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lunes, 13 de julio de 2020


La construcción social de la democracia
Oscar Yescas Domínguez
08 de julio de 2,020

El origen de la democracia social
La lucha por la libertad, igualdad y democracia
El desarrollo capitalista y el fin de la sociedad moderna y del Estado de Bienestar social
La construcción de la democracia en México
El arte de gobernar en política
Conclusiones

El origen de la democracia social
La revisión de la historia de la humanidad nos muestra que la historia y la sociedad misma son creaciones humanas y dentro de las creaciones humanas más relevantes se encuentra nuestra capacidad de cuestionamiento, de crítica y de autoevaluación. Esto significa que el hombre es creado por el hombre, que la historia de la humanidad es una construcción social, es decir, es una creación humana.
Esa capacidad de autocuestionamiento que desarrolló la sociedad para cuestionarse a sí misma, basada en la premisa de autonomía de la propia sociedad, que implica el uso de la crítica y la autocrítica sin límite alguno, es lo que nos llevó a la creación de la democracia como forma de gobierno en la historia de la humanidad.
La democracia es una creación humana y surgió en la historia por la necesidad de encontrar un equilibrio entre la diversidad de opiniones existentes dentro de un conglomerado social, se buscaba lograr que la confrontación abierta de opiniones diferentes se dieran dentro de un ambiente social de apertura en la comunicación en el que expresar opiniones diferentes a las opiniones de la mayoría de los integrantes de una sociedad no sólo fuese permitida, sino que se alentara para construir un verdadero diálogo en el cual los participantes puedan comunicarse entre sí en un ambiente de respeto y cada interlocutor lograra mostrar una capacidad de escuchar, razonar y argumentar con fundamentos su participación en un diálogo constructivo.
La existencia de opiniones diferentes en un mismo conglomerado social es la esencia misma de la vida social forman parte de la dinámica social y podría decirse que es la manera de respirar de la vida pública ya que la libre discusión colectiva permite el crecimiento intelectual y humano de quienes participan en este proceso, por lo cual no existe cabida para un pensamiento único en nuestras sociedades, mucho menos para la intolerancia de cualquier índole, sobre todo en estos tiempos en los cuales con la globalización ha aumentado el comercio internacional, la migración y el contacto social entre ciudadanos de diferentes países en los cuales ha crecido una diversidad cultural, religiosa, sexual, etc., en sus dinámicas internas.
Debemos tomar como punto de partida que la primera forma de democracia se construyó en la Grecia antigua y coincidió con el nacimiento de la Filosofía porque cuando al instaurar la democracia se plantea de manera explícita la cuestión del origen y fundamento de la Ley y se abre un espacio público para la libre expresión de las ideas y pensamientos de los ciudadanos.
El surgimiento del imperio romano acabó con la democracia y ésta estuvo ausente durante un espacio de tiempo en la historia de la humanidad pero después la democracia fue retomada posteriormente por Europa occidental.
La búsqueda de la democracia como forma de gobierno es lo que motivó el surgimiento de diversos movimientos sociales en la historia de la humanidad que a través de diversas luchas sociales lograron conquistar un indeterminado número de libertades y derechos que posteriormente fueron consagradas en las constituciones políticas de diversos países.
Es importante señalar que estas libertades, derechos laborales y prestaciones sociales no fueron concesiones otorgadas por un sistema político determinado, sino que fueron conquistadas por luchas sociales en las que los participantes de movimientos colectivos impusieron su voluntad para lograr estas libertades, derechos y prestaciones sociales.

La lucha por la libertad, igualdad y democracia
El año 1789 fue un año significativo en la historia de la humanidad, porque fue el año en el que triunfaba la revolución francesa, que derrocó el régimen de la Monarquía para imponer un gobierno civil. Un conflicto social violento que convulsionó no sólo a Francia misma sino que también repercutió en otros países en los que se vieron involucrados defensores del régimen de la monarquía y opositores al antiguo régimen que fue abolido en francia. Esta revolución marcó el final del feudalismo y de la monarquía institucional como forma de gobierno, para dar paso al nacimiento de una nueva forma de gobernar llamada República en la cual la burguesía, aliada ocasionalmente con las masas proletarias se convirtió en la fuerza política dominante en ese país utilizando un discurso que hizo inviable volver a fortalecer el sistema de la monarquía.
