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domingo, 25 de noviembre de 2018

Día internacional contra la violencia de género
Oscar Yescas Domínguez

25/11/18
"Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte". Minerva Mirabal
        La humanidad ha padecido la violencia de muchas formas, algunas de ellas toman la figura de conflictos bélicos, es decir, guerras donde perecen miles o millones de personas innecesariamente, por motivos económicos, religiosos o ideológicos. Tan solo recordemos que en nombre de Dios se han cometido los mayores crímenes de la humanidad.
        Otros tipos de violencia que han dejado profundas heridas en la humanidad han sido la existencia de dictadores que han tomado el poder de un país y gobiernan con puño de hierro reprimiendo a la población, asesinando o desapareciendo a cientos y miles de personas que se atreven a enfrentar el autoritarismo de sus gobernantes. En Latinoamérica se padecieron diferentes tipos de dictaduras, inolvidable la dictadura del traidor Augusto Pinochet, Anastasio Somoza en Nicaragua, Alfredo Stroessner en Uruguay, La junta militar en Argentina, Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana, etc.
        Estos sangrientos personajes tuvieron su contrapartida, individuos y grupos que dieron sus vidas luchando contra las dictaduras y dejando un legado seguido por las siguientes generaciones en la búsqueda de libertad, justicia y democracia real.
        En el caso de república Dominicana tres heroínas desconocidas por la mayoría de la gente dieron un gran ejemplo de lucha. Me refiero a las hermanas Minerva, Patria y Maria Teresa Mirabal, quienes a pesar de pertenecer a familias acomodadas en la década de los sesentas, con estudios universitarios, casadas y con hijos, tuvieron un activismo político durante más de diez años, antes de aparecer sus cuerpos asesinados un 25 de noviembre de 1960, a manos de la policía secreta dominicana, quienes se ensañaron con ellas ahorcándolas y apaleándolas hasta la muerte y abandonadas en el interior de su vehículo.
        Con sus muertes le pusieron un rostro humano a la violencia ejercida por un régimen dictatorial que no toleraba la disidencia política. El asesinato de estas tres hermanas fue la gota que derramó el vaso y propició un incremento de la resistencia en contra de la dictadura de Rafael Trujillo, quien murió asesinado a tiros en un "ajusticiamiento" como se conoce en República Dominicana a la muerte de Trujillo a tiros en una carretera el 30 de mayo de 1961 cuando iba con su chófer a visitar a una joven amante, “con ello las hermanas Mirabal sacaron sus brazos de la tumba de forma fuerte" para derrocar a quien las asesinó.
        En 1999 la Onu convirtió en día internacional contra la violencia de género el 25 de noviembre de cada año en reconocimiento a la lucha y asesinato de estas tres valientes mujeres que demostraron un gran compromiso social.

        Hoy es 25 de noviembre y no podemos dejar pasar este día sin una reflexión sobre lo que es considerado como violencia de género.
¿Qué es violencia de género? Para algunos será un concepto de nueva creación, pero para millones de mujeres es parte de su vida cotidiana que han padecido toda su vida. Una violencia de la que son objeto por el simple hecho de ser mujer, una discriminación por su condición de género. El hecho de ser mujer todavía en nuestra sociedad es sinónimo de estar en alto riesgo de sufrir violencia.
Una violencia que se presenta al interior de la familia a través de la violencia intrafamiliar, con mujeres maltratadas, golpeadas y violadas por sus maridos, padres, hermanos, tíos, vecinos, etc.
Una violencia que las mujeres reciben al caminar por las calles y son objeto de acoso sexual disfrazado de “piropos”, o manoseos descarados en transportes colectivos. Una violencia que se traduce en una tremenda inseguridad y miedo de las mujeres cuando caminan solas por las calles y sienten pavor y terror cuando se cruzan con hombres en lugares despoblados, oscuros y desiertos, porque temen ser insultadas, ultrajadas, violadas y hasta asesinadas.
En mi clase de educación sexual en la universidad de Sonora, les pedí a mis alumnos (la mayoría mujeres) que escribieran un ensayo sobre el acoso sexual callejero y describieran experiencias personales sobre este tema. Al leer los ensayos no pude evitar conmoverme al enterarme de que la mayoría de ellas habían sido objeto de manoseos, insultos, persecuciones y hasta violaciones por desconocidos. Me contagió su sentimiento de impotencia, coraje y frustración por experimentar un gran temor cuando caminan solas por las calles. Sin embargo, la mayoría de las personas ven como algo “normal” “piropear” a las mujeres que encuentran en su camino, sin ponerse a pensar en cómo se siente la mujer aludida.
El acoso sexual a las mujeres se da también en los lugares menos esperados como universidades, centros de investigación, oficinas de gobierno, empresas privadas, etc. El problema es que tanto hombres como mujeres ven como algo normal este tipo de acoso y no se atreven a denunciarlo ya que ignoran que este tipo de acosos es una violación a sus derechos humanos, laborales y sexuales.
Una violencia que se manifiesta en el alto grado de mujeres asesinadas en Latinoamérica en general y México en Particular, donde existen cifras altas de feminicidios y desapariciones de mujeres, sin que las autoridades decreten la alerta de género, atribuyendo a motivos personales las desapariciones y asesinatos de cientos de mujeres.
Una violencia hacia las mujeres cuando son secuestradas para violarlas, golpearlas y forzarlas a dedicarse a la prostitución, entregando su cuerpo a un público masculino, que no muestra interés alguno sobre la mujer y solo la ve como un objeto sexual que le proporcionará placer, sin pensar que con el dinero que paga por ese forzado acto sexual está fortaleciendo económicamente a una delincuencia organizada que se enriquece con la trata de personas que son principalmente mujeres y niñas.
La lucha contra la violencia de género implica destruir las imágenes de hombres y mujeres que nos han enseñado desde el interior de nuestros hogares cuando a las mujeres se les limitan sus libertades, se les supervisan sus vestimentas y amistades, se restringen sus oportunidades de educación y diversión, a nombre de que son mujeres. Por su condición de género son obligadas a realizar los trabajos domésticos como hacer limpieza, lavar platos, lavar ropa, hacer comida, cuidar a los niños etc., tareas que con consideradas “de naturaleza femenina”.
Mientras que a los hombres, por el simple hecho de traer un pene colgando en medio de sus piernas, se les otorgan privilegios como mayores libertades para salir solos y a altas horas de la noche, mayor libertad sexual, se les estimula un aprendizaje sexual precoz, tiene mayores oportunidades de educación y diversión, no se les supervisa sus amistades, etc.
La violencia de género se aprende en casa, se reafirma a través de la televisión, confirmada por medios de películas, series de televisión, de la publicidad y por supuesto, a través de la difusión de la pornografía, que exhibe a la mujer como un objeto sexual creado para dar placer al hombre.

