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miércoles, 27 de enero de 2021

 

El optimismo frente a la agonía que continúa en el 2,021

Oscar Yescas Domínguez

27 de enero de 2,021



Los días siguen pasando como gotas de agua en un grifo semicerrado pasan lentamente, sin embargo, cada día que empieza se renueva la esperanza y se experimenta una sensación como obtener un triunfo, sumar puntos, meter un gol, encestar una canasta, etc., porque significa que seguimos vivos en un momento histórico en el que sobrevivir es la consigna del día.

En los pocos días que van del 2,021 se están comprobando las predicciones realizadas el año pasado por analistas sociales que señalaron que en este 2,021 no sólo continuaría la pandemia del covid-19, sino que entraríamos en períodos de pandemias intermitentes que nos obligarían a refugiarnos en nuestra casas, guardar períodos de confinamiento voluntario, salir del encierro y al poco tiempo volver a aislarnos de nuevo. Es “la nueva realidad” que vivimos, que nos hace añorar la normalidad anterior al covid porque hemos perdido gran parte de nuestra movilidad social y libertades individuales. Esta nueva realidad nos exige nuevos comportamientos para sobrevivir y parte de este aprendizaje incluye cambios no sólo de comportamientos, sino también de actitudes, valores, percepción de los demás y de nuestra propia autopercepción.

Necesitamos dejar atrás la ignorancia, los prejuicios y aprender a distinguir la información falsa de la información científica, no difundir las falsas noticias que provengan de fuentes no confiables, como sucedió con personas que ingirieron cloro y fallecieron. Internet da voz a todas las personas y cualquiera opina del tema que se le antoje como si fueran científicos. En la era de la información circula por internet gran cantidad de basura informativa que muchas personas toman como verdadera, porque no han desarrollado un pensamiento autónomo, una capacidad para pensar por sí mismos y se limitan a compartir la información que les llega sin analizarla críticamente, sin ponerse a pensar que mucha de esa información podría provocar la muerte de terceras personas.

En el contexto de la actual pandemia del covid, debemos mirar hacia atrás y aprender de la historia de la humanidad para no repetir errores fatales y recordar que en la década de los ochentas cuando surgió la epidemia delVIH-sida, pasó algo parecido a lo que está sucediendo con la pandemia del covid en este 2,021. En los primeros años de expansión del VIH-sida que era un virus desconocido, inicialmente se manejó que era un problema que afectaba sólo a los homosexuales que practicaban el sexo anal y que la transmisión de esa enfermedad se debía a este tipo de práctica sexual.

Ante esta explicación la promiscuidad sexual heredada de los setentas cuando se pregonaba el “amor libre” continuó en los ochenta a pesar del número creciente de víctimas de sida. La Iglesia católica llamó en su momento a la epidemia del sida como “un castigo de Dios” por realizar sexo contra natura y reiteró su condena a la homosexualidad, al mismo tiempo que en cientos de iglesias católicas los sacerdotes violaban a niños y niñas que acudían a esos templos.

Pero después se observó que dentro del grupo de víctimas de sida se encontraban mujeres amas de casa que aseguraban que sólo tuvieron contacto sexual con sus maridos. Entonces surgió la pregunta: ¿Cómo adquirieron el virus del sida estas fieles amas de casa que practicaron sólo coito vaginal con sus parejas? La ciencia nuevamente encontró la respuesta, a través de investigaciones se encontró que las amas de casa fieles que fallecieron por sida habían sido contagiadas por sus maridos que tuvieron contactos sexuales con otras mujeres, pero no con hombres. Fue entonces que empezó a despejarse la idea de que el sida era un problema de salud que afectaba sólo a homosexuales y que su contagio no se limitaba al coito anal, que el contagio se daba a través de la saliba y líquidos corporales compartidos, por lo que en realidad el sida afectaba a toda la población que tuviese conducta sexual promiscua, por lo que era necesario limitar el número de parejas sexuales, usar condón invariablemente y ejercer con responsabilidad la práctica de la sexualidad.

Se tomaron medidas legales en contra de las personas que eran portadores del VIH y seguían teniendo prácticas sexuales con varias parejas sin informar a las mismas de su condición de seropositivos y hubo casos de condena en cárcel en Estados Unidos para algunas personas reincidentes.

En el inicio de la pandemia del covid-19 circuló en redes sociales la información de que el covid sólo mataría a los “viejitos”, a las personas de edad avanzada porque atacaba el sistema inmunológico y se partía de la premisa de que los adultos mayores ya tenemos dañado o averiado no sólo nuestros cuerpos, sino también nuestros sistemas inmunológicos. Esta falsa creencia permitió bajar la guardia a jóvenes y adultos que se consideraron inmunes y no aceptaron asimilar a sus comportamientos las conductas preventivas del covid que ya conocemos hasta el cansancio (evitar salir de casa innecesariamente, usar cubrebocas, guardar distancia, etc.).

