El neoliberalismo y su impacto en las universidades públicas
(La muerte de la democracia en la Universidad de Sonora con la implementación de la Ley 4)
Oscar Yescas Domínguez
05 de octubre de 2,020
Introducción
Antecedentes de la Ley 103 de la Universidad de Sonora
El neoliberalismo y su impacto en las universidades públicas
El asalto neoliberal a la Universidad de Sonora
La vida universitaria bajo la Ley 4 en la Unison
Conclusiones
Intoducción
Vivimos tiempos de transformación social a una velocidad sin precedentes, la mayoría de los cambios sociales se presentan de forma imprevista, sin aviso alguno generando un ambiente de incertidumbre social, algunos de estos cambios son conquistados a través de la participación social lo cual nos da esperanza y confianza en nuestra condición de sujetos históricos que podemos cambiar la historia si actuamos unidos en forma colectiva y organizada luchando en contra de la injusticia y en defensa de derechos humanos.
Pero aún así sentimos que algo está pasando pero no tenemos una claridad completa sobre lo que está ocurriendo, cuando buscamos respuestas investigando en ciencias sociales encontramos que diversos autores provenientes de diferentes disciplinas sociales coinciden en un planteamiento sobre el mundo en el que nos encontramos: vivimos un momento de la historia en la cual la humanidad se está dividiendo en dos grupos sociales.
Por un lado se encuentra el sector ubicado en la cúspide de la riqueza global, aquel grupo del cual hablaba Gregorio Castoriadis en 1997 y que representaba al 3% de la humanidad y que hoy en el 2,020 representa al 1% de la población mundial que concentra la mayor cantidad de la riqueza social producida. Vivimos en una plutonomía, es decir, una sociedad en la que la mayor parte de la riqueza es controlada por una minoría, una sociedad en la que el crecimiento económico depende de las fortunas de una minoría adinerada.
Por otro lado, está el resto de la población que se dirige a una inevitable precarización de sus vidas, constituyen el reemplazo del proletariado, es el llamado precariado que aumenta en número creciente en la medida que aumenta la desigualdad social. La llamada clase media tiende a desaparecer, la ideología de la movilidad social, aquel discurso que nos hicieron creer que trabajando duro ascenderíamos a un mejor nivel de vida, está mostrando su falsedad.
Quien nace pobre difícilmente se hará rico porque por más esfuerzo que invierta en su vida laboral, los trabajadores de hoy se encuentran en estado de indefensión, enfrentan la inseguridad laboral al haberse eliminado la estabilidad laboral, al recibir bajos sueldos y al eliminarse prestaciones laborales como la jubilación, el derecho a la salud, etc. El precariado afecta también a quien tiene estudios de Doctorado y el desempleo continúa aumentando por la implementación de políticas neoliberales que buscan privatizar los servicios públicos y debilitar al estado que antes proporcionaba el bienestar social.
El primer grupo representado por el poder corporativo, conduce al mundo a una inevitable autodestrucción al priorizar los beneficios económicos por encima del cuidado del medio ambiente y de la salud de la población. A la explotación laboral se suma la explotación desmedida de los recursos naturales, la manipulación masiva para garantizar un consumo masivo que permita mantener el equilibrio entre producción masiva de artículos y productos y consumo masivo de los mismos. Son los responsables de la contaminación ambiental, de la producción de miles de toneladas de basura que contaminan mares, ríos y lagos provocando una grave crisis ecológica que amenaza a nuestro planeta con colapsar y acabar con la vida de la naturaleza y la especie humana. En los últimos años han desaparecido cientos de especies de animales por consumo humano o por cacería humana.
El segundo grupo, presenta resistencia ante la continua violación de derechos humanos, laborales, sociales y sexuales, pero hasta el momento esta resistencia se ha dado como un “mar de fueguitos”, es decir, con luchas aisladas por sectores sin tomar en cuenta que los problemas particulares que enfrenta cada sector están intervinculados y son causados por los integrantes del primer grupo que intentan mantener el control social para seguir disfrutando de esta desigualdad social que sólo beneficia a unos cuantos.
Los diversos movimientos colectivos que luchan por causas particulares (defensa del derecho de jubilación, defensa del medio ambiente, lucha contra la impunidad e injusticia social, movimientos feministas, etc.) deben terminar con la dispersión de esfuerzos y unirse en un solo frente que permita construir un poder popular que enfrente al poder corporativo.
Escribir y publicar este artículo estaba en el baúl de mis tareas pendientes, al publicarlo siento que cumplo con un compromiso personal porque fui testigo y partícipe de los acontecimientos que aquí se describen. De entrada quiero hacer la aclaración de que no soy historiador, soy psicólogo de profesión, psicólogo social para ser más preciso. Sin embargo, para redactar este artículo tuve que asumir el rol de historiador, la información que aquí comparto la obtuve de fuentes hemerográficas principalmente, periódicos y revistas de esa época que tuve el cuidado guardar durante todos estos años y que mantuve en buen resguardo y utilizando el método de la investigación-acción, debido a que fui testigo y partícipe directo (a veces demasiado directo) de los acontecimientos que aquí se describen.
Precisamente por esto último intentaré mantener la objetividad hasta donde es posible hacerlo en el campo de las ciencias sociales, retomando la premisa de que el primer paso para alcanzar la objetividad en las ciencias sociales es precisamente reconocer que no hay objetividad al 100% en este campo ya que nos estudiamos a nosotros mismos. Mi opinión personal es que la educación hoy en día no es tomada en cuenta como tal, se limita su función social a mantener un papel determinante para lograr mantener el ritmo de producción de bienes y servicios, pero ha perdido valor su percepción como instrumento de liberación social, una función social cada vez más necesaria en una sociedad con gran desigualdad social. Para lograrlo es necesario reconocer que la educación ha perdido su significado original en la medida de que la crítica social está ausente en la mayoría de los planes de estudio de las universidades y se confunde aprendizaje con memorización, educación con adiestramiento.
Las universidades públicas como centros de producción de conocimientos científicos, lugares donde existe la autonomía universitaria y la libertad de cátedra están perdiendo su existencia y se están tornando en universidades al servicio de las empresas. La educación pública que tiene como eje central la crítica social está dejando de existir para convertirse en adiestramiento y adoctrinamiento de las nuevas generaciones en el desarrollo de actitudes de obediencia y apatía social ante los grandes problemas sociales que enfrentan nuestras comunidades. El neoliberalismo ha tomado por asalto a las universidades y debemos luchar por recuperar la democracia perdida en ellas para estar en condiciones de contribuir en la construcción de una verdadera democracia en nuestra sociedad contemporánea, formando profesionistas que asuman una identidad de agentes de cambio social y colaboren en el combate a la desigualdad social, generando un empoderamiento individual y colectivo que permita conformar un poder popular que defienda al Estado del bienestar social del embate que sufre por parte del poder corporativo.
Antecedentes de la Ley 103 de la Universidad de Sonora
Mi relación con la Universidad de Sonora va mucho más allá de los 33 años que laboré como profesor investigador en el Departamento de Psicología y Comunicación, de donde obtuve mi estatus como profesor universitario jubilado. De hecho se remonta más allá de una década desde mi ingreso como profesor en 1985 y se remonta a 1972 cuando ingresé como estudiante de la Preparatoria de la Universidad de Sonora.
Fui parte de aquella generación que vivenciamos nuestra juventud como estudiantes universitarios en la década de los setentas, una década plena de convulsiones sociales en la cual se continuó aquella cauda de cambios sociales iniciada en la década de los sesentas con las protestas en contra de la guerra de Vietnam, el movimiento hippie, la universalización de la música de rock, el movimiento de liberación femenina, la lucha contra el racismo en estados unidos, etc. Aquella juventud que se formó en la lucha por cambiar el sistema social, enfrentando el autoritarismo de aquella época y expresando nuestra rebeldía con el uso de pantalones de mezclilla y camiseta como uniforme, el uso del cabello largo en los hombres, falda corta y pantalón por parte de las mujeres. De una manera romántica iniciamos una revolución cultural y llegamos al punto de soñar que podíamos tomar el poder con tan sólo el poder de nuestra imaginación.
