follow me

sábado, 10 de febrero de 2024

 

¿Sobrevivirá la democracia al totalitarismo contemporáneo?

Oscar Yescas Domínguez

10 de febrero de 2024


Introducción

El impacto de la desaparición de la URSS

Surgimiento del neototalitarismo disfrazado de neoliberalismo

La muerte de la igualdad y la justicia social

La necesidad de impulsar un cambio social

Conclusiones


Introducción

Al analizar la historia de la humanidad podremos identificar la presencia de grandes cambios sociales que fueron impulsados por el surgimiento de varios movimientos colectivos que lograron transformar las condiciones políticas, económicas y sociales del momento histórico en el cual surgieron. Destacan de manera especial aquellos cambios sociales que fueron originados por el accionar de movimientos colectivos que lograron evolucionar hasta convertirse en revoluciones sociales que usaron la violencia como parte de las estrategias para lograr un cambio social.

Dentro de estas revoluciones podemos mencionar a la guerra de independencia de Estados Unidos (19 de abril de 1775-03 de septiembre de 1983), la revolución de francesa (5 de mayo 1789-09 de noviembre de 1989), la revolución mexicana (20 de noviembre de 1910-05 de febrero de 1917), revolución rusa (08 de marzo de 1917-16 de junio de 1923), revolución cubana (26 de julio de 1953-01 de enero de 1959), la revolución popular sandinista en Nicaragua (julio de 1979 a febrero de 1980), etc.

La geopolítica mundial cambió después de que cada una de estas revoluciones sociales tomaran el poder, no sólo porque surgieron nuevas naciones, nuevas formas de gobierno que lograron autonomía y soberanía nacional, sino también porque obtuvieron grandes logros sociales que cambiaron las condiciones de vida de sus habitantes y sirvieron de ejemplo para poblaciones de otros países al dejar como legado un aprendizaje social sobre diferentes formas de conducir las luchas sociales.

Pero no todos los grandes cambios sociales registrados en la historia mundial han sido producto de revoluciones armadas, porque podemos observar a diversos movimientos colectivos que enfrentaron de manera pacifica la represión violenta de aparatos represivos del Estado, resistieron hasta conquistar una serie de derechos laborales, civiles, sexuales y sociales.

Un ejemplo de ello es el movimiento obrero organizado internacional que surgió en el contexto del surgimiento de una sociedad industrial que apoyaba su crecimiento en la explotación laboral, por lo que los trabajadores se vieron en la necesidad de organizarse para lograr cambios que garantizaran el bienestar de los trabajadores a través de la conquista de mejoras salariales, de prestaciones sociales, la reducción de la jornada de trabajo y lucharon de tal forma que lograron incluir sus demandas como derechos laborales consagrados en las constituciones de varios países.

La lucha de los trabajadores organizados en sindicatos planteó de nuevo el tema de la lucha por la democracia social en una sociedad en la que después de la segunda guerra mundial se observó la existencia de una oleada de autoritarismo que se generalizó en el mundo entero, por lo que la exigencia de obediencia a la figura de autoridad formaba parte de la cultura de aquella época como elemento integrante de los valores que fomentaban las instituciones que formaban parte de la sociedad: familia, escuela, iglesia, gobierno, etc.

En ese contexto de autoritarismo generalizado, en la segunda mitad de la década de los 50´s surgió una contracultura juvenil que se mostró como la expresión de una rebeldía generacional de los jóvenes en contra del autoritarismo de los adultos y del destino que les estaba siendo asignado de seguir el sueño americano de conseguir trabajo, tener familia y trabajar hasta envejecer. La película “rebelde sin causa” protagonizada por James Dean reflejó la existencia de una división generacional porque su exhibición encantó a miles de jóvenes y escandalizó a miles de adultos.

La explosión del rock and roll dio un nuevo impulso a la rebeldía generacional al incluir la autenticidad en la expresión de sentimientos, emociones e ideas progresistas de libertad, paz, amor y democracia, que en aquel contexto se consideraron como contenidos revolucionarios porque cuestionaban el autoritarismo predominante y ejercían la crítica social, por lo que los adultos rechazaron, condenaron y prohibieron este tipo de música, sin éxito alguno, porque la resistencia juvenil se mantuvo usando la premisa “el rock llegó para quedarse” y se convirtió en la música preferida para esta nueva generación de “rebeldes sin causa” (1).

En la década de los 60´s y 70´s, junto a la expansión de la música de rock surgieron varios movimientos colectivos, dentro de los cuales se puede mencionar al movimiento feminista que luchaba por la igualdad social entre hombres y mujeres, el movimiento en contra de la guerra de VietNam, el movimiento en contra del racismo, el movimientos de defensa de los derechos de homosexuales y lesbianas, los movimientos estudiantiles en varios países (Estados Unidos, México, Francia, Checoslovaquia, y otros).

Todos estos movimientos colectivos lucharon de manera pacífica enarbolando diferentes banderas de lucha con demandas particulares, pero todos ellos coincidieron en que una parte central de sus movilizaciones era una resistencia y lucha en contra del autoritarismo reinante en aquella época y en consecuencia, la lucha por la democracia fue el principal objetivo que pretendían lograr (2).

El autoritarismo y cerrazón que mostraron los gobiernos de aquella época y la represión policiaca que sufrieron algunos de estos movimientos (sobre todo los movimientos estudiantiles), generó una frustración colectiva y aumentó la inconformidad social de tal forma que en Latinoamérica miles de jóvenes optaron por la vía armada, por lo que surgieron varios agrupamientos de guerrilleros integrados por jóvenes que luchaban por lograr un cambio social donde realmente existiera la libertad, la democracia y la justicia social, pero los cuerpos represivos del Estado lograron sofocar estos intentos de liberación social al detener, torturar, asesinar, violar y desparecer a integrantes de grupos de guerrilleros, activistas sociales, sindicalistas, participantes en movimientos colectivos y simples ciudadanos.

