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viernes, 24 de abril de 2020


Cuando la razón se impone a la decepción colectiva
Oscar Yescas Domínguez
20 de abril de 2,020

El fin de la dictadura perfecta
En México llevamos año y medio de un nuevo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador y Morena, todo el pueblo mexicano se dió cuenta de que al tomar las riendas del poder el gobierno entrante encontró un Estado casi en ruinas, desmantelado e invadido por la corrupción.
De inmediato AMLO procedió a cumplir diversas promesas hechas durante la campaña electoral de tal forma que en estos 16 meses de gobierno se han realizado un conjunto de reformas estructurales y cambios en la forma de gobernar que intentan disminuir la indefensión de las mayorías desprotegidas y reducir los privilegios de los que gozaban los grandes grupos del poder económico.
Estas acciones exhibieron la enorme corrupción que existía bajo el mandato del Prianismo (Todos los Estados gobernados por el Pan y el Pri endeudados más allá de sus capacidades, Hospitales públicos sin medicamentos básicos, camas o insumos necesarios, miles de maestros fantasmas en nómina, desvío de millones de pesos para construir refinerías fantasmas, Huachicoleo en Pemex, corrupción en la compra de Medicamentos, Seguro Popular con grandes corrupciones, grandes empresas sin pagar impuestos millonarios, y un largo etc.) ya que muchos actos ilegales de este tipo eran desconocidos por el pueblo mexicano que desconocía hasta dónde llegaba la corrupción en los anteriores sexenios.
De una manera lógica el apoyo a AMLO creció en forma desmesurada desde sus primeros días como Presidente de la República, ya que exhibía gran congruencia entre el discurso y su comportamiento, principalmente en lo relacionado a la cero tolerancia a la corrupción.

El Dinosaurio no ha muerto
Con esas acciones y después del contundente triunfo electoral de las elecciones presidenciales del 2,018, pensábamos que era la derrota final del Prianismo, que en verdad los mexicanos habíamos arrojado al basurero de la historia al Prian y la corrupción de sexenios pasados. Pero hoy en día estamos viendo que el Dinosurio no ha muerto, continúa con vida, dando coletazos realizando múltiples intentos para desacreditar al nuevo gobierno.
La oligarquía que tenía secuestrado el poder político en México y que se beneficiaba de los enormes actos de corrupción al desviar finanzas públicas, no cedería fácilmente los privilegios a los que estaban acostumbrados, no ha abandonado la pelea e intentan regresar al pasado promoviendo realizando una permanente guerra sucia de difamación y distorsión de la información con acciones que rayan en lo ridículo.
La pandemia del covid-19 ha sido un intento más de cuestionar las acciones del gobierno mexicano con falsas denuncias y con campañas que han aumentado el temor entre la población mexicana. El caso más reciente fue el de del conductor de TV Azteca Javier Alatorre quien llamó a la población mexicana a desobedecer las instrucciones de las autoridades de salud que han llamado a quedarnos en casa y al cierre de empresas y fábricas, sin importarles poner en riego la salud de la población, en un claro intento de crear inestabilidad social.
Pero estos intentos tampoco les han dado resultado porque México es uno de los países en los que los políticos han dejado su lugar a los científicos para que ellos determinen las políticas públicas relacionadas con la salud en estos momentos de emergencia sanitaria.
Cabe decir con gran orgullo que las autoridades sanitarias en México han hecho un gran trabajo hasta el momento porque inclusive se han recibido reconocimientos en el escenario internacional sobre el bajo nivel de muertos y contagiados por el covid-19 en territorio mexicano.
Mientras vivimos esta guerra sucia y no declarada en territorio mexicano por parte de las fuerzas reaccionarias que quieren regresar al poder político para seguir robando el dinero del pueblo mexicano, mientras vivimos una situación que demanda que todos los mexicanos nos aglutinemos en un solo frente nacional para defender al gobierno legítimo que hemos llevado al poder y que con acciones concretas está demostrando compromiso con las mayorías populares, en el Estado de Sonora vivimos una realidad aparte y desligada de la dinámica nacional.
