El pesimismo de la inteligencia en lucha por el porvenir de una ilusión
Oscar Yescas Domínguez
29 de noviembre de 2024
Introducción
El potencial de cambio social presente en la música y la lectura
La función social del trabajador intelectual
Los profesores como agentes de cambio social
El escritor como intelectual transformador
Conclusiones
Introducción
El pasado 24 de octubre observé que el contador de visitas de mi blog personal superó el número de las 100,000 entradas, lo cual me provocó un sentimiento de satisfacción personal ya que lograr esa cifra era parte de la lista de mis propósitos de año nuevo y estaba contemplada alcanzarla en el mes de diciembre, por lo que haberla obtenido antes de lo planeado me provocó un sentimiento de orgullo personal y en un primer impulso pensé en tomar una foto de esa cifra para publicarla como evidencia, compartir este logro en facebook y expresar mi agradecimiento a los lectores que visitan de manera regular mi blog y que residen en más de 20 países.
Debo mencionar que estas visitas funcionan como una fuente de retroalimentación que alimenta mi pasión y necesidad de escribir, porque siento que a través de mis artículos me conecto con una masa amorfa de personas desconocidas que los leen y cuando algunas personas toman la iniciativa de subir un comentario sobre un artículo que les interesó, los leo con gran interés porque siento que en ese momento se completa el círculo de la comunicación, mi artículo deja de ser un soliloquio y surge una conexión entre escritor y lector.
Pero al momento de empezar a escribir las primeras palabras que acompañaran las evidencias de tal hazaña, empezaron a circular por mi mente unos pensamientos que me hicieron ver que esta cifra representaba algo que va mucho más allá de un logro personal que alimentara mi ego, porque mirando desde otra perspcetiva esta cifra podría ser asumida como una muestra de interacción social virtual entre un público creciente que intenta romper el control mediático que manipula la información para distorsionar la gravedad del momento histórico en el que estamos viviendo, desarrollando nuevos comportamientos que se caracterizan por mostrar una inclinación por la lectura de textos con contenido de crítica social ya que al acceder a los mismos desarrolla de manera gradual un pensamiento crítico que le ayuda a comprender el contexto social al que pertenece y ejercer por su cuenta la crítica social.
La visión de este efecto secundario que podrían estar provocando mis artículos me llevó a abandonar la idea de percibir esta cifra como la evidencia de mi consolidación como escritor y mientras la observaba veía que los números de ingreso seguían aumentando, por lo que comencé a verla como un logro que es compartido con las miles de personas que a lo largo de varios años me han acompañado haciendo el esfuerzo de leer mis artículos y de esta reconocer que todos y cada uno de las personas que ingresaron a mi blog contribuyeron con su granito arena para alcanzar esta cifra tan alta, por lo que considero justo mencionar que, bajo la premisa de que somos lo que somos gracias a los demás, los lectores de mis artículos también merecen un reconocimiento en el logro de esta alta cifra que, porque están actuando en contra de la corriente mayoritaria que evita leer textos largos con contenido de crítica social.
De esta forma pude ver que con cada ingreso a mi blog y con cada lectura de alguno de mis artículos, miles de personas han estado contribuyendo sin saberlo, al rescate del homo sapiens y con su esfuerzo individual se han sumado a una defensa colectiva del lenguaje escrito, en un momento histórico en el que el ser humano contemporáneo ha estado perdiendo su condición de ente pensante, porque el neoliberalismo ha estado convirtiendo cada día más a millones de personas en un homo videns que son esclavos de sus ojos, porque su aprendizaje está limitado a la simple visualización de las imágenes, ya que no utilizan su capacidad de razonar, se guían por un pensamiento lineal, carecen de un pensamiento autónomo y no ejercen la crítica social, lo cual los coloca en una posición de ser presa fácil del consumismo y los convierte en el nuevo sujeto antropológico que necesita la economía de libre mercado para mantener el equilibrio entre una producción masiva y un consumo masivo, esto es, el homo consumens, que vive para trabajar y trabaja para vivir
Con estos pensamientos circulando en mi mente, en momentos como éste me alegro de no haber hecho caso de aquellas críticas que recibía hace varios años en las que se cuestionaba la extensión de mis artículos que publicaba en mi blog, porque fueron varias las personas cercanas llegaron a decirme que mis artículos eran muy largos y afirmaban que por ser tan extensos no serían leídos porque la mayoría de las personas ya no lee textos que tengan una extensión más allá de 5 cuartillas.
Dentro de mí sabía que tenían algo de razón, porque para nadie es un secreto que el desarrollo tecnológico ha propiciado una invasión de teléfonos celulares que ha cambiado nuestro comportamiento social y uno de estos cambios que son más que evidentes es el hecho de que un gran sector de la sociedad ha perdido el hábito de la lectura y esto ha provocado un aumento de la ignorancia en amplios sectores de la sociedad porque la mayor parte de la información que circula en internet son noticias falsas.
Estos dispositivos tecnológicos funcionan como implantes digitales en los cuerpos de las personas porque han desarrollado una dependencia psicológica que les provoca un gran malestar cuando no tienen el teléfono a su lado. Esta dependencia y apego a los teléfonos celulares ha generado una nueva adicción conocida como “nomofobia” que consiste en que las personas experimentan un miedo irracional al no disponer de su teléfono móvil, cuando alguien pierde su teléfono entra en un estado de ansiedad y angustia que sólo termina cuando los recuperan, estos síntomas coinciden con la sintomatología de los adictos al ser privados del objeto de su adicción. El hecho comprobado es que el uso constante de los teléfonos celulares ha alejado a las personas de la lectura de los libros, las nuevas generaciones no ven a sus padres leyendo libros, por lo que no valoran el hábito de la lectura y desde edades cada vez más tempranas exigen tener un teléfono celular que afecta su desarrollo psicológico porque les impide desarrollar un pensamiento autónomo.
Por esas razones varias personas que tenían las mejores intenciones me decían que si deseaba ser leído debería escribir artículos más cortos porque “la gente ya no lee”. Pero como siempre he remado contra la corriente actuando como lobo solitario defendiendo mi libertad de pensamiento aún cuando esto implique ser diferente a la mayoría y nunca he actuado como un “seguidor” de líder alguno, decidí ignorar tales recomendaciones porque sentía en mi interior que tenía mucho que decir, no sólo porque con el paso del tiempo aumentaba la cantidad de libros leídos, sino porque veía que cada día surgían más motivos para indignarse y levantarse en pie de lucha, por lo que experimenté la necesidad de escribir porque tenía plena consciencia de que estamos viviendo una crisis social que provoca un sufrimiento colectivo y era necesario impulsar un cambio social.
Junto a la necesidad de impulsar una transformación social también tenía conocimiento de un conjunto de experiencias en las que se manifestó el poder de la palabra escrita para reconstruir la vida social de personas que padecieron desgracias en forma individual o colectiva y de libros que inspiraron el surgimiento de movimientos colectivos. Recordemos que la lectura fue muy importante para los prisioneros en los campos de concentración nazi y también para las personas que sufrieron confinamiento forzado durante el stalinismo, el fascismo italiano, al igual que para aquellas personas que estuvieron sometidas por las dictaduras militares en Argentina, Chile, Uruguay, etc. (1).
De manera más reciente, durante la pandemia del covid con el encierro forzoso surgió un nuevo tipo de crisis, la crisis psicológica, que cada persona la vivió de diferente manera, pero al estar en condiciones de encierro millones de personas encontraron una alternativa de apoyo a su alcance y fueron los libros cuya lectura sirvió como terapia y de esta manera los libros fueron la tabla de salvación para millones de personas porque le ayudaron a sobrellevar y superar la crisis. En base a todas estas experiencias queda claro que la lectura ha ayudado a millones de personas a sobrellevar el aislamiento forzoso, a evitar millones de crisis psicológicas, a prevenir incontables impulsos de suicidio, porque el vacío personal se podía llenar con los libros que se tenían en casa y la recuperación de la normalidad se encontraba a través de la lectura. Bajo la premisa de que de algo malo puede surgir algo bueno, una alternativa viable al alcance de todos en tiempos de crisis es lo que permitió que surgiera lo que se llama biblioterapia (2).
En el contexto de la crisis global y bajo la perspectiva de que “el mundo entero es un espacio en crisis” tomé la decisión de continuar escribiendo en mis propios términos, haciéndolo de una manera libre, sin seguir formato alguno que restringiera mi estilo de escribir porque no me dirigía a un público académico sino a una amplia masa de lectores no acostumbrados a la lectura, ejerciendo en todo momento la crítica social sobre aquellos temas que desde mi perspectiva personal son temas de relevancia social en el contexto sociohistórico en el que los escribí y decidí publicarlos en redes sociales aprovechando el poder que nos da el desarrollo tecnológico por lo que opté por usar mi blog personal como una plataforma educativa, si alguien me leía, era ganancia, pero lo primero era satisfacer mi necesidad de escribir, de tal forma que apenas terminaba de publicar un artículo y ya otras ideas se iban configurando en mi mente como ideas centrales de un nuevo artículo.
Con todas estas ideas en mi mente, cambié mi mirada sobre el hecho de haber superado las 100,000 visitas a mi blog personal, para dejar de verlo como un triunfo individual y percibirlo como un logro colectivo, porque al mismo tiempo que me transformo mientras escribo y publico, la lectura de mis escritos han contribuido a la transformación de aquellas personas que los leyeron.
Pero más allá de los números, puedo ver que quienes visitan mi blog son parte de aquellos millones de personas que poco a poco están cambiando la representación de sí mismos, que aspiran a una mayor independencia y con pequeños actos de disidencia sin saberlo, están contribuyendo al surgimiento de una nueva condición humana en la que el individuo intenta desmarcarse de la masa que se deja llevar por la publicidad que es parte de estrategias de mercadotecnia y actúa como un moderno flautista de Hamelin que usa su música para conducir a la humanidad entera por un camino que le dirige a la autodestrucción a través del consumo masivo.
Bajo esta perspectiva el haber rebasado las 100,000 visitas a mi blog con lectores que proceden de más de 20 países en un momento histórico en el que el mundo se está cayendo en pedazos, lo percibo como una bocanada de aire fresco porque para mí representa una evidencia de que algo está ocurriendo porque una parte de la humanidad está dejando de ser crédula, está abandonando la pasividad y empieza a mirar con ojos críticos la realidad social.
Desde mi perspectiva personal estos números se muestran como una evidencia de que un sector de la sociedad global está experimentando una mutación antropológica que se refleja en transformaciones individuales de miles de personas que forman una colectividad amorfa que intenta superar la incertidumbre social, utilizando los libros y las redes sociales como herramientas que les permitan comprender lo que está sucediendo, aún cuando ésto implique leer gruesos libros o largos artículos que contribuyen a desarrollar un pensamiento autónomo y ejercer la crítica social.
La música y la lectura como procesos de liberación social
Hace algunos años recibí la visita de un amigo proveniente de Estados Unidos, mientras lo paseaba por las calles de mi ciudad escuchábamos música que provenía de una USB en la que tenía una selección de 3,000 canciones que puedo decir considero mis favoritas (mi automóvil de aquel entonces no tenía bluetooth ni conocía Youtube music). En un alto del camino me preguntó que tipo de música me gustaba más, le contesté que mis gustos musicales son variados pero mi música preferida es el blues
Me pidió que pusiera algo de blues y con cierta prisa porque iba conduciendo, seleccioné música de John Mayall, al escucharla me dijo “¿John Mayall? ¡He is too old for me!”. Con ese comentario me di cuenta de que estaba con alguien que no era realmente un amante de la música, porque la buena música no envejece ni pasa de moda, permanece en una especie de “nube virtual” y está accesible a quienes quieran disfrutarla, pero aún así le di una breve explicación del rol de John Mayall como Maestro de una escuela de blues por la cual pasaron grandes músicos como Eric Clapton, Mick Taylor, Peter Green, Jack Bruce, Joe Walsh y mencioné otros nombres que, a juzgar por su expresión facial, no había escuchado.
Recuerdo esa vivencia en este momento mientras escribo estas líneas porque me sirve como un ejemplo que confirma que vivimos una fiebre compulsiva por las novedades, vivimos en una sociedad en la que existe una fuerte tendencia a hipervalorar lo joven y lo nuevo, se invita a vivir el momento mientras se ignora el pasado y menosprecian a quienes lo representan por considerarlos anticuados y “pasados de moda” y esto es precisamente lo que nos dice el filósofo francés Gilles Lipovetsky cuando afirmó que en nuestros tiempos predomina el reino de lo efímero porque se nos induce a consumir de manera constante, a usar, desechar y nuevamente consumir (3).
En la sociedad de consumo en que vivimos, todo se está convirtiendo en mercancía que puede ser comercializada: la educación, la salud, los alimentos, las viviendas, la música y los libros. De esta forma podemos ver que la música ha sido despojada de su esencia de expresión cultural que puede contener mensajes sociales, y predominan los artistas “plásticos”, cantantes que tienen grandes coreografías pero que no saben cantar y que son famosos gracias a la existencia de mafias que han convertido la industria musical en un negocio y son ellos quienes los controlan porque representan una fuente de ingresos incalculables. La existencia de esta delincuencia organizada que comercializa producciones de músicos sin talento y veta u obstaculiza las carreras de músicos de gran talento que no aceptan formar parte de ese negocio ha sido más que expuesta con el juicio que está ejerciéndose en contra de Sean Diddy Combs en Estados Unidos, en el cual están involucrados una gran cantidad de famosos de Hollywood en delitos de delincuencia organizada, tráfico sexual, violación, etc.
Lo mismo sucede con los libros, porque en los grandes comercios se pueden encontrar adornos para la pared que sirven de simulación de que son libreros, en las librerías se pueden encontrar una gran producción de libros de mala calidad literaria y algunos son etiquetados como los “libros más vendidos” y ver el desperdicio de papel utilizado en su producción provoca pena ajena, pero también se pueden encontrar libros que son imperecederos porque el tiempo no les afecta y son parte de la literatura universal, al igual que también se pueden encontrar buenos libros que cumplen con una función social de enseñar a pensar, que para acceder a su comprensión se requiere de una lectura crítica y contribuyen a desarrollar un pensamiento autónomo en quienes los leen y con ello contribuyen a una liberación social.
La lectura de algunos libros han marcado la vida de millones de personas, algunos pueden decir que la lectura de la biblia cambió sus vidas, otros que El Corán transformó sus vidas, también podemos encontrar personas que podrán decir que la lectura del Manifiesto comunista de Carlos Marx cambió su percepción de la realidad y algunos despistados mencionarán Mi lucha de Adolf Hitler como ejemplos de libros que han influido en sus vidas.
De la misma forma que la lectura de libros ha ejercido una gran influencia en millones de personas, podríamos decir lo mismo en el campo de la música, en el cual podemos mencionar como un claro ejemplo de transformación social a la música de rock porque surgió en un principio como un grito de rebeldía juvenil hacia el autoritarismo prevaleciente en la década de los a finales de los 50´s, creció en los 60´s y esta rebeldía se generalizó en los 70´s al grado de servir de inspiración y elemento de cohesión de grandes movimientos colectivos de protesta y resistencia que surgieron en contra de la guerra, en contra del racismo, en contra de la desigualdad de género, por libertad de derechos de lesbianas y homosexuales, etc.