Los roles sexuales estereotipados que presentan al hombre como un individuo fuerte, que no expresa sus emociones, mujeriego, infiel e incapaz de contraer un compromiso emocional y a la mujer como una persona sumisa, débil, dependiente, con poca inteligencia, que no sabe decir no ante un acercamiento sexual de otra persona, etc., son roles que ya no deben existir.
Pero para destruir estos roles necesitamos construir nuevas imágenes de lo que es ser hombre y lo que es ser mujer. Esto solo podrá lograrse en la medida que se implementen programas de educación sexual en todos los niveles del sistema de educación formal y en todas las instituciones gubernamentales.
Necesitamos una verdadera revolución sexual que incluya una revolución de nuestras conciencias para lograr cambios de actitudes, de valores, de autoimagen y sobre todo una gran disposición para el cambio, sobre todo por parte de los hombres que debemos aceptar perder gran parte de los privilegios que tenemos por el simple hecho de ser hombres.
Necesitamos aprender y comprender que detrás del acoso sexual callejero, del maltrato a las mujeres al interior de sus familias, de los delitos sexuales cometidos en contra de las mujeres, de la violencia en general hacia las mujeres y del feminicidio que hoy presenciamos, se encuentra el común denominador de una ausencia de educación sexual.
Se requiere la implementación de una educación sexual colectiva que nos enseñe a vernos a hombres y mujeres con mutuo respeto y a no valorarnos por las dimensiones de nuestros físicos. No debemos valorar a las mujeres por el tamaño de sus glúteos, senos o piernas, las mujeres al igual que los hombres son seres humanos que merecen respeto y un trato social igual que los hombres.
Los hombres debemos evitar valorarnos socialmente en función del número de conquistas sexuales o del tamaño de nuestro pene, el machismo y el patriarcado afecta también a los hombres porque los somete a un estado de tensión de cumplir constantemente con el rol sexual estereotipado y demostrar en forma constante que son hombres piropeando mujeres en las calles, conquistando a cuanta mujer se deja, etc.
La mejor manera de conmemorar el día internacional contra la violencia de género es realizar una reflexión personal acerca del significado que tiene para nosotros el ser hombre y el ser mujer. En mi clase de educación sexual acostumbro a aplicar un ejercicio que consiste en identificar las ventajas y desventajas de ser hombre y de ser mujer. Lo peculiar de este ejercicio es que son las mujeres las que discuten las ventajas y desventajas de ser hombres y son los hombres quienes discuten las ventajas y desventajas de ser mujer. Por lo regular, los hombres son quienes tienen más ventajas sobre las mujeres y las mujeres quienes tienen más desventajas por el simple hecho de ser mujeres.
La democracia se construye dentro de una sociedad fomentando la igualdad social, la justicia y la democracia, y esto implica aplicar estos principios en nuestra vida personal, familiar y de pareja. No podemos ser democráticos por fuera y seguir actuando como machos patriarcales dentro de nuestros hogares. En ese sentido, el cambio social tiene como origen el cambio individual. Necesitamos cambiar nuestra autoimagen actual por una autoimagen que incluya el autorrespeto y el respeto a los demás, la conciencia y conocimiento de que todos tenemos derechos humanos, laborales y sexuales que debemos respetar.
En la medida que implementemos este tipo de cambios la violencia hacia las mujeres, es decir, la violencia de género irá desapareciendo. La violencia de género es fundamentalmente una violencia hacia la mujer, debemos terminar con esta discriminación de género porque todos tenemos madres, hermanas tías, primas, sobrinas, esposas que no queremos que sean objeto de violencia de género.   
La tragedia de las hermanas Mirabal: cómo el asesinato de 3 mujeres dominicanas dio origen al día mundial de la No violencia contra la mujer
Yescas, Oscar.
La construcción social de la equidad de género
Yescas, Oscar
Notas sobre la condición femenina
Yescas, Oscar
La prostitución: ¿Mal necesario?
Yescas, Oscar Yescas Democracia y educación sexual
Yescas, Oscar
La revolución sexual de la pornografía

sábado, 24 de noviembre de 2018



Educación y desigualdad social
Oscar Yescas Domínguez

24/11/2,018
Imágenes de la desigualdad social
En mi camino desde mi cubículo donde trabajo hacia el Departamento de Recursos Humanos de la universidad de Sonora, casi me tropiezo (literalmente) con una imagen que en verdad me impactó : un indigente durmiendo en las afueras de la Universidad de Sonora. Completamente inconsciente tirado en la banqueta mientras los que pasan a su lado rumbo al interior de la Unison sólo se limitan a esquivar "el bulto" que encuentran en su camino, sin percatarse de lo afortunados que son de no ser ellos quienes estén en el suelo.
Es una imagen que cada vez es más frecuente en nuestros días: personas vestidas con harapos, completamente sucios, semidesnudos, caminando por las calles de nuestra ciudad. Algunos piden limosna para comer o para comprar alcohol, otros hurgan en los depósitos de basura ubicados junto a los puestos de comida buscando sobras para comer, mientras los que consumen alimentos los miran con menosprecio porque les “echan a perder su comida”.   
En realidad, los miran sin verlos porque los indigentes, los pordioseros, los mendigos, los menesterosos padecen de un grave problema: la invisibilidad social Más bien, no son ellos quienes padecen de invisibilidad social, en realidad somos el resto de la sociedad quienes presentamos esta grave sintomatología en la medida que refleja una gran deshumanización.
La mayoría de las personas cuando nos encontramos a algún indigente simplemente fingimos que no los vemos y simplemente les sacamos la vuelta, evitando tener contacto visual. En eso consiste la invisibilidad social de la mendicidad, existen pero fingimos que no existen, contenemos la respiración cuando pasamos a su lado para no respirar el mal olor que despiden por ¿semanas? de falta de higiene, nos hacemos los sordos y fingimos que no escuchamos cuando nos piden una moneda para un taco o nos hacen un gesto llevando sus dedos a su boca pidiendo comida. Pensamos que no es nuestro problema y seguimos nuestro camino demostrando una total falta de empatía social, una ausencia preocupante de solidaridad humana y un vacío absoluto de sensibilidad social.
Dentro de la manipulación ideológica que nos impone el sistema capitalista, algunos llegan al extremo de pensar que los pordioseros son la imagen viva de “los perdedores” en esta vida, mientras que los que poseemos casa, automóvil, tarjetas de crédito, alimentos en nuestras mesas y abundante ropa en nuestro vestuario, somos los “exitosos”, los individuos que hemos triunfado en esta vida y que lo hemos hecho con grades sacrificios y esfuerzo, por lo que lo que tenemos “lo merecemos” y todavía llegamos a pensar que merecemos “mucho más de lo que tenemos”.
Lejos han quedado las imágenes de cuanto pordiosero, indigente o menesteroso hemos encontrado en nuestro camino y “se han atrevido” a dirigirse a nosotros pidiendo el dinero que tanto trabajo nos costó conseguir o la comida que con dificultades hemos llegado a acumular las tres veces al día que consumimos alimentos. Estas son sólo parte de las imágenes de la desigualdad social de nuestros días, porque por otro lado, vemos circular por las mismas calles donde deambulan los pordioseros a personas conduciendo automóviles de lujo, último modelo, vistiendo ropas finas, luciendo joyas costosas y peinados exuberantes, mostrándose a sí mismos ante los demás como la imagen del éxito, como individuos “triunfadores en esta vida.

