Moda femenina y sexualidad: un enfoque psicosocial (Ensayo)
Publicado en Monografías.com el 25 de octubre del 2,006
El
fenómeno de la moda en
general esta directamente relacionado con la cultura occidental,
cuya base se encuentra en el funcionamiento de unasociedad orientada
hacia el consumo de
un conjunto de mercancías que son producidas en serie y a las cuales
se les busca colocar en el mercadomediante
la implementación de diversas campañas publicitarias que fomentan
su adquisición por parte de un público consumidor previamente
sensibilizado para que experimente continuas pseudo necesidades de
tal forma que se incline al consumo de tal o cual producto que
se encuentre "de moda".
En
un principio se podría definir a la moda en general como el
resultado del uso de un conjunto de estrategias de
persuasión que las grandes agencias de publicidad implementan,
por encargo de los propietarios de determinados medios de producción,
que se apoyan en el uso indiscriminado de los medios masivos
de comunicación,
con el objeto de promover la venta de productos específicos
entre el público consumidor heterogéneo y en grado sumo maleable,
inclusive antes de que éste salga al mercado.
En
el caso concreto de
la moda femenina, su análisis esta
ligado al estudio de la imagen de la
mujer que
difunden los medios masivos de comunicación en
su acción socializante.
Con este enfoque, se observa que el uso de accesorios, vestidos y
maquillajes por parte de millones de mujeres en el mundo, son
fundamentalmente intentos por asemejarse a la imagen femenina que los
medios de comunicación difunden (cine, televisión,
revistas, etc.) En el mismo sentido, se observan intentos parecidos
por parte de la población masculina
respecto de una imagen identificada como tal, sin embargo, dado el
tema que nos ocupa, limitaremos nuestro análisis a lo que se
considera como moda femenina.
Es
en el contexto señalado como se explica el que la moda entre
periodos cíclicos (lo que hoy es la moda, mañana dejará de serlo),
los cuales estarán en función de
las necesidades de los grandes fabricantes de las mercancías que se
encuentran de "moda", pues esta responde en última
instancia a sus intereses como tales.
La mujer en la publicidad
La
publicidad difunde una imagen de la mujer en base a dos modelos de
la misma: a) el de ama de casa que promueve artículos alimenticios,
de limpieza y accesorios domésticos, por un lado, y por el otro, b)
el de la mujer atractiva y sensual, a la que se presenta como objeto
sexual accesible. Los modelos femeninos que transmite la publicidad
buscan reforzarse estos estereotipos, los cuales tienen una amplia
difusión, dado el carácter masivo
de los medios de comunicación modernos. La moda femenina que los
medios producen utilizan los dos modelos mencionados, pero pone
especial atención en
destacar el aspecto sensual de la mujer, resaltando sus
características como ser sexual.
La
mujer ocupa un lugar importante en la publicidad pues es considerada
como un sujeto básico en la compra en la mayor parte de
las sociedadesoccidentales,
tanto en mercancías para el hogar, para los hijos, como para ella
misma. Además de ello, su imagen tiene valor como
sujeto motivante, lo cual la ubica como sujeto comercial y objeto de
consumo a la vez.
La
revistas femeninas crean toda una "ideología femenina"
que genera un comportamiento orientado
hacia el consumo de artículos de arreglo personal,
considerados como "prioritarios", efectuando con ello, una
labor política y
social al preparar a las mujeres de las grandes ciudades para
adaptarse a las condiciones sociales bajo una sensación de
comodidad. La publicidad interviene aquí transmitiendo un modelo que
indica a la mujer cómo comportarse y actuar, qué y como debe vestir
y embellecerse, cómo alimentar a la
familia,
etc., para lograr ser aceptada socialmente.
En
base a lo anterior, se puede afirmar que la moda (femenina o
masculina), aparte de fenómeno psicosocial, puede considerarse como
un negocio de los más redondos, pues antes de la salida al mercado
de determinado producto, se crean las condiciones para que millones
de individuos, sin importar edad o sexo,
tiendan a adquirirlos para "estar al día" y / o satisfacer
una nueva pseudo necesidad.
Moda y sexualidad
Si
se parte de la premisa de que todo individuo tiene
antes que nada y desde un principio una identidad de
tipo sexual, al asumir su identidad de género(se
es hombre o
mujer), se puede comprender el que los modelos utilizados por la
publicidad difundan el uso de determinados productos, mediante los
cuales promueven la identificación con determinada imagen masculina
o femenina.