De esta forma, de una manera paralela a la extensión de la ola de rebelión juvenil que se presentó a nivel mundial con movimientos colectivos que luchaban de manera pacífica, se implementó una política de terror en varios países de Latinoamérica con el llamado Plan Cóndor, diseñado por oficiales de inteligencia estadunidense que contempló la capacitación y entrenamiento de oficiales de alto rango de varios países suramericanos para que procedieran a combatir grupos guerrilleros e impulsar golpes de Estado en contra de gobiernos que fueron elegidos de manera democrática y que manejaban políticas consideradas “de izquierda o comunistas”(Bolivia 1971, Chile y Uruguay 1973, Perú 1975, Ecuador, 1976, Argentina 1976, Paraguay 1989, etc.).

Generaciones completas de jóvenes del siglo XXI padecen amnesia histórica por lo que ignoran esta parte de la historia de sus países y la clase en el poder apuesta al olvido y al crecimiento de la ignorancia colectiva, por eso es importante recordar que el pueblo que ignora su historia está condenado a repetirla y debido a las condiciones que se observan en este año en el cual habrá elecciones en 72 países y existe la amenaza de que se consolide el autoritarismo y peor aún de que sea sustituido por el surgimiento de un totalitarismo porque la ultraderecha ha tenido un gran avance en jornadas electorales en varios países.

Por esas razones es necesario mantener viva la memoria y recordar que en el siglo XX se dio una lucha colectiva internacional en la que los diversos movimientos colectivos que surgieron en aquel entonces, coincidieron en manejar como reivindicaciones principales la defensa de la democracia, de la igualdad social y de la justicia social, pero el día de hoy hoy en pleno siglo XXI, surgen nuevos movimientos colectivos y grupos sociales emergentes que se levantan para luchar por estas mismas demandas, por las que miles de personas fallecieron luchando para que formaran parte de nuestra realidad social y que hoy el capitalismo neoliberal nos está eliminando, por lo que podemos decir que en materia de lucha social, estamos involucionando al pelear por algo que ya se había luchado y hoy representan motivo de nuevas luchas sociales: democracia, igualdad y justicia.

El impacto de la desaparición de la URSS

La rebeldía colectiva que protagonizaron en el siglo XX varios movimientos colectivos que lucharon en forma pacífica, logró expandirse hasta rebasar fronteras y atravesar “la cortina de hierro” de la URSS, donde la chispa de rebeldía encontró eco en la resistencia de varios movimientos colectivos que luchaban por un socialismo con rostro humano y no totalitario, por la legalización de varios partidos políticos, el reconocimiento de varios sindicatos, en contra de la participación de la URSS en la guerra de Afganistán, en defensa de la libertad de prensa, por mayores libertades políticas en las distintas repúblicas soviéticas y demandas estudiantiles (recordemos “la primavera de Praga”).

El conocimiento de que fuera de la cortina de hierro, en varias partes del mundo entero se registraban movilizaciones masivas que coincidían en luchar por conquistar la democracia social, mayor libertad, igualdad y justicia social, provocó que al interior de la Unión soviética aumentaran la intensidad de las luchas internas, hasta que lograron que en 1985 Mijail Gorvachov implementara las políticas de Glasnost (transparencia) que intentaba liberalizar el sistema político que concedía mayores libertades a los medios de comunicación para que pudieran ejercer la crítica al gobierno, reconocimiento de nuevos partidos políticos y la Perestroika que consistió en una reestructuración que permitió una descentralización de la economía soviética y la creación de un mercado libre limitado que permitiera la inversión de capitalistas extranjeros.

Estas políticas permitieron una apertura de la libertad de expresión que fue aprovechada por medios de comunicación independientes, políticos disidentes y la población para manifestarse con mayor libertad de tal forma que la demanda de apertura de las fronteras tuvo éxito con la caída del muro de Berlín, porque une enorme multitud atravesó puntos fronterizos entre las dos Alemanias y comenzaron a derrumbar partes del muro de manera espontánea ante la mirada impotente de los cuerpos policiacos que recibieron órdenes de no hacer nada.

Pero la KGV realizó un intento de golpe de Estado en contra de Gorvachov para restablecer el régimen central y autoritario de la URSS el cual fue rechazado, pero que generó temores en los habitantes y dirigentes de algunas repúblicas soviéticas de perder estas reformas de apertura política y comercial, por lo que promovieron acciones de consulta popular que tuvieron como resultado la decisión de separarse de la URSS e independizarse, provocando con estas decisiones la desaparición de la Unión soviética en 1991 cuando los Presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania firmaron el tratado de Belazezha en el que se decretaba la desaparición de la URSS para formar una comunidad de Estados independientes y dando fin a la guerra fría entre Estados Unidos y la URSS.

Con la caída del muro de Berlín y el colapso de la URSS, se provocó un gran impacto económico e ideológico a nivel mundial (3), porque por un lado, se expandió la economía de libre mercado en la mayor parte del mundo invadiendo lo que antes eran repúblicas soviéticas, lo cual permitió el crecimiento y fortalecimiento económico de grandes compañías transnacionales que maximizaron sus beneficios económicos al “conquistar” nuevos mercados y a nombre del libre comercio surgió la globalización que en un principio se presentó como una apertura de las fronteras para permitir el libre tránsito de las mercancías, pero que con el paso del tiempo, al crecer el capital privado se dio lugar al surgimiento de un poder corporativo que logró someter al poder político de cada nación, porque la demanda de “libre tránsito de las mercancías” se transformó en la exigencia de la desregulación del Estado en las economías nacionales para facilitar el comercio internacional y “favorecer al mercado y la economía internacional”, argumentando que el mercado se regularía a sí mismo gracias a la existencia de una “mano invisible” .