Lo cierto es que en México y en el mundo entero la desigualdad social ha aumentado en forma tan alarmante, que millones de personas ven caer de manera inexorable la calidad de sus vidas, arrastrándolas a la pobreza y a la miseria y se percibe un sufrimiento colectivo, un grito silencioso de ayuda que es opacado por los gritos de festejo de aquellos “triunfadores” que gozan de estilos de vida de gran derroche.
Mientras que un grueso de la población de lo que antes se conocía como clase media se encuentra en lucha constante para ingresar al exclusivo club de “triunfadores”, trabajando duro para subir en la escala social y lograr la tan ansiada movilidad de brincar de una clase a otra más alta.
La triste realidad es que no se trata de "perdedores", ni de "triunfadores" o "campeones", lo que estamos viendo, ya que vivimos en un sistema social que se caracteriza por una constante exclusión social que se basa en la explotación irracional de nuestros recursos y la explotación inhumana de nuestra población y que ha convertido a la mayoría de los integrantes de nuestra sociedad en los esclavos modernos. Aquellos que percibimos bajos salarios y para sentirnos bien intentamos asemejarnos a las figuras de hombres y mujeres que han tenido “éxito”, consumiendo los productos que la publicidad nos dice que consumen las “figuras de éxito”, sin importarnos que en este proceso a través del endeudamiento con el crédito de grandes tiendas o tarjetas de crédito de los bancos, nos convirtamos en esclavos de nuestras deudas. Es el precio que el neoliberalismo nos impone para encajar en sociedad y ser aceptados socialmente: endeudarnos de por vida, vivir para trabajar, trabajar para pagar deudas impagables, o trabajar para pagar nuestras deudas y adquirir nuevas deudas. El individuo contemporáneo se caracteriza por estar endeudado a largo plazo para mantener su estilo de vida.
Pero cada vez más un gran porcentaje de miembros de nuestra sociedad no puede mantener este ritmo y ve con impotencia y dolor como su estilo de vida disminuye cada vez más su calidad, su bienestar desaparece y en más casos de los que podemos imaginar, miles de personas caen en su nivel de vida hasta llegar a las condiciones de pobreza porque su capacidad adquisitiva disminuyó o desapareció y con ello desapareció su capacidad de pago en sus deudas y pasan a engrosar las enormes filas de gente viviendo en condiciones de pobreza que viven en un constante sufrimiento colectivo.
Estos son  los efectos de la desigualdad social que padecemos en nuestros días, se trata de la agudización de la crisis de un sistema social (el capitalismo) que no tiene salida alguna. Son los efectos del "capitalismo salvaje" que arruina vidas, empuja a la muerte a millones de personas cuyas vidas a nadie le interesa porque son "consumidores defectuosos" según los define el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, es decir, aquel gran porcentaje de individuos que no encajan en la "economía del libre mercado”.
Es la producción social de pordioseros, mendigos, menesterosos, indigentes, que alguna vez tuvieron algo, pero hoy en día no tienen nada, ni siquiera conservan su dignidad humana. Son aquellas personas para las cuales "el buen fin" no significa nada, tampoco los festejos de navidad y año nuevo tienen significado alguno, porque su principal preocupación de todos los días es conseguir algo que comer.
El Estado mexicano ya no se preocupa por los ciudadanos mexicanos pordioseros, por aquellos individuos que viven en la indigencia, porque en la Era del Dios Mercado, el Estado solo sirve a las grandes corporaciones y los grandes problemas sociales, las necesidades sociales que las resuelvan los ciudadanos por su propia cuenta, sin respaldo de su gobierno que dice que “los representa” y que existe gracias al pago de los impuestos de la ciudadanía. Esos pagos ciudadanos que pasan a engrosar el presupuesto público que idealmente deberían invertirse en obras públicas pero que en realidad son desviados  de su destino original por prácticas de corrupción para favorecer el enriquecimiento ilícito de aquellos funcionarios públicos que de manera cínica dicen ser “servidores públicos”, aunque en realidad se sirvan a ellos mismos.
En la realidad cotidiana en nuestros días parece que la desigualdad social llegó a nuestras puertas y se presenta en la forma de individuos que tocan los timbres de las puertas de nuestras casas pidiendo algo de comer o dinero para curar enfermedades o simplemente algo de ayuda de cualquier tipo.
Esta desigualdad social la observamos también en los cruceros de las calles de nuestras ciudades cuando conducimos nuestros automóviles y al hacer alto en un semáforo vemos malabaristas, bailarines, tragafuegos, limpiavidrios, vendechicles, etc. Es una realidad que no podemos seguir ignorando porque esta desigualdad social sigue creciendo y el día de mañana podremos estar en peores condiciones de las que nos encontramos hoy en día. Nuestra seguridad y la de todos se encuentra en riesgo porque la desigualdad social es la causa del incremento de la delincuencia social, de los robos, asaltos, homicidios, etc.Y luego después de todo esto todavía hay algunos que se preguntas se preguntan: ¿por qué aumenta la delincuencia?
Las causas de la desigualdad social
        Vivimos momentos de la historia en los que la desigualdad social ha crecido a niveles nunca vistos en la historia de la humanidad. Cada día aumenta el número de personas que pasan a vivir en condiciones de pobreza, sobreviviendo con salarios de hambre, sin prestaciones sociales o servicios médicos. El desempleo o subempleo afecta a millones de personas, sin importar su nivel de estudios ya que lo mismo vemos a personas con estudios de Maestría, inclusive Doctorado sin poder encontrar trabajo.  ¿Qué podemos esperar de quienes sólo tienen estudios de primaria o secundaria? Sus posibilidades de conseguir empleo son más reducidas.
        Las políticas que implementan la mayoría de los gobiernos solo contribuyen a aumentar la desigualdad social, ya que en su preocupación por “atraer inversión extranjera”, ceden a las presiones de las grandes corporaciones que les exigen modificar sus constituciones para eliminar derechos y prestaciones contempladas en las mismas. Abandonan su papel de Estado benefactor para asumir el rol de Estado guardián y protector de las grandes corporaciones.
Son los tiempos del neoliberalismo, esta fase del capitalismo que surgió después de la expansión de la economía de libre mercado por la mayor parte del mundo. Una nueva variante del capitalismo que exige la privatización de todo tipo de servicios y el desmantelamiento del Estado, obligándolo a deshacerse de instituciones que formaban parte de lo que en su momento se llamó “el Estado del bienestar”, instituciones que brindaban servicios de salud, educación, protección social, etc. Un ejemplo de esto lo estamos viviendo en el Estado de Sonora al padecer un sistema de salud totalmente colapsado, sin posibilidad de recuperación y con amenazas de quiebra tal como se intenta lograr con el ISSSTESON.
La corrupción imperante en el saqueo de los recursos públicos trae la agenda oculta de mostrar un deficiente funcionamiento de las instituciones públicas para argumentar a favor de su desaparición y proponer la privatización de los servicios que actualmente prestan.
Estas políticas que buscan fortalecer una sociedad basada en el régimen de la propiedad privada de los medios de producción y que funcionan con una producción masiva de diversos artículos que requieren su complemento con un consumo masivo de los mismos para seguir manteniendo el ciclo producción y consumo en el contexto de una economía de mercado.
Las grandes corporaciones manipulan todo a su alcance para maximizar sus ganancias sin importarles la explotación de la humanidad ni la eliminación de los recursos naturales que tenemos y mucho menos los daños al medio ambiente.
Utilizan estrategias basadas en estudios mercadológicos para manipular los deseos y expectativas de la población, creando necesidades que impulsan a los individuos a convertirse en consumidores adquiriendo el producto o servicio que colocan en el mercado.
