domingo, 18 de septiembre de 2022

                        ¿Nuevo orden internacional o tercera guerra mundial?

Oscar Yescas Domínguez

17 de septiembre de 2022


Introducción

Antecedentes del conflicto entre Rusia y Ucrania

Invierno y apagones: una combinación peligrosa

Conclusiones

Introducción

A lo largo de la Historia de la humanidad siempre han existido relaciones de poder en las cuales se pueden identificar líderes y seguidores y por lo regular en las relaciones sociales el poder ha sido concentrado en un reducido grupos de personas que llegan a controlar el comportamiento de miles o millones de personas.

No es exagerado el decir que quienes han estado en posiciones de poder se han caracterizado por construir relaciones asimétricas, de tal forma que las decisiones que se tomen no sólo se impongan a los demás, sino que lleguen a ser aceptadas colectivamente en forma voluntaria al promover la construcción de una ideología dominante en la sociedad, que responda en forma favorable a los intereses y valores de quienes se encuentran en la cima del poder, de tal forma que la ideología dominante sea la ideología de la clase dominante.

La palabra asimétrica significa que en las relaciones de poder siempre hay un mayor grado de influencia en las relaciones interpersonales, el predominio de un actor sobre otros, lo que permite la construcción y aceptación de relaciones sociales en las que algunas personas tienen el control y dominan a otras personas en términos políticos, económicos o psicológicos, siempre bajo un proceso de legitimación social de este ejercicio de dominación que llega al grado de considerar como algo “normal” la existencia de diferentes tipos de control social.

Esto sucede porque en la construcción de nuestra personalidad psicosocial participan diferentes instancias socializantes como la familia, la escuela, la religión, los grupos de amigos, el trabajo y los medios masivos de difusión y éstos últimos han ocupado un lugar preponderante en la manipulación de nuestras formas de pensar, sentir y actuar, al grado de que buena parte de la población ha perdido su capacidad para pensar por su propia cuenta, ha abandonado su condición de homo sapiens y ha sido reducido a la condición de homo videns, como lo plantea Giovanni Sartori en su libro Homo Videns, donde describe el impacto de la televisión, y cine en la reducción de nuestro pensamiento crítico al dejar de lado el hábito de la lectura para priorizar y valorar más las imágenes que nos proporciona la sociedad de consumo en la que estamos viviendo.

Durante décadas las grandes compañías de televisión han controlado la mente de millones de personas en el mundo entero y en el caso de México lo vivimos con el papel que jugó Televisa, TV Azteca, Milenio y otros medios que durante la existencia del prianismo criminalizaron las protestas sociales, distorsionaron las noticias y manipularon la información de hechos de gran relevancia social.

Afortunadamente, no se puede tapar el sol con un dedo y uno de los grandes logros de los movimientos colectivos de protesta de las últimas décadas ha sido, sin lugar a dudas que demostraron con claridad que el ejercicio del poder se basaba en un control de la comunicación masiva y en el uso de una censura o maquillaje del tipo de información que proporcionaban en la cual distorsionaban la realidad para bloquear cualquier intento de conectar la mente individual con la mente colectiva.

La función social de los medios masivos de difusión era impedir que la población pudiera establecer la conexión existente entre lo personal y lo político, evitar que los individuos contemporáneos tomaran consciencia de que en el contexto de la globalización, los problemas locales tienen un origen global por la interdependencia cada vez más estrecha que mantenemos los habitantes del planeta tierra y sobre todo, impedir la toma de consciencia de la capacidad de historicidad que tenemos los seres humanos, es decir, la capacidad para actuar como sujetos sociales activos que pueden cambiar la sociedad, porque la historia de la humanidad nos muestra que el cambio social y político en todas las épocas ha sido el resultado de miles de acciones individuales que han actuado en forma colectiva, unida y organizada para lograr una verdadera transformación de la realidad social.

