domingo, 26 de junio de 2022

 

Apuntes sobre la construcción del Frente Estatal de Jubilados en Sonora

Oscar Yescas Domínguez

26 de junio de 2022

Introducción

La verdadera transformación social

La dinámica de construcción del Frente de pensionados y jubilados

El Frente de pensionados y jubilados como organización formal

Conclusiones

Introducción

El pasado día 7 de junio representantes de ocho organizaciones de Pensionados y Jubilados se reunieron en la ciudad de Hermosillo, Sonora, para tomar un acuerdo histórico: construir un Frente Estatal de Jubilados que permitirá unir en una sola organización a todos los agrupamientos de pensionados y jubilados existentes en el Estado de Sonora y luchar en forma conjunta en defensa y mejora de la seguridad social, por la recuperación por los derechos a la salud, por la defensa de la jubilación, a las pensiones, por el rescate del sistema de salud pública y por el combate a la corrupción.

Con esta acción colectiva se dio un gran paso en la dirección de lograr una verdadera transformación social, al permitir que un grupo social tradicionalmente ignorado como lo son los pensionados y jubilados, se identifiquen como sujetos activos, actúen como grupo social emergente, decidan unirse y organizarse para luchar por la recuperación de derechos que les han sido violados.

El surgimiento de este frente estatal de jubilados permite no solo visibilizar la presencia de un agrupamiento colectivo que “surgió de la nada” porque está constituido por personas que estaban en condición de retiro laboral, sin representatividad alguna y estaban abandonados a su suerte por autoridades gubernamentales, líderes políticos y dirigencias sindicales. Su irrupción en el escenario social como organización colectiva, les permite crear una nueva identidad que les permite abandonar su condición de sujetos pasivos y convertirse en sujetos activos que decidieron unirse para luchar por sus derechos en mejores condiciones, construyendo un sentimiento de pertenencia a una organización colectiva que les permite dejar atrás el uso del lenguaje del “Yo” y usar el “Nosotros”.

Con el nacimiento de esta organización se sienta un precedente que podría servir de ejemplo a seguir por otro tipo de agrupamientos sociales que están luchando enarbolando banderas de lucha particulares como lo son los grupos ecologistas que defienden el medio ambiente, los grupos que luchan por obtención o regularización de viviendas, los ciudadanos que padecen por una injusta distribución del agua, las ligas deportivas que exigen espacios para practicar deporte, las agrupaciones protectoras de animales, etc. La unión de pensionados y jubilados funcionará como un ejemplo a seguir y alimentará la llama de la esperanza para quienes hasta el momento han sido ignorados y permanecido en el olvido, porque esta unidad muestra que el camino para lograr una verdadera transformación social se encuentra en el aumento de la participación social y en la actuación en forma unida, organizada y colectiva para luchar por la recuperación de derechos perdidos.

La lucha local que los pensionados y jubilados de Sonora están librando, se da en un contexto nacional en el que el sistema de salud pública en México se encuentra al borde del colapso por acciones de corrupción de administraciones anteriores. La crisis financiera del Isssteson no muestra diferencia alguna con la crisis financiera en la que están sumidas otras instituciones estatales de salud pública y un ejemplo de ello se encuentra en el Issstecali de Baja California, donde el gobierno estatal actuando en forma contradictoria, por un lado condona la deuda que dependencias estatales y ayuntamientos locales tenían con Issstecali por la cantidad de $10,683 millones de pesos, pero por otro lado, promueve una campaña con el slogan “Aporta de corazón por delante” de firma de convenios con direcciones sindicales para que se acepten que se les descuente a trabajadores, pensionados y jubilados el 4% de sus ingresos para revitalizar las finanzas del Issstecali. Una situación similar se vive en el Isstezac de Zacatecas, en el Issstech de Chiapas y en otros estados de la república mexicana.

Si elevamos el nivel de análisis y nos situamos en el escenario global, se puede constatar que en varios países del mundo entero se han registrado movilizaciones colectivas de trabajadores, pensionados y jubilados que salen a las calles a pelear por la recuperación de sus derechos y pago de pensiones porque sus gobiernos intentan cargar el peso de la crisis económica sobre las espaldas de trabajadores activos, pensionados y jubilados, eliminando derechos laborales y recortando pensiones y jubilaciones.

Según informa la Organización Internacional del Trabajo (OIT), durante el período de tiempo comprendido entre 1981 y 2014, en 30 países se procedió a privatizar en forma total o parcial los sistemas de pensiones públicas obligatorias y fueron sustituidos por sistemas privados de pensiones que después de varios años de funcionar, mostraron ser un fracaso, porque no lograron garantizar la seguridad de ingresos para que pensionados tuvieran una vejez vivida en condiciones de dignidad, no solamente eso, también la cobertura en protección y beneficios de las pensiones privadas tienen niveles muy bajos y por si fuera poco los ingresos de las pensiones privadas tienen impactos fiscales.

Las experiencias en este ramo en varios países han demostrado que el experimento de la privatización de las pensiones ha fracasado y esas fueron las razones por las que en los últimos años surgieron movimientos colectivos de protesta que lucharon por recuperar los derechos perdidos y de acuerdo a la misma fuente (OIT), para el año 2018, estas movilizaciones colectivas lograron que en dieciocho países se revertieran dichas privatizaciones y se volviera al sistema público de pensiones y jubilaciones.

Este es el contexto nacional y global en el cual se da la creación de una organización de organizaciones representativas de pensionados y jubilados en el Estado de Sonora integrada por 6 organizaciones de pensionados y jubilados: (1) Iniciativa de los Derechos Humanos de los Adultos Mayores a una nueva longevidad Ideal Sonora, (2) Jubilados de Teléfonos de México, Sección 15 del STRM, (3) Asociación de Pensionados y Jubilados de la Universidad de Sonora Prof. Adalberto Sotelo, A. C., (4) Alianza Estatal de Jubilados y Pensionados federalizados en Movimiento (ISSSTE), A.C., (5) Coalición Nacional de Jubilados y Pensionados Prof. Elpidio Domínguez, (6) Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores de la República Mexicana (CONJUPAM).

El conjunto de integrantes de estas organizaciones acordaron unirse para realizar la defensa del sistema de seguridad social e incidir en la planeación de políticas públicas gubernamentales de tal forma que se combata la corrupción, se incorporen representantes de pensionados y jubilados en las juntas directivas de diversas instituciones de salud públicas estatales y nacionales para garantizar que el manejo de recursos financieros se destinen a acciones que tiendan a garantizar mejoras al sistema de seguridad social en beneficio de pensionados y jubilados.

Este frente se plantea como objetivo central la defensa conjunta de los intereses y derechos de pensionados y jubilados para asegurar una vejez digna, parte de la premisa de que el derecho a la salud es un derecho humano universal y el Estado mexicano tiene la obligación de garantizar este derecho a toda la población mexicana en general y de manera particular a los pensionados y jubilados. Esta nueva organización se autodefine como un movimiento ciudadano independiente, apartidista, plural, sin relación alguna con partidos políticos”, lo que garantiza autonomía y libertad en su proceso de toma de decisiones.

Este movimiento ciudadano surgió porque la necesidad obligó a pensionados y jubilados a salir de sus casas, abandonar su condición de “retirados” para participar en una lucha colectiva por la recuperación de sus derechos, y como parte del aprendizaje obtenido en esta lucha descubrieron que existían diferentes agrupamientos de pensionados y jubilados que estaban luchando por las mismas causas pero en forma aislada y dispersa, por lo que decidieron unir fuerzas, organizarse y actuar en forma colectiva por la recuperación de sus derechos y en defensa de sus vidas.

Quizá esto último suene algo dramático pero si analizamos que quienes integran este frente son pensionados y jubilados, nos daremos cuenta de que estamos hablando de personas que pertenecen a la tercera edad, personas que rebasan los 60 o 70 años de edad y que padecen enfermedades “propias de la edad” y buena parte de este segmento poblacional sufre de enfermedades crónico degenerativas, por lo que sus vidas dependen literalmente de un tratamiento médico oportuno y del abasto puntual de medicamentos.