Favorecen las ventas las nuevas formas de comprar y pagar, ya que no se requiere tener dinero en efectivo en la mano, simplemente con el uso de tarjetas de crédito que permiten adquirir deudas a corto o a largo plazo. Con esta situación nos encontramos con otra de las características del neoliberalismo que es el endeudamiento colectivo de los consumidores, hoy en día la mayor parte de las personas se encuentran endeudadas con los bancos o con las grandes tiendas.
La mayor parte de los productos o bienes que compramos los adquirimos a crédito, nuestra deuda aumenta sin contemplar los altos pagos que debemos hacer, de tal forma que trabajamos para pagar nuestras deudas y seguimos adquiriendo más deudas al grado de que nos convertimos en los modernos esclavos del capitalismo ya que no podemos dejar de trabajar porque tenemos que pagar nuestras deudas. El problema se complica cuando seguimos adquiriendo más deudas y nuestros ingresos son los mismos, lo que nos impide cumplir con los pagos comprometidos y esto hace que las deudas aumenten.
En fechas como el buen fin, navidad o año nuevo el consumo se incrementa considerablemente y al parecer no nos importa porque lo que se trata es de divertirnos y gozar el “espíritu navideño” que no es otra cosa que una invención de los grandes consorcios que nos obligan a consumir más en esta época.
El problema es que el mercado es excluyente, no acepta a cualquiera, sólo incluye en sus filas a aquellas personas que tienen capacidad adquisitiva para consumir sin problemas. Recordemos que el mercado es “todas aquellas personas que comparten deseos, necesidades y expectativas que desean satisfacer y que cuentan con la capacidad económica para pagar el producto o servicio que satisfará sus necesidades”.
Bajo esta lógica del mercado millones de personas son desplazadas de la esfera del consumo porque están desempleadas, tienen sueldos insuficientes, viven en la pobreza, miseria y en los casos extremos en la indigencia.
En este contexto social, la desigualdad social crece cada día de tal forma que crece también la pobreza, la miseria, la indigencia, mientras que crecen las fortunas de unos cuantos individuos que se enriquecen cada vez más en el mismo ritmo que caen en condiciones de pobreza una inmensa mayoría de personas. La desigualdad social en sus casos extremos mata a las personas al privarlas de servicios de salud, alimentación suficiente y medicamentos para atender sus enfermedades.
Diversos estudios demuestran que en las personas pobres la esperanza de vida se reduce drásticamente, al llegar la muerte más temprano a los desposeídos
La desigualdad social es una constante violación de los derechos humanos de toda persona y sobre todo de su dignidad porque impide que las personas marginadas desarrollen sus capacidades. Es un problema de índole estructural que no se limita a la cuestión económica porque reduce las capacidades de las personas excluidas para funcionar como seres humanos, en la medida de que afecta su salud física y psicológica, el desarrollo de su identidad y sentimientos de vinculación social, por lo que sumerge en profundos sentimientos de soledad y abandono a los marginados.
En estas condiciones es necesario poner en el tapete de las discusiones el tema de la desigualdad social porque ya es imposible ignorar el sufrimiento colectivo de millones de personas que sobreviven día a día sin saber si tendrán comida al día siguiente. La desigualdad social es actualmente la peste generalizada de nuestra sociedad contemporánea y no tenemos por qué seguir evadiendo su discusión desde la perspectiva de la crítica social.
Educación y desigualdad social
Con todas estas reflexiones circulando en mi cabeza, al ver la imagen del indigente durmiendo por fuera de la universidad de Sonora me hice la siguiente pregunta ¿Para qué debería servir la educación superior en México? y la respuesta más pertinente que me respondí a mí mismo fue: las universidades públicas deben contribuir al cambio social formando profesionistas que actúen como agentes de cambio social que contribuyan a combatir la desigualdad social y crear un verdadero bienestar social. Los planes de estudio deben partir de una descripción de la realidad social partiendo de la crítica social para identificar las necesidades sociales y responder a ellas formando profesionistas que contribuyan con su práctica profesional al empoderamiento de los integrantes de nuestras comunidades para que por sí mismos en un proceso participativo puedan identificar las causas de los problemas que les afectan y encontrar las alternativas de solución a los mismos.
El profesionista debe actuar como agente de cambio social, formando como agentes de cambio social a los integrantes de nuestras comunidades para lograr un verdadero cambio social que permita crear un verdadero bienestar social de nuestras comunidades.
Los maestros debemos partir de una concepción de la educación que contemple una descripción crítica de la realidad social en la que estamos realizando nuestra labor como trabajadores de la educación.
La sociedad en la que vivimos es una sociedad excluyente que discrimina a las personas en función de su capacidad adquisitiva, que genera un gran sufrimiento colectivo al marginar a millones de personas de los beneficios del progreso tecnológico. La educación que impartamos debe contribuir a la liberación social de los integrantes de nuestra sociedad, una liberación que debe tener como punto de partida una liberación ideológica, estimulando en forma permanente la crítica social y el pensamiento autónomo y libre en nuestros alumnos.
Debemos educar a nuestros alumnos como individuos responsables de sí mismos y con un alto desarrollo en su responsabilidad social de tal forma que les inculquemos una identidad como agentes de cambio social que están estudiando, no sólo para lucrar con su profesión, sino también para contribuir con su práctica profesional a la liberación social, estimulando en nuestras comunidades una gran participación social, creando en ellos un sentimiento de pertenencia a sus comunidades para que identifiquen el lazo entre lo privado y lo público y vean que sus problemas privados tienen un origen público, es decir, que lo personal en última instancia es político.
Junto a ello debemos enseñarles a nuestros alumnos a romper con la visión acrítica de nuestra vida cotidiana enseñándoles una actitud científica que los inspire a realizar una crítica de la vida cotidiana y con ello impedir que consideren como “algo normal” los problemas de la mendicidad y la exclusión social que vemos todos los días.
Formando en ellos una mentalidad como agentes de cambio social podremos lograr un crecimiento como personas, como individuos que son parte integrante de una comunidad social envuelta en grandes problemas sociales que ellos con su práctica profesional podrán contribuir a solucionar en la medida que se involucren como agentes de cambio social que con su saber científico, apoyarán el “saber popular” y actuarán en forma unida con los integrantes de las comunidades a solucionar los grandes problemas sociales y con ello a combatir el sufrimientos colectivo que hoy solo unos cuantos vemos y escuchamos.
La educación es la mejor arma para lograr el cambio social, los educadores tenemos una gran responsabilidad social y debemos ser congruentes con nuestros principios éticos y con las expectativas públicas que nuestras comunidades tienen sobre nosotros.
La educación superior no debe ser fuente de lucro personal exclusivamente, los egresados de las universidades públicas tienen un gran compromiso con las comunidades que a través del pago de sus impuestos financiaron los estudios de quienes egresaron de nuestras universidades públicas. Es hora de corresponder pagando esta deuda social asumiendo el rol de agentes de cambio social, logrando cambios de actitudes que dejen a un lado la indiferencia social y desarrollen la capacidad de indignación con imágenes como la que acompaña este artículo.


