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domingo, 18 de septiembre de 2022

                        ¿Nuevo orden internacional o tercera guerra mundial?

Oscar Yescas Domínguez

17 de septiembre de 2022


Introducción

Antecedentes del conflicto entre Rusia y Ucrania

Invierno y apagones: una combinación peligrosa

Conclusiones

Introducción

A lo largo de la Historia de la humanidad siempre han existido relaciones de poder en las cuales se pueden identificar líderes y seguidores y por lo regular en las relaciones sociales el poder ha sido concentrado en un reducido grupos de personas que llegan a controlar el comportamiento de miles o millones de personas.

No es exagerado el decir que quienes han estado en posiciones de poder se han caracterizado por construir relaciones asimétricas, de tal forma que las decisiones que se tomen no sólo se impongan a los demás, sino que lleguen a ser aceptadas colectivamente en forma voluntaria al promover la construcción de una ideología dominante en la sociedad, que responda en forma favorable a los intereses y valores de quienes se encuentran en la cima del poder, de tal forma que la ideología dominante sea la ideología de la clase dominante.

La palabra asimétrica significa que en las relaciones de poder siempre hay un mayor grado de influencia en las relaciones interpersonales, el predominio de un actor sobre otros, lo que permite la construcción y aceptación de relaciones sociales en las que algunas personas tienen el control y dominan a otras personas en términos políticos, económicos o psicológicos, siempre bajo un proceso de legitimación social de este ejercicio de dominación que llega al grado de considerar como algo “normal” la existencia de diferentes tipos de control social.

Esto sucede porque en la construcción de nuestra personalidad psicosocial participan diferentes instancias socializantes como la familia, la escuela, la religión, los grupos de amigos, el trabajo y los medios masivos de difusión y éstos últimos han ocupado un lugar preponderante en la manipulación de nuestras formas de pensar, sentir y actuar, al grado de que buena parte de la población ha perdido su capacidad para pensar por su propia cuenta, ha abandonado su condición de homo sapiens y ha sido reducido a la condición de homo videns, como lo plantea Giovanni Sartori en su libro Homo Videns, donde describe el impacto de la televisión, y cine en la reducción de nuestro pensamiento crítico al dejar de lado el hábito de la lectura para priorizar y valorar más las imágenes que nos proporciona la sociedad de consumo en la que estamos viviendo.

Durante décadas las grandes compañías de televisión han controlado la mente de millones de personas en el mundo entero y en el caso de México lo vivimos con el papel que jugó Televisa, TV Azteca, Milenio y otros medios que durante la existencia del prianismo criminalizaron las protestas sociales, distorsionaron las noticias y manipularon la información de hechos de gran relevancia social.

Afortunadamente, no se puede tapar el sol con un dedo y uno de los grandes logros de los movimientos colectivos de protesta de las últimas décadas ha sido, sin lugar a dudas que demostraron con claridad que el ejercicio del poder se basaba en un control de la comunicación masiva y en el uso de una censura o maquillaje del tipo de información que proporcionaban en la cual distorsionaban la realidad para bloquear cualquier intento de conectar la mente individual con la mente colectiva.

La función social de los medios masivos de difusión era impedir que la población pudiera establecer la conexión existente entre lo personal y lo político, evitar que los individuos contemporáneos tomaran consciencia de que en el contexto de la globalización, los problemas locales tienen un origen global por la interdependencia cada vez más estrecha que mantenemos los habitantes del planeta tierra y sobre todo, impedir la toma de consciencia de la capacidad de historicidad que tenemos los seres humanos, es decir, la capacidad para actuar como sujetos sociales activos que pueden cambiar la sociedad, porque la historia de la humanidad nos muestra que el cambio social y político en todas las épocas ha sido el resultado de miles de acciones individuales que han actuado en forma colectiva, unida y organizada para lograr una verdadera transformación de la realidad social.

Desde hace muchos años los medios masivos de información han perdido paulatinamente la hegemonía y poder de influencia que lograron tener a fines del siglo pasado. La eficacia de su acción como medio de control y manipulación social se demeritó con surgimiento de internet, telefonía celular y redes sociales contribuyó a su demérito porque estos últimos se han convertido en las principales fuentes de información para las nuevas generaciones, porque posibilitaron lo que el sociólogo Manuel Castells denominó “autocomunicación de masas”, que permitió aumentar la autonomía de los individuos y con ello reducir la influencia de los medios masivos de difusión como instrumentos de control social, porque permitió que las personas se convirtieran en emisores y receptores de mensajes en forma simultánea.

El uso del poder basado en actos de autoritarismo no puede por sí mismo garantizar un control social masivo, porque no puede modelar la mente de las personas y por ello no garantiza la dominación y el control de sus comportamientos, porque nuestros sentimientos y pensamientos individuales y colectivos provienen de nuestras vivencias y determinan la forma como actuamos. La experiencia de las luchas sociales nos ha generado un aprendizaje que consiste en comprender que la lucha contra el poder siempre ha estado acompañada de la lucha por romper el control de la comunicación masiva que mantienen quienes están en el poder y gracias al surgimiento de la sociedad red en que vivimos, la posibilidad de realizar comunicaciones masivas a través de nuestros teléfonos celulares, abrió una gran grieta en el control social basado en el control de la comunicación, porque rompió esa asimetría en el manejo de la información.

Sin embargo, en este 2022 estamos siendo testigos del uso tendencioso de los medios masivos de información en el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania, con resultados que demuestran que la manipulación de información en medios masivos de comunicación todavía tiene un gran impacto social al manipular la percepción de un conflicto internacional y generar actitudes de apoyo a una de las partes utilizando información parcial o distorsionada.

El conflicto entre Rusia y Ucrania ya rebasó el nivel de confrontación de dos países al involucrarse en el mismo las grandes potencias que pertenecen a la OTAN y tomar partido a favor de Ucrania, no sólo brindándole apoyo logístico, militar, equipo bélico de alta tecnología y miles de millones de dólares en efectivo (dinero que no llega a su destino final), sino que también los países miembros de la OTAN impulsados por Estados Unidos han aplicado sanciones comerciales y políticas intentando aislar a Rusia y perjudicar su economía, medidas que por cierto no están dando los resultados esperados y están afectando la economía y bienestar social de las poblaciones de los países que forman parte de la OTAN.

Por estos apoyos brindados a Ucrania, el conflicto bélico se ha prolongado superando los 6 meses desde que se inició y no se vislumbran indicios de que se pueda negociar un alto al fuego y lograr que la paz vuelva a la región, al contrario, los apoyos de la OTAN han actuado como si se arrojara gasolina al fuego y el involucramiento de varios países en este conflicto amenaza con prolongar el mismo a una escala mayor, lo cual aumenta los riesgos porque buena parte de los países involucrados tiene armas nucleares, por lo que la amenaza de una tercera guerra mundial se construye lentamente y crece cada día.

Por estas razones, no debemos aceptar la “normalización del estado de guerra”, porque las guerras son como las enfermedades, si no se atienden se complican y agravan hasta llevar a la muerte a los pacientes. Hasta el momento hemos dejado que unos cuantos estén decidiendo el destino de la humanidad, la situación amerita que todo el mundo opine sobre este conflicto y exija el final de esta guerra, la solución negociada al mismo y que sean los propios pueblos quienes decidan su destino.

Antecedentes del conflicto entre Rusia y Ucrania

Una mirada objetiva a la información que circula en medios de comunicación masiva, nos ayuda a comprobar que en estos momentos somos testigos y objeto de una estrategia de desinformación masiva sobre los acontecimientos internacionales, sobre todo lo que está sucediendo en la guerra entre Rusia y Ucrania.

Durante los últimos meses los grandes medios masivos de difusión han proporcionado información parcial, tendenciosa y distorsionada sobre este conflicto y lo que buscan es generar simpatía hacia el ejército y pueblo de Ucrania, un pequeño país de Europa del Este, que fue invadido por el ejército de la gran potencia mundial que es Rusia, país con quien comparte frontera.

