follow me

lunes, 30 de octubre de 2023

                     La ceguera moral ante el conflicto Israel-Palestina

Oscar Yescas Domínguez

30 de octubre de 2023

Vivimos un momento histórico en el cual dedicamos buena parte de nuestro tiempo libre al entretenimiento viendo series y películas de televisión en la privacidad de nuestra casa, una característica destacable en estos productos de esparcimiento es que en gran parte de sus contenidos aparecen múltiples escenas de violencia con tal frecuencia que hemos llegado a un punto en el cual nos hemos insensibilizado, al grado de que en la mayoría de las ocasiones presentamos una ausencia de reacción ante la visión de fuertes escenas de violencia física, sexual o asesinatos, porque sabemos que es sólo una actuación. En un segmento de la población (sobre todo jóvenes), se presenta una inclinación a invertir su tiempo libre en videojuegos, en los que la violencia es el ingrediente principal de sus contenidos, por lo que la falta de reacción a la violencia es mucho mayor en estos casos y la línea que separa la realidad de la ficción se torna mucho más delgada.

En los guiones de producciones de películas, series de televisión y videojuegos, se escriben historias que inducen a pensar que el mal se presenta en personas que son diferentes a nosotros, que la maldad está fuera de nuestra naturaleza y que las cosas malas les suceden a otras personas por algún motivo que ellos provocaron, por lo que es común que las personas lleguen al extremo de pensar que jamás seremos víctimas de algún acto de violencia y mucho menos aceptable la idea de que seremos nosotros quienes realicen actos de violencia que dañen a otras personas.

Pero no se ponen a pensar que la falta de reacción al sufrimiento ajeno, la ausencia de empatía que se muestra en la vida real ante las personas que se encuentran mendigando en las calles, o ante las personas que son objeto de violencia de cualquier tipo, representa una faceta del mal contemporáneo porque se aproxima al comportamiento del psicópata que no siente ninguna emoción o sentimiento hacia las demás personas. Es una violencia pasiva que podría denominarse crueldad, porque muestran una gran insensibilidad hacia el dolor ajeno y con la indiferencia y pasividad colectiva se permite que los actos de maldad, injusticia y abusos sigan ocurriendo, porque la mayoría de las personas reaccionan ante las injusticias, sólo cuando son golpeadas en forma directa por ella.

En estos tiempos de grave crisis social donde la desigualdad social crece cada día más y millones de personas son empujadas a vivir en la pobreza y una inmensa mayoría vive en condiciones de austeridad extrema, la mayoría de las personas que vive en una creciente precariedad, vive su cotidianeidad como si estuviésemos en una sociedad donde todo es normal. Aceptan como natural lo inaceptable, lo anormal como normal, lo enfermo como algo sano, perciben como algo normal la existencia de la prostitución, muestran indiferencia a la violación de niños tanto por clérigos como por millonarios para satisfacer sus caprichos sexuales, padecen o conviven con personas que padecen de diferentes tipos de adicciones: al alcohol, a las drogas, al sexo, a la televisión, a la pornografía, al teléfono celular, a la ludopatía, etc.

Como la mayoría de las personas comparte estos comportamientos, piensan que sus comportamientos son normales y no se dan cuenta de que estamos ante evidencias claras de que vivimos en el contexto de una sociopatología, es decir, nos encontramos en el marco de una sociedad enferma que produce individuos moralmente insensibles, y son aquellas personas que no tienen ninguna consideración hacia el bienestar de otras personas, a quienes sólo les interesa su bienestar individual y no les importa el sufrimiento ajeno por lo que no aparece ningún atisbo de crítica a la situación de desigualdad social en la que vivimos y la existencia de este tipo de personas es la manifestación más evidente de la insensibilidad moral colectiva que se caracteriza por un tipo de comportamiento cruel, que raya en lo inhumano porque muestra una gran insensibilidad hacia el sufrimiento humano, es la ceguera moral que nos advirtió el sociólogo polaco Zygmunt Bauman y es el resultado del alto grado de individualismo que no contempla ninguna regulación moral.

En este contexto socio-histórico, nuestras vidas cotidianas se caracterizan por la familiarización con escenas de violencia que provienen de dos fuentes: una de ellas es a través de los medios masivos que proporcionan entretenimiento. A través de la televisión nos ofrecen una gran variedad de “entretenimiento” en forma de películas y series de televisión, en ambas el ingrediente principal que atrae más público es la violencia a la que se clasifica como “acción y aventuras”.

Los asesinatos sin motivo alguno son frecuentes, la promoción de la búsqueda de “dinero fácil” a través de la violencia es parte de un guion añejo, las escenas de prostitución y reducción de la mujer a objeto sexual, el uso del lenguaje vulgar y las escenas de asesinatos fríos que ocurren mientras se escucha música de fondo y se observa el rostro de placer del asesino mientras totrura o asesina, son realmente patéticas y causan una enorme daño psicológico en la audiencia porque se acostumbra a la violencia al grado de presentar ausencia de reacción a la misma, pero el mayor daño se presenta en menores de edad que han crecido teniendo la televisión a su lado e inclusive en sus propias recámaras. En estas condiciones surge una incapacidad para distinguir la violencia real de la violencia ficticia.

La otra fuente de familiarización de la violencia contemporánea que proviene de los medios masivos de información se presenta cuando se distorsiona la información que proporcionan en los noticieros y presentan un cuadro informativo que presenta la tendencia de dirigir un sentimiento de aceptación o de condena hacia la violencia que ocurre en la situación internacional. Lo vimos claramente al inicio de la guerra en Ucrania, cuando los medios masivos de información presentaron a Rusia como el mal encarnado, como “villano” de la película que invadió un pequeño país, violando su soberanía y asesinando soldados ucranianos de manera impune, creando una rusofobia en buena parte de la población mundial.

Millones de personas reaccionaron expresando solidaridad a Ucrania, poniendo la bandera de ese país en los muros de sus redes sociales y pidiendo “rezar por Ucrania”. Los medios masivos de información ocultaron que la guerra en Ucrania no comenzó el 24 de febrero del 2022, sino que en realidad comenzó en el 2014, cuando ocurrió un golpe de Estado financiado y apoyado por Estados Unidos que tenía planeado rodear de bases militares a Rusia en cada país con el que compartiera fronteras, para lanzar una ofensiva final y acabar con su eterno enemigo, al que muchos siguen confundiendo con un país soviético, comunista.

Estando a sólo meses de cumplir dos años de guerra, el conflicto de Ucrania ha pasado a segundo término en el interés de los medios masivos de información por el estallido del conflicto entre Israel y Palestina. Pero mucho antes de que fuera desplazado del centro de la atención, los medios masivos perdieron de manera progresiva su interés en mantener como tendencia central de sus contenidos la información sobre la guerra en Ucrania, por tres razones fundamentales.

La primera es que a pesar del apoyo financiero y militar de Estados Unidos y los países de la Unión Europea y la OTAN, Ucrania está perdiendo la guerra ante el impresionante poderío del ejército ruso que ha tenido la oportunidad de ser el primer país que utiliza la inteligencia militar en el uso de instrumentos bélicos en una guerra real, lo cual le ha dado una enorme superioridad militar.

La segunda razón es que a lo largo del conflicto, las mentiras se han debilitado ante las evidencias y el gobierno de Ucrania es exhibido como uno de los gobiernos más corruptos de la historia, al desviar grandes cantidades de dinero recibido por las potencias mundiales para los bolsillos de los funcionarios de gobierno y militares del ejército. Una muestra de esta corrupción la dio la propia esposa de Vlodomir Zelenzky en su reciente visita a Nueva York, porque mientras el Presidente de Ucrania se reunía con políticos y funcionarios de alto nivel del gobierno de Estados Unidos para solicitar (una vez más) mayor apoyo financiero y militar para “asegurar” su triunfo en la guerra que sostiene en contra de Rusia, la primera dama de Ucrania se paseó por las tiendas más lujosas de Nueva York en la cuales realizó compras de souvenirs y ropa de marca gastando más de un millón de dólares en tan sólo unas cuantas horas.

Una tercera razón por la que el interés sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania disminuyó mucho antes del 7 de octubre cuando militantes del grupo Hamas invadieron territorio ocupado de Israel, es que la noticia dejó de ser noticia, provocó saturación de información y agotamiento informativo en millones de personas que perdieron interés en la guerra de Rusia contra Ucrania y siguen viviendo sus vidas en forma “normal”.

En este contexto estalla el conflicto entre Israel y Palestina y se repite de nuevo la historia, con la salvedad de que no estamos frente a una guerra entre dos ejércitos equipados por ambas partes. Lo que estamos observando es un nuevo nivel de un conflicto que tiene 75 años de origen, cuando la ONU decreta que el pueblo israelí se asiente en territorio palestino y a lo largo de todas estas décadas, los diferentes gobiernos israelíes han realizado una guerra de exterminio, en la que ha realizado el desalojo de asentamientos humanos del pueblo palestino para construir ciudades israelíes.

Durante todos estos años de violencia en contra del pueblo palestino, los medios masivos de información han mentido al mundo entero y han logrado que la población mundial se acostumbrara “al eterno conflicto entre israelíes y palestinos”, que en un sentido estricto ha consistido en una eterna matanza de hombres, mujeres, jóvenes y niños palestinos civiles, desarmados, por parte de un ejército que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, moderna tecnología y equipo bélico de avanzada que se utiliza para reprimir, asesinar y detener a palestinos que usan piedras para defenderse de los tanques y fusiles de asalto del ejercito israelí.

Pero los medios manejan la versión de que el conflicto entre Israel y Palestina empezó el 7 de octubre con la incursión armada de centenares de militantes de Hamas al territorio ocupado por Israel y la violencia que cometieron en contra de soldados y ciudadanos israelíes se percibe como “una provocación violenta”, narrativa que se usa para justificar la excesiva violencia del Estado de Israel que en sólo tres semanas ha asesinado a más de 7,000 civiles palestinos, un 70% de ellos mujeres y niños, dentro de estos últimos se cuentan 3,000 niños asesinados.

Considerando que los medios masivos de información utilizan la mentira para distorsionar la realidad y presentar la versión del grupo hegemónico y que en todo conflicto bélico la primera baja es la verdad, para contrarrestar la manipulación social y posicionarse ante este conflicto cuya envergadura y rápido crecimiento al involucrarse terceras fuerzas, más allá de israelíes y palestinos, debemos partir de una premisa científica que consiste en la necesidad de ubicar todo comportamiento social en un contexto sociohistórico que nos permita comprender las motivaciones que dan origen a ese comportamiento.

En el caso del grupo Hamas, debemos tomar en cuenta que son hombres palestinos que vivieron su infancia y juventud en el contexto de una guerra constante y asimétrica en contra de su pueblo, muchos de ellos perdieron a sus familias a manos del ejército israelí, o ellos mismos fueron objeto de la violencia del Estado de Israel y el hecho de que decidieran formar un cuerpo armado se debe a que Palestina no tiene reconocimiento como Estado palestino, en consecuencia, no tiene ejército, ni armamento, su fuerza proviene de los integrantes de su pueblo.

El pueblo palestino ha vivido décadas de violencia del Estado Israelí al ser expulsados de sus casas, sufriendo destrucción de sus casas, padeciendo la expropiación de sus tierras y siendo objeto de interminables persecuciones. La violencia genera violencia y las intifadas (protestas colectivas del pueblo palestino), han sido consecuencia de décadas de opresión del Estado de Israel que se ha apropiado de más del 70% del territorio original de Palestina.

Con esta información queda claro que el conflicto entre Israel y Palestina no comenzó este 7 de octubre, si realmente queremos entenderlo debemos conocer su historia. Pero vivimos en una sociedad en la que prevalece la ignorancia y el desconocimiento de la historia es una expresión de ésta, por lo que se repiten los comportamientos que surgieron al inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania: millones de personas en el mundo entero colocan la bandera de Israel en los muros de sus redes sociales y piden “orar por Israel” usando sus teléfonos celulares desde la comodidad de sus hogares.

Debemos tener presente que en una guerra, la primer baja es la verdad, porque la desinformación rodea el antes, durante y después del conflicto bélico. Primero, se oculta la verdad para justificar el inicio de la guerra, durante el desarrollo del conflicto, se utilizan varias armas y el uso de la mentira es una de ellas para reducir el apoyo que pueda recibir de otras partes, crear animadversión y desmoralizar al enemigo. Un ejemplo de falsas noticias fue la historia que recibió amplia difusión acerca de que Hammas decapitó a decenas de bebés en su incursión del 7 de octubre, pero luego se confirmó que fue una falsa noticia, pero el daño ya estaba hecho porque todavía hay gente que cree que esa historia es verdad.

