El secuestro de Morena en México
Oscar Yescas Domínguez
05 de abril de 2,021
Esa historicidad fue la que mostró el pueblo mexicano al mundo entero en el 2,018, cuando en un ambiente internacional en el que prevalecía un autoritarismo en todas las esferas de nuestra vida cotidiana, se logró un gran cambio social en México a través de una jornada electoral que logró hacer caer a una de las dictaduras más prolongadas de nuestro tiempo, la dictadura perfecta del Prian. La consigna Juntos haremos historia logró potenciar esa historicidad y mas de 30 millones de mexicanos votamos a favor de Andrés Manuel López Obrador y de Morena evitando la consumación de un nuevo fraude y con este triunfo mexicano el mundo entero recobró la esperanza de que los cambios sociales podían darse a través de la vía electoral, mediante elecciones realmente democráticas y en forma pacífica.
Pero también nos dice Serge Moscovici, las masas luchan por conquistar el poder político, cuando llegan a triunfar entregan el control político a un pequeño grupo de representantes y esos representantes entregan a su vez el poder político a un sólo individuo. Hay muchos ejemplos en la historia de que individuos que tomaron al poder gracias a movimientos políticos y a sangre derramada, llegan a traicionar a quienes los apoyaron para estar en el poder. En México podemos decir con orgullo que esto no ha sucedido, la persona que tomó el poder en el 2,018 gracias a esa ejemplar jornada ha estado implementando cambios sociales que se refleja en la creación de programas sociales que benefician a la población y sobre todo a los sectores más afectados por la desigualdad social.
Pero no se puede decir lo mismo de quienes se quedaron en el poder dentro de Morena, en estos casi tres años de existencia como partido en el poder se han cometido errores, traiciones, actos de corrupción, autoritarismo, cerrazón a demandas populares y sobre todo un alejamiento de Morena de los movimientos colectivos que luchan por la defensa de sus derechos, en contra de injusticias o en demanda de reivindicaciones particulares. La expectativa de que una vez que Morena estuviera en el poder tuviéramos un gobierno que partiera de una democracia participativa se fue disipando con el tiempo, ya que los funcionarios de Morena sólo tenían sus ojos puestos en las elecciones del próximo 6 de junio de este 2,021.
Pero después de casi tres años en el poder Morena el partido en el poder presenta un cuadro distinto al que tenía en sus inicios: años de continuas decepciones de gobernantes de Morena, continuación de corrupción e impunidad, prianistas ocupando puestos de poder con el disfraz de Morenistas y un marcado alejamiento de Morena de los movimientos colectivos que siguen en sus luchas por la defensa de sus derechos violados, etc. Todo esto ha creado un marcado alejamiento entre dirigentes y dirigidos, una enorme crisis de liderazgo al interior de Morena por el surgimiento de varios grupos que se disputan el poder y lo que menos les preocupa son los problemas y las necesidades sociales de los mexicanos y un alejamiento de la ciudadanía que ve con decepción creciente que el cambio prometido no ha llegado, que el “Partido de la esperanza”, es un partido que decepciona cada vez más.
Morena en su origen llevó la penitencia, en su afán de derrotar al Prian, pactó alianzas con fuerzas políticas que anteriormente eran aliados de quienes mantuvieron al pueblo mexicano en una dictadura de más de 70 años, aceptó en sus filas de manera incondicional a grandes desprendimientos del Pri, del Pan, del Prd, del Partido Verde, etc., eran reconocidos militantes políticos de la vieja escuela que avizoraron la derrota del Prian y abandonaron a tiempo el barco que se hundía para buscar posiciones de poder en el nuevo partido al que todas las encuestas vaticinaban un inminente triunfo.
La actuación de gobernantes representando a Morena dejó mucho que desear en esos últimos años, desde que dejó de ser movimiento colectivo y logró el registro como partido político, empezó en Morena un proceso de descomposición porque al crear una estructura organizacional con registro como partido político empezó a recibir financiamiento para realizar campaña electoral y cuando están involucradas varias personas en el manejo de grandes cantidades de dinero, surge la avaricia, la sed de poder y si no hay principios sólidos, aparece la corrupción y dentro de Morena se enquistaron personajes que participaron en actos de corrupción del viejo régimen.
Casi tres años de silencio de funcionarios de Morena acerca de lo problemas que enfrentan nuestras comunidades, cabe mencionar que algunos funcionarios electos de Morena sí realizaron un buen trabajo, pero resultaron ser la excepción y no la regla como se esperaba. Suele suceder que se habla más de quien trabaja mal y se ignora o no es parte de la atención quienes sí realizan su trabajo en forma eficiente. Esto sucede porque eso es lo que se espera, que trabajen como servidores públicos, que cumplan con sus trabajos porque sus sueldos salen del dinero del pueblo.
