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jueves, 27 de septiembre de 2018


La “revolución sexual” de la pornografía
Oscar Yescas Domínguez


Durante la convulsionada década de los sesentas se iniciaron una serie de movimientos sociales que protestaban contra el racismo, exigían mayor democracia, más libertad menos autoritarismo, igualdad entre hombres y mujeres, luchaban por derechos para homosexuales y lesbianas, etc.
En las décadas de los setentas y ochentas estos movimientos contestatarios continuaron y el entorno social experimentó una serie de cambios radicales que vinieron a revolucionar las condiciones de vida, los procesos de trabajo y las relaciones interpersonales. En gran medida, varios de estos cambios obedecían al surgimiento de una nueva crisis de la ideología dominante de corte autoritario, enfrentada a un incremento de la movilización de grandes masas de la población que exigían una mayor participación en las diferentes instancias de la vida social, sobre todo en el proceso de toma de decisiones.
El momento cumbre de las protestas a nivel mundial se dio en 1968, cuando  miles de jóvenes de varios países (Francia, Checoslovaquia, Estados Unidos, México, etc.,) se movilizaron simultáneamente para cuestionar el metaaprendizaje adquirido en su formación como profesionales de línea vertical, adiestrados en el manejo de un estilo de liderazgo basado en una filosofía autócrata.
El movimiento juvenil de vanguardia que tuvo sus máximas expresiones en el hippismo norteamericano, en las protestas contra la guerra en Vietnam, en la difusión de la música de rock y en el surgimiento de una cultura "underground" que rechazaba los valores establecidos del "american way of life", resultó ser un verdadero movimiento contracultural, de corte antiinstitucional y creador de su propia cultura que incluía valores que rechazaban el materialismo vulgar inherente al consumismo.
       Todos estos movimientos sociales se caracterizaban por la irrupción de la palabra de las masas en contextos anteriormente vedados, lo cual puso en crisis a la ideología social que confundía autoritarismo con buen liderazgo por lo que tenían como denominador común la lucha en contra del autoritarismo prevaleciente en aquella época en la que se inculcaba ante todo la obediencia de parte de los hijos para con sus padres, de parte de la mujer para con su marido, de parte de los alumnos hacia su maestros, etc.
       Dentro de estos movimientos destacó el de liberación sexual, que se le denominó la “revolución sexual” porque incluía una redefinición de las figuras masculina y femenina, un cambio de lo que se consideraba “ser hombre” y “ser mujer”. Buscaba romper los roles sexuales rígidos y estereotipados prevalecientes y lograr una igualdad de derechos sociales, civiles y sexuales, pero sobre todo luchaba en contra de la represión de la sexualidad que existía en aquella época.
       Fueron verdaderos movimientos contraculturales que se oponían a la cultura dominante y provenían de grupos sociales emergentes que construían una identidad propia en la medida que crecía la participación en estos movimientos contestatarios.
       Era un contexto histórico sociocultural en el cual el ejercicio de la sexualidad era aceptado socialmente solo si realizaba dentro de la institución del matrimonio.    Las relaciones sexuales prematrimoniales no eran aceptadas socialmente y las mujeres que llegaban a practicarlas eran desvalorizadas ante los demás.
La llamada revolución sexual se caracterizaba por la irrupción de los jóvenes en la escena social exigiendo la libertad para elegir donde, cuando y con quien ejercer libremente su sexualidad. Sus demandas incluían la libertad de elegir su guardarropa sin ser cuestionados, donde las mujeres pudieran usar minifalda o pantalones cortos, lo hombres el cabello largo sin ser tratados como afeminados.
Este movimiento social sin fronteras  se dio en forma masiva e imparable al grado de generar una contracultura que se oponía a la cultura conservadora y autoritaria y que enarbolaba la libertad de expresión, de vestimenta, de orientación sexual y libertad para ejercer la sexualidad en forma autónoma sin restricciones, como las demandas legítimas de parte de un sector amplio de la juventud de aquella época.
       La cerrazón y el autoritarismo con el que fueron recibidas las demandas de la juventud de aquella época solo lograron expandir las expresiones de protesta y radicalizar algunas posturas de tal forma que  algunos comportamientos se retomaron como parte del nuevo estilo de vida en franca provocación a las figuras de autoridad.
       De esta forma, el usar el cabello largo por parte de los hombres era una manifestación de rebeldía ante la autoridad y no tenía ninguna relación con la finalidad estética con la que hoy se usa el cabello largo en los jóvenes contemporáneos. El uso del cabello largo por parte de los jóvenes enfrentó respuestas represivas por parte de padres de familia, maestros de escuelas y policías que detenían a los jóvenes en las calles solo por el hecho de traer el cabello largo.
El usar minifalda o pantalones por parte de las mujeres también fue rechazado y reprimido por las respectivas figuras de autoridad en los diferentes ámbitos de convivencia social, pero la rebeldía juvenil se sostenía y con el paso del tiempo se lograron imponer lo que en aquellos tiempos se consideraban “modas pasajeras” pero que el tiempo ayudó a demostrar que en realidad eran expresiones contraculturales que venían a establecerse de manera permanente en el repertorio de comportamientos sociales.
En el contexto del conservadurismo en el inicio de la segunda mitad del siglo XX, la virginidad era un valor muy apreciado socialmente, de tal forma que la figura de la mujer joven se valoraba en función de si su himen permanecía intacto o había sido desflorado. Las mujeres que no eran vírgenes se les consideraba indignas de ser llevadas al altar y contraer matrimonio con ellas porque la ausencia de virginidad era considerada como sinónimo de promiscuidad sexual o de “mujer fácil”.
Como integrante de aquella generación que vivió su juventud en la década de los setentas, participé activamente en los movimientos juveniles de aquella época y compartí con miles de amigos, compañeros, conocidos y desconocidos el deseo de cambiar el mundo que nos rodeaba. Deseábamos cambiar el mundo y deseábamos ser agentes activos de la transformación social, marcando la diferencia con las generaciones que nos antecedieron.
       Con ese objetivo en mente elegí estudiar Psicología, para actuar como agente de cambio social utilizando la ciencia y el método científico para contribuir a la transformación de nuestra realidad social.
Ese ha sido la motivación que ha guiado mi comportamiento durante las últimas décadas y con esa intención durante los últimos diez años he publicado infinidad de artículos con el objetivo de participar en la lucha ideológica, romper la hegemonía de la ideología de la clase dominante y lograr la concientización de la población acerca del origen social de sus problemas personales y contribuir a su empoderamiento individual, grupal y comunitario.
Una y otra vez he comprobado que la palabra escrita es mucho más eficaz que el uso de las armas para lograr la liberación social, para contribuir al cambio de los individuos, de los grupos, de las organizaciones y de las comunidades.
       En este proceso de producción de artículos y su posterior publicación he percibido que los artículos que son más leídos y que despiertan más interés son aquellos en los que toco el tema de la sexualidad humana. Esto fue mucho más claro cuando publique mi último artículo en mi blog personal titulado: “La prostitución: ¿un mal necesario?”
ya que en solo cinco días de haber sido publicado este artículo lleva hasta el momento que escribo estas líneas, 814 lecturas por parte de quienes siguen mi blog.
       Observando el polígono de frecuencias de las visitas a mi blog veo que en estos últimos los accesos a mi espacio virtual en la blogosfera se dispararon en forma considerable y buena parte de ese aumento cuantitativo se concentraron en el artículo que menciono.
Con estas cifras en mente confirmo que el tema de la sexualidad humana siempre despierta un interés inusitado  en todas las personas, pero al mismo tiempo, veo que este interés continúa manteniéndose reservado, oculto, disfrazado, no reconocido porque aunque parezca increíble, el tema de la sexualidad humana sigue siendo considerado tabú en pleno siglo XXI.