En Sonora la Cuarta Transformación brilla por su ausencia porque los sonorenses seguimos padeciendo un Gobierno priísta encabezado por una Gobernadora que ha dado grandes muestras de autoritarismo y corrupción. Tan sólo recordemos cuando después del triunfo arrollador de Morena en el país y en Sonora en el 2,018, Claudia Pavlovich alias “la Gobernadora represora” organizó un golpe de Estado legislativo en el Congreso Estatal cuando ordenó a los diputados salientes de mayoría priísta y panista, reformar la constitución estatal para darle amplios poderes a la Gobernadora ( o sea a ella misma) para poder vetar cualquier iniciativa de ley que proviniera de los futuros legisladores de Morena.
En año y medio de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no se les ha dado justicia a los familiares de los niños fallecidos en el incendio de la Guardería ABC, sigue abierta esa gran herida porque continúa vigente la impunidad en nuestro Estado.
El desfalco del Fondo de Pensiones y Jubilaciones del ISSSTESON por más de 6,200 millones de pesos por parte de Teresa Lizárraga en el sexenio de Guillermo Padrés, sigue igual de impune y ese instituto de salud continúa siendo saqueado por la enorme corrupción que proviene desde la silla de la Gobernadora. Miles de trabajadores afiliados al ISSSTESON no pueden jubilarse por falta de fondos para su jubilación y el desabasto de medicamentos es un problema grave. Varios trabajadores con derecho a jubilarse han fallecido sin poder disfrutar de los recursos que les fueron descontados para tener una vejez digna.
El día de ayer miembros del Prian intentaron un nuevo Golpe de Estado legislativo al promover una iniciativa de una reforma electoral que contiene varios puntos, algunos muy cuestionables y otros dignos de discutir, que no procedió a última hora porque la reunión no se concretó, por lo que no procedió la discusión de esta propuesta.
Injusticias vienen y se quedan en Sonora, los funcionarios gubernamentales rotan de puestos como si fueran especialistas en todología. Tenemos la aberración de que al frente de la Secretaría de Salud en tiempos de emergencia sanitaria esté un Contador Público. Casos de injusticia, impunidad y corrupción son parte de la vida cotidiana en Sonora.
Después del triunfo de AMLO y de Morena, se suponía que construiríamos una democracia participativa y dejáramos atrás la democracia representativa. Esta democracia representativa es la que utilizaron por décadas el Pri y el Pan y consiste en que un sólo día podemos ejercer la democracia y es en día de las elecciones emitiendo nuestro voto. Después de las elecciones los legisladores se olvidaban de quienes votaron por ellos y se dedicaban a saquear las finanzas públicas con sus actos de corrupción.
La democracia representativa implica que los funcionarios electos (Diputados estatales y federales, Senadores, Presidentes municipales, Gobernadores y Presidente de la República), mantengan contacto permanente con sus representados a través de reuniones periódicas donde los integrantes de las comunidades participarían en el análisis y discusión de los asuntos públicos que afectan a sus comunidades, los funcionarios serían los portavoces de las decisiones emanadas de dichas reuniones y participarían votando en la toma de decisiones reflejando la voluntad popular y no un interés personal.
Pero, eso es en teoría, en la práctica hemos visto que en Sonora seguimos con la democracia representativa (con honrosas excepciones en Morena por supuesto) y para ejemplificar esto está el intento de las autoridades del ayuntamiento de Hermosillo presidida por Célida López (ex militante distinguida del Pan, quien brincó a Morena días antes de las elecciones y logró no sabemos como ser la candidata a Presidenta municipal), de vender un terreno propiedad del Ayuntamiento de Hermosillo con el argumento de “conseguir fondos para tapar baches en nuestras ciudad”.
El acuerdo de los integrantes del Cabildo municipal de aprobar la subasta de este predio público en reunión efectuada en plena emergencia sanitaria, provocó manifestaciones de protesta de diversos grupos de ambientalistas, ligas de deporte y ciudadanía hermosillense. Los dirigentes de Morena Hermosillo y Morena Sonora, y Diputados de Morena en el Congreso del Estado se abstuvieron de opinar sobre este problema social que generaba cada día más descontento popular. Inclusive se le dirigió una carta abierta al Delegado del Gobierno Federal en Sonora Jorge Taddei pidiendo su intervención en este asunto.