Las consignas Libertad, igualdad y Fraternidad fueron palabras que no sólo se inscribieron en los uniformes de las milicias nacionales, sino también en la mente y corazón de los opositores al antiguo régimen de la monarquía y en los luchadores por la construcción de la primera república en la historia de la humanidad que tuviese como máxima autoridad a una Asamblea Nacional que representara al pueblo y no sólo a unos cuantos.
Cuando la humanidad reconoció que todos los seres humanos somos iguales, la monarquía perdió fundamento y su argumentos de que unos seres humanos tenían “linaje” y por sus venas corría “sangre azul”, cayeron por los suelos. Para lograr este cambio de percepción fue necesario la movilización colectiva de aquellos que eran marginados, los excluidos de un sistema que pregonaba la desigualdad social como algo “natural”. La revolución francesa fue el inicio de la era moderna donde la monarquía como forma de gobierno era desplazada y en su lugar se instauraba una democracia basada en principios de soberanía popular, en la que los ciudadanos modificaron las leyes, la economía, la educación, el arte, el ejército, el papel de la Iglesia, etc.
Bajo la premisa de que para construir un mundo nuevo hay que destruir el anterior, el sistema de la monarquía desapareció y surgió en su lugar el Estado moderno que reconocía que todos los ciudadanos eran igual ante la ley y que todos tenían el derecho de votar y ser votados. Ya no habría reyes en adelante su lugar lo ocuparían Presidentes de la nueva república y cualquier ciudadano podría llegar a ser Presidente mediante el sistema de elecciones libres. la Iglesia perdió su posición de gran influencia y cercana al poder, para pasar a ocupar una posición secundaria.
Comenzó una nueva forma de gobernar en la que los dirigentes llegaban al poder a través de una democracia electoral. Un nuevo modelo social empezó a construirse y se basaba en la soberanía del pueblo en los asuntos colectivos manteniendo siempre vigente la libertad política y la igualdad ante la ley. Esta nueva sociedad fue la primer sociedad no religiosa de la historia de la humanidad. Francia se convirtió en el centro de la atención mundial por estos acontecimientos que no tardaron en repercutir en la dinámica interna de otros países del mundo que siguieron su ejemplo.
El desarrollo capitalista y el fin de la sociedad moderna y del Estado de Bienestar social
Con la caída de la monarquía terminó el feudalismo y el ascenso al poder de la burguesía permitió el surgimiento de un nuevo sistema social que es el capitalismo basado en la propiedad privada de los medios de producción y la explotación laboral de los trabajadores asalariados.
La primera revolución industrial que consistió en un proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII y concluyó entre 1820 y 1840, propició el surgimiento de las primeras fábricas al inventarse la máquina de vapor que introdujo la banda transportadora en el proceso de la producción y así surgió la división del trabajo en la cual cada obrero desempeñaba sólo una parte del proceso del trabajo. Las fábricas desplazaron a los talleres artesanales y los artesanos fueron convertidos en obreros que participaban en sólo una parte del proceso de producción.
El capitalismo en sus inicios implementó un sistema de explotación laboral que incluía bajos salarios, largas jornadas de trabajo (en 1840 las jornadas laborales de trabajo incluían 72 horas a la semana) y evolucionó durante los siguientes 150 años hacia un régimen relativamente estable, en el cual los trabajadores organizados en sindicatos impulsaron movimientos sociales que lograron grandes conquistas al luchar en forma organizada mediante la creación de sindicatos y lograron conquistas como la reducción de la jornada de trabajo a 8 horas diarias a principios del siglo XX.
Las tendencias autoritarias de diversos gobernantes y las embestidas de un régimen empeñado en priorizar el desarrollo de una economía que atenta contra la salud y el bienestar de la población general, fueron contenidas por la resistencia obrera y la lucha del pueblo organizado que ha resistido desde hace años.
En la década de los setentas se iniciaron una serie de movimientos sociales que buscaban construir una sociedad con mayor libertad y verdadera democracia. Junto a estos cambios culturales se presentaron cambios políticos y tecnológicos que derivaron en la caída del muro de Berlín y la desaparición de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
La revolución científico técnica inicia el despliegue por la competencia del mercado mundial, al aplicar la ciencia y la tecnología al proceso de la producción y lograr una producción masiva de artículos. La caída de la URSS permitió el surgimiento de una globalización de la economía basada en el libre mercado y representa un nuevo marco ideológico en el cual se imponen nuevas reglas del juego que afectarán las relaciones entre países y entre las personas.
