domingo, 24 de septiembre de 2023

                                             No hay planeta B

(El ecocidio del capitalismo globalizador)

Oscar Yescas Domínguez

24 de septiembre 2022

La palabra verano tiende a ser asociada a experiencias placenteras, quizá esto sea porque es una parte del año en la cual la mayoría de la población disfruta de un período de vacaciones de la escuela o del trabajo, por lo que comúnmente el término se asocia a recuerdos agradables. También puede ser que el placer que evoca esta palabra provenga de la lectura de algunas obras literarias, o de escuchar piezas musicales cuya temática se centra en romances surgidos en el contexto de unas veraniegas.

Lamentablemente este verano del 2023 será recordado por las siguientes generaciones, no precisamente porque hayan surgido “ amores de verano”, sino por la triste realidad de que fue el verano que registró las temperaturas más altas registradas en la historia de la humanidad lo cual lo convierte en “el verano más caluroso de la historia”, por lo que de aquí en adelante el uso de este término tendrá connotaciones que no se limitarán a provocar sensaciones agradables, sino que más bien, serán motivo de preocupaciones acerca del bienestar individual y colectivo.

El asunto es que el Secretario General de la ONU Antonio Gutérrez confirmó los temores que provocaron las predicciones que hicieron en más de una vez los científicos acerca de los efectos negativos del avance del cambio climático, al dar a conocer el informe de la Organización Metereológica Mundial, cuyos científicos al revisar los registros del clima confirmaron que el calor de este verano “no tiene precedentes por lo que puede afirmarse que el verano de este año 2023 es considerado como el verano más caluroso que ha experimentado la humanidad a lo largo de su historia” y aún hay más, porque agregaron que debemos prepararnos debido a que la tendencia en el aumento de la temperatura mantendrá una tendencia a la alza, por lo que se puede decir que los siguientes veranos serán igual o más calurosos al que terminó este 22 de septiembre y la situación se complicará aún más porque se acerca el fenómeno “El niño”.

En base a esta información el titular de la ONU dio una aterradora declaración “La era del calentamiento global ha terminado, porque ahora es el momento de la era de la ebullición global...El cambio climático está afectando a la gente y una muestra de ello son las muertes por “golpe de calor” que se han presentado en varias ciudades del mundo, afecta también a los ecosistemas al provocar la muerte de flora y fauna y los impactos negativos de la transición del cambio climático a la era de la ebullición se intensificarán en la medida que continúe el calentamiento global y este verano más caluroso puede ser considerado sólo el principio”.

Sin embargo, a pesar de la gravedad de esta noticia, la misma fue sepultada por el alud de información que recibimos diariamente, los medios masivos de difusión (que son propiedad privada y manejan la información como un producto que les genera ganancias) cumplieron su función de control social y no le dieron seguimiento, de tal forma que pasó lo mismo que cuando se informó acerca del derretimiento de enormes montañas de hielo en el polo norte que provocarían la elevación del nivel del mar en las costas del mundo entero y anunciaron una “ligera elevación de la temperatura”, es decir, se ignoró por completo esta relevante información y la población continúa sus vidas cotidianas sin presentar cambios en sus rutinas, al mismo tiempo que maquinaria industrial sigue trabajando, explotando recursos naturales para mantener el ritmo de una producción masiva, acompañada de un consumo masivo que garantice la maximización de beneficios para los dueños del capital privado.

Los únicos que se alegraron de la desaparición de grandes extensiones de hielo en el polo norte, fueron los dueños de las grandes corporaciones multinacionales porque están empezando a planear estrategias para explotar los enormes recursos naturales que la naturaleza está dejando al descubierto en lugares donde sólo existía hielo: petróleo, oro, cobre, madera, etc.

Esta ola de calor excepcional que afectó a todo el mundo fue registrada por científicos del Instituto Goddard de estudios espaciales de la NASA, quienes señalaron que este verano la temperatura aumentó 1.2 centígrados más que el promedio de registros globales que se anotan desde 1880. Por esa razón, este verano fue excepcional y todos los habitantes del mundo entero sin excepción alguna, llegamos a percibir el aumento inusitado de la temperatura.

El calentamiento global no es un fenómeno natural, es producto de la acción humana y como todo fenómeno social provocado por el ser humano, está relacionado con otros fenómenos sociales, por lo que al leer esta noticia lo relacioné con otras informaciones de acontecimientos que se observan actualmente en el escenario internacional. De inmediato recordé las intensas que provocaron grandes inundaciones en China, Grecia, España, las increíbles escenas de incendios que sucedieron en Hawái, fueron de tal intensidad que obligaron a los pobladores a arrojarse al mar para huir de las llamas, las cuales se extendieron rápidamente por amplias zonas en la isla de Maui y dejaron un paraíso reducido a cenizas.

También ocurrieron grandes incendios en California y Canadá, en este último país, las llamas provocaron tal cantidad de humo que, éste llegó a Nueva York y cubrió por completo la ciudad, impidiendo la visibilidad al conducir. No sólo son “desastres naturales” similares a los que han ocurrido en otros tiempos de la historia de la humanidad, sino que representan cambios bruscos de la temperatura y del clima, como lo fueron las fuertes tormentas de granizo en Florida y la terrible inundación que sufrió la ciudad de Las Vegas que está ubicada en una zona desértica, por lo que podemos afirmar que estamos en un momento histórico en el cual vemos que surgen cambios climáticos inesperados,

La tragedia más reciente fue la inundación que sucedió en Libia, donde cayó una enorme cantidad de agua en sólo unas cuantas horas, provocando la muerte de más de 20,000 personas y un sinnúmero de desaparecidos, principalmente en la ciudad de Derna, donde la lluvia provocó que el agua creciera a tal nivel y corriera con tanta fuerza que destruyó casas, edificios enteros y arrastró vehículos y todo lo que encontró en su paso rumbo al mar.

Estas noticias reflejan con claridad la existencia del cambio climático que se refleja con cambios bruscos del clima en varias partes del mundo, pero aún con todas estas evidencias, los dirigentes políticos siguen negando su existencia y se mantienen en la línea no implementar políticas de protección al medio ambiente y a la naturaleza, una omisión que es alimentada por el poder corporativo que invierte enormes fortunas en “cabildeo” para evitar leyes que puedan afectar su promesa de lograr un crecimiento infinito de la economía, sin considerar que vivimos en un mundo con recursos finitos y que al privilegiar el desarrollo de la economía se está permitiendo la devastación de bosques enteros, la desertificación de amplias zonas, la desaparición de bosques y selvas, por la creación de deshechos industriales que contaminan suelos, ríos, lagunas y mares.

Escribo estas líneas desde una ciudad ubicada a unos cientos de kilómetros de lugar que la NASA consideró ser “El lugar más más caliente del mundo en este verano del 2023: el desierto de Sonora, que registró una temperatura de 80 grados celsius. Esta ciudad es Hermosillo, Sonora, México, que según el Servicio Metereológico Nacional registró una temperatura récord de 50 grados lo cual la ubicó como la ciudad más calurosa de México.

 Sin duda alguna los habitantes de Hermosillo, acostumbrados a resistir altas temperaturas, sentimos el calor de este verano con mayor intensidad que años anteriores, en lo personal logré percibir ese aumento de temperatura pero de manera ingenua lo atribuí a un error de percepción provocado por mi condición de adulto mayor. Sin embargo, al investigar sobre el cambio climático, me encuentro con la impactante noticia de que según la NASA, México es el país que ha aumentado más su temperatura en relación con el resto del mundo, debido al calentamiento global y el enterarme de esta información fue el detonante principal que me motivó a escribir estas líneas, que tienen la intención de llamar la atención sobre nuestra entrada en la era de la ebullición para crear una consciencia sobre los efectos negativos del cambio climático y la necesidad de unir esfuerzos de autoridades y ciudadanía para tomar medidas preventivas que nos permitan reducir el daño que estamos provocando a la naturaleza, al medio ambiente, al planeta entero y a nosotros mismos en nuestro comportamiento como consumidores y espectadores pasivos de la realidad cambiante que estamos viviendo.

La gravedad de la situación exige un despertar social, porque si bien el verano terminó este 22 de septiembre, por lo que podríamos decir que sobrevivimos al verano más caluroso de la historia de la humanidad, nada nos garantiza que logremos sobrevivir el siguiente año, porque debemos tener presente que los científicos auguran que el calor seguirá aumentando por lo que los siguientes veranos serán igual o más calurosos que este verano del 2023, lo cual seguirá provocando muertes por golpes de calor.

Al escribir estas líneas parto de la premisa de que la defensa del medio ambiente y de la naturaleza es la defensa de nuestras vidas y prueba de ello es que en Sonora murieron en este verano 50 personas en “situación de calle” por golpe de calor, 23 de ellas fallecieron en Hermosillo, 9 en Cajeme, 6 en San Luis Río Colorado, 4 en Caborca, 3 en San Miguel, 2 en Carbó, otras 2 en Guaymas y 1 en Etchojoa. Llama la atención que el mayor número de fallecimientos por “golpe de calor” se concentre en la ciudad capital del Estado en donde se encuentra el desierto de Sonora, porque de manera contraria, en los pueblos ubicados de manera más cercana al desierto se registró un menor número de fallecimientos causados por el calor.

Una posible explicación a esta diferencia de números, podría ser que la capital sonorense ha registrado un excesivo aumento de la mancha urbana, debido a que las empresas constructoras han tenido gran actividad construyendo un sinnúmero de fraccionamientos, lo que implicó desmontar terrenos en los cuales había árboles para poner planchas de concreto pavimentando calles y construir nuevas casas, por lo que la mancha de cemento se extendió considerablemente en los últimos años, mientras que la cantidad de árboles disminuyó considerablemente, todo esto influyó sin duda alguna a que aumente la temperatura en la zona urbana.

La situación se complicó porque una gran parte de estas compañías constructoras no tomaron la precaución de implementar campañas de reforestación que ayudaran a reponer los árboles que fueron talados y contribuir con ello a disminuir el impacto medioambiental provocado por la ampliación de la mancha de concreto y ayudar con ello a mitigar el aumento de la temperatura.

Las mismas autoridades municipales de la capital sonorense han procedido a talar árboles para realizar costosas obras innecesarias como la “reparación” del puente deprimido del boulevard Luis Encinas y la transformación de parque que estaba ubicado enfrente de lo que fue el Cinema 70, en una cancha de basquetbol, en ambas obras se destruyeron varios árboles y transformaron el escenario que antes era un parque en una mancha más de cemento.

Estas acciones muestran fallas en la planeación urbana omisión de parte de las autoridades municipales, porque su responsabilidad empieza desde la vigilancia del uso del terreno ubicado dentro de su jurisdicción y cualquier cambio de uso debería ser acompañado con acciones compensatorias. Pero la facilidad con la que se autorizan permisos de construcción sin estar acompañados de estudios que evalúen el impacto ambiental, salta a la vista porque hemos llegado a obtener el dudoso honor de ubicar a Hermosillo como la ciudad más calurosa de México.

