables de instituciones diversas, gracias al manto de la corrupción. Con estas operaciones generaban ganancias multimillonarias a costa del sufrimiento de la población y dejando detrás de sí una estela de explosiones, muertos y daños al medio ambiente.

       Con estas acciones vemos que no mentía Amlo cuando afirmaba que combatiría la corrupción a fondo, que habría cero tolerancia a la corrupción. En los hechos lo ha demostrado con una gran congruencia al enfrentar a la delincuencia organizada que tenía secuestrado a nuestro país.
       Tampoco miente cuando nos dice que no lo dejemos solo, porque su lucha es contra toda la mafia que estaba en el poder. Esta delincuencia organizada que promueve el absurdo de decir que estábamos mejor cuando robaban nuestra gasolina que ahora que existen gasolineras sin poder abastecer este producto a sus clientes.
       Intentan desviar la atención al llamar “desabasto” a la operación en contra de la corrupción y culpan a nuestro Presidente de no planear antes de actuar. La verdad es que la magnitud de la corrupción era inimaginable antes de que el ejército tomara el control de las instalaciones de Pemex.
       ¿Cómo es posible que existieran cientos de gasolineras funcionando sobre la base de comprar gasolina robada sin que las instituciones gubernamentales responsables de su fiscalización no las hubiesen detectado a tiempo?
       ¿Se imaginan ustedes ver que más de 1,000 pipas diarias llenas de gasolina eran robadas diariamente? ¿Hasta dónde llegaba la corrupción que la Procuraduría Federal del Consumidor monitoreaba el funcionamiento de diversas gasolineras acusadas de “funcionamiento irregular”, es decir, de vender litros incompletos y no detectaran nada irregular?

       El robo de gasolina de Pemex ya es motivo de escándalo e indignación, si le aumentamos que esa gasolina era comprada por concesionarios de gasolineras a un precio sumamente bajo (por ser un producto de un robo) y que nos vendieran la gasolina hasta $ 20 pesos el litro, aumenta más el sentimiento de indignación. Si todavía le aunamos a lo anterior que en las gasolineras nos vendían litros incompletos por vendernos gasolina robada, la indignación aumenta mucho más.
       Pero todo lo anterior no se dice por parte de aquellos que quisieran retroceder en el tiempo y volver a las condiciones que existían antes de destapar esta cloaca inmensa de corrupción. Intentan desviar la atención llamando “desabasto” provocado por el gobierno al hecho de que las gasolineras ya no tengan gasolina robada que vendernos a precios inflados proporcionando litros incompletos.

       Intentan manipular las condiciones de desprotección en las que quedan miles de mexicanos al no poder movilizarse por falta de combustible en sus vehículos. Quieren magnificar la frustración de los mexicanos por no poder conseguir gasolina culpando al gobierno mexicano de las molestias que esto ocasiona y arengando para que se exija abrir los ductos de Pemex para “normalizar el servicio”.
       Lo que no dicen es que quieren seguir robando gasolina y continuar con el negocio de su vida, aquel negocio que les proporcionaba miles de millones de pesos a costa de golpear la economía familiar de millones de mexicanos que compraban gasolina robada a precios caros y con litros incompletos.
       Nos encontramos en medio de una lucha de intereses, por un lado están aquellos que defienden intereses particulares de delincuentes organizados que reclaman abrir ductos de Pemex para seguir “ordeñando” gasolina, es decir, seguir robando gasolina a la nación para lucrar con el producto robado y por otro lado, se encuentra el Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, un gobierno emanado del pueblo que llegó al poder con el porcentaje más alto obtenido en una elección presidencial y que está encabezando una lucha frontal contra la corrupción, cumpliendo una de sus promesas de campaña.
       Todos tenemos algo que perder y algo que ganar en esta confrontación de intereses, si caemos en el juego de dejarnos manipular por quienes llaman “desabasto” de gasolina a la lucha contra la corrupción en Pemex, regresaremos a las condiciones de seguir comprando gasolina robada a precios altos y con litros incompletos. Pero sobre todo habremos apoyado a aquellos que están en contra del interés público y sólo buscan su beneficio particular a costa del sufrimiento de los demás. En ese sentido, perderíamos la gran oportunidad que tenemos en este momento histórico de que un gobierno legítimo esté defendiendo nuestros intereses y luchando contra la corrupción ¿Cuándo habíamos visto esto?
       Por otro lado, si apoyamos a nuestro gobierno en esta lucha frontal contra la corrupción, soportando las molestias temporales que provoca el hecho de que ya no circule más gasolina robada por las calles de nuestro país, buscando formas alternativas de movilizarnos en nuestras actividades cotidianas, con la seguridad de que no existe desabasto, de que hay gasolina suficiente y de que la ausencia de gasolina en los centros de distribución es temporal, habremos contribuido a ganar la batalla en contra de la delincuencia organizada y veremos a corto plazo los beneficios de contar con gasolina comprada legítimamente en Pemex, lo cual aumentará las posibilidades de que baje el precio de la gasolina, además de que saneará finanzas de Pemex y contribuirá a aumentar las finanzas del gobierno mexicano, de este nuevo gobierno que ya dio muestras de distribuir el presupuesto público para apoyar a las mayorías marginadas.
En ese sentido debemos tener presente que la lucha en contra de la delincuencia que se enriquecía con la gasolina de Pemex, es nuestra lucha, porque a quién beneficia es a la mayoría de la población mexicana. Corresponde entonces ahora a esa mayoría de la población mexicana que votó el pasado primero de julio a favor del cambio social, demostrar congruencia y participar activamente en la recuperación de lo nuestro, de lo que nos estaban robando y la manera de hacerlo es canalizando nuestra indignación por enorme corrupción descubierta en el robo de gasolina, en acciones concretas de apoyo al gobierno mexicano encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
No hagamos eco de rumores y denunciemos aquellas mentiras que hablan de desabasto de gasolina. Sigamos nuestra vida con normalidad pero con firmeza en la defensa de nuestro gobierno y presidente que esta encabezando esta lucha. Demostremos nuestro apoyo en su lucha contra el robo de nuestra gasolina. Ni un paso atrás, exijamos se someta a investigación a todos aquellos involucrados en operaciones ilícitas relacionadas con el robo de gasolina en Pemex.
Que la indignación popular supere la difusión de la mentira de la delincuencia organizada.