De todos ellos sólo se recibió como respuesta el silencio, sólo hubo una voz que provino del interior de Morena haciendo eco a las demandas de la ciudadanía pidiendo que no se vendiera el terreno denominado El Cárcamo utilizado como centro deportivo por la ciudadanía hermosillense: La Diputada Federal de Sonora Wendy Briseño, quien sometió a a Cámara de Diputados en el Congreso de la Unión una iniciativa para que se emitiera un exhorto al Cabildo  y suspendiera la venta de este terreno público.
De esta forma llegó a oídos de nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador esta problemática y fue cuando informó que no se vendería El Cárcamo por lo que la Presidenta Municipal de la capital sonorense y Cabildo municipal decidieron suspender la reunión donde se subastaría este terreno.

La decepción de Morena en Sonora
¿Qué pasa en Morena Sonora? Algo malo sucede a su interior cuando sus dirigentes ignoran a la ciudadanía cuando se les solicita su intervención para solucionar un problema local. Mientras que en el resto del país se habla y se ven acciones concretas que respaldan el discurso oficial de la Cuarta Tranformación de la república en apoyo a la población mexicana, en Sonora seguimos padeciendo la dictadura de un Gobierno priísta caracterizado por una interminable corrupción, por una serie de injusticias sin resolver y por la vigencia de una impunidad insultante como si viviéramos en los mejores tiempos priístas.
En este contexto los representantes de Morena en el Estado empezando por el Delegado del Gobierno Federal Jorge Taddei, los funcionarios de Morena Sonora y Morena Hermosillo, en lugar de trabajar y participar activamente en la problemática local para ser protagonistas principales en la consolidación del cambio electoral y convertirlo en una verdadera transformación social, prefieren manejarse con perfiles bajos y tejer estrategias que les permitan posicionarse en las listas de los próximos candidatos que contenderán en las elecciones del año próximo para Gobernador del Estado de Sonora.
Dan por hecho que Morena triunfará ganando la gubernatura de Sonora porque los niveles de hartazgo social hacia el Gobierno priísta encabezado por Claudia Pavlovich son similares a los que había a nivel nacional en contra del Prian antes del triunfo de Andrés Manuel López Obrador. No se dan cuenta de que parte del hartazgo social lo están provocando los propios funcionarios de Morena ellos con su falta de compromiso social con la población sonorense.
Los funcionarios de Morena Sonora padecen miopía política ya que no ven lo que está frente a ellos y sólo ven lo que sus aspiraciones políticas les permiten ver. No comprenden que han llegado a posiciones de poder político gracias al voto que el pueblo sonorense dio a Morena y a Andrés Manuel López Obrador.
No hay muchas diferencias entre sus comportamientos y las conductas de Diputados del Prian en el pasado. Se han embriagado de poder Pero el hartazgo de los sonorenses en general y hermosilllenses en particular, incluye figuras clave de Morena que con su actuación están creando una decepción colectiva: La Senadora Lily Téllez, la Presidenta Municipal Célida López, los Regidores morenistas en el cabildo Hermosillense Fermín González, Armando Moreno Soto y Mary Carrasco.
La esperanza del cambio al poder en México
Con la toma del poder de Morena de la capital sonorense y mayoría en el Congreso del Estado, en forma simultánea a la toma del poder presidencial por parte de Andrés Manuel López Obrador, los sonorenses generamos altas expectativas de cambio social a partir de este cambio electoral, porque habíamos echado al basurero de la historia al prianismo y habíamos cambiado la historia de nuestro país actuando en forma organizada y colectiva haciendo realidad el lema “Juntos haremos historia”.
Pero la historia no siguió el rumbo que esperaba la ciudadanía sonorense, todos esperábamos que después de las elecciones con el fin de la dictadura perfecta del Prian y la llegada al poder de Amlo y Morena comenzaría una nueva era, una era de transformación social en la que no tendrían lugar actos de corrupción. Dentro de las expectativas colectivas se esperaba dejar atrás la democracia representativa que tanto daño nos hizo durante la dictadura perfecta del Prian y pasáramos a construir una democracia participativa en la que los representantes populares mantuvieran contacto directo y frecuente con sus representados para que las decisiones por las que ellos votaran realmente representaran la voluntad popular.