Desde una perspectiva psicosocial puedo decir que este interés generalizado en los temas relacionados con la sexualidad humana se genera por la necesidad social que existe acerca de información científica y objetiva sobre la misma, es decir, existe una demanda social implícita de información sobre la sexualidad humana. También podría decirse que este interés obedece a que existe una insatisfacción generalizada en la práctica sexual contemporánea.
Lamentablemente esta demanda social implícita de educación sexual encuentra el silencio y negativa de las instituciones gubernamentales y educativas, para incluir programas de educación sexual en los diferentes niveles de educación formal y esto sucede porque lamentablemente el tema de la sexualidad humana sigue generando incomodidad, porque  el sólo hecho de conversarlo sigue siendo considerado tabú por un sector amplio de nuestra sociedad.
Esto lo he comprobado de manera reiterada en los cursos que sobre educación sexual he estado impartiendo en el departamento de psicología y Comunicación de la Universidad de Sonora, cuando veo las dificultades, turbación, ansiedad e incomodidad que los estudiantes muestran al tocar el tema de la sexualidad.
Esto sucede en parte porque en nuestro sistema educativo formal los temas de educación sexual se encuentran ausentes o revisados de manera ligera o incompleta. Así podemos ver que cuando se incluyen contenidos sobre sexualidad humana en ciertos programas educativos, éstos se enfocan a la difusión de un modelo de  sexualidad reproductiva y se limitan a la promoción de información sobre métodos anticonceptivos.
Un primer vistazo a este panorama nos podría conducir a la afirmación de que ante la existencia de esta demanda de información sobre sexualidad humana no existiera educación sexual, afirmación que es parcialmente cierta ya que de manera más precisa podríamos decir que no existe educación sexual formal, pero debemos reconocer que sí existe un tipo de educación sexual que es informal.
¿Por qué digo esto?, porque se observa que existe por un lado esta demanda implícita de educación sexual en todos los niveles y por otro lado se observa en medios masivos de difusión, revistas, internet y redes sociales un alud de mensajes con contenido sexual.
Recordemos que existen dos tipos de aprendizaje, el aprendizaje formal que se realiza en las instituciones de educación formal (Primaria, Secundaria, preparatoria, Universidad, etc.). Son instituciones diseñadas para proporcionar educación formal a nuestras comunidades, basadas en experiencias estructuradas de aprendizaje, es decir, mediante programas diseñados en base a tecnología educativa.
Es un tipo de aprendizaje que implica la presencia de un experto (el maestro), una institución educativa (la escuela o universidad),  el uso de libros y la aplicación de un sistema de evaluación.
Por otro lado, existe un aprendizaje informal que consiste en el hecho de que aprendemos en cualquier lugar, con cualquier persona y en cualquier momento. Este aprendizaje se puede dar en casa, en la calle, con los grupos de amigos, observando la televisión, navegando en internet, etc.
Continuando con el tema del aprendizaje de la sexualidad, podríamos decir que en contexto actual del desarrollo tecnológico que implica la  proliferación de teléfonos celulares, redes sociales e internet, las nuevas generaciones de adolescentes y jóvenes, aprenden la mayor parte de su conocimiento sobre sexualidad a través de a través de internet debido a que como plantea el sociólogo Manuel Castells: “La sociabilidad se da hoy en internet”.
El problema radica en el hecho de que en la web se difunde un modelo de la sexualidad humana que se restringe a un modelo genital, ya que la  difusión de material sexualmente explícito, conocido comúnmente como pornografía, reduce la sexualidad humana es al sexo, a la actividad sexual, al ayuntamiento de genitales.
Dejan de lado los un enfoque integral de la sexualidad humana que contempla aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
Cualquier persona puede comprobar que existe una cantidad infinita de páginas que nos proporcionan un alud de información de tipo sexual. Basta con ingresar a la web y de manera hasta involuntaria se topa uno con páginas dedicadas al sexo.
En tan sólo pocos años el desarrollo de la tecnología nos ha abierto numerosas fuentes de información con contenido sexual. Estas fuentes de información están accesibles a todo tipo de público y los principales usuarios de internet y redes sociales son adolescentes, jóvenes y adultos.
En este contexto de desarrollo de la tecnología con su fluidez de la información y acceso masivo a la misma, cabría plantear las siguientes preguntas:
¿Este alud de imágenes de contenido sexual que nos proporciona internet representa una continuación de la revolución sexual iniciada en los setentas?
¿Contribuye la difusión masiva de este tipo de información a satisfacer la demanda social que existe sobre información científica de la sexualidad humana?
¿El material sexualmente explícito (pornografía) que circula en internet puede ser considerado parte de una educación sexual?
Mi respuesta ante estas interrogantes es totalmente negativa para cada una de ellas porque lo que estamos recibiendo a través de estos medios de difusión de material sexualmente explícito es un modelo reducido de la sexualidad humana a su expresión genital.
La llamada pornografía no representa revolución sexual alguna y lo que en realidad provoca es el uso de la sexualidad como una mercancía más que se vende, en donde la figura de la mujer se reduce a la condición de un objeto sexual que es valorado en función del tamaño de sus senos, glúteos y disponibilidad sexual.
Representa en los hechos una enajenación de la sexualidad y está muy lejos de representar un modelo científico de la sexualidad y con la difusión de materiales sexualmente explícitos solo contribuye a agudizar los problemas que presenta en nuestra sociedad contemporánea el ejercicio de nuestra sexualidad: violencia hacia las mujeres, violación de niñas y mujeres, acoso sexual callejero, feminicidio, enfermedades de transmisión sexual, embarazo en adolescentes, madres solteras, actitudes homofóbicas, etc.
Es un verdadero problema colectivo cuya solución requiere de una responsabilidad social que es compartida por padres de familia, autoridades educativas y educadores.
Los padres de familia deben responsabilizarse del uso que sus hijos le dan a sus dispositivos móviles y a internet, deben abrir puentes de comunicación con sus hijos para tocar el tema de su desarrollo psicosexual y dejar que la principal fuente de información sexual siga siendo internet. Deben tomar conciencia de que en su vida cotidiana actúan como modelos de aprendizaje sexual donde sus hijos aprenden a comportarse como hombres o como mujeres.
Las autoridades educativas no deben seguir ignorando esta demanda social de impulsar programas de educación en sexualidad en todos los niveles del sistema de educación formal y deben tomar cartas en el asunto preparando las condiciones para presentar una oferta educativa. Los planes de estudio deben incluir materias relacionadas con la educación sexual en todos los niveles.
Las autoridades gubernamentales deben impulsar programas de capacitación en educación sexual como acción obligatoria en todas las instituciones gubernamentales y organizaciones privadas.
En el caso de los educadores nos toca reconocer esta demanda social sobre la sexualidad humana para prepararnos y plantearnos la necesidad de formar educadores sexuales que actúen como agentes de cambio social y satisfagan esta demanda de educación sexual que experimenta nuestra comunidad.
La tarea es colectiva, no es responsabilidad exclusiva de un solo sector y actuando de esta manera podremos reducir los efectos negativos de la difusión de un modelo genital de la sexualidad, para promover el conocimiento de un modelo integral de la sexualidad humana que tenga como parte de sus objetivos centrales cambiar las figuras que hoy se conocen como lo que significa “”ser hombre” y “ser mujer”, difundir la existencia de los derechos sexuales que tiene toda persona y reconocer que en nuestra sociedad existe una amplia diversidad sexual
Sólo de esta manera podremos contribuir a lograr una cultura de respeto, de equidad de género y terminar con la discriminación sexual que hoy existe. Finalmente quiero decir que la foto que acompaña este artículo es la del grupo que actualmente cursa la materia Educación en sexualidad humana, que imparto en la universidad de Sonora en el semestre 2,018-2

