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jueves, 7 de enero de 2021

 

La obediencia ciega a la autoridad

Oscar Yescas Domínguez

07 de enero del 2,021


Introducción

El conformismo y obediencia social

La irracionalidad e intolerancia como producto de teorías conspirativas

El legado de Donald Trump


Introducción

Me hice el propósito de no repetir el error que cometí el año pasado cuando dije: “Sorpréndeme 2,020” y la sorpresa fue desagradable al sufrir una espantosa pandemia que todavía no termina. Pero parece que este año no hubo necesidad de hacerlo porque en este 2,021 la realidad superó a la fantasía en los primeros días del año, al observar escenas sorprendentes que jamás pensamos que veríamos en las pantallas de nuestras televisiones, de nuestras computadoras o en nuestros teléfonos celulares, como parte de las noticias cotidianas.

Me refiero al asalto del capitolio en Estados Unidos por parte de una turba enfurecida que ingresó violentamente al Capitolio en la ciudad de Washington, horas antes de que el Congreso se reuniera para ratificar el triunfo del demócrata Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre. Se trataba de formalizar el cambio de poder presidencial, suscribir el final del período presidencial de Donald Trump y el inicio del cuatrienio de Joe Biden, después de haber atendido los reclamos de fraude electoral alegados por Trump y que las instituciones oficiales emitieran un comunicado oficial reconociendo que no hubo tal operación de fraude.

El Senado y la Cámara de Representantes se disponían a celebrar la reunión conjunta para realizar el último conteo de votos y avalar el inminente triunfo de Joe Biden sobre Donald Trump. Una ceremonia que normalmente representa la aceptación formal de los resultados electorales en una elección presidencial.

Pero la situación dio un vuelco de tal manera que lo que sucedió este 6 de enero del 2,021 pasará a la historia como uno de los días más ignominiosos en la historia de Estados Unidos, cuando un gran número de seguidores de Donald Trump rodearon el Capitolio, rebasaron los cordones de seguridad policiaca, escalaron paredes para subir al techo y usaron la violencia rompiendo ventanas para ingresar al edificio que representa uno de los espacios físicos más sagrados para los estadounidenses.

Mientras tanto, en el interior del edificio reinaba el caos y el pánico se apoderaba de quienes se encontraban al interior, ante los gritos e intentos de los simpatizantes de Trump para ingresar al recinto donde se encontraban los legisladores quienes se tiraban aterrorizados al suelo en posición fetal para protegerse de esa invasión, mientras personal de seguridad ponía barricadas en las puertas, desenfundaba sus armas y se disponía a disparar a quienes intentaban ingresar de forma violenta. En medio del caos, cuatro personas perdieron la vida en circunstancias que todavía no están claras. El grupo de legisladores fue trasladado a un lugar seguro en el sótano del edificio mientras la Guardia nacional se movilizaba y la policía utilizaba gases lacrimógenos para dispersar a la multitud que había ingresado en forma violenta al capitolio.

¿Cómo es que se llegó a este punto de no retorno en la violación de un espacio sagrado en la política estadounidense como lo es el edificio del Capitolio?, ¿porqué fallaron los diversos cuerpos de seguridad y se permitió esta invasión tumultaria a este recinto? ¿Qué provocó esta invasión del capitolio por parte de una muchedumbre iracunda que no dudó en desobedecer a las autoridades policiacas que intentaron contenerla, utilizó la violencia para ingresar al recinto y causaron daños en las oficinas de los legisladores norteamericanos?, ¿Porqué murió una mujer manifestante por un disparo en el interior del Capitolio?, ¿Quién o quienes son responsables de estas acciones?

