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jueves, 24 de febrero de 2022

 Pensamientos sobre la lucha de los jubilados de Hermosillo

Oscar Yescas Domínguez

24 de febrero del 2022

Uno de los autores cuyas lecturas han influido sobre mi pensamiento y acción son las del filósofo Corneluis Castoriadis, casualmente de origen griego, la nación donde nació la filosofía y la democracia que se extendieron como forma de vida por la mayor parte del mundo y que dieron origen a lo que hoy se le llama pensamiento occidental, es decir, a las prácticas de democracia. Recuerdo con precisión una de sus frases que escribió este autor en su libro “Sujeto y verdad en el mundo histórico-social”, que es una recopilación de los seminarios que impartió durante 1986 y 1987 donde habla sobre la creación humana. La frase a la que me refiero es la afirmación que hizo de que hay dos principios fundamentales en política: saber llegar al poder y saber gobernar.

Obviamente no hablaba de la concepción de la política que predomina en la mayoría de la población, que la concibe como una forma de enriquecimiento personal a través de la desviación del presupuesto público, sino más bien como la discusión colectiva sobre asuntos públicos por parte de los ciudadanos que participan en ejercicios de democracia participativa y toman decisiones colectivas para solucionar problemas públicos. Bajo esta perspectiva de la política los ciudadanos tienen la capacidad de cuestionar a la sociedad, cuestionar a los políticos que gobiernan y cuestionarse a sí mismos.

Este autor parte de la premisa de que la historia de la humanidad es una creación humana que el mundo en que vivimos no tiene nada de divino, que existe una construcción social de la sociedad en la que vivimos ya que es una creación humana y las instituciones que forman parte de nuestro sistema social son también creaciones humanas, lo cual quiere decir que son susceptibles a recibir modificaciones y cambios implementados por decisiones de la propia ciudadanía y no sólo por decisiones de la élite gobernante. La base de la democracia radica en la participación social de los ciudadanos que se perciben a sí mismos como sujetos políticos que actúan en forma organizada y colectiva para construir la democracia en los diferentes ámbitos de convivencia social.

Esta concepción de la política nos lleva a la necesidad de crear una democracia real en la que los ciudadanos tengamos la autonomía y capacidad para tomar decisiones colectivas y comportarnos libremente, para ejercer la crítica social y la autocrítica, desarrollar la capacidad de realizar cuestionamientos sin límite acerca de nuestras condiciones de vida, de las formas como somos gobernados y sobre todo, que los ciudadanos tengan la capacidad para realizar cuestionamientos al comportamiento de quienes ocupan cargos públicos y que perciben altos sueldos en su actuación como servidores públicos, mientras más alto el cargo que ocupen mayor deberá ser su responsabilidad en procurar el bienestar social de la comunidad que gobierne.

La capacidad de cuestionar a la sociedad en su conjunto fue la base del surgimiento de movimientos sociales que en el siglo pasado desarrollaron un pensamiento autónomo, cuestionaron a la sociedad en que vivían y a través de la movilización colectiva y organizada, lograron conquistar con la lucha social diversas libertades parciales, derechos humanos colectivos, derechos laborales que se consagraron en diversas constituciones y prestaciones sociales que se incluyeron en contratos colectivos de trabajo. Este tipo de derechos y prestaciones sociales que las nuevas generaciones dan por sentado, no fueron concesiones del Estado o de los patrones, en realidad fueron arrancadas por largas luchas de los movimientos colectivos de trabajadores organizados y de la ciudadanía que mostró un gran compromiso social.