lunes, 24 de septiembre de 2018

El fin de la sociedad mexicana y la reconstrucción de un país.
Oscar Yescas Domínguez publicado en facebook el 23 de septiembre de 2017

iedades la crisis que atraviesa al conjunto de instituciones que conforman la sociedad moderna y denomina a esta situación como el fin de las sociedades, como el fin de una era de modernismo y el paso a un postmodernismo incierto. Un planteamiento que coincide con lo planteado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman cuando aporta el concepto de sociedad o modernidad líquida para definir el actual momento de la historia en el que las realidades e instituciones sociales se desvanecen, cambian de forma o desaparecen dejando de funcionar.
Por otro lado, el filósofo griego Cornelius Castoriadis aporta por su lado el concepto de evanescencia cuando nos alerta sobre el hecho de que las instituciones y valores en nuestra sociedad están perdiendo significado y desapareciendo para dar lugar a un materialismo vulgar y a tendencias hedonistas en nuestra población.
Todas estas aportaciones de grandes pensadores contemporáneos nos permiten entender lo que está pasando actualmente en el mundo entero en general y en México en particular.
Nuestro país ha vivido sumergido varios años en una gran crisis económica, política y social creada por el impulso de políticas neoliberales que buscan la privatización de todo tipo de recursos y servicios. El Estado mexicano abandonando su papel de benefactor social, ha impuesto reformas estructurales que lejos de beneficiar a la población han traído como resultado un aumento del número de personas que han caído a vivir en condiciones de pobreza y miseria aumentando con ello la desigualdad social.
En este contexto hemos presenciado grandes levantamientos sociales de la población mexicana que en su momento encontraron respuestas de cerrazón y autoritarismo por parte del poder en turno y de la clase política de nuestro país. A través de estas acciones se reflejó el gran distanciamiento que existe entre la ciudadanía mexicana con sus instituciones gubernamentales y los partidos políticos que tienen registro en nuestro país, este distanciamiento lejos de disminuir ha aumentado día tras día.
Tan solo recordemos que el primer levantamiento popular fueron las grandes movilizaciones que se dieron para evitar que Felipe Calderón impusiera la Reforma laboral que robó el futuro a nuestra juventud, al eliminar el empleo, la jornada de ocho horas y otras prestaciones laborales. Esta reforma se aprobó por parte de diputados y senadores en el Congreso de la Unión, rodeado de policías y granaderos que impedían el paso de miles de manifestantes que clamaban porque no se aprobara. https://www.youtube.com/watch?v=rB5O7rwfT78
Posteriormente se dieron las movilizaciones del movimiento estudiantil Yosoy132 que movilizó a miles de jóvenes en el país, así como miles de ciudadanos que se opusieron al fraude electoral con el que Enrique Peña Nieto llegó al poder, el autoritarismo y la cerrazón se mantuvo y las instituciones electorales y de justicia, rodeadas de corrupción terminaron por avalar el fraude electoral burlando la voluntad popular e imponiendo a Peña Nieto en la silla presidencial.
http://www.monografias.com/…/revolucion-y-cambio-social-mex…
El segundo levantamiento popular fue la lucha masiva de los maestros en contra de la reforma educativa que intentó imponer infructuosamente el gobierno mexicano y que hoy se observa como uno más de sus fracasos, ya que la resistencia de los docentes mexicanos se ha mantenido firme en los últimos años. La lucha de la CNTE evidenció el carácter autoritario y represivo del Estado mexicano, ganando apoyo de la población a su movimiento en contra de la reforma.
http://www.monografias.com/…/maestro-luchando-tambien-esta-…
El tercer movimiento colectivo de protesta del pueblo mexicano se dio por la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, que generó una indignación popular que se manifestó a lo largo y ancho del país con grandes movilizaciones, revelando la enorme inconformidad social existente entre la población mexicana. Esta detención-desaparición de los estudiantes reveló la existencia de un narcogobierno en México y el manto de la impunidad imperante ante las injusticias.
http://www.monografias.com/…/…/rebelion-juvenil-mexico.shtml
Más adelante vimos el levantamiento popular que generó el aumento al precio de las gasolinas y que logró movilizaciones de miles de personas a lo largo y ancho del país bajo la consigna de No al gasolinazo. A pesar de su gran magnitud este movimiento colectivo contestatario no fructificó y con el paso del tiempo se desvaneció y los aumentos a la gasolina continúan presentándose.
Las características que ha presentado el gobierno mexicano a lo largo de todos estos años han sido la aprobación de medidas que afectan el bienestar social y la calidad de vida de la población mexicana, una cerrazón al clamor popular, un aumento de la violencia represiva institucional, un liderazgo autocrático y represivo, una enorme corrupción en todos los niveles de gobierno, un descuido irresponsable en la atención a los grandes problemas y necesidades sociales que presenta el pueblo mexicano, lo cual ha generado un progresivo distanciamiento del mismo con la población mexicana que lejos de ver a los representantes gubernamentales de todos los niveles, a los diputados y senadores como sus representantes, los ve ahora como su principal enemigo, como los causantes de la crisis que enfrenta en su vida cotidiana con la alza de precios, bajos salarios, falta de empleo, horarios exhaustivos, etc.
Con esos precedentes de corrupción generalizada, inconformidad social, autoritarismo gubernamental, movilización de la población, descrédito de las instituciones gubernamentales y partidos políticos, nos encontramos aquí y ahora viviendo en México un momento histórico que podríamos denominar como el fin de la sociedad tal como la conocíamos al observar que las instituciones del Estado mexicano atraviesan por una seria crisis de legitimidad, falta de credibilidad social, ausencia de compromiso social y un masivo rechazo de la población mexicana a todo lo que representa el gobierno mexicano y los partidos políticos.
Así podemos ver que la persona que ocupa la Presidencia de la República mexicana es hoy en día una de las figuras más repudiadas por parte de millones de mexicanos no solo porque fue una persona que llegó al poder a través del fraude electoral, sino también por las diferentes medidas antisociales que ha tomado y por la serie de comentarios y actuaciones que reflejan un bajo nivel cognitivo e intelectual.
El Congreso de la Unión con sus diputados y senadores son masivamente rechazados por la población mexicana que no olvida que ellos han sido quienes aprobaron las reformas estructurales que tienen sumido al país en una seria crisis económica y por la entrega de nuestros recursos naturales al sector privado nacional y extranjero. Son esos políticos que reciben enormes sueldos y prestaciones mientras aprueban medidas que afectan a la población, olvidando que su función debería de ser la de representantes populares.