martes, 8 de enero de 2019


El agente de cambio social
Oscar Yescas Domínguez
8 enero 2,019

     En la literatura especializada en ciencias sociales y en la información contemporánea aparece con gran frecuencia el término “cambio social” y se habla del mismo como algo que se presenta en forma inevitable, pero al mismo tiempo como algo ajeno a nosotros y que sucede sin que podamos tener control sobre el mismo. La sola idea del cambio suele generar cierta resistencia al mismo porque tendemos a preferir lo conocido sobre lo desconocido, de manera reiterada la ciencia y el conocimiento popular han comprobado esto último, tan sólo recordemos la frase popular: "Más vale malo conocido, que bueno por conocer". Sin embargo, cuando pensamos así llegamos a olvidar que todos y cada uno de nosotros somos seres cambiantes que estamos evolucionando todos los días.
El psicólogo venezolano Alberto Meran fue mucho más claro cuando nos habló de que la humanidad como especie tenemos una doble evolución: ontogenética y filogenética. Es decir, evolucionamos como individuos cuando transitamos de una etapa de desarrollo psicológico a otra sin darnos cuenta (infancia, pubertad, adolescencia, juventud, adultez, vejez). Junto a estos cambios individuales que suceden sin que nos percatemos de ellos, también pasamos una evolución permanente como especie, en la medida de que los cambios de la historia, es decir, los cambios sociales nos afectan como especie, como humanidad.
Por mencionar un solo ejemplo, México en este mes de enero del 2,019 es muy diferente al México que existió en enero del 2,018, en la medida de que sus pensamientos son diferentes, sus sensaciones han cambiado, y su percepción social es distinta a la de hace un año por los cambios políticos registrados en los últimos 12 meses. Con la derrota de la dictadura prianista que funcionó como una "dictadura perfecta" durante más de 70 años y el ascenso al poder de Andrés Manuel López Obrador y Morena al poder, terminó una era de corrupción, de impunidad y poco a poco la justicia social se está reconstruyendo en México.
Lo anterior debe darnos una idea de que somos seres cambiantes, de que queramos o no, estamos cambiando en forma constante e inevitable y nos ayudar a la creación de una actitud en la que concibamos al cambio como algo que podemos controlar, que no es suficiente con reconocer que vivimos tiempos de cambio y tampoco lo es el que tengamos que adaptarnos a los mismos, sino que, en realidad nosotros somos quienes estamos creando esos cambios y en consecuencia, nosotros podemos dirigir los mismos.
        Sin embargo, hay amplios sectores de la población que siguen resistiéndose a cambiar sin darse cuenta de que cada día cada mes, cada año, estamos cambiando de manera inevitable. Este tipo de reflexiones acostumbraba  compartir con mis alumnos de Psicología en la Universidad de Sonora cuando tocábamos el tema del aprendizaje que tendría lugar en los seminarios que conducía, ya que partía de la definición del aprendizaje como el cambio relativamente permanente en el comportamiento de una persona, después de atravesar por una serie de experiencias de aprendizaje. Les decía que ellos aprenderían durante el semestre y que ese aprendizaje se manifestaría en cambios en su comportamiento. Para ejemplificarlo les recordaba aquella expresión popular que suele usarse entre los mexicanos cuando decimos “fulano tiene la N del nopal pintado en la frente”, para hacer referencia al origen mestizo de nuestra raza de bronce y que por más que queramos ocultar nuestro origen cambiando nuestro aspecto físico o pintando nuestro cabello de rubio, nuestro genotipo nos delata, somos una raza mestiza.
        Algo similar sucede con el proceso de cambio, después de mencionar el nopal en la frente, les decía que deberíamos actuar como si tuviéramos la "C" de cambio pintada en la frente, porque todos somos seres cambiantes y que una actitud proclive al cambio era fundamental en el proceso de aprendizaje que estábamos iniciando en el nuevo ciclo escolar, ya que el aprendizaje que lograríamos consistiría en lograr cambios relativamente permanentes en sus comportamientos individuales, grupales y sociales.
        En los seminarios de Psicología Organizacional y Psicología social que impartía en la Universidad de Sonora (me siento raro hablar en tiempo pasado de mi actividad como docente porque estoy recién jubilado) incluía como parte de sus contenidos teóricos una unidad denominada “El agente de cambio social” en el cual se describía un perfil ideal que debe cumplir toda aquella persona que desee dedicarse a realizar intervenciones psicológicas en grupos y organizaciones y comunidades con el objetivo de generar un cambio planeado en las mismas que la conduzca a un mejoramiento continuo de sus procesos. Como los grupos, las organizaciones y las comunidades la constituyen las personas, no los edificios ni los activos de la organización, la intervención psicológica está orientada a generar cambios en el comportamiento de las personas.
        Este tema del agente de cambio formaba parte también de los objetivos de aprendizaje de mi curso de  Estudios especiales/Educación en sexualidad humana, porque en el caso del aprendizaje sobre sexualidad, primero necesitamos deconstruirnos a nosotros mismos, para construir nuevas identidades basadas en nuevas figuras de lo que es ser hombres y lo que es ser mujer en nuestra sociedad contemporánea. Como este curso tenía lugar dentro de una Escuela de Psicología, construir la identidad de un agente de cambio era fundamental para promover la educación sexual integral en los diferentes ámbitos de intervención en los que realizaran sus intervenciones como profesionales de la Psicología, por lo que de manera inevitable deberían actuar como agentes de cambio social.
        En cada uno de los grupos iniciaba mis cursos diciéndoles que actuaría como agente de cambio planeado con ellos retomándolos como un grupo de personas que pertenecen a una organización (en este caso a la Universidad de Sonora), y que aplicaría un conjunto de actividades y técnicas que tenían como objetivo modificar hábitos, valores, actitudes y comportamientos para generar un aprendizaje individual y grupal, que ellos mismos evaluarían al fin el del semestre.