Después del conflicto, se reescribe la historia con la versión del vencedor, la humanidad ha tenido muchos ejemplos de epistemicidios después de cada colonización en la que se elimina la historia y cultura del pueblo oprimido, para imponer la cultura del país opresor y en este caso nos encontramos con el colonialismo moderno de Israel que a lo largo de 75 años ha despojado durante a Palestina de más del 70% de su territorio original y ahora no sólo intenta expulsarlos de la franja de Gaza, tratándolos como subhumanos o en las palabras de Nathanyahu: “como animales”, sino que pretende exterminarlos como pueblo, para quedarse con la totalidad del terreno de lo que antes era Palestina, acción que justifican con la versión religiosa de que son “el pueblo elegido de Dios”.

Motivados por la distorsión de la información millones de personas son objeto de manipulación y proceden a participar en un “activismo de sofá” apoyando el ataque de Israel sobre la franja de Gaza, condenando a los militantes de Hamas, mostrando una indiferencia criminal sobre el hecho de que la respuesta de Israel es desproporcionada y se muestran como individuos moralmente insensibles al guardar silencio sobre los más de 7 mil palestinos asesinados en estos últimos 20 días, más de 3,000 víctimas fueron niños que fallecieron por los bombardeos de la aviación del ejército de Israel, que ha reaccionado a la incursión de Hamas con gran desproporcionalidad y ha dejado caer en Gaza una cantidad de bombas en territorio palestino que son el equivalente a la mitad de una bomba nuclear, mientras la ONU muestra una vez más parcialidad en su actuación, al limitarse a hacer un llamado al alto al fuego, un llamado que todos sabemos que no será escuchado por Israel ni Estados Unidos, que está involucrado en el conflicto al incorporar militares estadunidenses que sustituyen a militares israelíes que presentan un “desgaste psicológico”.

Mientras la maquinaria bélica cobra un gran número de víctimas por la asimetría de los contendientes, ya que Israel tiene reconocimiento como Estado, cuenta con un gran ejército y Palestina no es reconocido como Estado y no cuenta con ejército, por lo que no es una lucha entre iguales, Israel sigue bombardeando la franja de Gaza para preparar las condiciones y dar la orden de que sus tropas terrestres ingresen a un territorio palestino completamente destrozado, sin importarles el sufrimiento colectivo que provocan con sus ataques.

El mundo entero está viendo en vivo y en directo una guerra dispareja, en la que la mayor parte de los caídos son civiles, hombres, mujeres y niños que son víctimas de los ataques aéreos de la aviación israelí y ante este conflicto se observan dos tipos de reacciones en el mundo entero: Por un lado una gran cantidad de personas deja de reaccionar a los horrores de la guerra porque la cultura de masas nos ha adiaforizado, es decir, los medios masivos de difusión que presentan un exceso de violencia en sus contenidos, han provocado una retirada temporal y parcial de la sensibilidad colectiva, generando una actitud de aceptación de la violencia de una parte de la humanidad.

Por la manipulación de la información, la ignorancia colectiva y la ceguera moral, una gran parte de la humanidad ve con una indiferencia criminal el genocidio del pueblo palestino a manos del ejercito israelí que justifica el uso de una violencia desproporcionada con el argumento del derecho a su defensa, mientras deja caer bombas que destruyen edificios habitacionales, mezquitas, escuelas, hospitales y matan hombres mujeres niños, ancianos, porque las bombas no distinguen entre militantes de Hamas hombres, mujeres civiles o niños indefensos y acaban con la vida de todos los que estén cerca de donde caen las bombas.

Esta actitud de indiferencia social y de aceptación de la guerra como parte de la vida contemporánea, es un reflejo de la pérdida de nuestra capacidad para reaccionar ante la violencia y de una grave falta de empatía social hacia quienes son víctimas de ella. Esta insensibilidad e incapacidad para indignarse ante lo que suceda fuera de nuestro entorno individual, es el resultado de la adiaforización de la que somos objeto dentro del capitalismo.

La adiaforización es un término acuñado por Zygmunt Bauman que refiere a la “acción y efecto de hacer que un acto se vuelvan moralmente neutros o irrelevantes” y hoy en día la adiaforización se presenta como una tendencia a ubicar ciertos comportamientos humanos fuera del ámbito de la evaluación moral y se llega al extremo de considerar algunos actos sociales (incluida la corrupción, la violencia, el asesinato, etc.) como actos neutros que escapan de la clasificación moral de “buenos o malos”, “justos o injustos”, “morales o inmorales” y reflejan el grado de degradación humana al que llegamos en el contexto de la sociopatología capitalista. La adiaforización colectiva que padecemos en nuestra sociedad contemporánea, impide que se condene como algo injusto, inmoral los crímenes de guerra que el Estado de Israel está cometiendo en contra del pueblo palestino.



Pero no solo son los individuos quienes se muestran moralmente insensibles ante el genocidio del pueblo palestino a manos el Estado de Israel, son los gobiernos de los países que integran la ONU, la UE, la OTAN y otras organizaciones internacionales que en el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania, tomaron partido a favor de Ucrania, condenaron públicamente la invasión de Rusia y participaron en los intentos de aislar comercialmente a ese país aplicando más de 3,000 sanciones comerciales, bloqueando su espacio aéreo a la aviación comercial rusa, por lo que el silencio que muestran hoy ante las graves violaciones a los derechos humanos por parte de Israel, muestran una falta de integridad moral y una grave contradicción entre el discurso y la acción.

La ignorancia colectiva hacia el hecho de que vivimos en un mundo globalizado en la que se ha creado una estrecha interdependencia entre todas las naciones del mundo, que aumenta el riesgo de expansión internacional del conflicto entre Israel y Palestina, impide también que se fije un posicionamiento sobre el mismo. Una señal de alarma es que a tan sólo 21 días de guerra entre Israel y Palestina, el conflicto se ha extendido hacia otras naciones, porque se han involucrado militarmente varias naciones: Estados Unidos, Siria y Líbano y ha despertado reacciones diplomáticas de otros países como Irán, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Rusia, etc.

El nivel desproporcionado en el uso de la fuerza militar de Israel y el alto número de muertes de civiles palestinos ha provocado el involucramiento de varias naciones por lo que crece la amenaza de ampliar la zona de guerra hacia otros países y llevar la zona de oriente medio a una guerra que no se limitará a ese espacio del mundo, sino que podría ser el inicio de una tercera guerra mundial que sólo provocaría una gran destrucción.

Por otro lado, nos encontramos con la ventaja del desarrollo tecnológico que permiten que las redes sociales rompan el cerco informativo que han creado los monopolios de los medios masivos de información, por lo que en estos momentos “un fantasma recorre el mundo entero”: es el fantasma de la indignación mundial por el genocidio palestino a manos del Estado Israelí. Se han presentado movilizaciones masivas en varias partes del mundo exigiendo un alto al fuego, pidiendo el reconocimiento a Palestina como un Estado, se ha expresado una condena internacional al bombardeo israelí y se pide un alto al genocidio del pueblo palestino.

Más de 30 ciudades en Estados Unidos, en París, en Estambul, en México, Italia y prácticamente en todo el mundo, un amplio sector de la población está exigiendo que la ONU convoque a una reunión que exija un alto al fuego, por el cese al cerco que impide llevar ayuda humanitaria al pueblo palestino de la franja de Gaza, por la anulación de la expulsión masiva del pueblo palestino y que inicien negociaciones para encontrar una solución que detenga el fuego del ejército israelí, haga retroceder el colonialismo de territorio palestino, se reconozca a Palestina como un Estado y se logren acuerdos de paz. Lo que más resalta es que en el mismo corazón de Israel, un gran número de habitantes de ese país, se han movilizado exigiendo el alto al fuego en contra del pueblo palestino y la dimisión de Benjamín Netanyahu.

Estas movilizaciones representan un alimento a la esperanza de que la humanidad no ha perdido su condición humana, es decir, que gran parte de la población mundial todavía es capaz de experimentar sentimientos de solidaridad con el oprimido, de exigir justicia cuando se cometen actos injustos, de empatizar con el dolor ajeno. Pero sobre todo de tener presente que actuando en forma colectiva, unida y organizada, los pueblos pueden detener a uno de los ejércitos más fuertes del mundo y echar abajo a los dirigentes de los Estados totalitarios que ven en las guerras el negocio que les reditúa mayores ganancias, al aliarse con las grandes corporaciones transnacionales que se dedican a la producción de armamentos.

Hemos llegado a un punto en el que las armas deben ser silenciadas, para privilegiar el uso del diálogo y de la negociación, para lograr un cese total y definitivo al fuego entre ambas partes y que los gobiernos realicen recortes militares y aumenten el presupuesto de gasto social. Tenemos que aprender el arte de vivir con las diferencias, aceptar que es posible beneficiarnos unos de otros con nuestras diferencias.

Si no hay respuesta a la demanda internacional de alto al fuego, exijamos a nuestros gobiernos realmente nos representen en este conflicto rompiendo relaciones diplomáticas con Israel, que apliquen sanciones comerciales contra ese país como lo hicieron en forma unida en contra de Rusia, que bloqueen comercialmente al Estado genocida, como lo ha hecho Estados Unidos en contra del pueblo cubano durante varias décadas, que apliquen éstas y otras sanciones mientras sigan persistan en seguir cometiendo un genocidio en contra del pueblo palestino,

El futuro de la humanidad se decide en Oriente medio, de la movilización internacional depende que continúe la matanza de civiles, se expanda el conflicto con el involucramiento de otros países, regresemos a un estado de barbarie y entremos a una espiral de destrucción sin límites, o que avancemos garantizando la paz en esa región utilizando la mediación y el diálogo para que se logre justicia para ambas partes y una condición ineludible para lograr la paz es la creación de un Estado laico y democrático, la creación de una sola Palestina que contemple en igualdad de circunstancias los derechos del pueblo árabe y del pueblo judío, en todo el territorio de Palestina y el enjuiciamiento a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad.

Lograr esto no es un sueño imposible, si cada persona tuviera consciencia de que realizando una pequeña acción en forma organizada y unida con millones de personas, podríamos lograr grandes cambios en el mundo entero y el día de hoy la prioridad es detener el genocidio del pueblo palestino a manos del Estado de Israel y parar el ritmo vertiginoso de la espiral que conduce a la internacionalización del conflicto.

Finalmente, debo decir que debemos terminar con la ceguera moral que nos hace ver como parte natural de nuestras vidas cotidianas la presencia de guerras, la explotación humana, la destrucción de la naturaleza, la creación de campos de concentración, de muros que nos separan en el contexto de una globalización que nos une cada vez más. Debemos recuperar nuestra capacidad de ejercer la crítica social y terminar con la “época de diletantes” en la que existe un dominio de los mediocres que tienen capacidad para silenciar a las personas que alzan la voz con argumentos para cuestionar la forma en que nos gobiernan.


Yescas, Oscar: Israel y Palestina: ¿diálogo para lograr la paz o barbarie global?

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/10/israel-y-palestina-dialogo-para-lograr.html

Yescas, Oscar: No hay planeta B

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/09/no-hay-planeta-b-el-ecocidio-del.html

Yescas, Oscar: La agonía del Leviatán contemporáneo frente al totalitarismo del Mercado

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/06/la-agonia-del-leviatan-contemporaneo.html

Yescas, Oscar: El meracdo como arma de destrucción masiva

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/03/el-mercado-como-arma-de-destruccion.html

sábado, 14 de octubre de 2023

 

Israel y Palestina: ¿diálogo para lograr la paz o barbarie global?

Oscar Yescas Domínguez

14 de octubre de 2023

En un momento histórico en el que, se avizoraba el fin de la guerra en Europa del Este ante la inminente derrota del ejército ucraniano, se abre un nuevo frente de guerra que no es en Taiwán ni en Corea del Sur como se temía, sino que sucede en Israel, cuyo territorio fue objeto de un inesperado ataque aéreo de miles de proyectiles provenientes de la frontera con Gaza, otro ataque terrestre al ser derribada parte de la enorme muralla que mantiene encerrados a miles de palestinos en condiciones que recuerdan al apartado africano y un tercer ataque por mar mediante el uso de lanchas rápidas.

Tres ataques simultáneos que permitieron el ingreso de cientos de miembros de la milicia palestina Hamás, quienes dispararon en forma indiscriminada a soldados y ciudadanos israelíes, liberaron a decenas de palestinos que se encontraban presos y secuestraron a decenas de ciudadanos israelíes que fueron llevados al territorio de la franja de Gaza.

Esta acción punitiva que fue evidentemente una acción planeada durante algún tiempo, tomó por sorpresa al Gobierno de Israel y al mundo entero, cuestionó la eficiencia del servicio de inteligencia israelí que, hasta ese momento gozaba de una reputación que lo ubicaba como uno de los mejores servicios secretos a nivel internacional y que en varias ocasiones fue equiparado con la CIA estadunidense, la KGB rusa, o el M17 de Inglaterra.

El gobierno israelí no tardó en responder a esta agresión y de inmediato bombardeó localidades de Gaza, destruyendo varios edificios, Mezquitas y casas habitación, sin importar que hubiera civiles dentro de ellos provocando la muerte de centenas de personas y convocó a 300 mil reservistas del ejército para organizar una ofensiva prometiendo provocar el mayor daño posible y la destrucción total de Gaza.

