El verdadero origen de la crisis hídrica en Sonora
Oscar Yescas Domínguez
04 septiembre 2025
Este sábado 30 de agosto, la capital sonorense recibió la visita de una caravana de automóviles en los que viajó un agrupamiento numeroso de personas que habitan los pueblos que colindan con el río Sonora, cuyas aguas fueron contaminadas en 2014 por el derrame de desechos químico por parte del Grupo México que afectó sus tierras de cultivo, su ganado y la salud de cientos de personas que consumieron agua contaminada. Son los mismos pobladores que durante 11 largos años han estado exigiendo justicia y reparación de los daños pero que los gobiernos de Guillermo Padrés (panista), Claudia Pavlovich (priísta) y el actual gobierno de Morena encabezado por Alfonso Durazo los han ignorado, tratado con cinismo y simulación sin atender sus reclamos.
Más allá de la particularidad de ser víctimas de la corrupción que ha protegido al Grupo México, los integrantes de esta caravana son parte de una población más amplia que son los habitantes de los pequeños pueblos de Sonora que han padecido durante varias décadas políticas discriminatorias por parte del Estado que los han sumido en la marginación económica y social porque se ha descuidado el campo para impulsar políticas de industrialización y se construyeron polos industriales en la capital del Estado y en ciudades medias lo cual funcionó como un imán social que atrajo miles de ciudadanos que abandonaron sus pueblos de origen para buscar mejores condiciones de vida.
De esta manera, los habitantes de aquellas ciudades que recibieron la inversión pública y privada para construir instituciones públicas, empresas industriales, conjuntos habitacionales y centros comerciales, tuvieron mayor oferta de trabajo, porque en la medida que aumentaba su población también aumentó el presupuesto público que estaba destinado para modernizar las ciudades a través del mejoramiento de la vía pública, transporte urbano, la creación de centros de salud, aumento en el número de escuelas, surgimiento de nuevas universidades, espacios deportivos, centros de recreación familiar, etc.
Mientras tanto, los habitantes de los pequeños pueblos ubicados en el campo quedaron rezagados del desarrollo económico, educativo y social, por lo que se ven en la necesidad de viajar fuera de sus pueblos conduciendo por carreteras en mal estado para recibir atención médica especializada, sus calles no están pavimentadas, enfrentan deficiencias en servicios públicos como alumbrado, seguridad, su juventud no tiene acceso a educación media o superior y la población en edad productiva no cuenta con oportunidades de empleo.
De esta manera se puede afirmar que la desigualdad social también es geográfica porque se pueden observar con claridad grandes diferencias entre las condiciones de vida de los habitantes de las ciudades grandes o medias que tienen mayores oportunidades de desarrollo personal y profesional que los habitantes de los pequeños pueblos. La situación se complica porque las políticas públicas para apoyar el campo son diseñadas por funcionarios del gobierno del Estado en la privacidad de sus oficinas, están dirigidas a apoyar la agricultura y ganadería de familias pudientes, favoreciendo a quienes han invertido capital en estos rubros, pero los pequeños ejidatarios, los campesinos sin tierra y en general, los habitantes de pequeños pueblos etiquetados como “mágicos”, son ignorados y no se atienden sus necesidades sociales.
Estas son algunas de las razones por las que se produce la emigración del campo a la ciudad por parte de individuos y familias enteras que se mudan a las ciudades en busca de oportunidades de trabajo que les permitan sobrevivir, buscan oportunidades de educación para sus hijos, alternativas de atención médica para sus familias y por lo regular, este flujo de migrantes del campo a las ciudades terminan por asentarse en colonias ubicadas en la periferia de las ciudades, por lo que de manera inevitable pasan a formar parte de la población urbana que padece marginación en atención pública, servicio de transporte urbano, alumbrado público y son áreas urbanas donde florece la delincuencia, porque la desigualdad social también es urbana.
En el caso específico de los habitantes de los pueblos aledaños al río Sonora, su situación se complicó por el descuido y falta de mantenimiento en las instalaciones del Grupo México que provocó el derrame de 40,000 litros de desechos químicos que contaminaron las aguas del río Sonora, provocó la muerte de animales, destrucción de la naturaleza y afectó la salud de aquellas personas que consumieron agua contaminada. Durante los últimos 11 años han padecido la indiferencia y simulación de gobiernos estatales y federales que han estado protegiendo los intereses del Grupo México al no aplicar la ley y obligar a esta corporación a que cumpla con su obligación de reparar los daños ambientales y a la salud de la población afectada por la negligencia de esa compañía (1).