En esta nueva era se esperaba que la ciudadanía demostrara que aprendió de las pasadas elecciones e hiciera suyo el lema “Juntos hacemos historia” de manera permanente y no sólo en forma coyuntural, trabajando con los legisladores apoyándolos y exigiéndoles su atención constante.
Pero por lo visto no aprendimos lo suficiente, porque después de las elecciones muchas personas regresaron a su zona de confort pensando que ya cumplieron con su misión histórica al contribuir con su voto a derrotar a las fuerzas del Pri y del Pan.
Todavía hay una gran mayoría de personas que continúa pensando que vivimos en una democracia social, que estamos en un país democrático ya que a través de un ejercicio electoral democrático logramos derrotar a los grupos de poder que tenían secuestrado a nuestro país desde el poder político y colocar en el mismo a alguien que sí nos representa y terminar con las prácticas de corrupción.
La triste realidad es que no puede haber democracia en un país en el cual sigue existiendo una inmensa mayoría de personas viviendo en condiciones de pobreza. Debemos despojarnos de esa percepción de que la democracia se ejerce sólo en día de las elecciones y que después de las mismas regresamos a nuestra vida cotidiana, porque en realidad eso no es la democracia.
Después del éxito de la consigna Juntos haremos historia, que permitió cambiar la historia de México gracias a la participación masiva y organizada del pueblo mexicano durante la campaña electoral y en el día de las elecciones, lo que se esperaba es que los más de 30 millones de mexicanos que nos unimos bajo la consigna “Juntos hacemos historia”, continuáramos participando activamente en política y dejáramos atrás la llamada democracia representativa.
Pero es evidente que no hemos aprendimos de la experiencia, ya que seguimos manejándonos con el concepto de la democracia representativa y dejamos a los nuevos funcionarios de Morena a que hicieran su trabajo político a nombre de nosotros. No tuvimos en cuenta que Morena era un nuevo partido que con sólo cuatro años de vida conquistó el poder gracias al hartazgo social generado por la corrupción e impunidad vigente y que fue lo que motivó a más de 30 millones de mexicanos a votar para lograr el triunfo de Morena
Para asegurar el triunfo electoral Morena hizo alianzas y aceptó en sus filas a desertores de esos partidos que abandonaron los mismos como las ratas abandonan los barcos que se hunden porque la derrota del Pri y del Pan era inminente.
Como un partido político recién creado en base a alianzas con diferentes fuerzas políticas que tenían un objetivo común: Derrotar al Pri y al Pan, Morena cometió aciertos y errores.
Algunos de esos errores los estamos padeciendo en Sonora Lily Téllez renuncia a Morena y queda como Senadora “independiente” y Célida López como Presidenta Municipal de Hermosillo actuando en contra de los intereses de la ciudadanía hermosillense. El error en estos dos casos fue el practicar el dedazo al estilo priísta y no permitir la realización de una elección democrática donde participaran militantes distinguidos de Morena, o que al menos, no provinieran del pri, del Pan o tuvieran un perfil destacado como persona progresista y de compromiso social.
Pero el principal error de Morena fue que a diferencia del Pri y del Pan que tienen una ideología bien definida: la ideología neoliberal que tiene como objetivo desmantelar los Estados en cada país y privatizar todas las funciones públicas para que impere la ley del Mercado, en el caso de Morena no hubo y sigue sin haber una ideología política definida que no sólo aglutine y cohesione a esa enorme agrupación social que conforman los integrantes de esta fuerza política que hoy gobierna en México, sino que permita que se sumen miles de luchadores sin partido que han dedicado su vida a la lucha social para lograr la transformación política y social de México.
Ese vacío político fue la rendija por la cual se subieron al camión de Morena varios desertores del Pri y del Pan, además de otros individuos oportunistas, que lograron enquistarse en la estructura del nuevo gobierno con posiciones de poder. https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/07/el-camion-de-morena-en-hermosillo.html
Por esos motivos, una vez en el poder Morena continúa cometiendo aciertos y errores, alejándose de la población que los llevó al poder porque siguen practicando la democracia representativa, tomando decisiones a nombre del pueblo mexicano sin consultas previas de por medio y en varios casos con sus decisiones afectan intereses colectivos.