A pesar de que hemos llegado al punto de que hasta el agua se comercializa, se puede afirmar que existe música que resiste el paso del tiempo, obras musicales y melodías que permanecen en nuestras memorias durante tiempo interminable porque contribuyeron a un despertar social e impulsaron cambios sociales. Algunas canciones lograron tal grado de influencia que lograron cambiar la vida de millones de personas, como ejemplo se pueden mencionar las canciones de Bob Dylan “la respuesta está en el viento”, “Los tiempos están cambiando”, la canción de Ten Years Afer “Me gustaría cambiar el mundo”, las canciones de John Lennon con su Plastic Ono Band: “Give peace a chance”, “Imagine”, “Power to the people”. La música de Pink Floyd con la aportación creativa de Roger Waters quien logró un despertar colectivo con la obra The Wall.
La música de los Beatles, Led Zeppellin, Rolling Stones, Crosby, Stlls, Nash and Young, The Doors, Joan Baez y una interminable lista de músicos y grupos musicales lograron cambiar la cultura de la sociedad de su época e influyeron en lograr cambios en las formas de pensar y en el comportamiento de millones de jóvenes a nivel mundial, al grado de hacerlos coincidir en la necesidad de luchar por un cambio social.
Mientras esto sucedía en Estados unidos, en Latinoamérica, una región convulsionada por golpes militares impulsados desde el extranjero, que realizaron una represión colectiva, hicieron detenciones masivas y desaparecieron a miles de personas, la música también desempeñó un papel de gran importancia en la toma de consciencia de la población acerca de la necesidad de participar en la lucha en contra del autoritarismo de los gobiernos que participaron en la operación Cóndor que dejó miles de muertos, desaparecidos y detenidos.
La música jugó un papel importante en la dinámica de cambios sociales en Latinoamérica y en las representaciones sociales sigue vivo en las mentes de millones de personas que viven en varios continentes el legado de las canciones de Víctor Jara, de Violeta Parra, Inti Illimani, Daniel Vigletti, Alí Primera, Amparo Ochoa, Gabino Palomares, José de Molina y muchos otros autores, porque actuaron como agentes de cambio social y desempeñaron una función de liberación social utilizando la música con mensajes sociales en las letras de sus canciones, una música que está escrita con letras de oro en la historia de Latinoamérica y que fue etiquetada con el nombre de “música de protesta”.
En este contexto de la música en español podemos mencionar la canción de Carlos Puebla “Hasta siempre Comandante”, de Víctor Jara “El derecho de vivir en paz”, La canción “El pueblo unido jamás será vencido” cuya letra fue escrita por Sergio Ortega Alvarado e interpretada por Quilapayún y una melodía que ha inspirado a millones de personas en el mundo entero es “La internacional”, que expresa la necesidad de la lucha de la clase obrera para terminar con la opresión capitalista independientemente de la raza o nacionalidad que se tenga y es considerada un himno internacional.
Existen un sinnúmero más de melodías que en su momento contribuyeron a un despertar social, lograron cambiar la vida de millones de personas y algunas que se convirtieron en himnos o banderas de lucha en movimientos colectivos que lucharon por conquistar derechos sociales, laborales o sexuales y sirvieron como fuente de inspiración para desarrollar cambios personales individuales en millones de personas.
Por si existieran dudas del impacto social de la música en la generación de movimieto sociales y la transformación de la realidad, finalizaremos este recuento con la fascinante historia de Sixto Rodríguez quien fue un músico estadunidense nacido en Detroit, con raíces mexicanas que en 1970 y 1971 graba dos discos Col fact y Coming from reality que fracasan en Estados unidos y la empresa discográfica que lo contrató quiebra poco después. Lo notable de su historia es que mientras Sixto Rodríguez regresa a trabajar en la construcción encajando tejas e impermeabilizando techos, sus canciones se convirtieron en himnos cantadas por millones de personas en Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica y su historia fue retratada en el documental “Searching for Sugar Man” (4, 5)..
Pero lo sorprendente no es que haya sido desconocido en Norteamérica y fuera más famoso que los Rolling Stones, Elvis Presley o el mismo Bob Dylan en aquellos países, lo rescatable de esta historia es que las letras de la música de Rodríguez hablaban sobre la desigualdad social, la opresión de clases, el coraje de miles de personas por sobrevivir en Detroit, Michigan, la lucha de la población negra en contra del racismo pocos años después de que se registrara una rebelión de la población negra que se enfrentó a la policía dejando un saldo de decenas de muertos.
De alguna manera, alguien llevó los discos de Sixto Rodríguez a Sudáfrica y su música se difundió logrando conectar con la población negra que se encontraba oprimida por el régimen del Apartheid y logró inspirar a miles de jóvenes sudafricanos que descubrieron a través de la música de Rodríguez que estaba bien luchar en contra del sistema racista del apartheid, porque las letras de su música hablaban de la liberación de un pueblo oprimido y retomaron sus canciones antiestablishment blues y Sugar man como himnos de lucha, para luchar en forma colectiva, unida y organizada hasta echar abajo el vergonzoso sistema de apartheid que regía en Sudáfrica.
En base a lo anteriormente escrito, queda claro que tanto la musica como los libros pueden tener una función que va mucho más allá del entretenimiento o la diversión, por lo que debemos concebir la lectura de libros y el escuchar música como acciones que pueden funcionar como pedagogías de liberación en la medida que tienen la capacidad para influir en la creación de cambios en las formas de pensar, sentir y actuar en millones de personas.
Aquellos movimientos colectivos del siglo pasado que protagonizaron personas que fueron influidos por la música de vanguardia, por la lectura de libros que tenían contenidos de crítica social lograron conquistaron la libertad, la democracia, derechos sociales, laborales, sexuales, terminaron con el racismo. Una gran mayoría de quienes participaron en los movimientos colectivos del siglo pasado eran jóvenes que acostumbraban traer libros de bolsillo, escuchaban y compartían música progresista. Algo realmente notable porque debemos recordar que en aquel entonces no había internet, computadoras, teléfonos celulares, ni redes sociales, por lo que la socialización se daba en espacios públicos, en universidades, en relaciones cara a cara, los temas de conversación giraban en torno a la percepción de la necesidad de cambiar la sociedad de aquel entonces y el vínculo que los unía era la pasión por la música y el gusto por la lectura.
La lectura e intercambio de libros con contenido social, se complementaba con el intercambio de discos musicales con mensaje social, estos intercambos eran el fundamento de las conversaciones que enriquecían las percepciones individuales, contribuían al desarrollo de un pensamiento autónomo y crítico. Este tipo de intercambios conformaban la esencia de las relaciones interpersonales de aquel entonces por lo que la juventud de aquella época logró construir una mirada crítica sobre lo que estaba sucediendo en ese momento.
La musica de rock y blues provocaron cambios en la vestimenta, apariencia y comportamiento de millones de jóvenes, pero es justo decir que tanto músicos como seguidores de ellos también recibieron la influencia de los libros, sobre todo de aquellos autores que conformaron un movimiento literario que se autodenominó generación “beat” que surgió en Estados Unidos y se caracterizó por un rechazo al autoritarismo, la represión social, el conformismo y a la moralidad estadunidense de la época. Los libros de Jack Kerouac (on the road, los subterráneos), Allen Guinsberg (aullido, colección de poemas.), William Borroughs (el almuerzo desnudo). Una mención particular merece el libro Política sexual de Kate Millet cuya lectura es imprescindible para comprender cómo la sexualidad articula las diferencias entre hombres y mujeres, afirmando que el sexo tiene un cariz político y escribió la frase que fue retomada como bandera de lucha por el movimiento feminista: “lo personal es político” (6).
La lectura de estos libros contribuyó a generar una revolución cultural contra la cultura hegemónica de su tiempo y provocó un despertar social en la juventud de aquella época y millones de jóvenes decidieron incursionar en la literatura universal para leer a otros autores Aldoux Huxley (un mundo feliz, las puertas de la percepción entre otros), Franz Kafka (metamorfosis, El proceso, Carta al padre, etc.), Herman Hesse (El lobo estepario, Demian Siddartha, etc.), George Orwell (1984) y sigue una interminable lista de escritores.
Pero también es justo mencionar que en el mundo de habla hispana se dio un “boom latinoamericano” con el surgimiento de autores que utilizaron una nueva narrativa en sus publicaciones como Gabriel García Márquez (100 años de soledad, el amor en tiempos de cólera, etc.) Julio Cortázar (Rayuela, Bestiario, Graffiti, etc), Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, y otros autores más que se sumaron a la lista como Elena Poniatowska (la noche de Tlatelolco), José Revueltas (El apando), José Agustin, etc.
Sus libros fueron vendidos en el mundo entero y promovieron otra visión de la realidad latinoamericana muy diferente a la que prevalecía en el mundo donde predominaba una visión eurocentrista y con sus contribuciones enriquecieron la enorme diversidad que existe en la literatura universal. Todos y cada uno de estos autores norteamericanos y latinoamericanos, contribuyeron con sus obras literarias a enriquecer la literatura universal y al mismo tiempo lograron cambiar la percepción social, por lo que se puede afirmar que a través de la lectura y de la música se generaron cambios individuales en las formas de pensar, de sentir y de actuar de millones de jóvenes en el mundo entero, por lo que los cambios masivos provocaron una transformación social que provocó cambios en el mundo entero.
Tanto la música como los libros cumplieron una función social pedagógica al contribuir a lograr un despertar social en el mundo entero, ayudaron a construir una mirada social diferente sobre la realidad circundante, lograron influir de tal forma que se modificaron formas de pensamiento, sentimiento y comportamiento en millones de personas que, sin conocerse, al encontrarse con otras personas que compartían el gusto por la misma música, o leían los mismos libros, experimentaban un sentimiento de afinidad y camaradería que los acercaba a unos y otros.
¿Acaso no provoca placer ver a una persona desconocida leyendo el libro que disfrutamos su lectura?, ¿Acaso ver que alguien desconocido escucha la misma música que nos apasiona no provoca un puente de comunicación y una sensación de identificación o acercamiento con alguien que no conocemos? Por estas razones es que surgió la expresión “La música es el idioma universal” y la literatura también es universal porque miles de libros han sido traducidos a varios idiomas y son vendidos en varios paíes, la música y la lectura son parte de nuestra condición humana.
Bajo esta perspectiva la buena música y los buenos libros aparte de ser percibidas como expresiones culturales que cumplen con una función de entretenimiento, deben ser concebidas como creaciones humanas que pueden cumplir con una función educativa en la medida que pueden contribuir a generar un aprendizaje que permita lograr un despertar social y provocar una revolución de las conscienciasy este potencial de cambio social debe estar presente en aquellas personas que se dedican a crear música y a escribir libros, para que sus creaciones contengan una visión crítica de una realidad social que está inmersa en el contexto de una policrisis y puedan construir una identidad como agentes de cambio social que pueden usar su creatividad para impulsar una transformación social con sus producciones artísticas, musicales o literarias.
Lamentablemente, el llamado a construir un mundo en contra de las guerras, en contra del autoritarismo y en el cual prevalecira la democracia y la paz social fueron silenciados. Las denuncias que tanto músicos como autores de libros hicieron sobre el advenimiento de una sociedad de consumo que traería una enajenación colectiva y despojaría de su condición humana a las personas para convertirlas en simples consumidores se hizo realidad y su llamado a la disidencia y rebeldía social fue ahogado por un mar de conformismo colectivo, indiferencia social y una creciente acriticidad sobre nuestras vidas cotidianas, porque el capitalismo dio una muestra de tener una gran capacidad de absorver aquello que le cuestiona para domesticarlo y convertirlo en una mercancía de consumo más, del cual puede extraer un beneficio económico.
La sociedad de consumo que surgió en el contexto de la revolución industrial, despojó a la música de su creatividad y rebeldía para convertirla en una mercancía más y el talento fue menospreciado para dar más importancia a la imagen. El deterioro de la música es explicado de una manera clara por el músico Sting cuando le preguntaron su opinión sobre la música moderna:
“ Lo que he notado es que las estructuras son más simples ahora, la estructura es minimalista, el puente ha desaparecido, para mí el puente es terapia, expones una situación en una canción. Mi novia me dejó, me siento solo, el coro dice me siento solo, repites eso de nuevo y luego llegas al puente y aparece un acorde diferente y piensa que tal vez no es la única chica de la zona y puedes buscar en otra parte. Ese punto de vista lleva a una modulación en la coda, en el puente y eso es terapia. Es terapia para mi. La estructura musical es una terapia. En la música moderna la mayor parte del tiempo estás en un círculo que es una trampa y se convierte en un círculo vicioso. Encaja bien en la siguiente canción y en la siguiente canción, pero no consigues, esa liberación, esa sensación de que hay una salida a la crisis y estamos en crisis. El mundo está en crisis, estamos en una crisis política, una crisis pandémica, una crisis climática. La música tiene que mostrarnos una salida” (7).
Pero lo que observamos en la música moderna que atrae a las masas, es una música cuya estructura es repetitiva, promueve el patriarcado al degradar a la mujer a la condición de objeto sexual, difunde un modelo genital de la sexualidad al reducirla al sexo ignorar aspectos psicológicos y sociales, realiza una apología de la violencia, enaltece la vida criminal y lejos de servir como instrumento de liberación, produce una enajenación colectiva y ejemplos de ellos son la música de reguetón, los narcocorridos, la música de rap y la música de banda, que funcionan como ejemplos de manipulación social y alejan a la música de su potencial uso de educación social y de instrumento de salida como musicoterapia .
La dinámica de cambios sociales se aceleró y cada día recibimos un tsunami de información que nos es imposible analizar, por lo que sólo miramos imágenes de las noticias por segundos y pasamos a la siguiente nota pensando que “estamos informados”, cuando en realidad estamos inmersos en un mar de ignorancia y por esta razón a la sociedad de la información en que vivimos también se le reconoce como “la sociedad de la ignorancia” (8).
Esta ignorancia colectiva que es en la que se basa el control social realizado por la élite dominante para seguirse beneficiando de la crisis por la que atraviesa la mayoria de la población, puede ser combatida a través de la lectura de libros con contenido de crítica social, con la creación de música cuya letra contenga mensajes de crítica social que ayuden a comprender que la crisis social que genera millones de crisis individuales puede ser combatida y encontrar una salida a través de la biblioterapia y de la musicoterapia.
La lectura y la música pueden cumplir con una función pedagógica en el sentido de que ayuden a comprender que sólo a través del desarrollo de nuestra capacidad para pensar por nuestra cuenta podemos construir esa salida de la crisis en que nos encontramos y para lograrlo se requiere del cuestionamiento a una realidad llena de contradicciones, de la ruptura con la acriticidad que miran sus vidas cotidianas millones de personas, para aceptar la posibilidad de que tenemos esperanzas de construir un nuevo mundo mucho mejor que el actual en que estamos viviendo. Por estos motivos, creo firmemente que con las acciones los escritores y músicos, pueden actuar como maestros al abrir las puertas de la percepción social y de esta manera contribuyen a una toma consciencia de que el ser humano es poseedor de un potencial humano que tiene historicidad, es decir, posee la capacidad para impulsar una transformación social de la realidad que le rodea.