Jóvenes ingenuos que nos rebelamos al autoritarismo en nuestras familias, escuelas y trabajos sin saber que no estábamos solos, que en realidad éramos millones de jóvenes en el mundo entero que desde el interior de las universidades públicas cuestionamos los métodos de enseñanza, el autoritarismo de los profesores y de quienes dirigían nuestras escuelas y universidades. No lo sabíamos en aquel entonces pero había un fundamento teórico en nuestros movimientos de protesta y que se basaban en los descubrimientos del grupo como objeto de estudio de Elton Mayo y sus experimentos en la Western Electric Company y en el descubrimiento de la dinámica de grupos y los estudios de liderazgo realizados por Kurt Lewin en los Laboratorios Nacionales de Entrenamiento en Estados Unidos.
Aquellos millones de jóvenes que nos movilizamos continuando las movilizaciones masivas del mayo frances de 1968, el 2 de octubre del mismo año, la primavera de Praga en Checoslovaquia y la represión del movimiento estudiantil en la Universidad de Ohio que dejó 4 muertos, sólo queríamos ser escuchados y participar en el proceso de toma de decisiones relevantes, dejar atrás el autoritarismo y construir nuestro propio futuro. Aquellos jóvenes preparatorianos dimos una lucha para lograr el cogobierno en la vida universitaria que incluyó marchas masivas por las calles de la capital de Sonora, toma del campus de la Unison de manera frecuente donde hacíamos guardia día y noche mientras leíamos y discutíamos libros de Filosofía, Psicología, Sociología y noticias internacionales.
Esta lucha finalmente dio como resultado la aprobación de la Ley 103 para la Universidad de Sonora que modificó su estructura al crear como órgano supremo un Consejo Universitario el cual estaba integrado por representantes de los maestros, trabajadores y estudiantes. Lamentablemente, el triunfo de la juventud estudiantil tuvo un gran costo al imponerse por decreto la desaparición de la preparatoria de la oferta educativa de la Universidad de Sonora.
La figura del Rector bajo la nueva ley estaba supeditada al Consejo universitario y la comunidad universitaria elegía al Rector en base al sistema de votación secreta directa y universal, es decir, el voto de un estudiante tenía el mismo valor que el voto de los maestros y de los trabajadores. La democracia se había conquistado en la Universidad de Sonora y la comunidad universitaria la disfrutó por cerca de 20 años. Cuando regresé a Sonora en 1985 y gané mi plaza de profesor-investigador a través de concurso de oposición, todavía estaba vigente la Ley 103, trabajar bajo esa Ley no era tan difícil, sólo era cuestión de tener vocación para la docencia y la investigación, ejercer la libertad de cátedra y entregarse a realizar un trabajo que proporcionaba enriquecimiento personal y desarrollo profesional.
La estructura universitaria no era muy compleja porque el aparato burocrático no era muy complicado y los académicos de mayor antiguedad y mejor nivel educativo ganaban un sueldo mayor que el personal administrativo, por lo que ser maestro representaba ser una figura de autoridad moral, prestigio social y buenos ingresos económicos, que podían aumentar en la medida que mostráramos productividad y desarrollo profesional para ascender de la categoría de asociado a titular. La Universidad de Sonora funcionaba en base a un modelo de organización cuya estructura horizontal contemplaba la participación de maestros, trabajadores y estudiantes en la toma de decisiones relevantes para su funcionamiento, especialmente en lo referente a la decisión de los cargos de poder dentro de la Universidad. La meritocracia era el motor de su funcionamiento, quienes aspiraban a ocupar una plaza de tiempo completo como profesor-investigador, debían atravesar por un examen de oposición en el cual debían demostrar conocimientos, habilidades y experiencia en la plaza a la que aspiraban.
El neoliberalismo y su impacto en las universidades públicas
Las luchas realizadas en la década de los setentas por diferentes grupos sociales (contra la guerra de Vietnam, contra la segregación racial, por los derechos de la mujer, por los derechos de homosexuales y lesbianas, por la democracia en las universidades, etc.), fueron el punto de partida de una creciente politización de la población en casi todo el mundo. La década de los setentas se le conoce como “la época de líos”, cuando la gente se estaba politizando, reconociendo viejos derechos que desconocía tener y decidieron luchar para conquistar nuevos derechos sumándose a diversos movimientos colectivos.
Estas luchas por la democracia, por la libertad y en contra del autoritarismo se extendieron en varios países de manera simultánea y lograron atravesar la cortina de hierro para llegar a la población de países que integraban la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), cuyos habitantes se sumaron a un movimiento mundial que demandaba mayor democracia, menos autoritarismo, ejercicio de la libertad de expresión y mayor participación social. En 1985 en la URSS existía un vacío político y una crisis del modelo soviético que funcionaba en base a una centralización del poder e ignoraba una realidad económica y social internacional que presionaba por una liberación de los mercados como forma de distribución eficiente de los recursos. Mijail Gorbachov impulsó reformas para cambiar el pensamiento político y colocar a la URSS dentro de la economía y política global.
Estas reformas incluían restaurar el modelo productivo (perestroika) y aplicar políticas de transparencia en el manejo de la infomación (Glasnost). Para lograr legitimidad social la glasnost incluyó una mayor libertad individual, libertad de expresión y de religión que incluyó mayor libertad de prensa y contribuyó a la liberación de presos políticos del régimen anterior a Gorbachov. La población soviética comenzó a vislumbrar el significado de una economía de libre mercado, los beneficios de una democracia y la nueva percepción social deslegitimó el autoritarismo de Partido comunista y del ejército soviético. El desastre de Chernobyl en abril de 1986 sólo contribuyó a revelar al mundo entero la incapacidad del gobierno soviético para enfrentar los problemas internos y externos, por lo que la población salió a las calles a exigir mayor democracia y libertad.
Las masivas protestas en contra del gobierno de la República Democrática de Alemania, germinaron la idea de libertad del pueblo alemán y se concentraron en las proximidades del muro de Berlín y puntos de acceso en ese entonces restringidos y lograron tal intensidad que provocaron la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 , lo cual impulsó de manera decisiva cambios ideológicos, económicos y políticos no sólo de una Alemania reunificada, sino que también repercutió en otros países europeos, principalmente en la URSS porque simbolizó el fin de la Unión soviética.
La libertad de expresión y mayor democracia que permitió Gorbachov permitió el surgimiento de voces que demandaban la independencia de varias repúblicas de la URSS. Lituania fue la primera en declararse independiente y lo logró en 1991 y después le siguió Ucrania votando por su independencia, le siguió Bielorrusia, creando la unión de Estados independientes otras repúblicas soviéticas siguieron su ejemplo. El 21 de diciembre de 1991 ocho repúblicas más se declaraban independientes y la navidad de ese año Gorbachov presentó su renuncia y con ella la URSS después de 69 años de existencia desapareció.
Lo que es importante destacar es que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas desapareció por votaciones democráticas de los habitantes de los países que la integraban. La ola de democracia que navegó por el mundo entero atravesó la cortina de hierro y acabó con la estructura de la URSS. Con la desaparición de la URSS cambió la geopolítica a nivel internacional y empezó la construcción de un nuevo mundo de orden internacional basado en una economía internacional de libre mercado que promovió como forma de vida el modelo empresarial, en aquellos momentos nadie tenía idea de cómo cambiaría el mundo después de ese acontecimiento que significó una marca en la historia de la humanidad.
Al surgir la globalización como una apertura de las fronteras y la eliminación de aranceles para la libre circulación de mercancías, se extendió la economía de libre mercado promoviendo el modelo de libre empresa en todo el mundo. El neoliberalismo empezaba a construirse como un nuevo imperio, tomando forma de una nueva dictadura, la dictadura del Dios Mercado y junto con ella emergió la sombra del autoritarismo que amenazó y logró la muerte de la democracia en varios países e instituciones que funcionaban con un sistema democrático.