Basados en esta información, buena parte de la juventud del mundo entero siguió actuando con entera normalidad, sin tomar las precauciones indicadas por las autoridades sanitarias, miles de jóvenes en el mundo entero se dejaron llevar por su individualismo al no pensar en los demás y continuaron con un comportamiento hedonista, buscando diversión y placer sin pensar que en casa se encontraban adultos mayores que desde un inicio fueron considerados personas de alto riesgo (abuelos, padres, tíos, tías, etc.).

Estos jóvenes regresaban a sus casas después de la diversión, sin saber que portaban el virus del covid que contrajeron por contacto físico o por transmisión aérea en su interacción social con otras personas y de manera inevitable se lo transmitieron a sus seres queridos, quienes sin haber salido de sus casas y a pesar de haber guardado distancia y usado cubrebocas fueron contagiados por quienes menos esperaban.

En el contexto de la actual pandemia cualquier persona tiende a tomar precauciones ante la presencia de algún desconocido y mucho más si llegan a encontrarse en terreno desconocido, es una reacción natural ponernos en estado de alerta, guardar distancia y tomamos precauciones. Pero miles de adultos “de la tercera edad” no desconfiaron de sus hijos, sobrinos o nietos estando dentro de su propia casa y sin saber que eran portadores del covid recibieron el “beso de la muerte”. Después vino la tragedia, cayeron enfermos resultaron positivos al covid, padecieron sus síntomas que se fueron agravando y finalmente un alto número de personas que nunca salieron de sus casas, que tomaban precauciones cuando salían y que siempre utilizaron cubrebocas y guardaban distancia, pasaron a formar parte de las estadísticas mortales del covid en el 2,020.

Nadie encontraba explicación a la pregunta de cómo les llegó el virus del covid, hasta que avanzaron las investigaciones científicas y detectaron que la vía de contagio de aquellos que fallecieron sin salir de sus casas fueron las personas jóvenes que convivían con ellos que siguieron teniendo contacto social con otras personas y que no tomaron las precauciones consabidas. Fue un descubrimiento impactante, me pongo a pensar en cómo se sentirían aquellos jóvenes a quienes les dijeron que ellos les dieron el beso de la muerte a sus padres y abuelos, sólo puedo imaginar el gran remordimiento que los acompañará toda sus vidas. Hoy sabemos que no hay excepciones basadas en criterios de edad para ser contagiado de covid, enferman de covid, ancianos, adultos, jóvenes y hasta bebés.

Por eso es vital estar informado en estos tiempos de pandemia, algunas personas alegan que por salud mental se desconectan de las noticias y no quieren saber de los avances de la pandemia. Una actitud realmente contraproducente en tiempos de crisis de salud porque el no saberlo, no les evita correr riesgos de contagio, al contrario, la ignorancia les puede conducir a cometer errores que podrían evitar si se encuentran debidamente informados. La ignorancia en la sociedad de la información es una elección individual, pero algo que la pandemia del covid nos ha enseñado es que el comportamiento individual afecta la salud de los demás y el comportamiento de los demás afecta la salud individual.

En consecuencia, en tiempos de crisis de salud colectiva, en un momento de la historia el que sobrevivir es la consigna del día, permanecer informados es una responsabilidad colectiva para actuar en forma pertinente y no colocarnos en situación de riesgo innecesario o colocar a otros en riesgo por nuestros comportamiento individual. En otras palabras, la libertad individual se ve limitada en nombre de la salud colectiva. Al igual que en los ochentas, estamos enfrentando algo desconocido, no debemos sumir nuestras cabezas en un hoyo en el suelo y lo que debemos hacer es preguntarnos qué podemos hacer para librar esta pandemia, para cuidar nuestra salud y cuidar la salud de las personas que amamos.

Hay noticias que no podemos ignorar en estos momentos y una de ellas son la magnitud de la tragedia que estamos viviendo a nivel global: En México suman 152,016 muertes por covid al día de hoy 27 de enero del 2,021,total de contagiados por covid suman 1,788,905. En todo el mundo se han registrado en esta misma fecha 2,154,455 fallecimientos por covid y el número de contagiados es de 100,089,186. Son cifras impresionantes que deben conocerse, no para vivir con miedo, sino para conocer el terreno que estamos pisando, un terreno minado en el que un paso en falso nos puede llevar a formar parte de estas estadísticas.