Lamentablemente, en este siglo XXI vemos que esos mismos derechos, libertades y prestaciones sociales están en proceso de desaparición por la implementación de políticas neoliberales inspiradas en un fundamentalismo de Mercado cuyos promotores difunden la distorsionada idea de que el Mercado es la solución a todos los problemas sociales y debemos tener presente que estamos en un momento histórico en el cual la economía se divorció de la política y parte de los cambios sociales que estamos viviendo es el surgimiento de un poder corporativo que se impone al poder político, obligando a los Estados-Nación a implementar reformas en las constituciones de varios países para desmantelar un conjunto de prestaciones con el argumento de promover la inversión privada extranjera, discurso con el cual ocultan el verdadero objetivo que consiste en debilitar y desaparecer las instituciones públicas para eliminar las prestaciones sociales, para proceder a privatizar todos los servicios públicos y con ello maximizar la obtención de beneficios económicos para las grandes corporaciones.

La mayoría de las personas piensan que vivimos en una democracia occidental y su argumento principal es que tenemos la libertad de elegir a quienes nos gobiernan. Podríamos aceptar este argumento pero de manera parcial porque la democracia que vivimos se limita a la democracia política, se ejerce la libertad de elegir a futuros gobernantes en épocas de elecciones y después la democracia desaparece. Esta libertad la ejerció el pueblo mexicano cuando participó en las elecciones presidenciales en el 2018 para sacar del poder al prianismo y terminar con décadas de una dictadura perfecta, y votar en forma masiva a favor de un nuevo partido que se estrenaba participando en elecciones presidenciales, postulando a un candidato, Andrés Manuel López Obrador que contendía en elecciones presidenciales por tercera ocasión, ya que en dos veces anteriores (2006 y 2012) le fue robado el triunfo por la alianza entre el Pri y el Pan.

El triunfo de Morena y de AMLO sorprendió al mundo entero porque se dió en un momento histórico en el cual existía en el escenario internacional un autoritarismo en la forma de gobernar, porque el neoliberalismo promovía la corrupción a nivel internacional para eliminar derechos laborales y prestaciones sociales, lo que fue el motivo para que en varios países surgieran revueltas sociales y movimientos masivos de protesta y para defender derechos laborales y en rechazo al aumento de tarifas en servicios públicos y productos básicos.

En esa jornada electoral el pueblo mexicano dio el ejemplo de que la democracia política todavía puede funcionar, si aumenta la participación de la ciudadanía y la población actúa en forma colectiva, organizada y unida. En aquel momento histórico Morena surgió como el “partido de la esperanza” que ayudaría a terminar con la corrupción y la impunidad que estaban incrustados en los tres niveles de la estructuras del gobierno en México. Es indudable que Andrés Manuel López Obrador supo como llegar al poder, después de ser objeto de fraude electoral en dos elecciones presidenciales. Tomó la iniciativa de recorrer el país para formar la estructura de un nuevo partido en un contexto social en el cual existía un hartazgo social, que permitía predecir que de presentarse un nuevo fraude electoral en el 2018, podría surgir un estallido violento a través de la lucha armada. Afortunadamente, el pueblo mexicano depositó su esperanza del cambio en Morena y con una masiva votación evitó la consumación de un nuevo fraude y AMLO se convirtió en el Presidente que más votos ha recibido en la historia electoral de México.

Sin embargo, el encanto duró poco, porque dentro de la estructura del nuevo partido en el poder (Morena) se incrustaron en puestos de poder, elementos que procedían del Pri y del Pan y aquellos militantes de izquierda que se sumaron al movimiento de regeneración nacional fueron relegados, tanto en la selección de candidatos a puestos de elección popular, como en puestos del nuevo gobierno. Por otro lado, Morena una vez en el poder, dejó de ser un movimiento de masas para convertirse en un partido político y se alejó de los movimientos colectivos que continúan luchando por diversas causas dejando a su suerte a quienes continuaban luchando contra las injusticias, la corrupción y la desigualdad social.

El Partido de Morena liderado por AMLO supo llegar al poder promoviendo el lema “Juntos haremos historia”, pero una vez en el poder podría decirse que quien ha sabido gobernar, ha sido sólo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aumentó su nivel de aceptación popular después de implementar una serie de acciones que cumplían con sus promesas de campaña y que tienden a recuperar la soberanía nacional y recuperar parte del bienestar económico y social perdido en más de 70 años de dictadura perfecta del Prian.