Es
por ello, que la moda contiene evidentemente una expresión sexual,
en virtud de que utiliza modelos sexuales específicos, hacia los
cuales se promueve una identificación que se logra con el consumo de
la mercancía publicitaria. Junto a ello, se agrega el uso de la
imagen femenina como objeto sexual-artículo gancho para la
colocación de diversas mercancías.
El
uso de imágenes de
mujeres atractivas y sensuales en la promoción de
artículos varios como se observa en los medios masivos de
comunicación, tiene su impacto en el contexto de una sociedad
cuyo ambiente sociocultural
mantiene una actitud hostil
y represiva en las diferentes manifestaciones que caracterizan
el desarrollo psicosexual
de todo individuo. La mercadotecnia encuentra
un campo perfectamente abonado para sus propósitos, constituido por
un conjunto de deseos, impulsos y fantasías sexuales reprimidas, que
le permite utilizar un revestimiento sexual en las mercancías
publicitadas, como garantía de su pronta colocación en el mercado.
Aprovechando
este contexto de represión sexual, las técnicas publicitarias
utilizan imágenes sensuales y atractivas para persuadir a un gran
número de individuos a adquirir tal o cual producto, cuyo consumo se
asocia, consciente o inconscientemente a todo un fárrago de
represiones sexuales.
La
moda no es la excepción de todo este proceso de
manipulación social o sexual, sino que al contrario, es su expresión
más representativa y de expresión última de moldeamiento social.
Una
parte importante de la publicidad es el uso de la imagen femenina
como objeto sexual para incentivar el deseo en el
hombre,
a quién se le presenta la sexualidad femenina
como la característica más importante de y para la mujer. Los
contenidos de los medios en general difunden una imagen de la mujer
como un objeto sexual, cuya finalidad es la satisfacción del hombre,
en congruencia con el carácter misógino de nuestra cultura.
La moda femenina
es un producto de
la dominada publicidad sexista
que tiende a reproducir la doble moral sexual
que permea nuestro ambientesociocultural,
en el cual el
hombre tiene
el lugar central en torno al
cual gira la
mujer.
A nivel de las relaciones sociales se observa un trato desigual entre
hombres y mujeres, en el sentido de que existe un trato preferencial
a los hombres que se traduce en el hecho de gozar de un mayor número
de libertades y oportunidades de desarrollo.
La
participación de la mujer,
en cambio,
es restringida en contextos de desarrollo profesional, educativo y de
esparcimiento. La publicidad sexista retroalimenta
los modelos sexuales
que están basados en estereotipos formados por las diferentes
instancias socializantes tales como la
familia,
laescuela,
el grupo de
amigos, etc., y que son reforzados por la influencia de
los medios masivos
de comunicación.
La
moda femenina se presenta en este contexto como un conjunto de
mensajes enmarcados en reales campañas publicitarias que difunden el
estereotipo de la mujer sensual y seductora que funciona
como modelo de
identificación de millones de mujeres, que buscan un acercamiento a
esta imagen por
medio del consumo de
las mercancías y / o servicios que
a través de esa imagen se promueven. El poder y
la influencia sobre los medios masivos de comunicación sobre
el comportamiento humano
se comprueba en el fenómeno psicosocial de la moda, que dicta las
reglas del juego enmateria del
"buen vestir", orientando la conducta de
consumo de grandes capas de la población.
Por
ser la moda el resultado de un conjunto de campañas publicitarias,
que difunden imágenes del hombre y
la mujer, en donde el modelo predominante es el de la mujer atractiva
y sensual, su acción se
rodea de una aureola sexual. El uso de la mujer como objeto sexual se
encuentra de manera explícita en los contenidos de los mensajes
comerciales, mismos que contribuyen a crear una imagen predominante
de la mujer, la cual es literalmente vendida al formar parte de las
etiquetas de diversos artículos de consumo. En consecuencia,
la sexualidad es
una de las características sobresalientes que rodean las últimas
creaciones o "gritos de la moda".
La
expresión de la sexualidad es parte de los ingredientes utilizados
por una publicidad que busca garantizar su consumo en el marco de
una atmósfera
sociocultural, represora de lo sexual, pero que por otro lado,
permite su estimulación a través de la publicidad, cuyos mensajes
destacan a través de las imágenes, las características sexuales
secundarias de la mujer para deleite del hombre.
Moda y sociedad
La
moda en general, enfocada bajo una perspectiva macrosocial se
presenta como un fenómeno psicosocial, en tanto que sus
repercusiones afectan a la sociedad en
un conjunto. De los efectos que puede destacarse como producto de los
intentos por estar a la moda, es que el esfuerzo de millones de
individuos por "estar al día" trae consigo una serie
de gastos que
afectan a una economía familiar
cada vez más debilitada por la crisis económica
que caracteriza en inicio de la década de los noventas y que afecta
a amplios sectores de la población.
