viernes, 10 de abril de 2020


¿Qué hacemos con la venta del Cárcamo?
Oscar Yescas Domínguez.
10 de marzo de 2,020

La mayoría de los jóvenes nacidos en este siglo carecen de una memoria histórica, no quisiera que esto sonara como comentario que los menosprecie, por lo que me disculpo si suena de esa forma. A lo que me refiero es que aquellos que tenemos más edad, conocemos la historia de nuestras ciudades porque hemos sido testigos de su transformación a lo largo de los años, mientras que una gran mayoría de la población joven desconoce la historia del lugar donde vive.
Quizá algunas personas piensen que la ciudad de Hermosillo siempre ha sido así, pero la verdad es que se le ha transformado radicalmente en las últimas décadas. He vivido la mayor parte de mi vida en la capital sonorense y he visto como ha evolucionado nuestra ciudad. Por ejemplo, puedo decir que estudié en la Escuela Secundaria Número 24 y las prácticas de Educación física las hacíamos en la Unidad Deportiva del Vado del Río (sí, para los que no lo sabían había una gran unidad deportiva en el lecho del Vado del Río, que tenía alberca olímpica, pistas para correr, y para otras actividades deportivas).
Debido a esa oportunidad de ejercitar en mi adolescencia desarrollé mi físico y llegué a ser pentatleta, obteniendo récords en carrera de cien metros, carrera con obstáculos, lanzamiento de jabalina, lanzamiento de bala y natación, mientras hacíamos ejercicio teníamos frente a nosotros como escenario la majestuosidad del Cerro de la Campana.
Lamentablemente hoy en día sólo nos quedan recuerdos de esa unidad deportiva ya que desapareció para construir un hotel, un casino y otras construcciones.
En un pasado reciente recuerdo que en el lugar donde se encuentra ubicado el Museo de Arte de Sonora Musas, existía un gran vivero que era un verdadero pulmón para nuestra ciudad capital, el cual desapareció reprimiendo con la fuerza de la policía a ambientalistas que se oponían a la destrucción de cientos de árboles.
Ejemplos como este hay muchos, lo que quiero resaltar es el hecho de que en nuestra ciudad el asfalto y el concreto han ido creciendo en forma imparable y descontrolada, mientras que los árboles han ido disminuyendo al igual que los espacios públicos que la ciudadanía utilizaba para esparcimiento o para practicar deporte.
Los parques de nuestra ciudad lucen descuidados, no se les da mantenimiento y las opciones de esparcimiento y lugares para practicar deporte se han reducido drásticamente en nuestra ciudad.Toda esta transformación de nuestro medio ambiente ha contribuido a que en época de verano padezcamos temperaturas muy altas y los veranos sean muy largos.
He tenido el privilegio de viajar por varias ciudades del país y de Estados Unidos y siempre que regreso a Hermosillo experimento sentimientos encontrados, primero un gran placer por estar de nuevo en casa (no place like home), pero también sentimientos de pena ajena, verguenza y coraje por ver el atraso en el desarrollo urbano, carencia de infraestructura vial, ausencia de nomenclatura en las calles, basura por varias partes de la ciudad (cuando no hace mucho Hermosillo era de las ciudades más limpias del país), contaminación por polvo, calles con baches, etc., pero sobre todo ausencia de espacios públicos donde la población pudiera asistir sin necesidad de hacer pago alguno por ingresar a ellos.
El día de ayer compartí en uno de los muros que utilizaba en mis seminarios que impartía en le Universidad de Sonora para estar en contacto con mis estudiantes y que todavía mantengo activos, una publicación de Rafael Pacheco dirigente de la Agrupación Amigos de la Laguna de La Sauceda, en la cual describía el proyecto “Laguna La Sauceda. El oasis de Hermosillo”, en el cual brinda información importante acerca de los mantos freáticos ubicados en ese estratégico lugar y en esta área semidesértica en la cual está ubicada nuestra ciudad.
Inmediatamente después de publicarlo en la sección comentarios debajo de esta publicación me pregunta el mismo Rafael Pacheco: “Qué hacemos?”. En principio no pude responder porque sentí y compartí esa desesperación e impotencia que sentimos centenares y quizá miles de hermosillenses ante la sordera y falta de respuesta de las autoridades municipales a las múltiples peticiones que la ciudadanía hermosillense ha manifestado para detener la venta del predio denominado El Cárcamo.
No tengo representatividad política porque no pertenezco a partido político alguno, sólo tengo mi palabra respaldada en mi nombre y un prestigio que he cuidado en toda mi vida.

