¿Se avecina la tercera ola del covid-19?
Oscar Yescas Domínguez
14 de julio de 2,021
Leyendo los informes sobre el covid que presentan nuestras autoridades sanitarias, no puede evitarse el experimentar una sensación de preocupación porque se observa un notable aumento de casos de covid, tanto en el mundo entero como en nuestro país, por ejemplo, a nivel mundial el número de fallecidos llega ya a la exorbitante cantidad de 4,010,104 y el número de casos registrados en todo el mundo 185,729,052, mientras que México ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en fallecidos por Covid-19 llegando a acumular 235.277 muertos y registrando 2,604,711 de casos de covid a nivel nacional.
Tan sólo el día de ayer se registraron en México 11,137 casos nuevos de covid (una cifra que alcanzó a registrarse en los picos más altos de la pandemia del año pasado) en momentos en los que un gran porcentaje de la población aun no ha recibido su vacuna, esta cifra representa un inusitado aumento en el número de casos y sobresale porque se presenta en momentos en los que la mayoría de los Estados del país se encuentra en semáforo verde o en amarillo, lo que significa que no hay peligro o pocas posibilidades de contagio, por lo que representa un duro cuestionamiento a las medidas de control sanitario que están implementando nuestras autoridades sanitarias.
De manera más particular, en el Estado de Sonora se registraron el mismo día de ayer 236 casos, cifra muy elevada a las que se observaban en meses anteriores cuando se registraban sólo decenas de casos, sin embargo, en la capital sonorense seguimos en semáforo amarillo, lo que ha sido la causa principal de reapertura de centros nocturnos, centros comerciales y provocado un mayor aumento de movilización social. Es importante destacar que en el caso de Sonora van 82,282 casos registrados de covid y 6,860 fallecimientos por covid, lo cual coloca a Sonora como uno de los Estados con mayor número de casos a nivel nacional llegando a ocupar el número 7 de nuestras 32 entidades a pesar de que la población es inferior a la de otros Estados que presentan un menor número de contagios y de que Sonora es el segundo Estado más grande de la república mexicana.
Tanto las cifras reportadas a nivel mundial, como nacional, estatal y local, son cifras que necesitan tomarse con seriedad porque todo apunta a que vamos por una tercera ola de contagios. Este temor se fundamenta en la observación de lo que está aconteciendo en otros países que decidieron en fechas recientes flexibilizar sus medidas de contención social para reactivar la economía, como por ejemplo, Estados Unidos que eliminó el uso obligatorio de cubrebocas en público, permitió la apertura de centros de trabajo, comercios, bares y restaurantes, pero que hoy se informa que ese país duplicó los contagios diarios en el transcurso de sólo tres semanas, o la situación de los Países Bajos que vieron un aumento del 600% en casos de covid en sólo una semana, después de permitir una breve reapertura de la vida nocturna en bares y restaurantes, por lo que se han visto en la necesidad de volver a imponer nuevas medidas de confinamiento social.
Esto me hace sentir una especie de Deja Vú en el sentido de que me recuerda los momentos que vivimos cuando la pandemia inició y veíamos que en Asia y Europa fallecían miles de personas por covid-19 en la medida de que avanzaba la pandemia y tomaron medidas de contención de la movilización social y llamaron al confinamiento obligatorio demasiado tarde porque sufrieron muchas bajas, mientras que en América nos limitamos a observar y no aprendimos de la experiencia ajena, porque debimos haber detenido la movilidad social, guardar confinamiento voluntario quedándonos en casa, tal y como estaban solicitando los gobiernos de los países afectados por la pandemia. No fuimos capaces de aprender de la experiencia ajena y nos condenamos a aprender de la experiencia vivencial ya que sólo actuamos cuando la pandemia llegó a nuestros países en América.