El conformismo y obediencia social

Para responder a estas preguntas es necesario recurrir a la ciencia de tal forma que logremos iluminar este oscuro panorama que estamos observando. Diversos estudios realizados en Psicología social han demostrado la existencia de un proceso de influencia que existe en las relaciones interpersonales y que nos ayudan a comprender que un individuo puede comportarse en forma irracional cuando forma parte de una multitud, realizando acciones que en forma individual jamás lo haría. Esto se debe  a que en las multitudes las personas no piensan, actúan irracionalmente, lo que motiva prioritariamente sus comportamientos son las emociones y se dejan llevar por ellas bajo la premisa de que tantas gentes no pueden estar equivocadas y no piensan en las consecuencias de las acciones que realicen en forma masiva.   Tomemos como punto de partida que la consideración real de que somos seres sociales, que hemos construido una determinada forma de pensar, sentir y actuar gracias a la interinfluencia que hemos mantenido con figuras significativas en los distintos grupos a los que pertenecemos o hemos pertenecido, lo que se llama "personalidad psicosocial", que nos hace únicos y diferentes a los demás. Pero la influencia social puede provocar un cambio en las creencias, actitudes y valores de las personas, en función de las circunstancias sociales, la historia personal y en medio ambiente social, sobre todo si el individuo se encuentra formando parte de una muchedumbre donde su identidad individual se diluye y se integra a la masa.

Estudios experimentales en Psicología social han demostrado que la influencia social puede provocar una conformidad de un individuo hacia un grupo, aún cuando no coincida en sus valores, actitudes y creencias, debido a la necesidad de aceptación social que todos tenemos. Todos tendemos a adaptarnos a diferentes grupos sociales, aún cuando no compartamos las mismas ideas o tengamos una percepción diferente, porque tenemos una necesidad psicológica que deseamos cubrir que se llama "aceptación social", por este motivo para no recibir la desaprobación de los demás, actuamos como la mayoría se comporta. Esta conformidad puede produce un cambio de opinión, conducta o actitud por la presión del grupo en el que nos encontramos, logrando que actuemos de una manera diferente a la que actuaríamos si estuviésemos solos, un cambio temporal o permanente Los estudios del Psicólogo social Solomon Asch (1951) demostraron en forma fehaciente que un individuo acepta o se acomoda a las normas del grupo, aún cuando en su interior no esté de acuerdo. El conformismo se da cuando un grupo actúa presionando para lograr que un individuo cambie su comportamiento para ser aceptado.

Por otro lado, la influencia social puede provocar una conducta de obediencia a una autoridad que ordena realizar acciones que uno no realizaría o que rechazaría en forma individual, la influencia social puede producir una obediencia ciega de tal forma que el individuo modifique su comportamiento y obedezca órdenes irracionales, aún cuando esté en contra de sus valores personales o cometa algún delito o crimen.

La obediencia a la autoridad fue el argumento que utilizaron los criminales de guerra nazis cuando fueron enjuiciados por crímenes de lesa humanidad. Los psiquiatras y psicólogos que los revisaron no encontraron nada “anormal” en estas personas que realizaron crímenes horribles que la historia no ha olvidado ni olvidará y determinaron que eran personas comunes y corrientes que sólo obedecían a su autoridad.

Esta obediencia ciega a la autoridad fue demostrada experimentalmente por el psicólogo Stanley Milgram que investigó la obediencia a la autoridad en la Universidad de Yale (1974), realizando un experimento con personas de diversa edad y condición social, colocando a algunos de ellos como actores que simularían ser sujetos experimentales que recibirían falsas descargas eléctricas cada vez que respondieran incorrectamente. A otros sujetos experimentales les asignaron la tarea de realizar descargas eléctricas cada vez que los individuos se equivocaran, ellos pensaban que las descargas eléctricas eran reales. Lo sorprendente del experimento es que la mayoría de los que participaron como responsables de realizar las descargas eléctricas, no dudaron en ningún momento en obedecer al científico responsable del experimento cada vez que les pedía aumentar el nivel de voltaje de las descargas, aún cuando el falso voltaje representara poner en peligro la vida de la otra persona, sólo actuaron mostrando una gran obediencia a la autoridad. Con ello demostró que cualquier persona puede realizar acciones de crueldad sin sentir remordimiento alguno, porque no sienten responsabilidad personal ya que están obedeciendo órdenes de una autoridad

La irracionalidad e intolerancia como producto de teorías conspirativas

Hoy en día vivimos como si tuviéramos implantados nuestros teléfonos celulares, no podemos vivir sin ellos. A través de la telefonía celular mantenemos una comunicación virtual con miles de personas en redes sociales. Quien no está conectado a las redes sociales sufre una “muerte social”, es olvidado por sus amigos que sí están dentro de las redes sociales. Estas redes sociales son actualmente nuestras principales fuentes de información y a través de ellas se han creado grandes movimientos colectivos que generaron grandes cambios sociales. Un simple llamado realizado a través de las redes sociales puede lograr que miles de personas se concentren en un sólo lugar y con un sólo propósito. Ya sea una fiesta masiva, una manifestación de apoyo político, una demostración de fuerza social o la concentración de miles de personas que protestan por alguna razón en la que coinciden.