Pero los funcionarios menores de Morena no siguieron el ejemplo y su forma de gobernar resultó ser más de lo mismo ya que gobernaron con autoritarismo, prepotencia y menosprecio a la población. Ese fue el caso de la capital sonorense donde funcionarios de Morena impusieron en el 2,018 como candidata a Presidenta Municipal a Célida López, una figura reconocida públicamente como militante del Pan, quien se afilió a Morena semanas antes de las elecciones y por razones no aclaradas todavía, logró presentarse a las elecciones representando a Morena en la contienda por la Presidencia Municipal de la capital sonorense.

Obviamente obtuvo el triunfo por “el efecto AMLO”, ya que para los ciudadanos hermosillenses representó una desagradable sorpresa ver su nombre en la boleta electoral, pero como prevalecía un sentimiento de derrotar al prian, miles de hermosillenses votaron cumpliendo con la consigna “5 de 5” aunque esto implicaba votar a favor de esta persona en contra de su voluntad. Durante sus tres años de gestión provocó un gran malestar entre los ciudadanos hermosillenses por su autoritarismo, sordera a peticiones de colectivos ambientalistas que se opusieron a la venta del terreno púbico denominado El Cárcamo que era utilizado por ligas deportivas para jugar beisbol y futbol, así como por grupos de ambientalistas que se opusieron a la intención de venta de ese terreno. Por lo que la imagen de Morena en su debut como Gobierno municipal en la capital sonorense quedó manchada y perdió apoyo popular porque los dirigentes locales y estatales de Morena la dejaron gobernar a su antojo.

La democracia electoral que llevó a Morena en el poder que implicaba la libertad de elegir a candidatos a puestos de gobierno popular, terminó al interior de ese partido cuando sus dirigentes impidieron a sus militantes y simpatizantes proceder a realizar un ejercicio democrático para elegir a los candidatos a puestos de elección popular en las elecciones del 2021, ya que desde la cúpula del poder impusieron una lista de candidatos que surgió de una “encuesta para identificar a los personajes más populares”. Morena implementó un nuevo fraude, el fraude de las encuestas electorales y sostuvo un prolongado silencio ante las protestas de sus propios militantes que llegaron al extremo de tomar las oficinas del Partido de Morena Sonora.

En estas elecciones del 2021 en Sonora, Morena mostró un rostro de autoritarismo, insensibilidad e intolerancia al imponer esa lista de candidatos surgidos a través de una cuestionable encuesta. Lo más grave de esos hechos fue que Célida López que logró construir un rechazo popular de los ciudadanos hermosillenses, aparecía como candidata a la Presidencia de Hermosillo, es decir, pretendía reelegirse y para lograrlo contó con el apoyo de los dirigentes de Morena en Sonora y de Hermosillo, así como del actual Gobernador Alfonso Durazo quien la presentó como “su queridísima amiga”, con quien gobernaría una vez que ganara el puesto de Gobernador del Estado.

Célida López no supo gobernar durante los tres años que estuvo como Presidenta municipal y sus intenciones de reelegirse, contando con el apoyo de los dirigentes de Morena, provocó que el debut de Morena como partido en el poder de la capital sonorense, fuera un debut y despedida, ya que la ciudadanía sonorense le dio un voto de castigo a Morena votando en contra de Célida López. Después de esta humillante derrota, “su queridísimo amigo” Alfonso Durazo no titubeó en apoyarla de nuevo ordenando crear la Secretaría de Turismo para poner a Célida López al frente de esta Secretaría de Estado, garantizándole con ello recibir un sueldo como Secretaria de Estado por los próximos seis años. Célida López resolvió su futuro económico ocupando un puesto para el cual no está calificada y abrió el camino para que el Pan recuperara la capital sonorense. El sentimiento y moral del pueblo hermosillense se vio ofendido una vez mas por esta acción del nuevo Gobernador, mostrando con ello su primer falla en su gestión de gobierno.