Haber llegado a este punto sugiere la existencia de un mal desempeño de los funcionarios públicos, una falta de responsabilidad social de los mismos e inclusive sugiere también la posibilidad de vínculos de corrupción con los dueños de compañías constructoras, porque los funcionarios públicos actuaron como empleados del capital privado y abandonaron su rol de servidores públicos. Esto último se puede comprobar al ver que además del enorme crecimiento no planeado de la ciudad, parques, jardines y bulevares presentan una enorme falta de mantenimiento y el hecho real es que la capital sonorense se ha convertido en una enorme plancha de concreto que concentra el calor provocado por los rayos del sol, aumentando con ello la temperatura del medio ambiente.

Ampliando la mirada más allá de lo que sucede en la capital sonorense, es pertinente recordar que en los últimos años se ha observado una marcada tendencia a culpar a los consumidores individuales del cambio climático, de la contaminación ambiental y de la destrucción de la naturaleza. Hace un tiempo nos culparon de ser los principales responsables de la contaminación porque usábamos bolsas de plástico que nos entregaban en los supermercados al comprar nuestros alimentos y también nos dijeron que al usar popotes para tomar nuestras bebidas en los restaurantes, estábamos “destruyendo el medio ambiente”.

En un acto de simulación más que una acción real para evitar la contaminación ambiental, las autoridades gubernamentales procedieron a prohibir el uso de las bolsas de plástico en los grandes comercios y de popotes en restaurantes e intentaron sustituirlos por el uso de bolsas hechas con material reciclable, pero la omisión de estos productos fue temporal porque el día de hoy podemos ver el regreso de los mismos en comercios y restaurantes. Es verdad que nuestro comportamiento como consumidores individuales, contribuye a afectar el medio ambiente y generar más contaminación, porque somos millones los consumidores que generamos toneladas de basura que contamina el medio ambiente.

Pero la contaminación ambiental y de la destrucción de la naturaleza es en realidad un problema estructural, es decir, la forma como está organizado nuestro sistema social es la causa principal de destrucción de la naturaleza y del medio ambiente. Nuestro plantea está siendo destruido por el sistema económico y político que se basa en la economía del libre mercado y promueve un constante consumo para garantizar “el crecimiento de la economía” y con esta meta incurre en prácticas fraudulentas como lo es la implementación de la “obsolescencia programada”, que consiste en fabricar productos con vida temporal para obligar al consumidor a comprar nuevos productos.

En realidad, la temporal prohibición de bolsas de plástico y popotes, fueron intentos de desviar la atención acerca del irrefutable hecho de que son las grandes empresas las que provocan los mayores daños a la naturaleza y al medio ambiente, porque debemos tener presente que las organizaciones también son consumidoras y ellas consumen productos a gran nivel porque tienen un gran número de proveedores que les suministran aquellos productos que les permiten mantener un funcionamiento constante, por lo que la basura que las grandes organizaciones producen es mucho mayor que la que produce la ciudadanía en su rol de consumidores. Tan solo recordemos que los productos que compramos en los comercios son colocados en empaques de plástico y materiales que no son reciclables, por lo que comparadas con las bolsas de plástico, el daño al medio ambiente que provocan es mucho mayor.

Las grandes empresas actúan a nivel global invadiendo comercialmente países que tengan mano de obra barata, una deficiente legislación de protección al ambiente, controlando a los políticos para que les ofrezcan facilidades para saquear grandes cantidades de recursos naturales y obtengan sanciones menores o incluso la impunidad por el mal uso de desechos químicos. Recordemos el derrame de miles de litros de materiales tóxicos del Grupo México en la ciudad de Cananea, Sonora, que terminaron contaminando al Río Sonora provocando un verdadero ecocidio y daños a la salud de los habitantes de los pueblos ubicados a los lados cercanos a ese río.

El agua es un recurso finito y será motivo de conflictos bélicos en un futuro no muy lejano y como testimonio personal, puedo decir con orgullo que nací en Cananea y recuerdo que haber crecido en Cananea Vieja, una colonia de esa población situada a un costado trasero de la Compañía minera, me permitió ver mientras crecía, como los manantiales de agua limpia, fresca y cristalina que estaban cerca de mi casa, esas fuentes naturales de agua que brotaban del subsuelo y alimentaban arroyos, que acostumbrábamos visitar mis hermanos, amigos y yo para darnos un refrescante baño en los días de verano, fueron contaminándose con el paso del tiempo por los continuos deshechos industriales que arrojaba esta compañía, hasta lograr hacerlos desaparecer por completo.

Hoy en día, se puede observar que las sierras cercanas a Cananea han perdido gran parte de su flora y fauna, donde había abundante cantidad de agua (recordemos que en ese lugar nace el Río Sonora), la población de ese lugar se ve sometida a un racionamiento prolongado del vital líquido, porque la mayor parte del agua en esa población es acaparada por el Grupo México para realizar sus operaciones de minería, debido a que las autoridades federales, estatales y municipales han permitido que el uso del agua en esa región se destine en forma prioritaria para fines industriales y se dejan de lado la atención a las necesidades humanas.

Haber nacido en Cananea, me brindó la oportunidad de tener un despertar temprano a la contaminación ambiental provocada por el ser humano. Desde muy joven sentí la necesidad de hacer algo para intentar resarcir el daño ambiental que estábamos provocando en la naturaleza, por lo que al enterarme de que existía un agujero en la capa de ozono que estaba creciendo cada día y que los principales productos que contribuían a agrandar la capa de ozono eran gases que emanaban de fábricas, automóviles y principalmente de los desodorantes en aerosol que usábamos para que nuestras axilas olieran bien, decidí hacer algo para evitar que con mi conducta como consumidor individual contribuyera al crecimiento de dicho agujero. Como no conducía automóvil, ni trabajaba en fábrica alguna, la única opción de hacer algo al respecto, fue evitar el uso de los desodorantes en aerosol y por esa razón durante mas de 50 años evité el uso de desodorantes en aerosol, priorizando el uso de desodorante que vienen en presentación de barra o de gel.

Tengo algún tiempo asistiendo a un gimnasio motivado por la necesidad de cuidar mi salud para mantenerme en buena forma en mi condición de adulto mayor y de esta manera poder disfrutar de un envejecimiento satisfactorio sin padecer enfermedades graves. La asistencia rutinaria a este lugar me ha permitido observar que un buen número de miembros de este gimnasio, después de hacer ejercicio, ducharse y vestirse para salir, utilizan desodorante en aerosol de manera despreocupada y descargan pequeñas nubes de gas desodorante debajo de sus axilas, dejando el lugar inundado de varios aromas que hasta cierto punto resultan ser agradables por sus componentes químicos ya que son diseñados para producir tal efecto.

Ante la exposición cotidiana a este tipo de olores, caí en la tentación y decidí dejar temporalmente mi hábito de décadas de usar desodorante en gel, para comprar un paquete de desodorante en aerosol. Al usarlo sentí la diferencia desde el primer momento, porque me invadió una sensación de frescura acompañada de un aroma agradable. Pero después noté que el efecto de los aerosoles no es tan duradero como los desodorantes en gel, por lo que se hace necesario una nueva rociada “para seguir oliendo bien” y el contenido de esos productos se vacía mucho más rápidamente de lo que duran los desodorantes en gel, por lo que la contaminación provocada por el uso de desodorantes aumenta cuando se usa desodorantes en aerosol, porque además de contribuir al “efecto invernadero” con la emisión de gases, el empaque de desodorantes en aerosol es más hermético, duradero y en consecuencia, más difícil de que “desaparezca por sí mismo” con el paso del tiempo.

Confieso que durante los primeros días usando este tipo de producto, experimenté cierto sentimiento de culpa porque tenía plena consciencia de que el producto que estaba utilizando estaba provocando daños al medio ambiente y que el envase que tendría como destino la basura, estaba hecho de un material que tarda cientos de años en deshacerse, si no es que duran para siempre. Por esa razón en mi interior me preguntaba en forma ocasional: ¿cuantos envases de ese tipo evité arrojar a la basura durante los más de 50 años que utilicé desodorante en gel?, pero la pregunta más importante que circulaba en mi mente era: ¿que cantidad de gas evité arrojar a la atmósfera al no haber consumido desodorantes en aerosol durante más de 50 años?

Quizá algunos piensen que son pensamientos obsesivos, pero yo no lo veo así, más bien creo que son propios de personas que tienen consciencia de nuestra relación con el medio ambiente, de personas que piensan antes de actuar como consumidores y contemplan las consecuencias de su comportamiento individual. Existe mucha ignorancia sobre el daño al medio ambiente que provocamos en nuestro comportamiento como consumidores individuales. El daño ambiental provocada por el constante uso de desodorantes en aerosol, es tan sólo un ejemplo de las múltiples formas en las que provocamos un aumento en la contaminación ambiental y una de las causas por las que este verano del 2023 rompió récords a nivel mundial para colocarse como “el verano más caluroso en la historia de la humanidad”.

Siento que después de mas de 5 décadas de evitar el uso de desodorante en aerosol, he puesto mi grano de arena para evitar el crecimiento de la contaminación ambiental, pero veo que una acción individual es insuficiente, porque millones de personas no tienen idea del daño que provocan al medio ambiente con los productos que consumen y esto es lo que nos ha llevado al punto en el cual dejamos atrás la era del calentamiento global para entrar en la era de la ebullición, por lo que los siguientes veranos serán igual o más calurosos que éste que está terminando. Pero estoy plenamente consciente de que es sólo una acción individual que no tiene impacto real para solucionar el problema. Es por esa razón que escribo este artículo para compartir mi experiencia y generar un aprendizaje basado en la observación de las experiencias de otros, con la esperanza de que si millones de personas realizáramos una pequeña acción en forma organizada, unida y colectiva, podríamos lograr no sólo disminuir la contaminación ambiental, sino también podríamos cambiar el sistema social en que vivimos. Si no implementamos cambios en nuestra conducta como consumidores, seguiremos por un camino que sólo nos conduce a nuestra autodestrucción.

El dominio del capital corporativo se ve con claridad en este mineral, porque no hay poder político, ni autoridad alguna que proteja a los habitantes de esa ciudad, que padecen de constantes explosiones que se realizan para encontrar mayores recursos naturales que puedan extraer del suelo mexicano, por lo que la presencia del Grupo México en su localidad representa un daño mayor que el beneficio que podría proporcionar, ya que el funcionamiento de la compañía minera no se traduce en un beneficio para la comunidad.

Al contrario, sufren de exclusión laboral en dicha empresa porque Grupo México adoptó una política de no contratar a ninguna persona que haya nacido en Cananea, como una acción de represalia a la prolongada huelga de 16 años que mantienen los trabajadores mineros de la sección 65 del sindicato nacional de mineros, sin que las autoridades laborales o el Gobierno procedan a hacer respetar el Estado de Derecho.

El Grupo México es una muestra real de que las grandes corporaciones multinacionales explotan los recursos en forma irracional con tal de maximizar sus beneficios económicos, sin importar que en este proceso afecten a poblaciones enteras y aquellas corporaciones que se dedican a la industria refresquera, cervecera, minera y de la construcción, actúan de la misma forma porque utilizan grandes volúmenes de agua para la elaboración de sus productos y su funcionamiento y producción sólo dejan destrucción de los suelos, desertificación de grandes extensiones de terrenos, explotación de pozos subterráneos y con ello provocan aumento del calentamiento global.