        Partía de la premisa de que para que el aprendizaje sea efectivo, debe ser de forma ideal, lo cual se logra con la fusión del aprendizaje formal que incluye adquisición de nuevos conocimientos, con el aprendizaje informal derivado de la interacción con otras personas. Para ilustrar de mejor manera esto debo mencionar que aprende el niño, aprende el joven, aprende el adulto, aprende al anciano, etc. El aprendizaje informal es el cúmulo de experiencias de aprendizaje que tenemos desde que nacemos hasta que fallecemos. Aprendemos en cualquier lugar, con cualquier persona y en cualquier momento.
De esta forma es cuando adquiere sentido la definición de aprendizaje que manejamos en Psicología; El cambio relativamente permanente en el comportamiento de las personas después de atravesar por una serie de experiencias de aprendizaje. El aprendizaje en las escuelas debe incluir nuevos conocimientos, pero también debe contemplar cambios de actitudes, de valores, de autoimagen, etc., que se traduzcan en cambios en el comportamiento. El aprendizaje no debe limitarse a la asimilación de nueva información o nuevos conocimientos, necesariamente debe incluir el cambio de actitudes, de valores y de percepciones.
        Con esa intención dedicaba buena parte del tiempo de mi clase a la creación de un ambiente de apertura en la comunicación mediante el desarrollo de ejercicios grupales que generaban un autoconocimiento y un conocimiento de los demás a través de experiencias estructuradas de aprendizaje y el entrenamiento en el uso de la retroalimentación.
        La meta que se pretendía lograr era el aprendizaje del trabajo en equipo mediante la construcción de comportamientos auténticos entre los integrantes del grupo, lo cual se iba logrando de manera progresiva clase tras clase y en verdad me sorprendía la rapidez con la que mis alumnos modificaban sus comportamientos dejando atrás actitudes de reserva y de no participación para sustituirlos por comportamientos en los cuales manifestaban abiertamente sus sentimientos y pensamientos con progresiva libertad, mostrando con ello cambios en su forma de pensar, sentir y actuar en la medida que se entrenaban en el uso de la técnica de la retroalimentación.
        A lo largo de las primeras semanas del semestre desarrollaron cambios en su autoimagen al reconocer su pertenencia a un grupo social, crearon cambios en su interacción con los demás al dejar de interactuar con el reducido número de amigos de siempre y ampliar su interacción con la mayor parte de miembros del grupo, mejoraron su comunicación interpersonal al utilizar la retroalimentación positiva y negativa como base fundamental de su comunicación.
        Ampliaron su identidad psicológica al rebasar el ámbito individual y construir una identidad grupal reconociéndose a sí mismo como individuos pertenecientes a un grupo, es decir, como seres sociales, con lo cual construyeron una identidad grupal y en la práctica aprendieron lo que en psicología conocemos como concepto de grupo:
        “Es la reunión más o menos permanente de varias personas que interactúan realizando un conjunto de actividades que les permiten alcanzar objetivos comunes, en una interacción en la cual los individuos se reconocen a sí mismos como miembros del grupo y reconocen a los demás como miembros del grupo también.”
        La discusión sobre estrategias de cambio social planeado incluía la asimilación del grado de influencia que tenemos sobre otras personas y la necesidad de construir una autoimagen de cada uno de ellos como agentes de cambio social cuya intervención rebasara el ámbito organizacional e incidiera en el ámbito social al ubicar a las organizaciones como un sistema social abierto cuyo funcionamiento estaba determinado por la influencia proveniente del medio social, es decir, el conjunto de sistemas con los cuales la organización mantenía contacto (fuerzas políticas, económicas, tecnológicas, etc.).
        Con la misma metodología, pero con diferente contenido ocurría lo mismo con mis grupos de Educación en sexualidad humana y Convivencia social.
        En el caso del grupo de estudiantes de educación en sexualidad humana la primera actividad era construir una atmósfera de apertura en la comunicación para generar comportamientos auténticos y clarificar el contenido del contrato psicológico desde el inicio del curso incluyendo dentro del mismo la regla de la discreción que consistía en que lo pasara dentro del grupo, se quedara dentro del grupo y no compartir lo acontecido con personas ajenas al mismo. La adopción de esta norma creó un ambiente de apertura en la comunicación desde el inicio del curso.