La información que recibimos es que Ucrania se atrevió a solicitar su ingreso a las filas de la Otan y por ese motivo es invadida por Rusia, por lo que este país es presentado como el agresor en esta sangrienta guerra que lleva más de 200 días de duración, durante los cuales ambos bandos han acumulado miles de muertos, se han destruido centenares de ciudades y provocado el éxodo de millones de ciudadanos ucranianos a los países vecinos provocando que los efectos de esta crisis se extienda por la región.

Los medios masivos de información occidentales mantienen una postura parcial al guardar silencio sobre las verdaderas causas y no informar que el conflicto armado que se desarrolla en Ucrania empezó en realidad en noviembre de 2013 en los eventos que recibieron el nombre de Euromaidán (en ucraniano Yevromaidán que significa Europlaza) y que consistieron en una serie de manifestaciones y disturbios heterogéneos que lograron derrocar al Presidente Víctor Yanukovich, líder de una formación política prorrusa y el 6 de abril de 2014 toma el poder un gobierno de derecha en Ucrania que desata una fuerte represión en contra de las fuerzas separatistas prorusas de la región del Dombás que luchaban por la independencia de su región, lugares donde la población es mayoritariamente rusófona.

Pero los medios masivos de información no dicen nada de los sucesos previos a la incursión del ejército de Rusia, guardan un cómplice silencio acerca de los motivos de la intervención rusa y nada dicen acerca de que la destitución del Presidente Víctor Yakunovich en 2014 provocó que surgieran numerosos grupos separatistas en la región fronteriza con Rusia que proclaman su independencia del Gobierno de Ucrania y esto es lo que provocó enfrentamientos armados entre europeístas, prorrusos y separatistas.

Un día después de la caída de Yakunovich, el 7 de abril de 2014, un grupo de manifestantes proclamó la República popular de Donetsk, posteriormente, otro grupo se autoproclamó como la República Popular de Lugansk el 28 de abril y posteriormente ambas repúblicas se unieron para luchar en contra del gobierno de Ucrania, logrando que para mayo de ese mismo año, ya sumaran más de 16 ciudades del este ucraniano las que estaban en manos de grupos armados prorrusos y reclamaban su independencia de Ucrania. La mayoría de habitantes de estas regiones de Ucrania son rusoparlantes, tienen procedencia de Rusia y mantienen lazos familiares con ciudadanos rusos.

Para legitimar esta separación el 19 de abril de 2014 se realizaron dos referéndums sobre el estatus político de Donetsk y Lugansk, pero mientras se realizaban las votaciones en la ciudad de Krasnoarmisk un Comando de la Guardia Nacional de Ucrania intentó detener la votación en un colegio electoral disparando ráfagas de metralleta contra los ciudadanos desarmados que esperaban emitir su voto, matando a uno de ellos y ante el ruido de los disparos un grupo de vecinos desarmados acudió al puesto de votación y formando un círculo alrededor de las urnas gritaban “fascistas” a los guardias ucranianos, quienes al ver que aumentaba la multitud, optaron por retirarse pero mientras lo hacían, dispararon a la multitud dejando en el lugar un saldo de dos muertos y un anciano herido.

Situaciones similares se repitieron en otras ciudades del este de Ucrania, donde los guardias confiscaron urnas, destruyeron papeletas electorales y dispersaron a los ciudadanos rusoparlantes que esperaban emitir su voto para participar en el referéndum. A pesar de estos incidentes de violencia, un gran número de ciudadanos de esa región de Ucrania logró emitir sus votos y en Donetsk, el 89% de los electores votó a favor de su independencia de Ucrania y el 96% de los votantes de Lugansk hicieron lo mismo al votar a favor de la separación de Ucrania.

Pero el Gobierno de Ucrania desconoció el referéndum y acusó a Rusia de intervenir en el conflicto, el gobierno de Rusia desmintió esta acusación, mientras que por otro lado, los grupos independentistas denunciaron la participación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadunidense en el conflicto, informando que apoyaban con personal militar estadunidense, información logística de la ubicación de grupos separatistas y proporcionaban material de inteligencia a los militares de Kiev.

El 13 de mayo de 2014 en Donetsk se realizó el primer congreso del Partido Nueva Rusia (PNR) y declaró la formación de un nuevo Estado autodeclarado Nueva Rusia. A este congreso asistieron las milicias del Donbás, desertores de las fuerzas ucranianas de la república de Donetsk que conformaban la República Popular de Donetsk y se afirmó que este nuevo Estado tendría como capital a Donetsk y como sus primeras acciones procedería a nacionalizar las industrias de mayor importancia en la región.

Desde esa fecha, los combates entre grupos separatistas y fuerzas ucranianas se agudizaron y los ataques de las tropas ucranianas se caracterizaron por el uso de la fuerza aérea que bombardeó estaciones de ferrocarril, comercios, edificios residenciales. Posteriormente, las fuerzas gubernamentales utilizaron vehículos blindados para incursionar en regiones bajo control de los grupos separatistas, lanzaron morteros contra posiciones de combatientes milicianos, cortaron vías de comunicación entre las ciudades de la región en conflicto y cercaron varias localidades para ingresar en cada una de ellas provocando varias bajas entre civiles y combatientes.

Debido a que los combates se intensificaron en la zona prorrusa se hicieron varios llamados al alto al fuego y gracias a ello se consiguió la mediación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), para realizar una reunión entre las partes involucradas en el conflicto y el 5 de septiembre de 2014 se logró el acuerdo del Protocolo de Minsk que fue un acuerdo para poner fin a la guerra y fue firmado por representantes del Gobierno de Ucrania, de la Federación Rusa, la República popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk. Pero este acuerdo no fue respetados porque los ataques de las fuerzas ucranianas continuaron en el este de Ucrania mientras recibían el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos, quienes desconocieron los resultados de los referéndums ciudadanos y la OTAN procedió a desplegar sus tropas en las fronteras con Rusia.

Las acusaciones de que Rusia era el principal responsable de instigar las tendencias separatistas recibieron un desmentido del Presidente de este país, quien calificó a las tropas ucranianas como criminales y fascistas y declaró que las agresiones a la población rusoparlante del este de Ucrania constituían un verdadero genocidio.

Los combates entre fuerzas separatistas prorrusas y el ejercito ucraniano continuaron durante todos estos últimos años y se fueron intesificando en magnitud y crueldad, dando como resultado el asesinato de miles de separatistas y ciudadanos rusoparlantes por parte del ejército de Ucrania y para inicios del 2022, ya sumaban más de 14,000 víctimas mortales entre civiles y combatientes de ambos bandos, aumentó el saldo de ciudades destruidas por el ejercito de Ucrania que quedaron sin servicios básicos y en este contexto fue que el 24 de febrero de este año el Presidente de Rusia Putin, decidió lanzar la operación militar especial en el este de Ucrania, argumentando que “Rusia no puede sentirse segura ante la amenaza de Ucrania, mencionando que el objetivo de esa operación militar era proteger a los habitantes de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y república de Donetsk, regiones en donde la mayoría de la población habla ruso y tiene familiares en Rusia”.

Invierno y apagones: una combinación peligrosa

Al horror de la guerra y los daños que provoca un enfrentamiento bélico de esta magnitud, se suman los daños que están provocado las sanciones comerciales en contra de Rusia impuestas por los gobernantes que forman parte de la Unión Europea y de la Otan. Estas medidas políticas que fueron tomadas por un puñado de políticos sin consultar a las poblaciones que dicen representar y que pretendían aislar comercialmente a Rusia y golpear su economía, están provocando daños colaterales más allá de las fronteras de Rusia y lo cierto es que daños están afectando también a las poblaciones de las naciones europeas cuyos gobernantes impulsan estas sanciones, porque sus economías están siendo golpeadas por el desabasto de petróleo y gas, afectando a la población que sufre un inusitado aumento en las tarifas del consumo de electricidad y están pagando los costos de vivir con una creciente inflación.

Los políticos europeos que apoyaron de manera incondicional la estrategia estadunidense de golpear a Rusia promoviendo sanciones comerciales en su contra, no tuvieron la suficiente visión como para recordar que las economías de sus países dependen en gran parte del petróleo y del gas ruso, por lo que al aplicar las sanciones comerciales y negarse a importar petróleo, están cometiendo un harakiri ya que la aplicación de estas sanciones comerciales están teniendo un efecto boomerang al provocar una alza generalizada de todos los productos por la ausencia de derivados del petróleo como el gas licuado que utilizan los grandes comercios para mantener en refrigeración sus productos y el incremento en las tarifas de energía eléctrica, esto está afectando directamente a los empresarios y a los ciudadanos que dicen representar y gobernar.