En el 2,020 parte de los llamados a guardar confinamiento voluntario contenía el argumento de que era necesario dar tiempo a los científicos para que crearan una vacuna efectiva contra el covid, aún así miles de personas no hicieron caso y por eso vemos estas cifras que impactan. Pues bien, ya se han creado vacunas para curar el covid-19, pero ahora enfrentamos otro problema, algo que también se predijo el año pasado: El virus del covid ha mutado y hoy estamos presenciando una nueva versión del covid que ya se presentó en varios países, por lo que el problema no termina con la invención de vacunas porque estas cifras del covid que cada día van aumentando, se dispararán en el corto o mediano plazo debido a que se han presentado tres nuevas cepas del covid identificadas en Gran Bretaña, Sudáfrica, Brasil y Estados Unidos, las cuales representan un “alto riesgo” para el mundo entero ya que conducirán a mayores tasas de infecciones, hospitalizaciones y muertes, de manera particular en la población de adultos mayores y quienes presentan comorbilidades, es decir, que presentan la existencia de dos o más enfermedades relacionadas en un mismo individuo. La lista de países que han identificado casos con la nueva variante del covid aumenta cada día que pasa y hasta el momento incluye 34 países, por lo que es de esperarse que en cualquier momento llegue a nuestro país.



Lejos de dejarnos llevar por reacciones de pánico debemos mantener la cabeza fría y definir cual será nuestro papel en la contención de esta “tercera oleada” de la pandemia. Primero debemos resumir los acontecimientos que permitieron la expansión de la actual pandemia y conocer las posible s medidas de contención que podemos utilizar para proteger nuestra salud y la salud colectiva.

Primero: la pandemia llegó para quedarse, debemos aprender a vivir en el contexto de la pandemia y esto implica desarrollar nuevos comportamientos que nos permitan protegernos del contagio, estos comportamientos todos los conocemos: usar cubrebocas, quedarse en casa si no tenemos necesidad de salir, guardar distancia con otras personas, evitar reuniones familiares, uso de gel antibacterial constantemente, etc.

Segundo: Las escandalosas cifras de contagiados y fallecidos por covid se incrementaron en gran medida debido a la irresponsabilidad social de buena parte de la población que se vio obligada a salir de sus casas por no tener dinero suficiente para poder comer diariamente. El covid-19 vino a exhibir la enorme desigualdad social que existe en nuestra sociedad contemporánea bajo el capitalismo en su fase neoliberal. Urge que el Estado recupere su función de procurar el bienestar social y proceda a otorgar apoyos económicos a los millones de personas que viven en condiciones de pobreza extrema. Apoyos que pueden ser de creación de refugios o albergues para personas que deambulan por las calles, entrega de despensas en colonias maginadas sin tintes políticos evitando hacer propaganda para los candidatos a las elecciones que tendrán lugar en este año. Los gobiernos de los tres niveles deben proporcionar gratuitamente cubrebocas y gel antibacterial en forma masiva y gratuita. Otorgar apoyos para las miles de microempresas que se vieron afectadas por la pandemia y apoyos para los desempleados por las mismas.

Tercero. Miles de personas salieron de sus casas sin motivo alguno irrespetando los llamados de quedarse en casa y guardar confinamiento voluntario. Otras miles de personas realizaron o participaron en reuniones familiares en momentos en los cuales las autoridades alertaron sobre un notable incremento en el número de contagios, demostrando con ello gran indiferencia social, un egoísmo extremo que les impidió ver las consecuencias sociales de sus comportamientos individuales.

Cuarto: Las autoridades sanitarias actuaron con una doble moral al solicitar a la ciudadanía el confinamiento voluntario y al permitir la apertura de grandes empresas y comercios para “salvar la economía”, sin tomar las debidas precauciones de verificar cambios físicos en los centros de trabajo y dejado a trabajadores indefensos ante las presiones de su patrones que los obligaron a acudir a trabajar bajo el riesgo de perder el empleo.

En conclusión, parece que el 2,021 nos recibe como aquel viejo chiste que nos decía: “tengo dos noticias, una buena y otra mala, ¿Cuál quieres escuchar primero”. La buena noticia es que ya tenemos vacuna para el covid y las grandes corporaciones no se beneficiarán de su venta, sino que será gratuita y masiva. La mala noticia es que el covid-19 mutó y surgieron tres cepas nuevas, más mortíferas y veloces que su madre.

