Lecciones
fundamentales en política: Saber llegar al poder y saber gobernar
Oscar
Yescas Domínguez
26
de julio de 2,021
La
llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la
República, representó una victoria electoral que tuvo repercusiones
internacionales por dos razones principales. La primera porque
terminó con décadas de la dictadura perfecta que el prianismo
implementó en nuestro país y dio inicio a una nueva era en la
historia de México. La segunda razón es porque surgió en un
momento en el que en toda Latinoamérica y varios países del mundo
prevalecía un autoritarismo que sofocaba cualquier intento de
democracia y se vivían tiempos en los que se llegó a pensar que la
democracia había desaparecido para siempre porque el autoritarismo
formaba parte de nuestra vida cotidiana.
Pero
el hartazgo social del pueblo en contra de la corrupción, la
impunidad y las innumerables injusticias surgidas durante el
prianismo, junto con la constancia de un hombre y su perseverancia en
crear un movimiento colectivo que se institucionalizó como partido
político en su primera participación electoral como instituto
político, coincidieron como factores esenciales para permitir que en
su tercera participación en elecciones presidenciales, Andrés
Manuel López Obrador arrasara con más de 30 millones de votos a su
favor, logrando terminar con una larga dictadura que empujó a
millones de mexicanos a vivir en condiciones de pobreza y miseria.
Dos victorias presidenciales convertidas en fraudes electorales
fueron las lecciones que llevaron a AMLO a recorrer toda la república
mexicana para organizar un movimiento que garantizara una
participación masiva en la creación de un nuevo partido político.
Dentro
del gran legado que nos dejó el gran filósofo griego Cornelius
Castoriadis podría ser pertinente retomar dos de sus afirmaciones,
la primera de ellas es que afirmaba que “en política es necesario
saber dos cosas: “saber llegar al poder y saber gobernar”.
Estas premisas teóricas surgidas en el campo de la Filosofía,
fueron comprobadas en el caso de México con el triunfo de Morena y
la llegada al poder de AMLO, ya que con este gran esfuerzo se estaba
aplicando la premisa “Saber llegar al poder”, porque el 2
de julio del 2,018 fue el resultado de un trabajo político realizado
durante años por AMLO y Morena.
Ese
6 de julio del 2,018, el mundo entero volteó su mirada hacia México
y centró su mirada en el nuevo Presidente mexicano porque logró
algo que se consideraba imposible en ese momento: un cambio social de
un régimen autoritario a un régimen democrático logrado por la vía
pacífica, a través de un alud de votos electorales que terminaron
con uno de los regímenes más corruptos que se han registrado en la
historia mundial. El triunfo electoral de Morena en México sirvió
de ejemplo mundial de que sí se puede construir la democracia
social de manera pacífica, de que sí puede lograrse un cambio
social a través de la vía electoral, porque fue tal la
participación del pueblo mexicano en la jornada electoral del 6 de
julio del 2,018 que se logró evitar la consumación de un nuevo
fraude electoral, al utilizar redes sociales para denunciar
innumerables intentos de compra de votos, de acarreo de votantes, de
entrega de despensas a cambio de votos, de robo de urnas, etc. Una
participación social masiva logró que millones y millones de
boletas electorales enterraran con su peso físico y simbólico las
aspiraciones del prianismo de continuar en el poder. La consigna
electoral Juntos haremos historia funcionó para lograr este
cambio social por la vía electoral y arrebatar el poder presidencial
al Prianismo a pesar de que este invirtió miles de millones de pesos
para seguir en el poder.
Después
de tres años de gobierno podría decirse en términos generales que
AMLO ha cumplido con la otra premisa descrita por Cornelius
Castoriadis: saber gobernar porque cumplió sus promesas
electorales y logró la aprobación e implementación de varios
programas sociales de apoyo a la población más desprotegida
socialmente. Su desempeño como Presidente de la república no sólo
ha marcado una gran diferencia con el estilo de gobierno de los
Presidentes del Prian que le antecedieron, sino que también le ha
permitido el logro de ser reconocido como un Jefe de Estado ejemplar
a nivel mundial, ya que se encuentra en los primeros lugares de la
lista de políticos con mayor reconocimiento en el mundo. Inclusive
trascendió que delegaciones de algunos partidos políticos de Europa
vinieron a México a realizar estancias para “aprender del modo de
gobernar de AMLO”.
