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jueves, 5 de mayo de 2022

 

Notas sobre la marcha de jubilados el primero de mayo del 2022  en Hermosillo

Oscar Yescas Domínguez

05 de mayo del 2022


Este domingo 1ro. de mayo en Hermosillo, Sonora se hizo realidad aquella premisa que dice que “si las personas se dieran cuenta de que si una pequeña acción individual es realizada en forma coordinada por cientos o miles de personas, se crearía un poder social con la suma de tantos esfuerzos que sería capaz de provocar grandes cambios sociales, es entonces cuando comprenderían la necesidad de aumentar su participación social”.

El día internacional de los trabajadores en la capital sonorense fue muy diferente a las marchas de otros primeros de mayo, y no fue precisamente por la enorme cantidad de gente que asistió (algunos cálculos oscilan entre 25,000 y 30,000 personas todos ellos trabajadores organizados en diferentes sindicatos), lo que en realidad resaltó como algo nuevo y llamó la atención de los asistentes a esta marcha, así como de autoridades gubernamentales y de los medios de comunicación masiva, fue la significativa presencia de un agrupamiento de aproximadamente un centenar de jubilados que respondieron a la convocatoria del Movimiento 30 de julio para conquistar un espacio en la columna de manifestantes.

Todos sabemos que este tipo de eventos tiene una organización previa en virtud del gran número de organizaciones participantes y a cada sindicato se le asigna un orden dentro de la columna de manifestantes, también es sabido que los dirigentes sindicales han olvidado que el primero de mayo es un día de lucha y combatividad porque se conmemora el asesinato de trabajadores que en 1886 organizaron una marcha en Chicago para exigir reducción de la jornada de trabajo y aumento salarial entre otras prestaciones.

Durante el prianismo las marchas del primero de mayo se caracterizaron por mostrar actitudes de sumisión al gobierno en el poder por parte de la mayoría de dirigentes sindicales, logrando algunos de ellos “el honor de ser invitados al presídium”, en premio a la función de contención y control de los trabajadores que pertenecen a su sindicato. Un ejemplo de ello es Luis Antonio Castro Ruiz, dirigente del Sutspes, quien tiene más de 20 años ocupando la dirigencia de ese sindicato y ha gozado de canonjías que le otorgaron Gobernadores priístas y panistas a cambio de controlar a los trabajadores del Gobierno del Estado. Al parecer pretende seguir por ese mismo camino en el nuevo gobierno de Alfonso Durazo que representa a Morena.

En este 2022 la situación fue distinta porque los trabajadores sindicalizados salieron a las calles después de dos años sin manifestarse por motivo de la pandemia, una crisis sanitaria que provocó un apagón del sistema económico y el cierre de miles de empresas en varias partes del mundo, por lo que miles de trabajadores se quedaron sin empleo y se agudizó la crisis económica afectando las condiciones de vida de millones de personas.

Considero importante mencionar que tuvimos un factor nuevo en la marcha del primero de mayo de este año, ya que fue la primera vez que la marcha sería encabezada por el Gobernador Alfonso Durazo, quien pretendió darle un significado diferente a esta conmemoración acompañando a pie al contingente inicial, lo que provocó que el nivel de protesta y exigencias descendiera ya que junto a las demandas y consignas de los oradores que se detuvieron frente al templete donde estaba el Gobernador, terminaban su discurso expresando su adhesión o simpatía a la Cuarta Transformación.

Pero al margen de esta estrategia gubernamental, los organizadores de la marcha no contaban con la presencia de varias agrupaciones de pensionados y jubilados que están construyendo un movimiento ciudadano, sin filiación hacia ningún partido político y han estado luchando por la recuperación de los derechos a la salud, a la jubilación, por la recuperación del Isssteson y el castigo a los responsables de actos de corrupción. En este período de lucha los grupos de pensionados  y jubilados han logrado posicionarse como un movimiento ciudadano cuyos representantes han logrado conquistar el papel de interlocutores sociales y con las movilizaciones están construyendo un poder ciudadano que ha sido reconocido por el propio Gobernador Alfonso Durazo ya que les ha permitido sentarse en la mesa de las negociaciones con funcionarios de primer nivel del Gobierno del Estado, con quienes se han logrado solucionar parcialmente el problema del desabasto de medicamentos, atención médica con especialistas y garantizado el pago oportuno de las pensiones y jubilaciones.