Los partidos políticos enfrenta también un serio cuestionamiento social por la enorme cantidad de presupuesto que utilizan y que ha llevado a la condenable situación de que nos encontramos en el país que tiene las elecciones más caras del mundo y las de menor credibilidad porque todo mundo sabe que en México se cometen fraudes electorales. Son las instituciones que manejan el más alto presupuesto público, que proviene de nuestros impuestos y que se lo reparten a manos llenas entre ellos mismos, enriqueciéndose a nuestras costillas.
Los gobernadores de los Estados mexicanos, sin importar sean del PRI o del PAN, se han caracterizado por desviar los recursos públicos y saquear las finanzas gubernamentales a sabiendas de que el gobernador entrante no ejercerá acción penal en contra de ello. Lo mismo sucede con los presidentes municipales que dejan en la ruina y endeudados los municipios que saquearon. La corrupción de nuestros gobernadores ha evidenciado la falta de límites en su voracidad de robar los dineros públicos. Los casos de Guillermo Padrés en Sonora, de Javier Duarte en Veracruz, son tan solo dos de varios gobernadores que han robado al pueblo mexicano miles de millones de pesos y hasta el momento ninguno ha sido puesto en prisión y mucho menos regresad lo que robó.
El ejército mexicano, del cual anteriormente nos enorgullecíamos al llamarlo ejército de paz y rescate en situaciones de emergencia ha perdido prestigio, legitimidad y apoyo social en el contexto del narcogobierno, por su vinculación en actos de corrupción, hechos de represión y sobre todo por su evidente actuación en la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
El Instituto Nacional electoral de México, ha traicionado su misión principal que es la de garantizar elecciones libres y democráticas, al prestarse a avalar los fraudes electorales de los últimos años, por los altos sueldos que perciben sus consejeros electorales para legitimar el fraude y por el altísimo presupuesto que utilizan para perpetuar en el poder a quienes saquean las arcas de nuestra nación.
Los ministros de Justicia en nuestro país, han demostrado una actuación que haría sonrojar a cualquier prostituta por la venta de sus servicios al mejor postor, ya que dan fallos legales avalando actos de corrupción, encubriendo injusticias, apoyando y legitimando acciones en contra de la población a cambio de percibir sumas exorbitantes de dinero como sueldos vitalicios y ser figuras intocables por el resto de la población.
Procuradores, Secretarios de Estado, Comisionados, etc., se cortan con la misma tijera, son cómplices y actores principales de actos de corrupción y se cubren con la misma manta de impunidad. Sin excepción alguna podemos decir que quienes tienen cargos de poder en México existe un neanderthalismo administrativo creado por la corrupción, que consiste en que los cargos de poder administrativo no se dan por méritos de sus ocupantes o por una adecuada selección de personal, de tal forma que quienes ocupan cargos de poder se caracterizan por estar involucrados en graves actos de corrupción y actúan en forma similar a los cárteles de la delincuencia organizada, saqueando las arcas públicas, cubriendo a los delincuentes, distorsionando la información y cubriéndose todos entre sí bajo un manto de impunidad.
http://www.monografias.com/…/conduccion-cientifica-nuestras…
Este es el contexto de un país en crisis permanente provocada por quienes están ocupando posiciones de poder dentro del gobierno y dentro de los partidos políticos. Es la existencia de un cártel de delincuentes que tienen secuestrado el poder en México y que lo utilizan para beneficio particular y para perjuicio de una inmensa mayoría de mexicanos que día a día se ven sumidos en la pobreza y en la austeridad. Es una crisis que no se limita a lo económico o a los políticos, sino que trasciende todos los ámbitos de convivencia social y que plantea de manera urgente la necesidad de impulsar un cambio social en México.
http://www.monografias.com/…/madre-todas-crisis-y-urgencia-…
La reconstrucción del país a través de la toma de consciencia política
En este contexto se presentan los dos terremotos en el centro del país, afectando a buena parte de la población y los órganos de gobierno federal Estatal y municipal, incluyendo al Ejército Nacional, a la secretaría de Marina, grupos de policías, federales, estatales y municipales, protección civil, etc., no han respondido oportunamente y en forma adecuada a las consecuencias de la tragedia que viven miles de mexicanos después de dos terremotos.
Ante la falta de respuesta oportuna de quienes deberían atender situaciones de emergencia, nuevamente al igual que hace 32 años, la población ha tomado la iniciativa y dando muestras de espontaneidad, solidaridad, entrega y participación social, miles de mexicanos dejaron todo atrás y se entregaron a las labores de rescate y remoción de escombros con la prioridad de salvar vidas humanas y de animales.
Al igual que el 19 de septiembre de 1985, pareciera ser que el Estado mexicano no existía, por lo que la población se organizó espontáneamente tomando el control de los lugares siniestrados, realizando labores de remoción de escombros, excavación y rescate de sobrevivientes. Gracias a estas acciones fueron rescatadas con vida decenas de personas que permanecían debajo de los escombros.
A diferencia de 1985, los temblores de este fatídico septiembre en México, tuvieron gran resonancia nacional e internacional a través de las redes sociales. Las mismas fueron utilizadas por la población mexicana para informar de la gravedad de los efectos del sismo en determinados lugares y solicitar apoyo, que fue proporcionado inmediatamente por miles de voluntarios.
Empezó a circular la petición de ayuda para damnificados y surgió la idea de que los partidos políticos mexicanos donaran parte del presupuesto que ellos mismos se aprobaron para las elecciones presidenciales del 2,018, que vale la pena resaltarlo, es un presupuesto histórico ya que nunca ninguna elección presidencial en todo el mundo había contado con tan inmensa cantidad de dinero.
La mezquindad de los representantes de los partidos políticos no se hizo esperar, negándose a proporcionar cantidad alguna a nombre de que iba en contra de la ley. Pero, las redes sociales jugaron un importante papel en la demanda de destinar esos recursos públicos, provenientes de los impuestos que pagan los mexicanos para reparar daños y ayudar a los damnificados. Mas de 1,600,000 firmas se recolectaron en tan solo tres días apoyando esta solicitud. Sólo Morena y Andres Manuel López Obrador aceptaron desde un principio.