La función social del trabajador intelectual
El mundo en que vivimos se encuentra en un estado de crisis progresiva de carácter permanente que se manifiesta en múltiples dimensiones, de tal forma que es imposible ignorar el llamado implícito de ayuda que plantean una inmensa mayoría de personas que padecen un sufrimiento colectivo provocado por el incremento de la desigualdad social, la implementación de políticas neoliberales que intentan reducir la figura del Estado de bienestar social, la presencia de la guerra, la vigencia del patriarcado en pleno siglo XXI que mantiene la desigualdad de género, el avance del colonialismo moderno que tiene su expresión más nefasta en el genocidio del pueblo palestino a manos del ejército israelí.
Junto a este reclamo social enfrentamos la crisis del cambio climático que nos exige la urgente necesidad de hacer algo para cambiar el modelo social basado en la economía de libre mercado que impulsa el hiperconsumo, antes de que crucemos la línea de no retorno en el camino que nos está conduciendo a una autodestrucción de la naturaleza, de la especie humana y del planeta entero.
La realidad que estamos viviendo es tan compleja y difícil de entender que a veces desearíamos que fuera un libro para que a través de su lectura pudiéramos superar la incertidumbre que padecemos y tener el conocimiento de cómo funciona el mundo para poder cambiarlo, pero lamentablemente no es así. Pero lo que sí podemos hacer es escribir libros y artículos que sean el resultado de investigaciones sociales o análisis realizados con información científica cuya lectura pueda ayudar a comprender qué es lo que está sucediendo y contribuyan a construir una mirada crítica sobre la realidad social con una visión de totalidad de esta manera, tanto escritores como lectores podamos saber qué hacer para cambiar la realidad y cómo construir un nuevo mundo que sea mejor al actual. La producción de libros y artículos científicos con contenido de crítica social, es necesaria para contrarrestar el uso de la ciencia con fines de control social que es utilizada por la élite en el poder ya que la ciencia puede ser usada para reforzar un control social o como instrumento de liberación social.
Es verdad que no todas las personas tienen la habilidad para escribir, pero debemos tener presente que de la misma forma que cualquiera puede cantar y bailar si reciben clases de vocalización y de baile, la mayoría de las personas tiene el potencial humano y la creatividad para escribir, ya sea un diario personal, unas cuartillas donde describa sus sentimientos y emociones que experimenta durante su vida cotidiana, o su percepción de la realidad en la que vive. De hecho, el acto de escribir forma parte de las estrategias utilizadas en la psicoterapia individual para impulsar el autoconocimiento y aprendizaje sobre uno mismo.
Hoy en día podemos encontrar diferentes tipos de escritores en el mercado editorial o en redes sociales, pero no todos están enfocados en cumplir con esta expectativa de analizar la realidad desde la perspectiva que brinda el conocimiento científico para contribuir con su grano de arena a la transformación social de la realidad. Esto se debe a que escribir sobre la realidad que estamos viviendo, representa un alto grado de complejidad por la necesidad de superar los reduccionismos científicos que impiden construir una visión de totalidad de la misma basada en un enfoque integral, sistémico, que sólo puede ser lograda con el uso de un enfoque multidisciplinario y el grado de dificultad en la tarea de describir la realidad social aumenta porque estamos inmersos en una dinámica de cambios sociales que aumenta su velocidad cada día que pasa y estos cambios provocan que los paradigmas teóricos que han sido utilizados en el pasado sean insuficientes para comprender la nueva realidad y surge la necesidad de crear nuevos paradigmas sociales.
Por estas razones el estudio de la realidad social es tarea de los científicos sociales y esta afirmación proviene del hecho de que las diferentes disciplinas sociales surgieron en un momento sociohistórico determinado como disciplinas de ayuda para contribuir a la solución de problemas sociales previamente identificados utilizando el método científico (9). Quienes pueden cumplir con la labor de investigar y analizar la realidad, para proceder a escribir libros y artículos son los trabajadores de la educación, los académicos universitarios, los investigadores que tienen la capacidad para escribir libros y artículos que nos ayuden a comprender qué es lo que está sucediendo y proponer alternativas de cambio social (10).
Estas personas son los llamados intelectuales y al decir esto, parto del origen etimológico de la palabra “intelectual” que proviene del latín Intus-legere que significa “el que sabe leer”, pero alguien podrá decir que millones de personas saben leer pero no son intelectuales y tendrá razón, porque esos millones de personas en realidad son analfabetas funcionales, es decir saben leer, pero no saben pensar.
Para precisar con mayor rigor el significado del término podemos decir entonces que el intelectual es aquella persona que lee más allá de las palabras que aparecen ante su vista, que no es esclavo de sus ojos porque conecta la lectura con su pensamiento y puede leer entre líneas a través de una lectura crítica en la que encuentran más preguntas que respuestas en la medidaque avanza en la lectura. Bajo estas premisas el intelectual es aquella persona que desarrolla el habito de la lectura crítica, que sabe escuchar más allá de lo que oye porque tiene pensamiento autónomo y una visión crítica de la realidad en que vive, lo cual le permite hacer predicciones de eventos sociales.
Debido a que puede ver más allá de las apariencias, la actitud del intelectual se caracteriza por una permanente sensación de malestar porque su visión integral de la sociedad le permite ver los efectos negativos de la crisis social que impactan en la vida cotidiana de millones de personas en la forma de grandes problemas sociales estructurales (pobreza, delincuencia común y organizada. Violencia hacia las mujeres, explotación laboral, alcoholismo, drogadicción, destrucción del medio ambiente, crisis ecológica, violación a varios derechos humanos, precariedad creciente, incertidumbre social, amenaza de una tercera guerra mundial, etc).
Sin embargo, esta visión no es compartida porque la mayoría de las personas (ricos o pobres) viven sus vidas con toda normalidad ignorando el origen global de sus problemas personales y aceptan como algo normal la coexistencia de un menos del 1% de la población que concentra la mayor parte de la riqueza con la presencia de una mayoría de la población que vive en condiciones de precariedad, el aumento de la pobreza, perciben como algo natural que no se puede cambiar el trabajar en condiciones de explotación laboral, ven la destrucción del medio ambiente como algo inevitable, la corrupción como algo cotidiano, el enriquecimiento de funcionarios públicos con dinero del presupuesto público, muestran insensibilidad social hacia los más pobres y piensan de manera ingenua que “trabajando duro, mejorarán sus condiciones de vida”.
Diversos estudios han demostrado que una mayor capacidad cognitiva está asociada con un mayor pesimismo y mientras más ignorante sean las personas aumentará su felicidad porquen ignoran que tienen derechos que les están siendo violados constantemente. Sobre la relación entre ambos conceptos, Nietzsche afirmó que “el pesimismo de los fuertes” es lo que nos permite amar la vida aún sabiendo que la misma está relacionada con el dolor y la amenaza de la muerte (11).
Por su parte Gilles Deleuze responde en estos términos a la pregunta ¿Para que sirve la Filosofía?: “La Filosofía no sirve al Estado ni a la Iglesia. No sirve a ningún orden establecido, la Filosofía sirve para entristecer. Una Filosofía que no entristece o no contraria a nadie no es Filosofía , sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene este uso: denunciar la bajeza del pensamiento bajo todas su formas”.
En pleno siglo XXI, en la era de la información una gran mayoría de la gente es feliz dentro de su ignorancia sobre lo que sucede alrededor del mundo, viven sus vidas ignorando que el genocidio del pueblo palestino a manos del ejército israelí y que el mundo está al borde del inicio de una tercera guerra mundial por la autorización de Estados Unidos al gobierno de Ucrania para que utilice armas de largo alcance para golpear objetivos dentro del territorio de la federación rusa. Mientras el mundo mira expectante la respuesta de Rusia al utilizar por primera vez armamento de gran potencial destructivo y con capacidad para viajar miles de kilómetros en busca de sus objetivos, millones de personas se preparan para celebrar los festejos de fin de año y se organizan para recibir el nuevo año, sin saber que enfrentamos la amenaza de que ocurra un colapso nuclear en cualquier momento.
Al no utilizar su capacidad para pensar en forma crítica, millones de personas se convierten en fáciles piezas moldeables por la élite en el poder, a quienes les conviene que las personas no piensen y que sean ignorantes, porque abrir los ojos ante una realidad donde abundan las injusticias, existe una enorme desigualdad social y un sufrimiento colectivo, lo esperable sería que surgieran brotes de descontento, inconformidad, desobediencia, disidencia, rebeldía e inclusive, revoluciones sociales.
Pero el desarrollo tecnológico, la economía de libre mercado y la globalización han hecho realidad la profecía de Aldoux Huxley de uniformar el pensamiento de millones de personas para que piensen que la felicidad se encuentra en elevar su capacidad de consumo y que usen diferentes formas de comprar y pagar, aún cuando esto implique aumentar sus deudas y que vivan en una eterna esclavitud económica. La mayoría de las personas son felices dentro de la sociedad de consumo, comparten los mismos gustos y preferencias porque éstas han sido moldeadas para que presenten los mismos comportamientos y actúen como seres humanos unidimensionales que no critican sus condiciones de vida, que están unidos por la compulsión del consumo y son el tipo antropológico que necesita la sociedad de consumo: el hombre consumidor.
Aquellas personas que logran un despertar social por haber sido objeto de alguna injusticia, o por acceder al conocimiento científico e intentan impulsar un cambio social, se enfrentan ante un panorama de conformismo colectivo, indiferencia social, obediencia a la figura de autoridad, falta de solidaridad, ausencia de empatía y sin esperanzas de cambio social, porque su visión del mundo se asemeja a la visión de los prisioneros en la caverna de Platón y aceptan pasivamente vivir sus vidas en una versión moderna del castigo de Sísifo. Todos estos comportamientos funcionan como una barrera protectora que hace oídos sordos a los llamados de solidaridad a las injusticias, a la convocatoria para participar en la lucha en defensa de derechos laborales, sexuales y sociales que están siendo violados, o la invitación a luchar para construir una sociedad democrática y con justicia social.
Estas continuas frustraciones que experimentan los luchadores sociales y los intelectuales comprometidos que logran ver las causas que provocan los problemas sociales, crean un estado de pesimismo y cansancio por lo que una gran mayoría de quienes participan en luchas sociales, desisten de continuar haciéndolo y terminan por rendirse para adaptarse a los continuos avances en la implementación de políticas neoliberales que eliminan derechos laborales, prestaciones sociales, privatizan servicios públicos y buscan eliminar la figura del Estado del bienestar social.
Este pesimismo que proviene del hecho de que quienes han desarrollado un pensamiento autónomo y ejercen la crítica social sean “diferentes” a la mayoría de las personas porque miran con ojos críticos la realidad social, descubriendo con esa mirada que las causas de los grandes problemas sociales que provocan miseria, pobreza y sufrimiento colectivo se encuentran en la política y que es necesario revertir la política, porque la política no es lo que hacen los políticos que están en el poder y que tienen autoridad política, porque existe una autoridad que puede ser construida por “aquellos que están sin poder” y la construcción de un poder desde abajo se llama inteligencia, que consiste en la capacidad para dominar el arte de la perseverancia, para reponerse ante las adversidades y mantener la convicción, basada en el pesimismo de la inteligencia que alimenta el optimismo de que la construcción de otro mundo es posible y que podemos creer en el porvenir de una nueva ilusión en lograr un cambio social. Es el planteamiento de Antonio Gramsci quien con su vida y obra demostró que el principal problema que debemos afrontar en una sociedad inmersa en una crisis social, es rechazar la compulsiva aceptación pasiva de la realidad (12, 13).
Debemos desarrollar la capacidad de reconocer que todo lo que nos rodea han sido creaciones humanas, que el ser humano tiene historicidad, es decir, posee la capacidad para cambiar la historia de su vida y si analizamos la historia de la humanidad podremos ver que los grandes cambios sociales se han logrado a través de la acción de movimientos colectivos que surgieron para conquistar derechos humanos, laborales y sexuales. Movimientos que se crearon para defender al medio ambiente o en contra de las guerras y bajo esa perspectiva, podremos creer que la ilusión de cambiar el mundo puede materializarse porque ha sucedido en el pasado y puede suceder en el futuro.
Podemos construir esta ilusión y esperanza en el cambio social si recordamos que todos los grandes cambios sociales empezaron con pequeños cambios individuales, que al generalizarse se convirtieron en cambios colectivos que se manifestaron en forma organizada y unida, por lo que debemos tener confianza que una pequeña acción individual al ser realizada en forma masiva puede contribuir a generar un cambio social de gran magnitud. Ejemplos de ello lo estamos viendo en las pérdidas financieras que están teniendo las grandes corproaciones que apoyan al Estado de Israel y están siendo objeto de boicots en sus productos y servicios y se nhan visto obligadosd a cambiar sus políticas o a cerrar sus puertas ante la contundencia de miles de acciones colectivas (14).
Un ejemplo claro del poder que puede ser construido con la suma de esfuerzos individuales se encuentra en la conquista de la democracia electoral, cuando el voto de millones de individuos sumados logra darle el poder a una persona o partido político.
El intelectual es entonces aquella persona que se forma como científico social y adopta un estilo de vida en el cual construye una actitud de vigilancia epistemológica que le permite identificar los problemas sociales que surgen en el entorno social. Manteniendo esta actitud, el intelectual puede anticiparse a los acontecimientos y predecir los efectos de los problemas sociales que se estáan presentando en el entorno social y puede proceder a dar la voz de alerta con argumentos convincentes para impulsar una transformación social.
La función del intelectual no es la de instruir a la masas porque debe estar enfocado en analizar y comprender los procesos sociales que se están gestando para percibir exactamente lo que está ocurriendo en el momento preciso y evitar incurrir en el error de una histeresis social, es decir, evitar dar testimonio de un evento cuando éste ya ha desaparecido o se ha transformado, de esta forma el intelectual puede conocer el futuro cercano en forma adelantada. La función del intelectual está marcada por los acontecimientos económicos, políticos y sociales de la época en la que vive y nuestra sociedad contemporánea se caracteriza por encontrarse inmersa en una crisis social de múltiples dimensiones (crisis económica, política, ecológica, sanitaria, etc.).
En este contexto de gran complejidad es evidente que no se puede permanecer indiferente y el hecho de que millones de personas vivan sus vidas como si todo estuviera normal es un síntoma de la existencia de una sociopatología (15) y la misma representa la necesidad de cambiar el mundo. Por esa razón, retomando de nuevo a Gramsci, no podemos vivir como extraños en nuestras ciudades, quienes vivimos en comunidades debemos actuar como ciudadanos conscientes y mostrar un compromiso social para resolver los problemas que afectan a la colectividad, por lo que no hay lugar para los indiferentes, para la neutralidad y por el hecho de vivir en el contexto de una policrisis, todos debemos pronunciarnos sobre los problemas que estamos enfrentando y cuando hablo de pronunciarnos, me refiero a ir más allá de quejarnos en redes sociales y aumentar nuestra participación ene spacios públicos para romper el silencio ante las contradicciones sociales.