Este largo contexto explica como llegó al poder Antonio Astiazarán, actual Presidente Municipal de Hermosillo representando al Partido Acción Nacional. Este personaje que gobernó en formas cuestionables el puerto de Guaymas como Presidente Municipal y que dejó innumerables cuentas pendientes, acusaciones de corrupción y autoritarismo, no supo como llegar al poder. El poder llegó a él gracias a los errores políticos cometidos por los dirigentes de Morena y del apoyo del actual Gobernador a quien pretendía reelegirse en forma cínica en la Presidencia Municipal de Hermosillo.

Antonio Astiazarán no utilizó una estrategia que le garantizara llegar al poder, le llegó de forma inesperada y en los hechos está demostrando que no sabe gobernar, porque en los primeros meses de su gestión como Presidente Municipal, toma la decisión unilateral de eliminar una serie de prestaciones sociales a un grupo que percibió en estado vulnerable y aislado socialmente: el grupo de jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo. Un grupo de personas de la tercera edad quienes al momento de aceptar su jubilación dejan de pagar cuotas al sindicato y en consecuencia dejan de pertenecer al mismo por lo que quedan indefensos ante cualquier agresión a sus derechos y prestaciones sociales.

Como jubilados son derechohabientes del Isssteson y han padecido el desabasto de medicamentos que hemos padecido todos los que dependemos de este instituto para mantener nuestra salud y abasto de medicamentos. Esto significa que los jubilados del Ayuntamiento (personal de limpia pública, bomberos, policías y personal administrativo retirado), quienes percibieron bajos sueldos durante su vida laboral y en consecuencia reciben bajas pensiones, se vieron ante la crisis del Isssteson, en la necesidad de comprar de su bolsillo los medicamentos y pagar consulta médica.

De un día para otro reciben la noticia de que el nuevo Presidente Municipal Antonio Astiazarán firmó un nuevo convenio con los representantes sindicales en el cual se eliminan las prestaciones que venían disfrutando desde hace años (ayuda para despensa, apoyo para pagos de cirugías mayores, apoyo para pagos funerarios, dotación de un lote en el panteón municipal para el jubilado que fallezca, etc.)

Esta decisión de Antonio Astiazarán se anunció utilizando la mentira argumentando que fue el Isaf quien revisó el convenio anterior y le hizo la observación de que “sólo los trabajadores activos tiene derecho a disfrutar de estas prestaciones”. Omitió decir que fue él quien ordenó a la Directora de Recursos Humanos que enviara el anterior convenio al Isaf y que al final de la respuesta de esta institución le recuerda que “el Ayuntamiento de Hermosillo goza de autonomía para tomar sus decisiones”. Lo cual puede interpretarse como que dependía de él seguir con el convenio anterior.

A lo largo de estos dos últimos meses los jubilados del Ayuntamiento han solicitado diálogo con Antonio Astiazarán para resolver este problema que les afecta sobremanera porque son personas con enfermedades crónico-degenerativas y necesitan de este tipo de apoyos. En este período de tiempo han fallecido cuatro jubilados y no les otorgaron a sus familiares los apoyos de gastos funerarios, uso de la funeraria del Dif municipal y menos el lote en el panteón al cual tenían derecho anteriormente.

La cerrazón al diálogo, el autoritarismo mostrado frente a un grupo en estado de vulnerabilidad social, el abuso del poder del Presidente Antonio Astiazarán ha llevado a un punto en el cual los jubilados se han visto obligados a tomar decisiones para ser escuchados como lo es el cerrar vías públicas afectando el tráfico vehicular. Algo que habían evitado hacer utilizando otras estrategias como tomar el Palacio Municipal, el manifestarse en banquetas sin perjudicar el tráfico vehicular, acudir a instancias como la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Procuraduría de defensa del adulto mayor, etc. Todo esto sin obtener cambio o respuesta alguna del Presidente Municipal.