Con el surgimiento de la globalización se establece una marca en la historia de la humanidad al sucumbir el modelo del Estado de bienestar a los vaivenes del mercado, mostrándose en forma disfuncional y entrar en una etapa de agotamiento. De ahí en adelante las nuevas reglas del juego ya no dependen de la voluntad de los gobernantes, sino que en adelante dependerán de las decisiones de organismos internacionales que conformarán una nueva ideología que se difundirá en todas las sociedades, esta ideología es la ideología del consumo como vía para lograr un equilibrio entre la producción masiva y el consumo masivo de mercancías.
Estas nuevas reglas del juego y nueva forma de pensar impacta en las diferentes dimensiones de la vida social a nivel mundial, proyectando a la globalización como un proyecto político basado en un modelo neoliberal, en el cual los intereses de los grupos financieros y de las compañías internacionales son los que determinan la implementación de políticas públicas y generan un debilitamiento del estado al privatizar servicios públicos y priorizar la acumulación de ganancias por parte del sector privado, lo cual genera conflictos con la población de países en desarrollo que se ven desprotegidos y golpeados en sus condiciones de vida.
La globalización de los mercados no se limita a la apertura de fronteras para el libre tránsito de las mercancías, su impacto social incluye el golpear al Estado moderno que se basaba en la misión de procurar un bienestar social de la población y separar el poder de la economía logrando que los políticos gobiernen a la deriva, sin rumbo fijo, sin el apoyo del poder económico, siguiendo el vaivén del mercado y permitiendo el despojo de derechos y prestaciones sociales a la clase trabajadora y población en general, al privatizar diversos servicios públicos y adelgazar al Estado mediante la desaparición de instituciones que tenían como función contribuir al bienestar social de la población.
Con ello se puede afirmar que el régimen político en el cual estamos viviendo no es un régimen democrático, porque ya no es el pueblo el que ejerce el poder, porque es la oligarquía financiera quien realmente nos gobierna bajo una dictadura del Mercado. Nos encontramos en un momento histórico que bien podría definirse como un “estado de interregno”, retomando esta expresión de Antonio Gramsci en su libro escritos desde la cárcel, donde describe el estado de la sociedad en su momento como la agonía de un viejo sistema social que no termina de morirse y el nuevo régimen social no termina de construirse.
El Estado de bienestar y desarrollo social que surgió después del triunfo popular que derrocó a la monarquía en la forma de un poderoso Leviatán descrito por Thomas Hobbes, como la voluntad popular expresada en la forma de un gigante que se alimenta y crece en la medida que aumenta la participación ciudadana, el día de hoy agoniza, la sociedad tal y como la conocemos desaparece y los trabajadores y la población en general se ven desprotegidos por la eliminación de derechos laborales, humanos y sociales provocada por la dictadura de un Mercado que emerge como la nueva religión del siglo XXI.
En ese contexto se deben ubicar las las revueltas populares ocurridas en el 2,019, cuando en un ambiente social caracterizado por el totalitarismo en la vida cotidiana, los pueblos de Ecuador, Chile, Bolivia y Francia, y otros se manifestaron masivamente para protestar en contra de recortes gubernamentales a programas sociales, medidas que obedecían la implementación de políticas neoliberales que eliminan prestaciones sociales y derechos laborales de la clase trabajadora.

La construcción de la democracia en México
A lo largo de la historia de la humanidad ha habido diferentes formas de gobernar, la mayoría han sido de tipo autocrático llegando en algunos casos al extremo de inhibir las expresiones de inconformidad social utilizando diferentes recursos para mantener un control social y hemos llegado a un punto en el que nuestra sociedad dejó de interrogarse a sí misma, perdió su capacidad para criticarse a sí misma y perdió con ello la posibilidad de encontrar respuestas a los problemas que surgen en su interior.
La ausencia de crítica social en nuestra sociedad es algo realmente inaceptable porque impide la construcción de la democracia en una sociedad. La democracia implica la creación de un diálogo entre un conglomerado de personas que forman parte de esa sociedad. Requiere aprender a dialogar con personas que tienen pensamientos e ideas diferentes a las nuestras en una discusión constructiva que incluye un intercambio de ideas que lejos de excluirse mutuamente, se complementan entre sí, enriquecen el nivel del diálogo y posibilitan el cambio de actitudes para generar consensos .