La globalización maniató a los gobiernos cuando aceptaron la demanda del poder corporativo de adoptar una flexibilidad laboral, que consiste en dejar de inspeccionar el funcionamiento de las grandes corporaciones y dejarlos en libertad de imponer sus propias políticas laborales que eliminan derechos y prestaciones a los trabajadores. En consecuencia, los políticos que nos gobiernan son responsables de haber llegado a la era de la ebullición porque aceptaron no vigilar el funcionamiento de estas grandes corporaciones, lo cual implicó que sin supervisión del Estado se produjeran tragedias como las del Río Sonora y la explotación laboral de los trabajadores de estas grandes corporaciones.

El poder corporativo cabildea e invierte miles de millones de dólares para evitar que en los diferentes países se introduzcan políticas de protección al medio ambiente o leyes que prevengan el calentamiento global. Por esta razón, vemos que las diferentes instituciones gubernamentales (protección al medio ambiente, protección al consumidor, Secretaría de Salud, Secretaría de trabajo, etc.) no cumplen con sus responsabilidades de proteger el medio ambiente, de proteger la salud de la población, proteger los derechos laborales de los trabajadores y regular el funcionamiento de las grandes corporaciones de tal forma que sigan lineamientos internacionales que protejan derechos laborales y normas ambientales.

Por esas razones podemos decir que los ciudadanos cuando actuamos como consumidores individuales, no somos los principales responsables de haber llegado a este punto en el que dejamos atrás el calentamiento global y entramos a la era de la ebullición. Pero sí es necesario reconocer que no existe una cultura de cuidado del medio ambiente en la población en general, porque no hay una consciencia ecológica.

La gente común ignora los daños que provoca al medio ambiente en su su comportamiento individual como consumidor, simplemente actúa sin pensar en las consecuencias que su consumo individual pueda tener para con su propia salud, para con el medio ambiente que lo rodea, pero sobre todo muestra gran ignorancia sobre la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente y continúa consumiendo productos sin importarle que tipo de mundo les vamos a heredar a las futuras generaciones. De seguir en estas condiciones, lo más seguro es que heredemos a las siguientes generaciones un mundo afectado por una gran contaminación, con una menor calidad de vida de la que tenemos en estos momentos históricos que nos tocó vivir.

Por esas razones lo que necesitamos hacer es generar una consciencia colectiva acerca de la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente y a la naturaleza, pero nos encontramos en un medio social en el cual prevalece la ignorancia colectiva, la desinformación, el conformismo social, el individualismo, la indiferencia social y la irresponsabilidad gubernamental.

Entonces, mirando el panorama completo, podemos ver que nos enfrentamos en una situación difícil, porque todos estamos contribuyendo a destruir el planeta en que vivimos. Por un lado, se encuentra el funcionamiento de un poder corporativo que se opone a legislaciones que luchen contra el cambio climático, manejando el discurso de que éste no existe, mientras sostiene contra viento y marea un equilibrio entre una producción masiva y un consumo masivo, sin importar que esto implique explotación laboral, explotación irracional de recursos naturales, contaminación ambiental y destrucción del medio ambiente.

Por otro lado, encontramos autoridades gubernamentales de los tres niveles de gobierno, que en nombre de la flexibilidad laboral y el crecimiento de la economía, permiten el funcionamiento de las grandes corporaciones que incurren en constantes violaciones a los derechos laborales de los trabajadores, funcionan en base a una explotación irracional de los recursos naturales (como el caso del agua) y su sola existencia representa una amenaza para nuestro planeta. Pero, a pesar de ello, los políticos protegen los intereses del capital, gobernando a favor del poder corporativo, permitiendo que su funcionamiento provoque graves daños al medio ambiente. Este mismo gobierno que permite prácticas fraudulentas que generan enormes cantidades de basura y contaminación ambiental, como lo es la obsolescencia programada.

En un tercer plano, encontramos una ciudadanía ignorante del daño que provoca al medio ambiente y a la naturaleza con su comportamiento como consumidores, recordemos que la ignorancia es una característica de la sociedad de la información y una expresión de ella es la ignorancia acerca del daño que estamos provocando a la naturaleza y al medio ambiente, al realizar compras compulsivas, al arrojar basura en calles y lugares públicos, al dar muestras de indiferencia ante la suciedad y basura que se encuentra en nuestro entorno inmediato y al consumir productos como desodorantes en aerosol, baterías no recargables y al conducir por las calles de nuestras ciudades automóviles que arrojan demasiado humo, etc.

Para no caer en el error de la gente que habla de “la gente” como si ella no formara parte de la gente, debemos decir con claridad que somos todos nosotros los responsables del aumento de la temperatura global, somos nosotros quienes con nuestra indiferencia hemos provocado daños al planeta. Haber llegado al punto de dejar atrás la era del calentamiento global e ingresar a la era de la ebullición es el resultado de una acción colectiva, en consecuencia existe una responsabilidad social que es por todos compartida, por lo que todos debemos tomar medidas preventivas y evitar que continuemos por la senda del camino que conduce a la destrucción de nuestro planeta. Es este contexto social de ignorancia de la ciudadanía, irresponsabilidad de las autoridades gubernamentales y falta de compromiso social del poder corporativo, es lo que nos ha conducido al punto en el cual nos encontramos al registrarse en este año 2023 “el verano más caluroso en la historia de la humanidad”.

¿Cómo podríamos construir una consciencia colectiva sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente que nos rodea?, ¿Cómo podríamos lograr que las autoridades que nos gobiernan asuman su responsabilidad social de funcionarios públicos que tienen como misión garantizar el bienestar social y esto incluye la protección del medio ambiente? ¿Cómo podríamos detener la destrucción provocada por el poder corporativo?, no se necesita ser experto ecológico para responder a estas preguntas, porque cualquier persona que se respete a si misma, respete la vida de sus familiares, experimente amor a los seres humanos, a los animales y a todo tipo de vegetación, podría responderlas. Para responder a estas interrogantes, es necesario partir de la premisa de que defender el medio ambiente es defender nuestras vidas.

Necesitamos empezar a pensar que no existe un planeta B, que todos los seres humanos vivimos en el mismo planeta, en lugares diferentes, con idiomas diferentes, pero pero todos nos encontramos viviendo en el mismo planeta. Todos respiramos el mismo aire, pisamos la misma tierra, todos pertenecemos a la especie humana, que como especie su existencia también está amenazada por el cambio climático, y eso nos obliga a reconocer que el rumbo por el que nos está llevando la economía de libre mercado con su falsa promesa de un crecimiento infinito de la economía, nos conduce por un camino que sólo nos lleva a nuestra autodestrucción.

Colocar al Mercado como ser supremo del ser humano, nos lleva por una senda que nos dirige a la destrucción de la naturaleza, a una mayor contaminación del agua, del aire y en general, a la destrucción del mundo en que estamos habitando y en consecuencia, a nuestra propia autodestrucción. En ese sentido, debemos contextualizar el paso de la era del calentamiento global a la era de la ebullición como parte de una crisis ecológica que es a la vez una expresión particular de la crisis social que se ha manifestado en sus expresiones de crisis económica, crisis política y crisis sanitaria, es la crisis de un sistema social que prioriza salvar una economía que se basa en la desigualdad social.

El Mercado excluye a una amplia mayoría de la población mundial que vive en condiciones de pobreza y cuya capacidad adquisitiva se reduce en la medida que se agudiza la crisis económica y una amplia mayoría de esta población, son las primeras víctimas del cambio climático porque no cuentan con los recursos para refugiarse de las inclemencias del clima.

La defensa del medio ambiente es una demanda que cualquier persona puede aceptar y compartir, porque no es una demanda que aspire a cambiar radicalmente el sistema social, pero llega un momento que esta lucha se convierte en una lucha política porque se confronta de manera directa con los intereses del poder corporativo que en el marco de la globalización ha llegado a controlar el poder político con su poder económico, de tal forma que la lista de defensores del medio ambiente asesinados por su activismo ha llegado a ser tan alta que sólo es superada por los periodistas.

A pesar de que desde hace varios años, los científicos han alertado sobre los peligros del cambo climático, los políticos han ignorados sus advertencias y terminaos este verano del 2023, en una posición en la que el clima se presenta como una amenaza porque hemos dejado atrás la era del calentamiento global para ingresar a la era de la ebullición, que traerá consecuencias catastróficas porque seguirán desapareciendo grandes extensiones de bosques y selvas, aumentará la desertificación de tierras que eran cultivables, aumentará el número de incendios forestales, al igual que el número de huracanes que tendrán mayor fuerza destructora, se incrementará el nivel del mar y sobre todo, enfrentaremos olas de calor intenso con mayor frecuencia.

Todo esto repercutirá en la afectación de los canales de suministro comercial internacional, por lo que es posible predecir que enfrentaremos carestía de alimentos y productos, aumento de precios del petróleo y de gasolina, lo que repercutirá en un alza de precios generalizada, que a su vez agudizará la crisis económica, afectando a una inmensa mayoría de la población que vive en condiciones de precariedad y marginación económica.

El planeta entero está experimentando cambios de clima y alguien podría decir que siempre ha habido cambios de clima, pero los anteriores cambios de clima eran provocados por factores naturales, el cambio climático que estamos enfrentando, ha sido originado por el ser humano y el verano del 2023 nos ha dado un adelanto de lo que nos espera al haber tenido “el verano más caluroso de la historia de la humanidad”. Recordemos que las altas temperaturas iniciaron mucho antes de que iniciara oficialmente la temporada de verano el pasado 21 de junio, con una intensidad mayor a la de años anteriores.

Quien esto escribe y quien lea estas líneas puede decir que somos sobrevivientes del fin de una era climática y del inicio de otra era en la que inició con un aumento inédito de la temperatura en este verano y con el anuncio de que los próximos veranos serán igual o más calurosos de este que acaba de terminar, por lo que si bien, nosotros hemos sobrevivido a estas temperaturas extremas, muchas personas fallecieron por golpes de calor y en nuestros hombros recae la responsabilidad de la calidad de vida que tendrán las nuevas generaciones, si no hacemos algo para detener el cambio climático.

El paso de la era del cambio climático a la era de la ebullición es el resultado de un problema estructural que podemos denominar “ecocidio del capitalismo globalizador”. De la misma forma que la tiranía del Mercado genera un genocidio económico al privatizar servicios públicos, dejando morir a millones de personas por no tener dinero para comprar comida, medicinas o pagar asistencia médica, la economía de libre mercado está provocando un ecocidio global, al mantener un equilibrio entre una producción masiva y un consumo masivo que logra a través de acciones que provocan destrucción de la naturaleza, contaminación y muerte de varias especies de animales.