Esta regla permitió romper las defensas psicológicas para estar en condiciones de compartir experiencias personales relacionadas con el aprendizaje y actitudes hacia la sexualidad, lo cual no es fácil de lograr, pero es posible hacerlo, siempre y cuando se logre construir un ambiente de confianza y apertura en la comunicación acerca de lo acontecido al interior del grupo.
El aprendizaje en este grupo se caracterizaba por tener un mayor nivel de profundidad psicológica, ya que el tema central era la sexualidad humana y esto implicaba avanzar en un proceso de autoconocimiento y autoaceptación como ser sexual. Al mismo tiempo se avanzaba en el estudio de la historia de la sexualidad humana y en el conocimiento de un modelo integral de sexualidad que permitiera reconocer que la sexualidad va mucho más allá que el sexo.
La discusión sobre los temas relacionados con el ejercicio de la sexualidad en un contexto histórico social determinado nos permitía retomar aquella gran lección de los movimientos feministas y de liberación sexual de la década de los setentas de que “lo personal es político”. La orientación de la discusión hacia la existencia de derechos humanos y sexuales que están siendo violados de manera constante fomentaba en mis alumnos el interés de actuar como agentes de cambio social.
En la medida que avanzaba el semestre, los cambios en el comportamiento de mis estudiantes del grupo de sexualidad eran muy evidentes y bastante explícitos: mayor seguridad en sí mismos(as), mayor participación grupal, mejor estabilidad emocional, mayor manejo de información teórica sobre el tema de la sexualidad, mayor integración grupal, ambiente de camaradería y confianza, etc.

Al final del curso surgían comentarios de mis alumnos en el sentido de que todas las personas deberían tomar un curso de educación sexual, porque la ausencia de ésta es el común denominador de varios problemas sociales (feminicidios, violencia hacia la mujer, violaciones, delitos sexuales, acoso sexual callejero, embarazo en adolescentes, abuso sexual infantil, etc.).
En ese sentido, parte de mis intervenciones en la discusión grupal iban en el sentido de llagar a la conclusión  de que todos los que participaron en el curso de educación en sexualidad humana podían y debían actuar como agentes de cambio social promoviendo el aprendizaje obtenido sobre la sexualidad humana con las personas cercanas en su círculo social.
Finalmente, en el caso de mis alumnas de Intervención Psicológica en Convivencia social, se aplicaban los mismos procedimientos grupales, es decir, la posición del grupo en círculo, aplicación de ejercicios grupales para creación de atmosfera de apertura en la comunicación, etc., pero como el objetivo general presentado en el programa del seminario era formar a las estudiantes como agentes de cambio social, la tarea aumentaba su complejidad porque se partía de una contextualización de la realidad utilizando la crítica social utilizando materiales de lectura de Psicología, Sociología y Filosofía que nos permitieran lograr una descripción de las principales problemáticas sociales que afectaban a nuestras comunidades sociales, de tal forma que de manera natural surgía como conclusión de la discusión grupal la necesidad urgente de implementar un cambio social que contribuyese a disminuir la desigualdad social imperante, el sufrimiento colectivo, incentivar la participación social, avanzar en la recuperación del bienestar social y para lograrlo se requería de manera inevitable de la intervención de agentes de cambio social.