El enemigo interno de Morena fueron los “chapulines políticos” que lograron no sólo ser cobijados con la bandera de Morena, sino que también fueron postulados a cargos políticos, desplazando a militantes morenistas de izquierda y lograron triunfar gracias al “efecto Amlo” y ocupar posiciones de poder en la estructura del nuevo gobierno. Los ciudadanos de la capital de Sonora ,Hermosillo, fuimos parte del pueblo mexicano que resultó afectado por estas malas decisiones, porque Morena aceptó postular en el último minuto a una destacada panista Célida López que en un acto de berrinche por no haber logrado ser postulada por el Pan para algún puesto político, renunció al Pan, se afilió a Morena y en un pacto oscuro con dirigentes de Morena logró ser postulada como Candidata a la alcaldía de Hermosillo.
Durante su gestión las calles de Hermosillo lucieron destrozadas por la enorme cantidad de baches que aparecían en casi la totalidad de las calles de la capital sonorense. Gobernó como le dio la gana y ningún funcionario de Morena Hermosillo o de Morena Sonora intervino para mediar con el conflicto que surgió con grupos ambientalistas y ciudadanos que se opusieron a la venta del predio El Cárcamo utilizado por la ciudadanía para practicar deporte y que se pretendía vender para “recaudar fondos para pavimentación de calles de Hermosillo”. Morena Sonora abandonó a los movimientos colectivos y sus funcionarios enquistados en el poder se limitaron a disfrutar del mismo, colocando en puestos claves a personas cercanas incurriendo en nepotismo, influyentismo y otras acciones que recordaban las prácticas que utilizaba el prianismo en el pasado.
Los casos de Lily Téllez y Célida López mancharon la imagen de Morena Sonora por el cuestionable desempeño y pésima actitud de la alcaldesa y por la “traición” de Lily Téllez al abandonar a Morena y afiliarse a las filas del Pan, llevándose su cargo como Senadora. Lo normal, lo esperable, el sentido común indicaría que renunciara al partido y al cargo de Senadora por incompatibilidad ideológica. Pero lo normal y esperable hubiera sido que su cargo se lo hubieran dado desde un principio a quien pusieron como su suplente, es decir, a la Dra. Reina Castro Longoria, pero no fue así y Lily Téllez fue una decepción colectiva que manchó la imagen de Morena porque la pregunta ¿Quién impuso a Lily Téllez como candidata a Senadora? no ha encontrado respuesta. La misma pregunta circula acerca de Célida López quien no sólo decepcionó al pueblo hermosillense, sino que también lo insultó y se burló en mas de una ocasión de los habitantes de Hermosillo y hoy pretende presentarse de nuevo como candidata de Morena a la Presidencia de Hermosillo para reelegirse.
Después de luchar contra una democracia representativa impuesta durante décadas por la dictadura del Prian, en la cual nos vendían la ilusión de vivir en una democracia porque votábamos para elegir a nuestros gobernantes, una democracia que se puso en crisis en mas de una vez, con la culminación de varios fraudes electorales, Morena manejó en forma acertada el lema “Juntos haremos historia” convocando a construir una verdadera “democracia participativa”, que se caracterizaría por la participación de la ciudadanía en las decisiones de gran trascendencia y que incluía un acercamiento entre gobernadores y gobernados, Morena logró que mas de 30 millones de mexicanos votáramos a su favor y llegó al poder de una forma impresionante, gracias al carisma, trabajo político realizado durante años por Andrés Manuel López Obrador.
Ante la inminencia de las próximas elecciones de junio de este año, lo natural, lo esperado era que los funcionarios de Morena impulsaran un ejercicio de democracia participativa para consolidar su fuerza como partido, generar cohesión y aceptación de los futuros candidatos a través de una convocatoria a elecciones internas a través de las cuales se seleccionara a los candidatos a puestos de elección popular que representarían a Morena este próximo 6 de junio y darle continuidad al proyecto político de cambio social iniciado en 2,018, competir para mantenerse en el poder y consolidar los programas sociales que se vienen implementando desde la Presidencia de la República. Pero Morena no pierde su capacidad para decepcionar, porque lejos de seguir con el lema “Juntos haremos historia” y promover la participación de sus militantes en la selección de candidatos que representarán a este partido en las próximas elecciones, tuvieron “la brillante idea” de realizar encuestas para designar candidatos a diferentes puestos de elección popular.