La presión de los movimientos colectivos que luchaban por la democracia lograron obtener la atención del Estado a las necesidades colectivas, lo cual no fue bien visto por el sector empresarial porque se afectaba a los intereses privados de la oligarquía. La participación en política, la apertura a la democracia se concibió como excesos por parte del poder corporativo que empezó a crear estrategias para frenar esa democracia. Como las universidades públicas fueron el origen principal de los movimientos contestatarios la atención se centró en ellas. Desde una perspectiva empresarial las universidades no estaban cumpliendo su función de adoctrinar a los jóvenes para su futura adaptación en el ambiente laboral. ¿Qué tendría que hacerse para lograr adoctrinar a los jóvenes para que volvieran a ser pasivos y regresar a un estado de apatía? El poder corporativo tomó la decisión de terminar con la raíz de las luchas que reivindicaban la democracia y como las raíces de la rebelión juvenil se encontraban en el interior de las universidades públicas,éstas se convirtieron en el blanco del nuevo proyecto económico-politico que bajo el disfraz de la globalización universalizó la implementación de políticas neoliberales. Aquellas universidades que se caracterizaban por su autonomía universitaria, por ser centros donde se ejercía la crítica social y por su vinculación con las comunidades, fueron las primeras en enfrentar un cambio forzado para lograr la implementación de un nuevo modelo educativo que transformara su estructura y cultura para terminar con su democracia interna y las convirtiera en centros de educación al servicio de las grandes empresas, que formaban parte de un nuevo poder en surgimiento: el Poder corporativo.
El asalto neoliberal a la Universidad de Sonora
En el caso de México, la Universidad de Sonora fue elegida por los representantes del poder económico y político para forzar su transformación de una universidad democrática vinculada con la comunidad social de la cual formaba parte, enfocada a formar cuadros de profesionistas que contribuyeran a la solución de los grandes problemas sociales que afectaban a la sociedad sonorense, a una nueva universidad que funcionara como empresa donde la crítica social estuviese ausente, donde la autonomía dejase de existir y en la cual la educación se reduciría al adoctrinamiento ideológico y técnico caracterizado por una actitud de obediencia y adaptación al nuevo sistema social.
El asalto neoliberal a las universidades las convierten en empresas y la intervención en las universidades forma parte de la implementación de políticas neoliberales similares con el resto de la población. En otras palabras se buscaba terminar con la democracia interna de la que disfrutaba la comunidad universitaria gracias a la autonomía de la cual disfrutaba como Universidad pública, para lograr que los profesores, trabajadores y estudiantes fueran transformados en individuos dóciles, obedientes y el control de esta universidad recayese en unas cuantas manos.
Para lograr estos objetivos se realizó un verdadero complot, una auténtica conspiración en la que participaron fuerzas de diferente índole: funcionarios de la banca privada, funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad, Funcionarios de Teléfonos de México, Diputados del Congreso local, funcionarios universitarios y el propio Gobernador del Estado de Sonora Manlio Fabio Beltrones Rivera quien fue el cerebro de la operación “muerte a la democracia en la Unison”.
Cuando Manlio Fabio Beltrones tomó posesión como Gobernador del Estado el 18 de octubre de 1991, en su discurso se comprometió a reformar la ley universitaria de la Universidad de Sonora. No tardó mucho en iniciar una operación destinada a terminar con la autonomía y democracia universitaria bajo el pretexto de terminar con el caos imperante al interior de la Universidad de Sonora, porque el 30 de octubre de ese año Banamex demanda a la Universidad de Sonora por el pago de un adeudo y proceden a embargar los subsidios de esta casa de estudios. El 4 de noviembre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) corta la energía eléctrica en el campus universitario por 24 horas. Posteriormente Telmex se suma a la ofensiva y deja sin comunicación telefónica a nuestra máxima casa de estudios por un espacio de 48 horas. Todo esto comenzó a generar un clima de inestabilidad interna en la Unison.
Pero el pretexto ideal para intervenir en la Universidad de Sonora, se lo dio a Beltrones Ignacio Campa asesor de la Universidad de Sonora cuando éste presentó ante el Congreso del Estado una denuncia por malos manejos de dinero en la Unison. Al siguiente día con una celeridad sorprendente brigadas de auditores estatales se presentaron en el edificio principal para auditar las finanzas de la Unison. No pudieron hacer mucho porque centenares de estudiantes, maestros y trabajadores les impidieron realizar su labor y los expulsaron fuera de la universidad. Al otro día pasó lo mismo, es decir se presentaron los auditores del gobierno pero nuevamente un numero mayor de universitarios que ya los esperaba, les impidió el acceso al campus universitario.
Ante el rechazo de los universitarios al intento de auditoría gubernamental, el Gobierno del estado amenaza congelar el subsidio universitario y con esto logra que el Consejo Universitario se reúna y decida aceptar la realización de una auditoría de las finanzas universitarias, una decisión que provocó el enojo de miles de estudiantes que salen a protestar por las calles de la capital sonorense denunciando una violación de la autonomía universitaria por parte del Gobierno del estado encabezado por Manlio Favio Beltrones Rivera, solicitan la renuncia del Rector Marco Antonio Valencia Arvizu, la liberación del subsidio de la unison y respeto a la autonomía universitaria.
Al siguiente día, a instancia de Beltrones 5 partidos PRI (Héctor Cáñez Vázquez, Jesús Enríquez Burgos, Virgilio Ríos Aguilera, Adriana Aceves Pacho, Daniel Iruretagoyena y Gregorio Alvarado), PAN (Javier Castelo Parada, Alma Vucovich, Jesús Larios Ibarra), PPS (Candelario Núñez Zazueta, PARM (Rafael Acosta Arvizu), PFCRN (Bárbara Gutiérrez), presentaron al Congreso del Estado un proyecto de nueva Ley universitaria que “da un vuelco total a la estructura administrativa de la Unison, al considerar la creación de nuevos órganos de gobiernos internos que involucran a la población civil directamente en la conducción universitaria. Se estaba presentando el proyecto en el Congreso cuando ya en un salón adjunto se estaba acondicionando para realizar una consulta pública “para analizar la ley orgánica de la Universidad de Sonora”.
Los principales argumentos de este proyecto de modificación era que se buscaba fortalecer a la Unison, ponerla por encima de maniobras que pretendan manipularla política y económicamente. También se adujo que se pretendía balancear las estructuras de decisiones, evitar los núcleos de poder casi soberanos y sin control que se han enraizado en la institución y encaminarla a la excelencia académica. También se argumentó que en la Universidad de Sonora existía exceso de personal y se mencionaba que casi existía un trabajador por cada maestro. Recordemos que en aquel entonces la Universidad de Sonora tenia 15,000 estudiantes, 1,800 trabajadores (académicos, 1,500 empleados administrativos, manuales y de confianza).
La nueva ley elimina el concepto tradicional de escuela universitaria y da paso a la formación de 4 troncos o divisiones académicas básicas hacia las cuales el estudiante irá a tomar las asignaturas correspondientes a su especialidad. De ahí proviene el nombre de Ley cuatro.
Desaparece el Consejo Universitario y se crea la Junta universitaria como máximo órgano de gobierno integrada por 15 personas “para evitar el estancamiento academico-administrativo que provoca el excesivo asambleismo como ocurria en anterior Consejo Universitrio. Una aberración de la nueva ley consistió en que contempla que se puede pertenecer a la Junta Universitaria sin haber pertenecido o pertenecer a la comunidad universitaria (es decir, se puede participar en la conducción del gobierno de la Unison sin ser estudiante, trabajador o maestro de la misma). El argumento para crear esta Junta universitaria con personal externo a la Unison, fue que era necesario que la sociedad civil se incorporase en la conducción del destino de la institución educativa.
Al recibir a una comisión de universitarios representativa de un contingente numeroso que se manifestaba frente al congreso local, los diputados locales prometieron a los universitarios no aprobar ninguna ley orgánica para la Universidad de Sonora hasta no escuchar las propuestas de esa comunidad. (La Jornada 14/nov91).
El 15 de noviembre marchan 10,000 universitarios por las calles de Hermosillo gritando consignas tales como “Beltrones entiende la Uni no se vende”, participaron en ella todos los sectores de esa casa de estudios. (La Jornada 15/nov/91).
Al instalarse el Congreso del Estado para analizar y en su caso aprobar el proyecto de nueva Ley universitaria, los manifestantes se declararon en plantón permanente reclamando al congreso su derecho a ser escuchados los integrantes del STAUS, STEUS, 18 unidades académicas, centros de investigación y el Consejo Universitario.
Durante estas manifestaciones de protesta “miles de universitarios que rodearon el edificio del Congreso coreaban el himno de la Universidad de Sonora. Levantando el puño izquierdo en alto al mismo tiempo que levantaban una enorme bandera con el escudo de esa institución. El presidente de la 53 legislatura, el diputado Candelario Nuñez Zazueta recibió la petición de los universitarios de que sean escuchados los sindicatos, la nueva coordinación estudiantil CEUS y el resto de la comunidad universitaria.(La Jornada 15/nov/91).