Desde hace muchos años los medios masivos de información han perdido paulatinamente la hegemonía y poder de influencia que lograron tener a fines del siglo pasado. La eficacia de su acción como medio de control y manipulación social se demeritó con surgimiento de internet, telefonía celular y redes sociales contribuyó a su demérito porque estos últimos se han convertido en las principales fuentes de información para las nuevas generaciones, porque posibilitaron lo que el sociólogo Manuel Castells denominó “autocomunicación de masas”, que permitió aumentar la autonomía de los individuos y con ello reducir la influencia de los medios masivos de difusión como instrumentos de control social, porque permitió que las personas se convirtieran en emisores y receptores de mensajes en forma simultánea.

El uso del poder basado en actos de autoritarismo no puede por sí mismo garantizar un control social masivo, porque no puede modelar la mente de las personas y por ello no garantiza la dominación y el control de sus comportamientos, porque nuestros sentimientos y pensamientos individuales y colectivos provienen de nuestras vivencias y determinan la forma como actuamos. La experiencia de las luchas sociales nos ha generado un aprendizaje que consiste en comprender que la lucha contra el poder siempre ha estado acompañada de la lucha por romper el control de la comunicación masiva que mantienen quienes están en el poder y gracias al surgimiento de la sociedad red en que vivimos, la posibilidad de realizar comunicaciones masivas a través de nuestros teléfonos celulares, abrió una gran grieta en el control social basado en el control de la comunicación, porque rompió esa asimetría en el manejo de la información.

Sin embargo, en este 2022 estamos siendo testigos del uso tendencioso de los medios masivos de información en el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania, con resultados que demuestran que la manipulación de información en medios masivos de comunicación todavía tiene un gran impacto social al manipular la percepción de un conflicto internacional y generar actitudes de apoyo a una de las partes utilizando información parcial o distorsionada.

El conflicto entre Rusia y Ucrania ya rebasó el nivel de confrontación de dos países al involucrarse en el mismo las grandes potencias que pertenecen a la OTAN y tomar partido a favor de Ucrania, no sólo brindándole apoyo logístico, militar, equipo bélico de alta tecnología y miles de millones de dólares en efectivo (dinero que no llega a su destino final), sino que también los países miembros de la OTAN impulsados por Estados Unidos han aplicado sanciones comerciales y políticas intentando aislar a Rusia y perjudicar su economía, medidas que por cierto no están dando los resultados esperados y están afectando la economía y bienestar social de las poblaciones de los países que forman parte de la OTAN.

Por estos apoyos brindados a Ucrania, el conflicto bélico se ha prolongado superando los 6 meses desde que se inició y no se vislumbran indicios de que se pueda negociar un alto al fuego y lograr que la paz vuelva a la región, al contrario, los apoyos de la OTAN han actuado como si se arrojara gasolina al fuego y el involucramiento de varios países en este conflicto amenaza con prolongar el mismo a una escala mayor, lo cual aumenta los riesgos porque buena parte de los países involucrados tiene armas nucleares, por lo que la amenaza de una tercera guerra mundial se construye lentamente y crece cada día.

Por estas razones, no debemos aceptar la “normalización del estado de guerra”, porque las guerras son como las enfermedades, si no se atienden se complican y agravan hasta llevar a la muerte a los pacientes. Hasta el momento hemos dejado que unos cuantos estén decidiendo el destino de la humanidad, la situación amerita que todo el mundo opine sobre este conflicto y exija el final de esta guerra, la solución negociada al mismo y que sean los propios pueblos quienes decidan su destino.

Antecedentes del conflicto entre Rusia y Ucrania

Una mirada objetiva a la información que circula en medios de comunicación masiva, nos ayuda a comprobar que en estos momentos somos testigos y objeto de una estrategia de desinformación masiva sobre los acontecimientos internacionales, sobre todo lo que está sucediendo en la guerra entre Rusia y Ucrania.

