Jubilados del Isssteson primera línea en la lucha por defensa de derechos a la salud y jubilación
Oscar Yescas Domínguez
12 de noviembre de 2,021
Vivimos tiempos en los que la juventud es hipervalorada, existe una tendencia mundial en la cual todo mundo quiere ser joven, algunos llegan al extremo de pensar que es de mal gusto preguntar la edad y otros intentan lucir más jóvenes de lo que son. Esta tendencia es impulsada por la mundialización de una cultura de consumo que nos presenta como ideales a seguir las figuras de personas jóvenes, esbeltas, que promocionan diversos productos y servicios disponibles en el mercado y por asociación de ideas se nos intenta aceptar que al consumir dichos productos tendremos una semejanza con dichos modelos.
Por otro lado, padecemos una desaparición de los rituales provocados por la misma ideología consumista, que tiende a menospreciar lo viejo, lo antiguo y darle prioridad a lo efímero, a lo que es nuevo y dura poco tiempo, porque surgen versiones nuevas de los productos y tendemos a comprar esas nuevas versiones abandonando lo antiguo. Este es el contexto en el cual los viejos hoy en día sufren el infortunio del menosprecio, del abandono y una gran mayoría de personas de la tercera edad pasan su vejez viviendo una desgracia permanente y creciente por la pérdida de facultades físicas e intelectuales, la vejez se vive como estar inmerso en una desgracia creciente porque en nuestras sociedad se ha ido perdiendo de manera paulatina el respeto a las personas mayores y se ha llegado al extremo de percibir a las personas de la tercera edad como una carga para la sociedad.
Esta tendencia cultural de menospreciar lo viejo se ve reflejado en otra tendencia política-económica cuando vemos que los organismos financieros internacionales como el Fondo Monetario Internacional, condiciona sus préstamos financieros a los gobiernos de varios países para que bajen el porcentaje de las pensiones que autorizan, para que aumenten la edad para jubilarse o de plano para que elimine las jubilaciones en los contratos colectivos como parte del paquete de prestaciones laborales.
Es el neoliberalismo que ve a los viejos como elementos improductivos que representan una carga financiera ya que no aportan finanzas “en tiempos de crisis” y presiona para que los recursos financieros disponibles se destinen para sólo para quienes están activos en su vida laboral, sin importar que los jubilados hayan aportado durante más de 30 años una cantidad quincenal de sus ingresos económicos para un fondo de pensiones que les permita vivir una jubilación digna.
La juventud actual vive ensimismada en vivir en una especie de carpe diem que significa vivir el momento presente sin pensar en el futuro que les espera, no existe memoria histórica para un amplio segmento de la juventud porque ignoran como se conquistaron los derechos de los cuales disfrutan, e inclusive ignoran que esos derechos que sus padres o abuelos conquistaron a través de su participación en luchas sociales y movimientos colectivos del siglo pasado, hoy están desapareciendo de la realidad contemporánea y enfrentan la incertidumbre de un porvenir oscuro sin esperanza alguna, en el cual no hay estabilidad laboral y mucho menos prestaciones laborales como las que disfrutamos aquellos que gozamos de una jubilación después de laborar en forma ininterrumpida durante más de 30 años en promedio.
Parafraseando al filósofo francés Gilles Lipovetsky cuando nos habla en su libro De la Ligereza “El jovenismo es la tendencia dominante en el espíritu de nuestra época”. Toda nuestra cultura se orienta a enaltecer la juventud y menospreciar lo viejo. Nuestra sociedad promueve como valor máximo la juventud y nos vende productos para obtener la “eterna juventud”, lo cual nos da un rasgo que caracteriza a la sociedad contemporánea que consiste en que hoy se valora menos, mucho menos a la vejez. Por eso se puede afirmar que la valoración y respeto a los viejos ha desaparecido en nuestra sociedad, ante el empuje de la hipervaloración de lo joven. Es una tendencia mundial propia de la globalización que se ha dado en llamar el jovenismo, el cual es un término acuñado por el filósofo Alan Badiou y que se refiere al culto generalizado a la juventud que viene a reemplazar al culto a la sabiduría, y respeto a la experiencia de los más viejos.
Las instituciones en nuestra sociedad han perdido solidez, atraviesan por una grave crisis de credibilidad porque no están cumpliendo sus funciones., un ejemplo de ellos lo podemos ver en los partidos políticos y los sindicatos que padecen una fuerte crisis de liderazgo social y el caso del Isssteson fue una gran evidencia de la gran distancia que guardan los dirigentes con los dirigidos (en este caso los sindicatos) porque en en este contexto sociocultural y económico podemos ubicar el surgimiento del Movimiento 30 de julio, el cual está integrado por derechohabientes del Isssteson, tanto activos como jubilados, pero un gran número de sus miembros son jubilados, por lo que éstos últimos fueron doblemente afectados al padecer desabasto de medicamentos y sufrir el retraso en el pago de sus pensiones.