Es evidente que se necesita cambiar el mundo pero para hacerlo, se necesita cambiar primero la visión del mundo de los sujetos que viven en una misma realidad, pero la mayoría de las personas piensan que viven en una realidad aparte o en un mundo diferente. El hecho de vivir en una sociedad multicultural inmersa en una policrisis y con el riesgo del estallido de una tercera guerra mundial, nos muestra que es insuficiente el tener una democracia electoral, porque nos plantea la necesidad de poner en la mesa de discusión los grandes problemas sociales, el cuestionamiento de las políticas económicas que afectan la vida social, la amenaza de la guerra y el imperativo moral de impedir que continúe el genocidio que realiza el ejército israelí en contra de los pueblos árabes.
Todos debemos participar y debatir en un marco de respeto a las diferentes opiniones y encontrar soluciones que nos permitan vivir juntos, en paz y armonía, pero en condiciones de igualdad social, democracia y justicia social. Pero aquí enfrentamos un gran problema porque mientras mientras el fantasma de la tercera guerra mundial recorre el mundo, otro espectro recorre el mundo de los intelectuales, es el autoritarismo que inhibe el ejercicio de la crítica social.
Esto lo podemos confirmar cuando vemos hoy en día que los trabajadores intelectuales (académicos universitarios, investigadores, científicos sociales, etc.), han dejado a un lado la crítica social, ignoran la problemática social, no la relacionan con su trabajo como docente y se limitan a percibir el acceso al conocimiento científico de una manera oportunista porque lo ven como una forma de mejorar sus ingresos económicos al elevar su nivel académico con estudios de Maestrías y Doctorados, escriben y publican en revistas especializadas que nadie lee y lo hacen porque estas publicaciones les proporcionan puntos para promoverse de una categoría laboral a otra, pero en ningún momento se plantean la posibilidad de utilizar sus conocimientos para compartirlos con la comunidad y contribuir al cambio social porque no poseen dos ingredientes fundamentales: consciencia de clase y compromiso social (16).
La existencia de grandes conflictos sociales hace surgir como casos excepcionales, la presencia del intelectual aislado que se guía con una moral que le permite identificar lo justo de lo injusto, lo tolerable de lo inaceptable dentro de la sociedad. Son escasos los intelectuales que a través de sus publicaciones, actúen como un hombre colectivo, es decir, como un individuo que en sus pensamientos construye una opinión que representan las opiniones de una mayoría de personas y dice lo que todos quisieran decir, asumiendo una doble función, por un lado con sus opiniones contribuye a hacer oír las voces de quienes son silenciados por la hegemonía cultural que controla la narrativa contemporánea que intenta normalizar el uso de la necrofilia en la política y por otro lado a través de sus opiniones fundamentadas en conocimiento científico permite generar una consciencia revolucionaria de las masas.
Para Gramsci, todos los seres humanos son intelectuales porque cada persona tiene una concepción del mundo y son seres racionales, por lo que tienen una línea moral y una actividad intelectual (17) y tenía razón porque todos tenemos la capacidad de pensamiento y raciocinio, pero la realidad es que en nuestra sociedad el desarrollo tecnológico y la economía de libre mercado ha logrado que una inmensa mayoría de personas abandonen su condición de homo sapiens y le han reducido a la condición de hombre consumidor, por lo que ha crecido la ignorancia colectiva y no todas las personas asumen la función de intelectuales que ejercen la crítica social, es precisamente por esta razón que no todas las personas pueden ser llamadas intelectuales.
El intelectual colectivo visualiza los problemas sociales en forma integral, identifica las causas de los problemas personales en contextos globales, vincula lo personal con lo político y actuando como escritor intenta persuadir de manera permanente en el cambio de visión de la realidad por parte de la ciudadanía, enseñando a través de sus escritos y ejemplo personal que la política no se trata de la forma de gobernar, sino que la política son en realidad comportamientos colectivos en los cuales la ciudadanía puede participar en forma organizada y unida para solucionar problemas que afectan a la ciudadanía.
Para lograr el desarrollo de estos comportamientos, el intelectual debe usar un discurso comprensible en el cual utiliza argumentos convincentes basados en información científica, para hacer uso de la crítica social, debe aportar argumentos que justifiquen hacer un llamado acerca de la necesidad del cambio social, educando sobre la posibilidad de cambiar la historia a través del fortalecimiento de las comunidades, para que abandonen la visión heteronómica de la realidad social y tomen consciencia de que es posible actuar con autonomía para construir un poder colectivo que rompa la asimetría del poder político y económico y lograr conquistar el poder para democratizar el funcionamiento de la sociedad, detener el avance de la desigualdad social, recuperar derechos perdidos y sobre todo, detener la amenaza de una tercera guerra mundial.
El intelectual colectivo hace uso de una de las creaciones humanas que buena parte de la humanidad ha relegado en el cajón del olvido: nuestra capacidad para cuestionar, de criticar, de razonar, de dialogar utilizando argumentos basados en información científica. Parte de la premisa de que la historia es una creación humana, de que los ciudadanos tienen historicidad, es decir, la capacidad para cambiar la historia y con esta claridad política, se acepte la idea de que es posible cambiar cambiar el rumbo de la historia y de que es posible construir un mundo nuevo. El uso del lenguaje escrito puede crear un poder capaz de generar pasiones, despertar consciencias y en el contexto de una sociedad en crisis, plantea la necesidad de debatir sobre la necesidad de cambiar las prácticas sociales, políticas y económicas que atraviesan todos los campos de la sociedad (18), es por estas razones que el intelectual debe construir una identidad de sí mismo como escritor para cumplir con mayor eficiencia un rol de agente de cambio social.
Los profesores como intelectuales transformadores
Todo cambio social comienza con cambios individuales, para lograr una transformación social se necesita cambiar la visión del mundo que las personas tienen sobre la sociedad en que viven. La educación formal juega un papel importante en la toma de consciencia social por parte de buena parte de la población, porque la escuela contribuye de manera significativa en la creación de la identidad psicosocial de cada persona porque contribuye a la formación de la personalidad psicosocial y la construcción de la visión del mundo que tienen las personas.
El papel de la institución escolar debe revitalizarse porque con el desarrollo de la tecnología, el surgimiento de internet, telefonía celular y redes sociales, la familia ha ido perdiendo su lugar como principal instancia socializante, porque hoy en día la mayoría de la población posee un teléfono móvil y este cambio tecnológico ha propiciado que la sociabilidad real se de a través de internet (19) debido a que una gran mayoría de la población (principalmente las nuevas generaciones) dedican gran parte de su tiempo a interactuar en forma virtual a través de redes sociales, por lo que el grado de influencia de las “benditas redes sociales” está superando la influencia de otras instancias socializantes.
En este contexto la institución educativa adquiere singular importancia porque se ha convertido en el único espacio en el cual todavía es posible construir un discurso crítico y el lugar donde además de generar un aprendizaje, se puede aprender a ejercer la crítica social y vivenciar ejercicios de democracia al interior del grupo escolar. Para lograr tal objetivo, debemos cambiar la función de la institución escolar y evitar que 12 años de educación primaria, secundaria y preparatoria sigan teniendo como función principal el que los alumnos aprendan a obedecer y formen ciudadanos que más temprano que tarde olvidarán todos los conocimientos de Historia, Geografía, Ciencias sociales, pero lo que no olvidan es obedecer a la figura de autoridad y aquellos que lleguen a la Universidad ingresan con la mentalidad de estudiantes esclavos que perciben al profesor como el Maestro amo, participando en una psicopatología en la relación Maestro-alumno (20).
Los profesores ebemos tener siempre presente que el aprendizaje también es relacional porque existe un metaaprendizaje en la educación que consiste en el hecho de que los alumnos aprenden más allá de los contenidos de una materia, también aprenden como relacionarse con la figura de autoridad, porque ven a sus profesores como modelos de comportamiento que los influye y en ese sentido es importante que comprendamos que el lenguaje de la educación no se limita a la enseñanza teórica, sino que también implica enseñar un modo de relacionarse unos con otros.
Partiendo de la comprensión de este metaaprendizaje en la relación maestro alumno, debemos dar a la educación una función que incluya enseñar a pensar utilizando un discurso teórico y práctico basado en la crítica social, en una interacción que incluya que el propio profesor disminuya su papel como figura de autoridad y predique con el ejemplo en el aprendizaje de la democracia al interior mismo del grupo escolar disminuyendo la distancia psicológica con sus estudiantes.
Puedo dar fe de la posibilidad de construir un vínculo que se caracterice por la construcción de la democracia en la relación del profesor con sus alumnos, por la experiencia personal que desarrollé a lo largo de 33 años trabajando como profesor universitario, tiempo durante el cual aprendí a aplicar la teoría del cambio social con mis grupos de estudiantes, al haber asumido el rol de agente de cambio planeado y percibir mi labor de docente más allá de la simple transmisión de conocimientos y percibirla como una intervención psicológica que tenía como objetivo la transformación de la identidad de mis alumnos y guiarlos en un proceso de aprendizaje que los llevara a autopercibirse como futuros agentes de cambio social.
Esto lo logré gracias a que con el paso del tiempo me di cuenta de algo que la mayoría de los profesores ignora y es el hecho de que mientras enseña, el profesor también aprende, por lo que con cada semestre que terminaba sentía que crecía mi propio aprendizaje y fui mejorando mi desempeño como profesor universitario utilizando los conocimientos teóricos de la Psicología de grupos, para hacer intervenciones en la dinámica de grupos con mis estudiantes y de esta manera no solo lograr transmitir información científica, sino también aplicarla de tal forma que los estudiantes comprendieran también que al mismo tiempo que aprendían, también estaban enseñando al profesor y a sus compañeros con sus contribuciones y la consciencia de esta interinfluencia provocaba cambios en su autoimagen, cambios en su forma de relacionarse con sus compañeros y con la figura del profesor que representaba la autoridad, cambios en la manera de percibir a sus compañeros y en su visión de la realidad en que nos encontrábamos en el allá y entonces. Por lo que comprobé con mis experiencia como docente universitario que la transformación social era posible desde una perspectiva científica al construir un empoderamiento individual y grupal con mis estudiantes (21).
Utilizando la teoría en la práctica pude enseñar a mis alumnos que la verdadera transformación social, no se da en un nivel abstracto, porque todo cambio social toma como punto de partida cambios individuales y esta transformación implica un aprendizaje que debe reflejarse en la práctica a través del cambio de actitudes, cambios en el comportamiento y sobre todo en la concepción que cada persona tiene de sí mismo, en tanto que son personas que viven en sociedad, forman parte de una comunidad por lo que deben construir vínculos de integración y colaboración con los grupos sociales y comunidades a las que pertenecen, de tal forma que lograran comprender que los problemas personales que enfrentan son en realidad problemas colectivos porque tienen un origen global.
El haber ganado una plaza de tiempo completo que me permitió ser el titular de tres seminarios: Psicología social, Psicología organizacional y educación en sexualidad humana, por lo que al diseñar los programas respectivos, actuando como buen psicólogo social, utilicé la Psicología de grupos para priorizar la enseñanza de un discurso crítico y lograr el objetivo de transformar a mis estudiantes en agentes de cambio social para que pudieran realizar intervenciones psicosociales en grupos, organizaciones y comunidades, por lo que al estar en esta posición puedo decir que seguí el ejemplo del pionero de la Pedagogía crítica Henry Giroux quien en su libro El Profesor como intelectual (22) demostró con su trayectoria personal cómo se construye un discurso crítico acerca de la instrucción escolar, para transformar su función social en el sentido de contribuir al cambio social.
Para lograr tal objetivo, me basé en los fundamentos teóricos que nos proporciona la Psicología social, en sus vertientes dela Psicología de los grupos, la Psicología de las organizaciones y la Psicología comunitaria latinoamericana, resaltando que ésta última rama de la Psicología social (Psicología comunitaria latinoamericana), es concebida como “la ciencia del cambio social” por la Psicóloga social venezolana Maritza Montero (23) todos estos enfoques teóricos coinciden en la necesidad de utilizar la ciencia para lograr una transformación social.
Durante los 33 años que laboré como profesor-investigador en el Departamento de Psicología de la Universidad de Sonora, retomé en forma literal la expresión “Maestro de tiempo completo” porque me entregué a esta actividad haciendo de la Universidad de Sonora una segunda casa por la cantidad de horas que pasaba a la semana en sus instalaciones. Era un trabajo que me permitió no sólo enriquecer mis conocimientos, sino que también logré crecer en forma personal y como profesional de la Psicología, teniendo siempre plena consciencia de que formaba parte de un “club de privilegiados” (24) a quienes se les pagaba por estudiar, hacer investigaciones, enseñar y realizar extensionismo, por lo me dediqué a leer, investigar, aprovechar los cursos de actualización que recibía para enseñar de la mejor manera posible.
Sin embargo, pronto me enfrenté a dos obstáculos, el primero fue que recibía a mis alumnos en los seminarios que impartía en séptimo, octavo y noveno semestre, con carencias graves en el manejo de conocimientos teóricos lo cual representaba un contraste porque en sus perfiles podía ver que eran poseedores de altos promedios. La situación llegaba en algunos casos a tal extremo que la presencia de algunos estudiantes me recordaba el dilema de explicar la presencia de una vaca en el techo de una casa: ¿Cómo es que la vaca llegó ahí? Lo mismo me preguntaba al ver frente a mí a algunos alumnos en los cuales era evidente su carencia de conocimientos, deficiente manejo de información y falta de habilidades sociales.
Para mí esto representaba un gran problema porque eran jóvenes que estaban a punto de terminar sus estudios universitarios y egresar para ejercer como profesionales de la Psicología y alguien que saliera con título de Psicólogo en esas condiciones podría causar más daño que beneficio a quien solicitara sus servicios. Con estos pensamientos en mente, me vi obligado a replantear mi estrategia de enseñanza, cambiar el programa de actividades porque sus lagunas teóricas me impedían avanzar, afectaban el aprendizaje del resto de alumnos y no podía pedirles que abandonaran el salón de clase, por lo que tuve que utilizar las primeras reuniones para explicar conceptos, modelos y teorías que necesitaban saber para estar en condiciones de aprender nuevos conocimientos porque mi responsabilidad principal como docente era darle continuidad a su formación como psicólogos enseñándoles estrategias de intervención psicológica en grupos, organizaciones y comunidades.
El segundo problema que enfrentaba era la ausencia del hábito de la lectura en estudiantes universitarios, sí, leyeron bien, estudiantes universitarios que llegaron a semestres avanzados, casi al final de sus carreras que no tenían el hábito de leer, que no podían escribir un ensayo de cinco cuartillas porque sus maestros anteriores jamás les pidieron que escribieran un ensayo. En esas condiciones iniciaba mis seminarios acudiendo al salón de clases para encontrarme con estudiantes que pertenecían a generaciones que no recibieron un aprendizaje informal de sus padres que les despertara el gusto por la lectura, que pasaron interminables horas viendo televisión. jugando videojuegos porque tenían una colección de ellos, pero que no existía una biblioteca en su casa.