Sin
embargo, recordando otra certera aportación de Cornelius Castoriadis
en la que nos dice que “la sociedad contemporánea ha perdido la
capacidad para criticarse a sí misma”, debemos ejercer la
crítica social y en esa línea de pensamiento señalar que ciertos
sectores de la sociedad mexicana incurren en una especie de
veneración a la figura presidencial, un culto a la persona de AMLO y
algunos llegan al extremo de no admitir crítica alguna hacia su
desempeño como Presidente. Debemos recordar que las instituciones
sociales son creaciones humanas y quienes las dirigen son seres
humanos y como tales no son perfectos, son susceptibles de cometer
errores y así como se señalan sus aciertos debemos aceptar y crear
la libertad de mencionar posibles errores en los que puedan incurrir.
A
diferencia de la actuación de nuestro Presidente, con pesar debemos
admitir que no pueden decirse los mismos elogios al partido que él
formó y ayudó a consolidarse como el partido dominante: Morena.
Desde que AMLO asumió la Presidencia de la república, dejó a
Morena para convertirse en el presidente de todos los mexicanos.
Durante estos tres años de gobierno de AMLO hemos visto grandes
aciertos en su forma de gobernar, ya que varios sectores de nuestra
sociedad a lo largo y ancho de la república mexicana, se han visto
beneficiados con la implementación de políticas gubernamentales.
Pero lamentablemente Morena como partido entró en un proceso de
descomposición interna de manera muy acelerada debido a la división
interna que presentaron diferentes fracciones existentes en el mismo
y el comportamiento de las dirigencias nacional y estatales de
Morena, lejos de seguir el ejemplo de AMLO en el sentido de saber
gobernar, ha provocado una decepción colectiva porque las
expectativas de cambio social que esperaba buena parte de la
población mexicana, se han visto frustradas al ver el oportunismo
político con el que se han mostrado algunos integrantes de Morena.
Recordemos que Morena presentó en su nacimiento como partido, una
actitud incluyente al aceptar el ingreso en sus filas de todo tipo de
personas sin restricciones, ya que el objetivo era sumar fuerzas de
todos lados para garantizar su victoria y la derrota del prianismo.
El
ambiente electoral del 2,018 permitía predecir un inminente triunfo
de Morena y de Andrés Manuel López Obrador, por lo que grandes
desprendimientos del Pri, del Pan, del Prd, del Partido Verde, del
Partido del trabajo, etc., se sumaron a las filas de Morena y miles
de militantes de esos partidos de la noche a la mañana se
convirtieron en más morenistas que los propios fundadores de Morena
y varios de ellos lograron incrustarse en posiciones de poder en el
nuevo partido y en el nuevo gobierno.
De
manera particular, buena parte de la decepción se generó
principalmente por la forma como gobernaron algunos de los
Presidentes municipales que representaron Morena en los últimos tres
años. Esto sucedió en Morena Sonora que postuló a Célida López,
exmilitante panista a la Presidencia del municipio de Hermosillo y
por el “efecto AMLO”, logró convertirse en la Primera Presidenta
de la capital sonorense que llegó al cargo gracias a Morena. Pero
desde un inicio incorporó a su equipo de colaboradores a personajes
destacados del panismo sonorense e ignoró a militantes de Morena con
larga trayectoria de lucha en el estado. Esta persona llegó al poder
actuando como “Chapulín político”, es decir, brincando de un
partido a otro, por lo que no puede afirmarse que no supo llegar
al poder como lo hizo AMLO quien gozaba de una amplia aceptación
social antes de las elecciones, al contrario, no hay duda de que
aprovechó la figura de AMLO para lograr sus fines políticos y
personales.