Cada día que ha pasado desde el 7 de octubre, los muertos y heridos aumentan por ambos lados, pero la ofensiva israelí es la que está provocando mayor destrucción y mayor número de muertes, porque tiene mejor armamento, aviones de guerra, tanques, naves de combate, etc., y es considerado como el cuarto mejor ejército del mundo, por lo que en los hechos estamos presenciando una guerra asimétrica en la que, si bien, el grupo Hamas asestó un golpe mortal por sorpresa, los daños provocados por la respuesta israelí están afectando a miles de ciudadanos palestinos que no participaron en ese ataque.

En el contexto internacional, también se han presentado reacciones, Estados Unidos (protector y aliado de Israel) envió $ 8,000 millones de dólares al gobierno israelí, un portaaviones, varias fragatas y miles de efectivos militares, como si se tratase de una guerra regular, o como si en verdad Israel necesitase de este tipo de ayuda. Este apoyo financiero y militar se da en un momento en el que el pueblo estadunidense está padeciendo graves problemas (recordemos las víctimas del incendio en Hawái, las terribles inundaciones en Nueva York, la muerte de mas de 100 mil jóvenes estadunidenses por consumo de fentanilo, la crisis migratoria en la frontera con México, etc.), que no están siendo atendidos por su propio gobierno que mes tras mes ha estado canalizando miles de millones de dólares en apoyo a Ucrania y ahora hace lo mismo con Israel.

En este contexto, se repite la escena de observar en redes sociales la reacción de miles de usuarios que condenan la acción violenta de “los terroristas palestinos” y colocan la bandera de Israel en la fotografía de sus muros virtuales y llaman a rezar por el regreso de la paz en ese país.

Quienes así actúan reflejan una indignación selectiva, se muestran afectados por una ceguera moral colectiva que les ha impedido ver los asesinatos de palestinos a manos del ejército israelí desde hace décadas y ante los cuales los medios masivos y buena parte de la población mundial han mostrado una indiferencia que raya en la crueldad sobre la tragedia palestina, por lo que es factible hablar de una “doble moral” en quienes se limitan a condenar a una de las partes en conflicto.

Desde una perspectiva humanista, la vida es “sagrada” y uso esta palabra no en un sentido religioso, sino en el sentido de que nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otro ser humano. Todo asesinato es repudiable porque va en contra del derecho más preciado que es el derecho a la vida y en ese sentido, sí es correcto repudiar el asesinato de ciudadanos israelíes, pero limitarse a condenar la muerte violenta de ciudadanos de este país y guardar silencio ante los asesinatos que ha sufrido el pueblo palestino a manos del ejército israelí durante las últimas décadas, es una acción moralmente incorrecta.

Todos los pueblos tienen el derecho de vivir en paz y la sola existencia del pueblo israelí, su crecimiento y desarrollo en asentamientos humanos construidos en territorio palestino, cuya población fue empujada a vivir en condiciones de hacinamiento y encierro en un pequeño espacio, es ya de por sí una acción que merece una condena, porque la felicidad y el desarrollo de un pueblo no puede construirse sobre la base de la destrucción, sufrimiento y desconocimiento de los derechos de otra nación.

Pero esa reacción de doble moral de ignorar la violencia del Estado de Israel en contra del pueblo palestino e indignarse por la violencia del grupo Hamas, ha sido el resultado de la acción permanente de los medios masivos de información que realizan su trabajo que no es precisamente informar, sino desinformar y distorsionar los hechos para presentar una visión parcial de la realidad con el objetivo de manipular la información y crear actitudes de apoyo o rechazo hacia ciertos eventos sociales con el fin de favorecer intereses particulares. Tengamos presente que estos medios informativos son propiedad privada y la historia de la humanidad nos demuestra que la primera baja en una guerra es la verdad y los periodistas que actúan como corresponsales de guerra son parte de las primeras bajas, porque quienes controlan los medios informativos manipulan la información para favorecer la imagen de una de las partes y conseguir el repudio de la otra parte.

Ante las múltiples expresiones de apoyo a Israel en redes sociales colocando la bandera de ese país, es inevitable recordar que lo mismo hicieron millones de personas en el mundo entero cuando Rusia ingresó a Ucrania para luchar en contra del ejército ucraniano, es decir, actuaron colocando la bandera de Ucrania en millones de muros virtuales como muestra de apoyo a ese país y la consigna “todos somos Ucrania” se viralizó en redes sociales.

Pero hoy en día ya no se observa esa masiva reacción de apoyo al gobierno de Ucrania, ¿Qué fue lo que pasó? ¿El mundo se cansó de ver el tema de la guerra en Ucrania todos los días?, o ¿cambió la percepción del conflicto con el surgimiento de nueva información sobre lo que realmente motivó la incursión de Rusia en Ucrania?

Desde mi perspectiva personal, el apoyo internacional a Ucrania ha disminuido por tres razones fundamentales, primero los gobiernos de países occidentales que han estado financiando la guerra, han afectado el bienestar de la población que habita en sus propios países, al desviar grandes cantidades de sus presupuestos para enviarlos a Ucrania, descuidando la atención a los problemas internos y su participación “indirecta” en este conflicto afectó sus economías con “efectos colaterales no previstos” (encarecimiento del gas y petróleo, aumento de precios en todos los productos, cierre de empresas que provocaron aumento del desempleo, etc.).

Estados Unidos y los gobiernos de los países miembros de la OTAN y la UE, enviaron miles de millones de dólares en efectivo y en equipo militar de vanguardia a Ucrania, se unieron para aplicar mas de 3,000 sanciones comerciales a Rusia con el objetivo de aislarlo comercialmente de la comunidad internacional, llegaron al extremo de cometer delitos como el embargo de bienes y cuentas en efectivo de ciudadanos rusos depositados en bancos extranjeros y volar el gaseoducto que proporcionaba petróleo a los países europeos. Pero el gobierno ruso actuó de tal forma que logró evadir los efectos negativos de estas acciones en su contra, volteando su mirada hacia países de Asia y Africa para fortalecer lazos comerciales y aumentó sus ganancias con el aumento del precio del petróleo, logrando salir fortalecido de estos ataques de varias naciones en su contra, mientras que los países miembros de la UE y la OTAN, que dependían del petróleo de Rusia, pagan un sobreprecio del petróleo que obtienen de Estados Unidos.

Segundo, Rusia ha demostrado ser una potencia militar superior a todos los países europeos, incluido Estados Unidos, al manejar una gran estrategia militar que le ha proporcionado éxito en los combates, sobre todo al utilizar por primera ocasión inteligencia artificial, uso de vehículos no tripulados y han creado armamento militar de quinta generación, que han sorprendido a los Gobiernos de todo el mundo.

Tercero, este es un punto de gran relevancia, recordemos que la primera baja en una guerra es la verdad y en torno al conflicto de Ucrania con Rusia, se ocultaron los verdaderos motivos de la incursión de Rusia en territorio ucraniano, que fue terminar con el exterminio masivo de poblaciones enteras conformadas por ciudadanos ucranianos rusófonos, por parte de tropas ucranianas dirigidas por neofascistas simpatizantes del nazismo que veían en cada persona que hablara ruso un enemigo que debería ser exterminado.

Los pueblos que forman parte de la Unión Europea, la Organización del tratado del Atlántico Norte y de Estados Unidos, se cansaron de que sus gobiernos financien con armamento militar y dinero en efectivo al Gobierno de Ucrania que se ha revelado como uno de los gobiernos más corruptos del mundo y están exigiendo a sus gobiernos la suspensión de este tipo de apoyo para destinar ese presupuesto en la atención a las necesidades que ellos están experimentando.

El uso de la mentira se ha revelado y la guerra en Ucrania se acerca a su fin con la derrota del ejército ucraniano por la suspensión del apoyo que recibía de dichos países, en una aventura bélica que costó la vida de miles de ciudadanos ucranianos y rusos, miles de millones de dinero invertidos en equipo bélico que se han convertidos en chatarra, pero que dejaron ganancias multimillonarias a las grandes corporaciones privadas dedicadas a la fabricación de armamento bélico.

Por todas estas razones y por cuestión de procedimiento científico, para comprender cualquier acción social debemos ubicarla en un contexto social e histórico y en el caso de la incursión “en territorio israelí” de las milicias de Hamas, debemos conocer la historia de las condiciones en las que Israel se asentó en terrenos del pueblo palestino con el apoyo de la ONU y con el paso del tiempo lograron expandirse y ganar más del 70% del territorio de Palestina, gracias a la realización de varias masacres del pueblo palestino y es por eso el crecimiento de Israel se construyó gracias al despojo de territorio palestino, de la muerte de miles de ciudadanos palestinos, acciones realizadas por el gobierno y pueblo de Israel.

El asesinato masivo de cientos de ciudadanos y soldados israelíes por parte de cientos de militantes del grupo extremista palestino Hamás el pasado 7 de octubre son acciones condenables porque implican el uso de la violencia extrema como forma de resolver conflictos y representan un regreso a la barbarie que en los tiempos actuales de desarrollo de armamento militar y potencial uso de bombas nucleares son inaceptables, porque ponen en riesgo al mundo entero.

Desde una perspectiva humanista, ningún asesinato puede ser justificado a nombre de ideología política o religiosa, porque acciones de este tipo representan expresiones de intolerancia extrema y son la antítesis de la naturaleza humana. En esa línea de pensamiento, los asesinatos de cientos de ciudadanos israelíes son más que motivo suficiente para despertar una indignación colectiva a nivel internacional.

Pero, esta postura sólo tendrá validez moral si va acompañada de la condena a la ocupación ilegal de Israel de territorio palestino, a las continuas masacres que ha realizado a lo largo de varias décadas y a la violación de los derechos humanos de miles de palestinos que están encerrados sin poder salir de Gaza sufriendo un bloqueo de energía eléctrica, agua, medicamentos, alimentos, etc. En caso contrario, corre el riesgo de mostrarse como una visión parcial que justifica las acciones de violencia que Israel está cometiendo en contra del pueblo palestino desde hace varias décadas.

Para comprender el conflicto entre Palestina e Israel, es necesario tener una visión integral, que contemple la historia de esto que se ha dado en llamar una “eterna confrontación”. La guerra en Israel no comenzó este 7 de octubre con la incursión de miembros del grupo Hamás en territorio israelí, en realidad el conflicto se originó en noviembre de 1947 cuando después de la segunda guerra mundial, Inglaterra decidiera retirarse de Palestina y la ONU emitió la resolución 181 en la que se propuso formalmente la partición del territorio palestino y la creación de dos Estados, uno árabe y otro judío, con la condición de que Jerusalén pasara a estar bajo control internacional.

Pero en respuesta a las protestas palestinas, Israel procedió en 1949 a ocupar casi la mitad de los territorios que la ONU designó para la población árabe y la ocupación israelí de territorio palestino continuó durante las siguientes décadas, hasta que entre 1967 y 1973 Israel tomó el control del resto del territorio palestino, incluida la ciudad de Jerusalén.

En 1993 Estados Unidos impuso un “plan de paz” entre ambas partes, un plan que incluía la legitimación de la división de la población palestina y excluían el derecho de millones de palestinos de regresar a los lugares de los que fueron expulsados desde 1948.

Como una alternativa para lograr la paz entre israelíes y palestinos en 2011 se propuso en la ONU regresar las fronteras palestinas a las ubicaciones que tenía en el período 1949-1967 y este planteamiento fue respaldado por Barak Obama, pero fue rechazado por Israel, al declarar a Jerusalén como la capital eterna e indivisible de su nación y procedió a acelerar la construcción de nuevos asentamientos judíos en territorios palestinos conquistados por la fuerza. Donald Trump agudizó el conflicto en 2017 al reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y ordenó la reubicación de la embajada estadunidense de Tel Aviv a Jerusalén.

Durante todos estos años el mundo entero ha presenciado con una gran indiferencia, el contraste entre los estilos de vida de israelíes y palestinos. Por un lado, Israel ha logrado el reconocimiento de varios países como un Estado y ha alcanzado un crecimiento económico, tecnológico, comercial y se ha convertido en una gran potencia militar que lo coloca como el cuarto ejército mejor preparado del mundo.

Mientras que por el lado de Palestina, prevalece la pobreza, el desempleo, la escasez de alimentos, de medicinas, de infraestructura porque no hay inversión económica y en consecuencia no hay desarrollo social porque no ha logrado obtener un reconocimiento como un Estado-Nación. La población actual se ha reducido a tan sólo 2.2 millones de habitantes que están siendo recluidos en un espacio de 365 kilómetros cuadrados, que irónicamente funciona como una “cárcel al aire libre” creada por el pueblo sobreviviente de los campos de concentración construidos por los nazis.

El pueblo descendiente de las víctimas del holocausto judío, actúan de manera similar al ejército nazi, creando un régimen militar basado en una ideología religiosa, se hacen llamar raza superior, hacen la guerra convocando un derecho divino, llamándose a sí mismos “el pueblo elegido por Dios”, invaden territorio y exterminan a sus pobladores originales y tratan a la población palestina como subhumanos, llamándoles “animales”, encerrándolos en un gran campo de concentración.