Durante los últimos meses los grandes medios masivos de difusión han proporcionado información parcial, tendenciosa y distorsionada sobre este conflicto y lo que buscan es generar simpatía hacia el ejército y pueblo de Ucrania, un pequeño país de Europa del Este, que fue invadido por el ejército de la gran potencia mundial que es Rusia, país con quien comparte frontera.

La información que recibimos es que Ucrania se atrevió a solicitar su ingreso a las filas de la Otan y por ese motivo es invadida por Rusia, por lo que este país es presentado como el agresor en esta sangrienta guerra que lleva más de 200 días de duración, durante los cuales ambos bandos han acumulado miles de muertos, se han destruido centenares de ciudades y provocado el éxodo de millones de ciudadanos ucranianos a los países vecinos provocando que los efectos de esta crisis se extienda por la región.

Los medios masivos de información occidentales mantienen una postura parcial al guardar silencio sobre las verdaderas causas y no informar que el conflicto armado que se desarrolla en Ucrania empezó en realidad en noviembre de 2013 en los eventos que recibieron el nombre de Euromaidán (en ucraniano Yevromaidán que significa Europlaza) y que consistieron en una serie de manifestaciones y disturbios heterogéneos que lograron derrocar al Presidente Víctor Yanukovich, líder de una formación política prorrusa y el 6 de abril de 2014 toma el poder un gobierno de derecha en Ucrania que desata una fuerte represión en contra de las fuerzas separatistas prorusas de la región del Dombás que luchaban por la independencia de su región, lugares donde la población es mayoritariamente rusófona.

Pero los medios masivos de información no dicen nada de los sucesos previos a la incursión del ejército de Rusia, guardan un cómplice silencio acerca de los motivos de la intervención rusa y nada dicen acerca de que la destitución del Presidente Víctor Yakunovich en 2014 provocó que surgieran numerosos grupos separatistas en la región fronteriza con Rusia que proclaman su independencia del Gobierno de Ucrania y esto es lo que provocó enfrentamientos armados entre europeístas, prorrusos y separatistas.

Un día después de la caída de Yakunovich, el 7 de abril de 2014, un grupo de manifestantes proclamó la República popular de Donetsk, posteriormente, otro grupo se autoproclamó como la República Popular de Lugansk el 28 de abril y posteriormente ambas repúblicas se unieron para luchar en contra del gobierno de Ucrania, logrando que para mayo de ese mismo año, ya sumaran más de 16 ciudades del este ucraniano las que estaban en manos de grupos armados prorrusos y reclamaban su independencia de Ucrania. La mayoría de habitantes de estas regiones de Ucrania son rusoparlantes, tienen procedencia de Rusia y mantienen lazos familiares con ciudadanos rusos.

Para legitimar esta separación el 19 de abril de 2014 se realizaron dos referéndums sobre el estatus político de Donetsk y Lugansk, pero mientras se realizaban las votaciones en la ciudad de Krasnoarmisk un Comando de la Guardia Nacional de Ucrania intentó detener la votación en un colegio electoral disparando ráfagas de metralleta contra los ciudadanos desarmados que esperaban emitir su voto, matando a uno de ellos y ante el ruido de los disparos un grupo de vecinos desarmados acudió al puesto de votación y formando un círculo alrededor de las urnas gritaban “fascistas” a los guardias ucranianos, quienes al ver que aumentaba la multitud, optaron por retirarse pero mientras lo hacían, dispararon a la multitud dejando en el lugar un saldo de dos muertos y un anciano herido.

Situaciones similares se repitieron en otras ciudades del este de Ucrania, donde los guardias confiscaron urnas, destruyeron papeletas electorales y dispersaron a los ciudadanos rusoparlantes que esperaban emitir su voto para participar en el referéndum. A pesar de estos incidentes de violencia, un gran número de ciudadanos de esa región de Ucrania logró emitir sus votos y en Donetsk, el 89% de los electores votó a favor de su independencia de Ucrania y el 96% de los votantes de Lugansk hicieron lo mismo al votar a favor de la separación de Ucrania.