Este movimiento ciudadano surgió como un movimiento emergente ante el vacío de liderazgo provocado por la ausencia y abandono de los dirigentes de los sindicatos que agrupan a miles de derechohabientes del Isssteson en períodos largos en los que sufrieron violaciones a sus derechos a la salud y a la jubilación, al padecer un prolongado desbasto de medicamentos, ante la falta de servicios médicos especializados y ante el retraso en el pago de sus pensiones durante los últimos cuatro meses lo que creó las condiciones para que surgiera el Movimiento 30 de julio.
El Isssteson es una institución de salud pública gubernamental que atraviesa por una seria crisis financiera provocada por actos de corrupción de autoridades de los gobiernos anteriores, destacando dentro de este saqueo de finanzas públicas el gobierno de Claudia Pavlovich por escandalosos actos de corrupción y las actuales autoridades del nuevo Gobierno encontraron según afirmó el Gobernador Alfonso Durazo: un Estado en quiebra financiera y las autoridades del Isssteson, en sus intentos de redistribuir los escasos recursos financieros decidieron optar por retrasar el pago de las jubilaciones afectando la salud y economía de miles de los jubilados que padecen enfermedades propias de la tercera edad, que han estado comprando medicamentos de sus bolsillos ante el prolongado desabasto de medicamentos.
Con esta acción el peso de la crisis financiera por la que atraviesa el Isssteson se intentó hacer recaer en los hombros de los jubilados. ¿Acaso influyó en esta decisión la tendencia mundial de menospreciar a los viejos? Lejos de quedarse callados los jubilados integrantes del Movimiento 30 de julio dejaron atrás su papel de víctimas de violaciones a sus derechos a la salud y a su jubilación, su inconformidad individual, la transformaron en un grito de indignación y actuar como sujetos históricos y sumarse al movimiento 30 de julio, se convirtieron en agentes políticos para hacer escuchar su voz mediante marchas y el uso de redes sociales, lograron que la indignación cambiara para dar lugar a la esperanza al darse cuenta de que actuando en forma unida, colectiva y organizada se puede poner fin a las injusticias conseguir objetivos de bienestar común.
Con este movimiento 30 de julio, se estaba desarrollando un despertar ciudadano al tomar consciencia de que los dirigentes sindicales no estaban cumpliendo sus funciones como representantes de los intereses de los agremiados a diferentes sindicatos que agrupan a miles de derechohabientes, por lo que la membresía al Movimiento creció de manera exponencial en un lapso de 3 meses, de tal forma que a través de una participación masiva en redes sociales y una marcha manifestación lograron vencer la resistencia a ser recibidos por las autoridades del Isssteson para plantear una serie de demandas que se centraban en torno a violaciones al derecho a la salud y al pago oportuno de las pensiones.
Después de realizar una serie de reuniones con ellas, al no encontrar solución definitiva a las demandas del pago de pensiones, este movimiento convocó todos los derechohabientes del Isssteson a una marcha-manifestación frente a Palacio de Gobierno de Sonora, para exigir al Gobernador de Sonora el pago inmediato de las pensiones del mes de noviembre, la garantía de no sufrir retrasos en el pago de las próximas pensiones, terminar con el desabasto de medicamentos y la atención de servicios médicos especializados.
A este llamado para marchar y manifestarse frente a Palacio del Gobierno del Estado respondió una gran cantidad de derechohabientes del Isssteson, marchando juntos miembros del Movimiento 30 de julio y contingentes de varios sindicatos (Staus, Sutspes, Sección 54 del Snte, entre otros), por lo que la manifestación logró la concentración de cientos de derechohabientes que marcharon por las calles de la capital sonorense y después de hacer una breve parada en el Edificio que alberga las oficinas administrativas del Isssteson, donde hicieron uso de la voz varios manifestantes y el Director del Isssteson Jesús Acuña salió de sus oficinas para usar el micrófono, declarar que las demandas del Movimiento 30 de julio eran justas, proceder a sumarse a la caminata y acompañar a los manifestantes al edificio de Palacio de Gobierno donde hicieron uso de la palabra varios oradores representantes de varias organizaciones sin restricción alguna y finalmente fueron recibidos por el Gobernador de Sonora Alfonso Durazo, quien salió a las puertas de Palacio de Gobierno para utilizar el micrófono y expresar su apoyo a las demandas del movimiento y ante los gritos de la multitud que exigía el pago de las pensiones logró hacerse escuchar para comprometerse a que el mes de noviembre fuera el último mes en el cual el pago de las pensiones de los jubilados recibiera un retraso.
