La
pesadilla del covid no ha terminado
Oscar
Yescas Domínguez
19
de mayo 2,020
Definitivamente
las autoridades de salud en México siguen enfrentando cuatro fuerzas
en su lucha contra la pandemia: en primer lugar la lucha es en contra
del covid-19 que representa el “enemigo invisible”, cuyas
víctimas aumentan de manera impresionante a nivel mundial, en contra
del cual no hay vacuna eficaz todavía y lo único efectivo para
defenderse del contagio es el aislamiento social voluntario. Por eso
insisten en mantener el programa de Quédate en casa, Susana
distancia y el menor contacto social.
Por
otro lado, las autoridades de salud enfrentan la ignorancia de miles
de personas que junto con millones de gentes en el mundo entero están
viviendo una situación nueva, atemorizante, una pesadilla que es
real, pero insisten en salir de sus casas porque ya no soportan estar
encerrados o porque creen en la teoría de que el virus no existe y
es un complot del gobierno para mantenernos encerrados en nuestras
casas.
En
un tercer frente, las autoridades de salud mexicanas enfrentan las
presiones del poder corporativo que demanda reabrir centros de trabajo
“para salvar la economía” no no perder fuentes de empleo. A los
empresarios no les importa las vidas ni la salud de sus trabajadores
ni la de sus familias. Sólo les interesa seguir ganando de la
explotación de los trabajadores y de los recursos naturales.
“Salvar
la economía” es el nuevo eufemismo utilizado para no decir
mantener las inconmensurables ganancias de los dueños de los medios
de producción. De hecho no están perdiendo, sólo se ha reducido el
margen de sus ganancias y eso es intolerable para ellos. Su avaricia y
ambición de acumular dinero los lleva a cometer el acto criminal de
exigir romper las medidas sanitarias teniendo plena consciencia de
que el peligro no ha pasado, porque los científicos verdaderos no
mienten ya que el primer deber de todo científico es encontrar la
verdad de los problemas que estudia y decir la verdad pésele a quien
le pese.
Los
responsables de la salud en México son auténticos científicos, de
los mejores del mundo y están haciendo un gran trabajo, pero su
labor es entorpecida por una cuarta fuerza opositora en México.
La
cuarta fuerza que intenta impedir el trabajo de los científicos y
gobierno mexicano está conformada por aquellos que hoy se llaman “de
oposición” y ayer mantuvieron secuestrado el poder político
durante décadas robando del presupuesto público y que perdieron la
“gallina de los huevos de oro” cuando triunfó la democracia
electoral en el 2,018 y Morena con Andrés Manuel López Obrador les
quitó la oportunidad de seguir saqueando el país con terribles
actos de corrupción.
Es
la derecha reaccionaria, aliada con los miembros del poder
corporativo que intentan desestabilizar el país difundiendo falsa
información sobre las acciones del gobierno en general, reclamando
reparaciones del enorme daño a la nación que ellos mismos hicieron
durante décadas y cuestionado las estrategias de las autoridades de
salud en particular.
Mientras
tanto el número de víctimas aumenta considerablemente en los
últimos días y dentro de estas bajas tenemos la pérdida de vidas
del personal que labora dentro del sector salud: Médicos,
enfermeras,, personal que labora en hospitales, elementos de
seguridad pública, policías que en su trabajo contraen el covid y
fallecen, etc.
A
pesar de lo anterior aumenta el número de personas que salen de sus
casas abandonando el confinamiento solitario, ignorando las
peticiones de la Secretaría de salud, aumentando con esta
irresponsable acción el número de contagiados y fallecimientos por
el covid-19.
La
pesadilla no ha terminado, lo peor no ha pasado, apenas nos acercamos
al pico de contagios, pero muchas personas ya se dieron de alta y
salen de sus casas a visitar familiares a darles el beso de la
muerte.
Deberían
tener presente que en los países en los que los gobiernos
permitieron salir a la población de sus casas y rehacer su vida
social, se observó un crecimiento inusitado en el porcentaje de
contagiados por el coronavirus y un repunte en la curva de
contagios.
El peligro no ha pasado, de hecho en México las autoridades de salud nos informan que todavía no llegamos al pico de la curva de contagio que en los próximos meses habrá un aumento en la cifra de afectados por el covid-19. Sin embargo, por las calles de nuestra ciudad aumenta el flujo vehicular por personas que "no soportan estar más tiempo encerrados" y salen a buscar...¿buscar qué? ¿Diversión? ¿Comida en restaurantes?