Eran alumnos que llegaban a la Universidad con la mentalidad del estudiante esclavo, acostumbrados a establecer vínculos de dependencia con sus maestros, quienes no les inculcaron el hábito de la lectura y se les dificultaba abandonar el vínculo de dependencia a la figura de autoridad, sólo hacían lecturas rápidas de los materiales vistos en clase antes de presentar un examen porque su aprendizaje previo se basaba en un aprendizaje pasivo que consistió en la memorización de contenidos y excluían la posibilidad de desarrollar un pensamiento autónomo.
Esas situaciones que se presentaban con alarmante frecuencia reflejaban que el proceso de socialización y formación que recibieron mis estudiantes antes de estar frente a mí que impartía seminarios en los últimos semestres de la carrera, representaban un resultado de una enorme simulación en la cual participaban autoridades universitarias, maestros de semestres anteriores y de los propios estudiantes.
Las primeras por aceptar políticas neoliberales que transformaban a las universidades públicas e universidades empresas y en lugar de invertir en la creación de nuevas plazas de maestros de tiempo completo, destinaban el presupuesto para contratar personal administrativo, condenando a cientos de profesores universitarios a permanecer bajo el régimen de contratación de horas sueltas.
Loa maestros que por estar con contratos temporales no podían dedicar tiempo a labores de investigación y aceptaban impartir materias para las cuales no estaban calificados con tal de asegurar una percepción económica que les permitiera sobrevivir y trabajar como profesores proletarios y finalmente, los estudiantes que aceptaban maestros que no fueran exigentes (maestros barco), que trataran a sus alumnos como si estuvieran en un club de amigos y que les aseguraran tener buenas calificaciones al finalizar el semestre (25, 26).
En eso consistía la simulación, autoridades universitarias simulaban ser buenos administradores, un porcentaje de maestros simulaban enseñar y un sector de estudiantes simulaban estudiar, todo en su conjunto constituía un fraude que afectaba a la población de nuestra sociedad.
De manera reiterada les solicitaba a mis alumnos que era necesario que cultivaran el hábito de la lectura para que aumentaran sus posibilidades de convertirse en buenos profesionales de la Psicología, pero recuerdo con claridad una ocasión en la que estaba con uno de mis grupos de estudiantes en la tradicional posición de círculo y les comentaba que en la intervención psicosocial era imprescindible construir un marco teórico y contextualizar el ambiente social como primer paso, por lo que necesitaban tener un dominio de la teoría para tener una práctica exitosa y para lograrlo requerían leer varios libros porque no existía un manual de prácticas en nuestra profesión.
Una de mis estudiantes respondió que ella sí leía y que leía varios libros, por lo que con un placer anticipado le pedí que nombrara los autores y libros que acostumbraba leer y su respuesta no pudo ser más decepcionante porque mencionó nombres de autores de libros de autoayuda, títulos de novelas románticas y otros libros que se encuentran en centros comerciales.
Otras compañeras de clase se sumaron con entusiasmo para decir que ellas también leían novelas románticas, historias de suspenso y de aventuras y comenzaron un intercambio entusiasta de comentarios sobre lo que estaban leyendo.
Las dejé hablar con paciencia y en un momento dado con gentileza pero con una seriedad que no pude evitar reflejar en mi rostro, les pedí que me prestaran su atención para decirles que la literatura a la que yo me estaba refiriendo que necesitaban leer era literatura científica relacionada con la Psicología social, con información sobre la Psicología de los grupos, la Psicología de las organizaciones y la Psicología comunitaria.
Les dije que era bueno que leyeran, pero que esas lecturas que estaban leyendo no les ayudarían a ser buenos profesionales de la Psicología porque no tenían nada que ver con la literatura científica que se requiere para construir un marco teórico que fundamentara una intervención psicológica, ni mucho menos permite construir un contexto social para ubicar a nuestro objeto de estudio.
Salí de esa clase experimentando cierta frustración pensando que si en estudiantes universitarios se observaba la falta de lectura de libros, ¿qué podría esperarse de la población que no pudo realizar estudios universitarios? Con esos pensamientos rondando en mi mente tomé la decisión de cambiar la metodología didáctica y utilizar dos estrategias de enseñanza, primero, decidí cambiar mi rol de facilitador de aprendizaje para asumir el rol de agente de cambio organizacional planeado.
Es decir, enseñar haciendo, partiendo de la premisa de que el objetivo general de mis seminarios era formar agentes de cambio que intervendrían en grupos sociales para implementar cambios planeados decidí asumir el rol de agente de cambio planeado y tomar a mis estudiantes como grupo objeto de intervención psicológica y en segundo lugar, reducir el tiempo de exposición teórica de mi parte para proceder a utilizar el aprendizaje vivencial a través del uso de técnicas grupales, el psicodrama, el sociodrama, el test sociométrico y otras técnicas que me permitieran construir un ambiente de trabajo en el que pudiéramos realizar reuniones de psicoterapia de grupo y de esta forma lograr involucrar a los estudiantes en un proceso de enseñanza-aprendizaje que les permitiera obtener un desnudo psicológico que fuera más allá de la meta de obtener nuevos conocimientos y lograran aumentar su autoconocimiento, desarrollar sus habilidades sociales a través del aumento de su participación en clase y de esa manera logré enseñar con el ejemplo cómo se realizaba una intervención psicológica en grupos sociales.
En el tiempo que trabajé como académico universitario, en un acto de congruencia que partía de la necesidad de vincular la teoría con la práctica, diseñé programas de seminarios que tomaban como punto de partida la realización de un diagnóstico de la realidad social para plantear como objetivos principal de mi intervención con grupos de estudiantes universitarios, la formación de agentes de cambio para que, desde la perspectiva de la Psicología social, contribuyeran a un fortalecimiento de nuestras comunidades.
Ante la ausencia evidente del hábito de la lectura en la mayoría de los estudiantes universitarios que tomaban los seminarios que impartía en la Universidad de Sonora, en el contexto de la crisis social en el que hemos estado sumergidos durante las últimas décadas y debido a que la dinámica de cambios sociales constantes me obligaba a rediseñar constantemente objetivos, contenidos teóricos y pedagogía utilizada en la enseñanza y para reforzar tanto mi labor como trabajador de la educación universitaria como el aprendizaje de mis alumnos, tomé la iniciativa de escribir mis propios artículos en los que sintetizaba las lecturas que había hecho que estaban relacionadas con las materias en las cuales desde la perspectiva de la Psicología social, analizábamos los problemas sociales que demandaban ayuda psicosocial, subía estos artículos en una plataforma en internet y los incluí como parte de otras lecturas académicas que aparecían en las referencias bibliográficas.
Toda una vida desarrollando el hábito de la lectura me permitió crear un pensamiento autónomo de tal forma que escribir mis ideas sobre temas que venía años investigando y enseñando durante décadas en mi rol de profesor-investigador universitario, no representó dificultad alguna para mí porque después de décadas de seguir líneas de investigación y docencia en Psicología social, Psicología organizacional, Psicología comunitaria y educación en sexualidad humana, me llevaron a convertirme en un especialista en estos temas que formaban parte de los contenidos de mis seminarios.
Así que de una manera natural y sin pensarlo, me convertí en un profesor universitario que hacía lo que otros no hacían: incluir en sus seminarios lecturas de artículos de su propia autoría como parte de las tareas de lectura de sus estudiantes. Por esta acción fui criticado por algunos colegas que me acusaron de autorreferenciarme y cometer el grave error de “no utilizar el formato APA”, pero hice caso omiso de tales críticas porque sabía lo que hacía y porque observé que mis estudiantes no sólo demostraban que les agradaba leer mis artículos porque les ayudaban a comprender conceptos complejos explicados en palabras sencillas lo cual les alentaba a desarrollar el hábito de la lectura, a participar en las discusiones y esto ayudaba a construir juntos un aprendizaje grupal, que se reflejaba en cambios de actitudes y de comportamiento de todos los integrantes del grupo, que se comprometían cada más en el aprendizaje y aumentaban su participación en las discusiones grupales (27,28, 29, 30).
Mi exigencia de la entrega semanal de un ensayo de extensión mínima de 5 artículos donde describieran el aprendizaje de la lectura de 3 a 5 artículos por semana que entregaban antes de iniciar la discusión, me generó una imagen de “profesor exigente” ante el estudiantado, algunos reclamos al inicio de cada semestre, que al final de cada semestre se convirtieron en palabras de agradecimiento porque gracias a esa exigencia de entregar semanalmente un ensayo, les permitió aprender a escribir de manera natural sus propias ideas.
Una parte de los factores que contemplaba para realizar la evaluación final era la entrega de un ensayo de diez cuartillas como mínimo en el cual los estudiantes evaluaran el aprendizaje obtenido durante el semestre, los contenidos teóricos, la pedagogía utilizada y mi desempeño como maestro.
Tomé la decisión de dedicar la última reunión del semestre previa al examen final, a recibir esos ensayos y pedir que en posición de círculo cada estudiante expresara verbalmente el contenido de lo que escribió en su ensayo mientras se filmaba la reunión y no exagero al decir que todos expresaban satisfacción, agradecimiento porque en esas reuniones los alumnos expresaban el aprendizaje obtenido durante el semestre y en algunos casos dichas reuniones finales terminaban en verdaderas reuniones de psicoterapia grupal, lo cual se puede observar en estos videos que comparto (31, 32, 33).
Esas evaluaciones al final del semestre se institucionalizaron y en el siguiente semestre al iniciar el curso con otros grupos, una de las primeras tareas era ver los videos de esas reuniones en las cuales los grupos anteriores expresaban lo que aprendieron durante el semestre y ver esos videos motivaba a los nuevos estudiantes porque veían el entusiasmo y libertad con la que hablaban quienes tomaron previamente el seminario que impartía.
Haber impartido tales seminarios de manera continua durante 33 años, me permitió obtener un dominio tanto de los contenidos teóricos como de los métodos pedagógicos por lo que en la construcción de un discurso pedagógico crítico pude ir más allá del rol del profesor que enseña al vincular la teoría con la práctica, para asumir el rol del intelectual intérprete retomando fragmentos de la realidad que se presentaban como problemas sociales, analizarlos bajo una visión de totalidad y escribir artículos que publiqué en mi blog personal para dirigirme a un público más amplio que el universitario.
En esa línea de acción, vinculando los contenidos de enseñanza acerca del cambio social a través de la intervención psicosocial, asumí mi rol de sindicalista universitario participando de manera activa en la defensa de los derechos laborales del STAUS, denunciando el autoritarismo de las autoridades administrativas que eliminaban de manera impune cláusulas del Contrato Colectivo de Trabajo y pretendían eliminar la existencia de esta organización sindical (34, 35) y ante las frecuentes embestidas patronales, lograron empujar a los trabajadores académicos a la huelga en el 2012, tiempo durante el cual publiqué doce artículos (36) durante los 28 días que duró la huelga.
Estas mismas autoridades mostraron una mayor cerrazón en la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo con el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora /STEUS), por lo que ante las constantes violaciones a su contrato colectivo de trabajo decidieron irse a la huelga en el 2014, un conflicto que paralizó la Unison durante 68 días, tiempo durante el cual participé activamente publicando 28 artículos durante el tiempo que duró el conflicto (37).
Enarbolando la consigna “el maestro, luchando también está enseñando” apoyé abiertamente el movimiento de los maestros agrupados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en contra de la reforma educativa que intentó implementar en México el Presidente espurio Enrique Peña Nieto (38, 39) y ondeando la bandera del cambio social y utilizando la crítica constante al régimen autoritario y antidemocrático del Prian, participé activamente en algunos movimientos colectivos como la lucha de los maestros mexicanos en contra de la reforma educativa que finalmente lograron echar abajo publicando varios artículos denunciando las formas de control social mientras hacía un llamado a generar una revolución de las consciencias (40, 41), apoyando con varios artículos, de manera firme y comprometida, la candidatura de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 2018 que dieron el triunfo a Morena que logró terminó con la dictadura del Prian y permitió el inicio de una nueva era en la vida económica, política y social de México (42, 43, 44, 45).
El entusiasmo y alegría de haber contribuido a la caída de la dictadura del Prian y la llegada al poder del nuevo Partido que arrasó en las elecciones (Morena) y la admiración y respeto que siento por el Presidente Andrés Manuel López Obrador no fue motivo para que mi capacidad para seguir ejerciendo la crítica social haya cambiado, por lo que iniciando el sexenio de AMLO, escribí un artículo en el cual criticaba el manejo que los representantes de Morena estaban exhibiendo en vivo frente a las cámaras, al exhibir una gran contradicción que consistió en el hecho de que en un primer momento se negó por mayoría la solicitud de permiso al Senador del Partido Verde Manuel Velasco, pero después de un receso que fue televisado donde se vio a representantes de Morena negociar con representantes del Partido Verde y en una nueva votación se aprobó por mayoría tal solicitud (46).
Mientras dividía mi tiempo en el desempeño como profesor universitario enseñando con el ejemplo a mis alumnos el ejercicio de la crítica social en contra del autoritarismo de las autoridades de cualquier nivel para formarlos como agentes de cambio social, al mismo tiempo que actuaba como intelectual intérprete de una realidad en crisis haciendo una llamado a la toma de consciencia de la necesidad de asumir una identidad como sujetos políticos para presentar una resistencia colectiva, organizada y unida en contra de la entrega de los recursos de nuestra nación, tomando partido de una manera activa en la lucha por un cambio social, no podía evitar ver que la mayoría de mis colegas profesores universitarios no levantaban su voz para fijar un posicionamiento en momentos de crisis social que no admitían neutralidad y aún cuando se eliminaban derechos laborales a los propios trabajadores universitarios, una inmensa mayoría del profesorado universitario permanecía aislada de la dinámica social que presentaba momentos de ebullición porque enfocaban su atención en formar parte de las pandillas académicas que luchaban por el poder de la administración universitaria (47).
En todo momento he escrito con entera libertad, intentando redactar mis opiniones personales con un fundamento teórico basado en la Psicología social, sin limitar mis expresiones escritas por el temor de no ser leído por la extensión del artículo y actuando con perseverancia, con el paso del tiempo fui viendo con gran satisfacción creciente que de manera constante ha ido aumentando el número de personas que acceden a mi blog personal a leer mis artículos.
Esto me motivó a seguir escribiendo con más entrega y mi labor como escritor la reforcé aún más cuando vi en internet una entrevista que le hicieron al escritor argentino Julio Cortázar en la que decía que si un escritor se pone a escribir pensando en lo que el potencial público lector espera leer, esa persona no es un escritor porque se está autocensurando y el acto de escribir es un acto de creación personal que se debe realizar con entera libertad en condiciones de aislamiento social, para que el escritor deje fluir las ideas que tiene dentro de su mente y que desea compartir con aquellos lectores que “están del otro lado del puente” y con cada palabra que escribe, con cada párrafo que redacta, se construye una parte de ese puente que lleva por nombre “comunicación escrita” que es parte de nuestra naturaleza humana.