La presión que ejerce el poder corporativo para la aprobación de leyes que prevengan el cambio climático, convierte la lucha en defensa del medio ambiente en una acción política, porque implica enfrentar gobiernos que actúan protegiendo los intereses de las grandes corporaciones. Partiendo de la premisa de que la crisis ecológica es una expresión particular de la crisis social que se observa en el capitalismo globalizador, la lucha por la defensa del medio ambiente forma parte de las banderas de lucha enarboladas por los movimientos colectivos de liberación social que están surgiendo por todo el mundo en contra de un sistema capitalista, patriarcal y colonial.

¿Qué tenemos que hacer para evitar la destrucción de la naturaleza y de nuestras propias vidas? Responder a esta pregunta implicaría ampliar de manera extensa el presente artículo, pero para empezar, debemos reconocer que se requiere de una concientización masiva del grave daño que está provocando la producción industrial sobre los ecosistemas. Al promover una discusión colectiva sobre las consecuencias de haber entrado en la era de la ebullición, nos da la oportunidad de asumir un rol de agentes de cambio social.

Para tener un mejor desempeño en este rol debemos realizar un aprendizaje de las diferentes luchas sociales que se han dado en el pasado. Recordemos que la historia nos enseña que los grandes cambios sociales se han logrado a través de la acción de movimientos colectivos que lograron conquistar derechos laborales y sociales al participar en acciones colectivas, unidas y organizadas.

La lucha feminista nos enseñó que “lo personal es político” y que vivimos en una sociedad patriarcal que se manifiesta en nuestra vida cotidiana en la forma de innumerables micromachismos, de la globalización aprendimos que “nuestros problemas personales, tiene un origen global” y que tenemos una interdependencia e interinfluencia cada vez más estrecha, La pandemia del covid-19 nos enseñó que “todos formamos parte de un ecosistema” y lo que pase al otro lado del mundo nos afectará en un plazo corto en el lugar en que vivimos.

De la lucha en defensa del medio ambiente podemos extraer el aprendizaje de que todos somos parte de una sola especie como humanidad, que estamos vinculados con la flora y la fauna que nos rodea y de su existencia depende nuestra propia existencia, por lo que la lucha en defensa del medio ambiente es una lucha que nos involucra a todos los miembros de la sociedad contemporánea. La gravedad de la situación del cambio climático, nos obliga a realizar cambios en nuestro comportamiento como consumidores, pero también nos deja claro que no hay lugar para la neutralidad, para la indiferencia, porque la vida de nuestro planeta está en riesgo y en consecuencia, la vida de nosotros como seres humanos también corre peligro.

Ante la negligencia de las instituciones gubernamentales que tienen como misión la defensa de la salud de la población, el respeto de los derechos de los trabajadores y la defensa del medio ambiente, la ciudadanía debe y puede actuar en forma colectiva, organizada y unida, para crear nuevas organizaciones independientes de partidos políticos y del gobierno, estas nuevas organizaciones tener como objetivo la defensa del medio ambiente aún cuando esto implique luchar en contra de gobiernos insensibles al cambio climático y en contra de los intereses del poder corporativo.

La construcción de nuevas organizaciones independientes permitirá construir un poder popular capaz de romper la asimetría con la que el poder en turno trata a la ciudadanía dispersa y desorganizada, de tal forma que con estas nuevas organizaciones podamos crear auténticos representantes ciudadanos que actúen como interlocutores que se sitúen en el mismo nivel de aquellos que tienen el poder político, para plantear la exigencia de solución a sus demandas.

Este 22 de septiembre terminó el verano mas caluroso que se haya registrado en la historia de la humanidad, e inició una nueva era que de nosotros depende que sea de ebullición climática o se transforme en una era de ebullición social, al sumar fuerzas de diferentes movimientos que han estado actuando en forma aislada y desorganizada. A nivel global se están dando levantamientos populares en varios países, están surgiendo varios movimientos colectivos que enfrentan las políticas neoliberales que impulsa el capital privado, la defensa del medios ambiente que representa la defensa de nuestras vidas viene a sumarse como una bandera más de lucha en contra del poder corporativo.

De nuestra participación social dependerá que los próximos veranos sigan siendo igual o más calurosos, pero sobre todo, e nuestros hombros recae la responsabilidad de construir un mundo nuevo, mucho mejor al actual, porque esa será la herencia que dejaremos para las siguientes generaciones.


El lugar mas caliente del mundo está en México

https://www.youtube.com/watch?v=HFtk7gn1p2M&ab_channel=AtrapadosEnElTiempo

https://radio.uchile.cl/2023/07/27/el-calentamiento-global-termino-ya-estamos-viviendo-la-era-de-la-ebullicion-global/

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/nasa-confirma-que-julio-2023-fue-mes-mas-caluroso-1880_20570?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=trafico

https://www.europapress.es/ciencia/cambio-climatico/noticia-verano-2023-declarado-nasa-mas-caluroso-1880-20230914184649.html?fbclid=IwAR0MCJecO570uNLNMcIDEeCNsZK4PEjGvk6BcsapwEGjeIlA0dFf1oPLRzQ

Yescas, Oscar: La defensa del medio ambiente es la defensa de nuestras vidas

https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/07/ladefensa-del-medio-ambiente-es-la.html

Yescas, Oscar: El ecocidio de nuestra vida cotidiana

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/06/el-ecocidio-de-nuestra-vida-cotidiana.html

Yescas, Oscar: El Mercado como arma de destrucción masiva

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/03/el-mercado-como-arma-de-destruccion.html

Yescas, Oscar: En busca de la política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/04/enbusca-de-la-politica-oscaryescas.html

Yescas, Oscar: Poder corporativo vs. Poder popular

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/08/podercorporativo-vs_20.html

Yescas, Oscar: El Dios Mercado: la religión del siglo XXI

https://oscaryescasd.blogspot.com/2017/10/el-dios-mercado-la-religion-del-siglo.html

viernes, 15 de septiembre de 2023

 

El auto en el que viajo

Oscar Yescas Domínguez

15 de septiembre de 2023


A lo largo de mi vida sexagenaria he sido el afortunado poseedor de seis automóviles, los primeros años de mi experiencia como conductor, me deleitaba conducir con gran rapidez por las calles de nuestra ciudad, presionado por la prisa de llegar a tiempo a algún lugar mientras me desplazaba por las calles de nuestra ciudad, me sentía seducido por la potencia del motor de un carro de modelo reciente, y disfrutaba la embriagadora sensación que produce la velocidad de un potente motor. Por supuesto, el conducir en tales condiciones trajo como consecuencia que tuviera tres accidentes automovilísticos en mis primeros años como conductor, ya que mirando en retrospectiva, reconozco que lo hacía en forma irresponsable.

Afortunadamente ninguna persona salió herida de esas experiencias porque sólo hubo como resultado daños materiales que el seguro asumía y las inevitables molestias que provoca un accidente automovilístico: horas perdidas en espera de que terminen su trabajo los ajustadores de seguros y agentes de tránsito, además de la sensación de desamparo que provoca quedarse sin automóvil que conducir durante algunas semanas.

Tales vivencias en las que puse en riesgo mi vida y la de otras personas me sirvieron para reflexionar y aprender (a golpes) sobre la necesidad de manejar el auto en el que viajo con una mayor prudencia y responsabilidad, porque nadie nos lo dice, pero en realidad conducir un automóvil puede convertirse en una arma mortal si es conducido por alguien que no lo hace con las debidas precauciones.

Por lo que actuando con madurez retomé esas lamentables vivencias como verdaderas experiencias de aprendizaje, de tal forma que me ayudaron a reconocer la importancia social y la imperativa necesidad de conducir a velocidad moderada, a extremar precauciones y a manejar a la defensiva. Recuerdo que a principios de los ochentas cuando laboraba como Analista en el Centro de Capacitación del Gobierno del Estado de Sonora diseñando e impartiendo cursos de capacitación, observé las reacciones de risa y bromas de algunas personas cuando vieron que en el tablero de oferta de cursos habia uno con el nombre de “manejo defensivo”.

Aquí y ahora creo en base a mi experiencia como conductor de automóvil en la capital sonorense que está considerada como “zona de alta siniestralidad” por parte de las compañías de seguros, creo firmemente que sería una excelente idea que las autoridades de tránsito municipal procedieran de tal forma que antes de otorgar una licencia de automovilista, se cumpliera el requisito de realizar una prueba obligatoria de manejo y cumplir con la asistencia a un curso de manejo defensivo. Sé que es sólo un sueño porque en las calles de nuestra ciudad circulan cientos de vehículos sin placas o con placas falsas, así como cientos de automóviles sin contar con la licencia de automovilista actualizada. Pero honestamente, creo que una medida de este tipo ayudaría a reducir la tasa de accidentes automovilísticos y aumentaría la seguridad vial en las calles, lo cual repercutiría en un beneficio colectivo para todos los que habitamos en esta ciudad.

Hoy en día conduzco mi automóvil de manera relajada pero siempre a la defensiva, con la mirada fija al frente pero admirando el paisaje que pasa en mi visión periférica, siempre utilizo los tres espejos, usando las luces direccionales con la debida anticipación para avisar cuando voy a cambiar de carril. Aprovechando la tecnología de bluetooth, mientras viajo, logro aumentar el placer de conducir al ir escuchando la música de mis innumerables grupos y cantantes favoritos y el conducir de manera defensiva me ha permitido vivir los últimos 30 años sin tener algún accidente automovilístico, ya que reduce considerablemente las posibilidades de chocar con otro automóvil, motocicleta, o de atropellar a algún ciclista o peatón.

Sin embargo, debo decir que evitar accidentes mientras se conduce un automóvil no depende sólo de las precauciones que tome como conductor, porque en mi camino por las calles interactúo con otros conductores que ignoran que al conducir por las calles de nuestra ciudad se ingresa a una interacción social en la que la comunicación oportuna es necesaria para llegar a salvo a nuestro destino, veo con pesar que algunos de los conductores que me encuentro actúan de manera similar a la que yo lo hacía cuando manejaba con imprudencia, pero debo decir también que algunos conductores superan tal imprudencia porque manejan con gran estupidez.

Usaba con gran frecuencia el claxon de mi automóvil a manera de reclamo hacia otros automovilistas, de tal forma que mi esposa podía saber cuando iba llegando a casa por el sonido de la bocina de mi automóvil. Pero ahora como hombre de la tercera edad, actúo con prudencia, porque ya no protesto a quien me corta el camino, evito dejarme llevar por los impulsos de reclamar a quien estuvo a punto de golpear mi automóvil y aprendí a hacerlo porque estoy consciente de que en la modernidad enfrentamos la existencia de un nuevo problema en las ciudades que se ha denominado “síndrome de ira al volante”, que consiste en un comportamiento agresivo y hostil por parte de algunos conductores en situaciones de tráfico intenso, que se manifiesta desde insultos, gestos ofensivos, sonar el claxon repetidamente y puede escalar hasta persecuciones, choques deliberados y enfrentamientos físicos.

Hoy en día me limito a ver aquellos automovilistas que me rebasan por ambos lados, aquellos que violan impunemente todas las leyes de tránsito, ya sea que conducen vehículos sin placas o maneja automóviles de lujo de una forma irresponsable, mientras mantengo la ecuanimidad. Procuro respetar el límite de velocidad, aún cuando en algunos tramos dicho límite raye en lo ridículo y sea ignorado por una gran mayoría de automovilistas y he aprendido a reducir la velocidad no sólo por el temor a sufrir un accidente, sino también porque hacerlo así, me permite eventualmente disfrutar del paseo mirando el escenario que pasa a ambos lados del camino.