Los demás partidos se vieron obligados a hacer lo mismo posteriormente al ver las expresiones de rechazo masivo que se estaban presentando, pero ya era demasiado tarde, su mezquindad, su avaricia, su ambición, su falta de solidaridad social y egoísmo, ya se habían exhibido.
Podría resumirse entonces la situación actual como el surgimiento de una solidaridad colectiva de parte de la población mexicana ante la magnitud de la tragedia, el incremento de una gran participación social en las labores de rescate, remoción de escombros, reparto de alimentos, medicinas, atención a los afectados por el sismo.
El fortalecimiento de la identidad del mexicano, generando un sentimiento de pertenencia no sólo a una comunidad afectada, sino a un país entero que se moviliza en todo el territorio nacional para atender a los damnificados (una situación que llamó la atención de la prensa internacional que destacaba no solo los efectos del terremoto, sino más bien las reacciones de solidaridad de miles de mexicanos ante la tragedia), la toma de consciencia de la ineptitud, indiferencia y oportunismo de las autoridades gubernamentales, pero sobre todo hemos visto surgir un gran empoderamiento de la población mexicana que rompiendo todo tipo de vínculo de dependencia ha establecido un vínculo de colaboración de tipo horizontal, rebasando a las autoridades que después de dejar su inmovilismo intentaron desalojar a los rescatistas para dar paso a la maquinaria pesada y demoler los escombros, situación que fue impedida por los propios ciudadanos.
A través de las redes sociales, mediante videos y fotografías se podía apreciar que se contaban por miles las personas que participaban removiendo escombros, excavando, procurando alimentos, agua, herramientas, etc., con la notable ausencia de figuras de autoridad como miembros del ejército, policías o elementos de rescate.
En base a estas escenas podemos decir que no cabe duda de que de algo malo surge algo bueno, de la tragedia surge la solidaridad social en forma masiva, el dolor logró la unión de miles de personas, que dejaron atrás actitudes individualistas y egoístas y se pusieron a trabajar para lograr el rescate del mayor número de personas que se encontraban debajo de los escombros. La tragedia dio lugar a incontables muestras de solidaridad, entrega y compromiso social al organizarse en forma espontánea para realizar las labores de rescate.
La tragedia ha generado una gran participación social de miles de personas que han rebasado a las instituciones, hoy somos testigos del despertar de un pueblo que se levanta para brindar solidaridad a los afectados y exige del gobierno, hoy podemos decir que aquellas expresiones que circulaban hace algunas semanas “Hoy duele ser mexicano”, generadas por la apatía, indiferencia y conformismo de una gran parte de la población, han quedado atrás y en su lugar prevalece una sensación de orgullo de ser mexicano, de ser parte de un pueblo que da inmensas muestras de solidaridad, generosidad, colaboración y participación social.
Podemos decir entonces que la tragedia unió al pueblo mexicano, evidenció la falta de solidaridad, mezquindad de los partidos políticos y sus representantes, reveló la ineptitud de las autoridades mexicanas, su oportunismo político y naturaleza corrupta.
Para evitar que se repitan otras experiencias, en las que ha habido muestras colectivas de participación social, de inconformidad colectiva, que solo duro semanas y después desaparecieron, retomo la pregunta que circula en redes sociales, ¿Qué tal si pasando esta tragedia seguimos unidos y removemos los escombros del gobierno?
Es decir, ¿que tal si volteamos los ojos a la tragedia que se vivía antes de los terremotos? Aquella tragedia que viven millones de mexicanos que viven en pobreza extrema, aquellos mexicanos que encontramos en nuestra vida cotidiana y fingimos no verlos cuando están metidos de cuerpo entero en contenedores de basura buscando algo de comida.
Aquellos mexicanos que piden limosnas, algo de dinero para comer en las esquinas de las calles, es decir, por qué no tomamos consciencia de que existe en México una enorme desigualdad social que significa que millones de mexicanos están en un continuo sufrimiento colectivo, por culpa de quienes tienen secuestrado el poder político y económico en México?
¿Qué tal si una vez que hemos tomado consciencia de quienes son los responsables de la situación que se vive en México y sobre todo, después de experimentar este empoderamiento colectivo a través del cual, hemos percibido que si actuamos en forma colectiva y organizada podemos cambiar el rumbo de nuestro país?
La experiencia de haber OBLIGADO a los partidos políticos a destinar parte de su presupuesto del 2,018 a las labores de rescate y reparación de daños por los sismos es extremadamente aleccionadora ya que nos muestra el camino a seguir: unidos en forma colectiva, con metas claras y precisas y en forma organizada.
Estamos hoy en día ante el despertar de un pueblo que no debe limitarse a su participación en la reconstrucción de los daños del sismo. Debemos aprender de esta experiencia y la lección principal que estamos obteniendo es que al pueblo solo lo defenderá el pueblo. Las instituciones actuales están contaminadas por la corrupción y no representan los intereses colectivos, necesitamos construir nuestras propias organizaciones teniendo presentes que este empoderamiento que hemos adquirido nos puede ayudar a reorientar el rumbo que lleva nuestro país, para recuperar el bienestar social perdido.
La clave está en mantener e incrementar la participación social, fortalecer el sentimiento de pertenencia a nuestra comunidad, Estado y país. Vernos como hermanos que enfrentamos los efectos de políticas que afectan nuestra vida persona. Es necesario desarrollar una visión crítica de nuestra vida cotidiana para que podamos identificar que nuestros problemas individuales tienen un origen social y que por lo tanto su solución debe darse en forma colectiva.
Nos encontramos en un parteaguas en la historia de México, estamos siendo testigos del fin de las instituciones corruptas que forman parte de la sociedad mexicana, las cuales deben ser rebasadas y construir nuevas organizaciones en estos momentos de tragedia nacional, gran participación social, despertar político y ante la inminencia de las elecciones presidenciales en el próximo año.
Finalmente, quiero decir que la tragedia de los sismos en México ha permitido recuperar la esperanza de que es posible hacer realidad el sueño de cambiar este país. Recordemos que la historia no se limita a los hechos pasados, tengamos presenta que con nuestra participación en nuestra vida cotidiana en los diferentes grupos, organizaciones y comunidades a las que pertenecemos estamos contribuyendo a construir la historia contemporánea. En ese sentido, la historia no ha terminado, de nosotros depende del rumbo que tome la historia en los próximos meses y el próximo año.