Tampoco
se puede decir que “supo gobernar” porque durante los tres
años de su gobierno ejerció un estilo de liderazgo autocrático y
un comportamiento errático, en el cual no vacilaba en insultar a la
población hermosillense, tocar la guitarra, fingir una llamada
telefónica ante las cámaras utilizando una cajetilla de cigarros o
anunciar haber adquirido el covid y tres días después decir que se
había recuperado. El asunto es que su comportamiento como Presidenta
Municipal incluyeron numerosos agravios a la ciudadanía
hermosillense, de tal forma que se creó un hartazgo hacia su persona
y el problema es que no sólo se rechazaba a su persona, sino que la
imagen de Morena en la capital sonorense se arrastró por los suelos
por el comportamiento de esta funcionaria.
Meses
previos a las elecciones del 6 de julio, se registraron cinco mujeres
como aspirantes a representar a morena como precandidatas a la
Presidencia Municipal de Hermosillo, dentro de las cuales de manera
sorpresiva se incluyó Célida lópez para buscar la reelección en
su cargo. Pero de manera sorpresiva, la dirigencia nacional de Morena
decidió unilateralmente impedir la realización de elecciones
internas para elegir a los candidatos a ocupar cargos de elección
popular y se inclinó por el uso de una encuesta para seleccionar a
quienes representarían a ese partido. Esto provocó que varios
militantes de Morena inconformes con la lista oficial de candidatos
se rebelaran y tomaron el edificio de Morena Sonora ubicado en la
capital sonorense, realizaron una asamblea estatal extraordinaria,
formaron una lista de candidatos de Morena cuyos nombres no
aparecieron en la boleta electoral y llamaron a votar por ellos
anotando su nombre en el cuadro blanco que apareció en la boleta
electoral.
Las
inconformidades con el uso de la encuesta surgieron en varios Estados
de la república, pero las dirigencias de Morena en los tres niveles
se mantuvieron firmes y en el caso de Sonora resultó que en la lista
“que se obtuvo a través de la encuesta”, apareció Célida López como la candidata de Morena para la Presidencia Municipal de
Hermosillo buscando su reelección. Su nombre escrito en la boleta
electoral garantizaba la derrota de Morena porque el
repudio de la ciudadanía hermosillense a su candidatura se basaba en
los innumerables agravios que esta funcionaria profirió en contra de
la población que decía gobernar. Para
cualquier analista político estaba claro que la población
hermosillense no deseaba que esta persona se reeligiera, pero el
autoritarismo, la falta de claridad política y ausencia de visión
del futuro de los dirigentes de Morena, llevó a que este partido
tuviera su debut y despedida en el gobierno de la capital de Sonora.
Durante
las elecciones del 6 de julio pasado y en el Estado de Sonora triunfó
el candidato de Morena para ocupar la gubernatura de Sonora, Alfonso
Durazo. Sin duda alguna su triunfo es incuestionable, pero también
es cierto que su victoria no fue tan arrolladora y contundente como
se esperaba y esto sucedió entre otras cosas por los siguientes
factores: no estuvo presente “el efecto AMLO”, la crisis que
presentó Morena a nivel nacional mostrando un rostro antidemocrático
al imponer el método de la encuesta para seleccionar a sus
candidatos a puestos de elección popular afectó su imagen como el
“partido de la esperanza” y también por el empecinamiento en
mantener la candidatura a la reelección de Célida López que ya
había provocado una decepción colectiva en su forma de gobernar la
capital sonorense.
Las
elecciones del 6 de julio pasado eran de vital importancia porque
representaban la oportunidad de fortalecer a Morena y dar el tiro de
gracia a la coalición formada por el Pri, Pan y Prd, pero el
autoritarismo que mostró las dirigencias Nacional y Estatal de
Morena al imponer un fraude disfrazado de encuesta, sumado al
autoritarismo que caracterizó la forma de gobernar de Célida López,
restaron simpatía y apoyo hacia ese partido en el Estado de Sonora
y esto se reflejó en los resultados de las elecciones ya que miles
de sonorenses se negaron a seguir la consigna “cuatro de cuatro”,
porque dentro de la boleta electoral se encontraba el nombre de
Célida López. Los dirigentes de Morena mostraron gran miopía
política ya que días antes de las elecciones, de manera similar al
ambiente de hartazgo social que sentía el pueblo mexicano en contra
del prianismo en el 2,018, en este 2,021 se percibía en la capital
sonorense un hartazgo social hacia quien ocupó durante tres años la
presidencia Municipal representando a Morena y persistía en su
intención de reelegirse en el cargo.