Los pueblos europeos no están preparados para soportar un largo y crudo invierno sin recibir los suministros de gas y electricidad que son necesarios para sobrevivir en tiempo de invierno. Al aplicar políticas que intentan “invitar” a la población europea a reducir el consumo de gas y energía eléctrica en el inicio de un largo y frío invierno, están atentando contra sus propias poblaciones y esto es lo que está sucediendo en Suiza, país en el cual se decretó racionar el consumo de calefacción a un límite de 19 grados y quien supere ese límite recibirá una sentencia de tres años de cárcel.

Con estas medidas lo que están provocando es crear las condiciones para que surja un malestar social que empieza a expresarse en la población que empieza a tomar las calles para protestar en contra de las sanciones comerciales en contra de Rusia porque no fueron consultados, les está perjudicando directamente en sus vidas cotidianas y de seguir así, no sobrevivirán en este invierno que está por iniciar. Por estas razones una oleada de indignación y descontento popular se extiende por los países de Europa, principalmente aquellos que forman parte de la OTAN como lo han sido los casos de la república Checa, Austria y Alemania, lugares en los cuales han salido a protestar miles de ciudadanos exigiendo el retiro de las sanciones comerciales en contra de Rusia.

Por otro lado, la falta de petróleo y gas ruso ha provocado que los países europeos abandonen las energías limpias y regresen al uso del carbón y leña como combustible, lo cual afecta en forma considerable el medio ambiente y representa un retroceso de cien años en el desarrollo económico de los países de ese continente

El pequeño grupo de políticos que integran los representantes de la OTAN insiste en seguir aplicando sanciones comerciales, hablando en nombre de la democracia tal y como se hizo en la edad media que combatían en nombre de Dios. Actúan tomando decisiones sin consultar a sus propias poblaciones, sin tomar en cuenta el verdadero sentimiento de aquellos que dicen representar, olvidando que toda sanción comercial en tiempos de globalización tiene efectos no deseados y con sus acciones están perjudicando la vida de millones de personas en el mundo entero.

Lo más grave es que se niegan a aceptar que estas políticas de sanciones comerciales han fracasado y no reconocen que sus acciones están beneficiando a quien pretendía perjudicar, porque el gobierno de Rusia respondió a las sanciones comerciales dando un giro a esta situación volteando su mirada en busca de nuevos consumidores de su petróleo y gas en el amplio mercado mundial, con tan buena fortuna que encontró nuevos clientes, al mismo tiempo que avanza en el fortalecimiento de nuevas alianzas políticas con naciones que han decidido aprovechar el conflicto para dejar su dependencia del dólar, como China, Irán, Turquía y otros países, logrando aumentar en forma considerable sus ganancias económicas al encontrar nuevos mercados para su petróleo y gas.

Lo que no dicen los medios masivos de comunicación que centran su atención en la guerra de Ucrania es que otro de los grandes beneficiarios de esta crisis política y energética es nada menos que Estados Unidos, quien ante la escasez de gas licuado y petróleo que padecen los países europeos por la prohibición de comprarle a Rusia, se ha convertido en el principal proveedor de estos productos a países europeos y no sólo ha aumentado las ventas de su petróleo y gas licuado, también aumentó el precio de los mismos, obedeciendo a la ley del mercado, “mientras más demanda exista, aumentará el precio del producto”, por lo que les vende estos productos al triple de su precio que tenía hace sólo unos meses.

Esta crisis internacional que padecen de forma particular las poblaciones de los países que participan en las medidas comerciales en contra de Rusia, se ha convertido en una pesadilla para las poblaciones europeas porque dichas medidas se revierten afectando sus propias economías y está provocando una crisis política al interior de cada nación europea, porque está levantando una oleada de descontento que se ha manifestado en varios países europeos.

Conclusiones

En el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania podemos identificar tres tipos de guerras, una guerra militar entre Rusia y Ucrania, una guerra desigual no precisamente porque Rusia sea una gran potencia y Ucrania un pequeño país, sino porque Ucrania ha estado recibiendo patrocinio, financiamiento, apoyo logístico y abastecimiento de armamento de última generación, de parte del gobierno de Estados Unidos, de varios países de la Unión Europea y de la OTAN.

Este apoyo multinacional hacia Ucrania ha contribuido a prolongar el conflicto hasta llegar a su séptimo mes aumentando por ello el número de bajas militares y civiles de ambos bandos y ha llegado a un punto en el cual no se contempla ni por asomo la posibilidad de un alto al fuego, sino todo lo contrario, lo que se espera es una guerra prolongada, con amplias posibilidades de que se extienda geográficamente y aumenten las posibilidades del uso de armamento pesado que tenga mayor capacidad de destrucción y no se descarta el uso de armas nucleares. El Presidente de Rusia Vladimir Putin declaró que Rusia no ha usado todo su potencial bélico en este conflicto porque no tiene prisa en el mismo y giró instrucciones para que el armamento nuclear esté preparado por si se involucra alguna de las potencias que forman parte de la OTAN, por lo que dejó entrever que está dispuesto a una guerra prolongada y en cualquier momento puede golpear con mayor fuerza para acabar con el ejército de Ucrania.

Por otro lado, observamos una guerra comercial en la que participan de manera activa los países que integran la Unión Europea y la OTAN, son ellos quienes han aplicado un sinnúmero de sanciones comerciales, políticas y diplomáticas en contra de Rusia intentando perjudicar su economía y aislarlo comercialmente, una estrategia que ha resultado ser un fracaso porque en el contexto de la globalización Rusia ha encontrado nuevos clientes para exportar sus productos de petróleo y gas, creando al mismo tiempo nuevos lazos comerciales y alianzas políticas que están provocando el fin de un orden internacional unipolar en el cual predominaba la hegemonía de Estados Unidos, país que mantenía el control mundial en base a su poderío militar, económico y comercial.

El mundo tal y como lo conocíamos ha cambiado radicalmente en estos siete meses del conflicto, porque los acontecimientos en torno a la guerra en Ucrania han dado lugar al surgimiento de nuevas potencias emergentes que suman fuerzas para crear alianzas comerciales y políticas, creando las condiciones para la construcción de un nuevo orden mundial multipolar, en el cual varias naciones tomen decisiones en base a consensos mutuos.

La tercera guerra que observamos en este conflicto es la guerra de la información, en la cual diariamente vemos con claridad que los medios masivos de difusión occidentales actúan brindando información sobre la situación internacional en forma parcial, distorsionada y fuera de contexto, en un intento de manipular la percepción social del conflicto, de tal forma que la población mundial identifique a Rusia como el agresor de un pequeño país y justificar el apoyo a Ucrania, sin importar los antecedentes que dieron origen a la intervención militar de Rusia en Ucrania

Las principales agencias de información han logrado su primer objetivo en el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania: han logrado que millones de personas olviden una parte importante de esta historia y es que este conflicto bélico inició en realidad en el año 2014, con la represión del gobierno ucraniano a las declaraciones de independencia de separatistas ucranianos en regiones donde predomina la población rusoparlante. Ha quedado en el olvido la crueldad y masacres realizadas en los últimos años por el Gobierno de Ucrania contra ciudadanos ucranianos de origen ruso y se presenta en los medios al gobierno ucraniano como “la víctima” del agresor que es la potencia mundial de Rusia.

Las denuncias de desviación de los apoyos financieros otorgados a Ucrania por parte del gobierno ucraniano no aparecen en las primeras planas de los medios masivos de información occidentales. Por estas razones es realmente es preocupante el empecinamiento de los políticos que forman parte de la Unión Europea y de la OTAN, de seguir aplicando sanciones a Rusia y continuar apoyando con miles de millones de dólares en efectivo, toneladas de armamento bélico y apoyo logístico al gobierno y ejército ucraniano, porque olvidan que Rusia tiene armamento nuclear que puede usar en el momento que así lo considere necesario.

