Oscar Yescas

En defensa de una ilusión colectiva

Oscar Yescas Domínguez

23 de octubre de 2,020

Al parecer la ignorancia, la irresponsabilidad social y la ausencia de aprendizaje social se encuentran muy generalizados en nuestra sociedad y sus manifestaciones no se limitan al campo de la salud, sino que invaden otros terrenos. Mientras que en Europa hay retrocesos en la flexibilización del control en el contacto social al detectarse rebrotes de contagios de covid-19 que encendieron los focos de alarma y retrocedieron a la implementación de toques de queda nocturnos y otras medidas preventivas, en Latinoamérica y especialmente en México, sólo una parte de la población parece haber aprendido de la pandemia e incorporado a los patrones de comportamiento nuevas conductas que reflejan una preocupación por cuidar de su salud: usar cubrebocas como hábito, guardar sana distancia, salir sólo lo necesario, etc., mientras que un gran sector sigue sin tomar estas precauciones y acude a bares, restaurantes, fiestas o reuniones con amistades y familiares, sin usar cubrebocas, ni guardar sana distancia. Tan sólo el día de antier se presentaron 6,845 nuevos casos y el día de ayer la cifra fue de 6,612 casos ¡en un sólo día¡

Todo indica que las cifras aumentarán en el corto plazo y si se sigue sin tomar precauciones tanto por parte de la ciudadanía como de nuestras autoridades, habrá rebrotes de covid que superarán las cifras registradas en los días que presentaron mayores picos durante la pandemia y terminaremos el 2,020 con mayores tragedias de las que hemos pasado estos últimos meses.

Como ciudadano particular, simpatizante de Morena (no militante) quiero mencionar que la misma ignorancia, irresponsabilidad social y ausencia de aprendizaje se observa en el terreno de la política en México, porque el partido en el poder, Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), que inició como movimiento colectivo, que alcanzó su registro como partido político y que ganó en forma abrumadora en las elecciones presidenciales del 2,018, en su primera ocasión que participó como partido en contiendas electorales, el día de hoy se encuentra dividido por luchas de fracciones internas que buscan el poder, se muestra aislado de los movimientos colectivos, alejado de la población que le dio su apoyo masivo hace dos años y lo peor, continúa realizando las viejas prácticas políticas del Prian en la selección de candidatos a ocupar cargos de elección popular en las elecciones que se realizarán en el 2,021 en nuestro país.

Los funcionarios del nuevo gobierno (con honrosas excepciones) siguen haciendo un trabajo político bajo la perspectiva de la democracia representativa, en la cual los funcionarios electos se olvidan de quienes votaron por ellos y les dieron el poder político, para tomar decisiones sin consultar a las bases populares y en algunos casos, estas decisiones generaron protestas colectivas como fue el caso de el intento de venta del terreno propiedad del Ayuntamiento de Hermosillo, Sonora denominado El Cárcamo.

En dos años que lleva en el poder, Morena ha logrado transformar el país realizando acciones legislativas, pero ha olvidado consolidar su triunfo electoral a través de un trabajo político que contribuya al fortalecimiento comunitario, presenta en estos momentos un desgaste político por la actuación de algunos de sus funcionarios públicos que con sus acciones no lograron mostrar una gran diferencia en su estilo de gobernar, con la forma cómo gobernaba el prian y con ello sólo lograron disminuir la simpatía y el apoyo popular hacia Morena con la que se inició este sexenio.

De manera coincidente, a dos años después de que el pueblo mexicano diera una lección ejemplar al mundo entero acerca de cómo construir una democracia, al darle un abrumador triunfo a Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento de Regeneración Nacional por la vía electoral, el pueblo boliviano siguió su ejemplo al participar masivamente en unas elecciones presidenciales que lograron derrotar a la dictadura golpista que le quitó en forma violenta el poder al Presidente Evo Morales y darle el triunfo del poder político al partido de Evo Morales: Movimiento Al Socialismo (MAS).