Morena
ganó la gubernatura de Sonora y Alfonso Durazo llegó al poder, pero
lamentablemente inicia su gobierno con una acción que provoca
decepción en la ciudadanía sonorense cuando anuncia que integrará
a su equipo de colaboradores del próximo gobierno a
su "queridísima
amiga"
Célida López, en un cargo de alto nivel como responsable de la
Comisión de Fomento al Turismo en el Estado. Este anuncio causa gran
decepción porque incorpora a su equipo de trabajo a la principal
responsable de la derrota de Morena en Hermosillo, quien dejó un
legado de mal gobierno que se reflejó en el hecho de que
la ciudadanía hermosillense le dio un no rotundo a sus pretensiones
de reelegirse para seguir en el mismo cargo.
Una
lectura política del anuncio de la incorporación de Célida López
al equipo de colaboradores del próximo Gobernador, trae consigo
varias interpretaciones, lamentablemente ninguna de ellas buena para
el próximo Gobernador, ni para la población sonorense. Puede verse
como insensibilidad política al menospreciar la voluntad de la
ciudadanía hermosillense que rechazó con miles de votos la
posibilidad de la reelección de Célida López. Puede interpretarse
como una muestra de neanderthalismo administrativo porque no utiliza
criterios científicos en la selección de personal de alto nivel y
envía un mensaje equivocado en estos tiempos que vivimos, porque
envía un mensaje que nos dice que para ingresar a laborar al
Gobierno del Estado no se requieren méritos, sino que es suficiente
con contar con una “palanca”,
una amistad, un “querido
amigo”
que le tienda la mano, algo que sucedía con frecuencia en tiempos
del prianismo. Brinda un mal ejemplo a su equipo de colaboradores,
porque es bien sabido que las figuras de autoridad sirven de modelo
para la conducta de sus seguidores, por lo que aumentan las
posibilidades de que los integrantes de su equipo de trabajo que
ocuparán cargos de alto nivel, sigan su ejemplo e incorporen en sus
equipos de trabajo a sus amistades personales o personas cercanas a
ellos en puestos bajo su responsabilidad, priorizando el criterio del
amiguismo por encima de los méritos que puedan tener las personas.
La
meritocracia recibe un tiro de gracia con estas acciones y los
perjudicados en última instancia seremos los ciudadanos sonorenses
al tener malos servidores públicos que perciben altos sueldos.
¿Qué
podemos hacer los ciudadanos ante ejercicios de poder de este tipo?
lo
recomendable es empezar a tomar la decisión de cambiar nuestra
percepción de lo que entendemos por política, debemos dejar la
percepción limitada de la política como la libertad para participar
en elecciones cada tres o seis años. Esta percepción de la política
es lo que permitió que la dictadura del Prian durara tanto tiempo,
porque miles de personas siguen pensando que la democracia en
política se limita a la libertad que dura sólo un día para elegir
candidatos a puestos de elección popular, usan el poder de sus votos
y después regresan a seguir con sus vidas cotidianas olvidándose de
la política, dejándoles el camino libre a quienes “se dedican a
la política”.
Eso
es lo que se conoce como “democracia
representativa”,
esa ha sido el tipo de democracia que caracterizó las décadas de la
dictadura perfecta del prianismo, cuando, el poder de nuestros votos
no fue suficiente para evitar los fraudes electorales que eran cada
vez más sofisticados y los que llegaron al poder político nos
gobernaron tomando decisiones sin consultarnos en ningún momento y
en la mayoría de los casos usaron ese poder en contra de intereses
colectivos, enriquecieron sus fortunas personales desviando el
presupuesto público, la limitada percepción del significado de la
palabra democracia y la indiferencia hacia la política fue lo que
permitió que se generalizara la corrupción, la impunidad y que
creciera una gran desigualdad social.