Lamentablemente no sabemos discutir, solo externamos nuestra “humilde opinión”, sin escuchar los razonamientos que la otra parte expone. Escuchamos o leemos predispuestos a debatir y no a analizar el mensaje. Vivimos en una cultura de la descalificación de aquello que no coincida con nuestra forma de pensar que contiene pensamientos limitados inaceptables en una sociedad que se encuentra ubicada históricamente en la era de la información. En este contexto elegir la ignorancia es un opción para toda persona que viva en la era de la información.
Quien no lee, estudia, analiza y reflexiona sobre cuestiona su propios conocimientos está condenado a reproducir los pensamientos y frases de otras personas porque no ha desarrollado un pensamiento autónomo y el conformismo, la pasividad, la obediencia y el fanatismo son consecuencias de la ignorancia colectiva. Todos estos factores en su conjunto permiten que se ejerza un poder opresor de parte de quien tiene el poder por encima de aquellos que carecen del mismo.
En momentos históricos como los que estamos viviendo, es importante retomar un planteamiento de uno de los grandes pensadores del período de la modernidad, el filósofo griego Cornelius Castoriadis, quien nos dice que en política se requiere tener dos habilidades fundamentales, la primera de ellas es saber llegar al poder y la segunda es saber gobernar.
A diferencia de otros países que siguen sumidos en un totalitarismo de la vida cotidiana, en el caso de México tenemos a un Presidente que surgió de unas elecciones realmente democráticas y que marca una tremenda diferencia en su forma de gobernar y las formas cómo gobernaron expresidentes del Prian. Se puede afirmar que Andrés Manuel López Obrador sí supo cómo llegar al poder, aprovechando el alto nivel de insatisfacción social que prevalecía en la población mexicana ante mas de 80 años de dictadura del Prian. Construyó un Movimiento de Regeneración Nacional a lo largo y ancho del territorio mexicano, logró obtener su registro como partido político para participar por primera vez como organización política con la denominación de Morena y ganó la Presidencia de la República en su primera participación como instituto político y la tercera participación en contienda por parte de Amlo en elecciones presidenciales, aquí se puede retomar aquella frase de que “la tercera es a vencida”.
Los mexicanos le dimos el triunfo electoral en el 2,006, pero el Prian le arrebató el triunfo y le dio el poder al candidato del Partido Acción Nacional Felipe Calderón a través de un fraude electoral, no importaron las masivas protestas del pueblo mexicano ante aquel fraude, Fecal tomó el poder entrando por la puerta trasera del Congreso de la Unión debido a que este edificio estaba rodeado de gente rechazando la imposición del candidato del Pan pero estuvieron contenidos por elementos policiacos y se consumó una vez más un fraude en contra de la voluntad popular del pueblo mexicano.
En su segunda contienda presidencial, Amlo ganó claramente las elecciones en el 2,012, pero una vez más le arrebataron el triunfo cometiendo un fraude descarado imponiendo al candidato del Partido Revolucionario Institucional Enrique Peña Nieto, quien rebasó ampliamente el tope de financiamiento a las campañas presidenciales, acción que por sí sola hubiese sido motivo para separarlo del cargo, pero la corrupción de las instituciones gubernamentales permitió que se concretara una vez más el fraude electoral.
En las elecciones del 2,018 Amlo no se presentó sólo, llegó con un alto nivel de participación del pueblo mexicano apoyando a Amlo en la campaña electoral, por lo que desde semanas antes de las elecciones ya se predecía un inminente triunfo de Morena. La tercera fue la vencida, era el momento del cambio social, los niveles de hartazgo social por la corrupción, injusticias, despilfarro de recursos públicos e impunidad, permitían predecir de antemano el triunfo de Morena que se presentó con la consigna “Juntos haremos historia”. Si se realizaba un nuevo fraude electoral, era seguro que estallaría una revuelta social que derramaría sangre en territorio mexicano.
La consigna fue correcta, las condiciones estaban dadas para lograr una amplia participación ciudadana en las elecciones, el pueblo mexicano no quería más prianismo y salió a votar masivamente logrando una impresionante cantidad de más de 30 millones a favor de Amlo y Morena, que impidieron los intentos de fraudes que se presentaron en esa histórica contienda electoral.