    Necesitamos desarrollar un pensamiento autónomo, ampliar nuestras fuentes de información y leer de manera crítica toda la información que recibamos para evitar ser manipulados por las grandes cadenas de noticias que responden a intereses particulares y desinforman en lugar de informar.

También es necesario mencionar que otros de los grandes beneficiarios del conflicto militar entre Rusia y Ucrania, son las grandes corporaciones que se dedican a la producción, distribución y comercialización de armamento bélico, porque la guerra es un negocio para ellos y no les importa que sus productos sean utilizados para asesinar a gente inocente o aumentar de manera innecesaria los daños materiales y el uso de la violencia. Mientras más se prolongue el conflicto de guerra, mayores serán las ganancias de “los señores de la guerra”, porque la sola existencia de la guerra garantiza el aumento de las ventas de armas y con ello maximizan sus beneficios económicos.

El mundo entero observa con gran expectación lo que sucede en esa región del mundo, porque todo indica que en cualquier momento la guerra comercial que se libra en el contexto de la globalización puede pasar a una guerra militar internacional en la que toda la humanidad saldría perdiendo, ya que aumentaría el peligro del uso de armas nucleares.

Todas estas acciones políticas y económicas se han realizado en el contexto de una economía de libre mercado que ha estado bajo un orden internacional regido por un poder unipolar que ha sido el de Estados Unidos, pero todo indica que estamos presenciando el fin de este orden mundial por el surgimiento de un sentimiento de soberanía en gobernantes de varios países que están reacios a seguir obedeciendo lineamientos de gobiernos extranjeros que perjudican el bienestar social de sus poblaciones y buscan un reacomodo abandonando viejas alianzas y reagrupándose en nuevos bloques de países, por lo que en los hechos estamos presenciando la creación de un nuevo orden mundial y en la construcción de este nuevo mundo, los trabajadores y la ciudadanía desean participar en su diseño y creación para garantizar el respeto a sus derechos humanos, laborales y sociales.

Durante muchas décadas hemos permitido que los políticos tomen decisiones a nombre de millones de personas sin consultar a quienes dicen representar, la situación internacional actual es un claro ejemplo de la necesidad de terminar con el sistema de democracia representativa, un sistema en el que los gobernantes toman decisiones sin consultar a quienes representan.

Debemos ser muy claros en este punto porque la humanidad enfrenta un gran peligro por el día de hoy unas cuantas personas están decidiendo el destino de millones de personas, sino es que de la humanidad en su conjunto y las decisiones que están tomando, nos conducen al rumbo de la autodestrucción. Por estos motivos enfrentamos el día de hoy la urgente necesidad de construir una democracia participativa, un sistema social en el cual las decisiones provengan desde abajo y no sean producto de reuniones secretas de alto nivel, para que los resultados de las mismas tiendan a responder a los intereses de la mayoría de la población.

La luz de la esperanza en torno a este conflicto se avizora en el inicio de movilizaciones masivas en los países europeos, la población sale a las calles en forma masiva protestando en contra de la guerra, exigiendo terminar con los apoyos que se están dando a Ucrania y solicitando levantar las sanciones a Rusia para terminar con el conflicto armado. Con estas acciones que sin lugar a dudas se multiplicarán en los próximas semanas y meses, los pueblos europeos están viendo por sí mismos, están velando por sus propios intereses y luchando por sus vidas para no fallecer de congelamiento en este invierno, porque de seguir el rumbo actual de los acontecimientos, sufrirán varios apagones de energía eléctrica durante los siguientes meses cuando se recrudezca el frío en el invierno.

Pero la población del mundo entero, debe sumar sus voces a estas protestas masivas para construir un movimiento mundial a favor de la paz, del fin de la guerra y la cancelación de las sanciones comerciales, políticas y diplomáticas en contra de Rusia. Ningún país tiene derecho de invadir la soberanía de otro país para iniciar una guerra. La soberanía de los pueblos siempre debe respetarse. La guerra no es la forma de solucionar los conflictos, porque en este conflicto bélico está demostrado que en tiempos de globalización, mantenemos una interdependencia y así como las sanciones comerciales llegan a tener efectos no deseados e inesperados, las guerras en algún punto lejano de nuestra residencia, terminarán por perjudicar nuestra economía, estilo de vida o nuestras propias vidas.

En base a estas consideraciones, debemos exigir a nuestros gobernantes que emitan pronunciamientos en los foros internacionales con las siguientes consignas: ¡Alto al fuego¡,¡No a la guerra! ¡Alto al apoyo militar a Ucrania!, ¡El mundo entero pide darle una oportunidad a la paz mundial¡ ¡Dejemos que sean los pueblos quienes decidan sus propios destinos¡ ¡Respeto a los referéndums de Donetsk y Lugansk¡

No podemos mantenernos neutrales o indiferentes a los acontecimientos internacionales, porque de nuestro activismo político depende que el futuro que tengamos por delante sea la construcción de un nuevo orden internacional o el inicio de una guerra mundial que será el fin de millones de personas.

Castells, Manuel: Comunicación y poder. Ed. Siglo XXI. México, 2012

Guerra de Dombás https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Domb%C3%A1s

Volodímir Zelensky

https://es.wikipedia.org/wiki/Volod%C3%ADmir_Zelenski#:~:text=Volod%C3%ADmir%20Oleks%C3%A1ndrovich%20Zelenski%E2%80%8B%20(en,desde%20su%20independencia%20en%201991.&text=Retrato%20oficial%2C%202019.

"Es imposible aislar a Rusia": Putin arremete contra las sanciones occidentales y dice que los europeos son los más afectados por estas

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-62825882

La invasión de Rusia a Ucrania: una perspectiva antiimperialista

https://nuso.org/articulo/la-invasion-de-rusia-a-ucrani-una-perspectiva-antiimperialista/

Rusia y Ucrania | "Mucha gente piensa erróneamente que Putin está tratando de recrear la Unión Soviética": entrevista con uno de los biógrafos del presidente ruso

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60898582

Los mapas de la 21ª semana de la guerra en Ucrania

https://www.rtve.es/noticias/20220722/mapas-guerra-ucrania-semana-21/2388899.shtml

Grupos separatistas prorrusos desafían el utlimátum de Kiev

https://cnnespanol.cnn.com/2014/04/14/grupos-separatistas-prorrusos-desafian-el-utlimatum-de-kiev/


lunes, 12 de septiembre de 2022

 

La muerte y sus niveles de percepción

Oscar Yescas Domínguez

12 de septiembre de 2022


Cada día mueren miles de personas en el mundo entero y la cobertura o ausencia de la misma en los medios masivos y en las redes sociales nos hacen ver que hasta en el momento de la muerte existe una desigualdad en nuestra sociedad. Mientras miles de personas mueren de hambre y su fallecimiento pasa desapercibido en el contexto de una sociedad en la que prevalece una economía de libre mercado que promueve una cultura en la que la generosidad está ausente y muestra un rostro de indiferencia social hacia el sufrimiento y muerte de los “consumidores defectuosos”.

Ortos miles mueren diariamente por actos de violencia institucional, delincuencial o actos de guerra como está sucediendo en Ucrania donde participan ejércitos entrenados para matar y las muertes de civiles sólo ocupan segundos en las noticias que ofrecen los medios masivos y sus muertes pasan rápidamente al olvido.

Pero hay otro tipo de muertes que se convierten en temas de actualidad y ocupan la atención de millones de personas, ¿por qué se presentan estas diferentes reacciones ante la muerte de unas personas? ¿Por qué el fallecimiento de algunos no merecen alguna mención o nota en los medios masivos, mientras que la partida de otros personas repercute en la bolsa de valores provocando una caída? Para responder a estas preguntas, tendríamos que responder antes a la pregunta acerca del por qué existe desigualdad social en nuestra sociedad y en este momento, tan sólo mencionaré la reciente muerte de tres personas y las diferentes reacciones que ocasionaron su partida.

La primer persona que recientemente falleció y desató reacciones en el mundo entero fue la muerte de la Reina Isabel II de Inglaterra, su muerte provocó reacciones fueron desde una oleada de memes festejando o riendo por su partida, pasando por otros sectores sociales que la despidieron con tristeza y rindiéndole honores como si fuera Jefa de un Estado-Nación y su partida provocó una brusca caída de la bolsa de valores en Inglaterra.