domingo, 18 de noviembre de 2018


¿Quiebra del ISSSTESON?
Oscar Yescas Domínguez
     18/noviembre/2,018

       Lo que antes era motivo de gran orgullo para los sonorenses y que contribuía al bienestar social de nuestra población al brindar servicios médicos y sociales de gran calidad, hoy es motivo de preocupación, asombro, incredulidad, vergüenza, coraje y conflictos.
       Me refiero al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado de Sonora (ISSSTESON), que desde hace algunos años presenta graves fallas en su funcionamiento en perjuicio de miles de sonorenses y sus familias.
       El colmo de los colmos se dio este viernes 16 de noviembre cuando el Director de este organismo Pedro Ángel Contreras López declaró cifras alarmantes en conferencia de prensa y concluyó que se aproxima a la quiebra total del ISSSTESON.   Como buen político Contreras López evadió la explicación de las verdaderas causas que sangran las finanzas del instituto que se encuentra bajo su (¿atinada?) dirección y que lo conducen a su inminente desaparición.
       Olvidó mencionar que parte del quebranto financiero se origina en los altos sueldos que perciben los funcionarios de alto nivel que ¿laboran? dentro del ISSSTESON. Convenientemente no mencionó que el alto sueldo que percibe como Director General contribuye con su grano de arena al quebranto financiero de un instituto que desde hace tiempo presenta problemas para brindar sus servicios y que en los últimos años se ha traducido en un aumento de la deuda contraída con sus proveedores que ha provocado que varios de ellos se nieguen a seguir haciendo transacciones con el ISSSTESON por su largo historial de no pagar sus deudas con puntualidad.
       Este quebranto en la relación del ISSSTESON con sus proveedores tuvo un efecto dominó al crear un estado semipermanente de desabasto de medicamentos que afecta considerablemente la salud de miles de sonorenses y genera un estado de insatisfacción generalizada.
       Por otro lado, el quebranto financiero ha afectado en forma directa a miles de trabajadores sonorenses que están en condiciones de jubilarse, pero no pueden hacerlo porque no existe dinero suficiente en el Fondo de Pensiones y Jubilaciones del ISSSTESON para cumplir con su obligación de pagar nuevas pensiones y jubilaciones.
       Pero no se habla de las causas de por qué no existe dinero en el Fondo de Pensiones y Jubilaciones de este Instituto. Imaginemos el disgusto del trabajador o trabajadora que solicita su jubilación y recibe como respuesta una negativa bajo el argumento de que no hay dinero para pagar su jubilación.
Si consideramos que de manera puntual a cada trabajador afiliado al ISSSTESON se le descuenta una cantidad por concepto del Fondo de Pensiones y jubilaciones, ese dinero se ha ido acumulando para que, al llegar la fecha de retiro del trabajador o trabajadora, se disponga de lo que ha ahorrado durante sus 28 o 30 años laborando.
       Pero al llegar el momento de su retiro no puede jubilarse porque no hay dinero en ese fondo, entonces surge la interrogante: ¿Dónde está el dinero del Fondo de Pensiones y Jubilaciones del ISSSTESON? La respuesta obvia es que el dinero de este fondo ha sido desviado para otros fines distintos al destino para el cual fue creado y los perjudicados son los miles de trabajadores que no pueden jubilarse.
       Acerca del destino del Fondo de Pensiones y Jubilaciones del ISSSTESON, es historia conocida por todos los sonorenses que Teresa Lizárraga exdirectora del ISSSTESON “desvió”, o desapareció una cantidad aproximada de $6,200 millones de pesos del Fondo de Pensiones y Jubilaciones hacia un destino oscuro. Hoy ya se sabe ese destino o al menos parte del mismo al darse a conocer la mansión de tres niveles que esta exfuncionaria, ladrona de fondos públicos, posee en Bahía de Kino, Sonora.
En ningún momento mencionó que gran parte del quebranto financiero se debe al desvío de más de $ 6,200 millones de pesos realizado durante la gestión de Teresa Lizárraga al frente del ISSSTESON. En consecuencia, al no denunciar esta ilícita acción se convierte en cómplice por omisión del quebranto financiero que hoy pone al ISSSTESON “al borde de la quiebra”.
       El sentido común nos dice que lo más sensato que el Director del ISSSTESON inicie las gestiones jurídicas para reclamar a Teresa Lizárraga la devolución de esta cantidad de dinero y en caso de negarse, que se proceda al decomiso de sus bienes y procesarla por el delito de robo o desvío de bienes públicos, como quieran llamarle.
       Pero los políticos como Contreras López no se basan en el uso del sentido común como guía de su comportamiento, más bien su comportamiento obedece a alianzas entre fuerzas políticas, de tal forma que lo que se ha hecho en la práctica es proteger a Teresa Lizárraga de cualquier acción penal, sin importar que haya trabajado en un gobierno panista.
Los funcionarios del sexenio priísta de Claudia Pavlovich actúan sobre este asunto de tal forma que exhiben de manera implícita la consigna de no actuar en contra de Teresa Lizárraga. El maridaje entre las fuerzas del Pri y del Pan se demuestra con toda claridad en el caso del ISSTESON.
Contreras López se encuentra dirigiendo un Instituto que hace tiempo perdió el rumbo de la misión y visión para la cual fue fundado y hoy en día presenta un descenso alarmante en la calidad de los servicios que ofrece el Instituto porque sus trabajadores carecen de los insumos necesarios para desempeñar sus funciones.
¿Qué clase de Director de una institución pública permite todo tipo de anomalías financieras y administrativas en la entidad organizacional que dirige y luego anuncia en rueda de prensa la inminente declaración de quiebra del instituto que se encuentra bajo su dirección?
Las explicaciones de las causas que originaron la quiebra de las finanzas del ISSSTESON, Contreras López las atribuye de manera sistemática a acciones del “gobierno anterior” (sin mencionar a Teresa Lizárraga), pero no dice nada acerca de las formas en que el gobierno actual ha contribuido al quebranto financiero en LOS TRES AÑOS  que lleva de su sexenio priista.