Ese es uno de los méritos que el pueblo mexicano debe reconocer a Amlo, evitó la consumación de un nuevo fraude y con ello contribuyó a disipar la amenaza de violencia política después de las elecciones.
La segunda condición que nos dice Cornelius Castoriadis: “Saber gobernar” se puede decir que lo está cumpliendo Amlo cada día con sus conferencias mañaneras, con la implementación de programas sociales de apoyo a adultos mayores, apoyo a personas con capacidades especiales, con otorgamiento de becas para jóvenes, con el combate a la corrupción, con la implementación de un programa de austeridad republicana, etc. En año y medio se han generado una serie de cambios en México que han transformado la vida de millones de personas y su gobierno se perfila como uno de los que más beneficios dejará a la población mexicana. El cambio en la forma de gobernar que estamos viviendo en México ha llamado la atención a nivel mundial, proyectando a Andrés Manuel López Obrador como uno de los políticos más sobresalientes en la historia moderna y el reconocimiento a su persona fuera de México ha motivado a diversos políticos a prestar atención a su forma de gobernar, provocando que algunos políticos extranjeros viajen a nuestro país “para aprender de la forma de gobernar de AMLO”.
Pero lamentablemente, la cualidad principal de Amlo de haber logrado un gran reconocimiento como un gran político se ha transformado en una gran debilidad para el gobierno que representa y una desventaja para Morena y para el pueblo mexicano en el sentido de que se ha construido un vínculo de gran dependencia hacia su persona de parte de quienes integran su gobierno, su arribo a la Presidencia lo lleva a abandonar Morena dejando un vacío de liderazgo a su interior y el propio pueblo mexicano ha construido una percepción en torno del mismo como una especie de “salvador” o “mesías” que ha impedido construir la autonomía ciudadana.
Los apoyos gubernamentales para impulsar el Estado de bienestar social de la población mexicana, son otorgados en forma unilateral y no han logrado un empoderamiento de la ciudadanía para que tome la iniciativa de autoorganizarse para aumentar su participación en política discutiendo en forma colectiva la problemática social y logrando consensos acerca de las acciones a realizar por parte de los habitantes de nuestras comunidades que permitan solucionar los problemas identificados.
Dentro del mismo aparato de gobierno de Morena en México, se encuentran diferentes formas de gobernar, en el otro extremo nos encontramos por ejemplo que en el Estado de Sonora, el gobierno municipal de la capital sonorense Hermosillo, que ganó el poder con la bandera de Morena, la forma de gobernar es totalmente opuesta a la que se observa con Amlo como presidente de la República.
Hablando de “saber gobernar” de parte de Amlo vemos un ejemplo de su antítesis en la Presidenta Municipal de Hermosillo, Célida López que como chapulín político semanas antes de las elecciones renunció al Partido Acción Nacional y se afilió a Morena logrando ser ungida como la candidata de este nuevo partido a la Presidencia municipal del mismo obteniendo el triunfo gracias al “efecto Amlo” que propició ganara la consigna “5 de 5” en las papeletas electorales a favor de Morena.
El estilo de gobierno de la alcaldesa de Hermosillo es el estilo utilizado por el Prian, autoritario, vertical, aislado de quienes la llevaron al poder y se le agrega un trato despectivo hacia la ciudadanía hermosillense al calificar como pendejos e ignorantes a quien cuestione sus decisiones. Pifia tras pifia, tomando decisiones que afectan a los intereses de la comunidad hermosillense y tienden a beneficiar a intereses privados, el alejamiento y distanciamiento entre el gobierno hermosillense que ostenta la bandera de Morena y militantes y simpatizantes de Morena es más notorio cada día.
En Sonora el cambio social no se ha sentido como en otros Estados del país, por el hecho de que todavía padecemos un gobierno priísta con una gobernadora a la que se apoda como “represora” y permite que siga imperando la corrupción e impunidad en la dinámica social del Estado. Si junto a este lastre político que estamos padeciendo en Sonora, le sumamos el hecho de que la población hermosllense se encuentra decepcionada por el hecho de que a nombre de Morena, la Presidenta municipal de Hermosillo gobierna en forma autocrática, muy alejada de la democracia y prácticamente en contra de la población que le dio su voto en forma masiva, gracias al efecto AMLO.