El 80% de los habitantes de Gaza viven en calidad de refugiados sin tener fuentes de ingresos y una gran mayoría de los habitantes de Gaza son niños o adolescentes, porque gran parte de la población adulta ha huido de la región, ha sido asesinada o se encuentra en las cárceles de Israel. Son personas que han estado viviendo 16 años de bloqueo impuesto por Israel y han vivido 5 guerras en este período, por lo que la mayoría de la población sufre de depresión, traumas psicológicos y provienen de familias desintegradas.

Durante décadas, el conflicto entre Israel y Palestina ha tenido presencia constante en los medios masivos de difusión, pero siempre los villanos son los palestinos porque Israel actúa de tal forma que cualquier cuestionamiento hacia su actuación, es retomada como discriminación religiosa, mientras actúa con la creencia de que es el “pueblo elegido de Dios” y retoma cualquier cuestionamiento a su proceder como “ataque antisemita”, ha crecido dejando detrás de su desarrollo como nación, un gran número de muertes de palestinos que han sido asesinados de manera sistemática por el ejército israelí, dentro de los cuales destaca un número considerable de niños y niñas, así como el encarcelamiento por varios años de adolescentes de ambos sexos por enfrentarse a las constantes incursiones de soldados israelíes en territorio palestino.

Las escenas de combates entre soldados israelíes montados en tanques, portando cascos, uniforme militar y armados con metralletas o fusiles, peleando contra ciudadanos palestinos que usan hondas para lanzar piedras o bombas molotov, han sido los contenidos más frecuentes que se presentaron durante décadas en diferentes medios masivos de difusión.

Sin embargo, la propaganda pro-Israel, la gran frecuencia con la que se presentaban esas escenas y la indiferencia social que caracteriza el comportamiento colectivo en nuestros tiempos, fueron factores que influyeron para que las escasas protestas que se presentaron en varias partes del mundo, no lograran despertar la indignación de la comunidad internacional que llegó a aceptar con una cruel indiferencia la masacre del pueblo palestino a manos del ejército israelí.

Pero si la ceguera moral contemporánea es cuestionable, la perversidad de los políticos que nos gobiernan es aún más condenable y un ejemplo claro de ello sin salirnos del tema, es el propio Primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu, quien semanas antes de la incursión de Hamas en el territorio conquistado por Israel, enfrentaba acusaciones de soborno, abuso de confianza y fraude, por lo que el ataque de Hamas le favoreció al alejarlo del centro de la atención, permitirle continuar en el poder para convocar a un gobierno de unidad invitando a quienes pedían su renuncia y le dio la oportunidad de mostrar un liderazgo firme basado en el ejercicio de la fuerza para “aniquilar al enemigo”.

Pero en medio de los cuestionamientos acerca del porqué el servicio de inteligencia israelí no pudo prevenir este sorpresivo ataque, se da a conocer la declaración del gobierno egipcio quien informó que diez días antes del ataque informó a Benjamín Netanyahu que se estaba gestando un sorpresivo golpe en contra de Israel, pero que el Primer Ministro recibió la información afirmando que el gobierno israelí tenía la situación bajo control y no tomó ninguna medida preventiva, provocando con ello que la incursión de Hamás provocara un alto número de muertes y se posibilitara el secuestro de decenas de ciudadanos israelíes para ser llevados a la franja de Gaza.

En ese contexto, el mayor beneficiado por el ataque a territorio israelí resulta ser Benjamín Netanyahu quien está en el poder desde 2005, porque ha desaparecido la amenaza de ser sometido a juicio, sujeto a procesado y llevado a prisión por los delitos mencionados y el cambio del escenario que convirtió al pueblo israelí en víctima, aparenta ser un cambio planeado que beneficia a Benjamín Netanyahu porque sigue siendo la autoridad máxima en Israel y explica el por qué la dureza de su discurso que promete una respuesta con violencia sin precedentes e incluye la amenaza de exterminar “la violencia que proviene de Gaza”, lanzando una gran cantidad de bombas que han provocado miles de muertes sin diferenciar entre militantes palestinos y ciudadanos palestinos o funcionarios de organismos internacionales como la ONU.

En esa línea de pensamiento, Netanyahu amenazó con agredir al pueblo palestino al grado de “regresarlos a la edad de piedra”, por lo pronto, implementó un bloqueo que impide el ingreso de alimentos, medicamentos, el corte de agua, energía eléctrica, etc., violando de manera impune los derechos humanos de más de 2 millones de personas y no contento con eso, ordenó bombardear territorio de Gaza, destruyendo edificios habitacionales, mezquitas, casas habitación, bajo el argumento de que Hamás “utiliza a la población civil como escudos humanos”.

Con esta determinación del gobernante israelí, se observa su intención de ignorar la resolución de la ONU que planteó la existencia de Dos Estados en lo que originalmente fue territorio palestino, procediendo a borrar del mapa a la población palestina a través del exterminio masivo y “bombardeo de alfombra” con bombardeos masivos.

Después de este viernes 13 de octubre, la violencia escaló a niveles imprevistos por la intensificación de los bombardeos en territorio de Gaza como parte de la estrategia que permitiera la incursión de miles de efectivos militares de Israel que tienen como objetivo capturar y eliminar a los militantes de Hamas. Como medida previa, lanzó miles de volantes en el territorio de Gaza solicitando a la población civil que abandone sus hogares y se dirija hacia el sur para que no sufran daños colaterales, en “la limpieza étnica” que realizará exterminando a la población palestina y conquistar mayor terreno para ampliar territorio israelí.

Esa misma instrucción-orden militar fue dirigida al personal que la ONU mantiene en el lugar, pidiendo que se movilice hacia el sur de Gaza junto con la mitad de la población de Gaza que es aproximadamente 1,100,000 personas. ¿Qué tiempos vivimos en los que el ejército de un país ignora la petición de la ONU de no ingresar a Gaza porque es realmente imposible movilizar a más de un millón de personas en tan sólo 24 horas y más allá de ignorar su pedido, le ordena retirarse a riesgo de que si no lo hace sufrirá las consecuencias del bombardeo?

En un comunicado, la ONU informa que 11 funcionarios de ese organismo internacional fallecieron víctimas del bombardeo del ejército israelí. Se trata de 5 profesores, un ginecólogo, un ingeniero, una orientadora y 3 miembros que formaban parte del equipo de la ONU, que realizaban labores de apoyo a los civiles que resultaban heridos o huían del ataque de las bombas israelíes.

Esto demuestra el fracaso de la ONU como intermediador en el conflicto de Israel y Palestina, porque su intervención se ha limitado a servir a los intereses de Estados Unidos en esa región del mundo, intereses que incluyen la protección del Estado de Israel.

La situación se complica y el conflicto amenaza con involucrar a otras naciones, porque Israel bombardeó las ciudades de Damasco y Alepo ubicadas en Siria, e hizo lo mismo con el sur de Líbano. Mientras que Arabia Saudita e Irán, se manifiestan en defensa de Palestina. Por otro lado Estados Unidos envió dos buques de guerra, seis portaaviones, aviones de combate, helicópteros, mas de 5,000 efectivos militares, y una gran cantidad de misiles a bordo.

Israel lejos de asumir una actitud moderada por la asimetría de poder militar, abre nuevos frentes de guerra y hace caso omiso de los llamados de la ONU y de la Unión Europea de levantar el bloqueo y de no incursionar en el territorio de Gaza, una actitud que sin duda alguna traerá un aumento de la violencia que es realmente preocupante porque en tan solo una semana, varios países se han involucrado en el conflicto.

En estas condiciones, no es disparatado afirmar que el conflicto entre Israel y Palestina ha evolucionado hasta llegar al punto de mostrar un mayor potencial de riesgo para arrastrar al mundo entero a una tercera guerra mundial, que el riesgo que en su momento presentó en el mismo sentido la guerra entre Ucrania y Rusia.

Sin duda alguna, dos factores han sido claves para haber llegado a este punto en el cual la inseguridad rebasa las fronteras de Israel y Palestina para globalizarse, el primero de ellos ha sido el apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel que le permite actuar con gran prepotencia masacrar al pueblo palestino, violar los derechos humanos y mantener secuestrada a una población de más de dos millones de palestinos en una franja de 360 kilómetros en condiciones de hacinamiento y violar sus derechos humanos en forma masiva al cortarles energía eléctrica, agua, suministro de alimentos y ayuda humanitaria

El segundo factor es la actitud de intolerancia e intransigencia mostrada por Benjamín Netanyahu, quien está enfocado en obtener venganza y poner los reflectores en la violencia extrema utilizada por el grupo Hamás cuando ingresó a territorio israelí.

Para dimensionar el conflicto en un contexto más amplio, debemos considerar que antes del ataque de Hamas a Israel, en el Congreso de Estados Unidos se pensaba que la cuestión de Palestina ya era un tema sepultado bajo tierra, pero después del 7 de octubre, el tema de Palestina se ha colocado en el centro de la atención mundial y como primera consecuencia política internacional, es el fracaso de las intensas negociaciones llevadas a cabo por la Casa Blanca para que Arabia Saudita aceptara negociar con Tel Aviv, porque este país árabe ante los acontecimientos en Israel, decidió suspender las negociaciones y prefirió acercarse más a China.

Otro efecto colateral del ascenso de nivel en la guerra entre Israel y Palestina, será sin duda alguna que Estados Unidos suspenda de manera definitiva su apoyo militar y económico a Ucrania, para centrar su atención en su fiel aliado Israel, lo cual beneficiará a Rusia, por lo que no se descarta que a corto plazo, Ucrania baje sus armas o Rusia de el golpe final para terminar la guerra en ese punto de Europa del Este.

A lo largo del conflicto entre Israel y Palestina se han presentado manifestaciones de apoyo al pueblo palestino en el ámbito internacional, mismas que habían sido ignoradas por las potencias mundiales y percibidas en forma distorsionada por la población en general, pero después de los acontecimientos ocurridos en esta semana, miles de manifestantes se han movilizado y han tomado las calles en 30 ciudades de Estados Unidos, en París, México y varios países más, exigiendo un alto al fuego y manifestando su apoyo al pueblo palestino.

Parece ser que estamos en un momento histórico en el cual podrá aplicarse la expresión de “tomar a una crisis como una oportunidad” y levantar la consigna a nivel internacional de que la ONU retome su papel de institución representativa de la comunidad internacional, deje de actuar como brazo político de Estados Unidos y convoque a una asamblea general extraordinaria, en la que los representantes de todos los países puedan expresarse con libertad acerca de los siguientes temas:

La necesidad de detener la espiral de violencia en esa parte del mundo, exigiendo un alto al fuego de todas las partes involucradas, se reconozca a Palestina como un Estado-Nación independiente, se exija la reparación de los daños cometidos por Israel, se regresen las fronteras entre ambas naciones en base al acuerdo de 1967, devolviendo los terrenos que fueron arrebatados al pueblo palestino.

Las intervenciones de líderes latinoamericanos como el Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador que hace un llamado a la ONU para que “realice su trabajo” y convoque a una asamblea general extraordinaria y la del Presidente Colombiano Gustavo Petro que resalta la importancia del bienestar de los niños, tanto israelíes como palestinos, son pertinentes porque muestran el camino a seguir y nos recuerdan que en última instancia todos somos seres humanos y que podemos darle una oportunidad a la paz mundial, en un momento histórico en el que la guerra en Ucrania está por terminar.

Pero mientras dirigentes y pueblos de todo el mundo claman por el alto al fuego y la necesidad de darle una oportunidad a la paz, antes de que el conflicto crezca al involucrarse otras naciones, El Presidente Joe Biden decide poner su ejército y armamento de gran poder al servicio del Estado de Israel, actuando como si Israel fuera una base militar más de Estados Unidos.

La velocidad con la que evolucionan los acontecimientos en esa parte del mundo, crea las condiciones para pensar que estamos frente al inicio de un conflicto que amenaza extenderse rápidamente e involucrar a un gran número de países que cuentan con armas de destrucción masiva que serán usados si persiste el discurso del odio, la sed de venganza y la miopía política sobre la posibilidad de que las consecuencias negativas de este largo conflicto, se extiendan a lo largo y ancho del mundo globalizado en el que estamos viviendo.

Esa es la principal razón que debe motivarnos para actuar de tal forma que podamos detener el ritmo de crecimiento de esta confrontación y ante la cerrazón de los dirigentes políticos que no gobiernan para sus pueblos, sino que gobiernan a favor de las grandes corporaciones que ven las guerras como jugosos negocios, la movilización de miles de personas en el mundo entero pidiendo un alto al fuego a ambas partes, representa un aliento de esperanza, sobre todo de aliento para el pueblo palestino que está bajo fuego y que cada día ve aumentar el número de fallecimientos por los ataques del ejército israelí. La esperanza de paz cobra mayor fuerza al ver que circula un llamado firmado por israelíes y palestinos que convocan a realizar una campaña internacional por la creación de un solo Estado en el que árabes y judíos puedan vivir en condiciones de paz e igualdad.