La situación de pensionados y jubilados es complicada porque no están recibiendo la atención médica que necesitan debido a que las instituciones de salud pública estatal y federal forman parte de un sistema de salud colapsado por diversos actos de corrupción y presentan problemas de falta de personal médico especializado, falta de medicamentos, insumos médicos, equipo de imagenología, etc., lo cual se refleja en fallas en la atención a la salud de pensionados y jubilados que sufren porque las consultas con médicos especialistas se programan con largos meses de espera, persiste el desabasto de medicamentos y si no reciben la atención médica que necesitan y no cuentan con abasto de medicamentos para atender sus enfermedades, muchas de estas personas enfrentan el peligro de fallecer y es por estas razones no es exagerado decir que los pensionados, jubilados y trabajadores activos que se suman a este movimiento participando en la construcción de este frente, en verdad están luchando por la defensa de sus vidas.

La verdadera transformación social

La transformación social de la que se habla líneas arriba se presenta a dos niveles, en primer lugar, los pensionados y jubilados que están participando en la lucha por la recuperación de los derechos, están cambiando de identidad individual al dejar atrás una condición de “personas en retiro” abandonan una identidad pasiva de víctimas de actos de corrupción y deciden construir una nueva identidad como sujetos activos para actuar como sujetos políticos que actúan en forma organizada unida y colectiva para cambiar la historia actual que los victimiza, los mantiene en el ostracismo social y se unen con el objetivo común de defender en forma colectiva sus vidas que se encuentran amenazadas por el desmantelamiento del sistema de salud pública que han provocado actos de corrupción y políticas neoliberales que pretenden privatizar el servicio de salud pública.

La defensa del derecho a la salud no es una lucha que deban realizar los jubilados en forma aislada, ya que los trabajadores activos y sus familias también son afectados por las fallas que presenta el sistema de salud pública. La defensa de la vida es una lucha en la que también deben participar los trabajadores organizados en sindicatos, por lo que deben exigir a las dirigencias sindicales que tomen cartas en este asunto y se unan a la lucha por la recuperación de los derechos a la salud, a la jubilación, por el rescate de las instituciones de salud pública y el combate a la corrupción.

En segundo lugar, la contribución que hace el surgimiento de este Frente de Estatal de Jubilados a la transformación social, consiste en que están cambiando la historia al surgir como grupo social emergente y crear una nueva figura del pensionado y jubilado como un luchador social que crea una organización independiente para exigir la recuperación de sus derechos violados. Estamos presenciando entonces el surgimiento de una nueva figura social que es el pensionado y jubilado que asume un papel protagónico al tomar los espacios públicos para exigir la recuperación de sus derechos y lucha también por derechos que benefician a los trabajadores activos.

La transformación social que provoca este cambio de identidad se da en la medida de que los seres humanos no somos seres aislados, somos seres sociales y las acciones que realiza un colectivo social, repercute en cambiar la dinámica social sobre todo cuando surge una fuerza social como la que estamos viendo en el surgimiento de este frente que traerá consigo una cadena de acontecimientos que en un inicio serán impredecibles, pero que a mediano y largo plazo, resultarán en cambios positivos para pensionados y jubilados.

la construcción de un Frente Estatal de Jubilados representa al mismo tiempo un cambio de autoimagen del pensionado y jubilado y una revaloración del mundo en la medida de que se toma conciencia de que todas las instituciones y organizaciones son creaciones humanas y al realizar la creación de este frente de jubilados y pensionados en un ejercicio que refleja una entera libertad, nos muestra una autonomía de decidir nacer junto con otros creando una nueva identidad y con ello se contribuye al inicio de un empoderamiento individual y colectivo, por lo cual el frente representa también un fortalecimiento de la ciudadanía, que como sociedad civil para construir un poder ciudadano que les permitirá conquistar el papel de interlocutor ante un poder político que se deberá disminuir la distancia que mantenía con un grupo que se estaba siendo ignorado y que hoy está practicando un ejercicio de democracia participativa actuando en forma organizada, unida y colectiva en defensa de sus derechos.

La dinámica de construcción del Frente de pensionados y jubilados

Los integrantes del colectivo de pensionados y jubilados estamos conscientes y tenemos consenso acerca del ¿Qué hacer? para lograr los objetivos que nos permitan la recuperación de nuestros derechos: unir nuestras fuerzas, organizarnos en el marco de una estructura y actuar en forma coordinada y colectiva, pero nos falta tener mayor claridad acerca del ¿Cómo hacerlo? Cada quien está haciendo sus aportaciones con generosidad y confianza, desde mi perspectiva personal y en base a mi experiencia profesional, intentaré responder a esta segunda pregunta empezando por decir que nos encontramos en un proceso de interacción social intergrupal en el cual cada uno de los representantes de los distintos grupos que conforman el frente, aporta los conocimientos, aprendizaje y experiencias que han adquirido de forma individual y grupal.

Algunos de los integrantes de este nuevo frente podremos tener grados académicos, experiencia docente, militancia política y quizá otros no, por lo que es importante precisar desde un inicio que en el grupo de pensionados y jubilados que estamos participando en la construcción de este Frente Estatal no importan los títulos académicos, todos interactuamos en una relación de igualdad sin existencia de jerarquía alguna, reconociendo que en base a nuestra experiencia y edad, todos y cada uno de nosotros tenemos conocimientos y saberes que podemos compartir en la dinámica grupal que creamos cuando estamos juntos.

La mezcla de todos estos conocimientos nos permite crear un nuevo conocimiento, es lo que el sociólogo Boaventura De Souza Santos define como una “ecología de saberes” y que consiste en el surgimiento de un nuevo tipo de conocimiento compartido que surge como resultado de la discusión grupal y este conocimiento se nutre de cada una de las aportaciones que hacen los integrantes de este grupo, aportaciones en las que expresan y comparten sus saberes y conocimientos individuales. Con esto quiero dejar en claro que todas las intervenciones que se den en cada reunión son importantes, por lo que debemos reconocer la participación individual como un valor de extrema importancia en nuestras reuniones y por esta razón nadie debe ni puede permanecer callado durante las reuniones, porque no asistimos a las mismas en calidad de individuos aislados, sino que venimos vestidos con el traje de representantes de los subgrupos a los que pertenecemos y en nuestras intervenciones debemos intentar expresar el sentir y opiniones de las personas que estamos representando para aplicar el principio de la democracia participativa.

Estamos en la fase inicial de construcción de una nueva organización, no cualquier organización, es NUESTRA ORGANIZACIÓN, que representará a una colectividad de pensionados y jubilados. Por esa razón, es importante clarificar el contrato psicológico que consiste en clarificar las expectativas que tiene cada individuo y subgrupo acerca de su pertenencia a esta nueva organización y reconocer las expectativas que tiene el frente acerca del ingreso o pertenencia de cada subgrupo de pensionados y jubilados. Podríamos decir que el frente como organización, espera que exista compromiso en puntualidad y asistencia en las reuniones acordadas con antelación, responsabilidad en el comportamiento de sus integrantes y en la ejecución de las tareas asignadas o autoaceptadas, seriedad en el proceso de construcción de esta nueva organización, respeto en las relaciones interpersonales y en los acuerdos tomados.

Por parte de cada subgrupo de pensionados y jubilados, pueden esperar que sus demandas particulares sean incluidas como parte de los objetivos fijados por el grupo de representantes del frente en igualdad de circunstancias. Tener la seguridad de que si hay necesidad de participar en alguna movilización en demanda de solución sus problemas, o recibir apoyo para participar en alguna reunión con alguna autoridad de gobierno para discutir temas particulares de su organización, recibirán el apoyo presencial de los representantes e integrante de los otros grupos de pensionados y jubilados, etc.

Por parte del grupo de representantes que conformarán la instancia de liderazgo colectivo, debe diseñarse un proceso de socialización organizacional, que podría definirse como “el proceso a través del cual la organización enseña a sus integrantes las metas y valores que considera como los más importantes a conseguir y crear las condiciones para que los miembros desarrollen los comportamientos más pertinentes para alcanzar esas metas”.