domingo, 23 de septiembre de 2018

La prostitución ¿mal necesario?


La prostitución ¿mal necesario?
Oscar Yescas Domínguez

        A fines de los noventas organicé un Simposio nacional sobre Democracia y Vida Cotidiana en la Universidad de Sonora al que acudieron psicólogos sociales de 8 universidades de México.
        Después de la clausura varios de ellos se subieron a mi carro y me pidieron que los llevara a un table dance para ver bailar a mujeres semidesnudas, cuando les respondí que no conocía la ubicación de un local así  en mi ciudad no pude dejar de percibir su cara de desconcierto, incredulidad y desaprobación. Ante esa respuesta volvieron a insistir pidiéndome que no jugara con ellos ya que ¿Cómo era posible que no conociera la ubicación de un lugar así en la ciudad donde vivo?
        El asunto es que me vi en la necesidad de detener un taxi para pedirle nos guiara a un local donde pudiéramos tomar cervezas y ver bailar a mujeres semidesnudas, también percibí en el rostro del taxista cierta incredulidad ante m petición, pero finalmente accedió y pude llevar a mis amigos a tener “un rato de diversión”.
        No quiero presentar una falsa imagen de “pureza” ya que reconozco que sí he estado en lugares de ese tipo, pero fue hace muchos años y no soy cliente asiduo de esta oferta de “servicios” o del tipo de personas que guste de este tipo de “diversión”.
        Quizá más de algún lector llegue a pensar que soy “menos hombre” por no compartir el gusto de acudir a este tipo de lugares, porque la educación sexual informal que recibimos nos empuja a los varones a tener aprendizaje sexual a temprana edad y este tipo de lugares suele ser muy frecuentado por quienes buscan algún tipo de aventura o actividad sexual ocasional, o simplemente la reafirmación de “ser hombres” por acudir a estos lugares.
        El asunto es que siempre he sido diferente a los demás y he pertenecido a una minoría que piensa y actúa en forma distinta a lo que la mayoría hace y en el asunto de la sexualidad humana no ha sido la excepción.
        Cabe mencionar que antes de cumplir 20 años tuve oportunidad de trabajar en Nogales, Sonora en una maquiladora y mi domicilio estaba ubicado a espaldas de la zona de tolerancia de aquella ciudad, por lo que dentro de mis amistades tuve mujeres que se dedicaban a esta profesión y fui testigo directo del rostro oculto de la prostitución: mujeres que provenían de lugares lejanos, madres solteras, mujeres abandonadas, mujeres violentadas desde temprana edad, con baja autoestima, que eran objeto de explotación sexual por parte de varios individuos y que se veían forzadas a prostituirse,  por lo que mi percepción acerca de la prostitución es totalmente negativa (hacia la actividad en sí, no hacia las personas que la ejercen).
         Sin embargo, parte del aprendizaje informal que adquirimos a través de los medios masivos de difusión, ya sea programas de televisión, películas o series televisivas, es una percepción de la prostitución como algo que forma parte de nuestras vidas. Una actividad que deja de ser realizada en las noches y en partes ocultas de nuestras ciudades, ya que en la televisión y en las películas nos presentan imágenes de mujeres que caminan por las calles vestidas de forma provocativa, sonriendo, coqueteando a todo desconocido, ofreciendo su cuerpo a quien lo desee y pueda pagar.
        Vemos a través de los medios masivos que parte de la vida moderna  en las ciudades incluye la presencia de “antros de diversión” en donde los hombres pueden tomar bebidas embriagantes mientras observan a mujeres bailando en forma erótica en torno a un tubo presentando poses que rebasan la imaginación y estimulan la libido, mientras se desnudan de manera progresiva en una actuación que busca excitar, estimular sexualmente al público asistente.
        Desde pequeños hemos visto estas imágenes en la intimidad de nuestros hogares y más de algún varón genera fantasías acerca de poder visitar dichos lugares y ver a mujeres hermosas y semidesnudas bailando en forma provocativa, con una imaginación encendida por la edad y por el uso de la sexualidad como gancho para producir un consumo exagerado al presentar imágenes de mujeres atractivas en todo tipo de productos en venta.
        Pero nadie nos dice que la presencia de esas mujeres en dichos lugares no es por voluntad propia ya que se encuentran ahí forzadas por personas que forman parte de una delincuencia organizada que ha hecho del sexo el negocio de su vida, obligando a mujeres jóvenes a prostituirse y quitarles el dinero que obtienen por esta actividad, en una verdadera explotación sexual donde el cuerpo de la mujer se reduce a la condición de un objeto, de una mercancía que puede consumirse y posteriormente desecharse una vez satisfecho el impulso o deseo sexual.
        Mucho se ha hablado acerca de la prostitución y el primer argumento que se esgrime es que es el oficio más antiguo del mundo, que es algo que siempre ha existido y siempre existirá. ¿Sera verdad esto? Francamente lo dudo y esto lo podremos comprobar cuando leemos acerca de la historia de la sexualidad en donde vemos que la prostitución surgió al imponer la monogamia a las mujeres por parte de los hombres que deseaban que sus mujeres tuvieran hijos suyos y no de otros.
Una monogamia no compartida por los hombres que siguieron con su libertinaje sexual que al surgir la religión cristiana se reprimió el ejercicio de la sexualidad con fines placenteros y solo era moralmente aceptable con fines de reproducción. La difusión de dos figuras de la mujer, la de María que representaba la pureza y con quien solo se podía tener actividad sexual con fines de reproducción y la de Eva, la sensual mujer, la pecadora que estimulaba la lujuria e inducía al pecado, que llevó a los hombres a buscar el placer fuera de sus hogares, lejos de sus esposas, en los nacientes prostíbulos donde podían hacer con las mujeres lo que no podían hacer sexualmente con sus esposas.
En realidad, si estudiamos la historia de la sexualidad humana a lo largo de la existencia de la humanidad, descubriremos un denominador común en todas las culturas que han existido: en la mayoría de ellas, la mujer siempre ha estado al servicio del hombre, siempre ha sido objeto de explotación sexual y laboral, siempre ha sido la esclava del hombre.
De ahí la importancia de estudiar la historia de la sexualidad humana a lo largo de la existencia de la historia de la humanidad, por lo cual recomiendo la lectura del artículo Notas para comprender la sexualidad humana cuyo link comparto aquí.
 El hecho de que la prostitución tenga siglos de existencia no es ninguna justificación para que exista en el presente ya que su sola existencia constituye una violación a los derechos humanos y sexuales de las personas que son obligadas a prostituirse ya que por lo regular esta actividad implica el secuestro de niñas y mujeres jóvenes, que son golpeadas, humilladas, torturadas, drogadas y obligadas a prostituirse.
Diariamente vemos en la prensa en la televisión o en redes sociales anuncios de mujeres y niñas que desaparecen sin dejar rastro y a pesar de una búsqueda intensa de sus familiares no se les llega a encontrar jamás. En algunos casos se les llega a encontrar sin vida y con huellas de tortura y violación.
Este 23 de septiembre se celebra el día internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, un tema que la realidad cotidiana nos ha llevado a percibir como algo “normal” de nuestra sociedad y que muchas personas consideran como “un trabajo” como cualquier otro, solo que “mejor pagado”.
La realidad de la prostitución es la de un rostro de violencia hacia las mujeres y niñas, ya que como toda mercancía, el cuerpo de las mujeres se vende a un mercado específico y últimamente este mercado de consumidores está demandando mujeres cada vez más jóvenes, inclusive niñas que todavía no han llegado a la pubertad.
        Creo que la prostitución debe atacarse enfrentando las causas que la originan. Si bien  la prostitución es un fenómeno estructural en el sentido de que la desigualdad social obliga a miles de  mujeres  a prostituirse para sobrevivir, esto no evita que sean presa de una mafia organizada que las obliga a tener el mayor número de encuentros sexuales sin importarle que esto afecte su salud y la de los clientes que utilizan este tipo de servicios.
        Al igual que el tráfico de drogas, la prostitución no existiría si no existiera una demanda de este tipo de servicios, es decir, existe un considerable número de hombres que ve como “algo natural” pagar por tener sexo con mujeres desconocidas a las que después no volverá  a ver.
        La demanda de “servicios de prostitución” existe por varias causas, pero creo que la motivación de los clientes asiduos a este tipo de servicios, son motivados por la vigencia de un modelo de sexualidad que restringe la sexualidad humana al mero acto genital, al solo sexo, al ayuntamiento de genitales. Sin considerar que la sexualidad humana incluye aspectos biológicos, psicológicos y sociales, dentro de los cuales se incluye el autoconocimiento, la identidad sexual, el comportamiento sexual, etc.
        La presencia de la prostitución existe porque hay un vacío de educación sexual formal en las escuelas que ven con incomodidad que en los libros de texto se incluyan contenidos sobre sexualidad humana. Esta incomodidad es producto de la desinformación sobre el tema, de la cultura sexofóbica que padecemos que nos lleva a percibir el tema de la sexualidad como un tema del cual no debe hablarse en público ya que genera morbosidad y pensamientos sucios.
        Por otro lado, la prostitución también se da porque existe un aprendizaje informal de la sexualidad a través de los medios masivos de información que utilizan imágenes a través de sus mensajes publicitarios en los cuales incluyen escenas de la mujer como objeto sexual destinada a dar placer a los hombres.
        Internet es también una fuente de aprendizaje sexual en la medida que ha facilitado el acceso a material sexualmente explícito conocido comúnmente como pornografía, en cuyos contenidos las mujeres son presentadas como personas con insaciable apetito sexual o personas con predisposición a la sumisión sexual y que disfrutan ser objeto de violencia sexual de todo tipo. La mujer continúa presentándose como un objeto sexual al servicio del hombre.   
        ¿Usted como hombre ha utilizado o utiliza los servicios de  mujeres que se dedican a la prostitución? Antes de hacerlo nuevamente, piense que no es una “actividad normal”, ni mucho menos natural y que con el pago económico que aporta por esta actividad está contribuyendo a mantener a una delincuencia organizada que se dedica a enriquecerse mientras explota sexualmente a mujeres a las que obliga a prostituirse y una vez que su belleza se marchita la desecha como un producto inservible.
        Diga no a la prostitución en cualquiera de sus formas de expresión: prostitución en la calle o en lugares específicos, “salas de masaje”, tables dance, etc. Piense que esas mujeres son las hijas, hermanas o madres de otras personas y que en las actuales circunstancias su propia hija, hermana, esposa o alguna mujer familiar cercana podría ser secuestrada el día de hoy para el día de mañana “dar placer” a personas como usted que ven como “algo natural” el que la mujer se prostituya.