Por esos motivos, creo que es motivo de preocupación observar que en México las autoridades no están tomando las medidas de control social necesarias para reducir la movilización colectiva y el contacto social, como lo están haciendo de nuevo aquellos gobiernos en cuyos países se están presentando nuevos brotes de la pandemia como resultado de haber levantado las medidas de restricción social en forma anticipada para favorecer a la economía. Con el nuevo rebrote de casos y el regreso a las medidas de contención social que se están dando en varios países que habían flexibilizado sus medidas de prevención sanitaria, lo que estamos observando a nivel mundial es la confirmación de que la mejor forma de prevenir el contagio del covid es evitar el contacto social, esta medida incluye a todas las personas, aún aquellas que ya recibieron su vacunación porque todavía hay millones de personas que no se han vacunado. Debemos recordar que desde el inicio de la pandemia se manejó la premisa de que el covid-19 llegó para quedarse y que deberíamos aprender a convivir con él, porque no se iría a ninguna parte y este aprendizaje del cual estamos hablando implica incorporar a nuestro repertorio de comportamientos como el no salir de casa si no es necesario, contempla el uso automático de cubrebocas al salir de casa en forma similar al uso automático del cinturón de seguridad cuando abordamos un automóvil, además de estar alertas para mantener sana distancia cuando estamos en lugares públicos.Si por un lado estamos observando que nuestras autoridades no retoman las lecciones de los acontecimientos que suceden en otros países provocados por la presencia del covid-19 y la ausencia de control social, es necesario decir que la situación se complica cuando también se observan grandes muestras de irresponsabilidad social de la ciudadanía que, bajo la premisa de que estamos en semáforo amarillo actúa como si el peligro ya no existiera y reanuda su vida social asistiendo o realizando reuniones sociales informales los fines de semana, acudiendo a centros nocturnos, personas que circulan por nuestras calles sin el uso de cubrebocas o se lo quitan para hablar, gente que no respeta el llamado a guardar sana distancia y las aglomeraciones en centros comerciales los fines de semana.
Todo indica que estamos entrando en una tercera ola de contagios de covid, porque las cifras reportadas mantienen una alza constante provocada precisamente por la apertura de centros nocturnos, bares y cantinas, lugares donde los clientes se quitan el cubrebocas, se encuentran en lugares cerrados, sin guardar una sana distancia y por la negligencia de las autoridades de mantener en amarillo el semáforo sanitario y autorizar el funcionamiento de centros de trabajo que no son esenciales para la vida pública.
Nuevamente estamos dando muestras de que no se ha dado un aprendizaje social de la pandemia del covid que nos mostró que las formas de contagio del covid pueden reducirse en gran medida si cumplimos las medidas de prevención que todos ya conocemos: salir de casa lo menos posible, usar cubrebocas cuando salgamos, guardar sana distancia de otras personas, usar gel antibacterial, etc.
La desinformación sigue imperando en buena parte de la ciudadanía y a pesar de que se brinda información de la evolución de la pandemia, a una buena parte de la población parece no importarle o da claras muestras de disonancia cognitiva porque actúan como si fueran inmunes al covid-19. A nombre de que no desean “angustiarse” miles de personas no están al tanto de la evolución de las cifras de la pandemia del covid, lo cual constituye un error porque no se enteran de que estamos nuevamente en peligro de sufrir nuevas tragedias con nuevas mutaciones del virus y en consecuencia no toman las precauciones pertinentes. Muchas personas no toman en cuenta algunos factores de gran importancia que deberían considerar para cuidar su salud y la salud colectiva como por ejemplo:1.- Desconocen que para las vacunas contra el covid hagan efecto deben pasar un promedio de dos semanas después de la aplicación de la segunda dosis.
2.- Es importante saber que ninguna vacuna es 100% efectiva.
3.- Existen nuevas variantes del covid-19 para las cuales no se ha inventado vacuna todavía y que tienen mayor velocidad de contagio y destrucción del sistema inmunológico, es decir, con las nuevas mutaciones, las personas contagiadas fallecen más rápido.
4.- No toda la población ha sido vacunada, por lo que salir de nuestras casas aumenta la posibilidad de que nos encontremos con personas asintomáticas que pueden ser fuente de contagio para otras personas.