Estamos conscientes de que estamos involucrados en un proceso de aprendizaje grupal en el que no existe la figura del Maestro, ni la de los aprendices o estudiantes, porque con nuestras intervenciones individuales todos estamos aprendiendo y al mismo tiempo estamos enseñando, debido a que en toda dinámica de grupo existe un proceso de interinfluencia social. En otras palabras, debemos tener claro que no existe la figura de un líder que nos dirija, nos guíe y nos ilumine en virtud de que el liderazgo desde la perspectiva de la Psicología social es en realidad un proceso de interacción social, al igual que la comunicación, la participación, la toma de decisiones, etc., que forma parte de lo que en su momento el Psicólogo Kurt Lewin denominó “dinámica de grupos”.

Debemos dejar atrás la idea de que el liderazgo es una cualidad individual que posee una persona y que esa cualidad es definida como la “capacidad de influir sobre otras personas para que realicen un conjunto de tareas que permitan lograr objetivos comunes”.

Reconocemos que todos tenemos el potencial de liderazgo en la medida que influimos sobre otras personas y comprendemos que el liderazgo es en realidad un proceso de interacción social, por lo que aceptamos la idea de que el liderazgo en los grupos sociales puede ser distribuido y compartido, y al lograr esta comprensión podremos evitar que surjan luchas internas por el poder que afecten el funcionamiento del frente o impidan la integración de las diferentes organizaciones que estamos participando en la construcción del mismo y que pudieran desviarnos de la misión principal que estamos aceptando en forma colectiva que es realizar una defensa conjunta de los derechos de salud, jubilación, del sistema de seguridad social y el castigo a los actos de corrupción.

Acerca del nombre provisional que le estamos dando a la nueva organización, como “Frente Estatal de Jubilados”, puede afirmarse sin avergonzarse que estamos poniendo un nombre a algo que desconocemos todavía como funcionará, porque hemos decidido cruzar la frontera que dividía a pensionados y jubilados en retiro, de la nueva figura de los pensionados y jubilados como sujetos activos en los cuales nos estamos convirtiendo, lo que nos coloca en una situación de “abrir brecha” por un camino no recorrido antes por persona alguna y es algo natural que no tengamos una claridad completa acerca de lo que estamos haciendo y que no sabemos lo que pasará en el futuro, pero si tenemos la certeza de que estamos unidos interactuando mostrando una gran motivación y compromiso en esta tarea, por lo que el nombre definitivo deberá surgir de una discusión colectiva.

El Frente de pensionados y jubilados como organización formal

En este punto tenemos claro que vivimos en una sociedad que se basa en el funcionamiento de un sinnúmero de organizaciones que existen para proporcionarnos servicios y productos con los cuales podemos satisfacer nuestras necesidades básicas y psicológicas. Las organizaciones nos rodean desde nuestro nacimiento y nos acompañan durante toda la vida hasta el momento de nuestra muerte. Desde que nacemos lo hacemos en el contexto de una organización llamada hospital y toda nuestra vida mantenemos contacto con un sinnúmero de organizaciones al utilizar diversos productos y servicios en nuestra vida cotidiana. El último contacto que tenemos con alguna organización es cuando fallecemos y recibimos los servicios de una organización funeraria, es por estas razones que se le llama a la sociedad contemporánea la sociedad organizacional, porque si no existieran las organizaciones, no existiría nuestra sociedad.

La mayoría de las organizaciones participan en la economía de libre mercado con fines de lucro y a ellas se les llama organizaciones privadas, pero también existen organizaciones públicas, que son las instituciones que forman parte del aparato de Estado del gobierno y que fueron creadas para contribuir a generar un bienestar social atendiendo necesidades sociales para satisfacer los derechos humanos. También existen organizaciones que surgen sin motivos de lucro y no forman parte de la estructura gubernamental y persiguen fines colectivos, por lo que son denominadas ONG (organizaciones no gubernamentales).

En nuestro caso debemos estar conscientes de que enfrentamos la tarea de construir una organización nueva por lo que sugiero comenzar por definir el concepto de organización para saber de qué estamos hablando. Podemos definir el concepto de organización en los siguientes términos: “Una organización es un conjunto de personas que interactúan en el marco de una estructura, utilizando tecnología para lograr objetivos comunes”. La Psicología social francesa en voz de René Lourau define a las organizaciones como “grupo de grupos”, en función de que dentro de la estructura formal de cada organización existen varios grupos formales (Recursos Humanos, Producción, Ventas, Tesorería, Mantenimiento, Almacén, etc.)

En base a esta definición podemos coincidir en que cualquier conglomerado social que reúna las características que contiene esta esta definición (personas, estructura interacción, tecnología y objetivos comunes), puede ser considerado una organización. Así nos encontramos con una realidad social en la que existen fábricas, dependencias gubernamentales, universidades, escuelas, hospitales, ejército, policía, hospitales psiquiátricos, centros de readaptación social, partidos políticos, sindicatos, delincuencia organizada, etc. Todos estos conglomerados sociales pueden ser considerados como organizaciones en la medida que están integradas por personas que interactúan en el marco de una estructura, utilizando tecnología para lograr objetivos comunes.

Algo muy importante que destacar es el hecho de que las organizaciones no son los edificios, ni los vehículos que pertenecen a la misma, en realidad las organizaciones son las personas que las conforman y en el caso de la organización que estamos denominando Frente Estatal de Jubilados, debemos tener presente que todos y cada uno de los pensionados y jubilados que pertenecemos a las organizaciones que aceptaron formar parte del frente, somos parte de esta nueva organización. En esa misma línea de pensamiento debemos estar conscientes de que nos encontramos en un momento de transición en el que estamos construyendo una nueva identidad social que rebasa la identidad individual e inclusive la identidad grupal, porque estamos construyendo una identidad organizacional y para lograrlo debemos desarrollar un sentimiento de pertenencia al Frente Estatal de Jubilados.

Las organizaciones son creaciones humanas y surgen con un propósito determinado, en nuestro caso estamos construyendo una organización que se plantea como misión principal la “defensa conjunta de los derechos a la salud, jubilación, sistema de seguridad social y combate a la corrupción, en beneficio de trabajadores activos, pensionados y jubilados”.

Para comprender mejor el proceso de construcción de esta nueva organización es conveniente utilizar un enfoque sistémico y en el caso del Frente Estatal de Jubilados podemos analizar tres de sus dimensiones de estudio que están en proceso de construcción y consolidación: cultura, estructura y funcionamiento.

Empecemos por describir la cultura que estamos construyendo partiendo de la definición de la cultura de una organización como el conjunto de percepciones, sentimientos, actitudes, hábitos, creencias, valores y formas de interacción que se presentan en los grupos que forman parte de una organización. Dentro de los valores que estamos creando en la interacción de varios grupos de jubilados que aceptan fusionarse en una sola organización, se encuentra la construcción de una percepción compartida de la necesidad de unir esfuerzos en la lucha por la recuperación de los derechos perdidos, se comparte un sentimiento de indignación ante los actos de corrupción que generan injusticias, se fomenta la expresión de actos de solidaridad con quienes son objeto de injusticias y sobre todo entre los integrantes de todos los grupos de pensionados y jubilados que forman parte del frente.

En cada reunión de trabajo del grupo de representantes, se busca la creación de un ambiente de apertura en la comunicación para para que cada integrante del frente sienta la confianza que le permita externar opiniones en forma auténtica, compartir ideas e inclusive sentimientos, se promueve y practica el respeto en las relaciones interpersonales, se practica la libertad de expresión, se busca mantener actitudes receptivas para la construcción de un diálogo verdadero que se caracterice por una predisposición positiva que permita escuchar con atención a los demás integrantes del frente con la intención de comprender los argumentos utilizados, sobre todo si se da el caso de que algunos piensen de manera diferente a la mayoría.

En cambio, la estructura organizacional podríamos describirla como aquella dimensión que define la forma como interactúan los integrantes de la misma, en función de las normas, reglamentos, roles o puestos que ocupan, en nuestro caso hay consenso en que la estructura organizacional del frente sea lo más horizontal posible, ya que se desea evitar tener una estructura piramidal como las que utilizan las actuales organizaciones públicas y privadas que tienen altos mandos , mandos medios y personal de base.