Leer, escribir, educar se convirtió como el eje central de mi vida durante los 33 años que trabajé como profesor universitario pero después de que recibí mi jubilación a finales del 2018, mi productividad como escritor aumentó en forma considerable porque lejos de experimentar una “crisis de jubilación” dejé atrás mi identidad como Profesor universitario activo para iniciar en la tercera edad una nueva etapa de mi vida, demostrando en los hechos que estar jubilado no significa necesariamente estar retirado de la vida social porque sigo produciendo y bajo la premisa de que “un maestro es como los miembros de la mafia, porque jamás se deja de ser maestro”, decidí mantener viva la flama de educador, mi pasión por la enseñanza y continué construyendo con paso más firme cada vez, una nueva identidad que le da un nuevo sentido a mi vida y es precisamente la identidad social como escritor, asumiendo el rol de intelectual transformador.
En mi condición de jubilado, formé parte del segmento demográfico conocido como “la tercera edad”, por lo que lejos de retirarme y “descansar” me vi obligado a participar en movimientos sociales en defensa del derecho a la salud, porque la institución de salud en la que estoy afiliado el ISSSTESON, fue objeto de desfalcos financieros por parte de gobiernos prianistas afectaron su funcionamiento y los derechohabientes de la misma sufrimos desabasto frecuente de medicamentos, demoras prolongadas en las citas con médicos especialistas y en la realización de estudios de imagenología, por lo que la salud de miles de derechohabientes fue afectada y de manera particular, de jubilados y pensionados, porque a nuestra edad, luchar por el derecho a la salud es lo mismo que luchar en defensa de nuestras vidas.
Por tales motivos, me incorporé a la lucha del Movimiento 30 de julio formando parte activa en el grupo emergente conformado por pensionados y jubilados que a nivel mundial se ponen en la primera línea de defensa del derecho a la salud que son los pensionados y jubilados, por lo que al ser invitado a formar parte del grupo de representantes de esta agrupación no lo pensé ni un segundo y debido a esta integración a la lucha social en un nuevo movimiento colectivo, mi producción como escritor comprometido con las causas sociales en mi rol de intelectual transformador continuó en esta nueva fase de mi vida utilizando el método de la investigación-acción. (48, 49, 50, 51, 52, 53).
La agresión de la que fueron objeto los pensionados y jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo, por parte del Presidente municipal de afiliación panista, se convirtió en un conflicto imposible de ignorar por la crueldad e inhumanidad mostrada en su contra al eliminarles de tajo varias prestaciones sociales, por lo que procedieron a realizar manifestaciones, corte de calles, plantón ante las oficinas del Ayuntamiento en Palacio municipal y la respuesta del Presidente municipal fue usar la policía para desalojarlos, por lo que hubo necesidad de demostrar solidaridad y apoyo en su lucha proporcionando víveres, asistiendo a sus marchas, acompañándolos en el plantón y, por supuesto, usando la palabra escrita como herramienta de lucha denunciando el autoritarismo de la autoridad municipal panista (54,55,56).
Como bien sabemos, cada día surgen nuevos motivos para levantarse de pie y seguir luchando, por lo que ante las constantes agresiones al derecho a la jubilación, al derecho a la salud y a nuestras pensiones, llegó un momento en que coincidíamos en la lucha varias agrupaciones de pensionados y jubilados que luchábamos por las mismas causas, por lo que surgió la propuesta de realizar reuniones para discutir una política de frente único, logrando la asistencia de 9 agrupaciones de jubilados que después de varias reuniones y en el marco de un taller que conduje en el que contextualicé la necesidad de unir nuestras fuerzas, los asistentes tomamos el acuerdo de crear un Frente Estatal de Pensionados y Jubilados ( 57, 58, 59).
La creación del frente tuvo un inicio muy prometedor porque en la primera reunión que convocó tuvo una nutrida asistencia que rebasó el número de 300 personas, pero lamentablemente, como ha sucedido en varias luchas sociales, en la construcción de esta prometedora organización, se infiltraron elementos que funcionaron como termidores en el sentido que denunció León Trotsky en el siglo pasado en su libro “La revolución traicionada”, porque fueron los propios miembros de la dirigencia de esta nueva organización quienes boicotearon el funcionamiento del frente al frenar la propuesta de realizar asambleas generales donde participaran todos los pensionados y jubilados representados y se limitaron a crear un club de amigos conformados por los representantes de cada organización de pensionados y jubilados, quienes de manera irónica se autobautizaron como “petit comité” para funcionar con el método de democracia representativa, alejándose de quienes representaban por lo que decidí retirarme y continuar mi camino consolidando mi identidad como intelectual transformador.
Finalmente y con una previa disculpa al lector por la extensión de este escrito, debo resaltar la necesidad de que el intelectual mantenga una distancia con los partidos políticos y con el poder en turno para mantener una objetividad que le permita ejercer la crítica social con entera libertad. El ejercicio de la crítica social adquiere mayor importancia cuando se derriba un régimen autoritario y sube al poder un gobierno progresista, porque tiende a confundirse a quienes ejercen la crítica social transformadora, con fuerzas de la oposición de derecha que intentan desestabilizar al nuevo gobierno y por esa razón, se corre el riesgo de ser acusado de tomar partido con fuerzas reaccionarias.
Asumiendo ese riesgo, continué ejerciendo la crítica social después de que Morena llegó al poder en México, cuestioné las formas prácticas de autoritarismo que mostró la representante de Morena que ganó la Presidencia municipal de Hermosillo Célida López (61,62) y de igual forma cuestioné el reemplazo del método de elecciones internas por el uso de una encuesta realizada por empresas privadas para seleccionar a los candidatos a puestos de elección popular en las elecciones del 2021 (63) que dieron como resultado la derrota de Morena cuando la primera Presidenta municipal morenista intentó reelegirse aún cuando se respiraba en el ambiente político un sentimiento de rechazo a su gestión en el cargo.
Por esas razones, el triunfo de Morena en la capital sonorense fue un debut y despedida, porque Morena recibió un voto de castigo y el Pan fue quien se benefició de los errores de la dirección nacional y estatal de Morena porque ganó las elecciones.
En la línea de impulsar la participación del pueblo mexicano en ejercicios democráticos que implicaban tomar decisiones en procesos relevantes, cuestioné el uso de las encuestas en las elecciones presidenciales de este año, un procedimiento que amenaza con institucionalizarse en el futuro por parte de Morena y que va en contra de la democracia participativa (63).
El hecho de criticar tales procedimientos por considerarlos contrarios a la democracia, no impide que en la actualidad sea un ferviente defensor del Gobierno de Claudia Scheinbaum porque llegó al poder en base a elecciones legítimas y no se puede ignorar el hecho de que llegó con la votación más alta registrada en la historia electoral mexicana.
Debido a la manipulación mediática y la embestida en contra del nuevo gobierno de parte de una oposición política conformada por partidos políticos en proceso de desaparición, intelectuales orgánicos, medios masivos de difusión, representantes de Estados Unidos y de Canadá, que realizaron acciones extremas de atacar al Presidente Andrés Manuel López Obrador llamándolo “traidor”, ataques al Presidente de la Cámara de Senadores, difusión de noticias falsas para crear un clima de agitación social y la toma de instalaciones del Congreso, fue necesario fijar un posicionamiento político en apoyo al Gobierno de la Presidenta Scheinbaum (64, 65)).
Con la descripción de las acciones anteriores, se puede comprender con claridad que la figura del intelectual transformador se nutre de dos fuentes principales, primero, la adopción de una vigilancia epistemológica que le permita estar alerta e identificar los problemas sociales a acontecimientos de relevancia social que ocurran en el entorno social donde vive, un entorno que hoy en día es indudablemente global y segundo, del aprendizaje que obtiene a través de su participación en las luchas sociales, a través de la cual rebase su condición de intelectual que utiliza un discurso de experto, para involucrarse en la dinámica social a través de la investigación-acción, un método que le permite aprender mientras enseña y de esta manera pueda generar una ecología de saberes en el sentido que plantea Boaventura de Souza Santos de producir una polinización de conocimientos que son el resultado de la mezcla del conocimiento científico aportado por el intelectual transformador que actúa como militante de los movimientos sociales, con los conocimientos populares que aportan los participantes en las luchas sociales y esta mezcla epistemológica se produce un nuevo conocimiento fortalecido con fundamentos teóricos y prácticos (66).
El escritor como intelectual transformador
Desde mi perspectiva personal, aquellos que elegimos y practicamos el oficio de escritor no podemos darnos el lujo de ignorar el contexto de la policrisis en nuestras publicaciones por dos razones: la primera, que no podemos ignorar los efectos de esta crisis sobre nuestras vidas personales y la segunda, por el hecho de que el acto de escribir implica creatividad, sensibilidad social y empatía. Compartimos el compromiso que debe asumir todo ciudadano de participar activamente en la solución de los problemas que son colectivos, porque no podemos seguir actuando como extraños anónimos en nuestras propias comunidades que contribuyen con su cultura a brindarnos una identidad social.
Las raíces históricas y culturales que nos unen a nuestras comunidades nos generan un compromiso social que es ineludible en nuestra labor como figuras públicas y esta vinculación debe reflejarse en el uso de la palabra escrita como una herramienta que contribuya para generar un despertar social y en el contexto de la policrisis debemos llamar la atención sobre la desconexión que se observa en una inmensa mayoría de la población que tiene una percepción que reconoce la existencia de una crisis global, pero que continúa viviendo sus vidas cotidianas con una total acriticidad, limitándose a adaptarse a las adversidades que aumentan cada día.
En otras palabras, la mayoría de las personas reconoce que existe una crisis social que nos afecta a todos, pero a pesar de padecer en sus vidas privadas los efectos de los problemas sociales que provoca esta crisis, no se involucra en acciones colectivas que contribuyan a un cambio social y sigue actuando con una normalidad que raya en la exhibición de una psicopatolología en sus vidas cotidianas porque muestran un conformismo colectivo ante la desigualdad social, una gran indiferencia ante la injusticia social, un alejamiento de la política y la presencia innegable de una ceguera moral, ya que reaccionan ante las injusticias solamente cuando son golpeados en forma directa por alguna de ellas.
El contexto social en el que estamos todos (incluidos los escritores por supuesto), se caracteriza por un crecimiento alarmante de la desigualdad social que aumenta el sufrimiento colectivo de una gran mayoría de la población, el abandono del Estado de su función de protección social, la ausencia de regulación de políticas laborales que impidan la explotación laboral de trabajadores en el mundo entero que viven sus vidas como un moderno castigo de Sísifo, una crisis ecológica que se traduce en el cambios climáticos que provocan tragedias colectivas, la desaparición del orden mundial unipolar que estuvo vigente en las últimas décadas, el inevitable surgimiento de un nuevo orden mundial multipolar y la presencia de dos guerras que amenazan con expandirse.
Quienes se dedican al oficio de escribir no pueden seguir ignorando un contexto social en el cual millones de personas expresan de manera implícita un grito silencioso de ayuda que está siendo ignorado por autoridades gubernamentales, por los partidos políticos, por los sindicatos, por medios masivos de comunicación que difunden noticias falsas, por intelectuales, por investigadores académicos y por escritores que se dedican a escribir motivados únicamente por la búsqueda de reconocimiento personal o la obtención de beneficios económicos que provengan de la venta de sus libros.
La mayoría de las personas debe tomar consciencia de que en las relaciones interpersonales existe un proceso de interinfluencia de tal forma que con nuestras acciones influimos a los demás al mismo tiempo que somos influidos por otras personas y debemos utilizar este conocimiento para contribuir a la toma de consciencia colectiva de que todos podemos construir un poder social si unimos acciones individuales en actos colectivos que permitan generar cambios en el funcionamiento de los grupos y organizaciones a las que pertenecemos y en las comunidades de las que formamos parte.
Todos podemos contribuir a la generación de cambios sociales asumiendo un rol de agentes de cambio social (67) y aquellos que utilizamos la palabra escrita como instrumento de comunicación, tenemos mayor grado de influencia social y en esa cualidad radica nuestra responsabilidad social para actuar como intelectuales transformadores.
Debemos comprender que de una manera involuntaria, realizamos un rol de educadores porque mientras caminamos la palabra a través de la difusión de nuestros escritos, llegamos a penetrar las mentes de aquellas personas que nos leen, por lo que debemos asumir este noble oficio con responsabilidad social, contribuyendo con nuestro granito de arena a un despertar social, que haga tomar consciencia del peligro que enfrenta la humanidad entera al estar en un momento histórico en el que se encuentra en riesgo de desaparecer por la imposición de un sistema socioeconómico que ya da síntomas de agotamiento y que está dando muestras claras de que no funciona para todos por lo que se impone la necesidad de que todos participemos en la lucha por un cambio social y aprovechar los vientos de cambio social que están provocando el surgimiento de un nuevo orden mundial y construir un nuevo mundo que sea más justo y equitativo que éste en el cual nos encontramos.
Tomar consciencia de la policrisis en que nos encontramos y del sufrimiento colectivo que provoca, desde mi perspectiva personal implica que aquel reducido sector de la humanidad que utiliza la comunicación escrita para comunicarse y que se autoidentifican como escritores, deben responder a los cambios sociales que estamos enfrentando utilizando su capacidad para influir sobre los demás publicando escritos que generen una revolución de las consciencias que se refleje en un aumento en la participación social en acciones colectivas, organizadas y unidas que vayan más allá de la lucha por la defensa de derechos violados y tengan como objetivo la construcción de un fortalecimiento de la ciudadanía, impulsando la construcción de nuevos comportamientos que permitan el surgimiento de nuevas identidades de tal forma que escritores y lectores identifiquen su potencial humano para actuar como agentes de cambio social y ponga su granito de arena en la construcción de un nuevo mundo.
En el contexto de la policrisis en que nos encontramos, no podemos buscar la felicidad personal ignorando el sufrimiento colectivo de una mayoría empobrecida que es provocado por la creciente desigualdad social que va en contra de la naturaleza humana (68), por lo que debemos dejar atrás el hiperindividualismo generalizado, el conformismo colectivo y contribuir con nuestros escritos para visibilizar a quienes viven en condiciones de pobreza, ayudar a recuperar la capacidad para indignarse ante la injusticia ajena y llamar a participar en procesos de cambio social.
Podremos aumentar la satisfacción y felicidad que experimentamos al publicar nuestros escritos, si aceptamos nuestra identidad como agentes de cambio social para contribuir con nuestras publicaciones al logro de una despertar colectivo,
A través de nuestra labor como escritores podemos ayudar a que la población recupere la confianza en sí mismos, a que reconozca que todos tenemos la capacidad para participar en la transformación de nuestra sociedad, a lograr cambios sociales e individuales al aceptar nuestra condición de seres sociales que pertenecemos a diferentes grupos, organizaciones y comunidades. Este empoderamiento permitiría superar nuestras inseguridades personales, eliminar los complejos individuales, superar la timidez, dejar atrás el conformismo y sustituir la indiferencia social por el surgimiento de una solidaridad y empatía hacia el sufrimiento ajeno, todo esto implica aceptar un cambio radical en las formas de pensar, sentir y actuar, estos cambios los podremos lograr en la medida que aceptemos asumir un rol de agente de cambio social.
Conclusiones
La mayoría de la población parece estar bajo los efectos de una anestesia social que le impide ver que sus problemas personales tienen un origen global porque el mundo está gobernado por sociópatas que promueven las guerras para beneficiar al poder corporativo que está en manos del 1% de la población mundial y que es dueña de la industria armamentista que se beneficia con la venta de armamento.