Entrando en el quinto año del gobierno de Morena en Sonora, los habitantes del río Sonora siguen exigiendo justicia y condena al Grupo México, pero Alfonso Durazo lejos de mostrar congruencia con el discurso de condena al grupo México que el mismo realizó antes de ser Gobernador, ha dado un giro de 180 grados en su actuación y lejos de atender el justo reclamo de justicia, el día de hoy utiliza su poder político para defender los intereses de la oligarquía corporativa y actúa en contra de los intereses del pueblo sonorense al presentar un Plan hídrico que contempla una inversión de $7,500 millones de pesos provenientes de recursos públicos federales para la construcción de tres presas que provocarían graves daños a la naturaleza, destruirían ecosistemas, aumentaría la desertificación de amplias zonas de tierras ejidales, provocarían la muerte del río Sonora afectando al cultivo, a la flora, a la fauna y habitantes que habitan esa región.
Por estas razones, los habitantes de los pueblos aledaños al río Sonora dijeron “ya basta” y están dando una muestra de resistencia colectiva porque el plan hídrico lleva la intención oculta de favorecer al Grupo México, por lo que decidieron organizarse para actuar en forma colectiva y están construyendo un movimiento colectivo que no sólo rechaza el plan hídrico del Gobierno del Estado, porque también continúa exigiendo justicia y reparación de los daños provocados por el Grupo México, pero debido a que han obtenido un aprendizaje social en la lucha de todos estos años, también están exigiendo participar en el proceso de toma de decisiones de relevancia social que afecten a sus comunidades.
Como parte de sus acciones decidieron movilizarse y viajaron cientos de kilómetros por carretera para llegar a la capital sonorense y se manifestaron en las escalinatas del edificio del Museo de la Universidad de Sonora, soportando una temperatura cercana a los 40 grados centígrados para expresar un grito colectivo que decía “No a las presas”, enviando con esta acción un claro mensaje de rechazo a este proyecto cuyo principal promotor es el Gobernador Alfonso Durazo.
En la opinión de Rafael Bracamontes originario de Guadalupe de Ures y uno de los defensores más activos de río Sonora, la caravana fue un éxito porque logró unir a las comunidades y fortaleció el ánimo de quienes defienden el río ya que el encuentro les dio fuerza, les hizo sentir que no están solos y que su voz puede llegar muy lejos (2).lo cierto es que con esta movilización colectiva se exhibió con claridad que en Sonora existe una crisis política que se expresa en la existencia de un amplio movimiento colectivo que está integrado por varias agrupaciones de ciudadanos defensores del medio ambiente, que se oponen con firmeza al plan hídrico que propuso Alfonso Durazo y sus reclamos están siendo ignorados por funcionarios del gobierno del Estado y el propio Gobernador que toma posición a gran distancia de ellos y se ubica del lado contrario a sus intereses colectivos.
Sin importar que se anunció con días de anticipación la llegada de esta caravana, ninguna autoridad del Gobierno del Estado estuvo presente para recibirla, escuchar sus planteamientos y construir un diálogo, a pesar de que Alfonso Durazo declaró días antes que quienes se oponen a la construcción de las tres presas les falta información y que la construcción de las tres presas se hará con acuerdo de los pobladores. Esto no impidió que el Secretario de Gobierno Adolfo Salazar hiciera la declaración al día siguiente de la manifestación de la caravana que el diálogo con la comunidad está abierto que la administración estatal ha sostenido reuniones constantes con diferentes sectores de la sociedad en las que se incluyen organizaciones civiles, autoridades municipales, representantes del sector salud y líderes ejidales, con el objeto de construir acuerdos en torno al plan hídrico (3).
La ausencia de representantes del gobierno estatal y del propio Alfonso Durazo contradice su declaración de que “no se tomará ninguna decisión sin el respaldo de quienes habitan en las áreas cercanas a las obras, dado el compromiso de su gobierno con la participación ciudadana en la toma de decisiones, sobre todo en acciones de esta magnitud” (4). La distancia entre el discurso y la acción quedó en evidencia porque los funcionarios del gobierno del Estado dejaron pasar esta oportunidad de dialogar con los pobladores de los ríos que hicieron un gran esfuerzo de participación ciudadana para venir a la capital del Estado a expresar su negativa a la construcción de las tres presas.