Un paisaje que antes pasaba desapercibido cuando manejaba embriagado por la velocidad y por la presión de llegar puntual a mis citas, pero que hoy al manejar de una manera prudente, puedo darme el lujo de disfrutar del viaje y del paisaje que voy observando. A veces levanto la mirada y miro las escasas nubes que desafían al Rey sol, o por segundos admiro la belleza de un atardecer hermosillense, sin perder el control del volante. Pero esto que hago ahora que soy viejo y sabio, lo aprendí porque antes fui joven y estúpido, al grado de poner innecesariamente en riesgo mi vida y la vida de otras personas “por las prisas y la sensación de disfrutar de la velocidad”.

Todos podemos aprender a manejar con prudencia y responsabilidad, reconociendo que las altas tasas de accidentes automovilísticos son resultado de una responsabilidad compartida, no es sólo la ausencia de presencia policiaca, también es la ausencia de sentido común, de sensibilidad social, de habilidades de conducción y sobre todo de ausencia de respeto hacia nuestras propias vidas y las vidas de los demás.

Utilizando una matáfora, podríamos decir que la forma como vivimos nuestras vidas se parece a la forma como manejamos un automóvil, porque las decisiones que tomamos durante nuestras vidas, son algo similar a las decisiones que tomamos cuando conducimos un automóvil, porque en ambos procesos nos enfrentamos a la necesidad de tener un control del rumbo que estamos siguiendo, cuando nos encontramos frente al volante del automóvil, decidimos el rumbo que tomará nuestro camino, tomamos la decisión de continuar en línea recta, o decidimos cambiar el rumbo a la izquierda, o la derecha, detenernos, etc.

La jungla urbana es un escenario social equiparable a la sociedad en crisis social en la que nos encontramos viviendo, por lo que de la misma forma que nos fijamos un destino cuando abordamos un automóvil, debemos contextualizar nuestra vida personal y encontrarle un sentido a nuestras vidas que han perdido la brújula en el ambiente de incertidumbre que estamos viviendo. Diariamente nos enfrentamos a un alud de cambios políticos, económicos, tecnológicos, ecológicos, etc., que generan una sensación de inseguridad porque no sabemos que cambiará el día de mañana, lo único que no cambia es la premisa de que todo está cambiando.

Cuando iniciaba mis seminarios sobre Psicología social y de Psicología organizacional en la Universidad de Sonora, acostumbraba iniciar el semestre contextualizando la dinámica de cambios sociales que enfrentábamos en ese entonces y les decía a mis alumnos que era necesario desarrollar nuevos comportamientos para enfrentar las nuevas condiciones cambiantes y poder incorporarnos al “mercado de trabajo” en forma exitosa. Que la globalización aumentó los requisitos para conseguir un trabajo, añadiendo la necesidad de mostrar nuevas habilidades como manejar un segundo idioma, navegar en internet, tener conocimientos de cómputo y un adecuado manejo de las relaciones humanas.

Pero con el paso del tiempo me vi obligado a cambiar mi discurso y decirles que no era suficiente desarrollar nuevos comportamientos que nos permitieran adaptarnos exitosamente a los cambios sociales, que necesitábamos desarrollar comportamientos que contribuyeran a generar cambios planeados que permitieran lograr una transformación de la sociedad, por lo que nos veíamos en la necesidad de construir un rol de agentes de cambio social.

Para lograr la transformación social, necesitábamos empezar por la transformación individual y partiendo de la premisa de que el primer paso en todo proceso de cambio social, es el diagnóstico inicial que permitiera reconocer el estado actual de nuestro objeto de estudio (grupos, organizaciones y comunidades), para reconocer las fortalezas y debilidades y estar en condiciones de diseñar un cambio planeado que conduzca al mejoramiento continuo de sus procesos.

Con esa línea de pensamiento, decidí rebasar el rol del maestro para actuar como como agente de cambio social realizando una intervención grupal con mis alumnos utilizándolos como objeto de intervención psicosocial, aplicando técnicas grupales que permitieran lograr un autoconocimiento individual, el sentimiento de pertenencia a un grupo y utilizar la retroalimentación para generar cambios que permitieran pasar del funcionamiento como agrupamiento a la construcción de una identidad grupal y lograr que el mismo funcionara como un equipo de trabajo.

Por esas razones dentro de las primeras técnicas grupales que utilizaba estaban aquellas que permitían lograr construir una atmósfera de apertura en la comunicación, para que existiera la libertad de decir lo que realmente pensaran y expresar lo que realmente sintieran y así lograr la construcción de comportamientos auténticos.

Para lograr esos objetivos era necesario obtener primero un avance en el autoconocimiento y la autoaceptación de cada estudiante, por esa razón de una manera eventual utilizaba un ejercicio de desarrollo grupal que se llama “El auto en el que viajo”, que es un ejercicio de integración grupal que permite hacer un sondeo acerca de las percepciones que tenían mis estudiantes acerca de sí mismos, de la vida personal de cada uno y obtener un conocimiento de los demás miembros del grupo. Este ejercicio ayudaba a relajarse, además de que permitía disfrutar de una oportunidad para desarrollar libremente la creatividad personal, en un ambiente en el que se aprendía jugando.

Este mismo ejercicio lo puede desarrollar cada persona en forma individual si utiliza su experiencia detrás del volante de un automóvil (o si se usa la imaginación en el caso de quien no ha tenido oportunidad de conducir algún vehículo), estableciendo una analogía entre nuestra manera de conducir un automóvil y nuestra forma de conducir nuestras propias vidas, de tal forma que pudiéramos extraer un aprendizaje que nos permita implementar cambios planeados en nuestras vidas personales de una manera que nos conduzca a un mejoramiento en la forma como estamos viviendo.

En nuestra vida diaria, tomamos decisiones constantemente y atravesamos por diversas situaciones que debemos retomar como auténticas experiencias de aprendizaje. Decidimos seguir con los mismos comportamientos que hemos mantenido durante largo tiempo, o decidimos cambiar algunos para crear nuevos comportamientos.

Invito al lector a realizar este ejercicio en forma individual y el mismo consiste en imaginar que nuestra vida personal es un viaje que estamos realizando recorriendo la línea de la vida y nuestra vida es el auto en el que viajamos. Ayudaría de forma considerable, imaginar que se encuentra en momento de sus vidas en el cual un ciclo de termina y comienza otro, ya sea que se trate de un cumpleaños, de encontrarse en época de fin de año, alguna otra fecha significativa, o simplemente que se encuentra con la necesidad, intención y motivación de implementar cambios en su vida personal, adquiriendo un mejor conocimiento de sí mismo para estar en condiciones de desarrollar un aprendizaje que le permita construir nuevos comportamientos. Entonces, considerando que su vida es un viaje, le invito a leer con seriedad las siguientes preguntas de principio a fin, analizando en forma detenida y reflexionando en cada una de ellas, la invitación incluye el uso de una libreta de apuntes para que escriban sus respuestas después de finalizar la reflexión y lectura de cada pregunta, de tal forma que puedan realizar una autodescripción de ustedes mismos, utilizando la metáfora del auto en que viajo como la descripción de su actual vida personal. Sin más indicaciones le invito a que intente responder a las siguientes preguntas:

¿Cuál es mi destino final del viaje? ¿Lo sé o voy improvisando sobre la marcha? ¿Llevo mapa, voy pidiendo indicaciones, me la paso perdido o sé bien hacia dónde voy?

Si yo mismo fuera el vehículo que me llevará a mi destino… ¿Cómo es ese vehículo y en qué estado está? Viejo, nuevo, de carreras, clásico, deportivo, familiar, chocado, equipadísimo, le faltan o están dañados los faros, frenos, neumáticos, parachoques, asientos, bocinas.

¿Tiene suficiente gasolina, agua y aceite? ¿De qué color es? ¿Lleva bolsas de aire y llanta de refacción por si hay algún accidente imprevisto?

¿Tiene aire acondicionado o calefacción para hacer el viaje más placentero? ¿Qué música escucho durante el trayecto?

¿Quién conduce el auto? ¿Soy conductora o copiloto? ¿Voy en el asiento trasero o en el maletero, sin saber siquiera a dónde me llevan?

¿Voy disfrutando el paisaje y avanzando a una velocidad cómoda, o me dirijo a toda prisa al destino sin fijarme en nada y arriesgando la aventura por un accidente? o Por el contrario, ¿avanzo tan lento que parece que no voy a llegar jamás?

¿Cómo es el trayecto hacia mi destino? Recto, en círculos, zigzag, lleno de curvas y pendientes pronunciadas, baches, iluminado, obscuro, lleno de señalizaciones y apoyos, desierto, con un paisaje agradable, seguro, peligroso?

¿Qué y a quién necesito para hacer de este viaje el mejor posible?

Una vez que haya logrado responder estas preguntas, conteste las siguientes preguntas: ¿Qué hará con toda esta información?

Lo importante de realizar ejercicios como éste es conocer el cómo afectan las decisiones posteriores. ¿De qué forma ayudó este ejercicio para aumentar su autoconocimiento?

¿Cómo afectará las futuras decisiones que tomará?

¿Descubrió información importante que le gustaría profundizar?

¿En base a este ejercicio como describiría sus fortalezas y debilidades?

¿Cómo ayudará este ejercicio a mejorar los diferentes roles sociales que desempeña en cada grupo social al que pertenece? (grupo familiar, grupo laboral, grupo de amigos, etc.?

¿Le falta prepararse en algún sentido para poder cumplir con sus metas?

Si la respuesta es afirmativa, no es problema, está a tiempo de hacer un alto y prepararse mejor, la vida continúa y es un constante aprendizaje y la idea es aprovecharla al máximo para aprender no solo teoría, sino también aplicar ésta en la práctica empezando con uno mismo. Pueden sorprenderle los descubrimientos que haga, pero es importante recordar que no son ni buenos ni malos. Son simplemente un punto de partida para tomar mejores decisiones que afecten en un sentido positivo muchos aspectos personales, o laborales que le permitirán establecer un plan de mejoramiento que le permita la implementación de cambios planeados en cada ámbito de convivencia social.

Después del tiempo transcurrido para la respuesta individual a este ejercicio, procedía a solicitarles que de una manera voluntaria, cada alumno leyera en voz alta las notas que escribió en respuesta a las preguntas. Ayudaba mucho que acostumbraba sentar en forma de círculo a todo el grupo, por lo que después de que todos leían sus respuestas, se sentía un ambiente de relajación, de satisfacción y orgullo por la tarea realizada, porque implicó vencer muchos temores para compartir detalles de la vida personal con personas que antes eran desconocidas, pero que ahora se veían como compañeros de grupo que construyeron un vínculo de colaboración al haber identificado metas comunes.