En su calidad de seminario, el programa incluía un fuerte aprendizaje teórico porque la construcción del marco teórico requería rebasar el reduccionismo psicológico en la interpretación de la realidad circundante, y como primera meta, se planteaba la necesidad de romper con la acriticidad de la vida cotidiana que nos hace ver como “algo normal” los acontecimientos que observamos cada día.
Esta ruptura se lograba con la realización de la crítica de la vida cotidiana y poner en discusión que los problemas cotidianos en nuestra vida privada no son “normales” y que son resultado de la aplicación de políticas instrumentadas desde el ejercicio del poder formal. A través de la discusión llegábamos a la conclusión de que lo privado en última instancia es político y que, en consecuencia, era necesario abordar la discusión de la política para generar los cambios considerados pertinentes y necesarios.
Me place decir que no sólo contribuí a generar en mis alumnos una consciencia de la necesidad de impulsar un cambio social, sino que también contribuí a la construcción en cada uno de ellos de una identidad como agentes de cambio social. Como dijo una de mis alumnas: sembré la semilla para inspirar la construcción de una identidad como agente de cambio social en cada una de ellas. 
En mi cuenta de Youtube tengo videos que registraron las intervenciones de mis alumnos cuando participaron en la evaluación grupal del aprendizaje obtenido en la última reunión de cada semestre. Confieso que no sólo disfruté mucho mi labor como agente de cambio en cada uno de mis grupos de estudiantes, sino que también generé cambios en mi persona producto de mi interacción con cada uno de ellos porque ellos también influyeron en mí. De cada uno de los grupos de alumnos con los que trabajé como profesor universitario a lo largo de 33 años, creo que aprendí de ellos mucho más de lo que les enseñé. Terminaba cada semestre fortalecido teóricamente, con un mayor aprendizaje vivencial por la participación de mis alumnos en las discusiones y sobre todo con una gran sensación de logro al escuchar de voz de mis alumnos lo que aprendieron durante el semestre, lo cual era comprobado por mi persona a través de la observación individual y grupal.
La descripción de todo lo anterior me permite centrarme en el punto principal que quiero destacar con la redacción de este artículo. En mis aportaciones teóricas en cada grupo les explicaba como los estudios del proceso de comunicación interpersonal la concebían en un principio como un proceso lineal en el que el emisor (E) enviaba un mensaje (M) al receptor (R) y que en un principio se pensaba que todo terminaba ahí. Pero los estudios en Psicología social demostraron que el receptor (R) no se quedaba indiferente al mensaje recibido, sino que actuaba como emisor (E) enviando una respuesta (R) hacia el emisor (E) quien la recibía en calidad de receptor (R).
La conclusión era que la comunicación era un proceso circular y no lineal ya que todos actuábamos como emisores y receptores simultáneamente y que eso nos permitía hablar de una interinfluencia interpersonal presente en todos los grupos de los cuales formamos parte. Para entender mejor este proceso, intentaba dar ejemplos diciéndoles que el simple aspecto físico de una persona nos proporciona una sensación de aceptación y de no aceptación y que nuestra aceptación o falta de ella hacia otras personas se basaba en el predominio de estereotipos y prejuicios hacia los demás.
Sobre esas bases teóricas les comentaba que ellos se veían influidos por mi persona, se influenciaban unos a otros y yo también me veía influenciado por cada uno de ellos al formar parte del grupo. Ligando esta información con el aprendizaje, les comentaba que en eso consistía el aprendizaje social informal, aprendemos en cualquier lugar (no sólo en la escuela, también en la calle, en la casa, en el trabajo, en la Iglesia, etc.), con cualquier persona (no sólo con un maestro, también aprendemos de nuestros padres, de nuestros hijos, hermanos, tías, tíos, vecinos amigos, etc.), en cualquier momento (en la mañana, en la tarde, en la noche, en la madrugada) y a cualquier edad (aprende el niño, el joven, el adulto, el anciano).
La vida es un constante aprendizaje y la escuela no es el único lugar donde aprendemos y no solo aprendemos, sino que también enseñamos sin ser maestros ya que al mismo tiempo que aprendemos, estamos enseñando a los demás, estamos influyendo a los demás, gracias al proceso de interinfluencia interpersonal. No se necesita ser maestro para enseñar, no se requiere aprendizaje universitario para asumir una identidad de agente de cambio social.
Reconocer esta capacidad que tenemos de recibir influencia de los demás al mismo tiempo que los influimos, nos debe dar la oportunidad de desarrollar un empoderamiento personal en el sentido de reconocer que tenemos el poder para contribuir a la generación de cambios en las personas que nos rodean, en los grupos y organizaciones a las que pertenecemos y en las comunidades de las que formamos parte. En pocas palabras, podemos contribuir a la generación de cambios sociales a través de nuestra participación social.
Reconocer nuestra capacidad para influir sobre los demás nos permite también crear las condiciones para construir una identidad como agentes de cambio social, como sujetos históricos sociales, que tenemos plena consciencia del momento histórico en el que vivimos y actualmente en nuestro país y en el mundo entero. A nivel nacional vivimos un momento histórico de generación de grandes cambios sociales, cambios que en estos momentos provienen desde arriba hacia abajo, desde el poder formal del gobierno hacia las comunidades, organizaciones y grupos sociales a los que pertenecemos.
Pero estos cambios sociales de los que estamos siendo objeto requieren de la consolidación de los mismos a través de nuestra incorporación, de nuestra participación social, de que veamos que nosotros somos parte activa parte de los cambios sociales y que estos cambios que estamos viviendo implican cambios individuales, cambios de actitudes, de valores, de percepción, de autoimagen, de tal forma que no sólo seamos objetos de cambios, sino que seamos sujetos de cambio social, es decir, que nos convirtamos en agentes de cambio social cada uno de nosotros participando activamente en la dinámica social circundante para dirigir el rumbo de los acontecimientos.
        La participación social es un requisito fundamental en estos momentos clave que estamos viviendo en México y en el mundo entero, debemos incrementarla a través de un proceso de empoderamiento individual, grupal, organizacional y comunitario que incluya la toma de consciencia de que existe un proceso de interinfluencia social, que influimos sobre los demás aun cuando no nos lo propongamos y en ese sentido todos podemos actuar como agentes de cambio social.

        Vivimos tiempos de grandes cambios en México, estamos reconstruyendo nuestro sistema social de interacción. A través de la participación social masiva y organizada dejamos atrás un estilo de conducción del país basado en el autoritarismo, la corrupción, la impunidad, las injusticias, etc.
        En estos momentos el gobierno legítimo que realmente nos representa encabezado por Andrés Manuel López Obrador impulsa grandes cambios en beneficio de las mayorías de nuestro país al luchar contra la corrupción. Estos grandes cambios afectan los intereses particulares de quienes se beneficiaban de la corrupción imperante y empiezan a reaccionar atacando, cuestionando y tergiversando las acciones de nuestro gobierno.
        El tipo de democracia que se requiere en estos momentos es la democracia participativa, en la cual los integrantes de los grupos, organizaciones y comunidades de nuestro país, debemos ampliar nuestra identidad psicológica y reconocernos como ciudadanos mexicanos para defender a nuestro país de los ataques de quienes quieren regresar a los tiempos de corrupción, impunidad e injusticias sociales.       Todos las personas sin exclusión alguna podemos y debemos ser parte de este proceso de cambio social que tiene lugar en nuestro país, asimilando y construyendo una identidad como agentes de cambio social, en la medida de que reconozcamos el proceso de interinfluencia social, nuestra condición de sujetos históricos que podemos construir nuestra historia, a través de un proceso de empoderamiento que nos conduzca a incrementar nuestra participación social.
        Actuando juntos, de manera colectiva y organizada lograremos consolidar al nuevo gobierno defendiéndolo de los ataques de quienes defienden intereses privados y lograremos consolidar acciones que tienden a beneficiar el bienestar social, recuperando los derechos que nos fueron arrebatados y sobre todo el futuro de nuestros hijos. A través del aumento de nuestra participación en los diferentes grupos organizaciones y comunidades a las que pertenecemos podemos influir desde abajo para lograr cambios políticos, económicos y sociales. Pero sobre todo podemos proceder a la defensa colectiva y organizada de nuestros derechos que están siendo pisoteadas por la implementación de políticas neoliberales que están dirigidas a la maximización del beneficio económico para unos cuantos, mientras una gran mayoría cae a vivir en condiciones de pobreza.
        Juntos estamos haciendo historia, la historia no se refiere a hechos pasados, diariamente estamos construyendo la historia. La historia no ha terminado, de nosotros depende como se escriba la historia en el futuro, la invitación es a construir la historia actuando como agentes de cambio social en la defensa del bienestar social colectivo. Actuando juntos, asumiendo el rol de agentes de cambio social, manifestándonos de manera organizada y colectiva, podremos cambiar el mundo, construir una nueva realidad que tenga como prioridad la reconstrucción del bienestar social de sus habitantes.