Estamos viviendo un Deja Vú, repitiendo la historia que vivimos hace un año exactamente, cuando nos enteramos de que en tierras muy lejanas surgió un nuevo virus que era mortal y se propagaba velozmente. Vimos aquel incidente como algo muy lejano que no llegaría a nuestras tierras y no tomamos precauciones, olvidamos que vivimos en la era de la globalización donde se exhortan e importan productos de todo el mundo, en el cual existe un movimiento comercial masivo y que el neoliberalismo impuso a nuestros gobiernos una flexibilidad económica que incluía la apertura de fronteras y eliminación de aranceles para facilitar el tránsito de las mercancías distribuidas por las grandes corporaciones que continúan “conquistando mercados”.

La ignorancia ante lo desconocido nos llevó a mantener la guardia baja, no tomamos precauciones, no nos informamos adecuadamente y muchas personas se dejaron influir por youtubers y otras personas que dieron su “humilde opinión” afirmando que el covid no existía. Aquellos que usaron redes sociales para mal influir me recuerdan a los charlatanes que viajaban de pueblo en pueblo vendiendo agua pintada como elíxir mágico que curaba todo tipo de enfermedades. Se comprende que en aquellos tiempos los charlatanes se aprovecharan de la ignorancia de los pueblerinos e hicieran sus grandes negocios a costa de la salud de gente que pecaba de inocente.

Pero hoy en día en plena sociedad de la información, elegir la ignorancia por encima del conocimiento científico es una elección que puede conducir a la muerte. Recordemos que vivimos en una crisis de salud en la que hay millones de personas que han fallecido y que la consigna diaria es sobrevivir. A diferencia del año pasado, el día de hoy sabemos como evitar ser contagiados, en realidad es sencillo: evitar salir si no tenemos necesidad de hacerlo, usar cubrebocas cuando salgamos, no recibir visitas en nuestra casa, guardar distancia, usar gel antibacterial y lavado de manos frecuente, etc.

La pregunta ante este Deja vú que estamos viviendo al ver que surgen nuevas versiones del covid más veloces y mortíferas se presentan es: ¿repetiremos los mismos errores que cometimos el años pasado y que dejaron tan funestos resultados? La pandemia del covid creció en el 2,020 a niveles incontrolables debido a la falta de colaboración de la ciudadanía con los esfuerzos de las autoridades sanitarias, en consecuencia, aquí y ahora debemos asumir una actitud de responsabilidad social que debe ir acompañada de la convicción de que si actuamos en forma colectiva, organizada y unida podremos lograr no sólo disminuir las cifras de contagios y fallecimientos, sino que también podremos sobrevivir y ayudar a sobrevivir a quienes nos rodean. Ante el porvenir pesimista que tenemos enfrente por el avance del covid y el surgimiento de nuevas cepas, es necesario que la pandemia por su carácter global sea atendida de la misma forma por los gobiernos de todos los países, con la implementación de medidas pandémicas simultáneas y coordinadas, las cuales deben priorizar la salud colectiva y no repetir el error de intentar salvar la economía permitiendo el contacto social colectivo, con objetivos de aumentar el consumo para priorizar las ganancias de las grandes corporaciones.

Los picos de la curva del contagio del covid se incrementaron en fechas con significado especial: día del niño, día de la madre, día del padre, día de muertos, nochebuena, navidad y año nuevo. En esas fechas especiales se realizaron compras masivas en las grandes tiendas comerciales, por multitudes que no guardaron distancia entre sí y muchos si usar cubrebocas. Se acerca el 14 de febrero, la publicidad intentará persuadirnos a salir a comprar y demostrar nuestro amor con obsequios materiales. Depende de cada uno si demuestra que aprendió de la tragedia prolongada que estamos viviendo todavía.

Lo cierto es que en el 2,020 se vio la importancia del conocimiento científico, del uso de la ciencia para combatir el virus, la ciencia fue quien rescató de la muerte a miles de contagiados del covid, no fue la religión, ni las plegarias ni ningún tipo de Dios. La entrega del personal que trabaja en el sector salud dejó varias muertes de varios de sus miembros, en nombre de ellos y de los millones que han fallecido debemos demostrar que podemos participar en un esfuerzo colectivo que permita la construcción de un vínculo entre autoridades sanitarias y ciudadanía responsable para minimizar los efectos de las nuevas pandemias.


Debido a que la pandemia del covid se distribuyó globalmente por personas que viajaron en líneas aéreas llevando consigo el virus de un país a otros, es necesario que las compañías aéreas tomen medidas de exigencia de pruebas de covid y cuarentena para quienes deseen viajar en el futuro utilizando este medio de transporte, éstas medidas toman especial importancia en aquellos viajeros que procedan de lugares donde se han detectado el surgimiento de estas nuevas cepas.