El mundo entero enfrenta graves peligros que amenazan la existencia humana como lo es el cambio climático por la entrada a la era de la ebullición, la humanidad no necesita guerras que provoquen mayor destrucción de nuestro planeta, más sufrimiento y un número incalculable de muertes colectivas.

La guerra debe ser sustituida por el uso de la política, el conflicto entre Israel y Palestina debe encontrar una solución política. La filósofa judía alemana Hanna Arendt planteó en su libro Los orígenes del totalitarismo que los gobiernos totalitarios acaban con la libertad y privan a la política de todo sentido. Los políticos de gobiernos totalitarios como Ucrania, Israel, Estados Unidos, Rusia, China y otros, privan a sus ciudadanos del derecho de actuar en forma política y reducen la democracia a la democracia electoral. Gobiernan en forma totalitaria tomando decisiones sin consultar a sus ciudadanos porque han eliminado los espacios públicos, que son lugares en los que la población podría manifestarse en forma colectiva.

Estos gobiernos totalitarios privan del poder a las personas, porque es en los espacios públicos en los que los ciudadanos adquieren poder cuando actúan juntos en forma colectiva y organizada. El aislamiento provoca la falta de participación política y el gobierno israelí encabezado por Benjamín Netanyahu está usando lo que Arendt llamó el “anillo de hierro del terror” creado por la incursión de Hamás en Israel para conformar un gobierno de unidad nacional que tiene como objetivo la aniquilación total del pueblo palestino.

En estos momentos, no sólo peligra la vida del pueblo palestino, también está en riesgo la libertad, la democracia y la soberanía de todos los pueblos, porque los políticos que gobiernan el mundo pueden tomar la decisión de involucrarnos en una guerra internacional que en el marco de la globalización, tiene amplias posibilidades de extenderse por el mundo entero de la misma forma que se extendió el covid-19.

La existencia de armas de destrucción masiva, armamento moderno con inteligencia artificial y armamento nuclear que pueden ser utilizados por políticos de gobiernos totalitarios en el marco de la globalización, pone en riesgo la vida de millones de personas y también la existencia de la humanidad entera.

En el contexto del momento histórico que estamos viviendo que se caracteriza por una estrecha interdependencia e interinfluencia entre todos los países del mundo, debemos evitar pensar que una guerra sólo afectará a una zona específica del mundo entero, porque una sola acción de destrucción masiva, provocará una respuesta con una destrucción masiva mayor y la espiral de violencia puede crecer hasta el infinito. Por esas razones debemos tener presente el compromiso histórico que nos otorga el vivir en estos tiempos complejos y que nos obliga a manifestarnos en contra de la guerra y a favor de la paz, porque nadie estaría a salvo si el conflicto entre Israel y Palestina sigue el ritmo de crecimiento que ha presentado en tan sólo una semana.

Involucrar más armas destructivas y un mayor número de efectivos militares en el conflicto entre Israel y Palestina no es la solución, es un error mortal que traerá consecuencias impredecibles y es por eso que debemos manifestarnos para exigir una solución política que admita la pluralidad y diversidad de los pueblos árabes e israelí para que puedan vivir en coexistencia pacífica.

Desde una perspectiva política, no es el hombre y la mujer quienes habitan la tierra, son los hombres y mujeres que forman parte de varios pueblos quienes conformamos la humanidad que habita el planeta tierra. En este caso, los pueblos de Israel y Palestina son seres sociales que forman parte de la humanidad y deben respetar las normas internacionales y los derechos humanos de cada una de las partes.

La pluralidad que es parte de la esencia de la política, no permite el predominio de ideologías o teologías predominantes, porque la política está enfocada en construir la democracia y la democracia es el gobierno de las mayorías que aceptan respetar la libertad de pensamiento y autonomía en las decisiones colectivas. El orden mundial unipolar está desapareciendo y ha llegado el momento de construir un nuevo orden mundial de carácter multipolar en el que participen de manera equitativa todas las naciones y no exista el derecho de veto que actualmente existe en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Pero por encima de todo, es el momento de actuar en forma organizada, colectiva y unida para evitar que el puñado de personas que gobiernan el mundo sigan decidiendo el destino de la humanidad y nos involucren en una guerra que nos conducirá por el camino de la autodestrucción. Los pueblos del mundo entero deben movilizarse en forma organizada, unida y colectiva para forzar a sus dirigentes políticos a votar a favor de la paz, a crear las condiciones para llegar a una negociación que permita una salida política al conflicto entre Israel y Palestina.

En el contexto actual de crisis global, el futuro de la humanidad depende en gran medida de la forma en que se maneje el conflicto en medio oriente, la guerra no debe ser decidida por un puñado de políticos que obtienen beneficios económicos de las grandes corporaciones que se dedican a la fabricación de armamento, la voz de los pueblos debe ser escuchada porque quienes pagan el costo de la guerra son los pueblos, no los políticos.

Todavía no se rebasa el punto de no retorno, aún es posible una solución al conflicto y ésta no es otra que una solución política, las alternativas son claras: privilegiar el diálogo entre las partes involucradas respetando derechos y soberanía por igual, o aceptar un futuro caracterizado por barbarie y destrucción.



Arendt, Hanna: Los orígenes del totalitarismo

Grupo Santillana, Madrid, 1973

Resumen en video del conflicto Israel - Hamas: noticias del 12 de octubre de 2023

https://www.youtube.com/watch?v=QlwnP4jxzTQ&ab_channel=CNNenEspa%C3%B1ol

¿Se desvanece la solución de dos Estados para israelíes y palestinos?

https://www.youtube.com/watch?v=BJM4K_pmdqw&t=176&ab_channel=FRANCE24Espa%C3%B1ol

https://serpaj.org.ar/la-primera-victima-de-la-guerra-es-la-verdad/

¿POR QUÉ PAGAN CIVILES?": Israel dio 24 horas a palestinos para evacuar Gaza 

https://www.youtube.com/watch?v=SGN5GAO_xe4&ab_channel=Chilevisi%C3%B3n

No se puede entender la existencia de Israel sin EEUU - Entrevista con Christian Nader

https://www.youtube.com/watch?v=_HNEZcwgZZQ&ab_channel=PrensaAlternativa-ElJota

Lo último! ONU pide a palestinos evacuar! Israel hace temible anuncio! Netanyahu decidido a evacuar Gaza.

https://www.youtube.com/watch?v=Yvc1KQ8GGOM&list=TLPQMTMxMDIwMjPm2JWwqwG-dA&index=2&ab_channel=PrensaAlternativa-ElJota

Bombardeos israelíes matan a 70 palestinos que huían hacia el sur de Gaza

https://www.telemundo48elpaso.com/noticias/mundo/bombardeos-israelies-dejan-muertos-palestinos-que-huian-hacia-sur-de-gaza/2270253/

https://www.laprensani.com/2023/10/12/internacionales/3219640-en-vivo-suben-a-1300-los-muertos-en-israel-y-a-1354-en-gaza


sábado, 7 de octubre de 2023

 

Envejecer satisfactoriamente en el marco de una crisis global

Oscar Yescas Domínguez

7 de octubre 2023


Introducción

El estudio científico de la vejez

Envejecer satisfactoriamente

La vejez avanzada o cuarta edad

Envejecimiento y política

Conclusiones

Introducción

Creo que una idea socialmente aceptable es pensar que toda persona esperaría cubrir todas las etapas del ciclo vital, es decir, hombres y mujeres aspiramos atravesar todas las etapas que forman parte del desarrollo psicosocial: infancia, adolescencia, adultez y vejez hasta llegar al final de nuestras vidas. Sin embargo, una gran mayoría de las personas ignora que somos seres en constante proceso de evolución transformadora, no piensa en la temporalidad de sus vidas y en consecuencia no siempre está consciente de su condición de seres mortales. Este desconocimiento está tan generalizado que varias personas incurren en excesos que desgastan sus cuerpos y llegan a exponer en riesgo sus vidas de forma imprudente e innecesaria.

La ignorancia colectiva que predomina en nuestros días, impide ver que miles de vidas se pierden de manera prematura por diferentes causas, sin haber logrado cumplir su anhelo de llegar a la vejez y cerrar el ciclo vital de sus vidas. Por mencionar sólo un ejemplo puede retomarse la información proporcionada por la Organización Mundial de la Salud, que brinda el dato de que la pandemia del covid-19 causó la muerte de casi 15 millones de personas en todo el mundo, e informó que el número de muertes atribuidas directa o indirectamente a la pandemia fueron subestimadas, porque los 194 países que son miembros, sólo reportaron de manera oficial 6,2 millones de decesos por covid.

Si a estas cifras de fallecimiento colectivo, sumamos las muertes violentas que suceden en el mundo entero cada año, más las ocurridas por suicidios, accidentes automovilísticos, drogadicción, delincuencia común, problemas de salud, etc., nos dan un panorama realmente desolador por la gran cantidad de personas que fallecen en forma prematura.

En este contexto, podría afirmarse que llegar a la vejez con vida se presenta como un privilegio porque no todas las personas que llegaron a nacer logran rebasar la edad de 60 años, por lo que quienes llegan a la edad de adultos mayores pueden ser considerados como verdaderos sobrevivientes porque son personas que pertenecen a generaciones que vivieron la guerra fría, el fin de la misma, la creación de un nuevo orden internacional unipolar encabezado por Estados Unidos, el surgimiento y expansión de la globalización, la invención de internet, de la telefonía celular, de redes sociales y en la etapa final de su existencia todavía siguen con vida presenciando el surgimiento de un nuevo orden internacional multipolar.

Son personas que tuvieron la capacidad para desarrollar los nuevos comportamientos que les exigieron estos cambios económicos, políticos y tecnológicos, para poder encajar en un nuevo mundo en el cual vieron la invención de las computadoras, el surgimiento de internet, la aparición de los teléfonos celulares, el desarrollo de las redes sociales y mostraron grandes habilidades de aprendizaje que les permitieron adaptarse a estos cambios radicales para poder continuar con sus vidas hasta lograr ingresar al exclusivo club de los adultos mayores del siglo XXI.

Pero de esta larga cauda de cambios sociales que iniciaron en los setentas y que seguimos experimentando en nuestros tiempos, ha surgido un cambio de gran relevancia social al que no se le ha prestado la suficiente atención y me refiero a los cambios que se están presentado en este segmento de la población mundial al que pertenecen las personas que se encuentran en el rango de edad de sesenta y ochenta años.

Los integrantes de este grupo etario, aparte de ser sobrevivientes que atravesaron por dos milenios, dos siglos y más de seis décadas de vida, son los protagonistas silenciosos de un cambio en el concepto de envejecimiento, porque son los responsables del aumento en la esperanza de vida, han aumentado su longevidad sin darse cuenta y se encuentran en un momento en el que no se perciben a sí mismos como “viejos”, porque tienen todavía fuerza y exhiben gran vitalidad, lejos de esperar pasivamente el momento de sus muertes, continúan manteniéndose activos y siguen realizando actividades que personas de su edad no realizaban hace tan sólo 40 años.

Si se toma el criterio de la Organización de las Naciones Unidas de que la vejez empieza a los 60 años, podemos observar que el envejecimiento de la población es uno de los principales cambios demográficos que caracterizan a la sociedad contemporánea a nivel global y este tipo de envejecimiento se define como el aumento progresivo de las personas mayores de 60 años, con respecto a la población total.

La prolongación de la vida de los adultos mayores es lo que ha provocado como consecuencia inmediata un aumento en la esperanza de vida, porque hoy en día es un hecho real que las personas tienden a vivir más tiempo de lo que vivían adultos mayores en tiempos pasados. Junto a este fenómeno del cambio de la mortalidad por causas naturales, se encuentra otro que también tiene relevancia y es el hecho de que estamos frente a una reducción de la natalidad, porque un número importante de jóvenes y adultos decide no tener hijos, o planear la natalidad de su descendencia para años más tarde.

A pesar de que en base a estos cambios se habla de “envejecimiento de la población”, la mayoría de los adultos mayores están rompiendo viejas creencias y estereotipos que se asociaban a la vejez porque siguen trabajando, tienen relativa buena salud, se mantienen activos, continúan siendo autónomos e independientes y mantienen una vida social activa. Aquellas ideas de que las personas que llegan a la vejez, siempre estaban enfermas, que son dependientes de otras personas, que no pueden valerse por sí mismos, que tienen deterioro cognitivo, que muestran incapacidad para aprender cosas nuevas, que sólo desean descansar y que son socialmente aisladas se derrumban con una simple mirada a nuestro entorno social, porque podemos encontrar a varios adultos mayores que viven sus vidas en forma productiva, autónoma y satisfactoria.

Estos estereotipos ya no corresponden a la cambiante realidad que estamos viviendo y seguir alimentándolos sólo podrían ocasionar un efecto negativo para aquellas personas que al ser tratadas de esta forma, puedan verse afectadas al aceptarlas como verdades y empezar a actuar en la forma que esperan aquellas personas que siguen alimentando tales falsas creencias.