De antemano, sé que alguien podrá decir que la muerte de toda persona merece respeto porque todos somos humanos, todos merecemos respeto y a todos nos llegará la hora, pero la misma Reina Isabel se encargó de marcar la diferencia entre ella y el resto de seres humanos a quienes consideraba diferentes y “no iguales” porque ella era La Reina y consideraba a los demás como sus fieles súbditos. En los hechos, podría decirse que los 30 perros que tuvo como mascotas durante toda su vida, tuvieron una vida mejor que millones de seres humanos que viven en las antiguas colonias británicas. Alguien que trata mejor a un animal que a otros seres humanos refleja un grado de patología, ya que es una muestra de insensibilidad y ausencia de empatía social.

Nunca conoció la miseria o padeció hambre, al contrario vivió una vida de lujos hasta el último minuto de su existencia, su riqueza creció gracias al despojo de recursos y tesoros de otras naciones a quienes el imperio británico colonizó y este proceso de dominio extranjero sobre una nación soberana no estuvo exenta del asesinato de quienes se atrevieron a enfrentar a los invasores.

¿Cuál es el legado de la Reina Isabel? Contribuir al aumento de la desigualdad social en el mundo entero ¿Qué hizo para cambiar el mundo? En nombre de “Su Majestad” la Reina Isabel, fueron asesinados miles de personas, por lo que podría decirse que el respeto por la vida humana es algo que la Reina Isabel nunca mostró durante “su reinado”, porque trató a millones de personas como si los demás fueran subhumanos, les negó su condición humana y atropelló su dignidad.

La segunda que persona que falleció recientemente y que es importante para mí, es Marciano Cantero el vocalista principal del grupo de rock argentino los Enanitos verdes, quienes durante cuatro décadas deleitaron al público de todo el mundo con sus canciones. Fueron innumerables las veces que sólo escuchar sus canciones me alegraba el día porque me provocaba el deseo de bailar, de mover el cuerpo, que me sacaron de períodos de depresión o tristeza que llegué a experimentar en algunos momentos de mi vida, o simplemente me ayudaron a salir de un estado de agotamiento mental, por lo que recurría a la musicoterapia que ha sido mi tabla de salvación y Los Enanitos Verdes figuraban dentro de mis favoritos. La música siempre ha sido el idioma universal por excelencia y las canciones de Los Enanitos Verdes acompañadas de la voz de Marciano Cantero contribuyeron a unir a millones de personas en los innumerables conciertos que dieron en vivo. Pertenezco a la generación que recibió al rock en su idioma inicial que fue el inglés durante la década de los sesentas y recuerdo cuando nos decían que no se podía tocar el rock en español porque era algo parecido a una blasfemia, porque debería cantarse en inglés. Tonterías que la gente inventa para resistirse a los cambios, pero gracias a personas como Marciano Cantero el rock en español está hoy en día en el mismo nivel que el rock inglés, o el rock de cualquier idioma o país, la música es la música y no debe ponerse límites. Debo decir con gran orgullo, que Marciano Cantero nos honró con su presencia a los habitantes de la capital de Sonora: Hermosillo, porque radicó un tiempo en esta ciudad. En estos “primeros días sin ti”, se resiente con gran pesar tu ausencia querido Marciano Cantero, ¡gracias por tu legado que permanecerá por siempre en nuestros corazones!

Finalmente y no menos importante para mí, fue la noticia de la muerte de Néstor Braunstein, psicoanalista argentino que estuvo un tiempo radicando en México en calidad de exiliado huyendo de la dictadura militar en su país. Nunca lo conocí en persona pero puedo decir que estoy en gran deuda con él, porque cuando decidí estudiar Psicología, viajé más de 3,000 kilómetros de Hermosillo, Sonora a Xalapa Veracruz, es decir, del noroeste de México al Sureste del mismo y elegí la Universidad Veracruzana porque en 1976 tenía fama de que era la mejor Facultad de Psicología de México y viajé por mis propios medios porque mis padres no tuvieron dinero para apoyarme en seguir mi sueño, pero eso sí, me dieron lo más importante: mucho amor.

El asunto es que llegando a Xalapa me encuentro con la novedad de que la Facultad de Psicología era considerada la mejor del país porque estaba entrando la corriente conductista a Latinoamérica a través de la Universidad Veracruzana. En años previos había leído varios libros sobre psicoanálisis (Sigmund Freud, Erich Fromm, Wilhelm Reich y otros) y fueron las lecturas que me motivaron a tomar la decisión de estudiar Psicología y pensé que esa era la Psicología que encontraría en la Universidad Veracruzana, pero grande fue mi decepción porque lo que me encontré fue un reduccionismo científico y peor aún, un corrientismo psicológico, una corriente de la Psicología que se autoproclamaba “científica”, basada en la evidencia y rechazaba al psicoanálisis y otras corrientes de la Psicología por “no ser científicas”.

Estuve el primer semestre en conflicto, intentando decidir si renunciaba a mi sueño de ser Psicólogo y regresar a mi pueblo para estudiar otra cosa diferente, o si me resignaba a estudiar algo que de antemano y manera muy intuitiva rechazaba por su falsedad. Pero al terminar el primer semestre cayó en mis manos un libro de Néstor Braunstein titulado Psicología, Ideología y ciencia, que circuló en manos de estudiantes como una “lectura prohibida en Psicología”, ya que los profesores de aquel entonces nos prohibieron su lectura a nombre de que “no era un libro científico”.

Pero como buen contreras, como siempre, lo prohibido aumenta su atractivo, decidí leerlo detenidamente para saber por qué lo rechazaban de esa manera tan firme, ¿por qué actuaban como si representara un peligro para los estudiantes? Con cada página que leía de ese libro, sentía que mi mente se aclaraba más, veía la continuidad de las lecturas previas sobre psicoanálisis y marxismo que tanto me atrajeron al grado de decidirme estudiar Psicología y comprendía mi rechazo inicial al conductismo porque entendía que en realidad el conductismo no era una ciencia como nos decían, sino más bien, una ideología en la que nos estaban adoctrinando para en nombre de la Psicología utilizar una técnica disfrazada de ciencia que permitiera controlar la conducta de otras personas.

La lectura de este libro y la gran motivación que tenía por formarme como Psicólogo, me sirvió para tomar la decisión de seguir estudiando Psicología soportando cinco semestres de formación conductista, mientras continuaba realizando lecturas por mi cuenta, lecturas extracadémicas que me permitieron debatir constantemente con mis maestros sobre los fundamentos epistemológicos de la Psicología, hasta llegar al sexto semestre y entrar al área de Psicología social, donde me encontré con un colectivo formado por otros estudiantes y profesores que teníamos la misma percepción de la Psicología como una ciencia de ayuda social que debería servir para la emancipación social, no para el control social y nuestra misión era construir una Psicología socialmente sensible.
Ayer que me enteré del fallecimiento de Néstor Braunstein, no pude evitar recordar todas las peripecias que enfrenté en mis primeros años como estudiante de Psicología y reconozco que la lectura de su libro Psicología, ideología y ciencia, marcó mi existencia al grado de usarlo en mi rol de profesor de Psicología como una lectura de estudio básica con mis alumnos en mis seminarios de Psicología social. 
Su muerte deja un gran hueco en el campo de la Psicología y su partida provoca un gran pesar, acompañado de un sentimiento de gratitud por haber coincidido en nuestros caminos y haber encontrado ese libro en un momento determinante en mi formación como profesional de la Psicología.

Como puede verse, los seres humanos le asignamos valores a lo que nos rodea y a todo cuanto sucede en función de nuestra percepción personal, así podemos comprender que una billetera desgastada no tendrá valor para alguna persona, pero sí lo tendrá si es la billetera que perteneció a nuestro padre. Como bien dijo el filósofo coreano-alemán Byun Chul Han: "la muerte no es democrática" y la muerte de otras personas se valora en función de nuestra experiencia personal, de su aportación a la sociedad, el legado que deja quien fallece y el aprendizaje que deberíamos obtener de la muerte de otras personas es que lo más importante debería ser que todas las personas deberían ser tratadas como seres humanos y no como subhumanos, porque siempre deben estar presente en nuestros pasos los valores de la solidaridad, empatía, sensibilidad y compromiso social, porque al final de nuestras vidas, cosechamos lo que sembramos.