De manera simultánea, se debe acelerar el proceso de vacunación de la población en forma masiva en todos los países, no solamente en el que vivimos, porque la globalización nos ha acercado a formas que ni siquiera imaginamos. Esta vacunación masiva debe empezar con el personal que trabaja en el sector salud, quienes son los que están en la línea de mayor riesgo y siguiendo con los grupos vulnerables como adultos mayores y personas con comorbilidad.

Los legisladores deben presentar iniciativas de ley que incluyan impuestos especiales a las grandes corporaciones para que sean destinados al fortalecimiento del sector salud en la construcción de más hospitales y suministros médicos para los que ya existen. De igual forma deben elaborar iniciativas de ley que contemplen sanciones para aquellos comportamientos que reflejen comportamientos de gran irresponsabilidad social en tiempos de pandemia, como realizar reuniones clandestinas, no usar cubrebocas, etc., para disminuir los riesgos de contagio. Los candidatos a puestos de elección popular ganarán más simpatía si actúan con responsabilidad social apoyando los esfuerzos de la Secretaría de salud aportando parte de sus recursos de campaña en la distribución gratuita de despensas, gels antibacteriales, cubrebocas en los sectores más desprotegidos y se comprometan a que en caso de triunfar en las elecciones implementen políticas públicas que tiendan a disminuir la desigualdad social.

El combate a la pandemia del covid, está directamente ligada a la lucha contra la desigualdad social porque implica una defensa del derecho a nuestra salud, una exigencia de que el Estado fortalezca el sistema de salud y destine recursos a hospitales públicos. Por otro lado, debemos ver esta amenaza como una oportunidad para aprender a desarrollar una identidad social, como individuos que pertenecemos a una sociedad que está interconectada de múltiples formas en la era de la globalización. Debemos desarrollar un sentimiento de pertenencia a nuestras comunidades y generar un reconocimiento de nuestros derechos como ciudadanos, exigiendo que aquellos que trabajan en los tres niveles de gobierno actúen como verdaderos servidores públicos atendiendo las necesidades de nuestras comunidades. De nosotros depende sobrevivir este año y festejar el mismo con la satisfacción que demostramos haber aprendido de la tragedia vivida durante todo el año 2,020. De nosotros depende que el 2,021 no sea un versión dos del 2,020, un año que vivimos con miedo, temor, angustia, ansiedad, porque hoy tenemos el conocimiento científico de nuestro lado que nos ayudóa a saber como cuidarnos del contagio del covid. Se dice que el ser humano es el único animal capaz de tropezar con la misma piedra, pero en este caso no debemos repetir los errores del año pasado porque no estamos tratando con una piedra, si tropezamos con una piedra podemos levantarnos, si somos contagiados por las nuevas cepas del covid, probablemente no podremos levantarnos.

Lo que tenemos a nuestro favor acerca de las nuevas cepas es que los científicos ya tienen un conocimiento básico del funcionamiento del covid, lo cual quiere decir que no estamos partiendo de cero como el año pasado que enfrentábamos lo desconocido, así que todo es cuestión de que los científicos continúen sus investigaciones y los ciudadanos tomemos precauciones siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias. Por lo tanto, demos cabida al optimismo en este año nuevo y no nos dejemos llevar por la agonía, el miedo y el pesimismo en el que hemos vivido los últimos meses.

https://www.lavanguardia.com/.../b117-amenaza-viene.html...

Tres nuevas cepas del covid representan un riesgo muy alto para el mundo

https://allentownreporter.com/2021/01/23/tres-nuevas-cepas-del-covid-19-presentan-un-riesgo-muy-alto-para-el-mundo/

https://laverdadnoticias.com/mundo/Nueva-cepa-de-COVID-19-detectada-en-Gran-Bretana-se-ha-expandido-a-33-paises-20210101-0133.html

Yescas, Oscar Empatía, covid y crisis social

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/12/empatiacovid-y-crisis-social.html

Yescas, Oscar: En defensa de la vida

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/12/endefensa-de-la-vida-oscaryescas.html

Yescas Oscar. El cambio cultural como asunto de vida o muerte durante el covid

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/10/elcambio-cultural-como-asunto-de-vida-o.html

Yescas, Oscar La ignorancia como fuerza alimentadora del covid

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/07/laignorancia-como-fuerza-alimentadora.html

Yescas, Oscar: La ciencia contra la ignorancia en la batalla contra el covid

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/07/laciencia-contra-la-ignorancia-en-la.html

Yescas, Oscar: Libertad individual vs. Control social

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/06/libertadindividual-vs.html

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