Dentro de los efectos negativos del uso de estos estereotipos es el “edadismo”, que consiste en dar un trato discriminatorio hacia las personas mayores en ámbitos públicos o privados, y esta discriminación se ve con más claridad en las políticas de contratación de personal que utilizan algunas empresas, que reducen cada vez más en forma innecesaria el rango de edad como requisito para conseguir empleo, discriminando a personas mayores que tienen amplia experiencia laboral y conocimientos que fueron adquiridos durante muchos años.

Por todas estas razones, en los tiempos actuales estamos viendo a un nuevo grupo de adultos mayores que al presentar nuevos comportamientos se muestra radicalmente diferente a los adultos mayores de otras generaciones, porque “los viejos de hoy no se sienten viejos” porque continúan activos, realizando funciones productivas, demuestran un aceptable estado de salud, se ejercitan de forma regular y son capaces de valerse por sí mismos .

El surgimiento de este nuevo grupo de adultos mayores nos recuerda el surgimiento de la adolescencia como un nuevo objeto de estudio a mediados del siglo XX, porque en aquel entonces fue el momento en el cual se descubrió la existencia de una nueva etapa de desarrollo psicológico que se presentaba cuando los niños dejaban atrás su identidad infantil, empezaban a tener cuerpos de adultos sin llegar a serlo y atravesaban por una crisis de identidad, previa a la construcción de su identidad como jóvenes.

Años atrás la imagen de alguien de 60 años de edad que se representaba en el imaginario social era percibida como una “persona vieja” que mostraba en su rostro y cuerpo el paso de los años, con una evidente reducción de sus capacidades laborales, con un evidente detrimento de su salud física y que vivía en condiciones de aislamiento social. Esta imagen quedó en el pasado porque ya no coincide con el estilo de vida e imagen de este nuevo grupo de adultos mayores que viven en pleno siglo XXI, porque nos encontramos ante algo inédito que es la presencia de personas que envejecen en forma satisfactoria, viviendo una vida en forma activa, productiva y si esta etapa de envejecimiento es acompañada de una jubilación, la satisfacción es mucho mayor, porque están viviendo una vejez digna.

Adicionalmente a la sorpresa que provoca ver a adultos mayores que no se aceptan como “viejos”, encontramos el surgimiento de lo que se ha llamado “la cuarta edad”, que está conformado por adultos mayores de 80 años de edad que sorprenden porque, contrariamente a lo que se esperaría, se muestran como personas con buen estado de salud, activos socialmente, autosuficientes, por lo que rompen el estereotipo del adulto octagenario dependiente, afectado por enfermedades y están demostrando con su ejemplo que se puede vivir hasta el último minuto sin padecer graves enfermedades.

El estudio científico de la vejez

El envejecimiento de la población, la destrucción de los estereotipos en torno a la vejez, el aumento de la esperanza de vida, el surgimiento de nuevos comportamientos en el grupo de adultos mayores y la aparición de “la cuarta edad”, son motivos más que suficientes para que la vejez moderna sea analizada desde una perspectiva científica y deje de ser percibida con el uso de creencias y estereotipos que son rebasados y destruidos por la realidad. Tal tipo de estudios, debe tener como objetivo el diseño de políticas públicas que permitan que millones de personas puedan vivir su vejez en condiciones satisfactorias y no sufran discriminación social “sólo por ser viejos”.

El estudio de la vejez ha tenido un interés ancestral y al analizar la historia podemos ver que a diferencia de nuestros tiempos, en las culturas antiguas se brindaba una atención y trato especial a los más viejos porque la edad se asociaba con la sabiduría y experiencia acumulada durante varios años y las palabras de las personas de mayor edad llegaron a tener una gran autoridad sobre los más jóvenes, por lo que las personas mayores eran tratadas con un gran respeto y en algunas comunidades la máxima autoridad era el “consejo de ancianos”.

Pero las condiciones sociales han cambiado tanto que el día de hoy se hipervalora la juventud y se observa un trato de discriminación a quienes llegan a su vejez , lo que impide a millones de personas disfrutar de una vejez digna. La relevancia del estudio de esta etapa de la vida a la cual no todos alcanzan a llegar, se fundamenta en el hecho de que es una etapa importante del ciclo vital y es una etapa del desarrollo psicosocial en la que se presenta una ambivalencia al experimentar sensaciones de fragilidad, acompañadas de expresiones de resistencia y fortaleza, porque es el momento en el que se toma consciencia de la cercanía inminente de la muerte, por lo que de manera natural se presenta un deseo de seguir permaneciendo vivo y es la etapa de la vida humana cuando la percepción de la vida adquiere otro sentido, al valorar como lo más importante en esta vida la salud física y mental.

Es el momento en la vida de cada persona en el que las inquietudes que antes se experimentaban, las expectativas que se tenían sobre la vida y las metas que guiaron la etapa adulta, ya no tienen valor alguno y en la vejez la vidas de los adultos mayores requieren de un nuevo significado, de la construcción de una nueva identidad que sólo los adultos mayores pueden construir actuando con sabiduría.

Los primeros estudios sobre la vejez estuvieron enfocados en las expresiones patológicas de la misma, por lo que partieron de un modelo médico que aceptaba como un proceso natural el deterioro continuo de las funciones fisiológicas y psicológicas, pero fue a partir de la década de los 50 cuando empezó a construirse un enfoque científico más integral de la vejez y este nuevo enfoque partió desde la Psicología de tal forma que en forma paralela a la intervención médica de la vejez, surgieron intervenciones de psicólogos en grupos de adultos mayores, que fueron más allá de la atención a las patologías propias de la vejez y lograron descubrir que el envejecimiento no es necesariamente patológico y degenerativo.

Partiendo de una perspectiva psicológica, se puede comprender a la vejez como una parte del ciclo vital, es decir, como una etapa más del desarrollo psicosocial que comienza en el nacimiento, continúa en la infancia, sigue en la adolescencia, continúa en la juventud, pasa por la adultez y finalmente llega a la vejez.

Aún cuando la Psicología brinda grandes aportaciones que permiten explicar gran parte de la vejez, el estudio de esta etapa final de la vida de todo ser humano debe ser abordado desde un enfoque multidisciplinario, considerando que el ser humano es integral, de tal forma que se puedan retomar las aportaciones de varias disciplinas que comparten el estudio de la vejez y evitar incurrir en cualquier tipo de reduccionismo científico que esté restringido a la visión de una sola disciplina científica. Esta visión integral no impide que se tome como punto de partida y enfoque central de la vejez, la perspectiva de la Psicología social.

Todas las ciencias sociales surgieron en algún momento de la Historia como disciplinas de ayuda para analizar diversos problemas sociales que fueron presentándose a la humanidad y se requería del desarrollo de un conocimiento científico que ayudara a comprender lo que estaba sucediendo y las diferentes disciplinas sociales ayudaron a encontrar alternativas de solución a los problemas que afectaban a nuestras comunidades. Los tiempos actuales exigen la construcción de una Psicología de la vejez que nos permita comprender los nuevos comportamientos que muestran los adultos mayores y compartir esta información con la población en general, para evitar que se sigan utilizando falsas creencias y estereotipos que han sido rebasados por el peso de la realidad.

El día de hoy nos encontramos ante las evidencias de que la vejez no significa necesariamente el surgimiento de patologías físicas o psicológicas, se observa que en la medida que aumenta la población de adultos mayores, surgen cambios en las conductas de este grupo de edad que no coinciden con lo que antes se considera como “comportamientos de viejos”, los adultos mayores actuales viven más años de vida que las generaciones que les antecedieron y una muestra de ello es el surgimiento de un nuevo segmento demográfico al cual se le conoce como "la cuarta edad", conformado por adultos mayores de 80 a 100 años que siguen con sus vidas en forma productiva e independiente, de tal forma que ante este ejemplo aquellos adultos mayores que son menores de 70 años, llegan a experimentar un sentimiento de rejuvenecimiento y despejan de sus mentes los temores de una muerte cercana inminente para empezar a alimentar la esperanza de que pueden vivir más allá de los ochenta años, haciendo lo que más les gusta, viviendo en forma productiva, envejeciendo satisfactoriamente.

Por estos comportamientos que presentan los integrantes los grupos etarios comprendidos entre los 60 y 80 años, que actúan de forma distinta a los comportamientos de grupos de la misma edad en generaciones anteriores y los comportamientos que muestran los mayores de 80 años que los ubican como un nuevo grupo etario al cual se le llama “la cuarta edad”, el estudio psicosocial de la vejez puede utilizar una perspectiva optimista, porque es factible encontrar formas satisfactorias de envejecimiento de los adultos mayores, de tal forma que tengan una vejez digna, satisfactoria, activa y productiva, al mismo tiempo que se renueve la atención a los integrantes del grupo de vejez avanzada o cuarta edad.

Envejecer satisfactoriamente

Aún cuando existe un sentimiento de insatisfacción generalizada en la sociedad contemporánea, por los efectos discriminatorios de una creciente desigualdad social, es posible aceptar la idea de que un amplio segmento de la población de adultos mayores se encuentra envejeciendo en forma satisfactoria. El envejecimiento satisfactorio puede ser concebido como un tipo de envejecimiento en el que a pesar del riesgo de padecer enfermedades propias de la edad, no se padece una enfermedad grave, ni dependencia alguna de parte del adulto mayor.

El funcionamiento físico y facultades psicológicas de quien envejece en forma satisfactoria, son tan elevadas que le permiten continuar con actividad social, mantener una tendencia estable en su salud e inclusive se puede llegar a admitir la posibilidad de lograr un mejoramiento de la misma.

El envejecimiento satisfactorio se caracteriza porque las personas mayores de 60 años presentan una baja probabilidad de padecer enfermedades graves o ausencia de discapacidad de tal forma que presentan una elevada autonomía para realizar actividades físicas, muestran conductas de autocuidado, mantienen su capacidad cognitiva de manera aceptable y conservan una facilidad para establecer vínculos sociales.

Quienes envejecen en forma satisfactoria muestran una buena salud física, mantienen bajo control las enfermedades que padecen, tienen estabilidad emocional, experimentan satisfacción consigo mismos, con la vida que han llevado y tienen un gran sentido del control personal. Mantienen relaciones interpersonales satisfactorias y son capaces de establecer vínculos de apoyo instrumental para dar y recibir ayuda de las personas que los rodean.

Son capaces de mantenerse a sí mismos, de contribuir al mantenimiento de sus familias y al desarrollo de la comunidad a la que pertenecen al participar en forma activa como ciudadanos que pertenecen a una comunidad. Sus vidas cotidianas incluyen experiencias que les proporcionan satisfacción, relajación, ausencia de problemas y sensaciones positivas que en algunos casos se traduce en sensaciones subjetivas de felicidad. Estos contenidos en sus vidas les permiten seguirse sintiendo vivos y mostrarse en forma auténtica para seguir creciendo como personas, presentando capacidad para adquirir nuevos aprendizajes, plantearse nuevas metas y darle un nuevo sentido a sus vidas.

Es necesario destacar que las personas adultas mayores que envejecen en forma satisfactoria han mostrado una gran capacidad para superar los obstáculos que se les han presentado en sus vidas al desarrollar nuevas habilidades y presentar nuevos comportamientos que les permiten adaptarse a los cambios sociales de la vida moderna y a los cambios individuales propios de su edad.

La presencia de personas que envejecen en forma satisfactoria, permite aceptar la idea de que en la etapa de la vejez continúa el aprendizaje individual y quienes se encuentran viviendo en estas condiciones son el mejor argumento para reconocer el potencial humano que aún tienen los adultos mayores y por lo tanto, representan la razón principal que fundamenta la necesidad de invalidar los estereotipos que todavía persisten y que tienden a incapacitar laboral y socialmente a quienes llegan a la etapa de su vejez, porque están demostrando que siguen teniendo capacidad para aprovechar oportunidades laborales, de integración social, de esparcimiento, de diversión y por todas estas razones, estas personas merecen más que oportunidades, muestras de respeto.

A diferencia de la crisis de identidad que caracteriza a quienes atraviesan por la etapa de la adolescencia, lo que vemos hoy en día en los adultos mayores, no es una crisis identitaria porque son personas que ya lograron su independencia económica y mantienen una autonomía social. Son individuos que con su comportamiento cotidiano están dejando atrás un verdadero funeral de identidades para empezar a construir una nueva identidad que los defina y enfrentan una constante lucha para que no se les encasille como “personas viejas”, porque se encuentran en un momento de sus vidas en los que, después de haber laborado toda su vida están en condiciones de realizar las actividades que más les gustan y se encuentran disfrutando de sus vidas, mucho más que aquellos adultos que todavía siguen laborando, porque ahora son dueños de su tiempo y lo utilizan realizando las actividades que les producen mayor satisfacción.