Lo mas importante en nuestras vidas debe ser la vida misma y el respeto a la dignidad y la vida de las demás personas siempre debe guiar nuestras decisiones, porque desde una perspectiva humanista, como decía Carlos Marx en su crítica a la religión, el ser humano es el ser supremo del ser humano, no hay lugar para Dioses falsos. Idolatrar personas, figuras materiales o edificios va en contra de la naturaleza humana. Como pueden ver, no todas las muertes son percibidas de la misma forma, en nuestra sociedad, por lo que podemos concluir que hasta en la muerte hay niveles que rompen la igualdad social. Por último, sólo puedo preguntar: ¿Reyes y Reinas en pleno siglo XXI? ¡Por favor!

Enanitos verdes. Temas enganchados

https://www.youtube.com/watch?v=6g1gsArGgcE&ab_channel=TotalMusic

Enanitos verdes Lamento boliviano 

https://www.youtube.com/watch?v=k2zjVN1_eY8&ab_channel=huevosrevueltosVEVO

Yescas, Oscar: Por una Psicología socialmente sensible

https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/11/por-una-psicologiasocialmente-sensible.html

jueves, 1 de septiembre de 2022

 

Otro mundo es posible

Oscar Yescas Domínguez

1o. de septiembre de 2022

La incertidumbre que nos rodea en nuestras vidas tiene muchas fuentes, una de ellas proviene del hecho de que la realidad social en la que vivimos nos envía varios mensajes que llegan a ser realmente contradictorios entre sí y por ello contribuyen a generar un alto grado de confusión e incertidumbre, es por estas razones que nos vemos en la necesidad de analizar la realidad de manera objetiva para saber por qué y cómo ocurren los acontecimientos sociales y la mejor manera de hacerlo es utilizar el conocimiento científico que nos aportan las ciencias sociales para obtener un conocimiento de la sociedad en la que estamos viviendo con un fundamento teórico que vaya más allá de la visión e interpretación de las apariencias.

Una de las múltiples contradicciones con las que vivimos que quisiera destacar es aquella en la que por un lado nos llega abundante información a través de las redes sociales y medios masivos de comunicación que contribuyen a construir una percepción de que la humanidad ha llegado a un nivel de civilización actual que se etiqueta como “la modernidad en un mundo libre”, y se basa en la premisa de que gozamos de amplia libertad para hacer lo que queramos, ya que con el avance científico- tecnológico ya nada es imposible porque podemos desplazarnos por tierra, mar y aire a cualquier lugar del planeta, las distancias se han reducido, podemos estar conectados con personas de diferentes países en la sociedad red y el cielo que antes se nos presentaba como el límite para nuestras aspiraciones individuales ha sido superado con la creación de viajes privados al espacio exterior, por lo que se puede afirmar que con esa acción se han roto los límites que antes experimentaba la humanidad.

La sociedad del futuro que soñábamos en nuestra juventud en el siglo pasado ya forma parte del presente gracias al desarrollo tecnológico, porque hoy estamos presenciando aquello que parecía inimaginable o lejano: teletrabajo, teleeducación, telemedicina, automóviles conducidos por pilotos automáticos en carreteras y ciudades, videollamadas colectivas con personas que viven en diferentes países y continentes, podemos viajar por territorios desconocidos con la ayuda de GPS, teléfonos inteligentes, casas inteligentes, etc. La inteligencia artificial ya forma parte de nuestra civilización tanto en actividades productivas como en la vida cotidiana. Por estas y varias razones mas podemos decir que el futuro no está lejano, sino que está hoy presente en nuestras vidas y no existen límites que puedan detener nuestras aspiraciones.

Pero por otro lado, dentro de este desarrollo sin límites que nos presenta la modernidad en que vivimos, no podemos evitar observar que existe una enorme cantidad de personas en el mundo entero viviendo en condiciones de pobreza, hambre, miseria y una amplia mayoría de países la población vive en un estado de precarización permanente, ya que en pleno siglo XXI la desigualdad social ha llegado a niveles nunca antes vistos en la historia de la humanidad. Por esas razones millones de personas sufren un estado de gran insatisfacción social porque son víctimas de constantes violaciones a sus derechos humanos, son marginadas de manera permanente del desarrollo social y el progreso social que promete el capitalismo en plena modernidad.

Entonces es cuando del sentido común surge de una manera natural el siguiente cuestionamiento: Si la ciencia y la tecnología han logrado tal nivel de desarrollo con el que se puede producir en forma masiva alimentos, ropa, casas, zapatos, etc., con lo cual se podría terminar con el hambre, el frío y la pobreza que padecen millones de personas en el mundo entero, ¿por qué una inmensa mayoría de la población mundial sigue padeciendo hambre, viven en condiciones de miseria y se les niega su condición de seres humanos?

Son estas condiciones de insatisfacción social y sufrimiento colectivo que padecen las mayorías marginadas de nuestra sociedad contemporánea las que provocan que surja de una manera natural el deseo de realizar un cambio social que contribuya a terminar con la desigualdad social que es el origen del sufrimiento colectivo.

Pero es aquí donde nos encontramos con otra contradicción porque estos deseos y anhelos de cambio social se enfrentan a la existencia de un conformismo generalizado entre la población y a una percepción socialmente compartida de que no hay nada que podamos hacer para cambiar esta realidad que nos tocó vivir, porque nos dicen que el capitalismo representa el sistema socioeconómico más avanzado al que ha llegado la humanidad y no existe otro sistema social alternativo, por lo que muchas personas que desearían un cambio en sus vidas personales se sienten incapaces de producir un cambio en la realidad en que vivimos y se resignan a una vida de sufrimiento hasta el final de sus vidas.

Por estas razones, nos encontramos ante una situación que nos plantea de manera urgente la necesidad de analizar la realidad de una manera objetiva para comprender los acontecimientos de la dinámica social de nuestros tiempos y obtener un conocimiento acerca de cómo funcionan las cosas, para estar en condiciones de impulsar un proceso de cambio social planeado que contribuya a una verdadera transformación social de nuestra realidad contemporánea. Evidentemente, esto representa una tarea compleja porque la realidad es compleja y la tarea de describirla es, como nos dice Zygmunt Bauman, algo parecido a pedirle a varios artistas que pinten un cuadro en el cual describan la realidad contemporánea y lo que obtendremos serán cuadros con imágenes distintas de una misma realidad social.

El conocimiento objetivo de la realidad social compleja que nos tocó vivir, la imagen completa de nuestra realidad social sólo puede conseguirse utilizando el conocimiento científico, retomando las aportaciones que las diferentes ciencias sociales en su conjunto nos brindan para obtener la imagen completa e identificar el estado actual del sistema económico, social y político en el que estamos viviendo.

¿Por qué es importante utilizar el conocimiento científico en esta tarea de describir la realidad social? Porque el conocimiento que obtengamos de la realidad social utilizando el conocimiento científico nos brinda la posibilidad de elección para decidir si podemos o no realizar un cambio social y sobre todo nos permite conocer la mejor forma de lograrlo porque estaremos en condiciones de saber cómo suceden las cosas y como podremos contribuir al logro de un despertar social, porque como decía el psicólogo venezolano Alberto Merani: “El deber de todo científico social es decir la verdad de las cosas, cueste lo que cueste”.

Este despertar social sería algo parecido a aprender a flotar dentro del agua, cuando alguien practica natación una de las primeras cosas que debe aprender es a flotar y lograrlo tiene su grado de dificultad porque el miedo nos empuja debajo del agua. Para lograr flotar, se necesita un estado de relajación, un control de la respiración y un grado de confianza en nosotros mismos.