Pero el Gobierno de Ucrania desconoció el referéndum y acusó a Rusia de intervenir en el conflicto, el gobierno de Rusia desmintió esta acusación, mientras que por otro lado, los grupos independentistas denunciaron la participación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadunidense en el conflicto, informando que apoyaban con personal militar estadunidense, información logística de la ubicación de grupos separatistas y proporcionaban material de inteligencia a los militares de Kiev.

El 13 de mayo de 2014 en Donetsk se realizó el primer congreso del Partido Nueva Rusia (PNR) y declaró la formación de un nuevo Estado autodeclarado Nueva Rusia. A este congreso asistieron las milicias del Donbás, desertores de las fuerzas ucranianas de la república de Donetsk que conformaban la República Popular de Donetsk y se afirmó que este nuevo Estado tendría como capital a Donetsk y como sus primeras acciones procedería a nacionalizar las industrias de mayor importancia en la región.

Desde esa fecha, los combates entre grupos separatistas y fuerzas ucranianas se agudizaron y los ataques de las tropas ucranianas se caracterizaron por el uso de la fuerza aérea que bombardeó estaciones de ferrocarril, comercios, edificios residenciales. Posteriormente, las fuerzas gubernamentales utilizaron vehículos blindados para incursionar en regiones bajo control de los grupos separatistas, lanzaron morteros contra posiciones de combatientes milicianos, cortaron vías de comunicación entre las ciudades de la región en conflicto y cercaron varias localidades para ingresar en cada una de ellas provocando varias bajas entre civiles y combatientes.

Debido a que los combates se intensificaron en la zona prorrusa se hicieron varios llamados al alto al fuego y gracias a ello se consiguió la mediación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), para realizar una reunión entre las partes involucradas en el conflicto y el 5 de septiembre de 2014 se logró el acuerdo del Protocolo de Minsk que fue un acuerdo para poner fin a la guerra y fue firmado por representantes del Gobierno de Ucrania, de la Federación Rusa, la República popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk. Pero este acuerdo no fue respetados porque los ataques de las fuerzas ucranianas continuaron en el este de Ucrania mientras recibían el apoyo de la Unión Europea y Estados Unidos, quienes desconocieron los resultados de los referéndums ciudadanos y la OTAN procedió a desplegar sus tropas en las fronteras con Rusia.

Las acusaciones de que Rusia era el principal responsable de instigar las tendencias separatistas recibieron un desmentido del Presidente de este país, quien calificó a las tropas ucranianas como criminales y fascistas y declaró que las agresiones a la población rusoparlante del este de Ucrania constituían un verdadero genocidio.

Los combates entre fuerzas separatistas prorrusas y el ejercito ucraniano continuaron durante todos estos últimos años y se fueron intesificando en magnitud y crueldad, dando como resultado el asesinato de miles de separatistas y ciudadanos rusoparlantes por parte del ejército de Ucrania y para inicios del 2022, ya sumaban más de 14,000 víctimas mortales entre civiles y combatientes de ambos bandos, aumentó el saldo de ciudades destruidas por el ejercito de Ucrania que quedaron sin servicios básicos y en este contexto fue que el 24 de febrero de este año el Presidente de Rusia Putin, decidió lanzar la operación militar especial en el este de Ucrania, argumentando que “Rusia no puede sentirse segura ante la amenaza de Ucrania, mencionando que el objetivo de esa operación militar era proteger a los habitantes de las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y república de Donetsk, regiones en donde la mayoría de la población habla ruso y tiene familiares en Rusia”.