Pero por otro lado, la desaparición de la Unión Soviética tuvo un impacto psicosocial negativo porque afectó la moral de varios movimientos que luchaban por la emancipación social en el mundo entero, guiados por ideologías de liberación social, porque el modelo a seguir que representaba la URSS en aquel mundo bipolar desapareció de un día para otro, dejando en la orfandad ideológica a millones de luchadores sociales que se vieron afectados al perder la motivación para seguir luchando por un cambio social, debido a que la propaganda occidental describió la desaparición de la URSS como “un fracaso del socialismo y el triunfo del capitalismo”, manejando la idea de que éste último representa el sistema de organización más alto al que puede llegar la humanidad.

Pero estos mismos medios ocultaron la información relacionada con el hecho de que la llegada del “mundo libre” al territorio que antes conformaba la URSS tuvo un alto costo social y humano, porque el tránsito del socialismo al capitalismo que ocurrió en la década de los noventas en las antiguas repúblicas soviéticas, implicó el surgimiento de una masiva desigualdad social al privatizar productos y servicios que provocó el súbito empobrecimiento masivo de millones de personas, que de un día para otro dejaron de recibir el apoyo que el Estado soviético brindaba a sus ciudadanos a través de subsidios para obtener vivienda, alimentos, empleo, transporte, educación, salud, pensiones, etc., al desaparecer instituciones del gobierno millones de personas perdieron sus trabajos, de la noche a la mañana se vieron en la necesidad de pagar servicios que antes recibían en forma gratuita y al no poder los pagar aumentos estratoféricos en el alquiler fueron desalojados de sus viviendas, por lo que la entrada del “mundo libre” a territorio exsoviético fue la causa principal que provocó la muerte de cuatro millones de personas en tan solo los primeros nueve años después de que desaparición la URSS (4).

Surgimiento del neototalitarismo disfrazado de neoliberalismo

Desde aquella lejana época de la caída del muro de Berlín, surgió el neoliberalismo, que en un principio se presentó como una teoría económica que prometía un crecimiento infinito de la economía y se caracterizó por una tendencia a adelgazar al Estado-Nación, a través de la eliminación de dependencias gubernamentales y la privatización de los servicios públicos que éstas ofrecían, manejando el argumento de que “la iniciativa privada podría mejorar el servicio que el Estado brindaba con bajos niveles de calidad”.

Con estos cambios en la estructura de los Estados-Nación, se afectó su capacidad para garantizar el bienestar social se generó un sufrimiento social y un aumento de miserabilidad en amplias capas de la población, no solo en mayorías marginadas, sino que también afectaron diferentes otras categorías sociales que fueron empujadas a vivir en condiciones de precarieadad y pobreza. Estos cambios sociales pasaron inadvertidos para el grueso de la población, por lo que el intelectual o académico que por su labor identifica esta involución no debe guardar silencio porque el surgimiento de la desigualdad social provoca una serie de violaciones a los derechos humanos y un sufrimiento colectivo que debemos ver con una mirada que nos permita observar “la miseria de los otros” como una miseria también nuestra en la medida que todos pertenecemos a la misma humanidad (5).

Debido al debilitamiento de los movimientos y luchas sociales que se dio durante la década de los noventas, la democracia como estilo de vida dejó de existir, porque el autoritarismo se institucionalizó como forma de gobierno y el significado de la democracia y de la libertad se redujeron a la democracia electoral y a la libertad del voto en procesos que supervisados por autoridades electorales corruptas que tuvieron como consigna avalar varios fraudes electorales, ignorar el financiamiento privado de campañas electorales que comprometían a los candidatos a gobernar a favor del capital privado cuando estuviesen en el poder.

El “fracaso del socialismo” propició el surgimiento de una ola de autoritarismo a nivel internacional que utilizó la democracia representativa para legitimarse, la corrupción se convirtió en un problema estructural por su presencia en todas las instituciones gubernamentales y llegó a consolidarse como estilo de vida y formar parte de la cultura en la vida cotidiana, de tal forma que cualquier ejercicio de democracia participativa en escuelas, universidades, centros laborales o comunidades, llegó a percibirse como intentos de revivir un sistema comunista o socialista totalitario que amenazaba la libertad social lograda en los países de occidente y recibió como respuesta un distanciamiento social, despidos laborales o inclusive represión policiaca.

Cuando alguien lucha por mejoras salariales, pago de horas extra o reducción de la jornada de trabajo se le califica de izquierdista, alborotador o comunista. Lo mismo sucede cuando se defiende la salud pública, la educación pública, el derecho a la jubilación o derechos de las mujeres, aquellos que se atreven a luchar por tales demandas, reciben un tratamiento discriminatorio siendo etiquetados como “alborotadores”, “izquierdistas” o “comunistas”.

Las ideologías de liberación social fueron proscritas y la ideología del autoritarismo promovió comportamientos de conformismo colectivo y obediencia social, protestas sociales intentaron ser criminalizadas, es decir, convertir en delito cualquier forma de protesta, los focos de resistencia grupal y los movimientos de lucha por la democracia fueron ignorados o combatidos, mientras que al mismo tiempo, se avanzaba en la consolidación de una cultura del consumo masivo como fuente de gratificación y con estas acciones surgía una nueva forma de control social que es el resultado de una mezcla de las predicciones de totalitarismo de Orson Wells en su libro 1984 y de Un Mundo Feliz de Aldous Huxley, estamos siendo testigos del surgimiento de un neototalitarismo: el totalitarismo del Mercado (6).