Yescas, Oscar: Introducción a la Psicología Comunitaria Latinoamericana
Yescas, Oscar: Por una psicología socialmente sensible
Videos de Oscar Yescas en Youtube
Video Oscar Yescas Clase Cambio organizacional planeado 1
Video Oscar Yescas Clase Cambio organizacional planeado 2

jueves, 3 de enero de 2019


El SubMarcos sin máscara
Oscar Yescas Domínguez

       La historia nos enseña que los grandes cambios sociales han sido realizados por el surgimiento de movimientos colectivos que han luchado por defensa o conquista de determinados derechos. En tiempos de cambios sociales, surgen grandes luchadores sociales, son aquellas personas que asumen como propias las causas sociales y se entregan a una lucha que persigue un beneficio colectivo. Pero también surgen luchadores ocasionales o temporales, quienes participan en las luchas de acuerdo con sus posibilidades, con ciertas limitaciones, pero participan al fin y son parte de los cambios sociales.
       Pero también surgen los autollamados luchadores sociales que se incorporan a movimientos colectivos manteniendo una agenda oculta en su comportamiento. La historia tiene muchos ejemplos que ilustran la existencia de diferentes tipos de luchadores sociales, algunos han muerto dando su vida al movimiento del cual forman parte, otros han desertado y reincorporado a sus vidas privadas y otros más han traicionado las causas que dijeron defender incondicionalmente.
       En los procesos de cambio social el conocimiento científico juega un papel importante en el análisis de los problemas que originan inconformidad social ya que contribuye a esclarecer las causas de estos y sus posibles soluciones. Pero también el conocimiento científico permite utilizar una metodología para realizar intervenciones en los grupos y comunidades sociales que ayudan a que un agente externo a las comunidades afectadas sea aceptado como parte integrante de la misma o inclusive puede ayudar a que alguien que no forma parte de la comunidad en lucha sea aceptado como parte de la dirigencia.
Latinoamérica es la región del mundo donde surgió la Psicología Comunitaria que es conocida como “la ciencia del cambio social”, en la medida que permite realizar intervenciones comunitarias para promover la participación en la generación de cambios sociales.
       En ese sentido el conocimiento científico es un arma que puede ser utilizada en procesos de cambio social. Pero, como toda arma, el conocimiento científico puede ser usado como instrumento de liberación al promover la participación social y estimular el empoderamiento de las comunidades afectadas, o puede ser utilizado como instrumento de control social al lograr la manipulación de los integrantes de determinadas comunidades.  
       El psicólogo social Amalio Blanco nos habla en su libro La intervención psicosocial acerca del origen de las ciencias sociales y hace una descripción que plantea que las mismas no surgieron por la creatividad de algún autor determinado, sino que más bien se originaron en la búsqueda de soluciones que permitieran dar respuesta a los grandes problemas sociales que ha experimentado la humanidad.
En congruencia con lo anterior, el autor Gastón Bachelard en su libro la formación del espíritu científico nos advierte sobre la necesidad de que los científicos sociales mantengamos una “alerta epistemológica” para estar en sincronía con las necesidades sociales y dar pronta respuesta a las mismas desde la perspectiva de las ciencias sociales.
Esta alerta epistemológica se incluye un primer nivel que consiste en la exigencia de que todo investigador social debe estar en continua alerta para reconocer los problemas que surjan en la comunidad a la que pertenezca el investigador social. Un segundo nivel de alerta epistemológica consistiría en prestar atención suficiente a la elección de las fuentes de información sobre la realidad circundante de tal forma que la información que obtengamos sea lo más objetiva posible.
Menciono todo lo anterior para contextualizar la recientes declaraciones del SubComandante Marcos en la escena política de México, quien hace su reaparición después de años de guardar silencio sobre la dinámica social ocurrida en suelo mexicano. La pregunta que muchos se hacen es: ¿por qué hasta ahora el SubMarcos aparece nuevamente en la escena política?
Debemos tener presente que en los últimos años la población mexicana sufrió grandes agresiones en sus derechos laborales y sociales por la aprobación de reformas a la Constitución mexicana impulsada por el Prian. Recordemos la Reforma Laboral impuesta por Felipe Calderón del Prian https://www.youtube.com/watch?v=rB5O7rwfT78, que eliminó el futuro laboral de las nuevas generaciones de jóvenes mexicanos al desaparecer la estabilidad laboral, ampliar la jornada de trabajo y dejar indefensos a los trabajadores en la negociación de sus contratos individuales.
La Reforma educativa que intentó imponer Enrique Peña Nieto utilizando la fuerza de elementos policiacos para reprimir la lucha de maestros mexicanos que se opusieron a la misma, muchos de los cuales fueron cesados de sus labores y algunos todavía no han sido reinstalados. Varios maestros mexicanos fueron reprimidos al participar en esta lucha y algunos perdieron la vida luchando contra una Reforma que se dirigía a afectar sus derechos laborales, más que a beneficiar la educación en México.
Por otro lado, la Reforma Energética también impulsada por Enrique Peña Nieto que implicó el debilitamiento de Pemex, la entrega del petróleo al capital extranjero, el encarecimiento de la gasolina y con ello un aumento en cascada de precios en todo tipo de productos. Recordemos que Pemex aportaba el 40 % del presupuesto público, al eliminar esta aportación los recortes a los gastos de salud, educación, empleo vivienda, etc., no se hicieron esperar afectando con ello la calidad de vida de millones de mexicanos.