Al final del semestre, acostumbraba realizar una reunión de evaluación del curso realizada por los propios estudiantes en la cual criticaban el programa del seminario, los contenidos teóricos, la metodología, el desempeño del profesor y el aprendizaje obtenido. Todas esas reuniones las filmaba y se encuentran disponibles en mi cuenta de Youtube, porque de antemano sabía los resultados, porque yo aprendía también de esas experiencias, porque mis alumnos se convertían en mis maestros y yo me convertía en un compañero suyo. Eso es lo único que extraño de mis tiempos como profesor universitario activo: el contacto con mis estudiantes, el aprendizaje que tenía con la interacción con ellos, un aprendizaje que me permitía no solo mantenerme actualizado, sino crecer como persona y como profesional al final de cada semestre.

Los tiempos de crisis social que estamos viviendo provocan millones de crisis individuales, la realidad se muestra como una fuerza avasallante que vulnera nuestra autonomía individual y nos reduce a la condición de seguidores de figuras significativas en diferentes contextos: figuras políticas, figuras del medio artístico, de cine o televisión o influencers. La sociopatología, el consumismo, el culto a la imagen, afectan nuestra autoestima y generan sentimientos de inseguridad que impiden el uso de nuestro potencial humano.

Necesitamos aprender a confiar en nosotros mismos y para generar tal confianza debemos generar un autoconocimiento, eliminar ideas estereotipadas, prejuicios y creencias erróneas. Necesitamos recuperar nuestra dignidad perdida, el respeto a uno mismo, si no nos respetamos a nosotros mismos, cómo podemos esperar que otros nos respeten? Tal y como les decía a mis estudiantes, deben reflejar una presencia en su persona que refleja confianza y seguridad en ustedes mismos, ¿Cómo esperan ganar la confianza de las personas con las que van a trabajar si ustedes reflejan inseguridad en ustedes mismos?

Deben proyectar una presencia que contenga confianza y seguridad en ustedes mismos, deben despojarse de cualquier juicio, máscara o muro, para construir una conexión verdadera y profunda con las demás personas. Pero primero deben estar conectados sus pensamientos con sus sentimientos y emociones, de tal forma que reflejen autenticidad y puedan decir lo que realmente piensan y expresar lo que realmente sienten.

El autoconocimiento y la autoaceptación es el primer paso para lograr el control de nuestras vidas, ambos conceptos representan el volante del “automóvil en que viajamos”, en la medida en que logremos ganar esa confianza y seguridad en nosotros mismos, encontraremos sentido a nuestras vidas, porque sabremos como fijar metas en nuestras vidas y recorrer el camino para llegar a ese destino.

Una sociedad democrática requiere de individuos autónomos, con pensamiento libre y libertad de elección, la autonomía individual tiene como bases el autoconocimiento y la autoaceptación. La historia social no sólo se refiere a hechos del pasado, también incluye la historia actual, aquella historia que construimos a través de nuestra participación cotidiana en los diferentes grupos sociales a los que pertenecemos.

Hombres y mujeres tenemos historicidad, que es la capacidad de cambiar el rumbo de nuestra historia personal y colectiva. La metáfora de concebir nuestras vidas como si fueran un automóvil, nos ayuda a comprender que nosotros y nadie más somos los arquitectos de nuestro propio destino y que de las decisiones que tomemos provendrán los giros que demos en nuestras vidas, las subidas o bajadas y el llegar seguros y salvos a nuestro destino final. De nosotros depende la historia que se escriba en el futuro sobre nuestras vidas individuales y de la historia como país o la historia mundial.

Evaluación del seminario Intervención psicológica en convivencia social dos del semestre 2018-2. https://www.youtube.com/watch?v=oEpqbTF4awM&ab_channel=OscarYescas

Evaluación grupal del curso Intervención psicológica en psicología organizacional dos. Semestre 2-018-1. https://www.youtube.com/watch?v=MlxhmMvThb0&t=116s&ab_channel=OscarYescas

Yescas, Oscar: El desencanto de conducir por las calles de nuestra ciudad

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/11/eldesencanto-de-conducir-por-las-calles.html

Yescas, Oscar: El hombre modular y la transformación social

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/08/elhombre-modular-y-la-transformacion.html

Yescas, Oscar: Psicoterapia y política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/04/psicoterapiay-politica-oscaryescas.html

Yescas, Oscar: La historicidad y el fortalecimiento comunitario

https://oscaryescasd.blogspot.com/2020/10/lahistoricidad-y-el-fortalecimiento.html

sábado, 9 de septiembre de 2023

 

El trampantojo electoral mexicano

Oscar Yescas Domínguez

09 de septiembre de 2023

En la antigua Grecia surgió la técnica del trampantojo que es una técnica pictórica que intenta engañar a la vista jugando con el contexto arquitectónico, con la perspectiva, con el sombreado y otros efectos ópticos de fingimiento, para obtener una imagen distorsionada, una “realidad intensificada”, o “sustitución de la realidad”, logrando construir una visión ilusoria de una imagen concreta. Por estas razones a esta técnica se le conoce también como técnica del ilusionismo creado.

En el momento histórico que estamos viviendo en la realidad mexicana, retomar este concepto de distorsión en la percepción de la imagen, nos permitiría comprender la dinámica política que estamos viviendo, cuando vemos que con bombo y platillo, la dirigencia nacional de Morena anuncia que “el pueblo mexicano eligió a Claudia Scheinbaum para defender la cuarta transformación rumbo al 2024”, un escenario que nos permite hablar de que estamos frente a un “trampantojo electoral mexicano”

Fundamento esta afirmación al ver la forma en la que intentan convencer al pueblo mexicano de que el uso del método de la encuesta para elegir candidato presidencial, fue todo un “ejercicio de democracia” y llegan al extremo de afirmar que “ganó la voluntad del pueblo mexicano”. El truco del engaño consiste en intentar convencer al pueblo mexicano de que el uso de la encuesta es algo similar a la realización de un ejercicio de votación mayoritaria a través de elecciones libres, secretas y directas. El engaño es más descarado cuando afirman que las respuestas de 12,500 son “representativas de los más de 126 millones de habitantes de México”.

Quienes logramos tener acceso al conocimiento científico y aprendimos a manejar la metodología de la investigación social, sobre todo aquellos que tuvimos la oportunidad de realizar con frecuencia investigaciones sociales, sabemos de las limitaciones que tiene el uso de la técnica de la encuesta, porque siempre hay un margen de error estadístico que resta validez y confianza a los resultados obtenidos y quienes actuamos como investigadores pudimos comprobar en repetidas ocasiones que dicho margen de error aumenta en la medida que aumenta el número de la población objeto de estudio, de tal forma que existe una premisa básica en la investigación social: “mientras mayor sea la población que se pretende estudiar, mayor será el margen de error y mayor será la posibilidad de que los resultados pierdan validez”.

Al señalar la existencia de un “trampantojo electoral” con el manejo tendencioso de los resultados obtenidos en la encuesta realizada en México por cuatro empresas privadas y por Morena, es pertinente aclarar que el cuestionamiento no está dirigido hacia el posicionamiento de Claudia Scheinbaum como “ganadora de la encuesta”, más bien el cuestionamiento es hacia el proceso mismo en su conjunto, por lo que es irrelevante quien haya sido favorecido como triunfador, ya que la sustitución de elecciones internas para usar una encuesta con una población de tal magnitud, se presenta como un proceso fraudulento que, por cuestión de principios, aquellos pensadores autónomos, los trabajadores intelectuales que nos guiamos por principios, debemos rechazar.

La perversidad oculta del trampantojo electoral mexicano se comprenderá mejor si recordamos que en las elecciones del 2021 La Dirección Nacional de Morena utilizó el método de la encuesta para seleccionar candidatos a puestos de elección popular y su aplicación implicó un ejercicio de autoritarismo, personificado en aquel entonces por Mario Delgado (el mismo que garantizó en esta ocasión que “nadie metería mano” en el manejo de la encuesta), quien ignoró las asambleas estatales que se realizaron en aquel año en las cuales se eligieron candidatos en forma democrática, no atendió las protestas de inconformidad de militantes de Morena y finalmente impuso el uso de la encuesta mostrando un liderazgo vertical.

La encuesta de aquel entonces arrojó un resultado en el cual se incluyeron en la lista de candidatos a puestos de elección popular, a personajes que no eran militantes reconocidos, sino que resultaron familiares de funcionarios públicos, políticos de pasado prianista, o políticos que intentaban reelegirse en su cargo. Las protestas de militantes y simpatizantes de Morena fueron ignoradas y los resultados de la imposición de la encuesta en las elecciones de ese año todos los conocemos: Morena sufrió la renuncia de cientos de militantes, como partido en el poder perdió apoyo, simpatía popular, recibió votos de castigo y perdió la capital sonorense.

El autoritarismo que mostró el naciente partido a sólo dos años de estar en el poder, provocó en aquel entonces un aumento del abstencionismo electoral,y bajó el porcentaje de votación y se redujo el número de votos a favor de Morena, no lo suficiente como para perder las elecciones porque terminó ganando, pero paradójicamente también perdió credibilidad como partido político.

A pesar de tal experiencia, en este año se muestra de nuevo el rostro de autoritarismo de la Dirección Nacional de Morena, al tomar en forma unilateral y vertical sin consultar con sus bases, la decisión de usar de nuevo el método de la encuesta para elegir candidato presidencial de Morena en su alianza con otros partidos políticos. Pero en esta ocasión muestra un lado perverso porque se tomó el acuerdo de que “los resultados de la encuesta serán inapelables”, con lo cual se garantizó ignorar posibles protestas o inconformidades ante los resultados.

Lo que nadie dice y parece que no ven, es que al imponer nuevamente el uso de la encuesta para seleccionar candidato presidencial y excluir el uso de elecciones internas en el partido en el poder, se afecta la democracia interna porque se impidió la participación de los militantes de Morena en la toma de la relevante decisión de elegir a quien será el próximo Presidente de la República, con lo que Morena como organización política da un paso atrás en la construcción de la democracia y un paso adelante en la consolidación del autoritarismo, como partido político pierde firmeza y credibilidad, porque no podrán afirmar que la militancia de Morena fue quien eligió a Claudia Scheinbaum.

Como partido en el poder, Morena entra en una fase de agudización de la crisis política en su interior, porque al usar la encuesta perdieron capital político debido a que tratan a sus propios militantes y al pueblo mexicano como analfabetos políticos que no puede pensar por sí mismos, vulneran su autonomía como librepensadores, su libertad de elección (condiciones fundamentales para construir una democracia social) y los reducen a la calidad de seguidores que sólo están esperando que los dirigentes del partido les digan el nombre de la persona por quién deberán votar en las próximas elecciones.

Este contexto nos genera una interrogante: ¿estamos frente a una inmadurez política de militancia morenista y seguidores de Morena, o nos encontramos frente a una muestra clara de ambición de poder y un torpe intento de manipulación social cuyos autores intentan mantenerse en el poder?

Adicionalmente a lo expuesto líneas atrás, es necesario alertar acerca de que el uso por segunda ocasión del método de la encuesta para seleccionar candidato presidencial, abre el camino para que este método se institucionalice y reemplace las asambleas generales y elecciones internas en futuras contiendas electorales, lo cual representará un golpe más para la construcción de la democracia social en México, porque el uso de la encuesta inhibe la participación social de militantes morenistas en los procesos de toma de decisiones relevantes.