El poder corporativo que gobierna el mundo controlando el poder político, aprendió para reprimir las disidencias o protestas no hay necesidad de usar la violencia, porque reduciendo los niveles y calidad de la educación humana, se logra que los individuos se preocupen mas por sus necesidades materiales y usen cada vez menos la reflexión y el pensamiento, de tal forma que al usar los medios masivos de comunicación para presentar información distorsionada, entretenimiento “borracho” masivo a través de la TV, usando la sexualidad como cebo social, se produce un “efecto anestésico” en millones de personas que prohibirá tomar con seriedad la existencia humana y el consumo se convertirá en el sinónimo de la felicidad humana (7), logrando de esta forma un mejor control social al reducir el acceso a la educación a millones de personas y condenarlas a vivir sumidas en una creciente ignorancia que les impedirá tener sueños de libertad (8).

La democracia que se había conquistado en las universidades al lograr un autogobierno y ejercer la autonomía universitaria, desapareció al ser éstas tomadas por el neoliberalismo (9) y al modificar las leyes universitarias la función social de las universidades cambió, porque dejaron de ser centros de producción del conocimiento científico social y lugares de discusión donde se ejercía la libertad de cátedra y la crítica social para construir una sociedad mejor, para pasar a convertirse en universidades-empresas, creando una estructura administrativa que incluye altos funcionarios que reciben sueldos mayores a los que perciben los académicos de mayor antigüedad y mayor nivel educativo, los Rectores adoptan el papel de Gerentes de una gran empresa y los académicos pasan a ser tratados como trabajadores que tienen como objetivo formar técnicos del saber práctico al servicio del capital privado y las necesidades sociales de las comunidades pierden importancia y atención (10).

Con el surgimiento del totalitarismo del Mercado, la lucha por construir una democracia fue abandonada por millones de personas y el neoliberalismo pudo avanzar logrando un mayor control social al imponerse el poder económico por encima del poder político, debido al avance de la globalización que permitió el fortalecimiento de grandes compañías transnacionales que exigieron “libertad” para comerciar, lo cual implicaba que los Estados-Nación redujeran su participación, control e influencia en la regulación de la economía y el comercio mundial.

El desarrollo tecnológico permitió consolidar el control social al producir masivamente infinidad de nuevos productos como teléfonos celulares, internet, redes sociales, televisión de paga, etc., que no solo mantienen distraída a la población de los grandes problemas sociales que enfrenta en su vida cotidiana, sino que los sume en una profunda ignorancia colectiva (11).

Es el momento de consolidación del “hombre unidimensional” anunciado por Herbert Marcuse (12), cuando el sistema social logra burlar a la población con nuevas formas de control social que contienen los brotes de inconformidad social, porque el ser humano globalizado que se percibe a sí mismo como ser autorrealizado al actuar como sujeto consumidor, sin darse cuenta de que es el producto de un proceso de aculturación global, en la cual ciudadanos de diferentes países, muy lejanos entre sí, buscan tener las mismas apariencias, ven las mismas series de televisión y películas, consumen las mismas marcas de prendas de vestir, eligen los mismos alimentos y presentan comportamientos similares: conformismo social, individualismo extremo, insensibilidad a los problemas sociales, ignorancia colectiva, ceguera moral, etc.

Todos ellos actúan de la misma forma porque han sido moldeados para convertirse en mercados de consumidores que con sus comportamientos de compra contribuyen a lograr un equilibrio entre una producción masiva y un consumo masivo, sin percatarse del daño que provocan al medio ambiente, a su economía y a su salud física y mental.

De esta forma podemos ver que alrededor del mundo, amplias masas de la población de diferentes países presenta los mismos comportamientos: un conformismo generalizado, una indiferencia hacia la política, una gran insensibilidad social, ceguera moral colectiva, guían sus comportamientos en base a una ideología individualista, carecen de valores humanísticos, padecen una ignorancia colectiva, comparten una obsesión de acumular dinero para seguir consumiendo, pagar deudas o buscar “una buena vida” cuyo ideal es el consumismo permanente y la idea de luchar por un cambio social en el que se enarbolen como banderas de lucha la democracia, la libertad y la justicia social, está alejada de las mentes de una amplia población mundial.

De la misma forma que en la Edad Media la religión llegó a ser la moral que regía la vida social y fue el elemento central de la cultura de la sociedad de aquellos tiempos, en la modernidad el consumo se ha convertido en un nuevo mito tribal que contribuye a un equilibrio social al consolidar el comportamiento del consumidor como la principal forma de establecer relaciones sociales y es la actividad social en la que se basa nuestro sistema económico y cultura, porque cada sociedad promueve una cultura que le permite formar al individuo que le garantiza su existencia y en nuestros tiempos el individuo consumidor es el individuo socialmente necesario.

Las conquistas de la ciencia y tecnología han hecho posible la contención de la protesta social en la medida que contribuyen a mantener a la población en una realidad virtual ignorando las contradicciones sociales en las que viven. Diversos estudios antropológicos han demostrado que cada sociedad promueve una cultura que le permite formar al tipo de individuo que necesita para existir y en nuestra sociedad contemporánea el sujeto social que necesita la sociedad para mantener el equilibrio entre producción masiva y consumo masivo es el homo consumens.

El neoliberalismo promueve una nueva forma oculta de totalitarismo disfrazada de libertad que se autolegitima en una sociedad pacificada por una ideología que pregona las libertades económicas, los derechos humanos y y disidencias políticas inocuas. Es un nuevo tipo de control social que ha llegado a un nivel de refinamiento que hasta los mismos investigadores sociales y académicos universitarios aceptan contribuir a su institucionalización, al descontextualizar la educación, al omitir el uso de la crítica social en el aula de clases. Al establecer un vínculo de dependencia de los alumnos con el maestro y al usar una pedagogía autoritaria, que permite la reproducción de un proceso de socialización que tiene como finalidad formar ciudadanos acríticos, técnicos del saber práctico que asumirán actitudes de obediencia a la figura de autoridad, estarán al servicio del capital privado e ignorarán las necesidades sociales para privilegiar sus intereses personales.