       Todas estas reformas trajeron como resultado un gran sufrimiento de la población mexicana al aumentar  la desigualdad social en México dando como resultado un incremento de la pobreza de la población mexicana, mientras un porcentaje reducido (los miembros de la clase política mexicana) se enriquecieron de una forma escandalosa. La corrupción alcanzó niveles escandalosos nunca vistos en nuestro país, los trabajadores perdieron buena parte de sus derechos y la juventud mexicana perdió su futuro al aumentar la duración de la jornada laboral, perder la estabilidad en el empleo y recibir uno de los salarios mínimos más bajos del mundo.      Las tragedias estuvieron presentes en los últimos años, el incendio de la Guardería ABC, las desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, etc.
       En todas estas acciones hubo movilizaciones de miles de mexicanos que exigían justicia a las víctimas y familiares de los niños fallecidos en Hermosillo Sonora en el 2,009. Miles de maestros mexicanos lucharon por impedir la aprobación de la Reforma Laboral presentando una gran resistencia, pero fueron rebasados por las fuerzas policiacas y la corrupción de los legisladores miembros del pri y del pan.
       Por otro lado, la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa impactó a la población mexicana que por miles salieron en las calles de todo el país para exigir su pronta reaparición, pero el Estado mexicano fingió demencia, intentó desviar la atención y obstaculizó la investigación, sin importarle que el sufrimiento de los padres de estas decenas de estudiantes aumentara cada día e ignorando el clamor popular que crecía a nivel nacional exigiendo justicia para los desaparecidos.
       El sexenio de Enrique Peña Nieto se caracterizó por la venta de nuestro país al extranjero, una enorme corrupción en todos los niveles de gobierno, el crecimiento de la inseguridad pública, el fortalecimiento de la delincuencia organizada y un aparente “combate a la delincuencia” que solo dejó miles de muertos de jóvenes mexicanos cada año, por lo que la insatisfacción popular del pueblo mexicano creció hasta llegar al nivel del hartazgo.
       Cada año del sexenio de peña Nieto crecía la crisis y con ella los efectos negativos contra la población que se veía empujada a vivir en condiciones de pobreza sin poder evitarlo, esta crisis económica, política y social cobró un número incalculable de víctimas por el crecimiento de la violencia e inseguridad social
       Cualquier mexicano con una sensibilidad mínima no podía menos que compartir la rabia, la impotencia y un gran coraje por todas estas injusticias y por los efectos de una corrupción creciente que desviaba los presupuestos públicos para enriquecer cuentas privadas de los responsables de administrarlos.
       Miles de mexicanos estuvieron presentes en las marchas de protesta formando parte activa de las masivas movilizaciones que la población mexicana realizó en los últimos años. El grado de insatisfacción popular en contra de las políticas neoliberales del Prian fueron, fue sin duda alguna, parte de los motivos por los cuales Morena llegó al poder encabezados por Andrés Manuel López Obrador, quien mostró un alto grado de congruencia en su comportamiento político durante varios años.
       No se puede decir lo mismo del individuo que se llamó a sí mismo “SubComandante Marcos”, ya que después de su aparición pública en 1994 y de haber logrado fama internacional desapareció del mapa político en México para desencanto de miles de personas.
       Este desencanto aumenta en estos días porque su reaparición se da en un momento en el que se requiere la unidad nacional para apoyar al nuevo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, quien está recibiendo ataques por parte de los elementos del Prian para socavar el creciente apoyo social que obtiene por la aprobación de medidas en su primer mes de gobierno que están contribuyendo a reducir la desigualdad social y a recuperar parte del bienestar social perdido por la población mexicana en todos estos años de implementación de políticas neoliberales.
       La decepción masiva de la figura del SubComandante Marcos tiene dos orígenes: Por un lado, es objeto de cuestionamiento el silencio que guardó durante todos estos años este personaje que se presentó a sí mismo como un luchador social, defensor de los pueblos indígenas y del pueblo mexicano y mantuvo un conveniente silencio durante los últimos años de sufrimiento del  pueblo mexicano.
       Una lectura política de esta ausencia y silencio prolongado nos permite ver que en todos estos años la crisis en México llegó a un nivel en el que no tenía cabida la indiferencia, la imparcialidad, el conformismo y el silencio ante la naturaleza de los crímenes sociales ejercidos por la clase en el poder que se enriquecía mientras aplicaba políticas de corte neoliberal desapareciendo derechos laborales y sociales, privatizando las funciones públicas, aumentando jornadas laborales, reduciendo los salarios de los trabajadores, etc.
El cúmulo de agresiones, la extensión de la corrupción en los niveles de gobierno, el sufrimiento colectivo y la insatisfacción popular, impedían guardar silencio, exigían de todos los mexicanos la definición de una postura de condena firme, para impulsar el cambio social.  Sin embargo, El SubMarcos estuvo ausente de la escena política durante muchos años guardando silencio ante las agresiones al pueblo mexicano por parte de la dictadura del prian.
La  otra fuente de cuestionamiento se debe a que el Sub Marcos sólo reaparecía en tiempos de elecciones para cuestionar a Andrés Manuel López Obrador e intentar dividir al electorado. Lo hizo en las elecciones del 2,006, también en las elecciones del 2,012 en las que el triunfo electoral le fue robado a AMLO y lo intentó hacer nuevamente en estas elecciones de julio del 2,018. Afortunadamente o lamentablemente el hartazgo era tan grande que millones de mexicanos inundamos las urnas electorales con un tsunami de votos que impidió la realización de otro fraude electoral.