Con
ello, es evidente que los efectos de cualquier moda, sea femenina o
masculina, rebasan el ámbito de lo individual y lo familiar y se
ubican como un fenómeno social que repercute en la población en su
conjunto. En consecuencia, la moda se constituye como un problema
psicosocial que afecta a la población en general, en tanto que se
estimula el consumo de artículos superfluos que vienen a satisfacer
pseudonecesidades, por encima de verdaderas necesidades en el
contexto de una economía de crisis.
Es
importante recordar que la moda como fenómeno social que afecta al
conjunto de la población, incide también en la población masculina
que se muestra a
su vez susceptible a la manipulación de la publicidad. Por ello, la
moda no es exclusiva de las mujeres pues abarca a la sociedad en su
conjunto.
Al
analizar las características que presenta
el proceso de socialización actualmente,
en sus diferentes instancias (familia,
escuela, grupo de amigos, medios masivos de comunicación, etc.), se
puede observar que comparten un denominador común que es el
desarrollo de una ideología individualista
y comparativa que acompaña todo el desarrollo psicosocial de los
individuos. Desde la infancia se
estimula la competencia al
premiar al infante que se porta bien y castigar al que se porta mal,
al fomentar la competencia entre los niños para
ver quien termina más rápido determinada actividad, lo cual genera
rivalidad y ánimos de confrontación, en lugar
de actitudes solidarias
y de colaboración.
Esta
competencia entre unos y otros continúa a lo largo de todas las
etapas del desarrollo psicosocial con ello, una fuerte ideología
individualista que genera a su vez toda una serie de sentimientos
negativos: aislamiento, inseguridad,
frustración, etc., al no poder ganar siempre y sobre todo un vacío
interior que es causa de sufrimiento para millones de personas que
experimentan la enorme contradicción de vivir en la era de los
medios masivos de comunicación, que permitan comunicarse a cualquier
parte del mundo, pero que sin embargo, se experimentan dificultades
de comunicación a nivel interpersonal, al grado de que algunos
autores mencionan que vivimos en la era de la incomunicación
interpersonal.
Este
vacío interior producto del conjunto de mecanismos de defensa
psicológicos, creados para estar a salvo de esa sensación de
amenaza que produce la presencia del otro, permite una creciente
influencia de los medios masivos de comunicación, que presentan
modelos de identificación a través de las campañas publicitarias
que ponen "de moda" determinada imagen femenina o
masculina, logrando con ello, crear una necesidad de identificación
que propicia el acto compulsivo de compra de determinados artículos
para asemejarse a la imagen estereotipada que presentan las figuras
"de moda".
Abordar
el fenómeno de la moda femenina desde una perspectiva científica,
implica desarrollar un postura crítica frente
a la misma en la que se determine si sus efectos son o no benéficos
para determinada sociedad. La moda al actuar sobre el conjunto de la
población afecta comportamientos colectivos, orientando los mismos
al consumo de determinadas mercancías (por lo regular etiquetas con
altos precios por
aquello de la oferta y
lademanda),
muchas de las cuales no representan la satisfacción a una necesidad
real, sino más bien se dirigen a satisfacer pseudo necesidades
creadas ex-profeso a través de una publicidad reiterada en los
medios masivos de comunicación y en medio impresos, que busca lograr
la respuesta esperada del receptor.
Por
ello mismo, la moda independientemente de ser un fenómeno social,
responde a intereses particulares de aquel sector social ligado en
forma directa a los medios de producción,
es decir, los fabricantes de los productos "de
moda".
El
fenómeno de la moda, sea masculina o femenina, es todo un proceso
bien planificado de manipulación social en el cual participa un
conjunto de profesionales faltos de ética a
quienes no les interesa la repercusión social que esta tenga. La
esencia de la existencia de la moda es el lucro, la ganancia lograda
a través de la manipulación de sentimientos, deseos, fantasías e
impulsos de toda índole, sin importar la frustración que se
provoque en aquellos que no tienen la capacidad adquisitiva para
adquirir determinados productos.
Moda y comunicación social
La
moda participa en la dinámica social
como elemento enajenante de todo un potencial humano, donde la
riqueza de la personalidad psicológica
de los individuos, cede en importancia a la apariencia, ("la
primera impresión es lo que cuenta"), se evalúa la imagen al
considerarla "moderna o anticuada", degenerando a los
individuos en una relación cosificante al ubicar a las personas como
cosas, o adornos, en los cuales importa más su imagen que su
personalidad psicológica. Dicha enajenación de
las relaciones interpersonales se complementa con la personificación
de los objetos. En el primer nivel de enajenación, las personas son
tratadas como cosas y apreciadas en función de
los objetos que traen consigo y / o que giran al alrededor de ellos.