Cabe mencionar que la mayoría de los integrantes del Movimiento 30 de julio son jubilados que se encuentran en retiro, pero que por las violaciones a su derecho a la salud y a una jubilación digna, se vieron obligados a salir de sus casas aún cuando esto implicara realizar un gran esfuerzo porque muchos de ellos padecen enfermedades propias de la vejez y otros que padecen enfermedades que les impidieron presentarse a esta manifestación, pero siguieron paso a paso la marcha y el mitin realizado frente a la puertas de Palacio de Gobierno utilizando las redes sociales y expresando su apoyo al movimiento subiendo comentarios a las múltiples transmisiones en vivo que realizaron reporteros y ciudadanos utilizando sus teléfonos celulares.
Después de su intervención, el Gobernador Alfonso Durazo dio instrucciones para que una comisión de representantes del Movimiento fueran recibidos por su equipo de trabajo, con quienes se realizaron dos reuniones en las cuales se informó de la adquisición de más de un millón de medicamentos para el Isssteson, por lo que se espera que termine el desabasto de los mismos, se anunció el adelanto de dos partidas presupuestales para realizar el pago de la pensión del mes de noviembre antes de la fecha que las autoridades habían establecido y se confirmó que a partir de diciembre el pago de las pensiones ya no sufriría retraso alguno.
En el contexto de una situación social en la que se estaban presentando varias violaciones a los derechos de salud y a una de jubilación digna, en el cual la presencia y voz de los dirigentes sindicales estuvo ausente de manera casi permanente, dejando en estado de indefensión a miles de jubilados que padecían daños a la salud y a la economía con un prolongado desabasto de medicamentos y el retraso de sus pensiones, lo cual tuvo repercusiones en su estado de salud física y mental, el surgimiento del Movimiento 30 de julio se presentó como una alternativa que vino a llenar ese vacío de liderazgo, logrando un empoderamiento colectivo que permitió levantar y hacer escuchar la voz de un segmento de la población (los jubilados) para exigir respeto a los derechos que estaban siendo violados.
Gracias a las manifestaciones de jubilados que salieron a las calles y a las múltiples manifestaciones de apoyo a sus demandas que circularon en forma masiva a través de redes sociales, el Movimiento 30 de julio permitió que aquel segmento de la población que sufre el menosprecio de una parte de la sociedad, los ancianos, los viejos, pudieran recuperar la confianza en sí mismos, crear un empoderamiento individual y colectivo para construir la esperanza de que actuando en forma colectiva pueden defender sus derechos de una manera más efectiva y sobre todo, se logró demostrar que los jubilados del Isssteson se han convertido en un grupo social que se ubica en la primera línea en la defensa de los derechos a la salud y a la jubilación, una lucha que parecía perdida hace cuatro meses porque ningún líder sindical, ninguna organización sindical salió a luchar por la defensa de estos derechos en los momentos más críticos de la crisis de desabasto de medicamentos y retraso en el pago de las pensiones.
Buena parte de los jubilados derechohabientes del Isssteson pertenecen a aquella generación que vivió su juventud durante la década de los setentas, una época turbulenta en la cual se dieron grandes movilizaciones para exigir derechos laborales y prestaciones sociales que, más de cuarenta años después, estamos sufriendo los intentos de un poder corporativo que aplica leyes neoliberales para que esos derechos desparezcan para siempre para aumentar sus beneficios económicos. Pero con nuestra participación en el Movimiento 30 de julio de derechohabientes del Isssteson hemos roto el estereotipo en el cual se encasillaba a los jubilados, como ancianos que representan un lastre para la sociedad, como personas que no servimos más que para consumir parte del presupuesto gubernamental. Hemos dejado claro que los jubilados no somos los responsables de la crisis financiera por la que atraviesa el Isssteson y que la misma fue provocada por actos de corrupción de funcionarios de gobiernos anteriores, para los cuales pedimos se aplique el peso de la ley y se castiguen a los responsables de provocar esta crisis que afecta a miles de ciudadanos sonorenses.