Pero
la situación cambia cuando percibimos la democracia como un proceso
participativo que involucra a la mayoría de los integrantes de
nuestra sociedad, cuando el liderazgo es de de tipo horizontal y
distribuido, es una democracia en la que la mayoría participamos en
el proceso de toma de decisiones de relevancia social, es entonces
cuando hablamos de Democracia
participativa,
cuando construimos un sentimiento de pertenencia a nuestra comunidad
y hacemos nuestra la idea de que “todos
somos uno”,
al ver que los problemas individuales tienen un origen social porque
son el resultado de la aplicación de políticas neoliberales y la
ausencia de políticas de protección social. Con este cambio en la
percepción de lo que significa la democracia, podemos crear un
empoderamiento comunitario que nos ayude a cambiar la relación que
existe entre quienes quienes ocupan cargos de poder político y
nuestras comunidades al construir un poder comunitario, porque nos
permite evitar que se siga usando el poder en forma asimétrica,
desigual, que es lo que suele suceder cuando los representantes de un
gobierno se ubican por encima de la ciudadanía y se olvidan de que
quienes ocupan puestos en la estructura del gobierno en cualquiera de
sus tres niveles son servidores
públicos,
cuyo sueldo es pagado por los impuestos que paga la ciudadanía y por
ello deben priorizar las necesidades de la población y actuar como
verdaderos servidores públicos.
Cambiar
nuestra autoimagen y construir una identidad social, nos permite usar
el lenguaje del “nosotros”
y
vernos como un Leviatán en proceso de construcción, es decir, esa
metáfora utilizada por Thomas Hobbes para describir el nacimiento
del Estado moderno después de la caída de la monarquía, esa figura
de un gigante que crece cada vez que más personas aceptan formar
parte de ese cuerpo que surge al firmar un contrato social en el que
las libertades individuales llegan a un acuerdo para beneficio común
que garantice la seguridad y bienestar de todos los ciudadanos, en
eso consiste la construcción de un poder comunitario.
La
construcción de un empoderamiento individual y colectivo nos
permitirá concebirnos como agentes de cambio social y nos hará
cambiar de actitud para reconocer que podemos cambiar la realidad
social y política si actuamos en forma organizada, colectiva y
unida. Bajo esta percepción podremos construir un poder liberador de
tal forma que logremos un empoderamiento comunitario basado en la
percepción de que en las relaciones sociales podemos construir una
simetría
del poder,
que consiste en percibirnos como personas iguales, en dejar de ver a
dirigentes políticos como personas superiores a nosotros porque
tienen el poder político. Ellos tienen ese poder porque nosotros se
los dimos con nuestros votos, pero si actuamos como movimiento
masivo, colectivo y organizado, construiremos un poder social que es
igual o mayor al que tienen los dirigentes políticos.
En este contexto de cambio social en curso, debemos recuperar el
ejercicio de la crítica social y disfrutar de la libertad de
expresión que hoy tenemos para señalar de manera constructiva
aquellos aciertos y errores de nuestros gobernantes.
Después
de tres años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tiempo
durante el cual se ha observado un liderazgo real y una manera
diferente de gobernar si se compara con la forma de gobernar de los
exPresidentes del Prian, el contrato social que la población
mexicana tiene con los nuevos gobiernos de Morena es que sigan la
tendencia de marcar una gran diferencia en su futura forma de
gobernar con el estilo de gobernar que utilizaron los diferentes
gobiernos del Prianismo. Es lo que ha hecho nuestro Presidente AMLO y
su ejemplo debe ser seguido por los nuevos gobernadores.