El problema se presenta cuando en plena era de la información, predomina la ignorancia porque en redes sociales abundan las fake news o falsas noticias. Estas dan lugar a las teorías conspirativas que provocan que la ignorancia predomine por encima del conocimiento científico. Un ejemplo de estas teorías conspirativas o falsas noticias las hemos visto en esta pandemia del covid, cuando a pesar de que miles de personas han fallecido en el mundo entero por el coronavirus, todavía hay gente que niegue su existencia y siga comportándose como si no existiera una crisis de salud, exponiendo su salud y vida en riesgo, al mismo tiempo que pone en peligro la salud de los demás.

A diferencia de las falsas noticias el discurso científico utiliza paradigmas, modelos teóricos y se basa en la observación de los hechos para dar respuestas a las diferentes interrogantes que nos plantea nuestra existencia en esta sociedad contemporánea. Al dar una explicación a los problemas sociales que padecemos, el discurso científico se enfrenta a mitos, fábulas y creencias, de tal forma que podría decirse que la ciencia se consolida como una explicación hegemónica acerca del funcionamiento de nuestra sociedad, de la naturaleza y del medio ambiente.

Pero lamentablemente, en plena modernidad siguen circulando discursos anticientíficos o pseudocientíficos que promueven la ignorancia, el fanatismo y la intolerancia y se alejan de la realidad. La existencia en plena modernidad de este tipo de discursos se debe en buena parte a que manejan explicaciones simples acerca de problemas complejos, algo que el discurso científico no hace, ya que requiere de análisis y aprendizaje teórico, es decir, implica desarrollar un pensamiento crítico y autónomo, algo que no existe en forma generalizada en la era de la información.

En varias partes del mundo entero han surgido agrupaciones sociales y partidos de derecha que utilizan las redes sociales para circular noticias falsas que desinforman y con ello favorecen a la manipulación social, al mismo tiempo que generan un caos social, sobre todo cuando se utilizan en procesos electorales. Lo vimos con Donald Trump en Estados Unidos y con Jair Bolsomaro en Brasil.

El legado de Donald trump

Desde su campaña, el Presidente norteamericano utilizó un discurso con tintes de intolerancia y racismo, utilizó la técnica del “chivo expiatorio” que utilizan los políticos de derecha para ganar adeptos, culpando a comunidades específicas de los problemas sociales que enfrentaba la población estadounidense. Parte de su discurso tenía un contenido que culpaba a los inmigrantes de los problemas de la economía nacional al decir que ellos llegaban al país y les robaban los puestos de trabajo a los ciudadanos norteamericanos y fue aún más lejos al provocar temor y acusar a los inmigrantes mexicanos de “violadores”, por lo que impulsó iniciativas para construir un muro que impidiera el paso a los inmigrantes.

Durante su gestión presidencial se fortalecieron los grupos conservadores y supremacistas, provocando un incremento del racismo que provocó varios incidentes por motivos raciales. Durante su gestión se promovió el discurso del odio, un odio al extranjero, una desconfianza y violencia hacia los inmigrantes ilegales que llegaron a afectar a ciudadanos estadounidenses con ascendencia latina, de tal manera que este racismo fortalecido desde la Casa Blanca llevó a expresiones de rechazo social a alguien por el tono de su piel, por su complexión física, por hablar otro idioma que no sea el inglés.

Con el uso de un discurso del odio se intentó culpar al extranjero de la movilidad de las grandes compañías prefieren abrir sucursales en países lejanos para pagar salarios menores a los que pagaría a trabajadores estadounidenses. El discurso del odio intentó generar inestabilidad psicológica creando sentimientos de inseguridad, temor, incertidumbre entre la población, para presentar propuestas de incremento al presupuesto militar o intervenciones militares en el extranjero dirigida a “blancos hostiles” utilizando la mentira, el engaño y el fraude para lograr que las grandes corporaciones de fabricantes de armas obtengan del gobierno contratos millonarios y los políticos puedan seguir cuidando “la seguridad nacional”. Este mismo discurso del odio llegó al extremo de que algunos simpatizantes de Trump señalaran durante la campaña electoral a simpatizantes del partido demócrata como "liberales comunistas".