La decepción de la ciudadanía sonorense aumenta cuando las principales figuras políticas de Morena en Sonora, incluyendo al Delegado del Gobierno Federal, manejan un bajo perfil político ante los grandes problemas que enfrenta la ciudadanía hermosillense como el intento de venta del predio denominado El Cárcamo que es utilizado por cientos de ciudadanos hermosillenses como unidad deportiva y que el Cabildo Hermosillense acordó vender para obtener financiamiento para realizar obras de bacheo en las calles de la capital sonorense.
Un intento de venta que se echó atrás gracias a la movilización de grupos ambientalistas y ciudadanos hermosillenses, movimiento civil que por cierto fue ignorado por los dirigentes de Morena Estatal y Municipal, mismos que hoy empiezan a levantar cabezas tratando de figurar en las “encuestas ciudadanas” en redes sociales que intentan perfilar a futuros candidatos a cargos de elección popular cuando el próximo año se realicen elecciones para cambiar de Gobernador en Sonora.
El oportunismo político es manifiesto en estas ausencias políticas y súbitas apariciones donde el bienestar de la población es lo último que persiguen quienes aspiran a posicionarse en cargos de poder público en el próximo sexenio del Gobierno del Estado.
En Sonora estamos padeciendo las malas decisiones que tomaron dirigentes de Morena en el 2,018 al intentar sumar el mayor número de fuerzas políticas para derrotar al Prian, lo que permitió la infiltración de elementos provenientes del Prian a las filas de Morena y a los puestos de elección popular. El caso de la Presidenta Municipal de Hermosillo Célida López no es un caso aislado, también puede incluirse como un error político el postular como candidata al cargo de Senadora a la comunicadora Lily Téllez quien no tardó en romper los acuerdos tomados en privado, ya que renunció a las filas de Morena para llevarse su cargo como legisladora al Pan.
La crisis de credibilidad que Morena vive en Sonora se reproduce en otros Estados del país, donde Morena tiene dentro de sus filas a conocidos personajes que destacaron por su participación en actos de corrupción (como el Estado de Chihuahua y otros más), pero en general es parte de la crisis que vive el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a nivel nacional, una crisis que ha sido de tal magnitud que no ha podido renovar su dirigencia nacional ya que se encuentra divido en fracciones irreconciliables. Aparentemente la falta de consenso para elegir dirigencia nacional se debe a actitudes de intransigencia de parte de algunos integrantes de las diferentes fracciones que integra Morena, así como por la intervención en este proceso de selección de los llamados superdelegados que intentan influir para posicionar a gente cercana a ellos.
Morena se creó en su inicio como un Movimiento colectivo: Movimiento de Regeneración Nacional, pero desde el momento que logró su registro como organización política perdió su papel como movimiento colectivo. Esta crisis se acentúa por la ausencia de Amlo y la falta de un liderazgo conciliador a su interior ante las luchas internas que se presentan y que ha provocado un descenso considerable en el nivel de preferencias por parte de la ciudadanía ante la proximidad de las elecciones que se realizarán el próximo año para elegir 15 gubernaturas y el 70% de los congresos estatales.
Un problema que debe ser superado es la intolerancia a la crítica que se observa en algunos militantes y simpatizantes de Morena que ante la menor crítica a Amlo o a Morena reaccionan como si se les estuviera atacando y reaccionan de esa forma a la defensiva y contraatacando a quien ose cuestionar el funcionamiento de Morena. Esta intolerancia no permite el crecimiento de Morena, tampoco facilita la forma de hacer política en México y perjudica seriamente la construcción de la democracia en México.
El arte de gobernar en política
Vivimos en un mundo en el que la palabra crisis llegó para quedarse, una crisis agudizada por el neoliberalismo que tiende a desaparecer poco a poco todas las restricciones que antes existían para el libre comercio, mientras que se imponen políticas neoliberales que implica el adelgazamiento del Estado y la desaparición de derechos laborales y prestaciones sociales, empujando a un grueso de la población a vivir en condiciones de precariedad.