Para lograr un despertar social en la sociedad líquida de nuestros tiempos, debemos flotar socialmente, es decir, debemos superar nuestros temores, inseguridades, para lograr un empoderamiento individual y colectivo y aprender a confiar en nuestra capacidad de sujetos con historicidad, es decir, sujetos activos socialmente con capacidad para cambiar la historia y darle el rumbo que queramos de tal forma que podamos construir una sociedad mejor a la que estamos viviendo actualmente. Actuar de esta forma representa un ejercicio de autonomía, libertad individual y social, porque nos permite responder a la pregunta acerca de ¿Cómo cambiar la realidad social?

El fin de la sociedad actual

Por todos es conocido que estamos viviendo en una sociedad que se encuentra inmersa en una severa crisis social que afecta a la población mundial, Esta crisis empezó a agudizarse con la caída del muro de Berlín, la desintegración de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el surgimiento de la globalización, que marcaron el fin de la guerra fría y el inicio de una nueva era caracterizada por la globalización y la creación de un mundo unipolar bajo la hegemonía de Estados Unidos actuando como potencia dominante.

Pero el día de hoy estamos presenciando el ocaso de esa era, el final de un mundo sometido a una sola potencia mundial que determinó el destino de millones de personas en el mundo entero durante décadas, estamos siendo testigos del fin de la mundialización de una cultura, de una forma de vida porque cada día que pasa avanzamos en un proceso de transición que implica la desaparición de un mundo unipolar y la construcción de un mundo multipolar.

Estamos viendo que el mundo se cae literalmente en pedazos, terminan las alianzas entre países que conformaban bloques hegemónicos y se desmoronan las instituciones internacionales que creadas para mantener el orden mundial basado en una hegemonía unipolar, caen de la misma forma que se derrumbaron los edificios que sufrieron el impacto de las bombas que cayeron sobre Iraq, Afganistán, Siria, Palestina y que hoy caen en suelo Ucraniano.

Desde mucho antes del surgimiento de la guerra entre Rusia y Ucrania el modelo económico social del capitalismo en su fase neoliberal dio varias muestras de estar agotado porque el intento de mantener un equilibrio entre una producción masiva de productos requiere de su contraparte que es un consumo masivo para seguir funcionando. La promesa del progreso infinito sucumbe ante el peso de una realidad social con recursos finitos y muestra su falsedad porque mantener este equilibrio implica seguir con una explotación irracional de recursos naturales que está acabando con nuestros recursos naturales,.

La forma de vida dentro del capitalismo neoliberal nos conduce por un camino que nos lleva a nuestra autodestrucción al estar provocando daños a la naturaleza en forma permanente, al afectar al medio ambiente con un consumo desmedido que provoca la contaminación de ríos, lagos y mares. Pero sobre todo, lo que ya resulta imposible de aceptar, es seguir explotando a seres humanos con bajos salarios, largas jornadas laborales y mantener la esclavitud económica moderna sin esperar una reacción emancipatoria.

La globalización debilitó las fronteras y las grandes corporaciones transnacionales se niegan cada vez con mayor firmeza a que los Estados-Nación controlen la actividad económica en sus territorios nacionales, imponen su poder económico sobre el poder político para presionar a los gobernantes a tomar decisiones favorables a su intención de maximizar sus beneficios económicos y quienes nos gobiernan han aceptado abandonar la misión asignada al Estado-Nación de garantizar el bienestar social y hoy gobiernan dando la espalda a quienes los llevaron al poder, sujetos a los vaivenes de una economía mundial de libre mercado.

En este marco del surgimiento de un poder corporativo que intenta lograr el dominio del mundo, estamos observando la desaparición del orden mundial basado en el predominio de una sola potencia imperial porque aumentan los países que abandonan sus alianzas políticas tradicionales para alinearse en nuevas alianzas, debido al surgimiento de nuevas potencias emergentes que provienen de países que se están convirtiendo en gigantes económicos y pugnan por conquistar un lugar privilegiado en la construcción de un nuevo orden multipolar.

Surgen nuevas economías emergentes que se rebelan al orden mundial anterior liderado por Estados Unidos, manejando la premisa de defensa de la soberanía nacional, una soberanía que estaba perdiendo valor en el contexto de la globalización, mientras que al mismo tiempo se preparan para una posible guerra mundial exhibiendo su poderío militar, mostrando armamentos bélicos que tienen capacidades mortíferas como para destruir el planeta entero varias veces.

La situación internacional ha cambiado drásticamente en este año de 2022, la guerra entre Rusia y Ucrania ha dejado de ser la guerra de una potencia mundial contra un pequeño país para convertirse en la arena de lucha en el cual están involucrados directamente Estados Unidos y los países miembros de la Otan, que apoyan al gobierno de Ucrania aportando miles de millones de dólares, miles de mercenarios extranjeros apoyando al ejército de Ucrania, toneladas de armamento de última tecnología, mientras aplican sanciones económicas y políticas en contra de Rusia para aislarlo en el plano internacional, sin importarles las vidas humanas que se están perdiendo en este reacomodo internacional.

Pero dichas sanciones se están revertiendo en contra de quienes las aplican porque los estrategas de Estados Unidos y de la Otan “olvidaron” que vivimos en una economía globalizada y estamos conectados de muchas formas debido a la interdependencia del mundo globalizado, de tal manera que si se afecta a un país en su economía, se afecta al comercio internacional y al final todos saldremos perjudicados, de manera particular, los más afectados son los pueblos de los países gobernados por líderes involucrados en los conflictos internacionales.

Este es el origen del fin de las alianzas en torno a una sola potencia mundial, el efecto rebote de las sanciones económicas en contra de Rusia ha puesto a los países miembros de la OTAN entre la espada y la pared, porque se acerca el invierno y el petróleo de Rusia es vital para varios países europeos, esta es la razón por la que cada vez más gobiernos abandonan el buque de guerra en contra de Rusia y rompen las alianzas que antes los mantenían unidos para priorizar la atención a las necesidades de las poblaciones que representan.

Junto a la toma de consciencia de que estamos viviendo momentos que se registrarán en la historia de la humanidad como el fin de una era histórica, por la transición de un orden mundial unipolar a otro multipolar, debemos estar conscientes de que todos los acontecimientos mundiales de la historia reciente y actual están afectando nuestra visión de la realidad social, porque de manera paulatina cae el velo que cubría nuestros ojos y nos impedía darnos cuenta de que nuestros problemas personales no son fenómenos aislados, sino que son parte de un mundo defectuoso, de un mundo que está equivocado desde sus cimientos y es entonces cuando comprendemos la veracidad de la frase “lo personal es político”.

Por estas razones, junto a la caída del mundo unipolar en el contexto de una economía de libre mercado, empiezan a escucharse otras voces que cuestionan al capitalismo desde sus cimientos, que protestan contra el totalitarismo del Mercado que excluye a amplios sectores sociales que no pueden participar en el proceso de intercambio por no tener capacidad adquisitiva y son condenados a formar parte de una inmensa mayoría marginada del progreso y la modernidad. Esta modernidad que nos rodea y determina nuestras vidas y ofrece un futuro sin garantía alguna a las jóvenes generaciones, por su carácter capitalista, colonialista y patriarcal, es cuestionada por voces que antes eran silenciadas y que hoy se hacen escuchar luchando por construir un camino que nos conduzca a la construcción de un mundo diferente al capitalismo donde predomina la dictadura del mercado.

La inevitable transformación de la realidad social

En este punto es necesario decir que cuando mencionamos la necesidad de construir un cambio en la realidad e impulsar una transformación social, lo más probable es que encontremos un eco receptivo en varias personas que apoyen la idea del cambio social, pero no nos extrañe que es posible que también encontremos reacciones contrarias y muy diferentes cuando utilizamos las palabras capitalismo o neoliberalismo, las posibilidades de encontrar reacciones adversas aumentarán cuando nos pronunciemos por terminar con el modelo económico y social que rigió durante siglos el destino del mundo y que hoy estamos presenciando que se encuentra inmerso en una profunda crisis social.

La sola idea de imaginar un nuevo orden mundial en el cual las políticas públicas respondan a las mayorías que hoy viven en condiciones de marginación y no tengan como objetivo la maximización de ganancias para el sector privado en el que no prevalezca la economía de libre mercado, ni la libertad de empresa, puede provocar reacciones que la consideren como una utopía en el mejor de los casos y en casos extremos puede provocar reacciones de rechazo de algunas personas.