Alfonso Cruz Secretario General del STAUS expreso que “lo que se pretende con la nueva ley es crear un monstruo burocrático que puede ser la principal traba para el desarrollo universitario”. Todo esto no importó a los diputados de la 53 legislatura que obedeciendo como lacayos al emperador en turno, Manlio Fabio Beltrones aprobaron el cambio del ley universitaria, eliminando la Ley 103 y aprobando a entrada en vigor de la Ley 4.
El 20 de noviembre de 1991, se dio la tercera marcha universitaria con mas de 5,000 manifestantes, desde la Universidad de Sonora hasta palacio legislativo. Los universitarios se incorporaron al desfile conmemorativo de la revolución mexicana pasando frente a Beltrones que lo presenciaba en el palco de honor. Cientos de universitarios desfilaron con actitud desafiante y reclamo, con vestimenta de color negro, portando una cinta adhesiva en la boca y cargando un ataúd azabache con la inscripción “autonomía” y el nombre del Rector Marco Antonio Valencia Arvizu en los costados. Al llegar frente a Beltrones hicieron un alto, se voltearon de frente a el, levantaron el puño izquierdo manteniéndolo en alto un largo minuto y sin decir palabra continuaron su recorrido. (La Jornada 21/nov/91).
El 26 de noviembre apareció publicado en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado la nueva Ley orgánica de la Universidad de Sonora, con lo cual entró en vigor ya que en el articulo primero de los artículos transitorios de esa ley establece que entrará en vigor el día de su publicación en el Boletín Oficial. Según reveló un vocero oficial del Gobierno del Estado el boletín correspondiente salió publicado el día anterior, pero no fue distribuido pues no había la intención de darlo a conocer ese mismo día, cuando los universitarios se encontraban en plantón de protesta frente a Palacio de Gobierno. (El Imparcial 27/nov/91). De esta forma las reuniones que realice el Consejo Universitario desconocido por la nueva ley y los acuerdos que de ellas emanen serán legalmente inválidos.
Acerca de las manifestaciones universitarias, Jorge Valencia Juillerat presidente del Centro Empresarial del Norte de Sonora, descartó que los miles de jóvenes que marcharon ayer por las calles de Hermosillo, lo hagan por posición ideológica. “Los estudiantes se inclinan por dejarse arrastrar por este tipo de protestas, afirmo, tras argumentar que muchos de ellos tomaron la marcha como distracción” (El Imparcial 27/nov/91).
Mientras tanto, el Consejo Universitario designó como rector interino al maestro Héctor Segura Ramos, quien funge a la vez como dirigente del PRD municipal. Ignacio Campa Asesor Jurídico de la Universidad de Sonora vuelve a atacar sacando un desplegado en el Imparcial (27/nov/91) afirmando que carece de validez el acuerdo de “un grupo de amigos” con ideas afines e intereses comunes que se hacen llamar Consejeros Universitarios, ya que violan la totalidad de leyes y reglamentos vigentes. Cuestiona la ausencia de Valencia Arvizu en esa reunión de amigos y termina diciendo “las reuniones electivas de amigos para la elección de autoridades son contrarias al espíritu democrático característico de nuestra institución.
Ante esa situación el Comité Estudiantil de la Universidad de Sonora (CEUS) en asamblea general decidió tomar las instalaciones de la universidad el 25 de noviembre teniendo como objetivo fundamental la defensa de la autonomía universitaria y evitar la instrumentación en los hechos de la antidemocrática e inconstitucional nueva ley orgánica. Por tales motivos cerraron las puertas de la institución hasta que se conceda el amparo que suspenda los efectos de la nueva ley organica.
Como respuesta (La Jornada 27/nov/91)Beltrones afirmó que “no habrá escudo que pueda repeler los legítimos intentos de la comunidad sonorense por alcanzar la excelencia académica en la institución”. Mientras que por su parte la Procuraduría General de Justicia local advirtió que podría girar ordenes de aprehensión contra alrededor de 40 “agitadores profesionales” que participan en el movimiento estudiantil contra la nueva ley universitaria. “Ya están plenamente identificados, por lo que no permitiremos que alteren e orden social y actuaremos con todo el rigor de la ley”, precisó Wenceslao Cota Montoya. Cabe mencionar que Cota Montoya es uno de los actuales beneficiados por el Isssteson que cobra por concepto de jubilación una cantidad mayor a los $100,000 pesos mensuales. Mientras a miles de derechohabientes se les niega el derecho a la jubilación argumentando que no hay dinero suficiente.
La Unison en su totalidad siguió controlada por el Comité estudiantil (CEUS), cuya bandera junto a la del Consejo Universitario pende de los balcones del edificio de Rectoría. No se permitió el acceso a vehículos, aunque las clases siguieron en su normalidad. Por su lado, Marco Antonio Valencia Arvizu, ratificado por el congreso local como Rector en el marco de la nueva ley y desconocido por los miles de estudiantes integrantes del CEUS, anunció nuevas designaciones en su grupo de colaboradores. Jaime Valverde como contralor en la Unison, en Tesorería a Yolanda Soto, en Planeación a Fabián Galindo y en Recursos Humanos a Alejandro Salinas. En Servicios escolares a María Dolores Rocha, como Secretario administrativo a Hilda Benítez (otra beneficiada actualmente por el Isssteson cobrando una jubilación de mas de $100,000 pesos mensuales) y como Secretario Académico nombró a Rubén Flores.
El periódico El Imparcial justifica en su editorial (27/nov) que el máximo órgano de gobierno (La Junta Directiva) incluya a nueve miembros (de un total de 14) que no pertenecen a la comunidad universitaria, pues crea el puente institucional indispensable que para que la universidad se mantenga estrechamente vinculada a la comunidad. “Esta falta de nexo institucional con a comunidad ha sido precisamente uno de los principales factores que permitieron la formación de cacicazgos dentro del alma Mater y la condujeron al estado de semianarquía en la que ha venido a caer, con el consiguiente deterioro del ámbito universitario”. Por su parte una comisión de universitarios realizó un estudio donde comprobó que la nueva ley cuadruplica la burocracia, ya que solo en el área administrativa prevé plazas para 282 funcionarios, mientras que antes eran requeridos 68. en ese sector la ampliación presupuestaria iría de 1,067 millones a 5 mil 943 millones de pesos anuales. (La Jornada 28/nov).
La Jornada 29/nov)1: Se amparan contra la aplicación de la nueva ley para la Universidad de Sonora y posibles acciones judiciales, maestros estudiantes y trabajadores de esta institución tramitan amparos ante la justicia federal en el quinto día de toma y plantón estudiantil en las instalaciones universitarias en protesta por supuestas violaciones a la autonomía y al articulo tercero constitucional.
Los sindicatos universitarios y el Comité estudiantil de la Unison (CEUS ) han recibido advertencias del director jurídico del gobierno del estado, Rolando Tavares y del procurador Wenceslao Cota de que “podría usarse la fuerza publica” en la casa de estudios. A pesar de que los estudiantes mantienen el control del edificio de rectoría, desde donde el lunes iniciaron un plantón permanente y colocaron enormes banderas con el escudo de la institución, los empleados administrativos entregaron la documentación de nominas para pagar salarios a mas de 3 mil empleados universitarios. El CEUS permitió la entrada de vehículos al campo universitario y se impidió que se paralicen las labores administrativas y académicas. Mientras tanto, prevalecía la confusión, pues el rector Marco Antonio Valencia Arvizu alejado de sus oficinas en la Unison, despachaba fuera de ella. Mientras que el maestro Héctor Segura, designado rector por el Consejo Universitario legal antes de que se aprobara la ley, permanece en rectoría sin ejercer ninguna función ejecutiva.
A cinco días de haberse aprobado la nueva ley, el Congreso del estado designó hoy a la Junta Directiva, que será el máximo órgano de gobierno en la Unison. Entre sus miembros esta el director del diario El Nacional José Carreño Carreón (quien radica en el DF), los exrectores Federico Sotelo Ortiz y Moisés Canale Rodríguez (excandidato panista a la gubernatura de Sonora en los pasados comicios). El medico Porfirio Estrada, Manuel Puebla Peralta, Salvador Ortiz Pérez, Roberto Arizmendi Rodríguez y Manuel Ortega. Del personal académico de la institución se nombro a Gilberto Gutiérrez Quiroz (exlider estatal del PRI), Manuel Martínez Montaño, Marcelino Barbosa, Antonio Jáuregui y Zarina Estrada.