Con estas nuevas acciones se involucra a la ciudadanía hermosillense al afectar el derecho al libre tránsito por los bloqueos realizados por los jubilados del ayuntamiento en calles céntricas, por estas razones es que la ciudadanía ya no puede seguir viendo este conflicto como algo ajeno a sus vidas privadas, porque por un lado, se trata de una evidente injusticia que comete una persona que abusa del poder que le proporcionó la ciudadanía hermosillense en las elecciones pasadas, un cargo que es público y que por ser un servidor público se esperaría un comportamiento totalmente contrario a la forma como está evadiendo resolver este conflicto y su actuación es injusta, inaceptable y vergonzosa ya que es un funcionario publico que está agrediendo derechos de ex-trabajadores que laboraron durante un promedio de 30 años en la institución que preside y muestra gran insensibilidad, inclusive crueldad, falta de empatía hacia un grupo de personas vulnerables por pertenecer a la tercera edad.

Debido a este tipo de comportamiento de la persona que se presenta como el Presidente municipal de Hermosillo, los ciudadanos de esta capital debemos comprender que no somos ajenos a este conflicto, que el mismo exije definiciones y percibir que el futuro que nos espera en los próximos tres años con esta persona que muestra tales características no será muy halagador. Si consideramos los antecedentes de Antonio Astiazarán y su comportamiento actual veremos un patrón de comportamiento que tiende a perjudicar a quienes dependan de las decisiones que tome y su estilo de tomar decisiones es unilateral, autoritaria y en perjuicio de los demás.

Recientemente el Director del Isssteson despidió de su cargo al SubDirector Médico Danilo Sotelo con el argumento de que “en razón de las necesidades que reclama el servicio”, lo cual puede interpretarse como el no haber cumplido con las expectativas que se esperaban en su desempeño cuando fue contratado. Algo parecido podemos hacer con Antonio Astiazarán si recordamos los planteamientos de Cornelius Castoriadis acerca de las dos premisas fundamentales en política “saber llegar al poder y saber gobernar”, es evidente que Antonio Astiazarán no ha cumplido con ninguna de ellas, ya que su desempeño en el cargo de Presidente Municipal puede calificarse como un “mal gobierno” en sólo pocos meses y ha mostrado no tener las características que debería tener todo servidor público como serían la vocación de servicio, sensibilidad social, empatía con las personas vulnerables, comportamiento basado en una ética del servicio, defensa de la justicia y de la democracia, etc.

La conclusión obvia es que es evidente que esta persona no encaja en el puesto, no está cumpliendo con las expectativas que se esperan de una persona que ocupe el cargo de Presidente Municipal. Si además recordamos que los tiempos han cambiado y la ciudadanía aprendió en la jornada electoral del 6 de julio del 2018 que podemos construir un empoderamiento colectivo si actuamos en forma unida, colectiva y organizada, debemos sentir la confianza de que podemos cambiar esta situación planteando dos alternativas:

1.- Exigir que Antonio Astiazarán se siente en la mesa de negociaciones con los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo para rectificar el error que cometió en su contra al firmar un convenio que los perjudica sin haber sido tomados en cuenta y que dé marcha atrás en ese convenio restituyendo las prestaciones que les fueron retiradas.

2.- En caso de seguir negándose a reconocer que fue un error su actuación y que decida mantener una posición de intransigencia e intolerancia, los ciudadanos debemos organizarnos para realizar una campaña ciudadana que tenga como misión lograr la revocación del mandato de Antonio Astiazarán y que se le despida de su cargo como Presidente Municipal, en base a su cuestionable actuación en este conflicto que el provocó, en el cual ha mostrado una absoluta ausencia de ética en su comportamiento, insensibilidad social, falta de empatía con un grupo vulnerable y una absoluta incapacidad para escuchar y dialogar con miembros de nuestra sociedad como lo son los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo.