La construcción de una estructura horizontal tiene como objetivo que exista una mayor participación de los integrantes del frente en el proceso de toma de decisiones y como estamos construyendo una organización de organizaciones, la dirección del frente será necesariamente colectiva y el liderazgo será distribuido y compartido de tal forma que cada organización de pensionados y jubilados tendrá un representante y un suplente en la instancia directiva del consejo de representantes, quienes serán los responsables de tomar las decisiones que tendrán como objetivo defender los derechos a la salud, a la jubilación, al sistema de seguridad social y el combate a a corrupción. El máximo órgano de gobierno será la asamblea general que se realizará con una periodicidad de seis meses o cada año y se buscará lograr el consenso en la toma de decisiones como procedimiento a seguir y sólo en casos necesarios o extremos se utilizará el sistema de votación por mayoría.

En relación al funcionamiento, podríamos definirlo como la interacción de los miembros de la organización en el desempeño de las funciones que se desprenden de los roles que tengan asignados. Se pretende que se realicen reuniones en tres niveles de participación. Primero, el grupo de representantes que se propone realice reuniones cada 15 días y en estas reuniones se defina la agenda a seguir por parte del colectivo de pensionados y jubilados, ya que contendrá los problemas presentados por los representantes de los diferentes subgrupos que conforman el frente. La conformación de reuniones amplias que permitan la asistencia y participación de personas que no sean representantes y finalmente la realización de asambleas generales que tendrán una periodicidad que se decidirá en el grupo de representantes.

Conclusiones

La premisa planteada por Carlos Marx acerca de que la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos, parece no corresponder a los tiempos actuales, porque a pesar de la existencia de una enorme desigualdad social, de un constante retroceso en las conquistas de derechos laborales y prestaciones sociales que se lograron en el siglo pasado, los trabajadores activos que se encuentran organizados en sindicatos muestran un pensamiento congelado que genera una indiferencia social que raya en la ceguera moral, exhiben un conformismo generalizado ante muestras de autoritarismo y muestran una actitud pasiva ante las violaciones a sus derechos laborales y la eliminación de las prestaciones sociales.

Los pensionados y jubilados al ser los más afectados por estas violaciones a sus derechos de salud y jubilación, son quienes están reaccionando, oponiendo resistencia porque el shock que representa una realidad en la que están perdiendo sus derechos, los coloca en un verdadero riesgo de perder sus vidas, debido a que su salud depende de atención médica oportuna, de citas frecuentes con médicos especialistas, de la garantía del abasto oportuno de medicamentos, de estudios de imagenología oportunos, etc.

La violación al derecho a la salud y al pago oportuno de las pensiones han sido las razones que provocaron un despertar social en estas personas de la tercera edad, por las que se vieron obligados a salir de sus casas para tomar los espacios públicos, reencontrarse con otras personas que se encuentran en la misma situación, descubrir que no son unos cuantos, sino que son centenares y miles los que están padeciendo los mismos problemas, por lo que decidieron organizarse para caminar juntos abriendo un camino al andar, en la lucha por la recuperación de sus derechos creando un frente estatal de jubilados.

Es importante resaltar que los problemas que están enfrentando los pensionados y jubilados afectan también al conjunto de los trabajadores que se encuentran activos (falta de medicamentos, retraso en atención de médicos especialistas, demora en intervenciones quirúrgicas, etc.), por lo que se esperaría que se sumaran a los jubilados y se unieran para luchar juntos por sus derechos en forma organizada, pero esto no sucede, aparentemente están esperando que alguien les resuelva sus problemas.

Los pensionados y jubilados no pueden darse el lujo de esperar porque tiempo es lo que menos quieren desperdiciar en un momento en el cual sus vidas están en riesgo, por lo que decidieron organizarse por su propia cuenta, unirse en un solo frente y mostrarles a los trabajadores activos como se debe actuar en la lucha por la defensa y recuperación de sus derechos. 

Hoy estamos siendo testigos del surgimiento de una nueva figura en la historia de la Humanidad, la figura del pensionado y jubilado como sujetos políticos que asumen su responsabilidad histórica y se presentan en los espacios públicos para visibilizar su presencia luchando en defensa de sus vidas. Por esta razón podemos decir que en el negro horizonte que se observa en el momento presente, surge un nuevo paradigma emancipatorio que se presenta como alternativa de una verdadera transformación social, que emerge como parte de los cambios sociales de nuestra época, una nueva figura de luchador social representada por personas de la tercera edad que muestran un mayor alto de combatividad y resistencia que aquel que se observa en los trabajadores activos, al tomar la decisión de asumir su historicidad (entendida como la capacidad para cambiar la historia) y crear una nueva organización en la que formalicen la unidad de varios grupos de pensionados y jubilados.

Esta unidad de los jubilados es una unidad real, no es una simulación de unidad como la que muestran los dirigentes sindicales, es una unidad auténtica, tan auténtica como lo es el riesgo de perder sus vidas por el desmantelamiento del sistema de salud pública, de ahí proviene el grado de motivación y compromiso de pensionados y jubilados para luchar en defensa de sus vidas.

Diariamente surgen nuevas organizaciones en nuestra sociedad, pero también cada día desaparecen un sinnúmero de organizaciones y dejan de existir por diversos motivos: fallas en su liderazgo, insuficiencia económica, deficiente administración, miopía de mercadotecnia, fallas en la atención al consumidor por empleados que carecen de identidad organizacional por ser sobre explotados. De la participación basada en el compromiso y motivación que presenten los que integramos el frente para lograr los objetivos de esta nueva organización, dependerá que este proyecto organizacional se fortalezca, crezca y se logre uno de los principales objetivos que le están dando vida: la defensa de las vidas de jubilados y pensionados, podemos garantizar esta defensa si logramos actuar en forma unida, organizada y colectiva.

Este nuevo paradigma que representa la unión de varias organizaciones integradas por personas que se encontraban invisibilizados socialmente, representa una esperanza de liberación social para pensionados y jubilados. Pero también representa una esperanza de liberación y un ejemplo a seguir para otros sectores sociales, porque los jubilados y pensionados están enseñando con su ejemplo, que se puede terminar con la dispersión de fuerzas, acabar con el mar de fueguitos y construir nuevas figuras de seres humanos que deciden luchar por la construcción de un mundo mejor, a través de la acción unida, organizada y colectiva.

Yescas, Oscar: Por la defensa de nuestras vidas¡

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/06/porla-defensa-de-nuestras-vidas.html

Yescas, Oscar: El renacimiento de los jubilados 

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/06/elrenacimiento-de-los-jubilados.html

Yescas, Oscar: Manifiesto por la unidad de jubilados sonorenses

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/05/manifiestopor-la-unidad-de-los.html

Yescas, Oscar: Cuando lo viejo se concierte en nuevo y transforma la realidad

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/05/cuandolo-viejo-se-convierte-en-nuevo-y.html

Yescas, Oscar: Notas sobre la marcha de jubilados el primero de mayo en Hermosillo

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/05/notassobre-la-marcha-de-jubilados-el.html

Yescas, Oscar: ¿Por qué los jubilados debemos marchar este primero de mayo?

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/04/porque-los-jubilados-debemos-participar.html

Yescas, Oscar: En busca de la política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/04/enbusca-de-la-politica-oscaryescas.html

Yescas, Oscar: La política detrás de la política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/04/lapolitica-detras-de-la-politica.html

Yescas, Oscar: El abuso de poder y la resistencia ciudadana

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/03/elabuso-de-poder-y-la-resistencia.html

Yescas, Oscar: La deshumanización de la política

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/02/ladeshumanizacion-en-la-politica-elcaso.html

Yescas, Oscar: La lucha de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo

https://oscaryescasd.blogspot.com/2022/01/lalucha-de-los-jubilados-del.html


sábado, 18 de junio de 2022

                                      ¡Por la defensa de nuestras vidas!

Oscar Yescas Domínguez

17 de junio 2022

En artículos previos he manejado la premisa de que algo que no tenemos los que pertenecemos a la tercera edad, es tiempo para desperdiciar. Debemos estar conscientes de que nos encontramos en el ocaso de nuestra existencia y la flama que ilumina nuestras vidas corre el peligro de apagarse en cualquier momento y en cualquier lugar porque cada día que pasa nuestro cuerpo pierde defensas y fortaleza. Por esas razones a nuestra edad debemos priorizar el cuidado a nuestra salud y tener presente de que en caso de no hacerlo e incurrir en excesos, estaremos acelerando la llegada del fin de nuestras vidas.