Durante su gestión menospreció el peligro de la pandemia del covid, se negó a usar mascarilla e inclusive llegó a convocar a reuniones masivas en plena crisis sanitaria, provocando con ello que Estados Unidos se convirtiera en el foco de la pandemia del covid a nivel mundial, lo cual es de extrema gravedad porque en este país la salud es privada.

Desde que empezaron a salir los primeros resultados de las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre, al ver que no le favorecían, Donald Trump empezó a cuestionarlas alegando que se estaba cometiendo fraude y llegó al extremo de pedir detener las elecciones en algunos Estados de la Unión Americana. La demanda de fraude la mantuvo durante los dos últimos meses del año pasado e interpuso recursos legales que obligaron al reconteo de votos para verificar si hubo fraude o no.

Las instancias involucradas en avalar las elecciones realizaron su trabajo revisando los votos terminando por certificar que no hubo fraude como alegaba Donald Trump. Ante el fallo a sus reclamos, Trump utilizó las redes sociales para denunciar fraude electoral y arengó constantemente a sus simpatizantes a manifestarse y “defender la democracia”. Ante su empecinamiento el Partido Republicano se dividió entre quienes apoyaban la teoría del fraude y quienes optaron por reconocer la legitimidad del triunfo de Joe Biden.

Siempre utilizando redes sociales (Twitter, facebook, Instagram), Trump arengó a sus simpatizantes ese fatídico día a dar una demostración de fuerza a los legisladores y dirigirse al capitolio donde se reunirían para avalar los resultados electorales. Pero la situación se salió de control porque una multitud enardecida, desobedeció a la policía que trató de impedir el ingreso al edificio de una multitud de simpatizantes de Trump, sin lograrlo. Rompiendo ventanas, derribando puertas y escalando las paredes, los simpatizantes de Trump ingresaron invadiendo el edificio en forma violenta, provocando caos, temor y pánico entre los legisladores que eran protegidos por un reducido número de elementos de seguridad que intentaron impedir el acceso a uno de sus espacios con armas en la mano.


En uno de esos intentos de ingresar a una parte del edificio del capitolio, mientras una muchedumbre golpeaba una puerta intentando derribarla desoyendo las indicaciones en contra de personal de seguridad que se encontraba dentro, se produjo un disparo proveniente de un elemento de seguridad que impactó en el cuerpo de una mujer simpatizante de Trump, Ashli Babbitt, veterana de guerra, quien falleció horas después. Cuando su esposo se enteró de su muerte no pudo explicar qué hacía ella en el capitolio, sólo la describió como una "mujer patriota". Otras tres personas fallecieron en incidentes relacionados con este asalto al edificio del Capitolio. Refuerzos de policía y elementos de la Guardia Nacional lograron desalojar con gases lacrimógenos a los simpatizantes de Trump.

En este punto surgen otras preguntas que deben responderse: ¿Quién es el responsable de la muerte de Ashli Babbitt que falleció de un disparo en el interior del Capitolio?, ¿el guardia  que cumpliendo con su deber de defender la seguridad del edificio gubernamental disparó ante la actitud agresiva de una multitud que actuaba en forma irracional?, ¿Qué hacía Ashli Babbit en ese lugar?, ¿la multitud que llegó al Capitolio obedecía órdenes de una figura de autoridad como lo es el Presidente de Estados Unidos que pidió a sus simpatizantes dar una demostración de fuerza y dirigirse a ese edificio?

Después de los acontecimientos en el Capitolio, los directivos de redes sociales de facebook, twitter e instagram suspendieron temporalmente las cuentas de Donald Trump bajo el argumento de que estaba incitando al odio y a la violencia. Después de los hechos los invasores del Capitolio han sido acusados de sedición y están siendo buscados por los cuerpos de seguridad, esos mismos cuerpos de seguridad que no previeron, que no actuaron para impedir la invasión del Capitolio. ¿Acaso no actuaron porque estaban obedeciendo órdenes del Presidente en funciones Donald Trump?, ¿ el mismo que estuvo instigando a sus seguidores a dar demostraciones de fuerza para impedir el “fraude electoral”?