Este segundo enfoque del cuestionamiento a quien en su momento logró la aceptación y respaldo de miles de mexicanos, o sea el SubComandante Marcos, adquiere mayor fuerza porque su reaparición es para anunciar que luchará contra el primer gobierno electo de manera legítima durante más de 50 años en nuestro país.
Es decir, que en estos momentos de grandes definiciones el personaje llamado SubMarcos, toma partido y se define poniéndose al lado de quienes pretenden que el naciente gobierno de Morena fracase en su gestión y se lanza en contra de quien en estos momentos está encabezando grandes cambios políticos y económicos en la vida nacional de nuestro país que tienden a beneficiar a las mayorías marginadas que fueron afectadas por las políticas neoliberales.
No es la primera vez que el SubMarcos aparece para cuestionar la unidad de las fuerzas que buscan el cambio social en México, intentando sembrar división de las fuerzas progresistas y una vez logrado su objetivo y pasadas las elecciones el SubMarcos desaparece y no vuelve a hacer declaración alguna, mostrando con ello un alto grado de incongruencia en su comportamiento político.
Pero en esta ocasión sus acciones van mucho más allá de intentar dividir, su amenaza de luchar en contra del nuevo gobierno lo coloca en una posición política que va en contra de los intereses de millones de mexicanos y al lado de aquellos que defienden los intereses del Prian, en consecuencia lo colocan como enemigo del pueblo mexicano, al asumir una actitud de defensa de los intereses de las fuerzas reaccionarias y conservadoras que intentan impedir el cambio social en México y en contra de los intereses de las mayorías de nuestro país.
Con esta nueva aparición del SubMarcos podemos ver a qué intereses está respondiendo, en contra de quién está luchando y con ello, este personaje se quita la máscara de luchador social y se muestra al desnudo como un luchador al servicio de intereses oscuros que utiliza la manipulación social para lograr sus fines.
En los albores del 2,019 los mexicanos somos testigos de la caída de un mito en el cual muchos creímos y apoyamos en un principio con toda nuestra ingenuidad política, pero como bien sabemos, los golpes enseñan y los golpes que el SubMarcos ha asestado al pueblo mexicano han servido para mostrar el verdadero rostro de este personaje.
Desde su aparición el SubMarcos utilizó la palabra como instrumento de lucha, usando un discurso que solo puede utilizar quien ha dedicado mucho tiempo a la lectura. Es indudable que es una persona culta, que ha tenido acceso al conocimiento científico y lo ha sabido utilizar para llegar a donde está. Lo cuestionable es el uso que le da a la influencia que ha construido sobre las bases campesinas y el intento de influir sobre el pueblo mexicano para menoscabar la base social de Andrés Manuel López Obrador y de Morena.
¿Qué podemos pensar de quien tiene amplios conocimientos y los utiliza para manipular a quien esté a su alrededor y dirigir comportamientos de los demás para beneficiar intereses privados?
Los mexicanos no hemos perdido a un gran luchador social, hemos llegado al punto de conocerlo al desnudo en estos momentos al ver los intereses públicos que intenta combatir, los intereses del pueblo mexicano, al combatir al primero gobierno mexicano electo en forma legítima y con gran participación social nos permite conocer su agenda oculta.
Al colocarse en estos momentos de definición política en contra de los intereses colectivos, el SubMarcos refuerza las posiciones de quienes intentan regresar a los tiempos del Prian y nos muestra el verdadero rostro, el rostro del SubMarcos sin máscara que está muy lejos de ser el rostro de un verdadero luchador social.  Estos comportamientos erráticos de quien surgió como un luchador social contribuyen a desnudarlo políticamente y ayuda al pueblo mexicano a reconocer quienes están realmente de su lado y quienes están en contra de los intereses colectivos.
Sólo nos resta recordar a Bertolt Brecht cuando en 1915 nos decía lo siguiente:
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.”

Bachelard, Gastón: La formación del espíritu científico. Siglo XXI. México, D.F. 2,000
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Yescas, Oscar: El empoderamiento de las “benditas” redes sociales
Yescas, Oscar Introducción a la psicología comunitaria latinoamericana
Yescas, Oscar: la cuarta transformación y la participación popular