La Jornada 3/dic/91: El congreso local aprobó una iniciativa de ley del Gobernador Beltrones en el sentido de declarar 1992 “Año de la Universidad de Sonora”. En tanto que estudiantes que protestan contra la nueva ley mantienen tomado por octavo día consecutivo el edificio principal de la Unison y, según el mandatario estatal podrían ser desalojados “si el rector Marco Antonio Valencia lo solicita”. Este día también se formó el Frente Estatal en Defensa de la Universidad de Sonora cuyo objetivo será participar abiertamente en las manifestaciones de protesta del comité estudiantil de la Unison (CEUS). Dicho frente lo integran los sindicatos de Antropología e Historia de Sonora, de trabajadores de Telmex, del Instituto Tecnológico de Sonora, de la Coordinadora Estatal del Movimiento Urbano Popular (CEMU), la Unión de Usuarios, la UGOCP, el PRD, además de los gremios sindicales universitarios STAUS y STEUS.
La opinión del lunes 16 al domingo 22 de diciembre de 1991:Los estudiantes de la Universidad de Sonora se volvieron a manifestar en contra de la Ley 4 de la maxima casa de estudios. Estudiantes de varias escuelas de la universidad se lanzaron a las calle Rosales y a las escalinatas el Museo de la Universidad de Sonora para impedir que la Junta Universitaria , máxima autoridad con la nueva Ley 4 tomara posesión la tarde del pasado viernes 13. Los estudiantes en masa rodearon el edificio del museo, impidiendo el paso de toda persona al teatro Emiliana de Zubeldia. Por ese motivo, los integrantes de la Junta Universitaria nunca llegaron a ese lugar, posteriormente la Dirección de Comunicación social del Gobierno del Estado informó que la toma de protesta de la Junta se realizaría en el auditorio de la Sociedad Sonorense de Historia. En las escalinatas del Museo 5 estudiantes de la Unison se mantuvieron en huelga de hambre, encabezada por Juan Jose Leon, presidente del CEUS.
La Jornada 7/ene/92: El Comité Estudiantil de la Universidad de Sonora y el gobierno estatal llegaron a un acuerdo definitivo sobre las condiciones del debate televisado para discutir del 13 al 18 temas relacionados con la institución. El debate se realizará sin publico en las instalaciones del canal oficial Telemax. El CEUS mantiene “tomadas” las oficinas de rectoria de la Unison desde hace mes y medio, en rechazo a la nueva ley orgánica universitaria cuatro y en demanda de la destitución del rector Marco Antonio Valencia Arvizu.
La Jornada 18/ene/92 Juan Jose Leon del CEUS afirmó que “la ley caerá tarde o temprano” como lo muestran más de ocho mil firmas de universitarios, que son “la mejor prueba de rechazo a la imposición del gobierno en la Unison”. El CEUS insistió en que no cederán ante la Ley 4 reiniciarán la lucha y no saldrán de rectoría, de la que continúan posesionados desde hace casi dos meses. Por su lado el gobierno de Sonora afirmó que no estaría dispuesto a realizar un referéndum sobre la nueva ley para la Universidad de Sonora.
La Jornada 23/ene/92 El juez primero de distrito Otoniel Gomez Ayala, negó hoy la suspensión definitiva de la aplicación de la ley 4 para la Universidad de Sonora, la cual fue solicitada en el amparo contra dicha legislación interpuesto por mas de 8 mil universitarios el 17 de diciembre pasado. El juez federal señalo que los criterios de la resolución se basaron en que está ante hechos consumados, por lo que suspender los efectos de dicha ley “causaría un perjuicio de interés social”
La Jornada 18/feb/92 Despues de mas de tres meses de no ingresar a la Universidad de Sonora, el rector Marco Antonio Valencia realizó un recorrido por la institucion, excepto la de rectoria que todavía permanece ocupada por miembros del CEUS, desde el 25 de noviembre pasado en protesta por la imposición y aplicación de la Ley 4 universitaria.
(El Imparcial 10 de abril 1992) El Rector Marco Antonio Valencia Arvizu intenta ingresar al edificio de Rectoría acompañado de decenas de agentes de la policía judicial, agentes de gobernación vestidos de civil y policías preventivos, pero fueron rechazados por grupos de estudiantes, trabajadores y maestros generando un enfrentamiento que dejó como saldo 11 detenidos. El Gobierno del Estado cita a una reunión de negociación en Palacio de Gobierno, al no llegar a un acuerdo deciden interrumpir la reunión y al salir de Palacio frente a las cámaras de la prensa estatal y nacional fueron detenidos los cinco universitarios que conformaban la Comisión negociadora: Juan José León, Iván Barrios, Ernesto Pineda miembros del Ceus y los maestros universitarios Armando Moreno Soto y Jose Angel Valenzuela. Unidades policiacas hicieron recorridos por fuera del campus universitario durante toda la noche. El temor de un desalojo masivo recorrió por el interior de los pasillos universitarios, el miedo a una experiencia desconocida se podía sentir en el aire.
(La Jornada 11 de abril de 1992) Una nueva Comisión del CEUS integrada por mujeres llega a un acuerdo de desalojar las instalaciones de la Universidad de Sonora a cambio de la liberación de los detenidos y la cancelación de 40 órdenes de aprehensión pendientes, alto a la represión contra universitarios, realización de un plebiscito para decidir si renuncia Marco Antonio Valencia. Al salir de prisión Armando Moreno Soto presentando ojos morados y heridas en cejas declaró que fueron amarrados de pies y manos y permitieron el ingreso a su celda de otros internos que los golpearon durante toda la noche. Al ingresar a las instalaciones del edificio de Rectoría y encontrar las puertas cerradas, las autoridades ordenan abrir un boquete en una de las paredes para ingresar a las oficinas. Con este acuerdo termina la toma del edificio de Rectoría por parte de los estudiantes que inició el 25 de noviembre de 1991 y la infamia se consuma al imponer por medio de la fuerza una Ley orgánica que elimina el derecho a elecciones democráticas de las autoridades universitarias por parte de la comunidad universitaria.
La vida universitaria bajo la Ley 4 en la Unison
En un momento histórico en el cual los habitantes de los países de Europa del Este que formaban parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), realizaban elecciones libres y democráticas para tomar la decisión de declararse como países independientes y abandonar la URSS y el autoritario Estado soviético les permitió realizar este ejercicio de democracia aún cuando esto que significaba su propia muerte, en México, el Gobernador del Estado de Sonora Manlio Favio Beltrones, actuando como dirigente de una delincuencia organizada, asestó un terrible golpe a la Universidad de Sonora, eliminando por decreto una ley que garantizaba el ejercicio de la democracia interna e imponía con el uso de la fuerza policiaca la Ley 4 conocida como la “Ley Beltrones”, que modificó la estructura universitaria, incrementó la cantidad de empleados administrativos, condenó a la precariedad a centenares de profesores de horas sueltas y eliminó la democracia en el gobierno universitario al centralizar el poder en una sola persona: el Rector.
Mientras que en el marco de la Ley 103, la estructura organizacional de la Unison era de tipo horizontal, con un liderazgo distribuido y compartido, permitía la participación de estudiantes, trabajadores y académicos en la toma de decisiones relevantes en la vida académica y en el propio funcionamiento de la universidad, la nueva Ley 4 erigió una estructura organizacional de forma piramidal (en un sentido contrario a lo que los estudiosos de las organizaciones sugieren en el sentido de crear organizaciones con estructuras horizontales), que excluía la participación de los integrantes de la comunidad universitaria en procesos de toma de decisiones, sobre todo en lo correspondiente a la elección de las autoridades.
os¡ https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/universidad-empresa-o-universidad.html
En un momento de negociación salarial en la que a los trabajadores universitarios se les negaba un aumento del 13% en sus revisiones salariales, con la aprobación de la Ley 4 se incluyó un aumento del 40% en los sueldos sólo al personal administrativo, al mismo tiempo que se observó un incremento inusitado en el número de contrataciones de personal administrativo. En los hechos, la imposición de esta nueva Ley implicó la violación de la autonomía universitaria, la violación del derecho a la gratuidad de la educación porque incluyó la implementación del pago de cuotas por parte de los estudiantes, tanto en sus inscripciones como en cualquier tipo de trámite administrativo que realizaran en el futuro.
