¿Por qué los jubilados debemos participar en el desfile del primero de mayo en Hermosillo?

Oscar Yescas Domínguez

16 de abril del 2022

A lo largo de mi existencia como trabajador he participado en innumerables desfiles del primero de mayo reivindicando la conmemoración del día internacional de los trabajadores, porque es la fecha en la que en todos los países del mundo, la clase trabajadora sale a las calles a protestar por la defensa de sus derechos laborales y en protesta por violaciones a los mismos. No tengo registro alguno en mi memoria de que en alguna ocasión hayan participado en estos desfiles, contingentes de trabajadores jubilados que marchen reclamando la recuperación de sus derechos, porque tradicionalmente son únicamente los trabajadores activos quienes participan en ese desfile.

Durante la época del prianismo, el primero de mayo se oficializaba un ritual de “agradecimiento” a los gobernantes en turno haciendo una parada en su marcha frente al templete donde se encontraban sentadas las autoridades, un ritual que debido a la agudización de la crisis económica fue desapareciendo y provocó que en los últimos sexenios prianistas, los días primero de mayo se caracterizaban por las protestas que realizaban contingentes de trabajadores afiliados a sindicatos independientes a su paso frente a dicho templete.

Pero los tiempos siguen cambiando y hoy en día la combatividad de los trabajadores organizados en sindicatos se ha reducido en proporción contraria a la afectación de los intereses y derechos laborales, ya que el conformismo, indiferencia a las causas sociales y la obediencia que se observa en gran parte de la población, tiene su consecuencia en un aumento en la escalada de violaciones a los derechos laborales. Esta ausencia de protesta tiene su origen también en la complicidad que muestran los dirigentes sindicales que en lugar de alzar la voz para protestar en contra de las agresiones a los derechos de los trabajadores, se atreven a participar con sus firmas en convenios que contienen eliminación de prestaciones o derechos laborales de los contratos colectivos de trabajo sin consultar a sus representados.

Por este papel mediatizador y la indiferencia que muestran la mayoría de los dirigentes sindicales hacia quienes dicen representar, han perdido capacidad de convocatoria y enfrentan una grave falta de participación en actividades de tipo sindical, reflejando con ello una grave crisis de liderazgo al interior de sus organizaciones, creando un vacío de representatividad originado por una corresponsabilidad, ya que la falta de participación de los trabajadores activos en la democratización de sus sindicatos, permite que sus dirigentes tengan una libertad para actuar en forma autoritaria y tomen decisiones en nombre de quienes dicen representar, aún cuando éstas perjudiquen sus intereses como clase trabajadora.

En estas condiciones, los trabajadores activos se encuentran dispersos e indefensos, ya que olvidaron que los sindicatos surgieron para defender los intereses de los trabajadores y en un momento histórico como el actual, en el cual se observa una gran ofensiva del poder corporativo que impone al poder político la implementación de políticas que tienen como objetivo desmantelar beneficios y prestaciones que fueron conquistados a través de las luchas de diferentes movimientos colectivos en el siglo pasado, es importante la acción organizada, unida y colectiva de quienes sufrimos agresiones a nuestros derechos humanos y laborales.

En estos últimos años hemos visto la agudización de una crisis política que se caracteriza por una desconfianza de la población hacia los partidos políticos ya que han perdido credibilidad social, esa desconfianza se extiende hacia los políticos que se encuentran en el poder en turno que han aprovechado su poder para participar en actos de corrupción que siguen manteniéndose impunes, al mismo tiempo, se observa un distanciamiento entre los dirigentes sindicales y los trabajadores que dicen representar, es decir, estamos observando una crisis de la relación dirigente dirigido, una crisis de liderazgo social.

El vacío de liderazgo social que hemos estado padeciendo en el pasado reciente, creó las condiciones para surgimiento de nuevos actores políticos que antes no figuraban en la escena social y hoy en día representan la punta de lanza en la lucha por la recuperación de los derechos laborales, servicios médicos, defensa del derecho a la jubilación y recuperación de prestaciones sociales.