En estos momentos restan menos de dos semanas para que inicien los juegos olímpicos en Japón, país que ha decidido declarar estado de emergencia por el surgimiento de un rebrote del covid en su variante Delta, rebrote que surgió por el aumento del movimiento de personas, debido a que han llegado miles de atletas de la mayor parte de los países del mundo y varios de ellos dieron positivo al examen del covid. Desde hace días el gobierno japonés decidió que no habría espectadores en las competencias internacionales, también limitar la venta de alcohol y obligar a bares y restaurantes a cerrar más temprano, por lo que las olimpiadas de este año en Japón serán las primeras en carecer de espectadores. Se espera la llegada de unos 11 mil deportistas de cerca de 200 países en los Juegos de Tokio, que fueron aplazados el año pasado a causa de la pandemia y que se realizarán sin público este año, por lo que los estadios y escenarios olímpicos lucirán vacíos.
Mientras que en Sonora, México se anunció que Hermosillo y Cajeme serán las sedes del campeonato mundial de beisbol sub23, que contará con delegaciones juveniles de beisbol de 12 países y empezará el próximo 24 de septiembre y contará con 50 juegos en los estadios de beisbol de la capital sonorense y Cajeme, por lo que se espera contar con la asistencia de miles de aficionados a este deporte. serán 10 días de beisbol donde participarán 12 equipos: México, Corea, China Taipei, Nicaragua, República Checa y Nueva Zelanda, quienes integran el grupo A; y los seleccionados de Japón, Cuba, Venezuela, Alemania, China y Sudáfrica, quienes serán el Grupo B. A diferencia del gobierno japonés, en México ni el gobierno federal, ni el gobierno estatal han anunciado tomar medidas especiales para prevenir la seguridad de los jugadores, representantes, equipo de seguridad y aficionados nacionales y extranjeros que asistirán en forma multitudinaria a estos eventos.
En un principio en Japón se contemplaba limitar la asistencia al 50% de la capacidad de los espacios deportivos, después se propuso recibir sólo a cinco mil espectadores y finalmente se decidió que no asistiría público a las competencias deportivas. En el caso del campeonato mundial de beisbol 23, ni una sola palabra se menciona acerca de la posibilidad de limitar la asistencia del público, por lo que es de esperarse que aumente el número de contagios en nuestro Estado y país y México escale en la lista de países con mayor número de infectados por covid a los primeros lugares.
Las autoridades deberían asumir su responsabilidad como tales y tomar medidas para cuidar la salud pública, estas medidas necesariamente deben contemplar el limitar el contacto social de aquellos lugares donde se presentan aglomeraciones sin control sanitario y evitar celebrar eventos masivos. en estas condiciones el anuncio de la celebración del campeonato de beisbol 23 implica forzar un evento para realizarse en condiciones que nos son las más seguras y al contrario exponen la salud y las vidas de los asistentes, tanto jugadores como público. Por lo visto, si las autoridades no dan muestras de responsabilidad social y prefieren arriesgar la salud colectiva para generar beneficios económicos, dependerá de la decisión individual de cada ciudadano el asistir o no a este evento donde sin duda alguna arriesgará su salud, porque el rebrote del covid se presenta en su variante Delta, que es una de las más mortíferas porque mata con más rapidez a quien contagia y no hay vacuna disponible todavía para esta cepa del virus.
La función que deberían asumir las autoridades sanitarias es tomar medidas de control social para evitar mayores contagios, sobre todo en lugares cuyo funcionamiento no es esencial para la vida pública, como aquellos negocios que funcionan como centros nocturnos como bares y cantinas. Deberían aumentar la inspección de todos los centros comerciales, restaurantes y centros de trabajo para verificar que estén cumpliendo con el código sanitario.
Aquellas empresas que deseen seguir funcionando deberían proporcionar a sus empleados las condiciones de trabajo y equipo sanitario necesario para poder seguir funcionando. Esto implica que las empresas proporcionen cubrebocas, guantes y lentes de protección a cada uno de sus empleados para aumentar la seguridad y protección a la salud de quienes ahí laboran, además de poner barreras de protección que aíslen a cada empleado en su centro de trabajo. Pero sobre todo, las autoridades deberían volver a poner el color naranja para alertar a la población que ve en el color amarillo la invitación a reanudar sus vidas sociales sin contención alguna.