Junto a la muerte de la democracia interna en la Unison, la Ley 4 introdujo el culto a la personalidad centrada en la figura del Rector, quien concentró un gran poder de decisión sobre los recursos universitarios y a quien en lo sucesivo deberían dirigirse con el trato de “El señor Rector”. El primer Rector de la nueva Ley 4 fue Jorge Luis Ibarra Mendívil, antiguo activista estudiantil en la década de los setentas, que posteriormente se afilió al PRI (el enemigo contra el cual luchó en su juventud) y consiguió un puesto como “Asesor del Gobernador”, para después pasar a ocupar el cargo de Rector del Colegio de Sonora y de ahí fue llamado a estrenar la Ley 4, papel que desempeñó con prepotencia y menosprecio hacia maestros, trabajadores y estudiantes, mientras facilitaba actos de corrupción durante su desempeño, sobre todo en la compra masiva de equipo de cómputo y siempre mantuvo una gran distancia con los integrantes de la comunidad universitaria, ya que en los años que ocupó el cargo, aplicó una política de puertas cerradas para los universitarios que intentaron ser recibidos por “el señor Rector”.
Fue el primer rector que utilizó la fórmula de la reelección en su cargo contemplada en la Ley 4 y avalada por los integrantes de la Junta universitaria, por lo que estuvo 8 años ocupando el cargo de rector disfrutó de un sueldo superior a los $100,000 pesos mensuales, su salida del cargo de Rector se acompañó de señalamientos de haber acordado recibir una pensión vitalicia con el último sueldo que recibió. Los intentos de confirmar esta información anónima no fructificaron por el alto grado de discreción con el que se manejan las finanzas universitarias, sobre todo en lo relacionado a sueldos de autoridades de primer nivel.
Su ejemplo fue seguido por Pedro Ortega el segundo Rector en el marco de la Ley 4, quien también se caracterizó por un distanciamiento con la comunidad universitaria de la cual provenía como académico y no dudó en utilizar el recurso de la reelección para mantenerse en el cargo por 8 años disfrutando de un jugoso sueldo mensual.
Lo mismo hizo Heriberto Grijalva Monteverde el tercer ocupante del cargo de Rector en el marco de la Ley 4, quien no solamente mantuvo un gran distanciamiento con la comunidad universitaria, sino que se caracterizó por realizar constantes ataques y provocaciones a trabajadores y académicos para obligarlos a irse a la huelga al mantener una actitud de intransigencia ante las demandas de los sindicatos universitarios (STAUS y STEUS). Grijalba Monteverde fue el principal responsable de la paralización de la Universidad de Sonora durante la huelga del STEUS que duró 68 días poque desarrolló una personalidad autoritaria que rayaba en la megalomanía. Llegó a extremo de crear un cargo nuevo de alto nivel en la estructura universitaria, la Secretaría de finanzas, que asumía funciones propias de la Tesorería Universitaria, sólo para darle este puesto a una mujer cercana a él.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/anatomia-del-poder-en-la-universidad-de.html
Alguien como este personaje no dejaría pasar la oportunidad de reelegirse y siguió el ejemplo de sus antecesores para ocupar la silla de Rector durante 8 años percibiendo un sueldo de $ 130,000.00
El actual Rector de la Universidad de Sonora Enrique Velázquez Contreras, ocupó el cargo de Secretario Académico durante los 8 años que estuvo Grijalba Monteverde y llegó al cargo entre cuestionamientos de la comunidad universitaria que exigía participar en la elección de la autoridad máxima.
Estos cuestionamientos fueron acallados con simulacros de auscultación en el que se registraron cerca de 70 candidatos para ocupar el cargo de rector, realizados por la Junta Universitaria, quien después de todos estos años de inactividad atraviesa por una crisis de credibilidad porque sus integrantes jamás han tenido contacto con los universitarios, ni siquiera en momentos de crisis como las huelgas impulsadas en el 2,012 por el STAUS y el STEUS en el 2,014.
Algo realmente increíble e inaceptable es el hecho de que en la Universidad de Sonora no existe un Departamento de reclutamiento y selección de personal de nuevo ingreso. Increíble porque se trata de una institución educativa que contempla dentro de su oferta educativa la formación de Psicólogos que adquieren los conocimientos, habilidades y competencias necesarias para realizar un proceso científico de selección de personal. La ausencia de selección científica de personal de nuevo ingreso sólo reafirma el neanderthalismo administrativo con el que se dirige la máxima Casa de estudios en Sonora. https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/por-una-conduccion-cientifica-de.html
Esta inaceptable falla administrativa tiene dos explicaciones, por un lado, para ingresar a laborar a la Universidad de Sonora en puestos manuales o administrativos de bajo nivel, existe un requisito imposible de eludir: ser familiar de algún miembro del Sindicato de Empleados y Trabajadores de la Universidad de Sonora, El Comité Ejecutivo de este sindicato es el que controla el ingreso y considera como una prestación laboral el tener el control del ingreso de nuevo personal. Según palabras de Ismael Arredondo ex Secretario General del STEUS existen en la Universidad de Sonora laborando integrantes de 70 familias quienes son los beneficiados por este requisito para ingresar a laborar a la Unison, generando un “nepotismo universitario”. Se han dado casos de Ingenieros, Administradores y otros profesionistas que ingresan a trabajar a la Unison ocupando puestos de vigilancia, jardineros o de intendencia. ¿Dónde quedó la máxima científica de la Psicología organizacional: “el hombre adecuado en el puesto adecuado”.
La otra razón que permite comprender el porqué de la existencia de esta inaceptable omisión administrativa consiste en el hecho de que las autoridades administrativas se ven favorecidas con la ausencia de procedimientos científicos de selección personal al tener la libertad de contratar a discresión un gran número de personal con nombramiento “de confianza”, aún cuando realicen funciones similares a los integrantes del STEUS, pero reciben un sueldo mayor. Les favorece el hecho de que nadie tiene acceso a las finanzas universitarias y utilizan fondos destinados originalmente a la creación de plazas de tiempo completo para contratar con nombramiento de confianza a personas que desempeñan funciones de auxiliares de servicios, choferes, mensajería etc.
Con la Ley 4 surgió un nuevo personaje dentro de la Universidad de Sonora, “los acadestrativos”, es decir, académicos que abandonaron la docencia e investigación para ocupar los nuevos puestos administrativos ya que éstos incluían el pago de un sueldo complementario a sus funciones. La docencia ya no atraía, el beneficio económico se encontraba en ocupar cargos administrativos.
Con la implementación de la nueva Ley 4 los derechos de los profesores de horas sueltas fueron violados al privarlos de oportunidades para ocupar las plazas de Maestros de Tiempo Completo, porque las que se fueron desocupando por jubilación, renuncia o fallecimiento no se sometieron a concurso para ser ocupadas y la administración universitaria decidió contratar maestros de horas sueltas. Con esta medida cientos de profesores de horas sueltas se mantuvieron durante años en total incertidumbre sin saber si serían recontratados en el siguiente semestre. Esta decisión afectó la calidad de la educación recibida por los estudiantes porque los maestros de horas sueltas no tienen la oportunidad de especializarse en un campo de investigación determinado y sólo están a la espera de impartir cualquier materia con tal de sumar horas-clase y aumentar sus precarios ingresos.
El golpe a la educación universitaria por parte del neoliberalismo no ha terminado ahí, en su última gestión como Rector Heriberto Grijalva Monteverde violó el Contrato colectivo que la Unison mantenía con el STAUS, al modificar unilateralmente el Estatuto del Personal Académico (EPA) que rige las condiciones de ingreso para el personal académico. En la nueva versión impuesta por Grijalva Monteverde se incrementan los requisitos para ingresar a laborar como profesor en la Unison, exigiendo nivel de Doctorado, un número exagerado de publicaciones científicas, una cantidad considerable de años de experiencia como docente, medidas que afectaron profundamente al personal académico que ha laborado durante décadas como profesores de horas sueltas en espera de concursar para ocupar una plaza de tiempo completo.