Invierno y apagones: una combinación peligrosa

Al horror de la guerra y los daños que provoca un enfrentamiento bélico de esta magnitud, se suman los daños que están provocado las sanciones comerciales en contra de Rusia impuestas por los gobernantes que forman parte de la Unión Europea y de la Otan. Estas medidas políticas que fueron tomadas por un puñado de políticos sin consultar a las poblaciones que dicen representar y que pretendían aislar comercialmente a Rusia y golpear su economía, están provocando daños colaterales más allá de las fronteras de Rusia y lo cierto es que daños están afectando también a las poblaciones de las naciones europeas cuyos gobernantes impulsan estas sanciones, porque sus economías están siendo golpeadas por el desabasto de petróleo y gas, afectando a la población que sufre un inusitado aumento en las tarifas del consumo de electricidad y están pagando los costos de vivir con una creciente inflación.

Los políticos europeos que apoyaron de manera incondicional la estrategia estadunidense de golpear a Rusia promoviendo sanciones comerciales en su contra, no tuvieron la suficiente visión como para recordar que las economías de sus países dependen en gran parte del petróleo y del gas ruso, por lo que al aplicar las sanciones comerciales y negarse a importar petróleo, están cometiendo un harakiri ya que la aplicación de estas sanciones comerciales están teniendo un efecto boomerang al provocar una alza generalizada de todos los productos por la ausencia de derivados del petróleo como el gas licuado que utilizan los grandes comercios para mantener en refrigeración sus productos y el incremento en las tarifas de energía eléctrica, esto está afectando directamente a los empresarios y a los ciudadanos que dicen representar y gobernar.

Los pueblos europeos no están preparados para soportar un largo y crudo invierno sin recibir los suministros de gas y electricidad que son necesarios para sobrevivir en tiempo de invierno. Al aplicar políticas que intentan “invitar” a la población europea a reducir el consumo de gas y energía eléctrica en el inicio de un largo y frío invierno, están atentando contra sus propias poblaciones y esto es lo que está sucediendo en Suiza, país en el cual se decretó racionar el consumo de calefacción a un límite de 19 grados y quien supere ese límite recibirá una sentencia de tres años de cárcel.

Con estas medidas lo que están provocando es crear las condiciones para que surja un malestar social que empieza a expresarse en la población que empieza a tomar las calles para protestar en contra de las sanciones comerciales en contra de Rusia porque no fueron consultados, les está perjudicando directamente en sus vidas cotidianas y de seguir así, no sobrevivirán en este invierno que está por iniciar. Por estas razones una oleada de indignación y descontento popular se extiende por los países de Europa, principalmente aquellos que forman parte de la OTAN como lo han sido los casos de la república Checa, Austria y Alemania, lugares en los cuales han salido a protestar miles de ciudadanos exigiendo el retiro de las sanciones comerciales en contra de Rusia.

Por otro lado, la falta de petróleo y gas ruso ha provocado que los países europeos abandonen las energías limpias y regresen al uso del carbón y leña como combustible, lo cual afecta en forma considerable el medio ambiente y representa un retroceso de cien años en el desarrollo económico de los países de ese continente

El pequeño grupo de políticos que integran los representantes de la OTAN insiste en seguir aplicando sanciones comerciales, hablando en nombre de la democracia tal y como se hizo en la edad media que combatían en nombre de Dios. Actúan tomando decisiones sin consultar a sus propias poblaciones, sin tomar en cuenta el verdadero sentimiento de aquellos que dicen representar, olvidando que toda sanción comercial en tiempos de globalización tiene efectos no deseados y con sus acciones están perjudicando la vida de millones de personas en el mundo entero.

Lo más grave es que se niegan a aceptar que estas políticas de sanciones comerciales han fracasado y no reconocen que sus acciones están beneficiando a quien pretendía perjudicar, porque el gobierno de Rusia respondió a las sanciones comerciales dando un giro a esta situación volteando su mirada en busca de nuevos consumidores de su petróleo y gas en el amplio mercado mundial, con tan buena fortuna que encontró nuevos clientes, al mismo tiempo que avanza en el fortalecimiento de nuevas alianzas políticas con naciones que han decidido aprovechar el conflicto para dejar su dependencia del dólar, como China, Irán, Turquía y otros países, logrando aumentar en forma considerable sus ganancias económicas al encontrar nuevos mercados para su petróleo y gas.