Algunos padecemos enfermedades propias de la edad y necesitamos tratamiento médico y medicinas en forma oportuna, otros compañeros/amigos/colegas de la misma edad podrán ser asintomáticos y aparentar estar en buen estado de salud, pero las apariencias son engañosas y nuestros cuerpos pagan el costo de los excesos que tuvimos durante nuestra vida de jóvenes y de adultos, de tal forma que la posibilidad de enfermar y fallecer siempre está presente. Escribo estas líneas no con la intención de obsesionarnos con la idea de que en cualquier momento falleceremos, al contrario, la idea es que ante la aceptación de nuestra condición de seres mortales asumamos una actitud positiva ante la vida en el sentido de disfrutarla al máximo en todo momento y tomar en serio la idea de cuidar nuestra salud. 

Cuando los jubilados y pensionados aceptamos participar en la lucha por la defensa de los derechos a la salud y de la jubilación,  encontramos un nuevo sentido a nuestra existencia, porque estamos conscientes de que estamos luchando por la defensa de nuestras vidas.

Al momento de escribir estas líneas los jubilados estamos de luto porque el día de 16 de junio recibimos la noticia del lamentable fallecimiento de nuestro compañero Luis Alfonso Domínguez Carballo. Por respeto a su memoria no quisiera decir en este espacio palabras que ya dije sobre el impacto que provocó su repentina partida y lo que significaba su presencia para quienes nos estamos organizando en forma colectiva para defender nuestro derecho a vivir una jubilación digna.

Quisiera centrar mi reflexión sobre su muerte en señalar aspectos sobre la misma que nadie ha tocado, ni vinculado y que nos afecta a todos los derechohabientes en general y a cada uno de nosotros en particular. El primer punto que deseo destacar es un cuestionamiento acerca del lugar donde falleció: El Hospital San José. Nuestro compañero Luis Alfonso era derechohabiente del Isssteson y debería recibir la atención a su salud en el Hospital Chávez, porque este instituto de salud pública fue creado para brindarnos todos los servicios necesarios que garanticen una adecuada atención a nuestra salud. La muerte de nuestro compañero Luis Alfonso en otro nosocomio, representa un serio cuestionamiento a la calidad del servicio hospitalario que se ofrece en el Isssteson, porque nos pone  a pensar en el porqué eligió ese hospital, o si él no lo eligió, quién y porqué lo enviaron al mismo.

Parece ser que ya se ha hecho costumbre que derechohabientes del Isssteson sean atendidos en el Hospital San José, atendidos por los mismos médicos que trabajan para el Isssteson o por otros médicos. Esto sucede por dos motivos, en el caso de Luis Alfonso Domínguez, él estuvo pagando por muchos años un seguro de gastos médicos mayores con AXXA, un seguro que la diferentes dirigencias sindicales del STAUS promovieron su compra entre la comunidad docente conformada por miles de profesores universitarios que forman parte de la Universidad de Sonora.

Por cierto, el pago de este seguro tiene grandes desventajas ya que representa un alto costo para quien lo adquiere, sólo reconocen pagar determinados padecimientos después de muchos trámites burocráticos y han elevado el costo deducible a niveles realmente indignantes. En lo personal puedo decir que en los primeros años de haber comprado el seguro experimenté una sensación de “estar protegido”, pero esa sensación desapareció con el paso del tiempo y por el testimonio de compañeros universitarios que tuvieron malas experiencias con este seguro, me di cuenta de que estaba malgastando mi dinero, por lo que después de cerca de 20 años de estarlo pagando sin usarlo, tomé la decisión de darme de baja por insatisfacción con el servicio, por el alto costo mensual y por el aumento que hicieron del deducible hace cuatro años.

Viendo hacia atrás, observo que la compra de este seguro no es otra cosa que la privatización del servicio de salud, que representa un negocio millonario para los dueños de la compañía de seguros y que quienes decidimos adquirir este seguro, nos vimos obligados en su momento a aceptarlo por las graves fallas que presentaba el Isssteson en la atención a nuestra salud que ponían en peligro nuestra salud y nuestras vidas. Está claro que la solución a la prevención y cuidado de nuestra salud no es pagando seguros privados porque la experiencia ha demostrado que la corrupción, negligencia y mal funcionamiento también existe en la iniciativa privada. Además de que significa una considerable merma innecesaria en nuestra economía familiar, porque recordemos que estamos pagando al Isssteson una cuota por concepto de servicios médicos, que si sumamos lo que pagamos cada año por este concepto, nos encontraremos con una considerable cantidad de dinero que no sabemos el destino que tienen estos recursos.

Según tengo entendido (a reserva de que esté equivocado porque no tengo la certeza), existe otro motivo por el que derechohabientes del Isssteson son canalizados al Hospital San José por las propias autoridades médicas del Isssteson y esto se debe a la falta de equipo médico necesario, personal médico especializado y la falta de insumos suficientes para operaciones quirúrgicas. Si esto no es verdad, me disculpo previamente y solicitaría que de manera oficial se negara que autoridades médicas del Isssteson han canalizado pacientes al Hospital San José y nos olvidamos de este punto.

Lo que sí es cierto al momento de estar escribiendo estas líneas, es que se cuenta con información que confirma que continúan las quejas por desabasto de medicamentos en el Isssteson, se intenta llamar por teléfono a las farmacias para preguntar si tienen medicamentos en existencia y el personal que labora en las mismas no responde al teléfono (esta situación se reportó por parte de los representantes del movimiento 30 de julio varias veces al Director Jesús Acuña y se comprometió a resolver). Esta falta de comunicación obliga a los derechohabientes a salir de sus casas para acudir a las farmacias del Isssteson para conseguir sus medicamentos, salida que implica varios riesgos porque estamos en la época de altas temperaturas por lo que el salir de casa pone en riesgo la salud de las personas de la tercera edad y la mayoría de las veces encuentra una respuesta negativa, o sólo obtiene una parte de las medicinas que se buscan.

La programación de citas con médicos especialistas se sigue dando con largos meses de espera lo que pone en riesgo las vidas de quienes solicitan tales servicios porque las enfermedades que afectan nuestros cuerpos no esperan, si no se atienden, evolucionan y avanza el riesgo de complicaciones o de fallecimientos. Se han reportado casos en los cuales los derechohabientes requieren de una intervención quirúrgica inmediata y esto no es motivo suficiente para ser atendidos de inmediato, ya que las citas se siguen dando con un gran período de tiempo por delante, lo cual representa un gran problema de administración y puede mencionarse negligencia en la atención médica porque pone en serio riesgo la salud de los derechohabientes.

Todas estas fallas que se siguen presentando en el servicio que ofrece el Isssteson, opacan los logros y cambios positivos que se han dado en la nueva administración, porque debemos tener muy presente que algo que no tenemos los que pertenecemos a la tercera edad y somos derechohabientes del Isssteson, es tiempo para desperdiciar. No podemos aceptar las promesas de un mejoramiento gradual en la atención médica brindada por el Isssteson, porque las enfermedades no esperan, necesitamos un buen servicio médico, consultas oportunas con médicos especialistas y servicios de cirugía ¡AHORA¡, ya que podría decirse sin ánimo de exagerar que nuestras vidas dependen del buen o mal servicio que nos brinde esta noble institución y por esas razones debemos aumentar nuestra participación en las actividades que programe el Movimiento 30 de julio, para actuar en forma unida, organizada y colectiva en lograr la recuperación del Isssteson y con ello garantizar un mejor servicio a nuestra salud.

Para finalizar, quiero decir que he visto varios comentarios en los grupos de Whatssapp del Movimiento 30 de julio lamentando la muerte de nuestro compañero Luis Alfonso Domínguez y en uno de ellos leí una propuesta de honrar su memoria promoviendo ponerle su nombre a alguna de las calles de nuestra ciudad, creo que la mejor manera de honrar la memoria de nuestro compañero Luis Alfonso Domínguez y de otros caídos en la lucha por un mejor servicio, como los compañeros Román Yocupicio y Luis Moreno que fallecieron por falta de atención médica oportuna, es aceptar nuestra condición de sujetos activos que podemos organizarnos para aumentar nuestra participación social en la lucha para recuperar al Isssteson (que es una de las metas del Movimiento 30 de julio) y lograr que ofrezca servicios médicos de primer nivel y que podamos lograr que sus derechohabientes que estamos pagando cuota por concepto de servicios médicos no tengamos necesidad de acudir a otros hospitales que son privados.