La muerte de la igualdad y la justicia social

Con la globalización y el surgimiento del neoliberalismo se abrió una gran brecha social que separa a una pequeña cifra de la humanidad (menos del 1%) que acapara la mayor parte de la riqueza social, de una inmensa mayoría de la población que hoy enfrenta incertidumbre económica y vive en una constante precarización, que vive al día y se le dificulta llegar a fin de mes con suficientes alimentos o dinero para los gastos, sus vidas se han convertido en un castigo similar al mito de Sísifo porque una mayoría de trabajadores laboran largas jornadas de trabajo, percibiendo bajos sueldos y carecen de prestaciones sociales, mientras que otro amplio sector de la sociedad vive en condiciones de desempleados, viven del empleo informal, son campesinos sin tierra ni educación y millones de personas viven en condiciones de pobreza, marginación y padecen un sufrimiento colectivo (13).

El neoliberalismo acabó con la igualdad social al dividir a la sociedad en sujetos consumidores y consumidores defectuosos. Otorga facilidades de crédito para endeudar a la población y mantenerlos esclavizados por un determinismo económico, obligando a trabajar más para pagar sus deudas, por lo que el endeudamiento es una de las características principales en tiempos de neoliberalismo. Al convertir al ciudadano moderno en sujeto consumidor y tratar como consumidor defectuoso a quienes no tienen la capacidad económica para pagar el costo de alimentos, bienes o servicios que necesita para sobrevivir, el neoliberalismo les da un trato de subhumanos y es objeto de una violencia económica que degenera en un verdadero genocidio económico al dejar morir a quienes no tienen dinero para usar como intercambio para adquirir productos y servicios.

Como resultado del crecimiento de la desigualdad social, se presentan constantes agresiones a los derechos humanos, laborales y sexuales de los trabajadores y de la población en general, por lo que surgen varios casos de injusticia social, los cuales son ignorados porque la corrupción impulsada por el neoliberalismo ha crecido tanto que se ha convertido en un problema estructural que invade las instituciones del Estado y las instituciones responsables de la procuración de justicia no son la excepción, porque sus representantes (Jueces y magistrados), participan directamente en actos de corrupción al impedir que la justicia sea para todos, al aplicarla en forma selectiva para apoyar servir a los intereses del capital privado.

Debemos tomar en cuenta que el bienestar social depende del reparto equitativo de los recursos de una sociedad, sobre todo de los recursos públicos porque provienen del pago de impuestos de la ciudadanía que forma parte de la sociedad y quienes forman parte del Estado, son servidores públicos que deberían actuar como tales en sus funciones cotidianas. Pero la triste realidad es que la corrupción imperante en las instituciones gubernamentales ha provocado que la mayor parte del presupuesto público se destine al pago de la nómina dejando un porcentaje reducido al gasto operativo de las instituciones afectando la calidad del servicio que ofrecen a la población.

La justicia y la igualdad social forman parte importante del bienestar social y son los componentes fundamentales para construir una sociedad democrática, pero sólo puede hablarse de la existencia del bienestar social cuando las necesidades personales y necesidades colectivas son atendidas y desde el momento que la desigualdad social aumenta en perjuicio de las mayorías, se afecta el bienestar social y se afecta la justicia social porque sólo puede decirse que ésta ultima existe sólo cuando se da una justa distribución de cargas, recursos y poderes en la sociedad.

La existencia de justicia social implica la existencia de un equilibrio entre las necesidades individuales y colectivas, el acceso a oportunidades de obtener méritos en condiciones de igualdad, algo que no existe en nuestra realidad social porque lo que se observa en nuestra sociedad es la existencia de grandes sectores sociales que están marginados de los recursos públicos por la corrupción que impera en las dependencias gubernamentales.

Los responsables de impartir justicia avalan esta marginación porque ellos mismos se benefician de la desigualdad social al percibir sueldos amorales y privilegios inaceptables mes tras mes, sueldos tan escandalosos que en el caso de México quintuplican el sueldo que percibe el Presidente de la república, lo cual los convierte en los individuos que perciben los sueldos más altos en el mundo laboral, sus fortunas se incrementan con dinero que proviene de recursos públicos que en lugar de atender las necesidades sociales, enriquecen a quienes tienen la responsabilidad de garantizar la existencia de un Estado de Derecho y deberían hacer cumplir la ley y garantizar la aplicación de la justicia sin excepción alguna.

La necesidad de impulsar un cambio social

La acumulación de capital en manos cada vez más reducidas en número, implica un aumento de la miseria económica y social de amplias mayorías de la población mundial, porque son privadas de los medios para subsistir (alimentos, medicinas, atención médica, etc.), tratadas como subhumanos y se les “deja morir” porque son “consumidores defectuosos” en la economía de libre mercado. Todo esto es producto de la desigualdad social y este escenario social nos plantea la necesidad de impulsar un cambio social, un cambio de consciencia, de política y de cultura.

Parte del éxito del neoliberalismo es que creó una falsa percepción social de ausencia de alternativas de cambio social, nos hizo creer que ante el fin del socialismo soviético y la caída de muro de Berlín sólo quedaba la opción del capitalismo, por lo que el conformismo se generalizó, pero lo que estamos viviendo es un mundo inaceptable desde el punto de vista de la ética, porque es totalmente inaceptable desde una perspectiva moral el que exista un sufrimiento colectivo mientras que unos cuantos concentren la mayor cantidad de riqueza de una manera que sólo puede calificarse como un robo. La exigencia del poder corporativo de impedir la regulación de la economía y comercio en cada Estado-Nación, es lo que permite que las grandes compañías transnacionales dominen al mundo y jueguen un papel determinante en la política.

Se necesita entonces un cambio social urgente porque nunca había existido tantas razones para levantar la voz de protesta, luchar en defensa de derechos laborales y servicios públicos que están siendo eliminados y privatizados, que en el caso de la salud pública, para el segmento de adultos mayores significa luchar en defensa de sus vidas y la tarea de los científicos sociales es ejercer la crítica de nuestra sociedad de tal forma que brindemos esperanza a aquellos que viven con incertidumbre, temor y miedo en su presente y para los cuales no existe un futuro.