Los ciudadanos debemos recordar que las instituciones son creaciones humanas, la institución denominada Presidencia Municipal es una creación humana y podemos hacer válida la premisa de que “el pueblo da y el pueblo quita”, haciendo valer la premisa de que “otro mundo es posible” y lograr justicia para quienes son víctimas de actos de autoritarismo. Es el momento de demostrar que los ciudadanos podemos construir una autonomía en nuestras decisiones personales y colectivas, actuando en forma masiva para construir una sociedad democrática y luchar contra la injusticia que se está cometiendo en contra de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo.

Una sociedad donde no existe la justicia, no puede llamarse una sociedad democrática, la democracia no se limita a la democracia política en la que tengamos libertad de elegir a nuestros gobernantes en forma libre, sino que debe ampliarse hasta construir una democracia social, en la cual exista un respeto a los derechos humanos, laborales y sociales. La forma de lograrlo es aumentando nuestra participación social en asuntos públicos y el caso de la injusticia que se está cometiendo en contra de los jubilados del Ayuntamiento se ha convertido en un asunto público que amenaza con escalar hasta perjudicar a la comunidad hermosillense, todo debido a la incapacidad para escuchar, intransigencia, intolerancia y autoritarismo de una sola persona que en este caso es Antonio Astiazarán, cuyo desempeño en el cargo como Presidente Municipal está ocasionando más daños que beneficios.

Una sociedad autónoma, libre y democrática no podrá existir sin individuos con pensamiento autónomo que ejerzan la crítica social, que tengan libertad de pensamiento, libertad de expresión y autonomía en sus decisiones para proceder a la acción. Individuos que actúen en base a un compromiso con la sociedad en la que viven, que tengan empatía con los débiles y vulnerables, así como la capacidad para indignarse ante actos de injusticia y solidarizarse con las víctimas de abuso de poder económico o político. En el caso de los jubilados del Ayuntamiento es urgente que se solucionen a su favor las peticiones que enarbolan en su lucha porque el Presidente Municipal le apuesta a que el conflicto se resuelva por la vía legal, lo cual tomará mucho tiempo, tiempo es lo que no tienen quienes se encuentran en el ocaso de sus vidas padeciendo enfermedades propias de su edad y además sufriendo injusticias, cerrazón y actitudes intolerantes de quien ocupa un cargo público y su comportamiento está muy lejos de acercarse al perfil de un servidor público.

La resistencia que han mostrado los jubilados del ayuntamiento en la lucha por la recuperación de sus prestaciones sociales, son una lección, no sólo para los trabajadores activos del Ayuntamiento de Hermosillo que guardan un cómplice silencio ante la injusticia que se comete con sus excompañeros de trabajo, también es una lección de aprendizaje para la ciudadanía en general de que cuando se lucha por una causa justa, no importan las enfermedades ni la edad, porque la necesidad obligó a estas personas que pertenecen a la tercera edad a salir de sus casas para exigir la recuperación de sus derechos.


Yescas, Oscar, La lucha de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/01/lalucha-de-los-jubilados-del.html

Yescas, Oscar: La deshumanización en la política (el caso de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo)

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/02/ladeshumanizacion-en-la-politica-elcaso.html

Yescas, Oscar: El grito de los oprimidos

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/02/elgrito-de-los-oprimidos-oscaryescas.html


1 comentario:

  1. Muchas gracias Oscar Yescas mejor artículo no he conocido lleno de verdad y buenas ideas Pedir Revocación para este vil individuo faltó de moral y de empatía por las personas más volubles de la sociedad como menciona el pueblo da el pueblo quita ya que no merece estar en la presidencia quien desconoce para que está ahí solo llego para llenar sus bolcios a costa de lo que sea y empezó con nosotros y que sepa estamos viejos pero no mochos ni mudos nos haremos escuchar y entender aún a costa de nuestras vidas y salud muchas gracias

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