Al rescate del ISSSTESON
Oscar Yescas Domínguez
08/ agosto/2,018
08/ agosto/2,018
Cada día aumentan las quejas por el mal funcionamiento del
ISSSTESON, los reclamos provienen de diferentes frentes: derechohabientes del
instituto que no reciben sus medicinas, proveedores que se quejan del no pago
de sus productos y servicios por lo que ya se niegan a seguir colaborando con
el ISSSTESON, pensionados y jubilados que se quejan de retrasos en sus pagos,
trabajadores en condiciones de jubilarse que se quejan por no tener fecha para su
jubilación, trabajadores del propio Hospital Chávez que se quejan de carecer de
lo básico para realizar sus funciones, es decir, reportan que no tienen
sábanas, vendas, jeringas, papelería, equipo de cómputo eficiente, equipo médico
en general, a los pacientes internados no se les respeta la dieta recomendada
por los médicos, existen pacientes de tuberculosis y de VIH que no reciben sus
medicinas, etc.
Todos por separado reciben la misma respuesta a sus reclamos: no
hay dinero. Pero, ¿cómo es que no hay
dinero?, no estamos hablando de una empresa privada que enfrenta problemas
porque su mercado ha disminuido, porque tenga baja en sus ventas.
Estamos
hablando de una institución pública que se sostiene con las cuotas que pagan
miles de trabajadores a quienes se le descuentan puntualmente cantidades de dinero que si las sumamos,
acumulan miles de millones de pesos.
Lejos de disminuir los ingresos financieros del ISSSTESON cada
día aumentan, porque aumentan los trabajadores a quienes se les descuenta
rigurosamente, y cabe mencionar que el porcentaje que se les descuenta a los
trabajadores por concepto de servicios médicos también ha aumentado, por lo que
estamos hablando entonces de una institución que tiene ingresos financieros
asegurados.
Sin embargo, a pesar de que la reforma a la ley del ISSSTESON
del 2,005 permitió incrementar en un 60% los ingresos del instituto a costa del
aumento en las cuotas de los trabajadores, se afirma que no hay dinero. Por
cierto, una reforma que se proyectaba tendría una duración de 30 años, pero que
no obstante, en este año intentan imponer una nueva reforma que implica nuevos
aumentos en los descuentos de los trabajadores, bajo el argumento de “sanear
las finanzas del ISSSTESON”.
La pregunta pertinente que surge aquí es la siguiente: ¿qué se
hace con los miles de millones de pesos que ingresan al ISSSTESON? ¿Quién se
beneficia de este dinero? Está claro que no son los trabajadores y sus
familias, los únicos beneficiados son quienes administran este dinero sin
fiscalización alguna.
A pesar del argumento reiterado de que no hay dinero se observa
la reciente adquisición de equipo de rayos X en los ingresos al Hospital
Ignacio Chávez. Un equipo que llama la atención no solo por lo sofisticado del
mismo (que da la idea de un alto costo), sino porque no existe una
justificación para su adquisición, es decir, no es necesario porque no resuelve
problema alguno.
Circulan versiones según las cuales la adquisición de este equipo
es para evitar el robo hormiga dentro del Hospital Chávez. En realidad una
acusación de este tipo (que debería probarse por cierto) sólo sirve para
distraer la atención de los verdaderos problemas que provienen del manejo
discrecional en los recursos financieros, de la falta de transparencia en los
mismos.
El problema se encuentra entonces en la forma como se están
administrando los recursos financieros, humanos y materiales del ISSSTESON. Es
decir, dinero sí hay, pero mal distribuido y no existe una fiscalización en su
administración.
Pero
el problema no se limita a esto a una crisis financiera ya que existe una real
negligencia en la administración del ISSSTESON, lo cual puede comprobarse en el
hecho de que no existe un sistema de reclutamiento y selección de personal y
esta ausencia en una institución de la magnitud del ISSSTESON es realmente
reprochable, no existen catálogos de puestos, no existe una Comisión Mixta de
Seguridad e Higiene, No existe una Comisión mixta de Capacitación, etc., etc.