La
implementación del nuevo EPA implicó
violar el Contrato Colectivo de trabajo que establecía que cualquier
modificación al EPA debería contar con la participación del STAUS
y autoridades administrativas.
En
este nuevo EPA el perfil del maestro universitario cambia no solo de
denominación, se deja atrás el nombramiento de “Maestro de Tiempo
Completo”, para asumir el de “Profesor
Investigador de Tiempo Completo”,
que implica la reducción del tiempo dedicado y la importancia
otorgada a la docencia ya que lo que se pretende imponer es la figura
de un investigador especializado, formado con la principal misión de
escribir y publicar artículos en revistas internacionales que nadie
lee, disminuyendo el tiempo y calidad de su rol como docente, con lo
cual se devalúa la calidad de la enseñanza, se reduce su capacidad
humanística y su consciencia y compromiso social. Con este cambio la
Universidad de Sonora se desvía aún más de su función social y
del lema que la representa: “El
saber de mis hijos hará mi grandeza”
para convertirse en una Universidad empresa que concibe la
vinculación de la universidad con la sociedad como institución que
atiende las necesidades de las empresas, abandonando la atención a
los grandes problemas sociales que padece el pueblo sonorense y
mexicano.
En la gestión del actual Rector Enrique Velázquez, el derecho a la jubilación se ha visto violado en repetidas ocasiones y esto provocó que centenares de maestros universitarios no pudieran jubilarse a tiempo y se dio el terrible caso de que algunos profesores con 35 y 40 años de antigüedad laboral fallecieran sin recibir su jubilación en el momento y lugar menos esperado: frente a sus alumnos, impartiendo clases cayeron fulminados por paros cardiacos. Tan sólo el año pasado el Contrato Colectivo del STAUS, recibió una modificación al aceptar aumentar la edad de jubilación por 5 años más, de tal forma que ya no se podrán jubilar al cumplir 60 años, sino a los 65. https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/06/elderecho-la-jubilacion-en-proceso-de.html
La nueva legislación convierte a la Universidad de Sonora en una empresa al servicio de otras empresas, olvida la función social que le dio origen como universidad pública que tiene la misión de contribuir con la formación de cuadros de profesionales de diversas disciplinas que atenderán los problemas sociales que afectan a la comunidad sonorense. El concepto de vinculación es el de Universidad-empresa, ya que el nuevo modelo universitario funciona como modelo de negocios.
Este nuevo modelo mantiene bajos costos y se asegura de que el personal laboral sea dócil y obediente al mantenerlos en la inseguridad laboral, al no reclamar sus derechos y no irse a la huelga por temor a las repercusiones. ¿Cómo controlar a los trabajadores? Contando con personal que los vigile, como la figura del “checador”, personal administrativo que recorre las escuelas revisando en los salones de clase si los profesores asistieron a cumplir con su función o checando su presencia en sus cubículos trabajando. En los últimos años se ha registrado un aumento drástico del personal administrativo que supera en mucho al número del personal académico. Esto provoca que la mayor parte del presupuesto universitario (que se maneja con suma discresión) se destine al pago de nómina y éste sea el argumento principal para negar insuficiencia de fondos que impiden responder satisfactoriamente a las demandas de aumento salarial de los sindicatos.
En este proceso privatizador y domesticador en el marco de la Ley 4 cabe mencionar el evidente desgaste y descomposición del Sindicato de trabajadores académicos de la Universidad de Sonora (STAUS), la dirigencia sindical de los últimos años ha recaído en los integrantes de la Planilla Dorada encabezada por Sergio Barraza, quien ha sido miembro del Comité ejecutivo ocupando varios cargos de dirección sindical desde los últimos 13 años y actualmente funge de nuevo como Secretario General del STAUS. Durante los últimos 20 años el STAUS ha perdido la capacidad de liderazgo social que mantenía en nuestra ciudad y Estado, al asumir posturas de entreguismo y derrotismo con la creciente pérdida de prestaciones sociales y falta de combatividad y convocatoria, que llevaron al precariado a cientos de profesores de horas sueltas y a sólo observar al selecto grupo de Maestros de Tiempo Completo que se ha convertido en un verdadero Club de privilegiados en proceso de extinción, porque ya no se someten a concurso las plazas de tiempo completo que se desocupan, por lo que el número de maestros de tiempo completo, lejos de crecer, disminuye con el paso del tiempo.
Conclusiones
La implementación de políticas neoliberales es el origen de la plutonomía, tiene como objetivo la privatización de lo público para que la riqueza social sea controlada por una minoría. En una sociedad en la que existe una inmensa mayoría viviendo en condiciones de precariedad, sobreviviendo día a día, representa un crimen de lesa humanidad continuar con el exterminio de millones de personas por motivos de pobreza, sólo para enriquecer aún más al 1% de la población mundial que actualmente concentra la mayor cantidad de riqueza en sus manos. La continuidad de implementación de políticas neoliberales representa una amenaza para la vida de millones de personas en el mundo entero y conduce a la destrucción de ecosistemas a través de la explotación irracional de recursos naturales que son extraídos con fines de mercantilización. El equilibrio entre producción masiva-consumo masivo es fomentado por políticas neoliberales que pretenden la maximización de beneficios económicos y se basa en la explotación laboral, crecimiento de la desigualdad social y violación de un cúmulo de derechos humanos.
La necesidad de una verdadera transformación social se genera por la existencia de un sufrimiento colectivo de las mayorías desplazadas por la “modernización” que excluye a los “consumidores defectuosos”, es decir, a la inmensa mayoría de pobres que existen en el mundo. La manera más eficaz para combatir la desigualdad social es a través de la educación, concebida como instrumento de liberación social al generar el desarrollo de pensamientos autónomos, ejercicio de crítica social y autocrítica, etc., que permitirían cuestionar las condiciones de esclavitud moderna en las que vive una inmensa mayoría de la población que se ve privada de derechos y prestaciones sociales por procesos privatizadores. Las universidades públicas, el concepto de educación pública al servicio de la población y el rol de los académicos como agentes de cambio social son vitales para lograr la transformación social a través de una educación que sea concebida como un acto político de liberación social.
Bajo la óptica del neoliberalismo, las universidades públicas deben abandonar su función social y convertirse en universidades al servicio de las empresas. La educación pública debe desaparecer y convertirse en un proceso de adiestramiento que tenga como objetivo domesticar y adiestrar en la obediencia a profesionistas y ciudadanía en general. Los sindicatos en general y los sindicatos universitarios en particular, deben desaparecer porque su existencia implica la existencia de Contratos Colectivos que incluyen prestaciones y derechos laborales que benefician a sus integrantes y les impide la maximización de beneficios económicos para los intereses privados. Los sindicatos universitarios son vistos como verdaderos obstáculos para la privatización de la educación superior y de las universidades públicas. Por estas razones las universidades públicas son objeto de la implementación de políticas que atentan no sólo contra la educación pública sino que contemplan la desaparición de las universidades públicas y con ella, la extinción de los sindicatos de trabajadores universitarios. El asalto neoliberal a las universidades públicas tiene como objetivo reducir la educación al nivel de un producto de consumo y abrirla al mercado, Al reducir la educación a los principios y prácticas del mercado, se elimina la concepción de la educación como un derecho social que el Estado debe garantizar como una conquista social lograda a través de grandes luchas de la clase trabajadora mexicana. Se intenta reducir costos a nombre de que existen presupuestos bajos, mientras que aumenta el personal administrativo en número mayor que el personal docente llegando a percibir sueldos mayores a los académicos y cumplen la función de controlar a los trabajadores reduciéndolos a la calidad de “recursos humanos”, desviando con ello los fondos financieros de las universidades a fines muy distintos de mejorar la educación.
El papel que tenían en el siglo pasado las universidades como “islas de democracia” ha quedado en el pasado y el gobierno intenta transformarlas como centros de control social. La participación estudiantil que en décadas pasadas buscaba la democracia hoy ya no existe ya que la universidad poco a poco pierde su capacidad de centros de crítica social. La educación dirigida por el mercado es una educación con fines de lucro y el surgimiento de escuelas y universidades improvisadas.