Quizá la combatividad, entusiasmo y firmeza de esta movilización que fue reportada por medios independientes como Jose Luis Jara, Cayetano Lucero y Libera Radio (sobre todo Jose Luis Jara quien reportó la movilización desde su inicio y mantuvo informado a los internautas), dejó en claro que los manifestantes no quieren dialogar sobre un proyecto que fue creado sin su participación y que saben que les perjudicará enormemente, por lo que de antemano lo rechazan con firmeza, fue la razón principal por la que no acudió ningún representante del gobierno del Estado a este acto. Pero aún así, lo menos que se esperaba de un gobierno que se presenta como gobierno del pueblo y que afirma que no se tomará ninguna decisión sin consultar a las comunidades, sería que hicieran acto de presencia para “contrarrestar la desinformación y hablar de los beneficios de este proyecto”.Los medios tradicionales de comunicación publicaron notas sobre la movilización pero pudo percibirse la intención de opacar la presencia y combatividad de los integrantes de este movimiento colectivo porque le dedicaron pco espacio y colocaron como noticia principal la abundante lluvia que ese día cayó sobre nuestra ciudad destacando las afectaciones que provocó como la inundación de varias calles, la pérdida de energía eléctrica en un amplio sector del centro de la ciudad provocada por la caída de una palmera que derribó cables eléctricos, e inclusive se le dio amplia cobertura a un hermoso atardecer que la naturaleza regaló en ese día.
Horas más tarde, se registró otra marcha colectiva por las calles de la capital sonorense realizada por Madres Buscadoras que a pesar de la lluvia, conmemoraron el día internacional de víctimas de desaparición forzada y los medios aprovecharon para distraer la atención y continuar con su labor de sepultar la noticia del acto más relevante del día que fue la llegada a Hermosillo de un colectivo de ciudadanos sin partido que vinieron a manifestarse en Hermosillo para gritar en forma unida “No a las presas en Sonora”.
Algunas personas podrían decir que fue la caravana estuvo conformada por un contingente reducido, pero no se trata de utilizar términos cuantitativos para evaluar la importancia de esta movilización. Recordemos que al igual que sucede cuando se movilizan pensionados y jubilados, detrás de aquellos que logran salir a manifestarse en la vía pública se encuentran muchos que los apoyan y comparten su exigencia de reparación de derechos violados, pero que no pudieron asistir por cuestiones de salud o algunos otros motivos.
En el caso de quienes participan en el movimiento en contra de la construcción de tres presas en Sonora, fue evidente que no todos pudieron venir por motivos económicos, por falta de transporte, problemas de salud o por quedarse de guardia en los lugares en los que intentan construir estas presas. Lo cierto es que las calles de Hermosillo fueron tomadas por decenas de vehículos y más de un centenar de personas detuvieron el tráfico para expresar su voz de rechazo a la construcción de tres presas en Sonora en un grito colectivo que no puede ser ignorado ni menospreciado.
Como suele suceder, en redes sociales la cobertura a esta movilización fue bastante amplia, pero por los comentarios vertidos se percibía que algunas personas veían a quienes luchan en defensa del agua con cierta indiferencia, escribieron sobre ellos como personas que luchan por algo ajeno que sucede fuera de nuestras comunidades, por algo que no nos afecta.
Para quien piense de esta forma, le invito a reflexionar y echar una mirada alrededor de nuestro casco urbano para ver que los habitantes de esta gran ciudad compartimos con ellos problemas como la corrupción de nuestras autoridades, la impunidad de quienes desvían fondos públicos, el enriquecimiento de funcionarios públicos que reciben sueldos amorales, tan altos que no se atreven a decir cuanto ganan al mes, varios sectores de la ciudad padecen alumbrado público deficiente, las calles muestran un gran deterioro después de estas lluvias revelando la corrupción de bachear con ingredientes de mala calidad, una gran mayoría sufre un servicio deficiente del transporte público, gran parte de la ciudad padece inseguridad pública y algo que padecemos en general es un racionamiento constante en el suministro del agua y en nuestra ciudad existen muchas fugas de agua.