Pero el principal logro que han obtenido los pensionados y jubilados  es el empoderamiento individual de sus integrantes que ya dejaron atrás el sentimiento de abandono, soledad e impotencia porque se han dado cuenta de que no son unos cuantos. El surgimiento de varios grupos de pensionados y jubilados que se están movilizando han venido a cubrir un vacío de liderazgo provocado por la ausencia de los dirigentes sindicales que perciben a los jubilados como “muertos vivientes” a quienes no vale la pena defender sus intereses porque algunos ya no pagan cuotas sindicales o se encuentran en el ocaso de sus vidas.

El reconocimiento de que existen varias agrupaciones de jubilado viene a darnos un nuevo sentido a la existencia de los jubilados al cambiar su autoimagen y dejar de verse a sí mismos como víctimas de actos de corrupción, para empezar a construir una nueva identidad como sujetos activos que luchan por la recuperación de los derechos que estaban siendo violados, esta nueva  como actores sociales permite asumirse como sujetos políticos que están tomando consciencia de que actuando en forma unida, organizada y colectiva podrán lograr una mejor defensa de sus intereses colectivos.

En este contexto de desarrollo y crecimiento de agrupaciones de pensionados y jubilados se evidenció claramente el primero de mayo pasado al concretar la imaginativa idea de que un contingente de jubilados participara junto a los trabajadores organizados en sus sindicatos. La idea sonaba descabellada en principio porque el primero de mayo es el día en el que los trabajadores activos de todo el mundo salen a protestar por sus condiciones de trabajo, a exigir solución a sus demandas de mejores condiciones de trabajo, aumentos de salario, etc. En la historia del primero de mayo no se tenía registro alguno de que algún contingente de jubilados hubiera participado en la columna de manifestantes.

Pero esas aparentes objeciones no detuvieron a integrantes de varias agrupaciones de jubilados que decidieron integrarse a la columna oficial del desfile del primero de mayo en Hermosillo, Sonora, logrando hacer historia porque fue la primera ocasión en la que los jubilados y pensionados se manifestaron  junto a los trabajadores activos. Los temores y las dudas que se tenían acerca de la posibilidad de que hubiera poca respuesta y se tuviera una baja participación en esta marcha, considerando que muchos jubilados padecen enfermedades que les impiden caminar y la apatía que han mostrado varios jubilados hacia la participación en otras actividades públicas en exigencia del derecho a la salud, no detuvieron a quienes se integraron a la columna oficial del desfile del primero de mayo, fue evidente que quienes participaron tenían una gran convicción de que estaban haciendo lo correcto.

Sabíamos que seríamos pocos los manifestantes, que seríamos los mismos rostros que siempre nos presentamos en las actividades públicas, pero eso no nos detuvo, para ampliar la participación en forma unida con otros jubilados realizamos reuniones con otras organizaciones como los jubilados y pensionados del Issste, Coalición Nacional de Jubilados, Sección Sonora, Pensionados y Jubilados de la Universidad de Sonora y Jubilados del Ayuntamiento que se encuentran luchando por sus derechos.

También sabíamos que no teníamos asignado un espacio dentro de la columna de miles de manifestantes, pero aún así nos presentamos el día primero de mayo a primeras horas de la mañana y bajo la consigna de que “no se pide permiso para ocupar los espacios de lucha, los espacios de lucha se conquistan”, logramos incorporarnos detrás de los contingentes del Staus y del Steus, ya que buena parte de integrantes del Movimiento 30 de Julio provienen de ambos sindicatos.