Debemos seguir luchando para que se combata la corrupción con acciones concretas y se consiga recuperar el pago de los adeudos que diferentes instituciones tienen con el Isssteson, para que este instituto de salud pública, compre equipo médico de alta tecnología, pueda realizar todo tipo de cirugías, contrate a los mejores médicos del Estado, equipe sus instalaciones con todo el material necesario para atender problemas de salud, mejore el servicio que se da en el área de urgencias y sobre todo, que logremos que el Isssteson vuelva a ofrecer el servicio de consulta médica los fines de semana como se hacía antes, cuando los derechohabientes del Isssteson podíamos acudir a consulta média los sábados y domingos, acudir a las farmacias del Issteson y recibir nuestros medicamentos sin problema alguno.

Los integrantes del Movimiento 30 de julio en general y los integrantes del grupo de representantes que dirige este movimiento, no deseamos ver otra vez la imagen de una corona de flores con el nombre del Movimiento lamentando la muerte de alguno de nuestros integrantes. No queremos más muertes de derechohabientes que fallezcan en hospitales privados, ya que tenemos al Hospital Chávez a nuestra disposición y debemos exigir que se le dote de los mejores equipos necesarios para un óptimo funcionamiento y trabajen en él los mejores médicos, suficiente número de enfermeras y se elimine al personal administrativo innecesario.

La mejor forma de honrar a nuestros caídos y evitar que algún integrante de nuestro movimiento fallezca en las condiciones actuales (desabasto de medicamentos, retraso de consulta con médicos especialistas, ausencia de atención médica los fines de semana, etc.), es transformando nuestra identidad de sujetos pasivos, aceptar que la necesidad nos obliga a luchar y construir una nueva identidad como sujetos activos que aceptamos organizarnos, actuar en forma unida y colectiva para exigir que las autoridades del Isssteson cumplan con su responsabilidad de elevar la calidad y cantidad de los servicios que estamos pagando con las cuotas que se nos descuentan y que actúen como servidores públicos que representan a un Estado que tiene como misión garantizar el bienestar social, dentro del cual se encuentra como uno de los principales derechos humanos que es el derecho a la salud. ¡Esta es la mejor forma de defender nuestras vidas y honrar a los caídos!


Yescas, Oscar: El renacimiento de los jubilados 

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Yescas, Oscar: Manifiesto por la unidad de jubilados sonorenses

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Yescas, Oscar: Cuando lo viejo se concierte en nuevo y transforma la realidad

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Yescas, Oscar: Notas sobre la marcha de jubilados el primero de mayo en Hermosillo

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Yescas, Oscar: ¿Por qué los jubilados debemos marchar este primero de mayo?

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Yescas, Oscar: En busca de la política

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Yescas, Oscar: La política detrás de la política

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Yescas, Oscar: El abuso de poder y la resistencia ciudadana

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Yescas, Oscar: La deshumanización de la política

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Yescas, Oscar: La lucha de los jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo

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domingo, 12 de junio de 2022

                             El renacimiento de los jubilados

Oscar Yescas Domínguez

12 de junio 2022

Introducción

En nuestra sociedad contemporánea en la que se fomenta un consumo desmedido que permita mantener un equilibrio entre una producción masiva y un consumo masivo que en última instancia sólo beneficia a los dueños de las grandes corporaciones que son quienes reciben enormes ganancias por concepto de ventas, predomina una cultura de lo efímero que asigna una corta vida a los productos que consumimos para impulsarnos a desprendernos de aquellos con los que ya tenemos algún tiempo usando y motivarnos a comprar nuevos productos.

Por extensión y asociación, las personas y la vida humana sufren las consecuencias de este estilo de vida que valora sin distinción alguna objetos, bienes y personas en función de la utilidad o el grado de satisfacción que proporcionan. Utilizando una perspectiva que fomenta el consumo se privilegia la imagen por encima del contenido, se hipervalora la juventud y por consecuencia se menosprecia lo que es viejo, anticuado, “pasado de moda” y que ya no es funcional.

Para aquellos afortunados en recibir el derecho a la jubilación después de entregar toda una vida a su trabajo, cambia su suerte porque no sólo se pierde la identidad que nos brinda el ser homo faber, es decir, la identidad social que teníamos debido al trabajo que desempeñamos y gracias al cual teníamos un reconocimiento social. A lo largo de nuestras vidas atravesamos por un funeral de identidades y la de ser homofaber, la identidad laboral que nos proporcionaba un status social termina cuando nos jubilamos y con ello cambia nuestra autoimagen, pero no sólo cambia esa parte de nuestra personalidad psicosocial sino que también cambia la percepción que tienen de nosotros aquellos que nos rodean, porque en algunos casos se llega a percibir a la persona jubilada como persona que va perdiendo valor social.

Por parte de quien se jubila, se debe lidiar con un proceso de transición de alto impacto como lo es dejar una rutina que mantuvimos durante décadas, para encontrarnos de un día para otro, sin actividad definida en nuestra vida cotidiana, cambio brusco que llega a provocar conflictos en varias personas que se jubilan así como con sus familiares. Desde el momento en que se recibe el anuncio de la jubilación, la persona que se va a jubilar experimenta una presión social de jefes inmediatos y compañeros de trabajo para que desocupe su espacio de trabajo cuanto antes para que pueda ser ocupado por quien sustituirá su cargo. A diferencia del momento del ingreso laboral, cuando se recibe con bienvenidas a los nuevos empleados y se les da cursos de inducción y actualización, al momento de la despedida, los jubilados solemos salir por la puerta trasera, sin despedida alguna, sin recibir gracias por la entrega de gran parte de nuestras vidas a la institución o empresa para la cual laboramos.

Algunas personas sienten este cambio como algo muy brusco, que les afecta emocionalmente y en mi experiencia conocí casos de personas que se jubilaron y no soportaron estar en casa, por lo que solicitaron su reingreso a su centro de labores. Otras personas obligadas por las bajas pensiones que reciben, no pueden darse el lujo de mantenerse en el retiro y descansar, por lo que se ven obligadas a buscar un nuevo trabajo, empezando una nueva carrera laboral desde cero y formando parte del grupo de personas que viven en la tercera edad, con todas las desventajas que esto implica.

En casos excepcionales se han registrado suicidios de personas que no soportan la soledad y aislamiento social de la jubilación y acciones de este tipo son las que han dado a un nuevo concepto conocido como “la crisis del jubilado” y se han creado programas de atención para quienes enfrentan esta situación a través de la creación de casas de jubilados, instituciones de salud pública y algunos sindicatos, donde construyen espacios de interacción social para personas de avanzada edad o se imparten cursos de diferentes contenidos con el objeto de reducir el aislamiento social y utilizar una terapia ocupacional con quienes están jubilados.

La situación de transición que se da al recibir la jubilación se complica aún más cuando el estado de salud de los adultos mayores resiente los excesos y descuidos que se tuvieron durante la juventud, o las consecuencias de vivir en condiciones de marginación económica durante décadas por lo que se presentan las enfermedades “propias de la edad”, que impiden que algunas personas jubiladas no puedan valerse por sí mismas, necesitan cuidados y atención especial, atención médica permanente y medicamentos especiales. Por estas consideraciones se ha estereotipado la figura del jubilado(a) al grado de considerarlos como personas en “estado de vulnerabilidad extrema” y las instituciones públicas perciben a los jubilados como una “carga presupuestal en tiempos de crisis”, y se han dado casos en los cuales algunos familiares de jubilados los conciben como una “carga económica”, mientras que buena parte de la sociedad los percibe como “muertos que caminan”, es decir, personas que sólo están en espera de la llegada de la muerte porque sus vidas se encuentran en el ocaso.