Estos nuevos actores políticos son los jubilados que se vieron obligados a salir de sus casas, organizarse y participar en marchas colectivas, para luchar por la recuperación de sus derechos que se vieron afectados por actos de corrupción y por representantes del poder político que actúan traicionando su función como servidores públicos y se exhiben como lacayos de la iniciativa privada que pretende privatizar todo tipo de servicios públicos.

Los intentos de restringir el derecho a la jubilación limitando el número de trabajadores que reciben su jubilación cada año, la reducción en el monto de pago de las jubilaciones, el desabasto de medicamentos, la demora en recibir consulta con médicos especialistas, la falta de servicios de imagenología,  el retraso en el pago de las pensiones y la cancelación de cirugías en el Isssteson, son agresiones que afectan tanto los derechos de los trabajadores activos como de quienes estamos pensionados o jubilados.

Pero curiosamente son los jubilados quienes han tomado la iniciativa de salir a las calles y exigir la recuperación de sus derechos que están siendo afectados, son aquellas personas de la tercera edad, a quienes se intenta menospreciar por su edad y por el padecimiento de enfermedades propias de la edad, son quienes están compartiendo un despertar social, son adultos mayores que están encontrando un nuevo sentido en sus vidas al participar en la lucha social están construyendo una nueva identidad como sujetos activos que participan en actividades públicas, en la lucha por la recuperación de sus derechos a la salud y a la jubilación.

En este proceso de lucha por la recuperación de los derechos a la salud, la jubilación y el rescate del Isssteson los trabajadores activos y sus dirigentes sindicales han estado ausentes en las diferentes movilizaciones que han hecho los jubilados  y lo mismo ha pasado con la lucha de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo, por la recuperación de los derechos que les fueron arrebatados por el Presidente Municipal de Hermosillo Antonio Astiazarán. Más grave aún es que no sólo han estado ausentes, sino que han guardado un profundo silencio sobre la situación de los jubilados de ambos movimientos, cuyas luchas lograron llamar la atención de los medios locales y estatales de información pública.

Por esta situación los jubilados hemos aprendido que estamos solos en la lucha por la recuperación de sus derechos y debemos tener presente que fue a través de la movilización masiva que logramos ser escuchados por funcionarios del Gobierno del Estado y solucionar parte de la problemática del Isssteson y del pago puntual de las jubilaciones, pero aún siguen motivos para seguir luchando, recodemos que siguen impunes aquellos funcionarios que participaron en actos de corrupción que llevaron a la crisis financiera del Isssteson y los medicamentos no están siendo surtidos al 100%. En el caso de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo, después de más de 3 meses y 8 jubilados fallecidos, siguen sin recuperar los derechos que les fueron arrebatados y cada día que pasa aumenta el riesgo de que esta cifra aumente. Por tales razones puede afirmarse que existen motivos suficientes para protestar y seguir en la lucha.

El primero de mayo representa una oportunidad para que se enarbolen las demandas que quedan pendientes de solucionar  y seguir insistiendo en la recuperación de los derechos arrebatados a los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo. Hasta el momento es reducido el número de quienes se están comprometiendo a participar en este primero de mayo y este es precisamente el motivo del presente escrito que intenta describir la importancia de sumarnos a esta movilización internacional. 

Debemos evitar cometer el error que cometen los trabajadores activos que sólo recuerdan que son sindicalizados cuando necesitan disfrutar de alguna prestación sindical e ignoran el gran potencial de lucha que tienen al estar organizados en forma colectiva y que si actuaran unidos, organizados y en forma colectiva, podrían no solo defender sus derechos, sino que podrían conquistar más y mejores derechos y prestaciones sociales.