Esta crisis sólo podrá ser superada en la medida que construyamos una sociedad en el que realmente exista una democracia en el sentido original que le dieron en la antigua Grecia. Siglos de dictaduras, regímenes autoritarios nos hicieron olvidar de la democracia como forma de gobierno. La democracia se convirtió durante mucho tiempo en una utopía inalcanzable por la que muchos luchadores sociales en el mundo entero han entregados sus vidas sin llegar jamás a conocerla. Vivimos tiempos en los que la crisis y la falta de democracia provocan que todo pierda significado, las instituciones pierden validez, los partidos políticos pierden significado hasta los conceptos pierden su sentido original.
La palabra democracia no es la excepción porque su significado se ha distorsionado por completo. Durante décadas hemos sido engañados al decirnos que vivíamos en gobiernos democráticos y el argumento principal para convencernos era que se nos permitía elegir a nuestros gobernantes, pero que ¿pasa después de las elecciones?
Sucede lo que nos planteó el Psicólogo social Serge Moscovici: Los ciudadanos participan en movimientos colectivos que luchan contra la tiranía, el autoritarismo y la falta de democracia. Las multitudes conquistan el poder, entregan ese poder a un pequeño grupo para que lo administre en su nombre y este grupo a su vez entrega el poder en manos de una sola persona. Una vez en el poder, el nuevo mandatario le da la espalda a quienes lo pusieron en el poder, toma decisiones por su cuenta, sin consultar a quienes representa. Esto no ha sucedido no Amlo, pero sí con la mayoría de los funcionarios de Morena a nivel nacional, sobre todo con los llamados superdelegados.
La democracia en su sentido original significa un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. El remedo de democracia en el que hemos vivido se limita a una democracia electoral en la que la población sólo tiene participación política a través de un voto electoral y después regresa al ámbito de lo privado y deja a los política “hacer su trabajo”.
Lo que se requiere es construir una democracia realmente participativa en la que los ciudadanos participen en política desde el principio, es decir, desde el interior de sus comunidades, realizando reuniones vecinales, comunitarias, en las que participen en un proceso de discusión colectiva en el cual analicen su situación social, identifiquen los problemas más relevantes y construyan conjuntamente estrategias para enfrentar los problemas previamente detectados.
Se necesita un cambio de actitud acerca de la política, actualmente se concibe a la política como una actividad que realizan individuos corruptos en su beneficio personal. La política debe ser percibida como algo inmanente a nosotros que atraviesa todos los ámbitos de nuestra vida, no se limita a nuestra esfera pública, sino que como bien demostraron los movimientos feministas, hasta lo privado es político.
La democracia representativa responde a los intereses del neoliberalismo en la medida de que la toma de decisiones relevantes se da al interior de pequeños grupos que actúan como representantes populares, pero la mayoría de las veces los intereses de la población se ven afectados por estas decisiones que tienden a beneficiar a intereses particulares ya que la democracia representativa no defiende a la población. Este tipo de democracia ha demostrado su fracaso como forma de gobierno porque en realidad no representa a la población y se encuentra en su etapa final de su vida. En su lugar debe construirse una democracia participativa en la que los integrantes de las comunidades sociales vean como algo necesario la participación en política para encontrar la solución a sus problemas.

Conclusiones
La situación actual que vivimos es realmente insostenible, la implementación de políticas neoliberales para garantizar una dictadura del mercado conduce a la destrucción de nuestras vidas y del medio ambiente. No podemos continuar con el ritmo de producción masiva-consumo masivo porque los recursos de la naturaleza son finitos, continuar por este camino sólo conduce a la destrucción de nuestros ecosistemas, de nuestra salud y de nuestro planeta. Necesitamos construir una alternativa de modelo de desarrollo diferente al del sistema capitalista.
Necesitamos romper con la construcción ideológica que nos lleva a pensar que es más aceptable el fin del mundo que aceptar el cambio del sistema capitalista por otro que tenga un rostro más humano y contemple el respeto a la naturaleza. Necesitamos lograr un cambio estructural y debatir sobre la pertinencia de la globalización, el sistema capitalista y el predominio del mercado en nuestras vidas que ha llevado a considerar la salud como una mercancía más.
Necesitamos recuperar la soberanía de los Estados y reducir la dependencia de los mismos a los vaivenes del mercado y la forma de hacerlo es a través de la construcción de una democracia real en nuestras sociedades. La construcción de la democracia es un proceso social y la forma ideal de construir un sistema realmente democrático es a través de una democracia participativa, que fomente la participación de la población en los procesos de toma de decisión en asuntos relevantes y de interés general. Esta es la forma ideal de gobernar.