Todas estas percepciones son equivocadas sin duda alguna porque ignoran información relevante como lo son los cambios demográficos que han registrado el surgimiento de una “cuarta edad” integrada por personas que tienen una edad que oscila entre los 80 y 90 años. Se ignoran estudios recientes que demuestran que la edad más productiva en la vida del ser humano es entre los 60 y 70 años de edad, como ejemplo de ello se puede mencionar que la edad promedio de los ganadores del Premio Nobel es de 62 años. La edad promedio de los Presidentes de las grandes compañías es de 63 años y los Presidentes de varios países del mundo tienen una edad que oscila entre los 60 y 70 años, como se puede comprobar en el caso de los Presidentes de México, Rusia y Estados Unidos, por mencionar sólo tres ejemplos.  Debemos reconocer que en nuestros tiempos la figura de quien está jubilado(a) está sufriendo una gran transformación, un cambio significativo que marca una gran diferencia entre la percepción popular acerca de esta figura y en lo que se está convirtiendo actualmente y esto se intentará explicar en el capítulo siguiente.

El renacimiento del jubilado(a)

El pasado primero de mayo en Sonora se dio un hecho inédito al presenciar la participación en la marcha que tuvo lugar en la capital sonorense, de una columna integrada por varios grupos de jubilados que marcharon juntos, portando cada agrupación sus mantas y pancartas que los identificaban y que mostraban sus demandas como agrupación. Esa marcha funcionó como un reencuentro entre diversas agrupaciones de jubilados, por lo que los representantes de las mismas decidieron reunirse posteriormente para conocerse entre sí, analizar la coincidencia de las demandas por las cuales estaban luchando por separado y ver la posibilidad de coincidir en futuras movilizaciones.

En la primera reunión que se realizó después del primero de mayo tuvo pocos participantes que representaban a cuatro agrupaciones de jubilados, pero funcionó porque fue una reunión de acercamiento, de reencuentro y de aceptación mutua como camaradas en una lucha en la que cada agrupación de jubilados estaba dando en forma separada, sirvió para identificar coincidencias en los objetivos de cada lucha particular, se vislumbraron objetivos comunes y se reconoció que estaban luchando por lo mismo en forma separada, por lo que acordaron realizar una segunda reunión a la que se invitaría a otras agrupaciones de jubilados que también luchaban por objetivos parecidos y en forma similar, es decir, en una dispersión de esfuerzos realizados por adultos mayores que se resistían al destino que se les asignaba unilateralmente de personas “retiradas”, vulnerables, indefensas, víctimas de violaciones a sus derechos y que sólo estaban esperando la llegada de la muerte.

En esa segunda reunión, hubo más asistencia de personas, también aumentó el número de organizaciones de jubilados representadas y dentro de los que asistieron a la misma se encontraban los Pensionados y Jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo que han sido centro de la atención pública durante lo que va del año, por sus constantes manifestaciones exigiendo la recuperación de los derechos que le retiró en forma unilateral el Presidente Municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán, en una jugada inmoral que contó con la participación del Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Hermosillo Salvador Díaz Olguin, quien aceptó firmar un nuevo convenio que despojaba de varias prestaciones a los pensionados y jubilados.

En esta segunda ocasión cada agrupación de jubilados tuvo oportunidad de exponer las demandas por las que estaban luchando, lo cual permitió reforzar la percepción de que estaban enfrentando problemas similares en su condición de pensionados y jubilados, por lo que partiendo de la premisa de que en tiempos de globalización, los problemas locales tienen un origen global, por lo que se planteó la propuesta de crear un Frente Estatal de Jubilados, que permitiera unir fuerzas, para que el conjunto de organizaciones de pensionados y jubilados se solidarizaran en las luchas que en forma particular estén desarrollando cada agrupación y actuar unidos en la lucha por la defensa del sistema de seguridad social y por la recuperación de los derechos de la salud y jubilación.

Considerando la experiencia de estar viviendo en un sistema que se dice democrático, pero que en realidad se limita a a democracia representativa y aún cuando se maneja el discurso de la democracia participativa, se excluye la participación de los integrantes de las comunidades o representados en la toma de decisiones relevantes y con el objeto de fomentar la participación del conjunto de pensionados y jubilados que ese pequeño grupo reunido representaba, se tomó el acuerdo de que cada organización de pensionados y jubilados sometiera a discusión con sus integrantes la propuesta de que su organización decidiera libremente si aceptaba participar en la creación del Frente Estatal de Jubilados y que en una tercera reunión, se informara de los resultados obtenidos y en función de los acuerdos tomados por separado se decidiera si procedía la constitución del frente que aglutinaría a los pensionados jubilados en el Estado de Sonora.

Esta tercera reunión se realizó este pasado 7 de junio y contó con la asistencia de 29 personas que representaban a 8 organizaciones porque lamentablemente y en contra de lo esperado, los representantes de los Pensionados y Jubilados del Ayuntamiento de Hermosillo no asistieron a tan importante reunión. Esto no detuvo a los asistentes a esa reunión y los representantes de cada organización de jubilados procedieron a presentar el informe de la consulta que realizaron con los miembros de sus organizaciones y se registró que la mayoría de las organizaciones votaron a favor de participar en la creación del Frente Estatal de Jubilados. Cabe mencionar que la Asociación de Pensionados y Jubilados de la Universidad de Sonora informó que la consulta formal la realizaría dos días después mediante asamblea virtual y al momento de redactar estas líneas se cuenta con la información de que acordaron participar y ser parte del Frente Estatal de Jubilados.

Las organizaciones que suscribieron el acuerdo de construir el Frente Estatal de Jubilados son las siguientes:  (1) Jubilados de la sección 15 del Sindicato de Telefonistas de la República mexicana, (2) Asociación de Pensionados y Jubilados de la Universidad de Sonora Prof. Adalberto Sotelo, A. C., (3) Alianza Estatal de Jubilados y Pensionados federalizados en Movimiento (ISSSTE), A.C., (4) Coalición Nacional de Jubilados y Pensionados Prof. Elpidio Domínguez, (5) Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores de la República Mexicana (CONJUPAM).(6) Asociación Nacional Ideal Sonora de Adultos Mayores.

En esta memorable ocasión no hubo prensa de por medio, no hubo declaraciones o mensajes en redes sociales acerca de este singular acontecimiento, a pesar de la relevancia histórica que tiene el mismo. Por esas razones el objetivo del presente escrito es contribuir a lograr una percepción de la pertinencia histórica y el valor político del acuerdo tomado por cerca de una treintena de personas que representan a miles de pensionados y jubilados.

Implicaciones políticas de la creación de este Frente Estatal de Jubilados

En primer lugar, debemos destacar que nos encontramos ante el surgimiento de un nuevo movimiento colectivo que no agrupa a personas, en realidad estamos frente al surgimiento de una organización integrada por varias organizaciones. Esta nueva organización es un movimiento auténticamente ciudadano, ajeno por completo a los partidos políticos y autoridades gubernamentales.

Destaca también el hecho de que es el resultado de un ejercicio de democracia participativa, un concepto que se utilizado por la clase política en sus campañas electorales, pero abandonado una vez que se encuentran en el poder, porque continúan practicando la democracia representativa, ya que continúan tomando decisiones sin consultar a sus comunidades, a sus representados que los llevaron al poder del cual hoy disfrutan.

La sola presencia del Frente Estatal de Jubilados contribuye a llenar el vacío de liderazgo provocado por la ausencia de dirigentes sindicales y políticos que han dejado solos a los trabajadores y jubilados frente a los problemas que enfrentan por violaciones a sus derechos a la salud y jubilación, por lo cual los jubilados tuvieron necesidad de reconstruirse a sí mismos, dejar atrás su identidad de víctimas y asumir una identidad de sujetos políticos en la medida que los problemas que enfrentaban en forma dispersa provienen de la implementación de políticas públicas y de actos de corrupción cometidos por políticos que actuaron como deficientes funcionarios públicos.

Debe destacarse también que la lucha que realizan los grupos de jubilados que aceptaron actuar unidos en el nuevo Frente Estatal de jubilados, es una lucha que beneficia también a los trabajadores activos en la medida de que luchar por el derecho a la salud traducida en una atención médica de calidad, abasto eficiente de medicamentos y estudios médicos especializados, son servicios que benefician a los trabajadores activos y sus familiares. Igual podría decirse de la lucha por la defensa del derecho a la jubilación, un derecho que está en riesgo de desaparecer y que los trabajadores que hoy están activos no disfrutarán si llega a desaparecer.