       No menciona la enorme cantidad de “asesores” que se han contratado bajo su gestión y que de acuerdo con testimonios de trabajadores de ese instituto actúan como “aviadores” ya que solo se presentan en sus oficinas para el cobro de sus quincenas o cuando se les solicita hagan acto de presencia porque recibirán la visita de auditores que verificarán la existencia y asistencia del personal adscrito a ese instituto.
Tampoco dice nada del incremento de contratación de “supervisores” que laboran en las diferentes oficinas del ISSSTESON. Si acaso responde a esto diciendo que no está enterado, entonces la pregunta sería ¿Qué clase de Director es que no está al tanto de lo que acontece en el interior del Instituto bajo su responsabilidad?
Buena parte de los recursos financieros del ISSSTESON son desviados para pagar altos sueldos de funcionarios, contratación de personal de confianza innecesario bajo la figura de “asesores” o “supervisores” que perciben altos sueldos sin justificación alguna.
No hace mención de la compra de equipo innecesario a pesar de su gran costo como lo fue la adquisición de aparatos de rayos x para “controlar” el ingreso a las instalaciones del Hospital Chávez.
Con sus declaraciones de inminencia de quiebra del Instituto bajo su cargo está aceptando de manera implícita su fracaso como administrador y como líder máximo de un Instituto cuya dirección general le fue confiada recientemente.
       Olvidó mencionar que las causas de “la inminente quiebra del ISSSTESON”, radica en las prácticas de corrupción que funcionarios del Gobierno del estado tanto de la administración panista de Guillermo Padrés como de Claudia Pavlovich han implementado al desviar grandes cantidades del presupuesto y de los fondos de pensiones para enriquecer fortunas personales.
       La corrupción de los gobiernos del Pri y del Pan, terminaron con una institución que garantizaba no sólo un eficiente servicio de salud a los sonorenses, sino que también ofrecía la estabilidad en el retiro de miles de trabajadores sonorenses y sus familias.
Hoy se cierne la amenaza de la quiebra sobre el ISSSTESON y lo dice públicamente el propio Director del instituto Pedro Ángel Contreras López. Los cientos y quizás miles de trabajadores que están en condiciones de jubilarse y no lo han conseguido pueden ver con estas declaraciones una amenaza de que no puedan disfrutar de su jubilación a corto plazo.
Acerca de la amenaza de suspender servicios médicos a la Universidad de Sonora por la falta de pago de esta institución es necesario aclarar que los universitarios que logramos la jubilación aceptamos el retiro sin conseguir el 100% de la jubilación como lo hacen la mayoría de derechohabientes del ISSSTESON.
Las estrategias seguidas por los líderes sindicales de privilegiar la negociación entre las cúpulas de dirigentes y autoridades del Gobierno del Estado para solucionar este problema del ISSSTESON, demuestran haber fracasado con la declaración de inminente quiebra del ISSSTESON por parte de su Director.
Los trabajadores de las diferentes organizaciones afiliadas al ISSSTESON no somos los culpables del quebranto financiero de esta institución y por ello no somos quienes debemos pagar las consecuencias de malas administraciones del mismo y de los desvíos de nuestros ahorros que durante décadas hemos acumulado para jubilarnos y pensionarnos.
Los trabajadores debemos movilizarnos para defender la existencia del ISSSTESON como parte de las conquistas de la clase trabajadora a lo largo de su historia y si esto implica defender a esta institución de quienes la administran distrayendo sus recursos en su propio beneficio particular, debemos exigir la renuncia de quienes han demostrado incapacidad administrativa en su conducción.
Los trabajadores que somos afectados directamente por el desvío de más de $6,200 millones de pesos realizado por Teresa Lizárraga exigimos que se proceda a la detención inmediata de esta señora, una vez que se terminó su período como Diputada del Pan y con ello el fuero que la protegió durante seis años (por acuerdo del Prian), de ser objeto de cualquier tipo de acción penal. Exigimos que regrese el monto sustraído, explique el destino que se le dio al mismo, declare quienes fueron los cómplices que participaron en este latrocinio y se le decomisen sus bienes como garantía del pago de este millonario robo.
Los dirigentes de los sindicatos afiliados al ISSSTESON deben reprogramas sus acciones ante el cariz que toma la situación del ISSSTESON con las declaraciones de su director y estas acciones deben incluir la movilización conjunta y decidida por parte de todos los trabajadores que formamos parte de las mismas, de tal forma que conformemos un frente sindical que diseñe e implemente un plan de acción que rebase las declaraciones y reuniones de cúpula, para incluir un esquema de mayor participación de la base trabajadora.
El ISSSTESON está en peligro de desaparecer, esto lo dice su actual director, no debemos permitir que desaparezca la institución que en su momento fue baluarte en el sistema de salud en Sonora y garantía de bienestar social para los trabajadores sonorenses y sus familias.
Enfrentamos hoy una gran responsabilidad histórica, permitir con nuestra indiferencia o silencio la desaparición de un instituto que por años ha cuidado de la salud de los sonorenses, o movilizarnos para defender su permanencia y contribuir a su mejoramiento mediante una mayor vigilancia de su funcionamiento.
La historia del ISSSTESON ha sido la de una institución que cuida la salud de los sonorenses, los directivos actuales del ISSSTESON amenazan hoy con terminar con la historia del ISSSTESON, de nuestra participación y movilización depende que la historia del ISSSTESON continúe por muchos años más en beneficio propio y de nuestras familias.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Un sueño posible: la democratización de la Universidad de Sonora
Oscar Yescas Domínguez
 (publicado en facebook el 14 de noviembre de 2014)