Estos comportamientos que no se esperaban de funcionarios del Gobierno de Morena, son los que de manera paulatina han logrado que el entusiasmo y alegría con el que empezó el nuevo gobierno fueran disminuyendo al ir viendo el distanciamiento de la ciudadanía y ambición de poder que ha hecho presa de funcionarios de Morena.
Estos personajes se han distanciado del pueblo que los llevó al poder y que dicen representar, los ciudadanos sonorenses se sienten decepcionados porque lejos de intervenir como funcionarios y servidores públicos, utilizan sus cargos para crear las condiciones que les permitan proyectarse como futuros candidatos en las próximas elecciones para Gobernador de Sonora, o al menos estar cerca y formar parte del grupo de apoyo de quien representará a Morena como candidato a Gobernador de Sonora.
En Sonora se está creando una gran inconformidad social acerca de cómo trabajan los funcionarios de Morena, Jorge Taddei, Lily Téllez, Célida López, Armando Moreno Soto, Fermín González y otros nombres más olvidan que en sus espaldas lleven el membrete de Morena y al actuar en contra del pueblo sonorense, afectan la imagen de Morena en general, lo cual podría tener repercusiones negativas para este partido en las próximas elecciones de gobernador en nuestro Estado.
Mientras en el resto del país las formas de gobierno iban cambiando desterrando prácticas de corrupción, en Sonora continúa imperando la impunidad ante las injusticias y lo peor es que los candidatos que llegaron al poder enarbolando la bandera de Morena, dan la espalda a quienes dicen representar al punto de tomar decisiones contrarias a los intereses colectivos y sin mediar consulta popular alguna.
En Sonora el daño ya está hecho, el asunto del intento de venta del predio El Cárcamo creó decepción colectiva ante cientos y quizá miles de ciudadanos hermosillenses. Con esta decepción Nuevamente volvieron a surgir las expresiones de antaño: “todos los partidos políticos son iguales”, “el poder los embriaga y olvidan de donde vienen”, “enseñan el cobre con un poco de poder y están ahí para robar dinero”
¿Qué puede decirse ante el desencanto colectivo del partido que representaba la esperanza del cambio? ¿quién puede decir algo mientras los directamente involucrados siguen guardando silencio?

Cuarta transformación o verdadero cambio social?
Desde hace décadas se viene manejando el concepto de cambio social por diferentes fuerzas políticas, con el tiempo el concepto se fue desgastando por el uso indiscriminado de políticos sin escrúpulos que lo han usado con fines electorales. Una definición de cambio social involucra el cambio estructural en las relaciones, organizaciones y nexos entre los componentes sociales.
“Cambio social es la alteración de patrones de conductas de relaciones sociales, instituciones y estructura social en diferentes momentos (Farley, 1990)”
Desde una perspectiva sistémica un cambio social repercute en el conjunto de los elementos que interactúan dentro del sistema social. En consecuencia, no es suficiente un cambio de poder político para hablar de un verdadero cambio social.
El discurso oficial del gobierno de Andrés Manuel lópez Obrador se centra en el concepto de la Cuarta Transformación de la república, desde el inicio de su gobierno se han realizado una cantidad impresionante de cambios en la forma de gobernar, en la distribución de los recursos, en la reestructuración del aparato de gobierno, de tal forma que es innegable que se han producido grandes cambios que han disminuido el poder desde arriba y mejorado las condiciones de vida de millones de mexicanos.
Pero desde una perspectiva psicosocial el discurso de la Cuarta transformación no viene a representar un verdadero cambio social que genere un bienestar social de todos los mexicanos. “Desde la perspectiva de la Psicología comunitaria latinamericana el cambio social es considerado como una alternativa a las condiciones de exclusión social, reduciendo la desigualdad social, poniendo el énfasis en devolver el poder a los sujetos de intervención como forma de construcción de su propia realidad” (Maritza Montero).