Los jubilados se están movilizando en todas partes del mundo entero, ya que eliminar el pago de las pensiones es unos de los primeros objetivos de las políticas neoliberales que ven como un “gasto innecesario” el seguir pagando pensiones a quienes ya se jubilaron. Por estas razones, debemos ver la participación de los jubilados en el desfile del primero de mayo como una oportunidad de hacer historia, porque representa la oportunidad de visibilizar nuestra existencia, manifestar nuestra inconformidad social en los recortes a las pensiones, en la reducción del número de las jubilaciones y en la disminución del porcentaje de pago en próximas jubilaciones. 

Pero sobre todo, nos permite enarbolar las demandas que tenemos pendientes dentro de las cuales se encuentra el castigo a funcionarios que participaron en actos de corrupción que llevaron a la quiebra al Isssteson. Según la información de que dispongo en estos momentos, sería la primera vez que un agrupamiento de jubilados participaría en este desfile del día internacional de los trabajadores, por lo que nuestra presencia en esta movilización sería histórica y estaríamos abriendo camino para que otros agrupamientos de jubilados compartan nuestro despertar social como sujetos activos que todavía tenemos energía para seguir luchando por la recuperación de nuestros derechos.

Es verdad que ya no somos trabajadores y que ya no pertenecemos a ningún sindicato, nos ha quedado claro esto último porque los sindicatos nos han dejado solos en nuestras luchas, pero también es verdad que entregamos más de tres décadas de nuestras vidas trabajando para diversas instituciones y hoy en día estamos disfrutando del derecho a la jubilación, un derecho que está en proceso de extinción, algo que no alcanzan a comprender los trabajadores activos que nuestra lucha por la defensa del derecho a la jubilación es también su lucha, porque corren el peligro de no disfrutar de una jubilación cuando llegue el momento de su retiro laboral.

Los jubilados estamos abriendo camino con nuestra lucha por la recuperación de nuestros derechos, porque las dirigencias sindicales no están cumpliendo con sus responsabilidades como dirigentes en la defensa de los intereses de quienes representan. Los trabajadores activos continúan exhibiendo apatía, indiferencia y ceguera política demostrando que no comprenden que nuestra lucha es también su lucha.

Sólo quedan dos semanas para que llegue el 1ro. De mayo, necesitamos resolver si nos decidimos a participar en la marcha oficial del 1ro. de mayo. En caso de que sea un número significativo de miembros de nuestro movimiento se comprometan a hacerlo, el Movimiento 30 de julio podría asumir nuevamente su papel de liderazgo social y convocar a participar en la marcha del primero de mayo a los todos sus integrantes, invitando a participar en esta movilización a los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo, a la Asociación de Pensionados y Jubilados de la Universidad de Sonora que agrupa jubilados del Staus y del Steus, a la Delegación de jubilados del Staus, a los jubilados de Teléfonos de México y otras agrupaciones de jubilados.

Cada una de estas agrupaciones de jubilados que están luchando por diferentes demandas, podrían marchar como contingente particular dentro del contingente de jubilados, mostrando sus propias pancartas y mantas donde manifiesten sus demandas. La unidad en la acción de todos estos colectivos de jubilados, nos daría una gran fuerza que permitiría que nuestras voces fueran escuchadas, manifestar nuestras demandas específicas y visibilizaría nuestra presencia como grupo de personas que han asumido una identidad como luchadores que pelean por la defensa y recuperación de nuestros derechos.

De lograr concretar esta unión de fuerzas de todos los agrupamientos de jubilados, la marcha de este primero de mayo en Hermosillo sería histórica, porque nos reconoceríamos como hermanos de una lucha que es continua y aprenderíamos que la unión de nuestras luchas a través de la acción aumentaría la posibilidad de obtener logros en nuestras demandas, ya que nos da la oportunidad de construir una enorme fuerza social, de lograr un empoderamiento individual y colectivo, porque se presentaría la oportunidad de conformar un frente de jubilados que nos ubicaría como principales interlocutores con las autoridades gubernamentales, tal y como lo hemos logrado en el Movimiento 30 de julio.