Lejos quedó la leyenda Juntos haremos historia, olvidada quedó la promesa de construir una democracia participativa y Morena a nivel nacional decidió realizar encuestas contra viento y marea para designar los nombres de quienes competirán en las próximas elecciones. De nada valieron las propuestas y protestas de militantes y simpatizantes de Morena que exigían participar en estas importantes decisiones. Mantuvieron en la incertidumbre a quienes de manera ingenua aceptaron registrarse para ser considerados en la encuesta e hicieron eco a la consigna “si recibes la encuesta, ya sabes la respuesta”.
Las denuncias de que el uso de la encuesta era un ejercicio de antidemocracia porque impedía la participación de los militantes de Morena en un proceso de vital importancia para la vida del partido, no tuvieron eco. La imposición de Alfonso Durazo como candidato a Gobernador sin consulta previa con la militancia de los morenistas de Sonora, avaló en los hechos la consumación de un acto antidemocrático como lo fue el uso de la encuesta y el candidato fue mucho más allá al declarar “que trabajaría con su queridísima amiga Célida López” cuando fuera Gobernador de Sonora con lo cual .
Esa fue la luz verde que permitió la impunidad en la realización de un acto político a todas luces inmoral: manos oscuras eligiendo nombres de candidatos a puestos de elección popular. Era imposible no ver las señales de engaño y finalmente éste se consumó, ya se publicaron nombres de personas ligadas a funcionarios del Gobierno de Morena, como la hija del Delegado del Gobierno Federal en Sonora Jorge Taddei, sin trayectoria política alguna, sin reconocimiento público, para ocupar el puesto de candidata a Diputación. Armando Moreno, pasa de Regidor que apoyó a Célida en varias de sus acciones como candidato a Diputado, Diputados que se colocan como candidatos para reelegirse en sus cargos, nombres de prominentes panistas ocupan esta primera lista y se repite la historia del 2,018: auténticos militantes de Morena fueron ignorados y su trayectoria fue pisoteada por los chapulines políticos que serán candidatos de Morena a puestos de elección popular.En Hermosillo, Sonora sólo falta la cereza que adornará el pastel de esta decepción colectiva, el cual será sin duda alguna el inminente anuncio de que Célida López será la candidata de Morena para la Presidencia de la capital sonorense, pisoteando con esta decisión los sentimientos de la ciudadanía hermosillense que se ha manifestado en contra del desempeño de esta mujer que se caracteriza por un comportamiento errático, lenguaje vulgar y liderazgo autoritario.
La crisis de Morena no es sólo en Sonora, la traición a sus orígenes y a militantes y simpatizantes está sucediendo a nivel nacional ya que el uso de la encuesta fue un truco sucio para impedir la participación de sus militantes en el proceso de selección de los candidatos que representarán a este partido en las próximas elecciones. En estos momentos Morena enfrenta una grave crisis por el uso de la encuesta para callar las protestas por el abandono de la “democracia participativa”. En los hechos Morena se muestra en estos momentos como un partido que ha sido secuestrado, sus militantes engañados y sus simpatizantes decepcionados.
La decepción de Morena en Sonora no es un caso aislado, esta traición se observa en varios estados de la república mexicana en los cuales los militantes de morena son ignorados por sus dirigentes que simularon el uso de una encuesta para engañar e imponer a candidatos de trayectoria prianista y con vínculos en actos de corrupción. Al menos en 15 Estados de la república hay decepción, grietas, rupturas y rebeliones después de darse a conocer la lista de los próximos candidatos que representarán a Morena. En diez de estos Estados en los cuales hay una rebelión interna se realizarán elecciones para Gobernador. También se observan rebeliones de numerosos Comités Estatales que no aceptan las instrucciones que provienen de la Dirección Nacional de Morena.
En Sonora hubo un desprendimiento de morenistas que se sumaron a la candidatura de Petra Ortiz, En Colima, la Diputada Federal Claudia Yáñez renuncia a Morena al no ser nominada a la candidatura para Gobernadora y se afilia a Fuerza Social por México que la postulará como candidata a Gobernadora. En Baja California Sur Lavinia Nuñez Amao denunció “dedazo” en el uso de las encuestas, acusó a Morena de ser un “partido antidemocrático” que engañó a sus militantes con el uso de las encuestas y dimitió como precandidata a la Gubernatura, abandonó Morena y ya fue anunciada como candidata del Movimiento Ciudadano para ese la Presidencia municipal de La Paz. En Michoacán Cristóbal Arias renunció también a Morena y será el abanderado de Fuerza Social por México a la gubernatura. En este último Estado (Michoacán) el PT amenaza con salirse de la alianza con Morena. En Nuevo León hay juicio interpuesto en contra de la designación de la priísta Clara Luz Flores y lo mismo sucede en Tlaxcala. En Guerrero el PT y PVEM rompieron con Morena y registrarán candidaturas conjuntas tanto para la gubernatura como para diputaciones.