La celebración del pueblo boliviano por este relevante triunfo en el cual López Obrador jugó un papel importante al darle asilo político a Evo Morales y protegerlo contra una posible agresión en su contra, contrasta con la situación actual en México, en la cual, si bien Andrés Manuel López Obrador ha construido una imagen como un gran Estadista, tanto a los ojos del pueblo mexicano como en la opinión pública internacional, el partido que lo llevó al poder se encuentra dividido en fracciones que luchan por el poder del mismo, además de que su actuación como partido en el poder en varios municipios del país, lejos de consolidar el apoyo popular, ha construido grandes grietas de decepción colectiva.

En este mismo marco del triunfo de la democracia en el ámbito internacional teniendo como protagonista al pueblo boliviano y desgaste político de Morena en México, surge la noticia de que el Pri ganó elecciones en dos Estados de la República: Coahuila e Hidalgo. Si bien no fueron elecciones de gran peso político, porque no hubo elecciones para Gobernador, sí representan un desmentido a las expectativas del pueblo mexicano que pensaban que el Partido causante de la pobreza de millones de mexicanos, que dispersó una cultura de corrupción, impunidad e injusticia social, es decir el Partido Revolucionario Institucional, había sido arrojado al basurero de la historia en el 2,018 y hoy se erige como una amenaza su participación en las elecciones del 2,021.

El Pri no sólo continúa con vida, sino que arrebató triunfos en estos dos estados de la república, haciendo uso de los métodos que siempre lo caracterizaron: acarreo de votantes, intimidación con grupos armados, compra de votos y una serie de irregularidades que el Instituto Nacional Electoral niega haber visto.

¿Qué fue lo que pasó?, ¿Cómo es posible que el PRI gane en elecciones después de su aplastante derrota en el 2,018? Es verdad que hubo irregularidades en estas elecciones, pero al parecer sí hubo votos a favor del Pri, de militantes del tricolor y de gente que aún a pesar de su historial le dio su voto. Lo cierto es que el PRI no murió del todo y sigue con vida gracias a que sus verdugos (Diputados y Senadores de Morena) le dieron una mascarilla de oxígeno al traicionar a Gerardo Fernández Noroña (aliado de Morena en la lucha contra el PRI), al votar masivamente para darle la presidencia del Congreso de la Unión, en elecciones de legisladores con motivos ocultos.

Para comprender el presente debemos conocer el pasado, la historia reciente, por eso me permito dar una explicación y respuesta a la pregunta de ¿que fue lo que pasó al triunfar el Pri en Coahuila e Hidalgo? Retrocediendo años atrás, al momento histórico que prevalecía en México antes del 2 de julio del 2,018, recordemos que Andrés Manuel López Obrador estaba contendiendo por tercera vez en unas elecciones presidenciales, ya le habían arrebatado el triunfo electoral en el 2,006 para darle el triunfo de manera ilegítima a Felipe Calderón del Pan y en el 2,012 cuando la dieron el triunfo a Enrique Peña Nieto del Pri. Ambos fraudes fueron avalados por el Instituto Federal Electoral (Hoy se llama Instituto nacional de Electores) y por el tribunal electoral.

Si AMLO perdía por tercera ocasión en el 2,018, ya había anunciado que se iría a la Chingada (así se llama un pueblo en su natal Tabasco) para vivir tranquilo. Para asegurar su triunfo en esta tercera contienda presidencial, AMLO pactó alianzas con fuerzas políticas provenientes de diferentes fuentes y aplicó una política de puertas abiertas en Morena el movimiento que el fundó y construyó a lo largo y ancho del país, de tal forma que hubo ingreso libre, todos eran bienvenidos en Morena.

Recordemos que en ese año, ante el gran desprestigio de los partidos políticos y el hartazgo popular se anticipaba el triunfo de AMLO por lo que hubo desprendimientos masivos del PRI y se afiliaron a Morena, de la misma forma que ingresaron desertores del PAN o elementos que provinieran del PRD. Fueron recibidos porque la intención era sumar la mayor cantidad de fuerzas posibles para derrotar al Pri y al Pan de una manera contundente y evitar con ello la consumación de otro fraude más.