Son adultos mayores que disfrutan haber llegado a la vejez y disfrutan de su envejecimiento en forma satisfactoria, lejos de la rutina laboral que mantuvieron durante décadas, libres de la crianza de sus hijos, viven en sus “nidos vacíos” con la satisfacción del deber cumplido como padres y como trabajadores, no experimentan temor alguno al ocio o a la soledad porque se han reencontrado a sí mismos y sobre todo, han encontrado el amor principal en la vida adulta que es el amor propio, el amor a uno mismo, por lo que la soledad no les asusta. Están reconstruyendo una nueva identidad en la que las palabras “viejo” o “anciano”, han perdido el significado peyorativo para adquirir un nuevo significado de índole más positiva.

Estas personas que conforman un nuevo segmento de la población son una prueba viviente de que algo está pasando con nuestra población: el aumento de la longevidad y el aumento de la esperanza de vida, el retraso del momento del final de las vidas de millones de hombres y mujeres a los que algunos políticos neoliberales y ciertos sectores sociales ya los “daban por muertos”.

Los adultos mayores ubicados entre los 60 y 80 años de edad, están plenamente conscientes de que cuando ellos eran jóvenes, las personas de su edad eran considerados viejos, inútiles, dependientes y cerca de la hora de su muerte. Pero ellos no se sienten así, porque se sienten vivos, realizan actividades físicas de manera normal, caminan, hacen ejercicio, algunos van al gimnasio, otros realizan actividades que no pudieron realizar mientras laboraban.

Es importante recalcar el hecho de que el haber llevado una vida en forma saludable durante su juventud y adultez, les permite ahora disfrutar de una vejez satisfactoria sin importar que tengan 60, 70 u 80 años de edad. Partiendo de la premisa de que se envejece de acuerdo a la vida que se haya tenido previamente, se puede comprender que para llegar a formar parte de este grupo de hombres y mujeres ubicados entre los 60 y 80 años de edad que disfrutan de un envejecimiento satisfactorio, dependerá en gran parte de la calidad de vida que cada persona haya tenido en su juventud y adultez.

Pero aún a pesar de haber tenido una vida previa con excesos o descuidos en años anteriores, la naturaleza humana es tan generosa que nunca es tarde para empezar a cuidar de la salud y aquellos que llegan a la edad de adultos mayores, empiezan a valorar más su salud física, proceden a cambiar sus rutinas alimenticias, empiezan a hacer ejercicio, porque han tomado consciencia de que actuando de esa forma, aumentan las posibilidades de vivir más tiempo.

Les favorece mucho que, a diferencia de adultos mayores de hace décadas, los “viejos modernos” tienen acceso a la información que les permite comprender que si logran institucionalizar el ejercicio físico como hábito cotidiano, combinado con dieta balanceada y cuentan con supervisión médica periódica, aumentarán las posibilidades de vivir más años y podrán envejecer en forma satisfactoria. Ese es el secreto que explica la longevidad de los adultos mayores de nuestros tiempos, es la simple decisión de dejar hábitos destructivos para empezar a cuidar su alimentación y ejercitar diariamente para poder seguir disfrutando de la vida

El ejemplo de estos “viejos modernos” que envejecen en forma satisfactoria, nos enseña a todos los adultos mayores que podemos seguir el mismo camino para disfrutar de nuestras vidas sin la angustia de que cada día podría ser el último, porque pensar de esa manera puede llegar a provocar el efecto contrario al estresarnos innecesariamente. Si queremos una vejez satisfactoria, debemos ponernos las pilas y ejercitar nuestros cuerpos, nunca es demasiado tarde y nuestra salud nos lo agradecerá. Bailar es un excelente ejercicio, así que simplemente vivamos el carpe diem y bailemos al ritmo de la música que la vida nos pone, mostrando nuestros mejores pasos, manteniendo siempre el control sobre la vida que llevamos.

La vejez avanzada o cuarta edad

La OMS clasifica la edad adulta como adulto joven de 18 a 44 años de edad; adulto medio de 45 a 59 años; adulto mayor (o anciano joven) de 60 a 74 años; anciano de 75 a 90 años y anciano longevo de 90 años en adelante. Una gran mayoría de nuestra sociedad se encuentra ubicada en estos rangos de edad y es por eso que se habla de “envejecimiento de nuestra sociedad”

Sin embargo, debido al aumento de la expectativa de vida, estamos presenciando el surgimiento de una nueva franja demográfica que tiende a ubicarse a partir de los 80 años de edad y como de manera tradicional se conoce a los mayores de 60 años como miembros de “la tercera edad”, a los mayores de 80 años se les llama el grupo de “la cuarta edad” a cuyos integrantes se tiende a asociar como personas que presentan una gran fragilidad, pérdida de fuerza y presentan un mayor nivel de dependencia.

El concepto de “cuarta edad” surgió por el aumento de la longevidad que se presentó a nivel mundial y este incremento despertó el interés de la comunidad científica para analizar las causas y efectos de la misma en los integrantes de este nuevo grupo etario. En la década de 1970, investigadores ingleses y franceses lograron establecer una diferencia entre viejos-jóvenes y viejos-viejos y después de largas investigaciones con población muy envejecida, lograron establecer una distinción entre ancianos de la tercera edad y ancianos de la cuarta edad.

Según sus descubrimientos, el grupo de la tercera edad está conformado por individuos que actúan en forma independiente y autónoma, lo que les permite actuar de manera funcional socialmente, mientras que los integrantes del grupo de la cuarta edad presentaron índices de gran morbilidad y mortalidad.

Pero estudios posteriores lograron descubrir que no todas las personas mayores de 80 años viven en forma dependiente y tampoco se puede generalizar que muestran gran fragilidad, deterioro físico y mental. Por lo que entonces surgieron dos enfoques sobre el grupo de la cuarta edad. El primero, que vincula a los mayores de 80 años con altos niveles de patología y una inevitable mortalidad y un segundo enfoque que acepta la presencia de fragilidad, pero también reconoce la existencia de personas mayores de 80 años que viven sus vidas con altos niveles de autonomía y muestran una gran capacidad para funcionar socialmente.

Investigaciones posteriores, confirmaron que sí existe una disminución de actividad social después de los 80 años, pero describieron la existencia de numerosos casos de personas que no muestran fragilidad alguna y en cambio exhiben una gran capacidad para funcionar en forma autónoma, sin presentar problema alguno. Este tipo de investigaciones son las que permiten exhibir la impertinencia de creencias que asocian a las personas de la cuarta edad con vidas en sufrimiento continuo, en proceso rápido de deterioro físico y mental, que sólo tienen frente a sí un presente de dependencia que los acompañará hasta el momento de sus muertes, porque la realidad es que en el grupo de la cuarta edad existe una gran diversidad en sus formas de vida y está confirmado que no todos presentan altos niveles de deterioro físico y mental, porque muchos ancianos llegan al final de sus vidas sin haber experimentado situaciones de fragilidad o dependencia alguna antes de morir.

Envejecimiento y política

Envejecer dentro del capitalismo no es una tarea fácil, sobre todo si se parte del reconocimiento de que todo en esta vida está regido por la política y en el momento histórico que estamos viviendo, envejecer satisfactoriamente se presenta como un problema político, porque desde una perspectiva neoliberal, la prolongación de las vidas de los adultos mayores, tiende a ser visto como una “carga presupuestal” no contemplada, que “desvía recursos públicos en forma innecesaria”, porque los adultos mayores (tercera y cuarta edad) padecen enfermedades propias de la edad, necesitan de consultas médicas con mayor frecuencia de la que tenían en la madurez de sus vidas y tienen necesidad de un mayor consumo de medicamentos y el aumento en la esperanza de vida implica una mayor inversión del presupuesto gubernamental.

En un mundo globalizado, debemos reconocer que somos sujetos globales y aceptar que nuestros problemas personales tienen un origen global, los impedimentos para lograr un envejecimiento satisfactorio provienen de las cúpulas más altas del poder financiero. Desde el 2012, representantes del Fondo Monetario Internacional solicitaron a los gobiernos de los países que bajaran el gasto en asistencia social, disminuyeran el número y monto de pensiones, porque “el hecho de que las personas vivan más de lo esperado, tendrá grandes repercusiones financieras que afectarán la economía internacional” y solicitaron que se ajustara la edad de jubilación a los cambios presentados en la esperanza de vida de la población.

Desde ese año en adelante se reformaron las constituciones de varios países eliminando derechos laborales, mutilando contratos colectivos de trabajo para eliminar prestaciones sociales, se aumentó la edad para lograr la jubilación de hombres y mujeres, se observa una tendencia a restringir el presupuesto de salud pública y limitar el número de jubilaciones que han sido solicitadas.

En la economía capitalista el mercado se ha colocado como el ser supremo para el ser humano, los políticos gobiernan para favorecer los intereses del poder económico y las políticas que impulsan están dirigidas a “favorecer la economía”, lo que significa garantizar las condiciones para que el poder corporativo continúe maximizando sus grandes beneficios acaparando la mayor parte de la riqueza social que se produce y condenando a un destino de incertidumbre económica a una amplia mayoría de la población al provocar un crecimiento de la desigualdad social.

La pandemia del covid-19 dejó una cantidad estratosférica de muertes provocada por dos razones, por un lado, la irresponsabilidad ciudadana de no seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias que solicitaron quedarse en casa, usar cubrebocas, guardar distancia y evitar asistir a reuniones en las fechas de mayor contagio del covid.

Pero la principal razón del aumento del contagio del covid fue que los gobiernos de todo el mundo priorizaron la economía y decidieron mantener abiertas las puertas de comercios, fábricas, centros comerciales, universidades, etc., priorizando el desarrollo de la economía por encima de la defensa de las vidas de quienes estaban gobernando.

Las constantes agresiones a los derechos a la salud de trabajadores activos, familiares de los mismos, pensionados y jubilados se traducen en graves deficiencias en el sistema de salud pública que presenta una falta de atención de médicos especialistas para atender una demanda creciente de sus servicios, un prolongado desabasto de medicamentos que pone en riesgo la vida de derechohabientes del sistema de salud pública, principalmente la de adultos mayores, una espera de varios meses para recibir estudios de imagenología, carencia de insumos necesarios en los hospitales, principalmente en quirófanos y área de urgencias, etc.

A estas agresiones a los derechos a la salud, se suman las agresiones al derecho a la jubilación, porque existe un prolongado período de espera para recibir el derecho de jubilarse, se han recortado las cifras del número de jubilaciones autorizadas y se han aumentado los requisitos para la jubilación con aumento de 5 años más para poder jubilarse.

El cúmulo de agresiones a los derechos de los trabajadores, pensionados y jubilados han logrado avanzar porque no han encontrado resistencia debido a la crisis que afecta a las organizaciones sindicales que actúan en forma pasiva o indiferente sin cumplir con la misión para la cual fueron creados, convocando a una lucha en defensa de los intereses de los trabajadores. Los mismos trabajadores activos viven un eterno carpe diem, sin reaccionar a las agresiones que ponen en riesgo su derecho a la jubilación, mostrando un conformismo generalizado y una gran indiferencia a lo que pasa a su alrededor.

Este vacío de liderazgo social ha estado siendo llenado por grupos sociales emergentes conformados por pensionados y jubilados que han reaccionado enfrentando estas agresiones que ponen en riesgo sus vidas, actuando en forma organizada, colectiva y unida para defender los derechos a la salud y a la jubilación.

Los adultos mayores que ven afectado su derecho a envejecer satisfactoriamente y con dignidad, surgen en el horizonte social como un nuevo paradigma de luchadores sociales que están participando como sujetos activos, abandonando su retiro laboral, rompiendo los estereotipos que encasillan a los adultos mayores en figuras de personas pasivas, sin fortaleza y en espera del momento de su partida, para actuar como sujetos políticos iniciando una lucha de resistencia para exigir respeto a su derecho a la salud y a la jubilación digna.

Conclusiones

Vivimos en un contexto de crisis social globalizada que tiene un origen estructural, la forma como está organizado el sistema social y económico en que vivimos impide que millones de personas puedan cumplir con el ciclo vital de sus vidas, porque mueren de forma anticipada por la enorme desigualdad social que existe en nuestros días. Debido a la existencia de una enorme brecha social que separa a unos cuantos ricos de millones de personas que viven en condiciones de pobreza, el llegar a la vejez se ha convertido en un verdadero privilegio que goza sólo una parte de la población, porque caen víctimas de la guerra social que tiene lugar dentro del capitalismo y que provoca un genocidio social, porque miles de personas pierden sus vidas de forma anticipada al no contar con servicios médicos oportunos o por carecer de dinero para comprar alimentos.

En la economía de libre mercado la vida del ser humano y sus derechos universales no tienen valor moral alguno, la vida de las personas se cuantifica usando valores económico utilizando conceptos tales como “capital humano” (nivel de estudios, experiencia laboral, grado o tipo de conocimientos, habilidades, etc.), “capital social” (presencia social o grado de influencia sobre otras personas dentro de la comunidad o en redes sociales), “capital erótico” (una amalgama de atractivo físico y social que provoca que determinadas personas, tanto hombres como mujeres, sean atractivos para todos los miembros de la sociedad, especialmente para los del sexo opuesto).