La falta de agua en los domicilios de la capital sonorense no se debe sólo a la sequía y a la carencia del vital líquido, porque el problema principal es la distribución desigual de este recurso natural, ya que la mayor parte del agua se destina a uso industrial para ser usada por compañías mineras, cerveceras, refresqueras o de la construcción.Algo que une a quienes luchan en contra de la construcción de tres presas en Sonora y a la ciudadanía sonorense en general, es que padecemos gobiernos municipales y un gobierno estatal que no escucha a la población que dice gobernar, que cierra las puertas de Palacio de Gobierno cuando se acerca algún movimiento colectivo a manifestarse, mientras en los medios masivos de comunicación declara ser un gobierno de puertas abiertos y gran disposición al diálogo. Un gobierno que ha mostrado gran cerrazón ante la huelga de los mineros de Cananea, ante el justo reclamo de que el Grupo México repare los daños que provocó al contaminar el río Sonora, pero en lugar de utilizar la ley para defender al Estado de Derecho, utiliza las instituciones públicas para proteger los intereses de una oligarquía corporativa que acapara el uso del agua para seguir aumentando sus ganancias económicas, mientras la población en general padece un prolongado racionamiento del vital líquido.
Bajo una perspectiva más amplia, debemos ver la caravana de ciudadanos que visitó a Hermosillo para expresar su rechazo a la construcción de tres presas, como un ejemplo de participación ciudadana completamente apartidista, vinieron por voluntad propia, no fueron acarreados ni recibieron tortas o refrescos, por lo que al ser un movimiento independiente, esta acción de ciudadanos de varios pueblos que viajaron juntos en caravana, adquiere un alto valor político porque representa un agrupamiento social emergente que está conformado por hombres, mujeres, jóvenes, niños y adultos mayores, que se unen para mostrar una resistencia colectiva, que actúa en forma organizada y con esta acción están demostrando que no sólo es una resistencia, sino que con su presencia en la capital sonorense están demostrando un rechazo colectivo al intento de imposición de un proyecto que que afecta intereses colectivos y es realmente innecesario.
Si elevamos un poco más la mirada en el horizonte internacional, podemos decir también que este contingente humano que atravesó varios pueblos y en cada localidad que cruzaban se sumaban a la caravana nuevas personas para viajar varios kilómetros para llegar juntos a la capital sonorense y manifestarse con energía en contra del plan hídrico que impulsa el gobierno del Estado, puede percibirse como la expresión particular de un nuevo paradigma emancipatorio que está construyéndose a nivel global, porque diferentes movimientos colectivos que luchan en contra de la privatización de servicios públicos, de la eliminación de derechos laborales, de la explotación laboral, de la precariedad constante de una mayoría marginada, en defensa del medio ambiente, de la naturaleza y en contra de la desigualdad social, están luchando contra un mismo enemigo que actúa en forma organizada el cual es nada menos que el poder corporativo que tiene sometido al poder político.
La implementación de políticas neoliberales han abierto una gran brecha social que separa a un 1% de la población mundial que forman parte del poder corporativo, de una inmensa mayoría de la población global que vive en constante precarización económica y padece la amenaza constante de perder su poder adquisitivo y vivir en condiciones de pobreza.
Lo que ha permitido el crecimiento de la desigualdad social ha sido el hecho de que la resistencia al neoliberalismo se ha presentado en forma fragmentada, no está articulada, mientras que el poder corporativo actúa como un cártel de delincuencia organizada para lograr una dominación articulada porque tiene de su lado a los políticos que los protegen con el manto de la impunidad, a los medios masivos de información que distorsionan la realidad para que la población acepte como “algo natural” largas jornadas de trabajo, sueldos de miseria, inseguridad laboral, corrupción de los políticos, etc.
El sistema capitalista neoliberal promete un crecimiento infinito en un planeta con recursos finitos y el agua es uno de estos recursos que el poder corporativo necesita para lograr una producción masiva. La desigualdad social aumenta cada día y con ella, crece una brecha social que se hace más grande cada día separando a una mayoría de la población que enfrenta marginación económica, abusos de poder, injusticias de todo tipo, creciente precarización, etc.
Estas condiciones de creciente desigualdad provocan graves injusticias por lo que a nivel global están surgiendo varios movimientos colectivos que deciden organizarse en forma colectiva para luchar en contra del autoritarismo de los gobernantes, en defensa de derechos que están siendo violados, en defensa del medio ambiente que está siendo destruido por la voracidad corporativa al explotar de forma irracional los recursos naturales, al contaminar ríos, lagos, lagunas y mares con desechos industriales que colocan al planeta en riesgo de destrucción sin importarles que no hay un planeta B (5).