Lo que no dicen los medios masivos de comunicación que centran su atención en la guerra de Ucrania es que otro de los grandes beneficiarios de esta crisis política y energética es nada menos que Estados Unidos, quien ante la escasez de gas licuado y petróleo que padecen los países europeos por la prohibición de comprarle a Rusia, se ha convertido en el principal proveedor de estos productos a países europeos y no sólo ha aumentado las ventas de su petróleo y gas licuado, también aumentó el precio de los mismos, obedeciendo a la ley del mercado, “mientras más demanda exista, aumentará el precio del producto”, por lo que les vende estos productos al triple de su precio que tenía hace sólo unos meses.

Esta crisis internacional que padecen de forma particular las poblaciones de los países que participan en las medidas comerciales en contra de Rusia, se ha convertido en una pesadilla para las poblaciones europeas porque dichas medidas se revierten afectando sus propias economías y está provocando una crisis política al interior de cada nación europea, porque está levantando una oleada de descontento que se ha manifestado en varios países europeos.

Conclusiones

En el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania podemos identificar tres tipos de guerras, una guerra militar entre Rusia y Ucrania, una guerra desigual no precisamente porque Rusia sea una gran potencia y Ucrania un pequeño país, sino porque Ucrania ha estado recibiendo patrocinio, financiamiento, apoyo logístico y abastecimiento de armamento de última generación, de parte del gobierno de Estados Unidos, de varios países de la Unión Europea y de la OTAN.

Este apoyo multinacional hacia Ucrania ha contribuido a prolongar el conflicto hasta llegar a su séptimo mes aumentando por ello el número de bajas militares y civiles de ambos bandos y ha llegado a un punto en el cual no se contempla ni por asomo la posibilidad de un alto al fuego, sino todo lo contrario, lo que se espera es una guerra prolongada, con amplias posibilidades de que se extienda geográficamente y aumenten las posibilidades del uso de armamento pesado que tenga mayor capacidad de destrucción y no se descarta el uso de armas nucleares. El Presidente de Rusia Vladimir Putin declaró que Rusia no ha usado todo su potencial bélico en este conflicto porque no tiene prisa en el mismo y giró instrucciones para que el armamento nuclear esté preparado por si se involucra alguna de las potencias que forman parte de la OTAN, por lo que dejó entrever que está dispuesto a una guerra prolongada y en cualquier momento puede golpear con mayor fuerza para acabar con el ejército de Ucrania.

Por otro lado, observamos una guerra comercial en la que participan de manera activa los países que integran la Unión Europea y la OTAN, son ellos quienes han aplicado un sinnúmero de sanciones comerciales, políticas y diplomáticas en contra de Rusia intentando perjudicar su economía y aislarlo comercialmente, una estrategia que ha resultado ser un fracaso porque en el contexto de la globalización Rusia ha encontrado nuevos clientes para exportar sus productos de petróleo y gas, creando al mismo tiempo nuevos lazos comerciales y alianzas políticas que están provocando el fin de un orden internacional unipolar en el cual predominaba la hegemonía de Estados Unidos, país que mantenía el control mundial en base a su poderío militar, económico y comercial.

El mundo tal y como lo conocíamos ha cambiado radicalmente en estos siete meses del conflicto, porque los acontecimientos en torno a la guerra en Ucrania han dado lugar al surgimiento de nuevas potencias emergentes que suman fuerzas para crear alianzas comerciales y políticas, creando las condiciones para la construcción de un nuevo orden mundial multipolar, en el cual varias naciones tomen decisiones en base a consensos mutuos.