Debemos considerar también que la construcción de la democracia no debe limitarse a la democracia en política, sino que debe incluir todos los ámbitos de convivencia social en los que pertenecemos.
Debemos construir la democracia desde el interior de la familia, evitando liderazgos autocráticos y enseñando la equidad de género con el ejemplo cotidiano en la educación de los hijos.
Debemos democratizar también el proceso educativo al disminuir la distancia entre maestro y alumno, fomentando la participación de éste último en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en los espacios públicos.
Debemos construir la democracia al interior de los centros de trabajo, al interior de los sindicatos que aglutinan a trabajadores organizados para que participen no sólo en la elección de sus representantes sindicales, sino que aumenten su participación en actividades sindicales.
Se debe democratizar la relación hombre-mujer cuestionando los roles sexuales estereotipados que reproducen la desigualdad de género y propician problemas como la violencia hacia las mujeres. La construcción social de la democracia incluye la liberación de las mujeres y de los hombres de una ideología patriarcal que va en contra del sentido mismo de la democracia.
Debemos pugnar por una construcción de la democracia que no se limite al espacio público ya que enfrentamos la necesidad de democratizar al conjunto de la sociedad misma.
Como se puede ver el arte de gobernar en política va mucho más allá del espacio público, debe incluir la democratización del ámbito privado, fomentar la participación social de los ciudadanos no sólo en la identificación de los problemas a resolver, sino también en la implementación de estrategias de solución a los mismos.
Para lograr una construcción social de la democracia se debe fomentar la construcción de organizaciones autónomas de ciudadanos que contribuyan a lograr un equilibrio social participando como un cuarto poder en la vida social que contribuya a construir una verdadera democracia social. Los partidos políticos pierden sentido y futuro cuando se alejan de los movimientos colectivos, si realmente quieren sobrevivir necesitan convertirse en partidos-movimiento, acompañando a la ciudadanía activa que se moviliza para reclamar la reparación de un daño, la violación a sus derechos o simplemente ser tomada en cuenta en el proceso de toma de decisiones para el destino de presupuestos públicos.
Estos partidos-movimiento deberán contar con programas hechos por la ciudadanía y la elección de sus candidatos deberá ser realizada por la ciudadanía y no por los altos funcionarios del partido si realmente desean convertirse en partidos-movimiento y ser considerados en época de elecciones. El futuro de la democracia en México depende de la participación social de los ciudadanos mexicanos y de la actitud que asumirán los militantes de Morena de decidir si regresan a convertirse en partido-movimiento.
Saber gobernar implica considerar estas opciones de participación social y hacerlo de esta forma no sólo garantiza permanecer en el poder, sino que también asegura reducir la distancia entre dirigente y dirigido, así como una satisfacción social con quienes estén en el poder ya que serán percibidos como realmente representativos de la voluntad popular al hacer realidad las premisas de un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.

Boaventura Dos Santos. EL VIRUS ES UN PEDAGOGO QUE NOS INTENTA DECIR ALGO, EL PROBLEMA ES SABER SI VAMOS A ESCUCHARLO»

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Bauman, Zygmunt: ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? El legado de Bauman

Castoriadis, Cornelius: El avance de la insignificancia Editorial universitaria de Buenos Aires, 1997

Meyer, Patricio: Patricio Meller y el mundo postpandemia: "Chao Friedman y bienvenido Keynes"

Yescas, Oscar: El beisbol llanero y la política en México
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Yescas, Oscar: La sociedad contemporánea en tránsito del autoritarismo al totalitarismo.2,014

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2 comentarios:

  1. Saludos hermano, muy interesantes y acertados tus comentarios,,, no es consuelo pero en Veracruz tampoco se nota un gobierno morenista,,eso, (creo),hace que muchos que votamos por morena sintamos que no ha cambiado nada,sigue habiendo mucha impunidad y nepotismo, ahora por parte de los "morenistas" en el poder, creeme que es lamentable y ahora sin poder manifestarse ya no digamos masivamente, ni siquiera podemos hacer mesa de mas de 10,,me pregunto si AMLO, podrá o pudiera hacer algo en esos estados (Morelos,Hermosillo,Veracruz),donde al parecer los del PRI tienen como alumnos a los de MORENA, y parece que buenos alumnos...cuidate ,saludos.

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