Estas movilizaciones de resistencia y lucha colectiva son cada vez más frecuentes por lo que en el mundo académico y político se les conoce como “el Sur global”, que no es un espacio geográfico, sino que el concepto sur global hace referencia a una población marginada que está ubicada en varios países y que ante la crisis social global que estamos padeciendo, sufren discriminaciones, genocidios, represiones y deciden levantarse para luchar en contra de los efectos devastadores de un capitalismo voraz, en contra de un colonialismo agonizante y en contra de un patriarcado opresor.
El Sur global es un amplio campo de luchas protagonizadas por colectivos humanos que presentan actos de resistencia, disidencia y rebeldía para construir un mundo mejor, un mundo en el que se respete la dignidad, que realmente contemple la participación ciudadana en la toma de decisiones, se respete la dignidad, se acepte la humanidad en toda su diversidad y se defienda la naturaleza y el medio ambiente de industrias que la destruyen (6).
En un mundo donde el avance de las políticas neoliberales están logrando la privatización de servicios públicos debido a la sumisión del poder político a la oligarquía corporativa y al incremento incesante de la desigualdad social, los conflictos surgen por doquier y la crisis social tiene un reflejo particular en una crisis política que se manifiesta en un distanciamiento entre dirigentes y dirigidos al interior de gobiernos progresistas que gobiernan a favor del capital privado, en partidos políticos que utilizan el engaño y la mentira para permanecer en el poder, y de direcciones sindicales que abandonan la democracia participativa y funcionan con el modelo de la democracia representativa, un alejamiento que se resume en una crisis de liderazgo social.
Todas estas contradicciones generan una gran insatisfacción social que en momentos se traduce en hartazgo popular que algunas personas esperan para expresar su descontento en jornadas electorales y dar un voto de castigo al partido y políticos que los traicionaron, pero que otros sectores sociales como este movimiento colectivo que se opone al plan hídrico en Sonora, estan reconfigurando el significado de la política y reconstruyendo la democracia participativa a través de la acción colectiva, por lo que exigen respuesta satisfactoria a sus demandas aquí y ahora, construyendo un poder comunitario que se opone al poder político y al poder corporativo defendiendo los intereses colectivos.
La crisis política se refleja en el hecho de que los líderes formales ya no responden a los intereses de quienes dicen representar, podemos verlos en la figura del Gobernador, de Presidentes municipales, de Diputados, Senadores, Dirigentes sindicales, etc., que no cumplen con su responsabilidad como servidores públicos o representantes populares y en momentos de conflicto social, son rebasados por la ciudadanía que lucha por recuperar sus derechos, en defensa del medio ambiente o por defensa de sus propias vidas. De esta manera, se puede observar en el horizonte social el surgimiento a nivel global de nuevos paradigmas emancipatorios que incluyen nuevas figuras de luchadores sociales que actúan como agentes de cambio social (7).
En este contexto quienes están participando en la lucha por el agua y se oponen a la construcción de tres presas en Sonora, están construyendo una nueva identidad como sujetos políticos que se movilizan en forma organizada, colectiva y unida para enfrentar el intento de imposición de un proyecto ecocida impulsado por el propio Gobernador, un proyecto que solo beneficiará al capital privado al desviar el uso del agua para consumo industrial y perjudicará a la ciudadanía sonorense al restringir el uso del agua para consumo humano.
Con esta nueva mirada podremos ver que la lucha de los integrantes de la caravana que visitó la capital sonorense es también la lucha de los habitantes de Hermosillo porque que diariamente se ven afectados por una política de racionamiento de agua en nuestros domicilios, lo han hecho durante años y parece que algunas personas lo han normalizado a nombre de que vivimos en una zona semidesértica donde casi no llueve.
Pero la realidad es que el agua es un recurso natural que debe utilizarse prioritariamente para el consumo humano, sobre todo en una ciudad que tiene una población cercana al millón de habitantes, que no deja de crecer y en consecuencia la necesidad social de consumo de agua potable se ve insatisfecha constantemente, por lo que debemos luchar para evitar que continúe la distribución desigual de la misma,
La construcción de tres presas a lo largo del río Sonora con una millonaria inversión de recursos públicos, sólo favorecerá a la industria minera encabezada por Grupo México, que ya ha devastado los mantos acuíferos de los alrededores de Cananea para mantener una producción industrial que genera miles de millones de pesos al año que van a parar al bolsillo de Germán Larrea, mientras la naturaleza en esa región se destruye con los desechos químicos y la población sufre el racionamiento de agua y la contaminación ambiental que produce esa compañía.