Debemos
recordar que la lucha electoral es sólo una parte de una lucha que
es continua y que busca lograr la construcción de una democracia
real en nuestra sociedad y una justicia para todos, por lo que la
lucha es continua y lo más relevante una vez pasadas las elecciones
es construir
ese empoderamiento individual y colectivo para lograr un
fortalecimiento comunitario,
porque nos
encontramos en el contexto de una crisis económica, política,
ecológica y sanitaria lo cual obliga a los nuevos gobernantes a
seguir el ejemplo de austeridad republicana que AMLO ha mostrado en
su gobierno y marcar una diferencia con el derroche de recursos
financieros del Prianismo.
En
otras palabras, lo que la ciudadanía desea escuchar de sus nuevos
gobernantes es el anuncio de una Reforma administrativa que incluya
medidas de austeridad que contemplen la reducción de los sueldos de
los altos funcionarios, la disminución del número de plazas de
confianza, la eliminación de la figura de “asesores” que
existen en la estructura gubernamental, la incorporación de
funcionarios con comprobada capacidad y experiencia en el cargo que
ocuparán, etc.
En
el caso de Sonora, se espera la realización de auditorías a la
administración de Claudia Pavlovich en el Gobierno del Estado,
auditoría a la administración de Célida López en el Gobierno
municipal de la ciudad de Hermosillo, auditoría al ISSSTESON que
presenta una grave crisis financiera y un creciente mal
funcionamiento y auditoría a la Universidad de Sonora para
clarificar el manejo de sus finanzas internas porque hay indicios
claros de que el presupuesto universitario se destina al crecimiento
de una burocracia universitaria en detrimento de la contratación de
maestros de tiempo completo. Se espera que el nuevo gobierno rescate
el Parque la Sauceda, el humedal que se encuentra en esa zona y se
apoye el proyecto del corredor biológico presentado por grupos de
ecologistas para mejorar el medio ambiente de la capital sonorense.
Eso
es lo que podría decirse entre otras cosas que la ciudadanía espera
del nuevo Gobierno encabezado por Alfonso Durazo, el tiempo dirá si
cumple con la premisa de “saber
gobernar”,
sin duda alguna un indicador de cómo será su estilo de gobierno se
reflejará sin duda alguna en la selección de su equipo de trabajo,
esperemos siga el camino trazado y el ejemplo mostrado por nuestro
Andrés Manuel López Obrador y proceda a gobernar con cercanía al
pueblo priorizando la atención gubernamental a las necesidades
sociales. Claudia Pavlovich deja un legado en el cual proliferan las
irregularidades, las injusticias, numerosos casos de corrupción,
evidentemente no supo gobernar para el pueblo sonorense, su gobierno
benefició a unos cuantos. Alfonso Durazo tiene frente a sí, la
oportunidad de gobernar de una manera diferente, de tal forma que se
note el cambio en la forma de gobernar, nos esperan seis años bajo
su gobierno, en los cuales esperemos que al final del sexenio que
todavía no inicia, podamos decir que el cambio de gobierno estatal
del Pri por el de Morena fue un cambio que contribuyó a mejorar las
condiciones de vida de los sonorenses ya que el nuevo gobernante
“supo gobernar”.
Sin
embargo, como decía en mi artículo “Reflexiones sobre el cambio
de gobierno y servicio público”, no importa quien quede al frente
del nuevo gobierno, ya que no tenemos que esperar en forma pasiva estos seis años, porque la ciudadanía puede impulsar la
construcción de una democracia
participativa
para enfrentar la crisis económica, política, ecológica y
sanitaria que estamos padeciendo, para lograrlo necesitamos
unir esfuerzos ciudadanía y gobierno para poder salir adelante
porque las
fuentes de incertidumbre e inseguridad social contemporánea surgen
por el libre comercio y la falta de control de las fuerzas del
mercado. El neoliberalismo es la fuente de todos nuestros males, ya
que destruye al Estado de bienestar y tiende a privatizar los
servicios públicos.