Hace 25 años el mundo presenciaba asombrado un evento inesperado: la caída del muro de Berlín, que fue el detonante para que se produjera una cascada de cambios económicos, políticos y sociales que modificaron la geopolítica y la economía a nivel mundial. Las causas que originaron tales cambios partieron de demandas que enarbolaron los movimientos sociales de aquella época y que podrían resumirse en las siguientes consignas: democracia, libertad, justicia.
En sentido contrario a los vientos de cambio que circulaban en aquellos años en el ámbito internacional, en la Universidad de Sonora se daba un golpe a la democracia universitaria que existía en su interior, al imponer por la fuerza venciendo la resistencia universitaria, con el apoyo de diputados y cuerpos policiacos el cambio de la Ley universitaria 103 (que contemplaba la participación de maestros, trabajadores y estudiantes en la elección de sus autoridades bajo el sistema de voto secreto, directo y universal) por una nueva legislación, la Ley 4 que eliminó este sistema de toma de decisiones y excluyó la participación universitaria en la elección de sus autoridades e impuso una estructura burocrática que depositaba en un grupúsculo de 15 individuos la responsabilidad de elegir rector para la máxima casa de estudios sonorense.
Desde 1992 los únicos beneficiados con la nueva Ley 4 han sido los 3 rectores que han sido electos y reelectos por dicha junta universitaria dentro de la cual hay elementos que no pertenecen a la comunidad universitaria. La entrada en vigor de la Ley 4 incluyó un aumento al presupuesto otorgado a la Universidad de Sonora, pero desde ese entonces la administración de los recursos financieros en esta institución educativa se ha caracterizado por la opacidad, la discreción y la no información.
Desde aquel entonces y hasta la fecha, en un acto de verdadero desprecio por la democracia, unos cuantos individuos son los que deciden el destino de miles de maestros, trabajadores y estudiantes que integran la comunidad universitaria. A pesar de solicitarlo en repetidas ocasiones, la comunidad universitaria ha sido ignorada en las elecciones y reelecciones de rector y sólo ha recibido la organización de farsas de consultas que terminan por elegir y reelegir a quien ya se anunciaba.
Veinticinco años después de la caída del muro de Berlín, en el mundo entero en pleno siglo XXI continúan enarbolándose esas mismas banderas de lucha: democracia, libertad y justicia con la aparición de diversos movimiento sociales en varias partes del mundo, en una muestra clara de que el capitalismo no ha sido la respuesta a tales reclamos como se venía pregonando.
Cuando cayó el muro de Berlín se manejó la versión de que el capitalismo triunfó sobre el comunismo y que de ahí en adelante la prosperidad y la democracia esperaban al mundo. Sucedió exactamente lo contrario, veinticinco años después es evidente que la desigualdad económica ha aumentado a nivel mundial, se observa que existe un número mayor de personas viviendo en la pobreza, mientras que un reducido número de individuos ha aumentado de manera exorbitante su fortuna personal.
Con la desaparición de la URSS, se extendió una economía de libre mercado en la cual todo tiende a ser privatizado, en ese contexto la educación superior no es la excepción por lo que las universidades en el mundo y en México en lo particular, tienden a ser concebidas como empresas y ya no como centros de producción del conocimiento científico.
En esa perspectiva, los egresados de las universidades lejos de asumir un rol de científicos, son destinados a cumplir un rol de técnicos. Al interior de las universidades poco a poco se extingue la práctica de la crítica social, la educación deja de ser tal y tiende a tomar forma de adiestramiento de aquellos cuadros que contribuirán al mejoramiento del control y la sumisión social. Para lograr tal conversión las leyes que gobiernan las universidades son modificadas para introducir nuevas leyes antidemocráticas, excluyentes y represivas que afectan la educación y la academia. Cabe mencionar que la Universidad de Sonora sirvió como laboratorio experimental de las nuevas políticas educativas, mismas que hoy se intentan aplicar en otras universidades al modificar su legislación interna.
En este contexto los sindicatos universitarios son vistos como verdaderos obstáculos para lograr este control total de los recursos universitarios, por lo que son blancos de campañas de desprestigio y constantes intentos de provocación al mutilarles derechos pactados con anterioridad, para empujarlos a la huelga y una vez estallado su movimiento de paralización de labores, implementar campañas de desprestigio sindical.
Esto lo hemos podido comprobar en carne propia en la Universidad de Sonora con la huelga del STAUS del 2,012 http://www.monografias.com/…/apuntes-psicosociales-huelga-u…
En las últimas semanas la sociedad mexicana ha sido tomada por sorpresa por el surgimiento de dos movimientos estudiantiles: el movimiento estudiantil del Instituto Politécnico Nacional y el movimiento primero estudiantil y masivo después en protesta por la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. http://www.monografias.com/…/…/rebelion-juvenil-mexico.shtml
Los estudiantes de la Universidad de Sonora después de décadas de adormecimiento y de manera sorpresiva han participado en gran número de movilizaciones en apoyo a este movimiento nacional y en estos momentos el edificio principal de la Universidad de Sonora se encuentra tomado por estudiantes en demanda de que el Rector de nuestra institución educativa se manifieste con mayor compromiso sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, lo cual no ha sucedido por lo que el conflicto se prolonga de manera indefinida al interior de la Universidad de Sonora y amenaza con agudizarse con la advertencia de que la Ley 4 contempla sanciones que pueden llegar hasta la expulsión a quienes paralicen labores académicas.
Con lo anterior queda claro que los trabajadores académicos, administrativos, manuales y los estudiantes de la Universidad de Sonora, es decir, la comunidad universitaria, padecemos un mismo mal que no se limita a la actuación de un personaje como Heriberto Grijalva Monteverde que lejos de intervenir como moderador o negociador, actúa como un verdadero provocador en períodos de revisión salariales y contractuales, en realidad la fuente de nuestros problemas es la antidemocrática Ley 4 que permite los abusos de autoridad y excluye la participación de los universitarios en el proceso de toma de decisiones importantes.
El momento actual se presenta como una oportunidad para crear un acercamiento entre los académicos, trabajadores y estudiantes que conformamos la comunidad universitaria, para lograr acuerdos que nos permitan avanzar en forma unida hacia la modificación de la Ley 4.
La alternativa para la democratización de la universidad de Sonora apunta necesariamente a la modificación de la ley 4 universitaria, por otra legislación que incluya la participación de los universitarios en el proceso de toma de decisiones relevantes tales como elección de autoridades universitarias, distribución del presupuesto universitario, etc.
En esta tarea es necesario hacer confluir los esfuerzos de los maestros, trabajadores y estudiantes que conformamos la comunidad universitaria en la Unison. Por tales motivos debemos crear diversas comisiones de trabajo que apunten en ese sentido, es decir, una comisión para lograr un acercamiento con los estudiantes, otra comisión para hacer lo mismo con los trabajadores afiliados al STEUS.Nuestra fuente de inspiración para lograr resultados positivos es la convicción plena de que ha llegado la hora del cambio de ley universitaria en la Universidad de Sonora.
Se ha hablado en otras ocasiones de que el STEUS y el STAUS deben unirse en un sólo frente común no solo para lograr nuestras reivindicaciones sindicales, sino también para la defensa de nuestros derechos que están siendo agredidos por quienes administran la Universidad de Sonora.
Este es el momento para crear y consolidar esa unidad entre los dos sindicatos hermanos, el contexto nacional así lo exige, la actitud de las autoridades universitarias así lo demanda. La unidad y la participación son las fuentes de la fortaleza de nuestro sindicato, la ausencia de estos dos factores es nuestra debilidad. Pero el contexto actual en el que nos encontramos y los acontecimientos venideros nos obligan a ampliar esta unidad y participación conjunta entre los integrantes del STAUS y los que pertenecen al STEUS, ya que coincidimos en ser trabajadores universitarios.
Pero por otro lado, el STAUS también debe crear un canal de comunicación con los estudiantes que aparte de ser objeto de amenazas, resienten el incremento de cuotas de todo tipo para cualquier trámite administrativo que deseen realizar.
Recordemos que el derecho a recibir educación fue utilizado como punta de lanza en las pasadas huelgas del STAUS y del STEUS para exigir la terminación de la huelga para “no violentar los derechos de los estudiantes de recibir clases”.
Necesitamos entonces crear una alianza con el sector estudiantil, de tal forma que no nos vean como adversarios o los que afectan sus intereses. Debemos aclarar con ellos que buenas condiciones de trabajo de sus maestros se traduce en un incremento de la calidad de la educación que reciben.
Cada maestro debe aprovechar la oportunidad de estar en contacto con sus estudiantes en el interior del aula, para abrir la discusión sobre las condiciones en las que se encuentran ellos, nosotros y aquellos. Es decir, estudiantes, STAUS y STEUS.
Para prevenirles y alertarles sobre la inminencia de una próxima huelga en la Universidad de Sonora, provocada nuevamente por las autoridades universitarias que violan el contrato colectivo al actuar unilateralmente.
La idea es construir la identidad que tenemos los tres sectores como universitarios, como miembros de la comunidad universitaria, de tal forma que dejemos de utilizar este lenguaje (Ellos, nosotros y aquellos), para utilizar el lenguaje de nosotros y en base a ello construir un vínculo de colaboración.
Sólo de esta manera a través de la participación y la unidad conjunta entre maestros, trabajadores y estudiantes podremos detener las agresiones que amenazan destruir nuestras organizaciones sindicales y privatizar aún más la educación superior. La unidad universitaria es la respuesta adecuada en estos momentos para los trabajadores académicos, manuales, administrativos y estudiantes en la Universidad de Sonora como forma de defensa no sólo de los intereses de los tres sectores, sino como defensa de nuestra Universidad de Sonora.