Otra decisión delicada que debe reflexionarse con gran mesura es el anunciado regreso a clases presenciales en todos los niveles del sistema educativo, porque antes de permitir la reanudación de clases de modo presencial todas las escuelas deberían haber tomado las medidas para evitar contagios, como son el hecho de colocar barreras de plástico o cristal entre cada pupitre o mesabanco, de tal forma que garantice sana distancia o menor contacto posible, pero inclusive, aún con este necesaria medida, nada garantiza que los estudiantes interactúen entre sí antes de ingresar al salón de clases, en los recesos o recreos o al terminar el turno. Considerando que buena parte de la población adulta no muestra en su comportamiento haber realizado un aprendizaje social del covid y retomando que el aprendizaje de los niños proviene en gran parte del comportamiento de sus padres a quienes ven como modelos a imitar, se puede inferir que los niños seguirán el comportamiento de sus padres y no tomarán las debidas precauciones de guardar distancia, usar cubrebocas o usar gel desinfectante. Regresar a clases presenciales implica garantizar que todos los maestros estén vacunados, que exista limpieza en salones y baños de las escuelas, que esté disponible gel bacterial, etc.
La salud de la niñez, juventud y población mexicana y sonorense depende de las decisiones que tomen nuestras autoridades y del comportamiento de los padres de familia, quienes deberán enseñar con el ejemplo a sus hijos las formas de evitar el contagio y tendrán que actuar como sus maestros o instructores en materia de salud corporal y prevención del contagio de covid-19.
Privilegiar la atención a la economía por encima de la salud pública, está teniendo un costo social muy alto porque el número de casos sigue en aumento y esto implica gastos en medicamentos, atención médica y hospitalaria en hospitales que no cuentan con todos los recursos necesarios, sobre todo en aquellos Estados de la República en donde hay cambio de Gobierno porque nos en encontramos en el famoso “Año de Hidalgo”, en el cual, el gobierno saliente saquea los recursos públicos y deja las instituciones sin recursos, sin equipos y sin finanzas para seguir funcionando.
La solución para evitar una tercera ola del covid no se encuentra sólo en las manos de nuestras autoridades, recae también en la población civil, quien debe dar muestras de aprendizaje social y responsabilidad ciudadana, siguiendo las indicaciones que nos permiten evitar ser contagiados del covid-19: salir sólo si es necesario, evitar recibir o realizar visitas de familiares o amigos, usar cubrebocas cuando salgamos, guardar sana distancia colocándonos en las marcas pintadas en el piso de los comercios que visitemos, usar gel antibacterial constantemente, al regresar a casa quitarse la ropa al ingresar al domicilio y colocarla en la lavadora y ducharse antes de tocar nada.
Quizá para algunas personas esto suene exagerado, pero nunca algo es exagerado si nos ayuda a cuidar nuestra salud y conservar nuestra vida y lo que está pasando en el mundo entero es que varios países que habían levantado las restricciones (por decirlo de otra forma, que pusieron el semáforo sanitario en color verde), el día de hoy están retrocediendo alarmados por el aumento de casos de covid que se están registrando a una velocidad mayor a la que se observó en los primeros meses de la pandemia. Demostremos que hemos aprendido de esta pandemia que lo más importante es nuestra salud, la salud de nuestros familiares, vecinos, amigos y compañeros de trabajo. Recordemos que el comportamiento individual tiene un impacto sobre las demás personas y lo que hagan los demás tiene un impacto sobre nuestra salud personal.
Momentos antes de publicar este artículo me llega la información de que en México hay 24 variantes del covid de acuerdo a la organización panamericana de salud (14 de julio de 2,021) y siguen en aumento en todas las entidades de la república mexicana los contagios y en este momento, los jóvenes son quienes encabezan las hospitalizaciones y se observa un aumento en el número de contagios.
Japón anunció que los Juegos Olímpicos se disputarán sin público en los estadios por las nuevas restricciones
Japón declara estado de emergencia por covid
Sonora será sede el campeonato mundial de beisbol sub23
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