Hay
muchas formas de construir esta democracia participativa, se puede
empezar por salir de nuestra zona de confort, iniciar un proceso de
comunicación con nuestros vecinos para identificar los problemas que
nos afectan, decidir en forma conjunta la manera de solucionarlos y
crear organizaciones vecinales en cada colonia de la ciudad, para
dialogar con las autoridades correspondientes las soluciones a los
problemas colectivos. Los trabajadores organizados en sindicatos,
deben aumentar su participación sindical para lograr la
democratización de los mismos, defender lo derechos laborales y
apoyar aquellos trabajadores que se encuentran amenazados con
eliminarles sus derechos, como está sucediendo con los trabajadores
de Tel-Mex.
Lo
cierto es que después de tres años de gobierno de AMLO, la
ciudadanía ha despertado y con seguridad mantendrá una vigilancia
ciudadana en la forma de conducción de los próximos gobiernos,
tanto estatal como municipal, de tal forma que no permitamos que se
desvíe el presupuesto público para otros fines privados.
Especial atención se tendrá con el gobierno municipal que
encabezará Antonio Astiazarán, por dos razones: su paso por el
municipio de Guaymas no dejó gratos recuerdos que digamos y su
triunfo electoral en Hermosillo se dio por el rechazo ciudadano a
quien no supo gobernar, por lo que la ciudadanía hermosillense
estará atenta a las decisiones que tome y espera ser tomada en
cuenta en aquellas que sean de gran relevancia, en especial las que
impliquen grandes montos financieros.
Recordemos
que una verdadera transformación social se logra cuando los
integrantes de las comunidades se convierten en actores
políticos, que participan en la toma de decisiones que permitirán
lograr una transformación social.
Necesitamos
construir una democracia participativa y partir de la consideración
de que los funcionarios de gobierno son servidores públicos que
reciben un sueldo de los impuestos que paga la población y están
para procurar la construcción del bienestar social de la población.
Por lo que
tenemos que dejar nuestra pasividad, superar la indiferencia hacia la
política, reconocer que nuestros problemas personales tienen origen
en la política y la política debe incluir la participación
colectiva en asuntos públicos y cuando sea necesario, realizar
movilizaciones colectivas para demandar soluciones a los problemas
colectivos.
Las
lecciones que podemos extraer de las elecciones del 2,018 y del 2,021
consisten en el aprendizaje de que todos debemos participar en
política, que la política es parte de nuestra vida cotidiana, La
política busca crear las condiciones para lograr un empoderamiento
colectivo,
una toma de consciencia de que actuando en forma unida, colectiva y
organizada, se pueden lograr cambios sociales relevantes. La política
busca construir una sociedad que acepte y estimule la libertad de
ejercer la crítica social, una crítica en la que la propia sociedad
sea cuestionada para mejorar en lo que sea necesario mejorar. Esta
crítica solo puede provenir de la actividad de los ciudadanos que
abandonaron el conformismo generalizado.
Los
partidos políticos mostraron que atraviesan por una seria crisis de
credibilidad y algunos de ellos están al borde de la agonía por el
distanciamiento que sostuvieron con la ciudadanía. La
política surge entonces de la discusión colectiva de asuntos
públicos que repercuten en las vidas privadas,
la
política debe contemplar un proyecto de autonomía individual y
colectiva para lograr una liberación social,
que sólo podrá lograrse a través de la lucha por la emancipación
del ser humano y la transformación de la realidad social.
La
política debe impulsar un proceso de concientización
colectiva
(educación política) que tenga como objetivo aumentar la
participación social de individuos y grupos en la discusión,
análisis y solución de los problemas que afectan a las comunidades.
El
sufrimiento colectivo, la desigualdad social, la incertidumbre e
inseguridad que hoy padecemos son provocadas por fuerzas que tienen
nombres concretos:
globalización comercial, mercados financieros, dictadura del
mercado, oferta y demanda, producción masiva y consumo masivo, etc.
Todo esto se llama política también. La
política busca lograr un empoderamiento colectivo para crear
individuos autónomos y libres que puedan construir una sociedad
autónoma y libre. No
puede haber democracia en una sociedad donde no existan individuos
autónomos.