La voracidad del poder corporativo no tiene límites y la contención del agua que fluye por el río Sonora en tres presas servirá a los intereses corporativos, no sólo afectará a los habitantes de los pueblos ubicados junto al río Sonora ya que terminará afectando a los habitantes de la capital sonorense cuya demanda de agua para consumo humano será cada vez menos satisfecha. En esta perspectiva, la lucha para rechazar la construcción de estas tres presas es un lucha que nos compete a todos los sonorenses, incluidos a los habitantes de la ciudad de Hermosillo.
Quienes vivimos en Hermosillo, también somos ignorados por quienes nos gobiernan porque toman decisiones sin consultarnos, utilizan el presupuesto público para enriquecer sus fortunas personales en lugar de satisfacer las necesidades sociales como modernización del sistema de distribución de agua potable para evitar su desperdicio por las innumerables fugas que se presentan y garantizar el abasto oportuno, permanente y seguro del vital líquido en nuestros domicilios.
En el contexto anterior, la lucha en defensa del agua, en contra de la construcción de tres presas en Sonora es también una lucha en defensa de la democracia, en contra del autoritarismo y se convierte en una lucha política en la que todos los sonorenses debemos participar y el momento de manifestarnos es ahora y no tenemos por qué esperar a que llegue el momento de las elecciones para defender el agua, porque en un clima semidesértico.
Las luchas que se dan en el Sur global han generado un aprendizaje social que consiste en romper con la sensación de aislamiento y soledad que provoca la ideología hiperindividualista que ha roto los lazos sociales y el sentimiento de pertenencia a nuestras comunidades, para dar lugar a la recuperación de nuestra identidad como sujetos sociales que formamos parte de una comunidad que enfrenta problemas sociales y cuya solución sólo podrá lograrse actuando en forma colectiva, unida y organizada (8).
En tiempos de globalización, cada vez queda mas claro que los problemas personales tienen un origen global, el uso prioritario del agua con fines industriales tiene como objetivo aumentar las ganancias de las grandes corporaciones que tienen infraestructura para realizar producciones masivas de los artículos o productos que destinan al mercado.
En el contexto de la economía de libre mercado, la mayoría de los gobernantes no sólo han cedido soberanía al permitir inversión extranjera en territorio nacional, también han cedido poder político y priorizan las necesidades de las grandes corporaciones al aceptar la demanda del neoliberalismo de reducir su capacidad para regular los procesos de producción, distribución y comercio, a nombre de favorecer al mercado y en espera de que mejore la economía y tienen la confusa idea de que al mejorar la economía, mejorará la calidad de vida de los ciudadanos.
En el proceso de producción industrial se utilizan grandes cantidades de agua y la minería destaca no solo por los grandes volúmenes de agua que utiliza, sino también por la destrucción de la naturaleza y del medio ambiente al contaminar con sus desechos ríos, lagos, lagunas y mares. Buena Vista del Cobre, propiedad del Grupo México es la mina de cobre más grande del país, cada año aumenta la extracción de cobre, pero también aumentan los daños al medio ambiente.
Esta empresa minera acapara el 57% del agua del río Sonora y es la principal causa de estrés hídrico porque sobreexplota los recursos hídricos y priva del agua a los habitantes de Cananea y alrededores. Las operaciones de esta compañía son la principal causa de la escasez de agua en el Estado y la causa principal de la contaminación de los acuíferos del río Bacoachi y río Bacanuchi, que alimentan al río Sonora. (9).
Por otro lado, México ocupa la casilla 24 a nivel mundial en mayor estrés hídrico de una lista de 164 países elaboada por el World Resources Institute y reportó que durante 2021 las refresqueras como Coca-Cola, PepsiCo, Grupo Modelo y Heineken, utilizaron 71 mil 186 millones de litros de agua para producción de bebidas (10).