Con este conjunto de acciones Morena corre el riesgo de perder el puesto de primera fuerza política en el país, abre la puerta para el regreso del Prianrd, abandona de manera definitiva el rostro de “partido de izquierda” al incorporar a elementos panistas y traiciona las expectativas de cambio social que el pueblo mexicano depositó en este partido que en su primer gobierno se embriagó de triunfo y dejó que la derecha se apoderara de su Dirección nacional.
La ambición de poder, la embriaguez y mareo que experimentan quienes ocupan por primera vez posiciones de poder, los lleva a cometer actos vergonzosos. Aquella premisa de que el poder cambia a las personas no es cierta, en realidad el poder revela la verdadera naturaleza de las personas y quienes se han prestado a este engaño colectivo con tal de obtener un beneficio político o económico, pasarán a la historia como aquellas personas que privilegiaron beneficios personales en lugar de sumarse a un esfuerzo colectivo que consolidara el cambio político y diera la estocada de muerte a las fuerzas políticas reaccionarias que desean volver a conquistar el poder para que prevalezca la corrupción, el engaño, las injusticias, la impunidad, etc.
Pero, ¿acaso no estamos viendo todo eso en estos momentos en morena? Debemos recordar la historicidad que tenemos los seres humanos, esa capacidad de cambiar la historia, esa fuerza para modificar la realidad social si se actúa en forma organizada, masiva y unida a la vez. En estos momentos hay varias oficinas de Morena tomadas por morenistas inconformes, una escena que sin duda alguna están festejando prianistas, perredistas y grupos de derecha que están al acecho para acceder a dineros públicos y tomar posiciones de poder para regresar.
De la capacidad de convocatoria que tengan las fuerzas disidentes de Morena que están inconformes con los resultados de este engaño de la encuesta y con la incorporación en posiciones de poder a elementos panistas y de otras fuerzas políticas, dependerá el curso de los acontecimientos. Si convocan a movilizaciones, toman edificios de Morena y logran imponer una democracia participativa, algo podría rescatarse antes de perder todo en las próximas elecciones.
La otra alternativa es el voto de castigo a los oportunistas de Morena, pero surge la pregunta: ¿por quien votar? Esta desagradable sensación de no poder responder se la debemos a todos estos elementos oportunistas que hoy sonríen pensando que tienen el triunfo seguro y que disfrutarán de tres años del presupuesto público y de seis en otros casos. Pero en la política, nada es seguro, lo cierto es que los que han mostrado su perverso rostro de corrupción, traición e impunidad no recibirán el voto de aquellos que todavía seguimos soñando con un mundo donde prevalezca la democracia, la justicia y la igualdad. La lucha por el cambio social no se logrará a través de un cambio electoral, lo que debemos aprender como lección es que no podemos confiar en nadie mas que en nosotros mismos. Los partidos políticos se descomponen una vez llegando al poder, los ciudadanos de a pie seguimos por un camino guiados por nuestros principios y valores bien definidos, con la consciencia tranquila, aceptando desde hace rato algo que es innegable: la lucha es continua. Necesitamos construir nuevas organizaciones de ciudadanos, para lograrlo debemos implementar una revolución de nuestras consciencias a través de la cual cambiemos nuestra autoimagen y nos veamos como seres sociales que pertenecemos a una comunidad, en la que enfrentamos problemas colectivos y cuya solución requiere de la participación colectiva. Los trabajadores necesitan democratizar a los sindicatos a que pertenecen. Necesitamos empezar a creer en nosotros mismos, creer en nuestra capacidad para cambiar la historia y necesitamos crear un empoderamiento comunitario que sea capaz de enfrentar al poder político en turno para exigir que los gobernantes asuman su rol de servidores públicos e influir en los políticos para que implementen políticas públicas que contribuyan a crear un verdadero bienestar social. En última instancia no importa qué partido político quede en el poder, lo que importa es crear el poder popular que obligue a los futuros gobernantes a gobernar con democracia, justicia e igualdad social.
Se van de Morena, surgen grietas, rupturas y rebeliones en 15 Estados
https://www.m-x.com.mx/al-dia/se-van-de-morena-surgen-rupturas-grietas-y-rebeliones-en-15-estados#!
Morena enfermó de éxito: hay decepción, Gibrán Ramírez
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