Con alegría vimos que antes de iniciar la marcha se habían incorporado en el punto acordado decenas de personas  portando las mantas de sus organizaciones. Al momento de iniciar la caminata ya sumábamos un número aproximado de 100 jubilados portando la mayoría de ellos pancartas que llamaban la atención de los trabajadores de otros sindicatos por las consignas que contenían y que no eran muy diferentes a las consignas de los contingentes de trabajadores activos.

Llegó el momento de empezar a caminar y con cada paso que avanzábamos sentíamos que empezamos a escribir un nuevo capítulo en la historia del primero de mayo en Hermosillo, Sonora, porque estábamos dando voz a un sector ignorado y silenciado hasta entonces en ese espacio, con nuestros cuerpos logramos visibilizar la presencia del jubilado marchando junto a los trabajadores activos, con nuestra presencia logramos representar a todos aquellos jubilados que por estar en condición de retiro laboral ya son ignorados por dirigentes sindicales y sobre todo estábamos plenamente conscientes de que también estábamos representando a todos aquellos jubilados que no pudieron acompañarnos por motivos de salud.

Con cada paso que dábamos, estábamos destruyendo el estereotipo de los jubilados que son considerados como “personas en estado de vulnerabilidad social”, que no pueden defenderse por sí mismos, caminamos erguidos, con la cabeza en alto, la mirada al frente, mostrando gran porte y dignidad, alzando con nuestras manos las numerosas pancartas en las que escribimos nuestras consignas y demandas, demostrando en cada paso que estábamos vivos, que todavía tenemos fuerzas suficientes como para caminar bajo el sol y que la fuente de nuestras fuerzas era la consciencia de que todavía podemos luchar por nuestros derechos si actuamos en forma organizada, colectiva y unida.

Eso minutos que duró la marcha fueron disfrutados sin duda alguna por los jubilados y activos que participaron en la marcha, fueron momentos en los que experimentamos un sentimiento de hermandad, un sensación de alegría, camaradería, solidaridad y orgullo por estar marchando ese primero de mayo, porque sabíamos que estábamos escribiendo un nuevo capítulo en la historia del primero de mayo y estábamos conscientes de que a partir de este domingo primero de mayo del 2022, en los próximos años en cada conmemoración del primero de mayo, estaría presente una columna de jubilados marchando junto a los trabajadores activos para luchar por la recuperación de nuestros derechos.

Aquellos que no asistieron a la marcha, ya sea por motivos de salud o por indiferencia social, se perdieron de ser parte de una grata experiencia que quedó grabada en la memoria de quienes sí estuvimos presentes. El contingente de jubilados destacó por su presencia inédita, destacó también porque asistieron personas marchando en sillas de ruedas y lo que más destacó fueron los discursos planteados frente al Gobernador y autoridades exigiendo solución a las demandas de garantía de abasto suficiente de medicamentos, mejoras en el servicio médico, rescate financiero del Isssteson y castigo a los responsables de actos de corrupción.

En ningún momento del discurso se hizo muestra de sumisión alguna a la autoridad en turno, ninguna referencia apoyando a al Cuarta Transformación, simplemente se expresó el sentir de los jubilados, se logró hacer escuchar su voz, se expresaron nuestras demandas de lucha, y se visibilizó ante miles de personas presente y otros miles que veían a través de los medios masivos de comunicación, la presencia de los jubilados como auténticos luchadores sociales, como sujetos políticos que comparten un despertar social y que en esta ocasión, contra todo pronóstico, logramos mostrar mayor combatividad, energía, unidad y firmeza que el resto de trabajadores activos, una combatividad que se notó en el discurso y en el lenguaje corporal de los jubilados manifestantes, además de que los jubilados que estuvimos haciendo acto de presencia lo hicimos en forma voluntaria, sin medio de coerción alguno y actuamos con gran dignidad, unidad, organización y firmeza.