Por
lo que debemos asumir un rol de agentes de cambio social para
construir organizaciones ciudadanas realmente representativas que
contribuyan a la construcción de un poder popular paralelo al poder
político y que necesitamos unir el poder político con el poder
popular para enfrentar al poder corporativo que es el principal
responsable de los problemas que nos afectan como individuos y como
comunidades. Vivimos tiempos en los que el poder económico se impone
al poder político para garantizar su ambición de mantener una
maximización de su beneficio económico, por lo que necesitamos un
empoderamiento colectivo para defender los intereses de nuestras
comunidades en forma organizada y colectiva.
Recordemos
que a nivel mundial se impulsa un proyecto promovido por el poder
corporativo que intenta utilizar el poder económico para tomar
el control político en varios países, desapareciendo la función de
bienestar social de los Estados en diferentes países, debilitando y
desapareciendo instituciones públicas que ofrecían servicios
públicos, para proceder a su privatización y maximizar su beneficio
económico, enriqueciendo aún más a los ricos, a través de la
explotación laboral, la explotación irracional de nuestros recursos
naturales, la destrucción de nuestros ecosistemas y aumentando el
número de los millones de personas que viven en condiciones de
pobreza a nivel mundial.
Mientras
que por otro lado,
nos encontramos que en
todo el mundo surgen
movimientos colectivos de personas que luchan por reparación de
daños o derechos violados,
en
defensa de otros derechos en peligro de extinción, en defensa del
Estado de bienestar social que se encuentra en declive y en contra de
los monopolios y grandes empresas transnacionales que sólo buscan
sus beneficios privados.
Estos movimientos colectivos parten de la premisa de que
la historia es una creación humana, que las instituciones sociales
fueron creaciones humanas y que los individuos son sujetos
históricos, que tienen historicidad, es decir, que tienen la
capacidad de cambiar la historia y el escenario social nos muestra
hoy en día un cuadro en el que es evidente la necesidad de cambiar
algunas cosas para recuperar el Estado de Bienestar, terminar con las
injusticias, la corrupción y los actos de autoritarismo.
Por
esos motivos hoy es más necesario que nunca plantearnos la necesidad
de cambiar nuestra realidad social participando en un proceso de
concientización
de
las personas que integran los grupos sociales a los cuales
pertenecemos, de los individuos que pertenecen a las organizaciones
que nos rodean y de todas las personas que forman de nuestras
comunidades. Este
proceso de discusión y concientización
permitirá
construir una política que sea concebida como un proceso de
liberación social y no una forma de enriquecimiento rápido e
ilícito para unos cuantos.
Castoriadis,
Cornelius: Sujeto y verdad en el mundo histórico-social
Seminarios
1986-1987. La creación humana. Fondo de Cultura Económica.
México,
2,004
Yescas,
Oscar: Por una conducción científica de nuestras organizaciones
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/por-una-conduccion-cientifica-de.html
Yescas,
Oscar: Reflexiones sobre el cambio de gobierno y servicio público
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/06/reflexionessobre-cambio-de-gobierno-y.html
Yescas,
Oscar: Pensamientos sobre política postelectoral
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/06/pensamientossobre-politica.html
Yescas,
Oscar: La política en la crisis o la crisis en la política?
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/05/lapolitica-en-la-crisis-o-la-crisis-en.html
Yescas,
Oscar: Psicoteraía y política
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/04/psicoterapiay-politica-oscaryescas.html
Yescas,
Oscar El secuestro de Morena en México
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/04/elsecuestro-de-morena-en-mexico.html
Yescas,
Oscar: Acerca del método de las encuestas en política
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/02/acercadel-metodo-de-las-encuestas.html
Democracia
participativa al interior de Morena
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/02/democraciaparticipativa-al-interior-de.html
Yescas,
Oscar Morena Hermosillo: durmiendo con el enemigo
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/02/morenahermosillo-durmiendo-con-el.html
Yescas,
Oscar: Cuando la ambición en política toma forma de locura
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/01/cuandola-ambicion-en-politica-toma.html
Yescas,
Oscar: Célida lópez: el caballo de Troya en morena
https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/05/celidalopez-el-caballo-detroya-en.html