México en general y Sonora en particular forma parte de los países y regiones que están considerado bajo estrés hídrico, esto concepto se aplica a regiones que padecen escasez de agua dulce y la demanda supera la cantidad de agua disponible, por lo que se compromete la salud pública, la agricultura, la industria, pero sobre todo la calidad de vida humana.
En Sonora, un Estado sometido a estres hídrico, la actividad minera y agrícola concentran la mayor cantidad de agua en Sonora. Grupo México, es la empresa que consume el mayor volumen del líquido. Tanto el Gobierno federal y el Gobierno del Estado permiten que el agua sea utilizada de forma prioritaria para fines industriales y descuidan satisfacer la demanda de este recurso para consumo humano racionando la distribución del agua en los domicilios. Más allá de esta criminal acción, Alfonso Durazo defiende un Plan hídrico que utilizará una multimillonaria inversión con fondos públlcos para seguir garantizando que Grupo México, Grupo Bachoco, agricultores, industria cervecera y refresquera, sigan aumentando sus ganancias a costa de la explotación irracional del agua y de reducción del agua para consumo humano (11).
No sólo es cuestionable la permisividad de los gobiernos estatales y gobierno federal que han actuado con complicidad para el saqueo del agua en Sonora, también es criticable la falta de responsabilidad de las empresas transnacionales o nacionales que acaparan el agua y la contaminan sin mostrar ninguna responsabilidad social (12), también es cuestionable el silencio de los representantes de partidos políticos que voltean hacia otro lado ante la crisis hídrica que se vive en Sonora, Pero sin duda alguna, la violación a su compromiso como servidores públicos de funcionarios de Conagua y del Gobierno del Estado, representan una traición al pueblo que dicen representar.
En este contexto, al tomar consciencia de que el verdadero origen de la crisis hídrica en Sonora se encuentra en la desigual distribución del agua porque las grandes empresas acaparan la mayor cantidad de agua, la lucha para impedir la construcción de tres presas se torna en una lucha política que cuestiona la actuación del Gobernador de Sonora al actuar en contra de los intereses de quienes dice representar y esta lucha representa el inicio de un cambio social, porque la población sonorense se ve ante la oportunidad de participar para impedir que continúe la distribución desigual del agua, combatiendo el autoritarismo y construyendo a través de la acción colectiva, organizada y unida, una democracia participativa para conquistar el derecho ciudadano a participar en la toma de decisiones de relevancia social.
Ante el autoritarismo del gobierno del Estado y su misión de proteger los intereses del capital privado, las actitudes de disidencia, inconformidad y rebeldía se presentan como alternativas a seguir y ante la cerrazón que muestran funcionarios del gobierno del Estado, la crisis política seguirá creciendo hasta llegar al punto en el que la ciudadanía sonorense cuestione la representatividad y permanencia en el poder de quien se niega a escuchar y gobernar a favor del pueblo.
1.- La defensa del agua: cuando lo personal se convierte en político
https://oscaryescasd.blogspot.com/2025/08/la-defensa-del-agua-cuando-lo-politico.html
2.- Rafael Bracamontes: “La caravana fue un éxito; ahora toca recibir a la presidenta”
https://www.facebook.com/share/v/14H2DqLzBTe/
3.- El dialogo con la comunidad sigue activo. Adolfo Salazar responde a inconformes por presas en el río Sonora
4.- Construcción de tres presas en Sonora se harán de acuerdo con los pobladores declaró Alfonso Durazo
5.- No hay un planeta B
https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/09/no-hay-planeta-b-el-ecocidio-del.html
6.- Construyendo las epistemologías del Sur. De Souza Santos, Boaventura
https://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20181203040213/Antologia_Boaventura_Vol1.pdf
7.- Horizontes de un paradigma emancipatorio.
https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/12/horizontesde-un-paradigma-emancipatorio.html
8.- Soledad y política
https://oscaryescasd.blogspot.com/2025/04/soledad-y-politica-la-soledad-como.html
9.- Buena Vista del Cobre, la minera de Grupo México que acapara 57% del uso del agua en el río Sonora
10.- ¿Cuántos litros de agua se necesitan para un litro de cerveza? Te contamos
México ocupa el lugar 24 a nivel mundial sobre estrés hídrico.
11.- Actividad minera y agrícola, concentran mayor cantidad de agua en Sonora. Grupo México, empresa con mayor volumen del líquido
12.- Empresas se acaban el agua. Grupo Bachoco: un estudio de caso