Pero lo que se observa es que las luchas de resistencia a las políticas neoliberales se muestran fragmentadas, divididas y enfrentan a una dominación articulada con fuertes vínculos globales entre el poder corporativo y el poder político. En este contexto que exige un cambio social, “una forma de hacerlo es empezar con una revolución de las consciencias individuales, una revolución psicosocial que nos permita cambiar la forma de pensar, sentir y actuar que hemos hecho hasta el momento. Es decir, para garantizar el cambio social necesitamos cambiar nuestra ideología individual por una ideología social debemos empezar por cambios individuales, empezando por una revolución de las consciencias (14).

La revolución de nuestras consciencias nos permitirá desarrollar una consciencia social que nos permitirá abrir los ojos y darnos cuenta que no es normal que existan ricos y pobres, que no es natural que los políticos se hagan millonarios con los recursos públicos que genera la población con el pago de los impuestos, que es inaceptable la corrupción que estamo viendo hoy en las dependencias del gobierno en sus tres niveles (federal, estatal y municipal), que no podemos quedarnos más tiempo mirando en forma pasiva la violación de nuestros derechos más elementales.

En el siglo XX surgieron movimientos colectivos que buscaron un cambio social y lucharon para conquistar derechos laborales, sociales y sexuales. En este siglo XXI, estamos viendo un despertar social de varios sectores que se resisten al empobrecimiento al que los condena el neoliberalismo con la complicidad de quienes gobiernan.

Al igual que en el siglo XX, la lucha es pacífica, pero los nuevos movimientos colectivos que surgen con espontaneidad gracias a las redes sociales, se enfrentan a la cerrazón y autoritarismo de quienes detentan el poder usando la democracia representativa fundamentada en la corrupción de legisladores. La vía armada está descartada, sólo queda la alternativa de construir una democracia participativa, empezando desde abajo a crear nuevas organizaciones sociales que realmente sean representativas de los intereses de la ciudadanía.

Un ejemplo de grupos social emergente, se encuentra en los pensionados y jubilados que se han organizado y luchan en defensa de su salud y sus pensiones, por lo que a diferencia del siglo XX, en nuestros tiempos, los protagonistas del cambio no son los jóvenes, son los adultos y principalmente los adultos mayores. Aquellos que en su juventud lucharon para conquistar derechos, en su vejez se ven obligados a salir y luchar para recuperar derechos arrebatados (salud pública) y defender los derechos que pretenden arrebatarles (pensiones) y se encuentran experimentando un Deja Vu al salir y tomar las calles asumiendo una identidad de sujetos políticos como lo hicieron décadas atrás y hoy salen a luchar en contra del autoritarismo gobernante levantando las mismas demandas de lucha de hace 50 años: democracia, igualdad y justicia.

Los trabajadores organizados en sindicatos se verán obligados a superar la crisis de liderazgo en la que se encuentran y proceder a democratizar el funcionamiento de sus sindicatos, tal y como lo dicen los trabajadores argentinos en la lucha que están librando en contra del gobierno ultraderechista de Javier Milei: “con los dirigentes a la cabeza del movimiento o con la cabeza de los dirigentes al frente del movimiento. Es una lucha a largo plazo, que requiere motivación, compromiso y claridad política.

Conclusiones

En pleno siglo XXI las luchas por la democracia, la igualdad y la justicia social continúan generando nuevos movimientos colectivos y la lucha por la democracia adquiere un carácter especial en este año porque se realizarán elecciones en 72 países (Estados Unidos, Rusia, México, Unión Europea, etc.) en un momento histórico caracterizado por la agudización de la crisis económica y política global. Iniciamos el año con la continuación de las guerras en Ucrania y Palestina, la amenaza de expansión de las mismas en nuevos escenarios geográficos (Líbano, Siria, Irán, Yemen) aumenta la incertidumbre sobre el porvenir de la humanidad y crece el temor de una guerra mundial en la que no habrá vencedores y la humanidad saldrá perdiendo.

En este contexto adquiere importancia la pregunta formulada por el sociólogo francés Alan Touraine ¿Podemos vivir juntos? (15), consumimos los mismos productos, presentamos los mismos comportamientos como consumidores, compartimos en forma universal la cultura del consumo y en las grandes ciudades existe un multiculturalismo, pero a la vez vemos crecer una xenofobia, racismo, intolerancia que divide a los habitantes de las ciudades que ven con malos ojos a los migrantes y muestran simpatía con partidos políticos de derecha y ultraderecha.

El Estado-Nación que surgió para defender el bienestar social y hacer prevalecer el Estado de Derecho que garantice la justicia social, sufre el ataque del poder corporativo que le obliga a internacionalizar su economía y adelgazar su estructura desapareciendo instituciones para privatizar servicios públicos, afectando derechos laborales y sociales provocando un incremento en la inconformidad social. Si no se construye una resistencia en forma organizada, colectiva y unida, existe el riego de ser testigos y partícipes de una guerra civil mundial.

La coyuntura electoral en varios países adquiere singular importancia porque representa la oportunidad de que el electorado pueda dar un giro a la forma como se está conduciendo el mundo, pero en las condiciones actuales este giro puede ser hacia la derecha o hacia la izquierda y el ejemplo de Argentina donde ganó la ultraderecha es de gran relevancia porque quien está detrás de Javier Milei es el poder corporativo que se dispone a destruir el Estado argentino, eliminar leyes que protegían a la población de forma autoritaria y entregar la patria y sus recursos al capital privado internacional (16).