domingo, 11 de noviembre de 2018


“Su México” y “nuestro México”
Oscar Yescas Domínguez


       Coreando consignas que en un principio podrían generar simpatía como “México”, “México”, pero que al escuchar la siguiente consigna te das cuenta de que esa simpatía es por el diablo: “Es un error estar con Obrador”, cientos de mexicanos marchan por las calles de la ciudad de México expresando su rechazo a la cancelación de la construcción del aeropuerto en Texcoco, el difunto NAICM, o Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
       Como una muestra de la diversidad que existe en México, no precisamente sexual, sino de pluralidad de ideologías, ejerciendo su derecho a la libertad de expresión un nutrido grupo de ciudadanos desfilaron por la ciudad de México expresando su rechazo a las consultas, reclamando en forma contradictoria su exigencia de procesos democráticos bajo la consigna “Queremos procesos democráticos, la consulta no fue democrática”, “No más consultas”.
       El pueblo mexicano tuvo su primer consulta democrática con la consulta nacional para decidir si se continuaba con la construcción del NAICM en Texcoco. Más de un millón de votantes participaron en esta consulta, si se toma en cuenta al número de personas que participaron como organizadores, que estuvieron al frente de las casillas, que participaron en el conteo de los votos, fácilmente ese número aumenta considerablemente.
       La consulta fue una expresión de democracia en nuestro país, una práctica a la que no estamos acostumbrados después de años de autoritarismo, sin embargo, la participación social fue de tal forma que el millón de boletas contempladas fue insuficiente en virtud de las filas que se formaron en las diferentes casillas a lo largo y ancho del país. Sólo aquellos cuyos intereses particulares se oponen a los intereses de la mayoría se opusieron a esta medida.
       Dentro de los manifestantes se encontraba Mariana Gómez del Campo, exsenadora del Pan, quien apoyó con su voto las reformas estructurales que sumieron a la población mexicana en la pobreza que hoy padece y quien manifestó a pregunta de un reportero que era la marcha de los “ciudadanos libres” de México ejerciendo su derecho a manifestarse libremente. La misma senadora que protegió a su familiar, una de las socias de la guardería ABC, para no ser juzgada por ese homicidio colectivo, el mismo personaje que apoyó la represión de los maestros de la CNTE que defendían sus derechos laborales violados por el intento de imponer una Reforma Educativa. La misma senadora que guardó silencio ante el reclamo de aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y la misma mujer que estando en posición de poder, nada hizo para frenar la ola de feminicidios que continúa azotando hoy a nuestro país.
       Una de las consignas reclamaba a López Obrador que con la cancelación del aeropuerto del NAICM se detendría el progreso de México. Una consigna que merece ser analizada. ¿Cómo puede ser concebido que la construcción de un nuevo aeropuerto implica el progreso de un país en el que existe una enorme desigualdad social y una inmensa mayoría de la población se encuentra sumida en la pobreza y en la miseria?
       El uso de un aeropuerto está destinado a un porcentaje reducido de la población mexicana que goza de una condición socioeconómica que le permite disfrutar de vuelos aéreos pagando el precio de boletos que no son accesibles para una inmensa mayoría de mexicanos.
       La inmensa mayoría de mexicanos tiene otra idea de progreso en nuestro país, en virtud de que enfrentan problemáticas diferentes. Enfrentan bajos salarios, padecen el problema del desempleo o subempleo, carecen de medios de transporte propio, están condenados a utilizar el transporte público con todas sus deficiencias y sobre todo enfrentan la gran inseguridad pública que se vive en las calles de la mayoría de las ciudades de nuestro país.
       Progreso para la inmensa mayoría de mexicanos significaría mayor inversión en fuentes de empleo, en aumentar el número de oportunidades de estudio para la juventud mexicana, en fortalecer y ampliar el sistema de salud pública para llegar a toda la población mexicana, en disminuir el hambre de nuestra población aumentando el salario mínimo, en construir viviendas que puedan ser adquiridas con menores costos de lo que hoy son ofertadas. Esto realmente sería un progreso que permitiría garantizar un bienestar social de la mayoría de la población.
       La construcción de un  nuevo aeropuerto no significa en sí mismo un progreso para México, lo único que significa es un beneficio más para a aquella población pudiente que tiene el dinero suficiente como para disfrutar viajando en líneas aéreas a diferentes destino nacionales e internacionales, es decir, aquella población que se beneficia con el reparto desigual de la riqueza social que se produce en México.
       Los manifestantes exhibían la enorme contradicción de expresar en una gran manta la leyenda “No más consultas”, mientras que en otra pancarta se leía “Queremos procesos democráticos, la consulta no fue democrática”. ¿Una muestra más de la diversidad social? O una contradicción más. La consulta sobre la cancelación del aeropuerto en Texcoco fue el éxito rotundo de un ejercicio de democrático masivo en el que participaron más de un millón de personas. Un ejercicio cuestionado por centenas de manifestantes que desconocen el momento histórico que estamos viviendo, que se resisten al cambio social que experimentamos que consiste precisamente en la construcción social de la democracia realmente representativa en nuestro país, que implica un alto grado de participación social de la población.
       Una participación social que tenderá a institucionalizarse en la medida de que las consultas sociales se sigan practicando. La de consulta sobre la construcción del aeropuerto fue la primera de nuestra era después de la tiranía del Prian, con toda seguridad no será la última.
       La marcha en contra de la cancelación del aeropuerto se presenta entonces como un intento patético de aquellas    fuerzas sociales que se oponen al cambio social, mismas fuerzas que están destinadas a desaparecer o aceptar las nuevas condiciones sociales existentes que incluyen la participación social en la toma de decisiones relevantes en la vida social de nuestro país.
       El pueblo mexicano ya decidió el rumbo por el cual desea ser conducido con el próximo gobierno, el nuevo gobierno, aun cuando todavía no toma posesión, ya está cumpliendo las promesas que incluyó en su campaña. El cuestionamiento a las decisiones colectivas por parte de pequeños grupos sociales no afectará el vínculo existente entre el nuevo gobierno representado por Andrés Manuel López Obrador y la población mexicana, al contrario, solo contribuye a reforzarlo en la medida que con este tipo de acciones se exhiben los intereses a los que realmente están defendiendo, intereses de índole particular, que están muy alejados de los intereses sociales       de las grandes mayorías.
       El México que defiende este grupúsculo de manifestantes es el México de la corrupción, de la impunidad, de la pobreza de grandes mayorías y los lujos de pequeñas minorías. Un México con gran desigualdad social y con una población sometida por la ignorancia, la pasividad, fácilmente manipulable.
       Ese México está destinado a desaparecer y lograremos borrarlo de nuestra realidad social en la medida de que incrementemos nuestra participación social, que nos da un progresivo empoderamiento al darnos cuenta de que existe un construccionismo social de la realidad, una realidad que construimos en forma colectiva a través de nuestra incorporación en los distintos grupos, organizaciones y comunidades a las que pertenecemos.
       La toma de conciencia de que somos nosotros quienes construimos la realidad social y que juntos hacemos historia, nos da la oportunidad de reflexionar acerca de que  si somos nosotros quienes hacemos historia y construimos nuestra realidad, nosotros podremos cambiar esta realidad si actuamos en forma colectiva y organizada para darle el rumbo que queramos a nuestra historia, de la misma forma que lo hicimos el pasado primero de julio cuando 30 millones de mexicanos decidimos apoyar a Morena y López Obrador para arrojar al basurero de la historia a las fuerzas el Prian que tanto daño hicieron a nuestro país.
       Los que hoy se manifestaron en contra de la cancelación del NAICM pertenecen a esas fuerzas retrógradas que pretenden hacernos retroceder en la historia y volver a los tiempos de autoritarismo de antaño.
       El México que por nuestro lado estamos construyendo día a día se caracteriza por una progresiva democratización social, un aumento de la participación social y por la tendencia a vincular pueblo con gobierno, a la construcción de una democracia participativa en la que nuestros legisladores nos consulten antes de decidir sobre temas de gran relevancia nacional. Las consultas sociales formarán parte importante en la construcción de la democracia social en nuestro país. Un México donde realmente impere la democracia social, con cero tolerancia a la corrupción y a la impunidad.
       La historia la estamos construyendo día a día, la historia no ha terminado, de nosotros depende el rumbo que tenga la historia   porque juntos estamos haciendo historia.