Para lograr un cambio social real una condición necesaria es la participación de los directamente involucrados en las consecuencias del mismo. Se requiere de una acción colectiva, algo similar a la enorme participación social que se dio en la jornada electoral del 2,018 cuando más de 30 millones de mexicanos votamos a favor de AMLO y de Morena.
Para lograr el cambio social se requiere de una masa crítica de personas comprometidas con la acción colectiva que se unan para trabajar hacia la reconstrucción del país, dejando atrás las prácticas de corrupción, logrando resolver los casos de injusticia social, restableciendo las instituciones que fueron invadidas por la corrupción y reconstruyendo el Estado de Derecho que garantice el respeto a la constitución y a as leyes mexicanas para que exista realmente la justicia social.
Para lograr el cambio social es importante vivenciar experiencias de grupo que permitan generar consciencia social, identidad grupal, sentido de pertenencia a una comunidad y construir nuevos modos de pensamiento, acción y lenguaje que rebasen el individualismo y reconstruyan la identidad social perdida. El grupo es el medio y el instrumento a través del cual los ciudadanos pueden desarrollar el sentido de comunidad, la solidaridad y apoyo mutuo, que son necesarios para generar el cambio social.
La experiencia colectiva que la ciudadanía hermosillense vivenció cuando luchó en contra de la venta del terreno público denominado El Cárcamo es un buen ejemplo de cómo la praxis colectiva permite construir lazos de hermandad y fraternidad entre personas desconocidas que de repente identifican un objetivo común y un sentido de pertenencia a una comunidad.

El empoderamiento colectivo y la verdadera transformación social
Para lograr un verdadero cambio social se requiere posibilitar el aumento del poder de los actores sociales desplazando a los agentes externos de cualquier signo o afiliación política. Son los integrantes de nuestras comunidades quienes deben definir desde su propia perspectiva las condiciones de vida que tienen, es decir, compartir y construir en forma colectiva su definición de realidad social. La estrategia más adecuada de transformación social de la realidad es darle el poder a las personas para que puedan convertirse en actores sociales y transformen su realidad.
Ese es el principio teórico-práctico que da vida y sentido al lema Juntos hacemos historia, de aquí surge el concepto de empoderamiento de las personas y de las comunidades. Desde la perspectiva de la Psicología comunitaria el sujeto de la intervención se convierte en investigador de la realidad y de los efectos que tiene sobre ellos. Es por ello que los integrantes de la comunidad deben participar en la elaboración de proyectos de desarrollo urbano y social construyendo paso a paso una autogestión social.
En el contexto de una sociedad con enorme desigualdad social, las políticas públicas deben orientarse desde la perspectiva de los oprimidos y excluidos socialmente, promoviendo su participación social en un proceso en el cual adquieran consciencia sobre sus vidas y circunstancias.
La aleccionadora experiencia del frustrado intento de venta del terreno denominado El Cárcamo es un excelente ejemplo de empoderamiento colectivo de una comunidad que hace oír su voz en los espacios públicos, reclamando el respeto a sus derechos sociales, políticos y humanos, ya que se está actuando desde, para y con la comunidad realizando acciones de índole política que traen consecuencias tanto para la comunidad como para la sociedad en general.
Para lograr una verdadera transformación social es un requisito indispensable la participación social de los integrantes de nuestras comunidades, no es suficiente el discurso oficial, las comunidades deben hacer escuchar su voz en los asuntos relevantes que afectan sus condiciones de vida. Esta participación social se debe hacer en forma colectiva y organizada, creando grupos organizados en cada colonia, barrio o zona residencial, con estructuras realmente representativas que se alimenten de la participación de los habitantes de cada sector.
Para finalizar, quisiera mencionar algunas palabras sobre el concepto de poder y su relación con el fortalecimiento. Por lo regular la mayoría de las personas piensa que el poder descansa en quienes ocupan cargos de poder político o económico. Esta es una versión asimétrica del poder, en la cual existe alguien por encima de otros ejerciendo el poder generando formas de opresión, desigualdad y obediencia social.
Pero debemos redefinir nuestra concepción del poder considerándolo bajo una concepción simétrica, pensando que en toda relación social existe un poder, sólo que las formas de poder son diferentes, se manifiestan de forma diferente y cuentan con recursos diferentes.