El peligro no ha pasado, de hecho en México las autoridades de salud nos informan que todavía no llegamos al pico de la curva de contagio que en los próximos meses habrá un aumento en la cifra de afectados por el covid-19. Sin embargo, por las calles de nuestra ciudad aumenta el flujo vehicular por personas que "no soportan estar más tiempo encerrados" y salen a buscar...¿buscar qué? ¿Diversión? ¿Comida en restaurantes?
¿Acaso
no piensan que por un capricho o antojo, están pidiendo exponer en
riesgo de contagio a los trabajadores que laboran en restaurantes,
bares y comercios?
Otros salen por motivos de trabajo, obligados por sus patrones, para realizar un trabajo no esencial que podría esperar pero las fuerzas mencionadas intentan hacer prevalecer el criterio económico por encima del respeto y cuidado de la salud.
La industria maquiladora y automotriz anuncian la reapertura de sus centros de trabajo privilegiando intereses económicos y menospreciando la salud de los trabajadores y sus familias.
Los dirigentes sindicales deben asumir su postura en defensa de los intereses y las vidas de quienes representan. Si no lo hacen, los trabajadores deberán defender su derecho a la vida por ellos mismos, teniendo presente que lo peor no ha pasado, que seguirán aumentando las estadísticas.
El gobierno ha realizado un buen trabajo intentando controlar la pandemia, pero a todas luces en su afán de ejercer un liderazgo democrático, ha sido demasiado permisivo.
Creo firmemente en la democracia, pero soy consciente de la existencia de un liderazgo situacional que significa que de acuerdo a la situación debe ejercerse un determinado estilo.
No siempre podemos ser democráticos, y tampoco siempre debemos ser autoritarios. De acuerdo a la situación debemos ejercer un determinado tipo de liderazgo.
Otros salen por motivos de trabajo, obligados por sus patrones, para realizar un trabajo no esencial que podría esperar pero las fuerzas mencionadas intentan hacer prevalecer el criterio económico por encima del respeto y cuidado de la salud.
La industria maquiladora y automotriz anuncian la reapertura de sus centros de trabajo privilegiando intereses económicos y menospreciando la salud de los trabajadores y sus familias.
Los dirigentes sindicales deben asumir su postura en defensa de los intereses y las vidas de quienes representan. Si no lo hacen, los trabajadores deberán defender su derecho a la vida por ellos mismos, teniendo presente que lo peor no ha pasado, que seguirán aumentando las estadísticas.
El gobierno ha realizado un buen trabajo intentando controlar la pandemia, pero a todas luces en su afán de ejercer un liderazgo democrático, ha sido demasiado permisivo.
Creo firmemente en la democracia, pero soy consciente de la existencia de un liderazgo situacional que significa que de acuerdo a la situación debe ejercerse un determinado estilo.
No siempre podemos ser democráticos, y tampoco siempre debemos ser autoritarios. De acuerdo a la situación debemos ejercer un determinado tipo de liderazgo.
Los
estudios en Psicología social experimental han demostrado que no
siempre se puede ejercer un liderazgo democrático como lo sugería
Kurt Lewin al descubrir los tres estilos de liderazgo: democrático,
autoritario y dejar hacer.
La actual crisis sanitaria en la que están en riesgo la vida de miles de personas en nuestro país, exige mayor firmeza de nuestras autoridades, un mayor control social para salvar vidas.
Es paradójico que toda mi vida he luchado en contra del control social y hoy contemple necesidad de mayor control social.
Los tiempos cambian, pero los principios son los mismos y persiguen los mismos objetivos: democracia, justicia e igualdad social.
La actual crisis sanitaria en la que están en riesgo la vida de miles de personas en nuestro país, exige mayor firmeza de nuestras autoridades, un mayor control social para salvar vidas.
Es paradójico que toda mi vida he luchado en contra del control social y hoy contemple necesidad de mayor control social.
Los tiempos cambian, pero los principios son los mismos y persiguen los mismos objetivos: democracia, justicia e igualdad social.
El
control social al que me refiero es impedir la apertura de centros de
trabajo en tiempos de crisis sanitaria porque la reunión de varias
personas en un mismo lugar es garantía segura de que aumentarán los
contagios del covid-19.
El
gobierno mexicano debe ejercer un mayor control social retomando las
experiencias de los países orientales como Corea, China y Japón, en
donde la cuarentena es obligatoria y quien la viola es recluido en
centros de detención y obligado a pagar una multa económica por el
delito de amentar los riesgosde contagio y poner en peligro la vida
de los demas, incluidos sus familiares.