En este contexto, en México, los trabajadores en general y los trabajadores de la educación en particular, debemos sumar fuerzas para enfrentar en forma unida esta embestida neoliberal en contra de las universidades públicas y la educación pública. La manera de hacerlo es redefiniendo el rol que tenemos como educadores y concebir la educación como un recurso vital para la vida democrática de nuestro país, en la medida de que las escuelas son uno de los espacios públicos que quedan en los cuales los estudiantes pueden aprender el valor de la democracia, habilidades para la participación social y política. Debemos defender la educación superior porque es un espacio que permite superar el individualismo egoísta a través de la integración grupal y prácticas democráticas para construir una identidad social basada en principios democráticos. Los maestros universitarios debemos conceptualizarnos como pensadores críticos y luchadores sociales para que la universidad siga siendo ese espacio de pensamiento crítico, trabajo colectivo y lucha social.
Como académicos debemos oponernos al neoliberalismo para reconstruir en nuestras universidades la cultura política democrática que hemos perdido en el ámbito universitario. Para lograrlo debemos cubrir ese vacío de crítica social que existe de discurso académico y en la cultura universitaria, relacionando los ataques a la educación y universidades públicas con la demanda de ayuda social que plantea la enorme desigualdad social que se observa en nuestros días y combatir con la educación la creciente apatía y analfabetismo político que se observa en buena parte de la población ante la crisis social que estamos viviendo actualmente.
Los académicos debemos concebir a la educación como la esperanza de una visión trasformadora de esta sociedad desigual donde impera la pobreza, la miseria, la violencia, la corrupción y la impunidad. En nuestro rol como intelectuales debemos enseñar a nuestros alumnos la relación que existe entre el conocimiento y el poder, entre la ideología y la ciencia, entre el conocimiento científico y el conocimiento ideológico, entre obediencia servil y desobediencia civil, entre conformismo y cambio social, entre conocimiento e ignorancia.
La Universidad de Sonora fue escogida como laboratorio experimental en la implementación de una reforma universitaria que buscaba lograr los fines del neoliberalismo, una política que es el resultado de la toma por asalto de una universidad pública y que ha traído como resultado la conversión de universidad pública a universidad empresa. Desde hace 28 años la Universidad de Sonora ha sido secuestrada por el neoliberalismo, que llegó a gobernar a través de una Ley universitaria impuesta por Manlio Fabio Beltrones a través del uso de la fuerza y la represión policiaca a quienes osaron rebelarse a aceptar dicha ley. En estas casi tres décadas, las finanzas universitarias han sido desviadas de su destino original que era impulsar la educación superior y destinadas a enriquecer a funcionarios de la alta administración que reciben sueldos amorales, mientras los trabajadores manuales y administrativos perciben sueldos que los mantienen viviendo en condiciones de precariedad y centenares de maestros de horas sueltas pasaron estos 28 años esperando la oportunidad de lograr una estabilidad laboral. Su incertidumbre laboral terminó para algunos que lograron obtener la indeterminación en su contratación como maestros de horas sueltas, pero su sueño de ocupar una plaza de tiempo completo fue truncado gracias a la implementación de políticas neoliberales.
Desde hace 28 años un pequeño grupo de personajes desvinculados de la vida universitaria actuando con el membrete de “Junta Universitaria” ha decidido el destino de miles de universitarios que a pesar de laborar en condiciones precarias desarrollaron sus labores para actuar en el marco de una estructura que genera desigualdad y hacer funcionar a la Unison, al grado de colocarla dentro de las mejores universidades del país. En un ejemplo de desprecio a la democracia esta junta Universitaria se ha negado reiteradamente a las constantes peticiones de miembros de la comunidad universitaria de democratizar el proceso de elección de rector. Estas casi tres décadas de existencia de la Ley 4 muestran el fracaso de la misma cuando su estructura contempla el ejercicio de un autoritarismo y centralización de poder que permite la realización de actos de corrupción al desviar recursos universitarios para enriquecer fortunas personales.
Debemos democratizar las instituciones de educación públicas, lo cual en el caso de la Universidad de Sonora implica necesariamente la modificación de la Ley 4 universitaria por otra legislación que incluya la participación de los universitarios en el proceso de toma de decisiones relevantes como elección de autoridades, manejo transparente en la distribución del presupuesto universitario, etc.
En esta tarea es necesario hacer confluir los esfuerzos de los verdaderos integrantes de la comunidad universitaria: maestros, trabajadores y estudiantes. La fuente de los problemas que padecemos en nuestra vida cotidiana es la implementación de políticas neoliberales que han contribuido al aumento de la desigualdad social. La tarea de transformación social consiste en un proceso educativo que debe iniciar o tomar como punto de partida la democratización de las universidades para que retomen su papel de universidades públicas que forman profesionales que atenderán los problemas sociales que enfrentan nuestras comunidades. El neoliberalismo ve como amenaza la existencia de sindicatos y tiene como objetivo la desaparición de los mismos.
El Comité Ejecutivo del STAUS tiene la responsabilidad histórica de recuperar el liderazgo social perdido y organizar una respuesta colectiva a las políticas neoliberales que amenazan la educación pública, a las universidades como fuente de trabajo y a la existencia misma de los sindicatos universitarios. Los integrantes del STAUS deben despertar de su letargo e inmovilismo social, para recuperar su condición de sindicato democrático, crítico y progresista, retomando el contenido de la declaración de principios de nuestra organización sindical, que a la letra dice:” Nos constituimos en Sindicato para la defensa de los intereses laborales, académicos culturales, políticos y económicos de sus miembros”. El día de hoy tales derechos están siendo violentados tanto por el gobierno federal como por las autoridades universitarias. Pero eso no es todo, se contempla en esta declaración de principios del STAUS:
“Nos identificamos plenamente con las causas justas y reivindicadoras de los campesinos y de los obreros; nos solidarizamos en los planteamientos y en la búsqueda de resoluciones para los problemas de cualquier índole que afecten a estos sectores y afirmamos nuestro propósito inquebrantable de contribuir sin limitación alguna, al logro de la unidad de las clases trabajadoras de nuestro país.” Estamos en un momento histórico que exige hacer realidad esta hermosa declaración que nos da un gran sentimiento de orgullo la pertenencia al STAUS
Periódico El Imparcial
Periódico La Jornada
Chomsky, Noam: El asalto neoliberal a las universidades y como debería ser la educación
https://regeneracion.mx/el-asalto-neoliberal-a-las-universidades-y-como-debe-ser-la-educacion-chomsky/
Vega Cantor, renan: Los profesores como nuevos proletarios
https://rebelion.org/los-profesores-como-nuevos-proletarios/
Yescas, Oscar: La Ley 4 de la Universidad de Sonora. De la imposición al cambio por los universitarios
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/la-ley-4-de-la-universidad-de-sonora-de.html
Yescas, Oscar: Universidad empresa o Universidad pública?
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/universidad-empresa-o-universidad.html
Yescas, Oscar: Anatomía del poder en la Universidad de Sonora
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/anatomia-del-poder-en-la-universidad-de.html
Yescas, Oscar El derecho a la jubilación en proceso de extinción
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/06/elderecho-la-jubilacion-en-proceso-de.html
Yescas, Oscar: Testimonios psicosociales de una huelga universitaria basada en la dignidad. STEUS, 2,014. México
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/testimonios-psicosociales-de-una-huelga.html
Yescas, Oscar: El club de los privilegiados
https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/07/el-club-de-los-privilegiados.html
Yescas, Oscar: En defensa de la universidad pública y de una educación emancipadora. https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/en-defensa-de-la-universidad-publica-y.html
Yescas, Oscar: Por una conducción científica de nuestras organizaciones
https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/por-una-conduccion-cientifica-de.html
Yescas, Oscar: Un sueño posible: la democratización en la Universidd de Sonora
https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/11/un-sueno-posible-la-democratizacion-de.html
Yescas, Oscar: ¿Sabe usted qué es el neoliberalismo?
https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/07/sabeusted-que-es-el-neoliberalismo.html
Nombran a Enrique Velázquez como rector de la Unison
muy interesante tocayo-colega a combatir la desigualdad, por así decirlo, con mas educacion!!!
ResponderEliminarNo cabe duda,todos unos"fidel velazquez" que podredumbre,espero que ya no existan,esos tipos,que se hace ahora con la 4T? Sería interesante saber y darle su merecido al huidizo beltrones y a los que aún existen,bueno bro,que bueno que aclaras pues si estaba muy confundido,en que tenía de relación la historia, con la psicología que si también es tu fuerte,felicidades, un abrazo,saludos y siganse cuidando.
ResponderEliminar