A finales de cada año, este efecto anestésico se refuerza con la manipulación de la historia y de los sentimientos de la población al crear “un espíritu navideño” que tiene su origen en creencias religiosas y provocar una sensación de falsa felicidad, de fingido amor por los demás, un bienestar social ficticio y una paz artificial. Todo este ambiente es creado con fines comerciales porque se ha inducido en la mente de millones de personas que “tienen que” poner un árbol navideño, “necesitan” mostrar su amor obsequiando regalos a sus seres queridos, “deben” olvidarse de los problemas para sonreír y mostrar felicidad.
Es el mismo efecto anestesiante que ha impedido abrir los ojos a la mayoría de la población mundial para indignarse ante el genocidio del pueblo palestino que ha estado realizando el ejército de Israel, la ironía cruel en la historia contemporánea es que, mientras millones de árboles son talados a nivel mundial para ser adornados como “árboles de navidad” y festejar en cada hogar “la llegada de Jesucristo”, en el lugar donde se supone que ocurrieron los hechos religiosos hace miles de años, un pueblo de origen europeo que abrazó el judaismo y se reclama como “el pueblo elegido de Dios”, realiza una matanza colectiva del pueblo árabe, asesina a miles de niños, mujeres y ancianos para apropiarse de su territorio que consideran “tierra sagrada”, mientras en el mundo entero se festejará la navidad con una cena especial, cantando villancicos y se intercambiarán mensajes de paz y amor (69,70,71).
¿Acaso esto no es un comportamiento que refleja una sociopatología porque es una muestra de ausencia de empatía y solidaridad humana hacia un pueblo que está siendo exterminado? Como dijo en su momento Hanna Harendt: “La ausencia de empatía humana es uno de los primeros y más reveladores signos de una cultura a punto de caer en la barbarie humana”. Las guerras que estamos presenciando son una muestra de la degeneración humana porque no se protesta por la muerte y destrucción que provocan y son un paso adelante en el avance de la barbarie que destruye la civilización.
En esta época de fin del año 2024, el efecto anestesiante aumenta su potencia para cubrir con el manto de la ignorancia colectiva y la manipulación de la información la preocupante realidad de que ya estamos en los albores de una tercera guerra mundial porque más de 50 países están apoyando al gobierno de Ucrania en su guerra contra Rusia, mientras que la Federación rusa tiene a miles de soldados coreanos peleando a su lado, utiliza drones iraníes, tiene como aliado a la gran potencia militar que es China y ante los ataques a territorio ruso con misiles que provienen de Ucrania pero que son manipulados por militares de la OTAN, está respondiendo con misiles de alto poder destructivo, en un conflicto bélico que sigue ascendiendo y parece no tener punto de retorno en una guerra que lleva miles de muertes en casi tres años, ha dejado gran destrucción en las zonas de combates y amenaza con evolucionar a una tercera guerra mundial en la que varios países cuentan con arsenal nuclear, por lo que de expandirse este conflicto la única garantía es la destrucción mutua de los países contendientes.
Estamos presenciando y padeciendo los efectos de la agonía de un orden mundial que está basado en un sistema socioeconómico que presenta una crisis de múltiples dimensiones (económica, política, ecológica, sanitaria, presencia de dos guerras), que se niega a desaparecer y utiliza todos los medios a su alcance para evitar desaparecer e intenta golpear a aquellas nuevas potencias que emergen intentando construir un nuevo orden mundial multipolar (72).
Tal y como les decía a mis alumnos de educación en sexualidad humana: “el aprendizaje no siempre es tan placentero como cuando aprendemos a hacer el amor”, el aprendizaje también puede ser doloroso, porque duele saber que aquella característica de nuestro comportamiento que considerábamos una cualidad, en realidad está funcionando como una fuente que provoca un alejamiento de las demás hacia nosotros.
En este caso, el sacudirse el “espíritu navideño” para salir de la caverna de Platón en la que han mantenido a la mayoría de la población y abrir los ojos a una realidad en la cual existe una enorme desigualdad social, enormes tragedias provocadas por el cambio climático y enfrentamos la amenaza de una tercera guerra mundial, todo lo cual ha sido posible porque el control social ha mantenido sumergida a un buen porcentaje de la población en un mar de conformismo colectivo, de indiferencia social, de alejamiento de la política, de hiperindividualismo, de hiperconsumo, mientras el mundo se está incendiando.
En lenguaje claro, la implementación de políticas neoliberales a nivel global, el avance del genocidio del pueblo palestino a manos del ejército de Israel, la evolución de la guerra en Ucrania y el hecho de enfrentar la amenaza de una tercera guerra mundial, han sido posibles porque estas acciones han encontrado una resistencia débil y dispersa, porque sólo un reducido sector de la sociedad ha participado en movimientos de resistencia y lucha, mientras el resto de la población viven sus vidas cotidianas en total acriticidad, en un momento histórico que exige alzar las voces en contra de las injusticias, del genocidio palestino, en contra de la guerra, etc.
Sin duda alguna no será un despertar placentero porque las personas se darán cuenta de que su falta de compromiso social, la indiferencia colectiva y su alejamiento de la política es lo que ha permitido que los sociópatas que gobiernan las grandes potencias actúen como delincuentes organizados y con sus políticas neoliberales han provocado la muerte de miles de personas.
La pasividad y el silencio de la comunidad internacional ante los acontecimientos políticos que tienen lugar en la aldea global, es lo que ha permitido que el ejército israelí haya asesinado más de 40,000 personas de manera impune, dentro de esta cantidad sobresalen más de 20,000 bebés asesinados. El individualismo extremo, la e ignorancia de la historia presente y el silencio ante lo que ven en las pantallas de sus dispositivos tecnológicos es lo que ha permitido que el día de hoy nos encontremos al borde de la tercera guerra mundial.
Por esas razones puede afirmarse que los millones de personas que dan la espalda a la política y actúan con gran indiferencia a los acontecimientos sociales, incurren en un acto de irresponsabilidad social porque al alejarse de los espacios públicos, al mostrar un conformismo colectivo, al exhibir una gran insensibilidad ante las injusticias, una enorme falta de empatía hacia el dolor ajeno, han dejado el camino libre a los políticos para que utilicen el poder reprimiendo las voces de protesta y rebeldía de quienes luchan en contra del autoritarismo, denuncian actos de corrupción, se oponen a la implementación de políticas neoliberales y se manifiestan en contra del genocidio y las guerras que amenazan extenderse por todo el mundo.
Por esas razones decía Antonio Gramsci “odio a los indiferentes”, porque el silencio de los indiferentes alimenta la impunidad de los crímenes que cometen quienes están en el poder, esta indiferencia colectiva es la que nos ha traído a la situación que estamos enfrentando en el escenario internacional en el que la mayoría de los países del mundo se prepara para la guerra. Nos ha faltado el espíritu crítico para denunciar las injusticias sociales y todavía se observa que una gran mayoría de la población no reacciona ante situaciones de injusticia y abuso de poder, todavía amplios sectores de la población actúan con credulidad y obediencia ante figuras políticas.
Debemos tomar consciencia de que algo está pasando y es el hecho de que los cambios sociales de las últimas décadas, están provocando una serie de cambios individuales que al coincidir generan una mutación colectiva que está transformando el comportamiento social (73), ya que estamos experimentando cambios en la manera de comportarnos, en la forma de pensar, en las maneras de expresarnos y estos cambios crean nuevas maneras de percibir la realidad que se desarrollan de manera sutil y pero a la vez se consolidan con el paso del tiempo.
Estos cambios en el comportamiento social son percibidos por los intelectuales transformadores como un rayo de esperanza que fragmenta el pesimismo que provoca la indiferencia generalizada por los bajos niveles de consciencia política de la población mundial, porque en el horizonte social surgen nuevas figuras de luchadores sociales que están construyendo nuevos paradigmas para interpretar la realidad inmersa en una policrisis y se presentan a través del surgimiento de diversos movimientos colectivos de resistencia que luchan a nivel global en contra de la implementación de políticas neoliberales, en defensa de derechos laborales violados, en contra de la violencia hacia las mujeres, en contra del colonialismo, etc., y diferentes movimientos colectivos están confluyendo en acciones conjuntas, construyendo construyendo por primera vez en la unidad en la acción, un movimiento de lucha global que está conformado por millones de personas que se manifiestan en todo el mundo en contra del genocidio del pueblo palestino a manos del ejército de Israel, exigen un alto al financiamiento de los gobiernos de Israel y de Ucrania y se manifiestan en contra de la guerra.
Ante este nuevo cuadro social, el pesimismo de los intelectuales se convierte en optimismo porque las movilizaciones colectivas que están teniendo lugar en los cinco continentes en contra del genocidio en Palestina, en contra de la expansión de la guerra en Ucrania y que protestan en los lugares donde se reúnen los dirigentes de las grandes potencias mundiales, muestran un alto grado de inteligencia social porque amplios sectores de la sociedad han comprendido que luchan en contra de un mismo enemigo y por esa razón actúan en forma unida, organizada y colectiva a nivel global para ponerse de pie y luchar en contra del capitalismo, del colonialismo y del patriarcado (74, 75).
Con estas acciones se da un paso adelante para evitar que el destino de la humanidad siga en manos del 1% de la población mundial, porque estamos presenciando un despertar político colectivo a nivel global, el surgimiento de nuevas figuras de luchadores sociales que está poniendo un ejemplo a seguir a la mayoría de la población que sigue sin preocuparse por los conflictos sociales, porque piensa que los fenómenos sociales son como los fenómenos naturales, piensan que la explotación laboral, la pobreza, la violencia económica y las guerras son como los terremotos, porque nada se puede hacer ya que son inevitables.
Esa masa de indiferentes que ocasionalmente se lamentan del aumento de la precariedad en su existencia y viven presa de la angustia porque no llegan a fin de mes, pero jamás, en ningún momento llegan a pensar que su indiferencia hacia la política, que el conformismo, su falta de solidaridad, su ausencia de empatía y falta de apoyo a los grupos de ciudadanos que se levantaron en lucha, han sido las las causas que han permitido el avance en la implementación de políticas neoliberales que los ha sumergido a ellos mismos en una precarización constante de sus vidas, porque los golpes en contra de la clase trabajadora a nivel global no han encontrado una resistencia organizada que detenga la eliminación de derechos laborales y sociales que fueron conquistados por las luchas de movimientos colectivos en el siglo pasado.
Por estas razones puede mencionarse como buenas noticias el surgimiento de nuevos grupos sociales emergentes conformados por agrupaciones de pensionados y jubilados que luchan en defensa de sus vidas al pelear por el derecho a la salud, en defensa de sus pensiones y del derecho a la jubilación.
De igual forma estamos presenciando el surgimiento de un relevo generacional en las luchas sociales, porque la mayor parte de quienes participan en movimientos colectivos a lo largo y ancho del mundo entero, son jóvenes que están aceptando el reto de involucrarse en asuntos políticos y sociales mostrando comportamientos que reflejan una abierta disidencia y buscan construir una identidad colectiva mientras realizan ejercicios de crítica social y desarrollan un pensamiento autónomo al obtener un aprendizaje a través de su participación en las luchas.
Son jóvenes que salieron de la caverna de Platón, que descubren el engaño mediático y la sociopatología de los gobernantes de las grandes potencias, por lo que se están comprometiendo en una acción transformadora de la realidad social construyendo una cultura del rechazo al autoritarismo y emprenden acciones de emancipación social.
Se rebelan en contra del autoritarismo, en contra de la guerra, cuestionan un sistema socioeconómico que les condenó a vivir un presente de precariedad e incertidumbre y enfrentan un futuro en el cual no hay alternativas que permitan traducir sus sueños y esperanzas de tener una vida digna en una realidad inmediata, porque están sometidos a una esclavitud económica que les hace vivir sus vidas como moscas atrapadas en la telaraña de deudas que ha creado el neoliberalismo y les obliga a vivir sus vidas como una versión moderna del castigo de Sísifo. Estas movilizaciones generan optimismo porque nos recuerdan que los grandes cambios sociales en la historia de la humanidad se lograron a través de la lucha de varios movimientos colectivos.
En ese contexto en el cual destaca en los últimos días una creciente preocupación mundial ante la amenaza de un tercera guerra mundial, es pertinente recordar la pregunta que titula uno de los libros del sociólogo francés Alain Touraine “¿Podremos vivir juntos?” y a la cual empieza respondiendo “Ya estamos viviendo juntos porque millones de personas en todo el mundo miramos las mismas series de televisión, las mismas películas, compramos las mismas marcas de ropa, consumimos los mismos productos, etc. (76).
Hemos olvidado que hace algunas décadas todos nos identificábamos como seres humanos, como individuos que vivíamos en diferentes países pero nos reconocíamos como pertenecientes a una misma humanidad. Hoy estamos divididos porque hemos sido manipulados por la élite en el poder que utiliza la política para dividir mostrando un rostro de intolerancia a la diferencia, por un resurgimiento del racismo, por una creciente xenofobia, por el surgimiento de la aporofobia, por discursos de odio que promueven los políticos de derecha y la ausencia de pensamiento autónomo y falta de crítica social, provoca que muchos respondan en forma negativa a esta pregunta.
Ante la amenaza de una tercera guerra mundial que destruiría el planeta entero porque estamos interconectados y no habría refugio alguno que nos proteja de una guerra nuclear, los intelectuales transformadores debemos levantar la voz de alerta y hacer un llamado a manifestarnos en contra de la guerra. Existen muchas formas de combatir la guerra: el uso de la política como instrumento de negociación, el uso del diálogo y en forma paralela, a través de la construcción de diferentes tipos de amor. El amor a uno mismo que debe reflejarse en un empoderamiento individual al reconocernos como seres sociales que tenemos capacidad para pensar por nuestra cuenta, para experimentar sentimientos y pensamientos dentro de un contexto social porque todas las opiniones son importantes.
También existe el amor a nuestras comunidades que nos proporcionaron un tejido social que fue la base para construir una identidad social, por lo que debemos identificar el significado de la política que consiste en la reunión de hombres y mujeres en espacios públicos para discutir problemas colectivos y acordar soluciones bajo consenso para realizar acciones en forma colectiva, unida y organizada, mostrando siempre solidaridad con el sufrimiento ajeno y desarrollar la capacidad para indignarnos ante las injusticias y mostrar suficiente empatía para apoyar la lucha de aquellos que son objeto de injusticias, actos de corrupción y abuso de poder.
Necesitamos construir esa identidad colectiva que nos permita vernos como seres diferentes, pero seres humanos en última instancia y ese es el significado de la política, aceptar las diferencias entre conglomerados humanos, aprender a vivir juntos aún cuando pensemos en forma diferente, en el marco de un pacto social que contiene reglas que deben respetarse para garantizar la armonía social (77).
Debemos dejar de actuar como extraños en nuestras propias ciudades y construir un sentimiento de pertenencia a una ciudadanía de tal forma que estemos en actitud vigilante ante las formas de gobierno y administración de recursos públicos de quienes ocupan puestos de elección popular para exigir cuentas claras y transparencia en el manejo de las finanzas públicas y organizar manifestaciones en contra de la guerra porque afectará a todos los países en general, pero de manera particular a México por su cercanía con Estados Unidos que por su apoyo a Ucrania se ha perfilado como objetivo de guerra legítimo para Rusia.