No
se vislumbra solución alguna a estos problemas, no queda claro que se está
haciendo para solucionarlos. Lo que
sí es claro es que los trabajadores que sostenemos al ISSSTESON con el pago
puntual de nuestras cuotas no somos responsables de la falta de eficiencia
presupuestal en la administración de dicho instituto, pero sí los primeros
afectados por esta deficiente administración del Instituto.
Lo
más grave de la situación es que la problemática del ISSSTESON no es un
problema particular, ya que es el reflejo particular de un problema mucho más
grande: la debacle del sistema de salud en Sonora. En el Hospital Infantil del
Estado de Sonora no funciona el sistema de refrigeración, al igual que en el
Hospital Psiquiátrico de la Cruz del Norte, los pacientes se encuentran sin
refrigeración y la dieta en su alimentación tampoco es respetada. En el
hospital General existe una situación parecida de desabasto de alimentos, medicinas,
material médico, etc.
El
cuadro anterior puede resumirse en la afirmación de que en Sonora el sistema de
salud se encuentra en un franca debacle, los afectados se pueden sumar en miles
y los beneficiados de esta crisis son quienes administran las finanzas que ingresan
a estas instituciones, pero principalmente, la principal responsable es la
Gobernadora del Sonora, Claudia Pavlovich, porque ella es quien nombra a
quienes forman parte de los altos mandos que administran estas instituciones.
¿Qué
podemos hacer para solucionar esta terrible situación? En este contexto, es
claro que debemos partir de la premisa real de que no hay soluciones locales a
problemas globales. Los problemas de atención a la salud que afectan a los
trabajadores universitarios tienen las mismas causas que los problemas que
afectan a los trabajadores del Ayuntamiento de Hermosillo. Estamos
resintiendo los efectos de una política neoliberal que promueve el
desmantelamiento de los servicios y prestaciones que quedan del Estado de
Bienestar que fueron conquistadas a través de la lucha de movimientos colectivos
para proceder a la privatización de los mismos. La
estrategia es clara se promueve la ineficiencia de las instituciones públicas
para crear quejas e inconformidad en la población y justificar la privatización
de los servicios que presta el Estado.
Esto
nos obliga a ubicarnos en el momento histórico que vivimos y aprender la
lección del primero de julio cuando la población mexicana en forma mayoritaria
le dio la espalda al PRI y al PAN para dar el poder político a una nueva fuerza
política que es MORENA.
Esto fue posible gracias al empoderamiento
que surgió en la población mexicana que se quitó la venda del conformismo y
asumió que tenía la capacidad para cambiar la realidad social.
En
esta semana se han efectuado reuniones en el local del STAUS por parte de un
grupo integrado por líderes de diversos sindicatos cuyos trabajadores están afiliados
al ISSSTESON y en consecuencia enfrentan los mismos problemas ya mencionados líneas
arriba. Poco a poco se está construyendo una identidad al interior de este
grupo que percibe a los integrantes del mismo como hermanos de clase y lo más
importante se está tomando consciencia de que sólo unidos se podrá rescatar al
ISSSTESON de la debacle que amenaza al sistema de salud en Sonora.
Por
ello mismo, se acordó realizar una manifestación este próximo lunes 13 de
agosto a las 8:00 am en la Plaza de Emiliana de Zubeldía ubicada en la entrada
de la Universidad de Sonora, para marchar a las oficinas generales del
ISSSTESON y a Palacio de Gobierno enarbolando las siguientes banderas de lucha:
1. Exigir transparencia
en el manejo de las finanzas del ISSSTESON
2. Exigir austeridad en
el manejo de recursos financieros, administrativos y humanos de este instituto
3. Exigir la realización
de auditoría financiera al ISSSTESON
4. Exigir la recuperación
de los seis mil millones de pesos que fueron robados del Fondo de Pensiones y
Jubilaciones del ISSSTESON
5. Establecer contacto
con movimientos de otros trabajadores de jubilados para realizar movilizaciones
conjuntas
Se invita a todos los derechohabientes del ISSSTESON a
participar en esta movilización y a la población en general, ya que sólo a
través de la movilización lograremos defender nuestro derecho a la salud.
La solución a nuestros problemas no vendrá de las autoridades,
será a través de la participación social como lograremos garantizar una defensa
efectiva de nuestros derechos.
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