Juntos
hagamos historia
Oscar
Yescas Domínguez
Pubicado
en Facebook el 1ro de julio 2,018
En
un sistema social en el que prevalece la propiedad privada sobre los medios de
producción, el interés primordial de los dueños de estos medios, o sea los
empresarios, es la obtención de ganancias para su beneficio particular. A ellos
no les interesan las necesidades sociales, la esencia de su existencia es la
explotación de los trabajadores para que produzcan una riqueza social de la
cual, una ínfima parte se les paga con el nombre de salario.
México
se encuentra dentro de este tipo de sistema que se llama capitalismo y
actualmente nuestro país ha recibido el “reconocimiento” de tener los salarios
más bajos del mundo, o sea los trabajadores peor pagados a nivel mundial.
Al
parecer los empresarios leyeron y comprendieron a Carlos Marx cuando éste
proclamó: “proletarios del mundo uníos”, pero lo interpretaron a su favor y hoy
en día nos encontramos con una nueva clase dirigente a nivel mundial que se le
ha reconocido como “Poder corporativo” y que está conformada por los
propietarios de las grandes corporaciones a nivel internacional
De
manera unida los empresarios han presionado a los gobiernos de diferentes
países para que modifiquen sus constituciones eliminando derechos y
prestaciones sociales, privatizando una serie de servicios que proporcionaba el
Estado y que procuraban el bienestar social (salud, educación, protección,
etc.), de tal forma que hoy la característica en política de empleo es la
flexibilidad laboral que significa la libertad de los empresarios de mayor
explotación de los trabajadores al eliminar la estabilidad en el empleo, las
jornadas de ocho horas, el pago de tiempo extra y la posibilidad de despedir a
trabajadores con total impunidad. Todo esto a nombre de “beneficiar al
mercado”.
No
conformes con esta situación en su ambición los empresarios presionan al Estado
para que les libere de la obligación de pagar impuestos lo cual han logrado
ahorrándose miles de millones de pesos por este concepto. Una prueba de esto lo
fue el Fobaproa que afecto a millones de
mexicanos.
En
este contexto los empresarios mexicanos ven como una seria a amenaza la
posibilidad de que los partidos políticos que los han beneficiado en todo
momento, es decir el Pri y el Pan, puedan perder las elecciones y tome el poder
una persona y un partido que se han caracterizado por la independencia del
poder corporativo.
Ante
el inminente triunfo de Andrés Manuel López Obrador y los candidatos impulsados
por el movimiento de regeneración nacional (Morena), a quien las encuestas de
todo tipo le dan una ventaja insuperable en la contienda electoral, al grado de
que ya se puede decir que es nuestro próximo presidente, los empresarios han
cerrado filas, hecho pronunciamientos públicos en contra de AMLO y presionando
a sus trabajadores (al viejo estilo del Pri) para que no voten por “ ya saben
quién”.
La
intención oculta de estos pronunciamientos es que desean seguir explotando al
pueblo de México y no desean que llegue al poder un presidente que se los
impida.
Estos
llamados lejos de preocuparnos nos deben dar la tranquilidad de que el triunfo
es inminente. Pero también nos permiten identificar a los verdaderos enemigos
de México para que el pueblo mexicano de forma colectiva y organizada ejerza su
poder como consumidores e implemente boicots a los productos y servicios que
ofrecen las empresas que poseen estos empresarios corruptos.
De
esta manera les pegaremos en donde más les duele, en sus ganancias, sus ventas
y poco a poco, mientras el boicot persista, doblegaremos su soberbia y lograremos
imponer la voluntad popular.
La
única y real amenaza que enfrentamos los mexicanos es la posibilidad del fraude
electoral, realizado a través de la compra-venta del voto, de la presión
corporativa del voto, al igual que la presión que gobernantes priístas y
panistas que ejerzan para que los servidores públicos voten a favor de los
candidatos de estos partidos en agonía.
A
estas alturas queda claro que no es momento de indefiniciones, ambigüedades o
indiferencia en este proceso electoral, así como los empresarios han definido
su postura con toda claridad, todo mexicano debe hacer lo mismo y decidirse a
no marginarse en este momento en el que los mexicanos estamos haciendo
historia, construyendo la posibilidad de tumbar a un régimen corrupto y
construir un nuevo país con mayor equilibrio social, mayor participación social
de tal forma que recuperemos todo lo que nos han quitado.
La historia no es algo que ya pasó, la historia
la escribimos todos los días y debemos tener bien claro que la historia en
México no ha terminado, juntos, de manera colectiva y organizada haremos
historia en estas próximas elecciones al participar en un voto masivo por
Morena para iniciar el cambio que nuestro país requiere y nuestra población
necesita. ¿te animas a ser parte de esta historia? Juntos podemos cambiar la
historia de nuestro país.Tus hijos te lo agradecerán
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