¿Cuál es la lección que podemos extraer de esta experiencia del primero de mayo? Para empezar, destacar que existe un aprendizaje que se adquiere en las luchas sociales, el primero de ello es que confirmamos que hombres y mujeres actuando en forma organizada, colectiva y unida, tenemos capacidad de realizar grandes cambios sociales sociales, si algo no existe, esto no debe detenernos porque juntos podemos crearlo a través de la acción. La sociedad es una creación humana, las leyes son creaciones humanas, los partidos políticos son creaciones humanas, los sindicatos son creaciones humanas.

El Movimiento de pensionados y jubilados es una creación humana que ha cobrado vida gracias a la participación social de quienes formamos parte del mismo, la participación colectiva en este movimiento nos brinda un sentimiento de pertenencia a una creación que nosotros estamos construyendo, estamos creando los cimientos de una organización emergente, ciudadana y plural que  nos brinda un nuevo sentido a nuestra existencia y nos proporciona una sensación de seguridad social, nos permite dejar atrás aquellos sentimientos de abandono, soledad y aislamiento que algunos experimentan en su estado de jubilación porque son abandonados a su suerte.

Gracias a la unión de esfuerzos de todos los que asistimos a esta marcha, podemos decir que el balance de nuestra participación en la misma es exitoso. Nos muestra que el camino para lograr solución a nuestros problemas individuales de salud y de jubilación se encuentra a través de la participación organizada, unida colectiva.

Recordemos que en tiempos de globalización los problemas locales tienen un origen global, las agresiones a los intereses de los jubilados se dirigen también en contra de los trabajadores y el ejemplo claro de ello es que la jubilación es un derecho que las nuevas generaciones no podrán disfrutar si continúan con su indiferencia social, falta de participación sindical y de compromiso social. Son los trabajadores activos quienes tienen la gran responsabilidad de luchar por la independencia sindical y marcar una distancia con quienes intentan controlarlos de manera oficial, son los trabajadores quienes tienen que democratizar a sus sindicatos para que estos recuperen la función para la cual fueron creados y que se reivindica cada primero de mayo: defender los derechos e intereses de la clase trabajadora.

Debemos tener presente que la lucha en defensa de los derechos a la salud, de la jubilación, por el rescate del Isssteson y castigo a los responsables de actos de corrupción que dejaron en quiebra las finanzas del Gobierno de Sonora, nos coloca de frente en una lucha política, porque estamos enfrentando políticas que pretenden privatizar los servicios públicos para beneficiar a las grandes compañías transnacionales en perjuicio de los trabajadores y población en general.

Mientras ocurre ese despertar sindical, los jubilados ya llevamos un buen trecho caminando en la lucha por la recuperación de nuestros derechos, enseñando con nuestro ejemplo que la lucha es continua y que es posible defender nuestros derechos y recuperar aquellos derechos perdidos si se actúa en forma organizada, colectiva y unida como lo hicimos en este primero de mayo, fecha en la cual los jubilados y pensionados mostraron su capacidad de organización, unidad y movilización, descubriéndose a sí mismos en su papel como movimiento puntero en la lucha por la defensa de los derechos a la salud y de la jubilación, demandas que benefician también a los trabajadores activos.

¿Qué sigue después del primero de mayo? Debemos crear un Frente que agrupe a las fuerzas de todas las organizaciones de pensionados y jubilados, para participar en las diferentes actividades a las que se les convoquen. Debemos extender nuestro movimiento fuera de la capital sonorense y apoyar la organización de comités en cada ciudad de Sonora integrados por pensionados y jubilados que acepten sumarse a nuestra lucha por la recuperación de nuestros derechos, para lograr que el frente de jubilados sea en verdad una organización con sedes en todo el Estado de Sonora.

 Al marchar juntos demostramos que ser jubilado no significa ser anquilosado porque seguimos estando vivos, seguimos existiendo y sobre todo, seguimos luchando por la recuperación de nuestros derechos. Para aquellos que no pudieron asistir, les comparto este video en el cual se grabó el mensaje del Movimiento 30 de julio en este primero de mayo del 2022:

https://www.youtube.com/watch?v=lx_HXV1SpJ0&t=74s&ab_channel=OscarYescas




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