Además de lo señalado anteriormente, es necesario puntualizar que existe una diferencia entre el uso de una encuesta y la realización de un ejercicio de democracia electoral, cuando se hacen elecciones existe una estructura organizativa que incluye la participación de un ejército de personas que vigila el proceso electoral para garantizar la transparencia en los resultados.

Los votos son depositados en urnas y están disponibles para realizar recuento de votos por si alguien muestra alguna inconformidad con los resultados, esto garantiza que las elecciones sean transparentes y confiables. En cambio, en la realización de una encuesta, los datos son anónimos, confidenciales y manejados por manos ocultas, por lo que no hay manera de comprobar si la información que se está presentando en el informe final es correcta o está falseada para favorecer a alguna persona.

Por eso elegí el término “trampantojo electoral” para describir este proceso en el cual nos intentan vender “gato por liebre” al afirmar que “el pueblo de México eligió a Claudia Scheinbaum Pardo para defender la Cuarta Transformación”, una encuesta jamás podrá tener el valor de unas elecciones democráticas, ni mucho menos sus resultados podrán ser utilizados para generalizarlos y decir que representan la opinión de 126 millones de mexicanos. Por lo que debemos decir con claridad que el el “circo de las corcholatas” no ha terminado pasa a su segunda función que es la labor de convencimiento de la población mexicana de que “ellos participaron” en la elección de Claudia Scheinbaum como candidata para defender la Cuarta Transformación en el 2023, porque “el ejercicio de la encuesta fue un ejercicio de democracia electoral” y bajo la consigna “Es Claudia”, lo que procede es construir la unidad de militantes y simpatizantes de Morena en torno a la figura de Caludia Scheinbaum.

Con estas acciones Morena se aleja del camino que conduce a la construcción de una democracia social porque una verdadera democracia implica la participación de los integrantes de una sociedad, comunidad u organización, en la toma de decisiones relevantes y lo que estamos presenciando en la realidad, son acciones que podrían tipificarse como autoritarias en la medida de que no hubo consulta con las bases morenistas para acordar “desde abajo” el método de selección del candidato presidencial y ningún método científico puede garantizar que la opinión de 12,500 personas sean representativas de más de 126 millones de personas.

A lo largo de varios artículos he descrito mi opinión personal como analista social acerca de la política en México (la política en crisis o la crisis de la política, En busca de la política, La otra política, Psicoterapia y política, etc.), en estos escritos he intentado compartir mi opinión personal sobre la realidad política que estamos viviendo, siendo congruente con el compromiso que debe tener todo trabajador intelectual de realizar la crítica de la realidad social, sin caer en la adulación al poder en turno. Mis opiniones están fundamentadas en décadas de estudio académico sobre la realidad social desde la perspectiva de la Psicología social, complementada con intervenciones en varios movimientos colectivos utilizando el método de la investigación-acción, en un contexto social caracterizado por la agudización de la crisis social del capitalismo globalizado.

Esto me permite afirmar que lo que observo con esta designación de Claudia Scheinbaum como candidata presidencial de Morena, sólo contribuye a agudizar la crisis de la política en México, porque ya no es sólo una política en la crisis social, sino que es más correcto decir que estamos frente a una política en crisis, porque el uso de la encuesta representa un verdadero golpe a la construcción de la democracia en nuestro país, en la medida de que sólo unos cuantos decidieron por varios millones de mexicanos. Esta es la estrategia ilusionista, el intento de manipulación social, el trampantojo electoral a través del cual, quienes están en la cima del poder político pretenden hacer creer al pueblo mexicano que el uso de una encuesta que contempla sólo una muestra representativa, tiene el mismo valor que la realización de elecciones internas en las cuales podrían participar millones de personas.

Debemos reconocer que los tiempos están cambiando y Morena ha cambiado hasta llegar al punto de que ya no es el partido de la esperanza que debutó en el 2018, al institucionalizarse como partido político en el poder, se distanció de los movimientos colectivos y la cúpula de su dirección ha sido tomada por hordas de oportunistas que se han encumbrado ocupando posiciones de poder tanto en el partido como en el Gobierno federal, Gobiernos Estatales y Gobiernos municipales.

Quienes hoy están encumbrados en el poder, como buenos políticos quieren seguir formando parte del poder y están utilizando este "trampantojo electoral" para vendernos la ilusión de que la encuesta fue un ejercicio de democracia que supera en calidad a las elecciones internas. Este tipo de comportamientos son el motivo por el cual la población se aleja de la política, porque quienes participan en la política partidista están motivados por su ambición de poder y su deseo perenne de permanecer en el poder todo el tiempo que les sea posible para enriquecer sus fortunas personales con dinero público.

Por eso debemos tener claridad política y reconocer la importancia del ejercicio de la crítica social, porque los actos de corrupción y de impunidad continúan porque no encuentran resistencia ni enfrentan reclamo alguno. El conformismo generalizado, la apatía política, la obediencia y la indiferencia social permiten que oportunistas políticos lleguen al poder y se enriquezcan sin que nadie les reclame. Es por eso que Antonio Gramsci decía “odio a los indiferentes”, porque la ausencia de crítica social, la falta de reclamo de respeto a los derechos laborales, humanos, sexuales y políticos, permite que la cultura de la corrupción prevalezca en dependencias gubernamentales y la meritocracia se convierta en un valor decadente.

En este punto es pertinente recordar al filósofo griego Cornelius Castoriadis quien afirmó que en nuestra sociedad, la crítica estaba en crisis por la intolerancia política hacia la crítica y la situación política que estamos viviendo en México, refleja la existencia de una intolerancia a la crítica que se dirige a las acciones y decisiones de Morena, por lo que ejercer la crítica social implica el riesgo de ser señalado como corifeo o apologista del prianismo y de la derecha que pretenden regresar al poder en México, esto explica la ausencia de crítica social, porque criticar al poder en turno se torna cada vez más difícil debido al crecimiento de una intolerancia a la crítica social.

Debemos recordar que en períodos presidenciales anteriores, la figura presidencial perdió valor y el respeto de la población mexicana, hace tan sólo unos años el Presidente Enrique Peña Nieto era conocido como “el tonto del pueblo” y circulaban miles de memes en torno a su figura, que se convirtió en el centro de las burlas, mientras el pueblo se reía de sus desatinos que provocaban vergüenza ajena y México llegó a ser famoso porque era el país con el Presidente más torpe del mundo. Pero a mirando el aquí y ahora, podemos percatarnos de que a final de cuentas, los tontos fuimos el pueblo que creímos que se castigarían sus escandalosos actos de corrupción, pero lo que hoy estamos viendo es que aquel que le decían “el tonto del pueblo”, resultó ser más listo que el pueblo, porque goza de una vida de lujos disfrutando de una gran impunidad de los delitos que cometió y perjudicaron a todo el pueblo mexicano.

La percepción de la figura presidencial cambió en estos últimos años con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que llegó al poder en las elecciones más concurridas en la historia electoral mexicana y que mostró al mundo entero que al autoritarismo se le podía enfrentar si el pueblo actúa en forma colectiva, organizada y unida en una sola jornada electoral. La forma de gobernar de AMLO, rescató la figura presidencial y la elevó a un nivel de Jefe de Estado que hoy en día cuenta con un amplio respaldo popular, con un reconocimiento internacional y puede afirmarse que ejerce un liderazgo en el concierto político mundial.

Los cambios impulsados durante su gobierno no solo contribuyeron a a recuperar el respeto a la figura presidencial, sino que han logrado mejorar la economía nacional, la calidad de vida de millones de mexicanos y por muchas razones nadie puede negar los logros sociales que su gobierno ha obtenido en beneficio del pueblo mexicano. Pero no por todas estas acciones que se le reconocen ampliamente, su gestión como gobernante debe estar exento de la critica social, porque bajo la misma premisa de que todo gobernante es una figura pública, eso lo convierte en objeto de la critica social.

Se reconocen las grandes obras de AMLO pero si ejercemos la crítica social, podremos ver que también pueden y deben señalarse los errores políticos cometidos durante su gestión presidencial. Tan solo mencionaré dos de ellos, el primero es la protección que le brindó a la ex-Gobernadora Claudia Pavlovich al nombrarla como Cónsul de México en Barcelona, España, con lo cual esta mujer obtuvo inmunidad diplomática que la protege de posibles investigaciones sobre varios actos de corrupción cometidos durante sus seis años de gobierno, que dejaron a Sonora como un “Estado en quiebra financiera”. Con esta sola acción, decepcionó al pueblo mexicano y a la ciudadanía sonorense en particular que se encuentra padeciendo las limitaciones presupuestales de las dependencias del gobierno del Estado que les impiden funcionar en forma adecuada para atender las necesidades sociales.

El segundo error que puedo señalar de nuestro Presidente, al cual puedo describir como un acto políticamente incorrecto, es el apresuramiento de AMLO para otorgarle “el bastón de mando” a Claudia Scheinbaum, porque lo hizo con sólo horas después de que se informaron “los resultados de la encuesta”. Desde mi perspectiva personal este acto puede calificarse como un “error político”, porque es un Presidente en funciones, es el Presidente de todos los mexicanos y su acción apresurada podría interpretarse como un gesto de legitimación del trampantojo electoral que estamos presenciando.

Recordemos que Andrés Manuel López Obrador recibió el bastón de mando de los pueblos indígenas el primero de diciembre del 2018, el día de toma de posesión del cargo como Presidente de la república y sólo un día después de anunciados los resultados de la encuesta AMLO se apresura a entregarle a Claudia Scheinbaum el bastón de mando. Esta apresurada acción provocó indignación en las comunidades indígenas porque "la entrega del bastón de mando tiene un significado espiritual y sólo puede ser otorgado por los pueblos indígenas". La entrega del bastón de mando a AMLO por parte de los pueblos indígenas no se realizó por haber ganado las elecciones, sino por la reconciliación histórica entre los pueblos indígenas y el Gobierno constitucional después de décadas de dictadura prianista.

A través de un comunicado que se viralizó en redes sociales, la organización indígena "Bastón de Mando de Mexiutopic, Plan Poza Rica" mostraron su molestia e indignación por dicha acción, y confirmaron que dicho símbolo con significado espiritual sólo puede ser entregado por los Pueblos Indígenas.

Categórico rechazo al acto de López Obrador. "Rechazamos categóricamente la transmisión del Bastón de Mando Indígena a quien resulte coordinador de un proyecto político, pues es contrario al valor espiritual de un emblema que no debe ser robado ni apropiado de ninguna forma. Somos los pueblos quienes decidamos a quién y porqué".

Esta legitimación del nuevo fraude electoral que utiliza Morena proviene nada menos que de la figura presidencial más respetada que hemos tenido en más de 80 años y al darle el bastón de mando a Claudia Sheinbaum, está enviando un claro mensaje “Es Claudia” quien me relevará en el cargo de Presidente de México. Este mensaje está dirigido no sólo a todos aquellos que participaron en “el circo de las corcholatas”, también está dirigido a la población mexicana para que se unan a defender la Cuarta transformación, apoyando la “elección” de la nueva candidata. Como respuesta inmediata, Gerardo Fernández Noroña acepta los resultados de la encuesta y llama a la unidad interna.