El hartazgo social del pueblo mexicano ante la infinita corrupción de los gobiernos del Pri y del Pan, fue el caldo de cultivo para que el mensaje de esperanza del cambio social encarnado en la figura de Andrés Manuel López Obrador, tocara las fibras sensibles del pueblo mexicano y decidiera participar en forma masiva a favor de Andrés Manuel López Obrador y el partido de Morena en las elecciones que registraron la mayor participación ciudadana en la historia de México. No le importó al pueblo mexicano que en las boletas electorales aparecieran figuras reconocidas de personajes ligados al Pri y al Pan. La consigna “5 de 5” (votar por los cinco candidatos que aparecieran en la boleta representando a Morena) prendió y más de 30 millones de mexicanos votamos masivamente por AMLO y Morena.

El abrumador triunfo a favor de AMLO y Morena evitó la consumación del fraude y provocó un gran festejo popular y las declaraciones de que el Prianprd fueron “echados al basurero de la historia”, circularon a nivel nacional. Pero el tiempo revela la verdadera naturaleza humana y los nuevos funcionarios de Morena con amplia trayectoria en el Pri y en el Pan, no tardaron en mostrar su verdadero rostro ya que los llamados expriístas, expanistas y experredistas, en realidad siguen siendo priístas, panistas y perredistas, porque nunca cambiaron su ideología, solamente cambiaron de partido, pero internamente jamás cambiaron.

En Sonora los casos más notables fueron dos, por un lado tenemos el caso de Célida López actual Presidenta Municipal de Hermosillo, quien renunció al PAN para contender en las elecciones para ocupar la presidencia Municipal de Hermosillo representando a Morena y llegó al poder gracias al “efecto AMLO”, quien se dedicó a gobernar con el estilo del PAN, integrando en su equipo de trabajo a connotados panistas y priístas, desplazando a los militantes de Morena. Ejerciendo el poder en forma autoritaria, menospreciando e insultando a la ciudadanía hermosillense y tomando decisiones en contra de la comunidad hermosillense, como el intento de vender el predio El Cárcamo, con el pretexto de generar ingresos para pavimentar las calles de la ciudad.

La historia ya es conocida, grupos ambientalistas, ligas deportivas, académicos y ciudadanía en general alzaron su voz y lograron hacerse escuchar por AMLO, quien destinó un presupuesto para obras de pavimentación en la capital sonorense y evitar la venta de este predio público. Pero el daño ya estaba hecho, Célida López con la bandera de Morena, actuando como alcalde panista decepcionó al pueblo hermosillense, quien ya ve con otros ojos a Morena Sonora porque su confianza fue traicionada y la recuperación de una confianza traicionada lleva tiempo recuperarse. ¿Cómo llegó a ser la candidata de Morena a la Presidencia municipal de Morena con su pasado panista? Es la pregunta del millón.

Lo mismo pasó con la Senadora Lily Téllez, quien fue impuesta por Alfonso Durazo como candidata a Senadora y una vez con el cargo, abandonó las filas de Morena para declararse independiente y días después afiliarse a la bancada del Pan en el Senado de la República, con lo cual regresó a sus raíces. Lily Téllez reencarna en su persona la traición política y su sola presencia en el senado es motivo de indignación para miles de sonorenses a quienes dice representar. Pero también la imagen de Morena en Sonora y del propio Alfonso Durazo se manchó con el caso de Lily Téllez, quien fue ungida como candidata a senadora en condiciones cuestionables y mucho más cuestionable ha sido su desempeño.

Ambas candidatas Célida López y Lily Téllez sin ser militantes de Morena, obtuvieron sus candidaturas respectivas en condiciones no aclaradas del todo, pero al parecer Alfonso Durazo antiguo colaborador de Luis Donaldo Colosio, ex-Secretario particular de Vicente Fox, ex-Secretario de Seguridad y Protección ciudadana con Andrés Manuel López Obrador y actual precandidato a la Gubernatura por Sonora, fue quien tomó la decisión de impulsar a ambas mujeres en representar a Morena en el 2,018.