Esto sucede porque el capitalismo generó una ideología que nubló nuestra visión acerca de como funcionan las cosas, afectó nuestra comprensión acerca de qué es lo que produce la realidad social y esta ideología está relacionada con la idea de modernidad que prevalece en nuestra visión del mundo, con nuestra percepción de la realidad social. Esta visión de la realidad moderna incluye dentro de sí la aceptación de un sistema social basado en una dominación social que oprime los vestigios de culturas milenarias que promueven prácticas comunitarias y reprime cualquier proceso de liberación o emancipación social. Esta percepción de la realidad desde la perspectiva de la modernidad desarrolla relaciones de dominio muy complejas que han sido creadas en el nombre del ser humano, de la libertad y es una idea acerca de la cual no estamos del todo conscientes.

Podríamos comprender mejor nuestras vidas cotidianas si analizamos de manera crítica la premisa (reconocida por todos) de que hoy en día la humanidad ha logrado un desarrollo del conocimiento científico y tecnológicos sin precedentes que nos ha permitido realizar viajes a la Luna y a Marte, colocar satélites que rondan en el espacio, construir costosas armas ultramodernas con gran potencial de destrucción, pero a pesar de todos estos logros impresionantes, cada día aumenta el número de millones de personas en el mundo entero que viven en condiciones de marginación, miseria, injusticias, porque el progreso y la modernidad los han excluido, mientras que por otro lado, vuelve más ricos a los ricos.

Todos somos testigos de la desigualdad social y no decimos nada porque la modernidad, la cultura de la sociedad de consumo y la ciencia es utilizada para beneficiar intereses privados, nos han educado para no solo aceptar, tambien para que justifiquemos esta realidad social excluyente y lleguemos al grado de percibir al capitalismo como el máximo nivel de organización social al que ha llegado la humanidad.

Llegamos al grado de aceptar una racionalidad irracional al percibir a este sistema social excluyente como algo bueno y para que actuemos aceptando como algo normal la producción de miseria, aceptamos participar en la destrucción de la naturaleza con nuestro comportamiento como consumidores y cerramos los ojos ante las evidencias del cambio climático y sobre nuestra propia autodestrucción.

Cada día bebemos una dosis de ideología que nos hace ver la irracionalidad de la modernidad como algo normal, que nos impulsa a mantener un equilibrio entre una producción masiva y un consumo masivo comprando cosas que no necesitamos, sin importarnos el daño que nuestros placeres efímeros provocan a la naturaleza. La sociedad de consumo en que vivimos promueve el consumo masivo y nos vende la idea de que podemos tener una vida de placeres infinitos en un mundo con recursos infinitos.

Esta racionalidad irracional nos conduce a la creación de una sociopatología en la cultura de la modernidad, donde el sufrimiento ajeno nos es indiferente porque padecemos una ceguera moral tal y como nos señaló Zygmunt Bauman, nos induce a ver como algo normal la existencia de ricos y pobres, a cerrar los ojos y oídos al sufrimiento colectivo que padecen millones de personas en el mundo entero, ignorando que todos estamos conectados en esta sociedad y que la riqueza de unos cuantos, se construye con el empobrecimiento de millones de personas. Desconocemos que la paz social que requiere el funcionamiento de este sistema social excluyente que es el capitalismo neoliberal, se basa en la realización de una serie de crímenes que se cometen en contra de una mayoría marginada en nombre de la modernidad y la paz social. El sistema social en que estamos viviendo no tiene relación con la vida, sino con la muerte de la naturaleza, de nuestra fauna y de toda forma de vida, incluida la nuestra.

Por estas razones, la necesidad de impulsar un cambio de sistema social es inaplazable, innegable, urgente y sobre todo, posible, pero para lograr este cambio social debemos romper con los mitos, las creencias que fundamentan ideológicamente a este sistema social y partir de la construcción de un conocimiento científico social con bases epistemológicas que orienten el proceso de transformación social de una realidad excluyente dentro de un orden internacional unipolar que ha construido el infierno en la tierra para una inmensa mayoría, hacia la construcción de otra realidad que sea incluyente, con aceptación del multiculturalismo que existe en la aldea global, para participar en la construcción de un nuevo orden internacional en el que cambio social parta de la aceptación social de la premisa del ser humano como ser supremo del ser humano.

Anteriormente, hemos permitido que otras personas hablen y decidan por nosotros a través del la democracia representativa que hoy se presenta como un obstáculo para construir una verdadera democracia, ahora es el momento de desarrollar nuevos comportamientos que respondan a las condiciones cambiantes y el más urgente de ellos es aumentar nuestra participación social para hacer escuchar nuestra voz y participar en ese concierto de voces que reclaman a nivel internacional la construcción de un mundo en el que no exista el sufrimiento colectivo ni la desigualdad social que hoy estamos padeciendo.

Para responder a la pregunta acerca de cómo cambiar la realidad actual, debemos aceptar como primer tarea que la comprensión de la realidad social debe ser una de nuestras principales preocupaciones hoy en día, lo que implica ampliar nuestro nivel de consciencia individual para arribar al nivel de una consciencia social.

Aprehender el conocimiento objetivo de nuestra realidad implica mejorar nuestras fuentes de información sobre lo que sucede a nuestro alrededor y al utilizar la perspectiva teórica en el estudio de los fenómenos sociales podemos reconocer que lo que nos caracteriza como seres humanos libres, es la categoría de acción, porque es la condición que nos permite actuar con libertad y autonomía y esta libertad de acción es la que le da un sentido real a la política.

En la tarea de lograr una comprensión de la realidad en que vivimos, surge la necesidad de desarrollar un pensamiento autónomo y al ejercer la libertad de pensamiento debemos ejercer la crítica social, lo cual nos conduce de manera inevitable que dicho pensamiento adquiera una categoría subversiva ya que la libertad de pensamiento tiene una importancia política debido a que implica enfrentar el predominio de un pensamiento único que nos empuja a aceptar la irracionalidad de la racionalidad del sistema social capitalista en que vivimos y la única alternativa viable que se presenta ante un autoritarismo gubernamental es el camino de la desobediencia civil.

La historia de la humanidad nos demuestra que los grandes cambios sociales que han presentado, han sido por el surgimiento de grandes movimientos colectivos que han luchado por conquistar derechos que hoy, en este siglo XXI se están intentando eliminar y este es el motivo que provoca el surgimiento de movilizaciones colectivas en varios países del mundo entero.

Cambiar la realidad social tiene como punto de partida el cambio individual y éste puede lograrse a través de cambiar nuestra actitud sobre la realidad al verla como un proceso de construcción social, sobre nosotros mismos al autopercibirnos como sujetos sociales con historicidad, con capacidad para cambiar la realidad en que vivimos y sobre los demás al percibirlos como complemento y fuente de nuestra identidad social, como integrantes de una comunidad a la que pertenecemos y con quienes nos une un tejido social amplio.

Para cambiar la realidad social necesitamos empezar a pensar por nosotros mismos utilizando la libertad de pensamiento que nos permita lograr una mayor comprensión y romper la acriticidad con la que vivimos nuestras vidas cotidianas. Si varias consciencias objetivas se suman a la exigencia de un cambio social y a la construcción de un mundo diferente al actual, las voces que provengan de estas consciencias llegarán a convertirse en políticamente significativas porque al unir todas estas voces en una sola voz, en un solo grito se convierten en una voz explícitamente política que es difícil de ser ignorada. Este es el primer paso en el desarrollo del pensamiento libre que nos permitirá aceptar que la premisa “otro mundo es posible”, no es sólo una frase, sino que es una posibilidad real porque la construcción de una nueva sociedad requiere del surgimiento de nuevos ciudadanos, una sociedad autónoma no existirá sin individuos autónomos, personas que hayan reformulado su actitud hacia la esfera de lo público y establecido su conexión entre el pensamiento y la acción.

En tanto que estamos viendo el fin de una era y la inminente construcción de un nuevo orden internacional en el que participan un sinnúmero de voces que intentan hacerse escuchar para contribuir en la definición del nuevo orden mundial, es el momento de sumar nuestras voces para lograr construir un mundo mejor al que estamos viviendo en estos momentos.