La tercera guerra que observamos en este conflicto es la guerra de la información, en la cual diariamente vemos con claridad que los medios masivos de difusión occidentales actúan brindando información sobre la situación internacional en forma parcial, distorsionada y fuera de contexto, en un intento de manipular la percepción social del conflicto, de tal forma que la población mundial identifique a Rusia como el agresor de un pequeño país y justificar el apoyo a Ucrania, sin importar los antecedentes que dieron origen a la intervención militar de Rusia en Ucrania

Las principales agencias de información han logrado su primer objetivo en el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania: han logrado que millones de personas olviden una parte importante de esta historia y es que este conflicto bélico inició en realidad en el año 2014, con la represión del gobierno ucraniano a las declaraciones de independencia de separatistas ucranianos en regiones donde predomina la población rusoparlante. Ha quedado en el olvido la crueldad y masacres realizadas en los últimos años por el Gobierno de Ucrania contra ciudadanos ucranianos de origen ruso y se presenta en los medios al gobierno ucraniano como “la víctima” del agresor que es la potencia mundial de Rusia.

Las denuncias de desviación de los apoyos financieros otorgados a Ucrania por parte del gobierno ucraniano no aparecen en las primeras planas de los medios masivos de información occidentales. Por estas razones es realmente es preocupante el empecinamiento de los políticos que forman parte de la Unión Europea y de la OTAN, de seguir aplicando sanciones a Rusia y continuar apoyando con miles de millones de dólares en efectivo, toneladas de armamento bélico y apoyo logístico al gobierno y ejército ucraniano, porque olvidan que Rusia tiene armamento nuclear que puede usar en el momento que así lo considere necesario.

    Necesitamos desarrollar un pensamiento autónomo, ampliar nuestras fuentes de información y leer de manera crítica toda la información que recibamos para evitar ser manipulados por las grandes cadenas de noticias que responden a intereses particulares y desinforman en lugar de informar.

También es necesario mencionar que otros de los grandes beneficiarios del conflicto militar entre Rusia y Ucrania, son las grandes corporaciones que se dedican a la producción, distribución y comercialización de armamento bélico, porque la guerra es un negocio para ellos y no les importa que sus productos sean utilizados para asesinar a gente inocente o aumentar de manera innecesaria los daños materiales y el uso de la violencia. Mientras más se prolongue el conflicto de guerra, mayores serán las ganancias de “los señores de la guerra”, porque la sola existencia de la guerra garantiza el aumento de las ventas de armas y con ello maximizan sus beneficios económicos.

El mundo entero observa con gran expectación lo que sucede en esa región del mundo, porque todo indica que en cualquier momento la guerra comercial que se libra en el contexto de la globalización puede pasar a una guerra militar internacional en la que toda la humanidad saldría perdiendo, ya que aumentaría el peligro del uso de armas nucleares.

Todas estas acciones políticas y económicas se han realizado en el contexto de una economía de libre mercado que ha estado bajo un orden internacional regido por un poder unipolar que ha sido el de Estados Unidos, pero todo indica que estamos presenciando el fin de este orden mundial por el surgimiento de un sentimiento de soberanía en gobernantes de varios países que están reacios a seguir obedeciendo lineamientos de gobiernos extranjeros que perjudican el bienestar social de sus poblaciones y buscan un reacomodo abandonando viejas alianzas y reagrupándose en nuevos bloques de países, por lo que en los hechos estamos presenciando la creación de un nuevo orden mundial y en la construcción de este nuevo mundo, los trabajadores y la ciudadanía desean participar en su diseño y creación para garantizar el respeto a sus derechos humanos, laborales y sociales.

Durante muchas décadas hemos permitido que los políticos tomen decisiones a nombre de millones de personas sin consultar a quienes dicen representar, la situación internacional actual es un claro ejemplo de la necesidad de terminar con el sistema de democracia representativa, un sistema en el que los gobernantes toman decisiones sin consultar a quienes representan.