El
liderazgo situacional se fundamenta en la premisa de que el liderazgo
democrático funciona si, y solo si, existe la madurez de los
seguidores. Si los seguidores no son responsables ni son lo
suficientemente maduros para cumplir con un rol con responsabilidad
social, debe aplicarse el liderazgo situacional y hoy se requiere
mayor firmeza de las autoridades en el cumplimiento de la cuarentena
en el contexto de la crisis sanitaria.
Los
argumentos que el Subsecretario de Salud Dr. Hugo López Gatell ha
esgrimido para fundamentar su petición de quedarse en casa, han sido
bastante claros, ha hecho un gran papel, tanto que se ha ganado la
admiración y respeto de millones de mexicanos.
¿Qué
hacer con los palurdos, con los “derechairos” que todavía no
aceptan su derrota electoral e intentan desestabilizar la vida social
en México? Mi opinión es que se haga respetar el derecho a la salud
que tenemos todos los mexicanos limitando la salida a las calles en
forma momentánea, por motivos de salud, mientras pasa lo álgido de
la crisis sanitaria.
De
no tomar medidas más estrictas ante el flujo creciente de personas
en las calles de nuestras ciudades, enfrentaremos situaciones como
las que se vivieron en los países europeos en las que los hospitales
se vieron rebasados por la gran cantidad de enfermos que llegaban a
sus instalaciones.
El
gobierno mexicano recibió un sistema de salud desmantelado y lo ha
estado reforzando invirtiendo recursos, pero está en sus manos
impedir que la crisis escale a niveles incontrolables.
Finalmente,
es preciso decir, que todos y cada uno de nosotros tenemos un papel
importante que desempeñar en esta crisis sanitaria que insisto,
todavía no termina, es más, todavía no pasa lo peor porque estamos
viendo que con el relajamiento ha aumentado el porcentage de
contagiados. Debemos asumir con seriedad y responsabilidad el momento
histórico que nos tocó vivir y comprender que estamos ante un
parteguas histórico, un antes y un después del covid-19.
Lo
que podemos hacer los ciudadanos de a pie es mantener la cuerentena,
limitar las salidas de casa y apoyar a los trabajadores que se ven
presionados a que regresen a sus labores para que no sean despedidos
ni se les reduzca el salario. Gobierno y pueblo unidos podemos salir
ganando de esta crisis en la medida de que actuemos juntos en la
búsqueda de objetivos comunes y hoy compartimos todos el interés de
proteger la salud de nuestras comunidades, proteger nuestro sistema
de salud pública, proteger y defender al gobierno legítimo que
llevamos al poder a través de las urnas. Quedarse en casa es lo correcto en estos momentos.
Efectivamente, creo que es tiempo que la autoridad ejerza la misma,pues no veo la tan cacaraqueada solidaridad del mexicano en tiempos difíciles, lo lamentable ,es que a los que llevamos casi 40 días de aislamiento ,nos falte aguantar aun mas tiempo,por esos que no se cuidan,pues son los potenciales "esparcidores" del virus,,interesante artículo, gracias por compartir...
ResponderEliminarSi no hay responsabilidad social, las autoridades deben actuar con compromiso social y si las condiciones sanitarias exigen un mayor control social, lo aceptaremos temporalmente. Un saludo cordial hasta Xalapa¡
EliminarMi buen Oscar, excelente texto, una vez más. Te robe un fragmento para ponerlo en mi muro.
ResponderEliminarAhora sí, todos los detractores del "control social" quienes ante las medidas adelantadas de la Gobernadora o la Presidenta Municipal pegaron el grito al cielo por los retenes o restricciones, están y estamos pidiendo de nuevo esas medidas.
MI única observación es que en efecto sigan cerrados los trabajos-reuniones sociales-restaurantes-maquiladoras, un mes más. Y a la vez que se amplíen las ofertas teleisivas, radiofónicas y de la web interesantes, y libros, más libros. No sólo con restricción sino abriendo espacios. Tal vez con una estrategia como llama a por teléfono diariamente a un familiar y a un amigo. Abrazo
Mi querido amigo, me alegro de tenerte como tal, no todo es blanco y negro, la ciencia nos permite ver con mayor claridad y decidir cuando actuar de la mejor manera para lograr el bienestar social y la protección de la salud pública. Te envío un cordial abrazo¡
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