martes, 18 de septiembre de 2018

En busca de la bolsa de basura perdida


En busca de la bolsa de basura perdida
Oscar Yescas Domínguez
       A fines del siglo pasado, durante la década de los noventas, organicé un Simposio Nacional sobre Democracia y Vida Cotidiana en la que participaron psicólogos sociales de varias universidades del país. Fue una grata experiencia y producto de un gran esfuerzo hacer coincidir a un gran número de especialistas en psicología social de México en la capital sonorense. Por si a alguien le interesa ver cuáles fueron los contenidos de este evento de carácter nacional, puede consultar las diferentes intervenciones que tuvieron lugar en este link donde se transcribieron cada una de las intervenciones.
       Recuerdo que de las varias conversaciones que tuve con ellos de manera informal, en una ocasión les pedí su opinión acerca de nuestra ciudad, les pregunté que opinaban de Hermosillo, como veían la ciudad ellos que venían del sur del país y su respuesta me sorprendió: me dijeron en forma unánime que estaban gratamente sorprendidos por la limpieza de la ciudad, que no habían visto basura en las calles por los lugares que habían pasado, ni en la Universidad de Sonora, ni por el rumbo de mi casa (ya que tuvimos oportunidad de invitarlos a mi casa a una reunión informal) y que eso les había impresionado.
       Más de 20 años después de esa experiencia, la situación en Hermosillo ha cambiado radicalmente, la capital sonorense ha dejado de ser una ciudad limpia, hoy podemos observar basura en las calles, en los camellones de los boulevares, en las paradas de autobuses, en nuestras escuelas, en nuestras colonias, nubes de polvo en ciertos lugares de la ciudad, etc.
Al parecer perdimos la batalla en la pelea por mantener limpia nuestra ciudad debido al incremento del consumo en nuestra conducta y con ello hemos perdido el hábito de cuidar nuestro medio ambiente, nos volvimos descuidados y no fuimos capaces de educar a las nuevas generaciones para que tuvieran hábitos de higiene y pusieran la basura en su lugar.
El día de hoy la basura se ha convertido en un verdadero problema social al dejar de ser una de las prioridades de las autoridades municipales anteriores que se preocuparon más por robar del presupuesto público que por invertir en la compra de nuevos camiones de recolección de basura y dar mantenimiento a los que ya se tenían para atender una necesidad social como lo es la recolección de basura por las diferentes colonias y calles de nuestra ciudad.
El servicio público de recolección de basura presenta hoy en día graves fallas por la inconsistencia del mismo debido a la falta de unidades de recolección de basura y ha ocasionado un malestar general de la comunidad hermosillense que no encuentra que hacer con sus bolsas de basura.
Esta situación me recuerda una anécdota que leí en uno de los libros de Zygmun Bauman, quien describe la forma en que un prestigiado conferencista inició su intervención ante un numeroso público tomando el micrófono y haciendo la siguiente pregunta;”¿Alguien ha visto una bolsa de basura que se le perdió a una persona?” El público quedó en silencio y expectante preguntándose dentro de sí mismos, “¿a quién le interesa recuperar una bolsa de basura? El conferencista deseaba llamar la atención sobre la gran cantidad de basura que creamos diariamente y al parecer lo logró.
Ese es el punto central del problema de la basura, a nadie le interesa la basura, nuestro desmedido consumo nos lleva a utilizar productos y servicios constantemente y con ese mismo ritmo estamos generando una enorme cantidad de basura. Esa basura la empacamos en bolsas y la colocamos en el lugar donde la recoje el servicio de limpia pública y ya no queremos saber más de ella, no nos interesa porque, literalmente, es basura.
Se convierte en centro de nuestro interés cuando no podemos deshacernos de ella, cuando nos vemos rodeados de ella, que crece considerablemente sin parar cada día porque nuestra conducta de consumo no se detiene y seguimos generando desechos de todo tipo. Es el momento en el que nos vemos rebasados por la basura porque no queremos tener la basura dentro de nuestras casas, pero tampoco podemos dejarla fuera de nuestros domicilios porque si no son los animales, son las personas que hurgan dentro de las bolsas de basura buscando algo útil que puedan vender, quienes dejan abiertas las bolsas de basura, esta se desparrama, llegan los insectos y se convierte en un verdadero foco de infección.
Es entonces que nos damos cuenta de que la basura no es un problema individual, sino que en realidad es un problema público, social porque vivimos en convivencia social, pertenecemos a una comunidad que se ve afectada por los mismos problemas, en este caso el de la producción de basura que mantiene un ritmo de crecimiento imparable porque todos los días al preparar nuestros alimentos, al satisfacer nuestras necesidades biológicas, al hacer limpieza en nuestros hogares, etc., creamos una gran cantidad de basura que debemos desecharla cuanto antes lejos de nosotros.
Tendemos a culpar a las autoridades del problema en el que se ha convertido la no recolección de la basura y tenemos gran parte de razón en esta percepción, porque las autoridades tienen la responsabilidad de cumplir con un servicio público como la recolección de basura en el cual están fallando. Sería pertinente mencionar que no es el único problema social que no están atendiendo, también está el problema de la seguridad pública, el problema del alumbrado público, el problema del transporte público, etc.
Pero en este momento quisiera centrarme en el tema de la basura y siguiendo con el mismo, debo decir que si bien las autoridades son responsables de no proporcionar un servicio de recolección de basura eficiente, la ciudadanía también es responsable del cambio que se ha dado  en tan sólo veinte años de convertir a  la capital de Sonora, es decir nuestra ciudad, de ser una ciudad limpia que impresionaba a quienes la visitaban, a ser lo que hoy vemos cotidianamente: basura en las esquinas, en las calles, banquetas sin barrer, en nuestras colonias, basura en los camiones, es decir, basura por todos lados.
Los habitantes de esta ciudad, es decir usted y yo hemos contribuido al desaseo de nuestra capital al no poner la basura en su lugar, al crear desperdicios de manera inconmensurable y al no poner la basura en su lugar. Realmente he perdido la cuenta de las veces que he visto a personas que conducen un automóvil delante de mí por las calles de nuestra ciudad y de repente, sale volando un pedazo de papel, un vaso de cartón, una lata de cerveza, una colilla de cigarro, etc. por las ventanas de dicho vehículo.
Lo mismo observo cuando viajo a bahía de Kino, basura acumulada en sitios de recolección que no han sido atendidos por las autoridades municipales, basura en las playas contaminando el mar, Etc.
Esos ciudadanos cochinones se salen con la suya porque no hay vigilancia en nuestra ciudad, ya que esto está penado pero no hay consecuencias a este comportamiento porque hay un vacío de autoridad en nuestras calles por la ausencia de vigilancia policiaca ya que en el Ayuntamiento no hay patrullas suficientes para realizar dicha vigilancia, ¿pueden creer esto?
En fin, creo que es correcto y necesario exigir de nuestras autoridades el cumplimiento de su compromiso de brindar un servicio eficiente de recolección de basura y cuanto antes lo hagan mejor porque se evitará que nuestras colonias se conviertan en focos de infección por la basura acumulada.
Pero también considero que parte de la solución de este problema de la basura lo asumamos como parte de nuestras responsabilidad personal, no solo en el sentido de colocar la basura en su lugar, sino también en cuanto a que generemos un cambio de actitud acerca de la misma. Es decir, a nadie le interesa a donde va una bolsa de basura, nos olvidamos de ella en cuanto la sacamos de nuestro hogar y se la lleva el servicio de limpia.
Pero debemos cambiar nuestra percepción acerca de la basura que generamos y retomando la anécdota de la bolsa de basura extraviada, deberíamos buscar nuestras bolsas de basura extraviadas, en el sentido de poner atención al contenido de nuestras bolsas de basura, que tanto en realidad es un desperdicio y qué tanto de su contenido podríamos reciclar en nuestros propios hogares, reflexionar acerca del destino de la basura que estamos produciendo en forma colectiva, preguntarnos qué hacen  con ella después de que se la lleva el servicio de limpia pública.
Debemos exigir de nuestras autoridades una inversión suficiente para hacer más eficiente el  sistema de recolección de basura mediante un sistema reciclado de la misma. Sólo después de que las autoridades inviertan en un sistema de reciclado de basura se puede exigir a la ciudadanía que proceda a reciclar su basura particular.
Necesitamos cambiar nuestros hábitos de consumo y poner más atención al cuidado del medio ambiente, eligiendo aquellos productos que contaminen menos, otra  forma de hacerlo es dejar de usar bolsas de plástico cuando vayamos de compras y utilizar bolsas ecológicas de manera permanente. Las bolsas de plástico son utilizadas por unos cuantos minutos y después desechadas en la basura, llegando a ser uno de los desperdicios en la basura más resistentes a la reincorporación a la naturaleza.
El problema de la basura es un problema social, público, compartido y no es responsabilidad exclusiva de las autoridades, la ciudadanía tiene su cuota de responsabilidad y la manera de cumplir con ella es cambiando nuestros hábitos de consumo, pero las autoridades tiene la responsabilidad principal de mejorar el sistema de recolección pública con sus propios medios y no pedir que la ciudadanía pague por un servicio público que ya está pagado de antemano.
Es inaceptable que la ciudadanía asuma el costo del financiamiento de un sistema de recolección de basura tal como se está proponiendo por la nueva administración del ayuntamiento de Hermosillo que plantea que debido a la crisis financiera del municipio, que sea la ciudadanía la que pague $ 10.00 para garantizar la recolección oportuna de la basura en nuestras casas.
Lo que debe proceder es que las nuevas autoridades finquen responsabilidades en la administración municipal anterior, de tal forma que respondan ante autoridades penales por el desfalco en el que dejan sumido al ayuntamiento. Estamos en el inicio de una nueva era en México con el gobierno de Morena, un gobierno que debe declarar la guerra a la impunidad de tal forma que los políticos que desviaron grandes cantidades del presupuesto público  en su beneficio personal, devuelvan lo que se robaron, o en su defecto, se les decomisen los bienes personales que obtuvieron con dinero robado del presupuesto público.
Los ciudadanos debemos comprometernos a mejorar nuestros hábitos de limpieza de nuestras calles, banquetas y fuera de nuestros domicilios, al mismo tiempo que cambiamos nuestros hábitos de consumo cotidianos para construir un comportamiento de consumo responsable con el medio ambiente. Al mismo tiempo debemos evitar tirar la basura en la vía pública para evitar continuar dando un aspecto deplorable y sucio de nuestra ciudad para que recuperemos la imagen que Hermosillo tenía hace solo unos años como una ciudad limpia, moderna, orgullo de sus habitantes.

sábado, 15 de septiembre de 2018

¿Qué significa ser mexicano en el 2,018?