El mundo entero debe ver en Argentina un espejo de lo que será su futuro este año si permite que los partidos de derecha y ultraderecha conquisten el poder. En Argentina está sucediendo lo que anticipó el filósofo griego Cornelius Castoriadis a finales del siglo pasado: “en el mundo hay una confrontación de dos poderosas fuerzas, una conformada por el capital privado que toma la forma de grandes compañías transnacionales que pretenden saquear los recursos de las naciones y por otro lado, se encuentra un colectivo de movimientos sociales integrados por trabajadores organizados, campesinos sin tierra, grupos feministas, pensionados y jubilados, ciudadanos que sufren los ajustes económicos aumentando la precariedad en sus condiciones de vida” (17).

En este contexto es importante participar en las contiendas electorales que tendrán lugar este año, porque en elecciones realizadas en algunos países en fechas recientes, se ha observado un avance de la ultraderecha, que está aprovechando el clima de inconformidad social creada por la crisis económica, crisis política de partidos y crisis de credibilidad de los profesionales que han hecho de la política su forma de vida. La derecha usa a su favor la ignorancia colectiva, el rechazo popular a los partidos políticos y se presenta como una opción nueva y diferente ante el electorado.

Pero no debemos confundir la lucha por un cambio social, con la lucha electoral, porque la lucha electoral es sólo una parte de una lucha social que realizan miles de personas que participan en diversos movimientos colectivos buscando la transformación del sistema social en que estamos viviendo. Es parte de una lucha colectiva que tiene como punto de partida la construcción de un empoderamiento individual y colectivo para lograr un fortalecimiento comunitario que nos permita enfrentar la crisis del sistema social en el que estamos viviendo.

La lucha electoral es parte de un proceso permanente y continuo de construcción de la democracia social y no representa en sí la existencia de una democracia, el problema es que durante décadas hemos sido engañados al decirnos que vivíamos en gobiernos democráticos y el argumento principal para convencernos era que se nos permitía elegir a nuestros gobernantes, pero que ¿pasa después de las elecciones? En el contexto de la democracia representativa, después de las elecciones quienes acceden a puestos de elección popular le dan la espalda a quienes votaron por ellos y pasan a gobernar a favor de los intereses del capital privado y a favor de su beneficio personal.

La democracia representativa responde a los intereses del neoliberalismo en la medida de que la toma de decisiones relevantes se da al interior de pequeños grupos que actúan como representantes populares, pero la mayoría de las veces los intereses de la población se ven afectados por estas decisiones que tienden a beneficiar a intereses particulares ya que la democracia representativa no defiende a la población. Este tipo de democracia ha demostrado su fracaso como forma de gobierno porque en realidad no representa a la población y se encuentra en su etapa final de su vida. En su lugar debe construirse una democracia participativa en la que los integrantes de las comunidades sociales vean como algo necesario la participación en política para encontrar la solución a sus problemas.

La democracia en su sentido original significa un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. El remedo de democracia en el que hemos vivido se limita a una democracia electoral en la que la población sólo tiene participación política a través de un voto electoral y después regresa al ámbito de lo privado y deja a los políticos “hacer su trabajo”. La democracia puede ser definida como un conjunto de garantías contra el ascenso o el mantenimiento en el poder de dirigentes contrarios a una mayoría, implica un reconocimiento y aceptación del otro..un régimen es más democrático cuanto una mayor cantidad de personas participa directa o indirectamente en la toma de decisiones" (18).

Debemos tomar como punto de partida que la primera forma de democracia se construyó en la Grecia antigua y coincidió con el nacimiento de la Filosofía porque al instaurar la democracia se plantea de manera explícita la cuestión del origen y fundamento de la Ley y se abre un espacio público para la libre expresión de las ideas y pensamientos de los ciudadanos. Antes de los griegos las sociedades estaban instituidas con el pensamiento que decía: “nuestra visión del mundo es la única que tiene sentido y que es verdadera, todas las demás son extrañas, perversas y desleales”.

El fanatismo político, religioso y político nos está regresando a tiempos pasados y alejando de la civilización basada en una democracia social que debería representar a la sociedad moderna. Si partimos de la premisa de que hubo civilizaciones anteriores a la nuestra, podría esperarse que nuestro conocimiento y comprensión de sociedades anteriores, debería permitirnos utilizar los conocimientos heredados para coexistir en forma pacífica. Pero lo que se observa en el mundo actual es todo lo contrario.

La experiencia de la democracia griega inspiró las revoluciones francesas, norteamericanas, mexicana y rusa, porque buscaban consolidar la democracia como forma de gobierno y estilo de vida. La búsqueda de la democracia como forma de gobierno es lo que motivó el surgimiento de diversos movimientos sociales que lucharon en el siglo pasado y hoy en pleno siglo XXI, los mismos ideales siguen provocando el surgimiento de nuevos movimientos colectivos que luchan en contra del autoritarismo de los dirigentes de las grandes potencias que gobiernan a favor del poder corporativo, destinando grandes cantidades del presupuesto público para la industria militar, ignorando las necesidades sociales, provocando un malestar social y un sufrimiento colectivo.

En estos momentos en los que el neoliberalismo promueve la desaparición del Estado-Nación y exige la ausencia de regulación estatal en el comercio internacional, se puede afirmar que la raíz de todos nuestros males se encuentra en el neoliberalismo capitalista porque nos mantiene bajo una triple opresión: capitalismo, colonialismo y patriarcado. Ante el fortalecimiento del control social que ha logrado el poder corporativo al reducir la condición humana a homo consumens y la injerencia del capital privado en procesos electorales cabe la pregunta que se presenta como título de estas reflexiones personales: “sobrevivirá la democracia al totalitarismo contemporáneo?”.

De nosotros depende la respuesta a esta pregunta, recordemos que como seres humanos tenemos historicidad, es decir, tenemos capacidad para cambiar el rumbo de la historia y la situación actual nos exige asumirnos como sujetos globales para reconocer que los problemas personales que estamos padeciendo tienen causas globales y éstas pueden resumirse a la eliminación de derechos laborales, humanos y sociales provocada por la dictadura del mercado que tiende a funcionar como un totalitarismo.

