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domingo, 29 de julio de 2018

Qué difícil es ser dialéctico¡


¡Qué difícil es ser dialéctico¡
     Leyendo algunos materiales sobre Psicología comunitaria encontré la expresión “qué difícil es ser dialéctico”, en la cual se hacía referencia a la dificultad que implica la tarea de explicar los fundamentos epistemológicos de la Psicología comunitaria latinoamericana.
     Esta tarea representa una gran dificultad porque el desarrollo de esta disciplina implicó una revolución neoparadigmática al construir un conocimiento teórico particular basado en un enfoque multidisciplinario, retomando aportaciones de distintas disciplinas sociales que trabajan en el espacio comunitario y que exigen el reconocimiento y respeto a las mismas.
     Retomo esta expresión para expresar que se percibe una dificultad similar al intentar dar una explicación basada en la verdad sobre la situación que prevalece  en un terreno, en un contexto y en un momento histórico tan específico como es la revisión contractual del STAUS con la Universidad de Sonora en este 2,017.
     Tremendamente difícil porque están en juego múltiples intereses, varios de ellos aparentemente encontrados ante una decisión que tomaremos los académicos dentro de unas horas: votar a favor o en contra de la huelga este próximo viernes en la asamblea del STAUS, cualquiera que sea la decisión, alguien quedará insatisfecho.
     Sin embargo, como buen académico intentaré apegarme a lo planteado por el psicólogo venezolano Alberto Merani en su libro la Psicología Genética cuando dice que “el primer deber de todo científico social es encontrar la verdad sobre los problemas sociales y decirla cueste lo que cueste”. Mi experiencia previa me ha enseñado que no necesito buscar enemigos, con sólo decir la verdad se pone uno de blanco para recibir ataques de enemigos gratuitos, si no creen esto, les sugiero ver las estadísticas de reporteros asesinados en México.
     En base a esta introducción debo decir que los responsables de la situación de inestabilidad laboral, sindical, académica y social que presenta la Universidad de Sonora son las autoridades universitarias quienes en forma reiterada han desarrollado un patrón de comportamiento que respalda esta afirmación. 
     Esta actitud de provocadores de huelgas quedó demostrada desde que inició Heriberto Grijalva como Rector de la Universidad de Sonora al empujar al STAUS a irse a la huelga en el 2,012.
     Cada año de revisión contractual o salarial se presenta el mismo ambiente de incertidumbre, menosprecio a los trabajadores universitarios, ya sea académicos o manuales y administrativos, las autoridades encabezadas por Heriberto Grijalva han actuado como golpeadores de los sindicatos universitarios y provocadores de huelgas prolongadas e indefinidas como fue la huelga del STEUS en el 2,014.
     El origen de esta prolongada confrontación y hostigamiento hacia los sindicatos universitarios radica en la estructura organizacional contemplada en la Ley 4 que provoca la concentración excesiva del poder en una sola persona, en este caso del Rector. El estilo de liderazgo administrativo que utilizan las actuales autoridades administrativas en la universidad de Sonora es sin lugar a dudas de tipo autoritario, totalmente excluyente ya que concentra el proceso de toma de decisiones en unas cuantas personas y el poder se ejerce promoviendo el culto a la personalidad. http://www.monografias.com/trabajos104/ley-4-universidad-sonora-imposicion-al-cambio-sus-universitarios/ley-4-universidad-sonora-imposicion-al-cambio-sus-universitarios.shtml
De una manera lamentable es posible observar que los conflictos que se presentan en la universidad de Sonora no son provocadas como se pretende hacer ver por sus trabajadores o por sus académicos, quien los provoca en realidad son las autoridades administrativas.
Los resultados de esta Ley 4 los hemos visto en los últimos años, una cerrazón de las autoridades administrativas a las demandas de los sindicatos de trabajadores y maestros impulsándolos cada año a la huelga al negarse no solo a satisfacer sus demandas laborales, sino también al negarse a recibirlos inclusive.
Mientras que por otro lado se observa un crecimiento desmesurado de la fortuna personal de quienes han ocupado la silla de Rector que de manera invariable "se reeligen" en el puesto para continuar percibiendo un sueldo que triplica el monto obtenido en el salario del maestro mejor pagado dentro de nuestra universidad.
También podemos observar una caída del prestigio de la Universidad de Sonora por las campañas que los medios masivos realizaron en contra de los trabajadores y maestros universitarios, dificultades para elevar el nivel académico por la ausencia de plazas de maestro de tiempo completo y el gran número de maestros de horas sueltas. Tan solo comparemos las cifras de estudiantes universitarios que había en el 2,014, un número que rebasaba los 40,000 y hoy en el 2,017, con trabajos supera los 30,000 alumnos inscritos.
     Al mismo tiempo que las autoridades administrativas aumentan sus fortunas personales al percibir grandes sueldos, aumenta también la distancia entre el líder formal (rector) de la Universidad de Sonora y sus "seguidores" (que nunca lo han sido) los universitarios, es decir, los integrantes de la comunidad universitaria: maestros, trabajadores y estudiantes.
Si retomamos la veracidad del dicho de que no hay líder sin seguidores, el rector de la Universidad de Sonora cada vez está más solo, ostentando una representación fantasma de la Universidad de Sonora porque representando  y únicamente está acompañado de aquellos que comparten su ambición por el reparto del pastel de los recursos universitarios y de pequeñas cuotas de poder, es decir, de amigos y familiares cercanos.
     En este contexto y con estos antecedentes estamos hoy ante una nueva edición de una vieja película que intenta proyectar la imagen de los maestros y trabajadores sindicalizados como los “amantes de las huelgas”, los ambiciosos que “ganan mucho y quieren más”. Siguiendo este gastado guión Heriberto y compañía después de golpear a los académicos al descontarles de manera ilegal un día de salario por el paro de labores realizado el 3 de abril, ahora intentan llamar la atención con la petición absurda de cerrar el expediente de la revisión contractual a nombre de que “el STAUS ya estalló la huelga al realizar el paro de labores”.
     Pero a diferencia de otros años, hoy los sindicalizados
     Pero a diferencia de otros años

De entrada quiero recordar que existen sobradas evidencias de que las autoridades administrativas de la Universidad de Sonora tienen una percepción particular de la universidad de Sonora, muy diferente a la imagen que tenemos los integrante de la comunidad universitaria.
     Ellos ven a la Unison como una universidad empresa, al servicio del capital privado. Una empresa que ellos administran con toda libertad, tanta libertad que pueden decidir que sueldo percibirán y no solo eso, pueden aumentarlo a su antojo  
    

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