¿Qué nos espera en el futuro a los mexicanos?, la situación nos obliga a romper con esta percepción de la política que la reduce al comportamiento de los partidos y de los políticos, para ser más observadores, más analíticos y reconocer que existe “otra política” que consiste en la interacción cotidiana que se da en diferentes ámbitos sociales, en las cuales existen normas, políticas que determinan la forma de interactuar y que fueron diseñadas para evitar que el hombre se convirtiera en lobo del hombre.

Si miramos a nuestro alrededor, podremos ver que la mayor parte de lo que nos rodea han sido resultado de creaciones humanas: el Estado-Nación, los partidos políticos, los sindicatos, las dependencias gubernamentales, ciudades, grandes edificios, etc. Pero hay una creación humana está ausente y que en estos momentos adquiere una importancia capital en el contexto de la política en crisis que estamos padeciendo y ésta es nada menos que la capacidad que tiene la sociedad para cuestionarse a sí misma.

La importancia de esta capacidad de cuestionarse a uno mismo radica en el hecho de que el autocuestionamiento lleva implícito la idea de autonomía, de reflexión acerca de uno mismo, de interrogación sin límites, de crítica y autocrítica y estas cualidades son un requisito indispensable para construir la democracia social. Para que exista una sociedad democrática, deben existir individuos autónomos, que tengan libertad de pensamiento y puedan ejercer su libertad de elección.

Esta capacidad de autocrítica es la base de la democracia, de la filosofía y fue el origen de varios movimientos colectivos que en el siglo pasado conquistaron libertades parciales que fueron retomadas por algunas instituciones: derechos humanos (salud, educación, empleo, deporte, recreación, etc.). Las libertades y derechos que disfrutamos hoy en día no fueron concesiones del capitalismo, fueron conquistadas por la movilización organizada, unida y colectiva de trabajadores y ciudadanos.

La sustitución de elecciones internas por el uso de la encuesta para decidir quien será el candidato presidencial que relevará a Andrés Manuel López Obrador, representa un retroceso en la construcción de la democracia social, beneficia a la oligarquía en el poder en la medida que no es el pueblo quien participó en esta decisión y es la expresión de una política partidista que solo favorece a los políticos y no tiene relación alguna con la población en la medida de que no hubo acción colectiva en la designación de quien ocupará la silla presidencial en el próximo sexenio.

La declaración de Claudia Scheinbaum a los empresarios de que “tendremos más coincidencias que diferencias”, revela un lado oscuro del rumbo que caracterizará su forma de gobernar. Por estas razones debemos tener claridad sobre la necesidad de romper con la creencia de que el cambio social provendrá del cambio electoral y de que la democracia social se limita a la democracia electoral. En el contexto de la crisis social y política que estamos viviendo, ningún partido político ni candidato o candidata, vendrá a rescatarnos o a resolver nuestros problemas, porque tanto los partidos quienes viven del presupuesto público, tienen una concepción de la política como una carrera profesional que les permitirá enriquecer sus fortunas personales con dinero público y en el contexto de la globalización, el poder corporativo tiene bajo su control a los políticos de todo el mundo, quienes no gobiernan a favor de los pueblos que los llevaron al poder, sino a favor de los intereses del capital privado.

Por estas razones debemos empezar por cambiar nuestra concepción de la política y dejar de verla como una actividad exclusiva de los políticos, para empezar a verla con el filtro de la percepción de nuestra vida cotidiana, viendo como la implementación o ausencia de implementación de políticas públicas impactan en nuestra vida personal. Necesitamos construir una identidad como sujetos globales, con una visión que nos permita comprender que nuestros problemas personales tienen un origen global.

En estos momentos estamos siendo testigos de un proceso de simulación que llega al extremo del engaño porque se pretende que los mexicanos aceptemos como un ejercicio de democracia lo que en realidad fue una simulación (recordemos que la gente acostumbra decir de aquellos que no hablan con la verdad diciendo “es que es muy político”). Aquellos que han vivido de la política han pervertido la percepción popular que se tiene de la política, ya que su principal interés es llegar al poder y su ambición es mantenerse en el mismo el mayor tiempo que puedan.

Nos enfrentamos a la necesidad de desarrollar un pensamiento autónomo, que nos conduzca a tomar decisiones libres ejerciendo nuestra autonomía individual, porque la política real requiere de un estrecha relación entre el actuar y el pensar, porque la política se refleja en la presencia de hombres y mujeres reunidos en espacios públicos con el objetivo común de analizar y comprender la realidad que están compartiendo, discutiendo los problemas sociales que les afectan y encontrando juntos la solución a los mismos, tomando decisiones bajo consenso para actuaren forma organizada, unida y colectiva para solucionar dichos problemas.

De esas reuniones colectivas surge un nuevo poder, que v más allá de las formas organizativas que pueda tener un partido político, es el poder ciudadano que construye un empoderamiento colectivo sin necesidad de afiliarse a algún partido político. Es en ese sentido que se habla de “la otra política”, la organización independiente de la ciudadanía, sin formar parte de partido político alguno, porque muestran autonomía al tomar la iniciativa de reunirse, construir una identidad colectiva como miembros de una comunidad social que se reúne en espacios abiertos porque esa es la condición que les permite actuar como seres humanos completamente libres, es por ello que se afirma que es en la acción que encuentra sentido la política porque a través de la acción es como se permite lograr la transformación social como un proceso planeado en forma colectiva a través de la pluralidad de la acción.

Debemos terminar con la política que se concibe como “el arte de engañar a las mayorías” y la forma de hacerlo es aceptando que la política se crea en las relaciones sociales que ubican a seres humanos juntos que buscan encontrar un sentido a sus vidas.

Reconocer la existencia de “la otra política”, nos permite comprender que la vía electoral no es el único camino para construir una democracia social, porque la democracia no se limita a la democracia electoral, la democracia debe ser un estilo de vida que garantice la participación de las mayorías en la toma de decisiones relevantes en nuestra nación.. En el caso del trampantojo electoral mexicano, ni siquiera puede hablarse de democracia electoral porque cabe la pregunta “¿quien decidió los nombres de quienes participarían como precandidatos?”, la respuesta es obvia, el mismo nombre lo dice, las “corcholatas”, término que se utiliza para señalar a los destapados.

La capacidad de ejercer la crítica social es lo que permite distinguir a un individuo libre, con pensamiento autónomo, de un individuo que se limita a seguir las instrucciones que provienen desde arriba sin cuestionarlas, actuando con conformismo, aún cuando es evidente que se están vulnerando sus derechos sociales. Las consecuencias de la indiferencia social, apatía política, conformismo y obediencia social son el crecimiento de una mayor desigualdad social que arroja a millones de personas vivir en estado de precarización mientras que aumenta la riqueza de unos cuantos individuos.

Aprender de la política significa tener consciencia, claridad política, visión del mundo en el que nos encontramos y visión del futuro que deseamos. Implica generar una participación de los individuos en la discusión colectiva de los asuntos públicos que afectan nuestras vidas privadas. La autoinstitución significa que podemos controlar nuestros comportamientos individuales en un beneficio de la colectividad y que podemos crear las instituciones necesarias para regresar a las condiciones en las que el Estado garantizaba el bienestar social.

Debemos reconceptualizamos a nosotros mismos como agentes de cambio social, como sujetos sociales con historicidad lo cual significa que podemos cambiar el rumbo de la historia si actuamos en forma colectiva, organizada y unida para obtener objetivos comunes. Esto implica un empoderamiento individual y colectivo, al reconocer que somos parte de una comunidad que enfrenta problemas sociales que afectan nuestras vidas privadas. Reunirnos para discutir los problemas que afectan a nuestras comunidades (inseguridad pública, falta de vigilancia policiaca, abandono de obras públicas, fallas en transporte urbano, estado deficiente de nuestras calles, etc) es una actividad política.

Cuando realizamos la crítica de la sociedad que nos rodea sin presentar alabanzas o adoración al poder es cuando adquirimos un poder revolucionario. Este poder revolucionario crece cuando nos concebimos como personas sociales que pertenecemos a una comunidad, Estado o país que enfrenta problemas colectivos y que actuando en forma colectiva podremos lograr encontrar la solución a estos problemas y parte de la solución a esto problemas es incrementar nuestra participación social.

La política debe buscar la libertad, la democracia y la justicia dentro de una sociedad. La política debe crear hombres libres con pensamiento autónomo, debe combatir el autoritarismo que busca imponer un candidato en elecciones, debe luchar contra la imposición de un pensamiento único desarrollando las capacidades para que los individuos puedan creer en sí mismos, que se vean a sí mismos como sujetos históricos que reconocen su historicidad, su potencial para implementar cambios sociales.

La política debe crear las condiciones para lograr un empoderamiento colectivo, una toma de consciencia de que actuando en forma unida, colectiva y organizada, se pueden lograr cambios sociales relevantes. La política debe construir una sociedad que acepte y estimule la libertad de ejercer la crítica social, una crítica en la que la propia sociedad sea cuestionada para mejorar en lo que sea necesario mejorar. Esta crítica solo puede provenir de la actividad de los ciudadanos que abandonaron el conformismo generalizado.

La política busca estimular la participación social de los integrantes de la sociedad en el análisis de los problemas sociales que afectan a nuestras comunidades y encontrar la solución a los mismos a través de decisiones colectivas, actuando como modernos Leviatanes. La política es en última instancia una especie de psicoterapia en la que todos podemos participar como agentes de cambio social para "curar" la sociopatología que presenta nuestra realidad social, para transformarla en una sociedad mejor. 

 El uso de encuestas va en contra de todo lo anterior y por esa razón debemos evitar casarnos con la idea de que el cambio social proviene del cambio electoral y empezar a reconstruir nuestra identidad como sujetos políticos para evitar ser engañados con trampantojos electorales que han sido creados por individuos que se muestran como vividores de la política y que siguen actuando bajo la premisa de que el hombre es el lobo del hombre.


Causa indignación en pueblos indígenas la entrega del bastón de mando por AMLO

https://www.marca.com/mx/actualidad/2023/09/09/64fc0c4c46163f32bf8b456c.html

Yescas, Oscar: El circo de las corcholatas

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/08/el-circo-de-las-corcholatas-la.html

Yescas, Oscar: Pensamientos sobre el socavamiento y necesidad del rescate de la democracia en México

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/07/pensamientos-sobre-e-l-socavamiento-y.html

Yescas, Oscar: Horizontes de un paradigma emancipatorio en México

https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/12/horizontesde-un-paradigma-emancipatorio.html

Yescas, Oscar: La otra política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2023/05/la-otra-politica-oscar-yescas-dominguez.html

Yescas, Oscar: En busca de la política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/04/enbusca-de-la-politica-oscaryescas.html

Yescas, Oscar: La política en crisis o la crisis de la política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/05/lapolitica-en-la-crisis-o-la-crisis-en.html

Yescas, Oscar: Psicoterapia y política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/04/psicoterapiay-politica-oscaryescas.html