La experiencia argentina (19) nos muestra que debemos seguir un camino contrario al que ellos siguieron, privilegiaron la vía electoral para lograr un cambio social y ante el autoritarismo que está mostrando Javier Milei al intentar eliminar derechos laborales y sociales para entregar la patria argentina al capital privado extranjero, se están viendo en la necesidad de organizarse desde abajo, realizando asambleas vecinales, en centros de trabajo y movilizándose para impedir la aplicación de leyes que elimina sus derechos.

En el contexto de una sociedad en crisis que genera múltiples problemas sociales que afectan a las comunidades menos protegidas, representa un craso error alejarse de la política porque eso es lo que permite que lleguen al poder personajes de bajo coeficiente intelectual que son impulsados por las fuerzas oscuras del capital para que una vez que estén en el poder, puedan manipularlo a su antojo para garantizar la maximización de sus beneficios económicos (18).

La manera de construir la democracia social es asumirnos como sujetos políticos para aumentar nuestra participación en política como hombres y mujeres libres guiando nuestro comportamiento en base a un pensamiento autónomo, lo cual nos permitirá combatir el autoritarismo de los gobernantes, ayudará a luchar contra la imposición de un pensamiento único al desarrollar las capacidades para que los individuos puedan creer en sí mismos, que se vean a sí mismos como sujetos históricos que reconocen su historicidad, su potencial para implementar cambios sociales.

Para construir una sociedad realmente democrática, necesitamos construir una democracia participativa en la que los ciudadanos participen en política desde el principio, es decir, desde el interior de sus comunidades, realizando reuniones vecinales, comunitarias, en las que participen en un proceso de discusión colectiva en el cual analicen su situación social, identifiquen los problemas más relevantes y construyan conjuntamente estrategias para enfrentar los problemas previamente detectados.

La democracia implica tener la capacidad de ejercer la crítica social y es lo que permite distinguir a un individuo libre, con pensamiento autónomo, de un individuo que se limita a seguir las instrucciones que provienen desde arriba sin cuestionarlas, actuando con conformismo, aún cuando es evidente que se están vulnerando sus derechos sociales.

En una democracia el pueblo tiene el derecho de proponer cualquier cosa ante sus representantes, es el pueblo quien dicta la ley y construyendo la democracia social es como rescataremos el Estado de bienestar social de la voracidad del capital privado y en consecuencia nos protegeremos a nosotros mismos.

1.- La maldición de Rebelde sin causa: las prematuras muertes de James Dean, Natalie Wood y Sal Mineo

https://www.infobae.com/teleshow/2022/09/30/a-67-anos-de-la-muerte-de-james-dean-las-tragedias-de-rebelde-sin-causa-y-el-grito-de-una-generacion/#:~:text=De%20su%20escueta%20filmograf%C3%ADa%2C%20Rebelde,cuando%20solo%20ten%C3%ADa%2024%20a%C3%B1os.

2.- En defensa de una educación pública y una educación emancipadora

Yescas, Oscar. https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/en-defensa-de-la-universidad-publica-y.html

3.- A 29 años de la caida del muro de Berlín

Yescas, Oscar. https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/11/a-29-anos-de-la-caida-delmuro-de-berlin.html

4.- Los campos de exterminio de la desigualdad

Therborn, Goran. Fondode Cutura Económica. México, D.F. 2016

5.- La miseria de los otros. Bourdieu, Pierre.

6.- El Mercado como arma de destrucción masiva

Yescas, Oscar. https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/03/el-mercado-como-arma-de-destruccion.htm

7.-La obsolescencia del hombre. Anders, Gunter

8.- Educación vs. Control social

Yescas, Oscar. https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/06/educacion-vs.html

9.- El neoliberalismo y su impacto en las universidades públicas

Yescas, Oscar: https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/10/elneoliberalismo-y-su-impacto-en-las.html

10.- Universidad empresa o universidad pública?

Yescas, Oscar. https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/07/universidad-empresa-o-universidad.html

11.- La sociedad de la ignorancia. Yescas, Oscar. https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/09/latransformacion-social-desde-una.html

12.- El hombre unidimensional

Marcuse, Herbert. Editorial Seix Barral. Barcelona, 1968

13.- El castigo de Sísifo en la modernidad. Yescas, Oscar. https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/11/elcastigo-de-sisifo-en-la-posmodernidad.html

13.- Reflexiones sobre la libertad en el siglo XXI.

Yescas, Oscar. https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/reflexiones-sobre-libertad-en-la.html

14.- La revolución de las consciencias

Yescas, Oscar: https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/06/la-revolucion-de-las-consciencias-oscar.html

15.- ¿Podemos vivir juntos. Touraine, Alan.FCE, México, 2011

16.- Argentina: la ultraderecha como el verdadwro peligro social. Yescas, Oscar

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/12/argentina-la-ultraderecha-como-el.html

17.- Los dominios del hombre. Castoriadis, Cornelius. Ed. Gedisa, Barcelona, 2005

18.- ¿Qué es la democracia? Touraine, Alan

Fondo de Cultura Económica, México 2022

19.- De la antipolítica a la reconstrucción de la política. Yescas, Oscar.

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/12/de-la-antipolitica-la-reconstruccion-de.html



1 comentario:

  1. Julio. juliolomeli5107@gmail.com21 de febrero de 2024, 11:43

    Buen día Oscar, veo con agrado que hiciste tu tarea amigo, pero dime realmente sobrevivirá la democracia o continuará el autoritario como un trampolín para la dictadura, comunismo o socialismo... Tu que piensas.

    ResponderEliminar

coloca tu nombre y correo electronico antes de comentar gracias