“El poder es una relación social, una interacción personal o indirecta y cotidiana, en la cual las personas manifiestan sus consensos sociales y las rupturas entre su experiencia y su consciencia (Serrano García y López Sáchez, 1994)”
Adquirir una concepción simétrica del poder implica que los seres humanos nos veamos en una relación horizontal en la que tienen lugar formas de deliberación, negociación, concertación, comunicación y los recursos que un polo del poder pueda controlar y desear sean deseados por el otro polo.
Nuestros gobernantes tienen recursos económicos y materiales que las comunidades necesitan y desean, nuestras comunidades cuentan con la fuerza de la participación social y con el poder de las movilizaciones colectivas. Recordemos que la historia se ha escrito gracias a las movilizaciones colectivas que han luchado y conquistado derechos.
Una concepción simétrica del poder nos permite comprender cómo aún en las peores dictaduras, los pueblos oprimidos han luchado realizando acciones que reflejan formas de poder que no corresponden a la lógica del opresor.
La construcción de la simetría del poder implica cambios psicológicos individuales, cambios en la concepción que las personas tienen de sí mismas. Dejar de pensar que son individuos indefensos, débiles, vulnerables, sin recurso alguno y empezar a construir una imagen como seres sociales que pertenecen a una comunidad en l que comparten problemas sociales y a la vez comparten el poder de unirse, organizarse y conquistar sus objetivos, transformando la realidad social en la que sufren carencias para construir una sociedad donde realmente exista la democracia.
En la transformación social de los países latinoamericanos (no sólo en el caso de México), es necesario usar el poder liberador que permite reconocer al otro como igual, no como alguien superior. Por todo lo anterior dicho, la asimetría del poder sufrida por los pueblos encuentra una solución al dejar de ignorar la existencia de una simetría en el mismo y eso se puede lograr a través del empoderamiento social o colectivo.
Maritza Montero (2,010) define el fortalecimiento de las comunidades como “Un proceso mediante el cual los miembros de una comunidad o un grupo desarrollan conjuntamente capacidades y recursos para controlar su situación de vida actuando de manera comprometedora, consciente y crítica, para lograr la transformación de las condiciones de vida que juzgan negativas o que deben ser modificadas según sus necesidades y aspiraciones, transformándose al mismo tiempo a sí mismos”.
De esta manera, aumentando nuestra participación social en asuntos colectivos, reconceptualizando nuestra noción del poder, empoderándonos en forma individual y colectiva, lograremos una verdadera transformación social de nuestro país, trabajando juntos pueblo y gobierno, porque tenemos la fortuna y orgullo de ser mexicanos y estar en un proceso de construcción social de la democracia que nos conduzca al imperio de la justicia y logro de la igualdad social.
En eso consiste el triunfo de la razón sobre la decepción colectiva que algunos elementos de Morena han provocado en la población sonorense. Retomando y haciendo valer el lema Juntos hacemos historia. No permitamos que se impongan candidatos en las próximas elecciones para Gobernador en Sonora, exijamos a Morena Sonora consultas sociales para definir quién gobernará nuestro Estado durante el próximo sexenio.

Referencias:

Yescas, Oscar: El agente de cambio social 08 enero 2,019
Yescas, Oscar: Introducción a la Psicología comunitaria latinoamericana. 17 octubre 2,016
Yescas, Oscar: Por una Psicología socialmente sensible 07 noviembre 2,017
Yescas, Oscar: Juntos hagamos historia 01/julio/2,018
Yescas, Oscar: Y al despertar el dinosaurio estaba Ahí 04/septiembre/2,018
Yescas, Oscar: Morena y su primera decepción colectiva. 05/sep/2,018
Yescas, Oscar: El golpe a la democracia en Sonora 10/oct/2,018
Yescas, Oscar: Reuniones privadas para discutir asuntos públicos 06/ago/2,018
Yescas, Oscar: Psicología, ideología y cambio socialmente 17 octubre 2,014
Yescas, Oscar: Ser diferente, la alternativa hacia el cambio social. 22 junio 2,016
Yescas, Oscar: El camión de Morena en Hermosillo 27 julio 2,018

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