La inactividad, pasividad y conformismo que presentan los trabajadores activos ante la violación de los derechos a la salud y a la jubilación, contrasta con el activismo que presentan los jubilados quienes con su actuación destruyen la imagen social que se tiene de ellos como personas débiles, enfermizas y en “estado de vulnerabilidad social”, ya que los jubilados han estado defendiendo sus derechos de manera combativa y esta diferencia entre una actitud pasiva y otra combativa se observó en la marcha del primero de mayo, cuando por primera vez, se integró una columna de jubilados de varias organizaciones exigiendo con firmeza respeto a sus derechos y luchando por la recuperación de los mismos.

Mientras los trabajadores activos permiten que la corrupción sea la característica del comportamiento de varios de los líderes sindicales que los representan y aceptan que impere la antidemocracia en el funcionamiento de sus sindicatos al no ser tomados en cuenta en las decisiones que toman sus líderes, los jubilados por otro lado, crean su propia organización, la construyen desde abajo, discutiendo con libertad, en condiciones de igualdad y acordando que el Frente sea una agrupación amplia y plural de las diversas organizaciones de trabajadores jubilados y pensionados.

Por consenso, acuerdan que el objetivo central sea la defensa conjunta de la Seguridad Social Integral, que permita asegurar una vejez digna a la clase trabajadora. Su naturaleza de organización independiente de partidos políticos y autoridades gubernamentales, le garantiza funcionar en base a una democracia participativa, que garantice que las decisiones que se tomen sea en base al consenso y la estructura que se pretende .

En este contexto podemos decir que cuando los integrantes de una comunidad se ven afectados por problemas sociales y se reúnen para discutir los problemas que los afectan y acuerdan crear un frente colectivo que les permita actuar en forma unida, organizada y colectiva en la lucha por la recuperación de sus derechos, la suma de varios esfuerzos no sólo contribuye a fortalecer a ese colectivo, también fortalece a quienes lo integran en forma individual, porque cambia su percepción de la realidad al descubrirse a sí mismos como miembros de una comunidad que experimentan los mismos problemas.

Fortalece a la nueva organización de organizaciones, porque suman fuerzas y crean un empoderamiento individual y colectivo, ajeno a los partidos políticos o autoridades gubernamentales y descubren un poder popular que antes no percibían, que les permitirá reducir la asimetría con la que se ejerce el poder en detrimento de la ciudadanía . La creación del Frente Estatal de Jubilados fortalece a la ciudadanía y a la propia sociedad, porque es una forma de enseñar con el ejemplo mostrando que la participación colectiva en los espacios públicos permite que las voces de los sectores marginados o silenciados se escuchen, ayudan a que se visibilice la presencia de esos agrupamientos colectivos y se de una especie de “nacimiento”, porque un importante sector de la sociedad considerado “en condiciones de retiro”, surge como un grupo social emergente, construyendo en la acción una identidad de sujetos activos, que reconocen su historicidad, es decir, su capacidad para cambiar el rumbo de la historia y obligados por la necesidad salen de su privacidad para tomar el espacio público, reunirse con otras personas que se encuentran en condiciones semejantes y unir fuerzas para encontrar respuestas a sus demandas.

Conclusiones

Desde el momento en el que varios grupos de jubilados nos unimos para participar en la marcha del primero de mayo, conquistando con nuestra sola presencia un lugar dentro del contingente sin pedir autorización alguna a los organizadores, partiendo de la premisa de que “no se pide permiso para ocupar los espacios de lucha, simplemente se toman y se ocupan”, aquellos que participamos en dicha marcha compartimos un sentimiento de fraternidad, hermandad y unidad. Una unidad que no incluía a los trabajadores activos porque ellos marchaban con actitud festiva, olvidando que el primero de mayo no es un día de fiesta, sino de protesta. Nunca como antes el ser diferentes provocó tanta sensación de orgullo porque el contingente de jubilados se caracterizó por su dignidad, firmeza y unidad en la lucha por la recuperación de nuestros derechos.

En aquellos momentos mientras caminábamos sentimos que estábamos abriendo brecha por un camino no andado antes, como si camináramos atravesando un pórtico que nos transformaba al visibilizar nuestra presencia, negada hasta ese momento en otras manifestaciones del primero de mayo. Con cada paso que dábamos destruíamos un “pensamiento congelado” que mantenía atrapado la figura del jubilado en un estereotipo de persona débil, indefensa y en espera de lo inevitable.

Con la formación del Frente Estatal de Jubilados, quienes formamos parte del mismo actuamos con una actitud basada en un realismo que nos permite estar en ventaja con respecto a los trabajadores activos, porque los jubilados podemos vincular un pasado con un presente a través de un “shock con una realidad excluyente” que intenta dejarnos fuera de la escena social y de esta manera estamos en mejores condiciones para construir un futuro mejor a la situación actual, porque no estamos buscando definir quienes somos, sino más bien, estamos expresando nuestra opinión de quiénes no queremos ser, mientras que los trabajadores activos sólo parten del presente, no tienen definido quienes son, porque los sindicatos han perdido su identidad como organizaciones que surgieron para defender los intereses de los trabajadores y los trabajadores sindicalizados no tienen una identidad sindical, no han construido un sentimiento de pertenencia al mismo, no cuentan con un pasado, ni con consciencia de clase y siguen atrapados en un eterno carpe diem que les impide visualizar que la lucha de los jubilados es un espejo de lo que les espera en su futuro.

Con la creación del Frente Estatal los jubilados estamos reapareciendo en la escena social, nos estamos visibilizando ante quienes negaban nuestra presencia, estamos diciendo en forma conjunta, con una voz colectiva que difícilmente será opacada: aquí estamos, seguimos estando vivos, estamos naciendo de nuevo, apareciendo frente a los otros haciéndoles saber que no sólo estamos en este mundo, sino que formamos parte de su dinámica social al asumir un rol de sujetos activos y usando la acción acompañada de un discurso para convertir esa acción en acción política, contribuiremos a lograr una transformación social. Partimos de una concepción de la política no como algo que nos separa, sino más bien como algo que nos une, porque cuando los seres humanos actuamos libremente como sujetos activos y con libertad de pensamiento, es cuando encontramos el sentido real de la política.

La filósofa alemana Hanna Arendt (2,008) nos describió que la política representaba una promesa para la humanidad en el sentido de que “la política debe ser el esfuerzo colectivo de una gran pluralidad de seres humanos para vivir juntos y compartir la tierra en un ambiente de libertad garantizadas”.

Los jubilados hemos decidido iniciar una acción: crear un Frente Estatal de Jubilados, esta acción la estamos realizando en un ambiente de total libertad y pluralidad. Partiendo de que cualquier acción humana no sucede en el aislamiento y que el inicio de una acción es el inicio de una cadena de acontecimientos, estamos conscientes de que no estamos comenzando algo, sino que alguien (los jubilados) estamos iniciando un proceso de transformación de la realidad social, al luchar por la recuperación de nuestros derechos y que en este proceso nos estamos transformando a nosotros mismos, al encontrar un nuevo sentido a nuestra existencia.

Una existencia que se nos negaba al estereotiparnos como sujetos pasivos, conformistas, débiles, pero que con nuestra iniciativa de unir esfuerzos y crear el Frente Estatal de Jubilados estamos creando una nueva figura del jubilado, esta nueva figura es la de un sujeto activo que actúa como agente de cambio social y encabeza la lucha por la recuperación de los derechos perdidos.

Con esta iniciativa estamos revalorando al mundo, descubriendo que los seres humanos solo somos libres cuando actuamos, porque ser libre y actuar son conceptos que no pueden estar separados, si no se actúa, si se permanece inmóvil, no existe la libertad y los jubilados demostramos ser libres al crear una organización horizontal, con liderazgo distribuido y compartido y fortalecer un sentimiento de pertenencia de quienes participan en este gran esfuerzo que marcará un antes y un después de la lucha social en Sonora, porque al participar en la lucha por la recuperación de nuestros derechos, nos estamos transformando en forma individual y contribuimos a lograr una verdadera transformación social, basada en el ejercicio de la democracia participativa.

Arendt Hanna: ¿Qué es la política?

Editorial Ariel. Buenos Aires, 2,019

Castoriadis, Cornelius: Los dominios del hombre

Ed. Gedisa, Barcelona, 2,005

Yescas, Oscar: Manifiesto por la unidad de jubilados sonorenses

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