Ser viejo no es motivo de vergüenza alguna, al contrario, ser viejo significa haber acumulado durante toda una vida los suficientes conocimientos, haber obtenido la experiencia y madurez suficiente como para saber lo que está pasando y sobre todo para saber qué es lo que tenemos que hacer, a diferencia de muchas personas que no saben qué es lo que está pasando en este mundo complejo que nos tocó vivir.
Con la realización de estas acciones los jubilados afiliados al movimiento 30 de julio hemos mostrado el camino a seguir para otras organizaciones sindicales y para las nuevas generaciones de trabajadores activos que hoy ven con indiferencia la lucha de los jubilados para exigir el pago de sus pensiones, sin tomar en cuenta que estos trabajadores activos si no luchan por sus propios derechos, les serán negados en un futuro a corto plazo el derecho a la jubilación (una muestra de ello es el retraso a la autorización de nuevas jubilaciones) y padecerán una vejez con penurias sin la garantía de recibir una pensión digna como la que estamos percibiendo quienes hoy estamos en calidad de jubilados.
La presencia del Movimiento 30 de julio y su lucha, es a la vez una lección, un llamado para que los trabajadores activos abandonen su conformismo e indiferencia social y aumenten su participación al interior de sus sindicatos y procedan a democratizar las elecciones para elegir a sus dirigentes de tal forma que no se repita la situación de abandono por la que atravesamos los derechohabientes en meses pasados y lograr que cada sindicato tenga lideres sindicales que realmente actúen como representantes de los trabajadores, tanto activos como jubilados y trabajen en la defensa de sus derechos laborales y prestaciones sociales.
La lucha iniciada por el Movimiento 30 de julio es el inicio de una lucha que necesitará de la participación de todos los trabajadores activos y jubilados que sean derechohabientes del Isssteson, es decir, es una lucha colectiva que requiere de un esfuerzo colectivo, porque la defensa de la salud, de la jubilación y el rescate del Isssteson requiere de la participación de todos los sectores involucrados, porque es la expresión particular de una tendencia mundial que busca eliminar prestaciones laborales y sociales contempladas en los Contratos Colectivos de trabajo que benefician a los trabajadores y la existencia misma de los sindicatos es un estorbo para sus fines de privatizar los servicios públicos, entre ellos el de la salud.
La lucha no termina con el abasto de medicamentos y con el pago de las pensiones del mes de noviembre, existen todavía demandas por las cuales luchar y una de ellas es el combate a la corrupción que debe manifestarse en acciones concretas en contra de autoridades de gobiernos anteriores que saquearon las finanzas del Isssteson y del Gobierno del Estado en su conjunto. La ciudadanía no está dispuesta a la política de “borrón y cuenta nueva” que han seguido anteriores gobiernos que han denunciado actos de corrupción y no han procedido en contra de los culpables. Debemos exigir del gobierno que inicia en Sonora la realización de acciones penales en contra de funcionarios que participaron en actos de corrupción y de los cuales hay evidencias suficientes para proceder en su contra.
Pero también debemos seguir preparándonos para seguir luchando en forma unida, colectiva y organizada, porque debemos tomar en cuenta que la problemática del Isssteson no es única, está replicándose en otros Estados del país que están viviendo crisis similares, como en Baja California con el Issstecali, en Zacatecas con el Issstezac, en Chiapas con el Issstech, etc. Por estos motivos es que se habla que la lucha por la defensa de los derechos a la salud y a de la jubilación se convierte en los hechos en una lucha política, porque estamos luchando en contra de la implementación de políticas neoliberales que pretenden eliminar estos derechos.
Ese es el contexto en el cual debemos ubicarnos y celebrar que los jubilados del Isssteson hayamos despertado a esta lucha y que estemos participando en un movimiento ciudadano, incluyente como lo es el Movimiento 30 de julio, en el cual tienen cabida todas aquellas personas que estén dispuestos a luchar juntos en defensa de nuestros derechos sociales y éste llamado a la unidad es extensivo a todos los sindicatos que tienen trabajadores activos y jubilados como derechohabientes del Isssteson. Es un momento histórico en el cual se hace necesario construir la unidad en las luchas que diferentes organizaciones están dando y que tienen como enemigo común la amenaza de eliminar derechos sociales contemplados den los Contratos colectivos de cada sindicato.
Yescas, Oscar: El jovenismo y la decadencia de lo viejo en la sociedad contemporánea.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/08/eljovenismo-y-la-decadencia-de-lo-viejo_9.html
Es la realidad, muy buen artículo maestro Oscar Yescas, el ámbito de esta crisis no es local, ya es nacional y mundial, estamos y continuaremos con movimiento 30 de julio
ResponderEliminarhuacujalupita@gmail.com
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