La situación de Morena en Sonora se replica en otros Estados en los cuales la base de la militancia política de Morena fue rezagada por el arribo de elementos oportunistas provenientes del Pri y del Pan, que se apoderaron de posiciones de poder y han gobernado con el viejo estilo prianista, es decir, sin consultar a la ciudadanía, alejados de los movimientos colectivos y utilizando un estilo autoritario en su liderazgo como autoridades formales.

Por eso no es atrevido afirmar que en Morena a nivel nacional existe una diversidad política en su interior, ya que sus militantes se caracterizan por tener una heterogénea composición y coinciden en este instituto político militantes de la antigua izquierda, expriístas, expanistas, experredistas, ciudadanos que nunca miliaron en un partido anteriormente, etc. Esta forzada coexistencia ha dado lugar a una división interna en el partido que se presenta tanto en la dirección nacional como en las dirigencias de varios Estados de la república, lo cual es preocupante porque en esas condiciones inicia la selección de candidatos para contender en las elecciones del 2,021 que tendrán relevancia a nivel nacional.

A pesar del reclamo de las bases de Morena de democratizar la selección de candidatos a puestos de elección popular en las elecciones del próximo año, continúa la selección de candidatos por un puñado de personas y la renuncia de Alfonso Durazo al puesto que ocupaba en el gobierno de AMLO, para presentarse como precandidato oficial a la gubernatura de Sonora en las elecciones del 2,021, representa la continuidad de prácticas prianistas antidemocráticas, ya que su nominación constituye un “dedazo” y no el resultado de elecciones internas en Morena Sonora, además de que es una muestra de gran insensibilidad política, porque en la representación social colectiva de los sonorenses, el nombre de Alfonso Durazo está asociado a los nombres de Célida López y Lily Téllez por lo que su credibilidad y popularidad están afectadas de antemano y esto es un factor que jugará en contra de las predicciones de un triunfo de Morena en Sonora.

En estos momentos históricos que vivimos el tiempo pasa rápidamente y si no lo aprovechamos ya no tendremos oportunidad de recuperarlo porque el tiempo sigue su marcha. En esos dos años de gobierno de Morena sus funcionarios y militantes debieron aprovechar el estar en la cima del poder político para crear una unidad interna, fortalecer su estructura formal, integrar a los comités estatales y municipales como equipos de trabajo para que procedieran a realizar un trabajo comunitario de carácter político que permitiera crear las condiciones de construir una democracia participativa a través de la creación de organizaciones en cada municipio, en cada colonia, etc.

Pero esto no sucedió, no se puede recuperar el tiempo perdido y el año próximo Morena cosechará lo que sembró durante su desempeño como partido en el poder durante estos dos años, pero a estas alturas es importante señalar que para el pueblo mexicano le queda claro que Andrés Manuel López Obrador y Morena como partido son dos cosas distintas, La simpatía y apoyo popular hacia AMLO no ha disminuido, al contrario ha crecido y en cambio, la credibilidad, el prestigio y el arraigo de Morena ante el pueblo mexicano ha disminuido considerablemente.

Los casos de Coahuila e Hidalgo suenan como campanadas de advertencia de lo que podría suceder el próximo año en las elecciones del 2,021. Dichas elecciones en las que el PRI se erigió como partido triunfante demuestran claramente que el PRI no está muerto, que en el 2,021 como se dice en el norte del país, echará toda la carne en el asador, es decir, apostará todos sus recursos para regresar al poder utilizando todo tipo de trucos sucios para lograrlo. Recordemos que en cada elección el PRI nos sorprendía con nuevas formas de hacer fraude, lo cual nos debe preparar para no ser sorprendidos con otro triunfal regreso del Prian.