Somos los humanos más antiguos que caminamos sobre estas tierras, si partiéramos de la premisa de que el aprendizaje es acumulativo, pensaríamos que traeríamos sobre nuestras espaldas y dentro de nuestras cabezas un caudal de conocimientos que han sido construidos a lo largo de la historia de la humanidad, pero no es así, porque nuestro cerebro es incapaz de almacenar tanta información, por eso la humanidad dio muestras de gran creatividad al inventar el lenguaje oral, el lenguaje escrito, la imprenta y los libros para almacenar una gran cantidad de información.
El pensamiento y el lenguaje son las características que nos permiten diferenciarnos de otras especies de animales, en ese sentido, el lenguaje escrito es quizá uno de los mayores creaciones humanas, por lo que ante el contexto descrito a lo largo de este artículo, necesitamos combatir la indiferencia social que es un obstáculo para el desarrollo de la inteligencia, porque tenemos que reconocer que la obediencia, pasividad e indiferencia que muestra una gran parte de la humanidad, es porque piensa que no hay cambio posible alguno y por eso debemos actuar como educadores, como agentes de cambio social para contribuir a una revolución de las consciencias que permita un despertar social y un empoderamiento colectivo.
Existen muchas formas para transformar una percepción de la realidad y una de las más efectivas se encuentra en el uso de las palabras que adquieren un valor simbólico cuando el lenguaje es utilizado de tal forma que logre generar pasiones, despertar consciencias y desarrollar nuevos comportamientos.
Los intelectuales transformadores que vemos con pesimismo la situación internacional, alimentamos la esperanza y la ilusión de un porvenir mejor al reconocer la inteligencia de aquellas personas que hacen realidad la premisa planteada por Michel Foucault que dice “Detrás de un poder, existe un contrapoder”.
Los jóvenes, los adultos mayores y la población en general que están participando en varios movimientos colectivos alrededor del mundo, están obteniendo un aprendizaje social porque han comprendido que el conformismo generalizado no es una acción congruente con la materialización de sus sueños y esperanzas, han identificado que la ignorancia colectiva es una de las principales causas de inmovilización social y que los medios de comunicación masiva distorsionan la información para mantener bajo control social a gran parte de la población que todavía los usa como fuentes de información principal.
Este aprendizaje social ha sido el que les ha permitido desarrollar una inteligencia que les ayudó a identificar que los problemas personales que enfrentan tienen un origen global, porque han aprendido que los grandes problemas sociales están conectados entre sí porque son manifestaciones particulares de un sistema social que da muestras de agotamiento, por lo que, en congruencia con las grandes transformaciones sociales que estamos experimentando, los individuos que habitan en diferentes países y en varios continentes han empezado a construir una identidad como sujetos políticos, están reconstruyendo un nuevo significado a la política para percibirla como acciones colectivas de una ciudadanía organizada y en esa línea de pensamiento están construyendo un empoderamiento individual y colectivo al tomar consciencia de que necesitan aumentar su participación social actuando junto a individuos de otros países actuando como sujetos globales en acciones colectivas, unidas y organizadas para impedir el avance de la guerra y participar en la construcción de un nuevo orden mundial que priorice la paz, el diálogo y el respeto mutuo.
En este proceso han tomado consciencia de que han estado sometidos a un control social de carácter ideológico que los indujo a ver con normalidad la violencia económica, la desigualdad social, el genocidio y las guerras, por lo que parte del repertorio de nuevos comportamientos que están desarrollando es el regreso a la lectura de textos con contenidos de crítica social que son las que les han permitido ver con otra mirada el entorno social, identificar los problemas que enfrentan en sus vidas privadas con la implementación de políticas neoliberales y han logrado cambiar la percepción de sí mismos, de sus relaciones con las demás personas, para empezar a desarrollar formas de resistencia que les permitan construir un pensamiento autónomo y ejercer la crítica social.
Como parte de la lucha en contra de la ignorancia colectiva los intelectuales transformadores debemos contribuir a la toma de consciencia de que existe una construcción social de la realidad y por esa razón, debemos admitir que sí es posible construir un mundo nuevo, pero para lograrlo se requiere como primer paso el desarrollo de un pensamiento autónomo que esté basado en el ejercicio de la crítica social que nos permita romper la acriticidad con la que viven sus vidas cotidianas millones de personas, para desarrollar una autonomía individual y colectiva, de tal forma que puedan construir una fuerza colectiva para construir una sociedad democrática una sociedad autónoma integrada por individuos autónomos que están tomando el control de sus vidas y deciden utilizar esa autonomía para unir fuerzas y construir un poder colectivo que enfrente al poder corporativo para impedir que la guerra y el genocidio continúen.
Sin duda alguna, los más de 100,000 lectores que han ingresado a mi blog y que residen en más de 20 países, pertenecen a la vanguardia de estos seres pensantes y críticos que necesita la humanidad y que en estos momentos de crisis está solicitando que le den una oportunidad a la paz. Aquí les dejo el link de mi blog personal por si gustan visitarlo:
http://oscaryescasd.blogspot.com/
1.- El arte de la lectura en tiempos de crisis. Petit, Michele. Ed. Océano Travesía. Barcelona, 2088
2.- La biblioterapia en tiempos de crisis. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/04/labiblioterapia-en-tiempos-de-crisis.html
3.- El imperio de lo efímero. La moda y su destino en las sociedades modernas. Lipovetsky, Gilles. Ed. Anagrama. Barcelona, 2013
4.- Documental sobre Sixto Rodríguez The Sugar man”. https://www.youtube.com/watch?v=cAFlY_aDyGc&ab_channel=SintonizandoconAlex
5.- Un documental de Óscar y una historia francamente asombrosa convirtieron a Sixto Rodriguez, fallecido el 8 de agosto a los 81 años, en una leyenda del folk mucho más imponente que sus dos únicos discos de estudio y sus renqueantes directos.
https://www.rockdelux.com/es/actualidad/mito-y-realidad-de-sixto-sugar-man-rodriguez
6.- Política sexual. Feminismos. Millet, Kate
https://feminismosaprendem.wordpress.com/wp-content/uploads/2017/02/millett-kate-politica-sexual.pdf
7.- Sting y su opinión sobre la música moderna. https://www.facebook.com/reel/575990451549134
8.- La sociedad de la ignorancia. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/10/lasociedad-de-la-ignorancia-oscaryescas.html
9.- La intervención psicosocial. Blanco, Amalio/Rodríguez Marín, Jesús. Ed. Pearson/Prentice Hall. Madrid, 2008
10.- Algo está pasando y usted no sabe que es. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/07/algoesta-pasando-y-usted-no-sabe-que-es.html
11.- Espinoza y Nietzsche: el pesimismo de los fuertes
12.- Odio a los indiferentes. Gramsci, Antonio. Editorial Ariel, Barcelona, 2019
13.- Antonio Gramsci pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad
14.- Los jóvenes lideran el boicot a las firmas globales en apoyo a Palestina: “No quiero gastar mi dinero en marcas que patrocinan la guerra”
15.- Pensamientos sobre la sociopatología contemporánea. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2024/09/pensamientos-sobre-la-sociopatologia.html
16.- El compromiso social del trabajador intelectual. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/05/el-compromiso-social-deltrabajador.html
17.- Cuadernos desde la cárcel, Gramsci, Antonio. Ediciones Era. México, 1999.
https://ses.unam.mx/docencia/2018I/Gramsci1975_CuadernosDeLaCarcel.pdf
18.- Hacer disidencia. Una política de nosotros mismos. Sadín, Eric. Editorial Herder. Barcelona, 2023
19.- La sociabilidad real se da hoy en internet: Manuel Castells.
20.- Psicopatología del vínculo Profesor-alumno: el profesor como agente socializante. Bohoslavsky, Rodolfo
21.- La transformación social desde una perspectiva científica. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/09/latransformacion-social-desde-una.html
22.- Los profesores como intelectuales. Giroux, Henry
https://www.perio.unlp.edu.ar/catedras/wp-content/uploads/sites/194/2020/09/giroux.pdf
23.- Introducción a la Psicología comunitaria latinoamericana. Montero, Martiza
24.- El club de los privilegiados. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/07/el-club-de-los-privilegiados.html
25.- Reflexiones sobre educación y juventud actual. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/reflexiones-sobre-educacion-y-juventud.html
26 .- Precarización del trabajo académico en las universidades públicas
https://www.youtube.com/watch?v=ha3MuimRLRU&ab_channel=RompevientoTV
27.- Por una Psicología socialmente sensible. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/11/por-una-psicologiasocialmente-sensible.html
28.- Introducción a la psicología de las organizaciones. Yescas. Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/introduccion-la-psicologia-de-las.html
29.- Introducción a la Psicología comunitaria latinoamericana. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/introduccion-la-psicologia-de-las.html
30.- Notas para comprender la sexualidad humana. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/08/notas-para-comprender-la-sexualidad.html
31.- Evaluacion grupal del seminario intervención psicoógica en convivencia social dos, impartido por Oscar Yescas en el semestre 2,018 2.
https://www.youtube.com/watch?v=oEpqbTF4awM&t=189s&ab_channel=OscarYescas
32.- Evaluacion curso Psicologia organizacional Oscar Yescas 2,016 a
https://www.youtube.com/watch?v=FoobdHfYN2o&t=626s&ab_channel=OscarYescas
33.-Aprendizaje sobre sexualidad humana 1
https://www.youtube.com/watch?v=IyrkChxBbnA&t=80s&ab_channel=OscarYescas
34.- Anatomía del poder en la Universidad de Sonora. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/anatomia-del-poder-en-la-universidad-de.html
35.- Un sueño posible: la democratización de la Universidad de Sonora. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/11/un-sueno-posible-la-democratizacion-de.html
36.- Testimonios psicosociales de una huelga universitaria. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/07/testimonios-psicosociales-de-una-huelga.html
37.- Testimonios psicosociales de una huelga universitaria basada en la dignidad
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/07/testimonios-psicosociales-de-una-huelga.html
38.- El maestro, luchando también está enseñando. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/el-maestro-luchando-tambien-esta.html
39.- En defensa de la educación pública y una educación emancipadora. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/en-defensa-de-la-universidad-publica-y.html
40.- Educación vs. Control social. Yescas, Oscar.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/06/educacion-vs.html
41.- La revolución de las consciencias. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/06/la-revolucion-de-las-consciencias-oscar.html
42.- Apostemos por el cambio social. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/01/apostemos-por-el-cambio-social-en.html
43.- El Leviatán mexicano. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/08/el-leviatan-mexicano.html
44.- La esperanza en el poder en México. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/12/la-esperanza-en-el-poderen-mexico-oscar.html
45.- La Cuarta Transformación y la participación popular. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/12/la-cuarta-transformaciony-la.html
46.- Morena y su primera decepción colectiva. Yescas, Oscar.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/09/morena-y-su-primera-decepcion-colectiva_5.html
47.- Las pandillas académicas y el aislamiento social de profesores-investigadores. Yescas, Oscar.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/02/las-pandillas-academicas-y-el.html
48.- la eterna deficiencia del ISSSTESON y la necesidad del cambio social. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/08/laeterna-deficiencia-del-isssteson-y-la.html
49.- ISSSTESON, viejos problema, nuevas soluciones. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/08/issstesonviejos-problemas-nuevas.html
50.- Nuevos actores en la escena política. Yescas, Oscar.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/09/nuevosactores-en-la-escena-politica-en.html
51.- Un paso adelante en el movimiento 30 de julio. Yescas, Oscar.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/10/un-pasoadelante-en-el-movimiento-30-de.html
52.- Jubilados del ISSSTESON, primera línea en defensa de los derechos a la salud y jubilación
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/11/jubilados-delisssteson-primera-linea-en.html
53.- En defensa del Movimiento 30 de julio. Yescas, Oscar.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/11/en-defensadel-movimiento-30-de-julio.html
54.- La lucha de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/01/lalucha-de-los-jubilados-del.html
55.- La deshumanización en la política. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/02/ladeshumanizacion-en-la-politica-elcaso.html
56- El grito de los oprimidos. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/02/elgrito-de-los-oprimidos-oscaryescas.html
57.- Manifiesto por la unidad de los jubilados sonorenses. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/05/manifiestopor-la-unidad-de-los.html
58.- Construyendo la unidad de los jubilados. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/05/construyendola-unidad-de-los-jubilados.html
59.- El renacimiento de los jubilados. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/06/elrenacimiento-de-los-jubilados.html
60.- Apuntes sobre la construcción del Frente Estatal de pensionados y jubnilados en Sonora. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/06/apuntessobre-la-construccion-del-frente.html
61.- Morena Hermosillo: durmiendo con el enemigo. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/02/morenahermosillo-durmiendo-con-el.html
62.- Célida López: El caballo de Troya en Morena. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/05/celidalopez-el-caballo-detroya-en.html
63.- acerca del método de las encuestas utilizado en política. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/02/acercadel-metodo-de-las-encuestas.html
64.- El circo de las corcholatas en México. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/08/el-circo-de-las-corcholatas-la.html
65.- El trampantojo electoral mexicano. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/09/el-trampantojo-electoral-mexicano-oscar.html
66.- Conocimientos nacidos en las luchas. Construyendo las epistemologías del Sur. De Souza Santos, Boaventura/Meneses Maria Paula. Editorial Akal/Inter pares.M{exico, 2017
67.- El agente de cambio social. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/01/el-agente-de-cambio-social-oscar-yescas.html
68.- La felicidad personal y el compromiso social. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/07/lafelicidad-personal-y-el-compromiso_29.html
69.- Israel y Palestina: ¿diálogo para lograr la paz o barbarie global? Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/10/israel-y-palestina-dialogo-para-lograr.html
70.- La ceguera moral ante el conflicto Israel-Palestina. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/10/la-ceguera-moral-ante-el-conflicto.html
71.- El grupo Hamas: ¿prueba de que infancia es destino? Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/11/el-grupo-hamas-prueba-de-que-infancia.html
72.- ¡Nuevo orden internacional o tercera guerra mundial?. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/09/nuevoorden-internacional-o-tercera.html
73.- Hacer disidencia. Una política de nosotros mismos. Sadin, Eric
Ed. Herder Barcelona, 2023
https://ojopelaomagazine.co/wp-content/uploads/2024/03/ARCESIO-ROMERO-3.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=6icIACgrWkE&ab_channel=ClaudioAlvarezTeran
74.- Disidencia global contra la barbarie genocida. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2024/05/disidencia-global-contra-la-barbarie.html
75.- El despertar político mundial provocado por el genocidio en Gaza. Yescas, OscaA
https://oscaryescasd.blogspot.com/2024/06/el-despertar-politico-mundial-provocado.html
76.- Podremos vivir juntos. Touraine, Alan. Fondo de Cultura Económica. México, 2011
77.- La disidencia social como imperativo categórico en el contexto de una modernidad cruel. Yescas, Oscar
https://oscaryescasd.blogspot.com/2024/03/la-disidencia-social-como-imperativo.html
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