No interesa el contenido psicológico de su potencial humano, sino
el valor de
los objetos de ese portador. En el segundo nivel, el contenido del
potencial afectivo de cada persona,
es canalizado hacia un objeto, artículo y / o instrumento ante la
imposibilidad de realizarlo en el terreno de las relaciones
interpersonales,
por el vacío efectivo que produce la formación psicosocial en
extremo individualista.
El
fenómeno social de la moda se presenta en el contexto de un
"clima psicológico"
caracterizado por la existencia de una crisis de identidad por
parte de amplios sectores de la población. En el proceso de
socialización (desarrollo psicosocial), cada individuo atraviesa
por diferentes etapas en las que se encuentran identificación con
modelos específicos, provenientes de figuras significativas que
pueblan su entorno inmediato.
En
una sociedad industrializada la presencia de los medios masivos de
comunicación, modernizados por la tecnología,
provoca efectos psicosociales en el desarrollo de la
personalidad de
los individuos. La presencia de televisores en cada casa-habitación
es un fenómeno social que debe ser abordado con mayor amplitud en
la investigación
científica.
Su diario accionar produce identificaciones efímeras con figuras que
surgen y desaparecen con frecuencia sospechosa, moldeadas por la
publicidad, pero que por su carácter comercial,
desaparecen al poco tiempo,
para que su lugar sea tomado por una nueva figura "de moda".
Hoy
en día se invierte buena parte del tiempo libre al consumo
de programas televisivos,
por parte de públicos de todas las edades, sobre todo niños. Con
éstos últimos, la influencia de la televisión es
más poderosa puesto que se encuentra en un etapa de desarrollo
psicosocial caracterizado por un alto aprendizaje de
los eventos que
acontecen en su medio ambiente, dentro del cual la
televisión tiene
presencia predominante, al grado de que compite actualmente con la
familia por ocupar el lugar de primer agente socializante, dada la
cantidad de horas que se le dedica al televisor encendido, el cual es
superior, en promedio al tiempo de interacción entre
padres e hijos en actividades conjuntas.
En
el caso de los adolescentes,
se les considera como uno de los públicos más susceptibles y
maleables utilizados por la publicidad, precisamente por encontrarse
en esa etapa de búsqueda de modelos de identificación, debido a la
etapa de cambios en que se encuentran, sobre todo los de tipo
psicológico, que implica una búsqueda de su identidad como
individuos.
La
crisis de identidad que experimenta el público adolescente y que se
prolonga en varios casos, es el abono que prepara el terreno para el
trabajo de
la publicidad, que ofrece imágenes estereotipadas como modelos de
identificación a las grandes masas.
Al
rebasar las fronteras de los países, la moda se presenta como un
acto de penetración cultural proveniente sobre todo de los países
con alto grado de desarrollo, y a través de la cual, se modifican
las costumbres, hábitos, valores y
en consecuencia se moldea el comportamiento social.
Diariamente
tiene lugar un proceso de aculturación, en el cual dos culturas
chocan, imponiéndose aquella que sea más poderosa y que cuente con
un mayor número de recursos disponibles.
Los medios masivos educan a grandes auditorios en el desarrollo de
una ideología de conformidad con el status quo, de tal forma que
contribuyen a ideologizar a grandes masas en el sentido de uniformar
sus pensamientos, valores y sobre todo, comportamientos.
Por
todo lo anterior, es necesario asumir una postura crítica frente al
fenómeno psicosocial de la moda, tanto en su expresión femenina,
como en su versión masculina, con el objeto de contrarrestar esta
manipulación social que se desprende de una amplia difusión.
Los
profesionales de las ciencias sociales
tenemos el compromiso de aceptar el reto de contrarrestar la acción
enajenante que puede observarse en el caso de la moda como fenómeno
psicosocial. Es necesario difundir la crítica que las ciencias del
comportamiento en general, y la Psicología
social en
lo particular, desarrollen acerca del tema que se desarrolló en
estas líneas utilizando los espacios a los cuales se tenga acceso.
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James Leslie. McCary, Stephen P. SEXUALIDAD HUMANA. Ed. Manual
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Oscar
Yescas Domínguez
Psicólogo
social egresado de la Universidad veracruzana
en México y maestro de tiempo completo en el departamento de
Psicología y Comunicación de la Universidad de Sonora
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