La primera lección de las elecciones de Coahuila e Hidalgo es que la corrupción continúa en nuestras instituciones, el Instituto Nacional Electoral sigue en manos de personas corruptas que incumplen su función de garantizar elecciones imparciales y justas. Si en el 2,021 continúan estas personas dirigiendo las elecciones demos por seguro que su accionar se inclinará a favorecer el regreso del Prianismo, avalando todo tipo de fraudes que surjan en las mismas. La actuación del INE en estas elecciones avalando el triunfo del PRI es una muestra de que la corrupción prianista todavía está arraigada en nuestras instituciones, por lo que la tarea que los mexicanos tenemos (no sólo los integrantes de Morena), es exigir la renuncia de los consejeros electorales y del presidente del INE que avalaron las elecciones de Coahuila e Hidalgo ignorando y fingiendo no ver las irregularidades que ocurrieron en esas elecciones. Si actuaron de esta forma, es de esperar que hagan lo mismo en las elecciones del 2,021 porque hay muchos intereses en juego.

La segunda lección que podemos extraer de este aparentemente sorpresivo regreso del Pri en estos dos estados de la república, es reconocer que existe una decepción colectiva en un buen sector de la población mexicana por el papel jugado por Morena como partido en el poder, representado en algunos municipios por personas de origen priísta y panista y que actuaron usando el poder político en contra de los intereses colectivos y favoreciendo intereses privados, por lo que Morena enfrenta actualmente una crisis de credibilidad y vacío de liderazgo social en varios municipios del país.

La tercera lección que debe estar bien claro para Morena y sus futuros candidatos es que se presentarán a las urnas sin el apoyo del “efecto AMLO”, porque después de dos años en el poder, la población mexicana ya identifica claramente una diferencia entre Morena y AMLO, porque ya no representan la misma cosa. AMLO es nuestro Presidente y Morena no es el partido de todos los mexicanos por lo que tendrán que realizar una campaña que no sólo venza resistencias sino que conquiste la preferencia en las votaciones. Por supuesto que millones de mexicanos seguimos simpatizando con Morena y no queremos el regreso del Prian, pero el primer paso para enfrentar un problema es reconociéndolo y se puede observar que el apoyo popular hacia Morena se reduce con cada práctica antidemocrática que sucede en este partido.

La cuarta lección que podemos extraer de dichos resultados electorales es que en los últimos meses estamos frente a una verdadera guerra ideológica en la cual, los grupos que representan a la derecha y la oligarquía mexicana, al ver que han perdido sus privilegios y afectados sus ingresos económicos, están realizando continuas agresiones hacia la figura presidencial en particular, hacia Morena como partido en el poder y hacia el nuevo gobierno que sustituyó al prianismo. Estas fuerzas reaccionarias utilizan la calumnia, el engaño y la mentira como armas para desprestigiar al gobierno de AMLO y a Morena para confundir a la población. No olvidemos estas fuerzas reaccionarias todavía tienen aliados dentro de las instituciones gubernamentales como se observó claramente en el papel jugado por el INE en las elecciones de Coahuila e Hidalgo.

Los errores de Morena fueron olvidar que surgió como un movimiento colectivo y dejar que se infiltraran elementos del Pri, del pan y del Prd, porque están actuando como Caballos de Troya para destruir al partido o transformarlo para sustituir al viejo Pri con un nuevo rostro. Otro error fue el dejar a un lado el compromiso de construir una democracia participativa que contribuyera a lograr un fortalecimiento de la ciudadanía, estimulando la participación social y acercar a los ciudadanos a las actividades políticas.

Los funcionarios gubernamentales que fueron los directamente beneficiados con el triunfo de Morena que se dedicaron a disfrutar del poder olvidándose de realizar un trabajo político, pasarán a la historia como los directamente responsables de impedir la consolidación del cambio social en México después de décadas de “dictadura perfecta” del Prian, en caso de que el prian conquiste nuevas posiciones de poder político.