Debemos ser muy claros en este punto porque la humanidad enfrenta un gran peligro por el día de hoy unas cuantas personas están decidiendo el destino de millones de personas, sino es que de la humanidad en su conjunto y las decisiones que están tomando, nos conducen al rumbo de la autodestrucción. Por estos motivos enfrentamos el día de hoy la urgente necesidad de construir una democracia participativa, un sistema social en el cual las decisiones provengan desde abajo y no sean producto de reuniones secretas de alto nivel, para que los resultados de las mismas tiendan a responder a los intereses de la mayoría de la población.

La luz de la esperanza en torno a este conflicto se avizora en el inicio de movilizaciones masivas en los países europeos, la población sale a las calles en forma masiva protestando en contra de la guerra, exigiendo terminar con los apoyos que se están dando a Ucrania y solicitando levantar las sanciones a Rusia para terminar con el conflicto armado. Con estas acciones que sin lugar a dudas se multiplicarán en los próximas semanas y meses, los pueblos europeos están viendo por sí mismos, están velando por sus propios intereses y luchando por sus vidas para no fallecer de congelamiento en este invierno, porque de seguir el rumbo actual de los acontecimientos, sufrirán varios apagones de energía eléctrica durante los siguientes meses cuando se recrudezca el frío en el invierno.

Pero la población del mundo entero, debe sumar sus voces a estas protestas masivas para construir un movimiento mundial a favor de la paz, del fin de la guerra y la cancelación de las sanciones comerciales, políticas y diplomáticas en contra de Rusia. Ningún país tiene derecho de invadir la soberanía de otro país para iniciar una guerra. La soberanía de los pueblos siempre debe respetarse. La guerra no es la forma de solucionar los conflictos, porque en este conflicto bélico está demostrado que en tiempos de globalización, mantenemos una interdependencia y así como las sanciones comerciales llegan a tener efectos no deseados e inesperados, las guerras en algún punto lejano de nuestra residencia, terminarán por perjudicar nuestra economía, estilo de vida o nuestras propias vidas.

En base a estas consideraciones, debemos exigir a nuestros gobernantes que emitan pronunciamientos en los foros internacionales con las siguientes consignas: ¡Alto al fuego¡,¡No a la guerra! ¡Alto al apoyo militar a Ucrania!, ¡El mundo entero pide darle una oportunidad a la paz mundial¡ ¡Dejemos que sean los pueblos quienes decidan sus propios destinos¡ ¡Respeto a los referéndums de Donetsk y Lugansk¡

No podemos mantenernos neutrales o indiferentes a los acontecimientos internacionales, porque de nuestro activismo político depende que el futuro que tengamos por delante sea la construcción de un nuevo orden internacional o el inicio de una guerra mundial que será el fin de millones de personas.

Castells, Manuel: Comunicación y poder. Ed. Siglo XXI. México, 2012

Guerra de Dombás https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Domb%C3%A1s

Volodímir Zelensky

https://es.wikipedia.org/wiki/Volod%C3%ADmir_Zelenski#:~:text=Volod%C3%ADmir%20Oleks%C3%A1ndrovich%20Zelenski%E2%80%8B%20(en,desde%20su%20independencia%20en%201991.&text=Retrato%20oficial%2C%202019.

"Es imposible aislar a Rusia": Putin arremete contra las sanciones occidentales y dice que los europeos son los más afectados por estas

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-62825882

La invasión de Rusia a Ucrania: una perspectiva antiimperialista

https://nuso.org/articulo/la-invasion-de-rusia-a-ucrani-una-perspectiva-antiimperialista/

Rusia y Ucrania | "Mucha gente piensa erróneamente que Putin está tratando de recrear la Unión Soviética": entrevista con uno de los biógrafos del presidente ruso

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-60898582

Los mapas de la 21ª semana de la guerra en Ucrania

https://www.rtve.es/noticias/20220722/mapas-guerra-ucrania-semana-21/2388899.shtml

Grupos separatistas prorrusos desafían el utlimátum de Kiev

https://cnnespanol.cnn.com/2014/04/14/grupos-separatistas-prorrusos-desafian-el-utlimatum-de-kiev/


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