 ¿Qué significa ser mexicano en el 2,018?
Oscar Yescas Domínguez


     Septiembre es el mes de la patria, fuimos educados para festejar año tras año nuestra pertenencia al gran país que es México. Nuestra identidad nacional se fortalecía cada año con los festejos que tenían lugar durante este mes en todo el territorio nacional y en el extranjero.
     Septiembre es el mes cuando se alienta el orgullo de ser mexicano y el clímax se daba durante la ceremonia del grito de independencia la noche del 15 de septiembre.
     Los medios masivos de difusión se prestaban para hacer enlaces nacionales en diferentes puntos de la república y compartir imágenes de miles de mexicanos festejando alegremente la independencia de México lograda hace más de 200 años.
     Lo mismo hacían estos medios masivos de difusión al hacer enlaces internacionales conectando a todas las embajadas mexicanas para divulgar espléndidas imágenes de los festejos patrios en territorio extranjero.
     Todo era orgullo y felicidad, los problemas cotidianos se olvidaban por unos días para festejar nuestra identidad como mexicanos. El resto del año podríamos no recordarlo ensimismados en nuestros problemas cotidianos, pero el 15 de septiembre era compromiso obligado acudir con familiares, amistades o a eventos públicos para acompañar al gobernante en turno con el grito VIVA MÉXICO, coreado en tres ocasiones.
     El arraigo del festejo patrio en septiembre era tal que quien no festejaba en ese día era visto con cierta desconfianza. Pero con la agudización de la crisis provocada por el PRI y el PAN, el festejo popular menguó y un sentimiento de insatisfacción social impedía seguir el ritual porque cada vez era más evidente que la clase en el poder se convertía en una mafia que se había apoderado de todo, incluso de nuestra propia identidad como mexicanos.
     El ritual oficial del grito del 15 de septiembre perdió audiencia, muchos dejamos de asistir para no avalar con nuestra presencia al poder político que nos oprimía, que nos explotaba, que se enriquecía a costa nuestra y que saqueaba nuestras riquezas naturales para venderlas al capital privado nacional y extranjero mientras nos sumía en la miseria.
     Pero el poder en turno necesitaba la ceremonia del grito porque en sí misma se constituía como el aval del pueblo mexicano hacia su gobierno. Al mismo tiempo esta ceremonia se convertía en un instrumento de control ideológico porque contribuía a la distracción de los verdaderos problemas que nos estaban afectados, esos problemas que sufríamos como nación y que eran creados por quienes decían ser nuestros representantes en el gobierno.
     Debido a ello miles de mexicanos decidimos no acudir al acto oficial de la ceremonia del grito y celebrarlo en nuestras casas y colonias acompañados de familiares, amigos y conocidos.
     Por estos motivos los gobiernos del Prianrd se dieron a la tarea de usar la técnica de los acarreados en actos políticos, para lograr concentraciones masivas en los zócalos de las principales ciudades del país, principalmente en la ciudad de México.
     De esta manera, el zócalo de la ciudad de México recibía a miles de mexicanos que acudían a acompañar al presidente en turno coreando el grito: “Viva México, Viva México, Viva México”.
     Pero este año 2,018 la situación es diferente porque hoy es la última ocasión que un presidente priísta da el grito de la independencia en palacio de gobierno.
     Por esto creo que la respuesta a la pregunta ¿qué significa ser mexicano en el 2,018? Debería ser la de una persona que experimenta un gran orgullo al pertenecer  a ese conjunto de generaciones de mexicanos que unidos en una acción colectiva y guiados por Andrés Manuel López obrador y Morena logramos quitarle el poder político al Prianrd y echa abajo un gobierno enquistado en el poder durante décadas que solo se dedicó a enriquecerse a sí mismo, explotar a la población trabajadora y vender las riquezas naturales de nuestro país.
     Ya no se siente aquella mezcla de sentimientos de vergüenza ajena por tener el gobierno más corrupto del mundo, al contrario, se siente el orgullo recuperado de haber dado una lección de democracia al mundo entero al lograr un cambio social en nuestro país a través de la vía electoral.
     Siento un gran orgullo por pertenecer a un pueblo que dejó atrás el estereotipo del mexicano agachón, conformista y sumiso. Que dio un gran grito de rebeldía al negarse a vender su voto al gobierno opresor y se arriesgó votando por el cambio social representado por Morena.
     Siento un gran orgullo de pertenecer al pueblo mexicano cuya juventud votó en forma mayoritaria por primera vez en su vida, dejando atrás un historial de abstención política de otras generaciones y que votó por una opción diferente a la que los medios masivos de difusión le ofrecían, medios vendidos evidentemente.
     Un cambio social que sabemos que será insuficiente, porque esto apenas empieza y será necesaria la participación de todos en la reconstrucción nacional e nuestro país. Pero es un cambio que sin lugar a dudas es positivo.
     Al orgullo de pertenecer a un país rico en cultura, historia y con grandes recursos naturales y extensión geográfica, se suma la enorme satisfacción de ser parte de esa colectividad de mexicanos que  estábamos dispuestos a dar la vida para recuperar la dignidad perdida, los derechos laborales y sociales violados, pero que hoy gracias a la organización que Morena nos proporcionó en la coyuntura electoral, estamos en condiciones de recuperarlos por la vía legal y en forma pacífica.
     Pero al mismo tiempo, siento un gran dolor por todas las injusticias cometidas de crímenes y desapariciones que no han sido resueltas, el caso de la guardería Abc, los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, los miles de mexicanos desaparecidos, etc.
     Pero este dolor se contiene y disminuye un tanto al desarrollar mi confianza de que ahora sí la corrupción y la impunidad no serán parte de la vida de nuestro país. La premisa de AMLO y Morena de “cero tolerancia a la corrupción”, alienta mi esperanza de que de aquí en adelante hagamos valer el estado de Derecho que habíamos perdido y se aplique la ley y se haga justicia como debe de ser.
     El dolor que produce ver la pobreza en la que está sumida mi población, la violencia que sufrimos cotidianamente y el crecimiento de la desigualdad social, sé que paulatinamente disminuirá al ver que algunas de las promesas hechas por AMLO y Morena están siendo cumplidas y convertidas en ley.
     La eliminación de pensiones a expresidentes, la disminución del sueldo que recibe el Presidente de la república y la ley que impide que nadie pueda percibir un sueldo mayor que él, las políticas de austeridad que terminan con lujos y privilegios de gobernantes y representantes populares, la fiscalización en verdad del presupuesto público, etc., son leyes y políticas que tendrán un gran impacto en el presupuesto público que será aumentado para invertirlo en obras sociales.
     Ser mexicano para mí significa estar comprometido en la defensa de un gobierno emanado de la voluntad popular, que está tomando medidas y acciones en defensa de la población mexicana, que no logrará hacerlo por sí mismo y que necesita de la participación activa del pueblo que representa.
     Ser mexicano para mí significa responder al llamado de AMLO de que no nos fallará, pero que no lo dejemos solo, por lo cual reitero mi compromiso a contribuir con mi participación social a la construcción de un mejor país, ejerciendo la crítica social en todo momento y apoyando incondicionalmente todas aquellas medidas que sean en beneficio de nuestra población mexicana.
     Por esos motivos mi orgullo por ser mexicano aumenta enormemente en este día que creo debemos recuperar como parte de nuestra identidad nacional el festejo de la independencia  de México hace 209 años, impidiendo que el gobierno opresor grite a nuestro nombre Viva México.
     Invito a todos los mexicanos a no asistir a la ceremonia oficial del gobierno mexicano todavía representado por el Pri, tanto en el gobierno federal como en el estado de Sonora y les demostremos con nuestra ausencia nuestro desprecio a su forma de gobierno excluyente, desigual y corrupta.
     Festejemos por nuestra cuenta en nuestros barrios, colonias y hogares el grito de independencia, recuperemos esa parte de la historia que nos da identidad y gritemos en forma colectiva esta noche: ¡Viva México cabrones!