¿Quién tiene las manos manchadas de sangre, el guardia de seguridad que disparó, los invasores del capitolio que obedecían a su autoridad máxima el presidente Donald Trump, o el mismo Donald Trump es el principal responsable?

Las comparaciones son odiosas pero a veces inevitable, como en esta ocasión, recordemos las manifestaciones del movimiento Black Lives Matter que surgieron por varios actos de racismo policiaco en los cuales fallecieron varias personas de raza negra por brutalidad policiaca. Eran miles de manifestantes en cientos de ciudades estadunidenses que protestaban en forma pacífica y sin armamento alguno. Aún así, Donald Trump movilizó a la policía, a la Guardia Nacional e inclusive al ejército para custodiar la Casa Blanca. En un momento determinado se dio la orden y los cuerpos policiacos arremetieron con violencia hacia los manifestantes golpeándolos, arrojándoles gas lacrimógeno y deteniendo a centenares de manifestantes. En esos casos, la violencia provino del Estado en contra de ciudadanos estadunidenses desarmados.


Pero en esta ocasión, en el asalto al Capitolio de Washington, miles de simpatizantes de Trump, varios de ellos con armas en sus manos se manifestaron y tomaron por asalto el edificio del Capitolio utilizando la violencia. No hay detenidos hasta el momento, la pregunta es: ¿porqué esta doble moral? ¿porqué a algunos se les reprimió y detuvo y  a otros no?, ¿Cómo es posible que el Capitolio fuera tomado por asalto?, ¿Qué estaban haciendo elementos del servicio secreto, cuerpos policiacos y tantas agencias de seguridad que no actuaron para impedir esta “demostración de fuerza” que dejó un saldo de 4 muertos? La única explicación lógica es que dichos cuerpos policiacos, al igual que los manifestantes actuaron obedeciendo a la autoridad, unos actuando para protestar por “un fraude electoral”, "defendiendo la democracia" y otros permaneciendo inmóviles siguiendo instrucciones de su autoridad máxima de no hacer nada.

El legado que deja Donald Trump está manchado de sangre y se centra en la manipulación que hizo de miles de ciudadanos estadounidenses para intentar seguir en el poder, ciudadanos que actuaron creyendo que defendían la democracia, al obedecer a la figura máxima de autoridad en el país en el que viven, quien les pidió movilizarse para defender la democracia. El legado de Trump que pasará a la historia es dejar a un país dividido, un fortalecimiento del racismo provocado por el uso de un discurso del odio, dividió al partido republicano, generó un debilitamiento de las instituciones responsables de garantizar la democracia en Estados Unidos y provocó un distanciamiento entre buena parte de la población y el nuevo gobierno que entrará en funciones y durará cuatro años. 


Yescas, Oscar: El grito de los oprimidos se hace escuchar: “No puedo respirar”

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/05/elgrito-de-los-oprimidos-se-hace.html

Yescas, Oscar: El arcoiris norteamericano en pie de lucha

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/06/elarcoiris-norteamericano-en-pie-de.html

Yescas, Oscar: El discurso del odio

https://oscaryescasd.blogspot.com/2019/08/eldiscurso-del-odio-oscaryescas_5.html

LAS CONSPIRACIONES: EL PELIGRO DE CAER EN LA IRRACIONALIDAD Y LA INTOLERANCIA

http://www.xn--sociologainquieta-kvb.com/2020/08/las-teorias-de-las-conspiracion-el.html?m=1&fbclid=IwAR3EVLGRXYJhmjGQ_NN1oXitxb_ltrPCF3ec1EhcdszKY08a690mOzUc3L4

El momento en que Ashley Abbitts recibe el disparo

https://www.youtube.com/watch?fbclid=IwAR1-R70uny2f_QRLFKmcDv5vGuaiws60bquYzjapn7kV5rBctVt3sIzzB6A&v=mgnh5jvmuZw&feature=youtu.be&ab_channel=ElPa%C3%ADs

La influencia social

https://www.clinicakahlo.mx/blog/influencia-social/




https://elpais.com/internacional/elecciones-usa/2021-01-07/ashli-babbitt-la-veterana-del-ejercito-y-fan-de-trump-que-acabo-abatida-en-el-capitolio.html





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