En la economía de libre mercado, la condición humana ha perdido valor al imponerse la condición social que refleja la presencia o ausencia de las características mencionadas anteriormente, que reducen lo humano a lo económico y al ser humano como consumidor. En la sociedad de consumo las ciudades modernas se han convertido en algo parecido a una jungla en la que la lucha por sobrevivir se da diariamente porque estamos sujetos a un determinismo económico. El Mercado se ha impuesto como el ser supremo para el ser humano y al privatizar una serie de servicios públicos elimina la igualdad social provocando la exclusión social y marginación económica de una amplia masa de seres humanos.

Si llegar a viejos es un privilegio que no todos disfrutan, obtener una jubilación después de laborar más de tres décadas, es un derecho que puede disfrutar un porcentaje cada vez más reducido de la población porque las políticas neoliberales buscan eliminar el derecho a la jubilación o proceder a su privatización, por lo que en el contexto actual se limitan las posibilidades de tener una vejez digna y satisfactoria para millones de personas.

Envejecer satisfactoriamente implica tener independencia económica y en el contexto del neoliberalismo actual, millones de trabajadores están endeudados, la mayor parte de sus ingresos son destinados al pago de sus deudas y una gran mayoría de trabajadores activos no tienen derecho a la jubilación, se ven en la necesidad de seguir laborando hasta el final de sus vidas, sin lograr disfrutar de una vejez vivida en condiciones de dignidad, por lo que millones de adultos mayores viven los últimos años de su existencia en condiciones de precariedad porque no tienen dinero suficiente y ya no son sujetos de crédito porque llegar a viejo es motivo suficiente para ser objeto de discriminación económica.

En el marco de una crisis económica globalizada, en un gran número de países desarrollados, aumenta cada vez más el número de personas que pierden sus empleos por los despidos masivos que realizan las grandes corporaciones bajo el argumento de “perdidas económicas”, cuando que en realidad no son tales, sino que son disminución de ganancias económicas. Los trabajadores despedidos pierden sus casas y automóviles por la incapacidad para seguir pagando sus créditos hipotecarios y son obligados a vivir en la calle como personas “sin hogar”. Aumenta el número de personas que mueren de hambre porque la economía de libre mercado “deja morir” a quien no tiene dinero para comprar alimentos o medicamentos, en lo que puede calificarse como una verdadera “guerra social”.

Los políticos y funcionarios públicos que ven a jubilados y pensionados como una “carga presupuestal”, olvidan de manera conveniente que ellos han cumplido con su responsabilidad social, al trabajar toda una vida y cumplieron de manera oportuna el pago oportuno de sus cuotas de servicios médicos y de aportación al fondo de jubilaciones, para garantizar el poder vivir su vejez contando con una jubilación digna. La vida del ser humano no termina con la carrera laboral, la sociedad entera debe tener plena consciencia que el tiempo de la vida no se limita a la vida productiva, el tiempo de la vida también incluye el vivir una vejez en condiciones de dignidad, la libertad de ejercer el derecho de tener tiempo libre y la libertad para decidir que desea hacer el adulto mayor con su tiempo libre: que puede ser el no hacer nada, leer, escribir, pintar, cantar, leer, estar con los seres queridos, etc. Envejecer satisfactoriamente significa disfrutar el derecho de ser realmente humanos y todas las personas tienen el derecho a vivir sus vidas de la manera que mejor les plazca, después de haber laborado toda la vida.

De entre todas las naciones del mundo, México es el país que tiene la excepcional situación de contar con un programa de bienestar social financiado con fondos gubernamentales que garantiza una pensión universal a todas las personas mayores de 65 años con una cantidad que se incrementará en el 2024 a $6,000 pesos bimensuales, por el “simple hecho” de ser viejo, no importa si el adulto mayor ya recibe una pensión por jubilación, también tiene derecho a recibir esta pensión universal, por lo que miles de personas reciben una doble pensión que les permite aumentar sus niveles de bienestar en la etapa final de sus vidas.

Pero aún cuando esta cantidad es una ayuda significativa, no representa la solución a los problemas que genera el neoliberalismo, porque continúa el genocidio económico neoliberal que produce una gran insatisfacción social y un sufrimiento colectivo, por lo que el recibir esta pensión (sea doble o no), no nos excluye de la responsabilidad moral de luchar en contra del genocidio social que provoca la muerte prematura de miles de personas y de la obligación moral de participar en la defensa del derecho a la salud pública y en defensa de la jubilación, derechos que deben ser defendidos aún por aquellos que ya los están disfrutando.

No podemos envejecer satisfactoriamente en el marco de una sociedad en crisis que provoca un sufrimiento colectivo, porque ignorar las injusticias que suceden a nuestro alrededor significaría actuar de forma patológica mostrando una gran insensibilidad social, una indiferencia al sufrimiento ajeno y un alto grado de egoísmo personal, características que son la expresión de la sociopatología de la sociedad contemporánea.

Envejecer en forma satisfactoria no se limita a cuidar nuestra salud y aceptar como algo extraordinario el hecho de que cada día despertamos con vida, que podemos mirar con nuestros ojos, que tenemos movilidad en nuestros cuerpos. La máxima satisfacción proviene del hecho de tomar consciencia de que somos seres sociales que somos lo que somos gracias a los demás y que somos figuras significativas para nuestros seres queridos. El aceptar nuestra condición de seres sociales, implica reconocer que pertenecemos a diferentes grupos, a una comunidad, a una nación y en el terreno de lo social, se obtiene felicidad al superar el individualismo para ayudar al necesitado, al desarrollar un sentimiento de solidaridad y generosidad social, al lograr ser empático y percibir el sufrimiento de los otros y ayudarlos en la medida de nuestras posibilidades.

El sentimiento de pertenencia a la sociedad contemporánea, nos conduce de manera inevitable a percibir el alto grado de sufrimiento colectivo que sufre buena parte de los integrantes de nuestra sociedad, por lo que envejecer satisfactoriamente implica actuar como un “viejo sabio” y alguien con sabiduría logra identificar y rechazar la “adiaforización” de la que nos habla Zygmunt Bauman, es decir, esa sensación de indiferencia al sufrimiento colectivo que padece una inmensa mayoría de personas en nuestra sociedad. No podemos envejecer satisfactoriamente manteniendo una actitud neutral e indiferente ante los grandes problemas sociales, porque esos problemas sociales afectan a nuestros seres queridos, a nuestras amistades, compañeros de trabajo, vecinos, etc. Si no somos capaces de distinguir entre lo bueno y lo malo, entre lo justo y lo injusto, estamos presentando una ausencia total de ética en nuestro comportamiento social, que nos lleva a percibir como moralmente neutros o irrelevantes los crímenes sociales en los que se basa la paz social.

Desde una perspectiva psicosocial, no puede haber felicidad individual o existir un envejecimiento satisfactorio dentro un contexto social en crisis social en el cual existen injusticias, violaciones a derechos sociales que provocan un sufrimiento colectivo, porque vivir en estas condiciones, lo natural, lo esperado es que todas las personas muestren su lado humano, solidarizándose con las víctimas de violaciones a los derechos humanos, participando hombro con hombro (en la medida de las posibilidades de cada quien) en procesos de cambio social, que permitan la la transformación de la sociedad actual para construir un mundo nuevo y mucho mejor al que estamos viviendo.

Para envejecer satisfactoriamente necesitamos participar activamente en nuestras comunidades a las que pertenecemos, aportando la sabiduría, conocimientos y habilidades que hemos acumulado a lo largo de nuestra existencia, para actuar como agentes de cambio social influyendo sobre quienes nos rodean, para sensibilizarlos acerca de la necesidad de reconstruir el tejido social y crear un sentimiento de pertenencia a la comunidad, actuando como educadores que clarifican a los demás que los seres humanos somos seres sociales, que tenemos una identidad social, mantenemos una interdependencia y una interinfluencia con las demás personas.

Envejecer satisfactoriamente no se reduce a garantizar las condiciones de tener un ingreso económico a nivel individual que sea suficiente para cubrir las necesidades básicas, la fuente real de satisfacción en la vejez debe ser el orgullo personal por el tipo de vida que hemos llevado, la tranquilidad mental de tener integridad, sensibilidad social ante el sufrimiento ajeno y satisfacción individual por la aportación social que estamos dejando con nuestro legado para construir un mundo mejor al que nos tocó vivir. Esta satisfacción personal proviene de que a pesar de que ya disfrutamos de derechos y privilegios, participamos en la lucha por derechos que ya estamos disfrutando, pero que una gran mayoría carece de los mismos.

¿Por qué luchar al final de nuestras vidas, si lo que queremos es descansar después de toda una vida de trabajo? A través de nuestras vidas y en las luchas sociales que hemos participado, hemos aprendido que somos parte de un ecosistema que está siendo afectado por la maquinaria capitalista que explota a los trabajadores, vivimos en un sistema económico que explota de manera irracional los recursos naturales, destruye la naturaleza, contamina el agua, el suelo, el aire y nos está conduciendo por un camino que nos lleva a la destrucción del planeta y a nuestra propia autodestrucción.

Una prueba de ellos es el cambio climático, que dio un cambio drástico al dejar atrás la era del calentamiento global y entrar a la era de la ebullición. No podemos vivir tranquilos en la etapa final de nuestras vidas sabiendo que nuestros hijos, nietos y la humanidad entera enfrentan un momento histórico en el que el mundo se va a acabar si la humanidad no hace algo para defender al planeta, combatir el cambio climático y defender a la naturaleza porque actuando de esa forma es defender a la vida misma.

Envejecer satisfactoriamente es aceptar nuestra condición de seres mortales que estamos por cerrar el ciclo de nuestras vidas escribiendo el capítulo final de la historia de nuestras vidas en la que somos los protagonistas principales. La mejor manera de escribir el capitulo final y cerrar el ciclo vital de nuestras vidas, es actuar como agentes de cambio social, para enseñar con el ejemplo que los derechos se defienden de la misma forma como fueron conquistados: luchando y que podemos construir un mundo nuevo, mucho mejor que el actual en que vivimos si nos decidimos todos (hombres y mujeres, jóvenes y viejos, trabajadores activos, pensionados y jubilados) a actuar en forma unida, organizada y colectiva para construir nuevas organizaciones que realmente nos representen para luchar por la defensa y la recuperación de derechos como la salud y la jubilación.

Aceptar construir una nueva identidad social como agentes de cambio social, proporciona a los adultos mayores un nuevo sentido a su existencia, les proporciona una satisfacción personal y una tranquilidad social que les permite disfrutar en paz la caricia del viento y la sensación de satisfacción por continuar siendo de utilidad social, compartiendo nuestras opiniones en forma pública, de tal forma que demostremos con nuestro ejemplo que adquirir nuevos aprendizajes son posibles dentro de la vejez y que ser viejo no es sinónimo de incapacidad para funcionar socialmente, porque se sigue creciendo como personas superando desafíos y siguiendo metas que dan un nuevo sentido a nuestra existencia.

Envejecer satisfactoriamente es continuar con un constante proceso de transformación que inició en el nacimiento y llegar al punto final en el que nos convertimos en la persona que debimos haber sido desde un principio, porque valoramos lo que realmente es importante y encontramos el sentido a nuestra existencia antes de que llegue el momento de pasear en la canoa conducida por Caronte.

Covid: el número real de muertes por la pandemia en todo el mundo es de casi 15 millones (y qué países de América Latina tienen mayor exceso de mortalidad)

https://www.bbc.com/mundo/noticias-61333739

Pide el FMI bajar pensiones por el riesgo de que la gente viva más de lo esperado
https://elpais.com/economia/2012/04/11/actualidad/1334133453_457282.html

La cuarta edad: La fragilidad en cuestión

https://www.teseopress.com/sociologiadelasedades/chapter/la-cuarta-edad-la-fragilidad-en-cuestion/

Inolvidable discurso de Salvador Allende en Guadalajara, México

https://www.retoricas.com/2009/04/discurso-historico-salvador-allende.html

Triadó, Carme/Villar, Feliciano: Psicología de la vejez

Alianza Editorial. Madrid, 2014

Yescas, Oscar: La revolución paradigmática de los jubilados

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/04/la-revolucion-paradigmatica-de-los.html

Yescas, Oscar: Horizontes de un paradigma emancipatorio

https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/12/horizontesde-un-paradigma-emancipatorio.html

Yescas, Oscar: La felicidad personal y el compromiso social

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/07/lafelicidad-personal-y-el-compromiso_29.html

Yescas, Oscar: Caminar una milla en los zapatos del otro

https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/06/caminaruna-milla-en-los-zapatos-del.html

Yescas, Oscar: Psicoterapia y política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/04/psicoterapiay-politica-oscaryescas.html

Yescas, Oscar: El jovenismo y la decadencia de lo viejo en la sociedad contemporánea

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/08/eljovenismo-y-la-decadencia-de-lo-viejo_9.html