Olvidaron que el liderazgo es un concepto utilizado para designar la capacidad de influir sobre el comportamiento de otras personas que les permitan realizar una serie de actividades para alcanzar objetivos comunes. La concepción común del liderazgo es de que es una cualidad personal, pero la realidad es que el liderazgo es un proceso de interacción social compartido en las relaciones interpersonales. Esto podremos comprenderlo si reconocemos que en las relaciones interpersonales existe un proceso de interinfluencia a través del cual nos vemos influidos por los demás e influimos a los demás a través de nuestra apariencia, vestimenta, comportamiento, forma de hablar, etc.

El liderazgo es un proceso de interacción social que puede ser distribuido y compartido entre los integrantes de una pareja, un grupo, una comunidad o inclusive, un país. Para construir un liderazgo distribuido y compartido debemos evitar la construcción de vínculos de dependencia en las relaciones interpersonales y esto aplica también para la política. Debemos construir un vínculo de colaboración que nos permita reconocernos como iguales, como personas tomadas en cuenta y que la suma de todos los esfuerzos nos da un poder que podremos enfrentar a cualquier tiranía que esté ejerciendo un poder formal.

La esencia de la construcción de la democracia radica en la participación colectiva en la toma de decisiones relevantes para la vida social. La democracia no debe limitarse a participar con nuestro voto en elecciones para decidir quien dirigirá nuestros destinos. La democracia se debe reflejar en la participación social en la elección de candidatos a puestos de elección popular. Una manera de enfrentar la crisis en Morena es realizando elecciones democráticas para decidir quienes representarán a dicho instituto como candidatos a puestos de elección popular en el 2,021. Morena debe evitar sustituir elecciones democráticas con la realización de encuestas que son susceptibles de manipulación.

El triunfo del pueblo boliviano nos debe recordar y ayudar a analizar el camino que hemos recorrido en estos dos años. México y Bolivia son claros ejemplos de que para lograr un cambio social no es necesario recurrir a la violencia, sino que debemos construir un empoderamiento comunitario para enfrentar al poder en una simetría de fuerzas. El cambio social puede empezar con la democracia electoral, pero no debe limitarse a un solo día ni a la emisión del voto a favor de un candidato. La democracia debe ser concebida como un sistema en el cual las opiniones y la confrontación de opiniones ajenas es más que permitida y donde la participación social se refleje en la toma de decisiones colectivas. La intención de este artículo es realizar una crítica al partido en el poder, sin incluir una adoración, inclinación ciega o incondicional al mismo. Los señalamientos aquí descritos llevan la intención de construir un poder revolucionario que se construye a través de la palabra y el ejercicio de la crítica social.

Morena ha cometido grandes errores en estos dos años, en los cuales reflejó que no hubo un aprendizaje social en la forma de hacer política, sin embargo, no es demasiado tarde para recuperar el apoyo social y enfrentar al Prian en las próximas elecciones como un partido fortalecido. Si desea seguir en el poder y fortalecerse como partido debe crear un programa de trabajo antes de seleccionar candidatos para ocupar puestos de elección popular. Esto evitaría la confrontación entre las diversas corrientes que conforman la militancia de morena.

De igual forma, para lograr su fortalecimiento interno y externo debe realizar una depuración de aquellos elementos priístas, panistas y perredistas que deliberadamente fallaron en su cumplimiento como servidores públicos y usaron su poder para tomar decisiones que afectaron a nuestras comunidades para favorecer intereses privados. En Morena existen individuos que realizan una labor interna para transformarlo en un nuevo Pri. Si Morena no realiza esta depuración permitirá su autodestrucción y su paso por la política se convertirá en la pérdida de una ilusión para el pueblo mexicano. Militantes y simpatizantes de Morena debemos asumir en forma colectiva la defensa de la ilusión colectiva del cambio social en nuestro país, representada por Morena.

Finalizo mi opinión particular como ciudadano comprometido socialmente retomando las palabras de José Mujica cuando presentó su renuncia a su cargo como Senador en Uruguay: “No me voy me echa la pandemia, ser Senador implica hablar con la gente y andar por todos lados, el partido (la política) no se juega en los despachos. La política es la lucha por la felicidad humana”.

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