Sólo soy un trabajador intelectual con amplia experiencia, pero como cualquier intelectual, soy un simple ciudadano que comparte sus opiniones que tienen el mismo valor que la de otro ciudadano, ya que parto de la concepción del intelectual como la describe el filósofo griego Corneluis Castoriadis: “El intelectual es o son aquellos que cualquiera que sea su oficio procuran rebasar su esfera de especialización y se interesan activamente en lo que acontece en su sociedad. Son aquellos que merced al uso de la palabra y la formulación explícita de sus ideas generales, pueden intentar influir sobre la evolución y el curso de la historia”.
Sobre esas bases siempre he intentado ligar la teoría con la práctica, porque como decía otro gran autor Kurt Lewin: “nada hay más práctico que una buena teoría” y en esa perspectiva he intentado influir en los acontecimientos de nuestra sociedad a través de la publicación de mis artículos en los últimos quince años utilizando mi blog personal.
Regresando a la pregunta ¿qué hacemos con la venta del Cárcamo? Sobre este tema he escrito 3 artículos que tuvieron una amplia difusión, un cuarto artículo no creo que por sí sólo hará la diferencia para evitar la consumación de este atraco en despoblado, porque la decisión de vender este predio se tomó en forma aislada, por parte de un pequeño grupo que ya sabemos que no representa al pueblo hermosillense y se hizo en plena contingencia de cuarentena por el la pandemia del Covid-19.
Pero lo que creo que sí puede hacer la diferencia es que este problema no es asunto de unos cuantos, es un problema que afecta al conjunto de la población hermosillense y si aumenta la participación de la ciudadanía y si se manifiesta masivamente en contra de esta medida antipopular y contraria a los intereses de la ciudadanía hermosillense, creo sinceramente que podríamos detener esta operación “manitas oscuras” . El problema del intento de venta de un terreno público nos conscierne a todos, no es un asunto ajeno a la ciudadanía hermosillense, ya que se está actuando en su nombre para despojarlo de un terreno que es utilizado por parte de la ciudadanía para practicar deporte.
Nuestras vidas privadas están determinadas por las políticas de quienes ostentan cargos públicos, ya sea por la implementación de políticas públicas o la ausencia de ellas en la gestión de quienes se encuentran en posiciones de poder. Lo político se encuentra en cada uno de los actos de nuestra vida cotidiana, desde el precio que pagamos por el consumo del agua, de gasolina, de electricidad, de los precios de los artículos que consumimos, la tarifa del transporte público, la presencia o ausencia de espacios públicos para esparcimiento familiar.
Debemos dejar a un lado la idea de que la política es sólo para los políticos, de que la política es “algo malo” porque los políticos son corruptos. El estado de abandono de nuestra ciudad ha llegado a ese punto por la indiferencia social, por la apatía de la población en la participación en política. Hemos olvidado que quienes ocupan cargos públicos son servidores públicos que cobran sus sueldos gracias al pago de impuestos que paga la ciudadanía y su función principal es satisfacer las necesidades públicas.
Debemos tomar consciencia del vínculo que existe entre lo público y lo privado, la venta de un terreno público propiedad del ayuntamiento, aparentemente no afecta a nuestras vidas privadas, pero en realidad sí lo afectará hoy y mucho más mañana. Si se concreta esta venta la ciudadanía tendrá un espacio menos para tener actividades de esparcimiento. Nuestros hijos y las generaciones futuras verán disminuidas sus opciones para practicar deporte.
Pero lo más grave es que si se concreta esta operación de venta de un terreno público, habremos perdido la oportunidad del cambio social que se inició con el cambio electoral del 2,018 al triunfar Morena y López Obrador en todo el país.
Lo que esperábamos los mexicanos es que después del triunfo de Morena ya no habría autoritarismo ni corrupción en el manejo de los recursos públicos. El día de hoy en Hermosillo nos enfrentamos a la decepción de que un gobierno emanado del triunfo de Morena, toma una decisión antidemocrática que afecta a la población e ignora abiertamente las opiniones de los ciudadanos que nos oponemos a la venta del Cárcamo.
La privatización de ese sector estratégico para el medio ambiente de nuestra ciudad traerá consigo la destrucción de ecosistemas que afectarán el medio ambiente y aumentará la incertidumbre de contar con fuentes de agua en nuestra ciudad. Por eso debemos manifestarnos todos.
¿Qué vamos a hacer con la venta del Cárcamo? Es la pregunta que todos debemos hacernos, si no hacemos nada y guardamos silencio seremos cómplices de un acción de ecocidio que afectará la vida de los habitantes de esta ciudad en el futuro.

Tenemos en nuestra contra la petición de las autoridades sanitarias de no salir de nuestras casas ante el posible contagio del coronavirus. Estas dos semanas próximas son las de mayor peligro porque terminó el período de incubación en aquellas personas que fueron infectadas y de aquí en adelante podrán contagiar a quienes se encuentren cerca de ellos, por lo que no es recomendable llamar a concentraciones públicas.
Pero eso no nos detendrá, tenemos la tecnología de nuestro lado, existe una página de nombre Gobierno de Hermosillo que podemos inundar con mensajes exigiendo que se den marcha atrás a la venta del Cárcamo, podemos hacer lo mismo en los muros personales de los regidores que se prestaron para esta maniobra: Célida López, Fermín González Gaxiola (síndico municipal), Armando Moreno Soto,
Circula en redes sociales una petición para juntar firmas exigiendo se detenga la veta del predio El Cárcamo, debemos firmarla todos cuanto antes. Debemos publicar en nuestros muros de redes sociales Facebook y Twitter principalmente denuncias de la corrupción y autoritarismo del Ayuntamiento en Hermosillo, exigiendo la intervención de los líderes de Morena en Hermosillo, en Morena Sonora, exigir que el Delegado del Gobierno Federal en Sonora Jorge Taddei se pronuncie al respecto, porque lamentablemente, a pesar de que muchas personas se han manifestado en torno a este asunto, esta persona ha guardado un silencio que huele a complicidad o negligencia. Exijamos a Jorge Taddei la intervención del Gobierno Federal para frenar este proceso de privatización de terrenos públicos en Hermosillo.
Enviemos mensajes al Presidente de la República pidiendo su intervención, también a Secretarios de Estado y a todas las autoridades involucradas en el cuidado del medio ambiente, enviemos nuestros reclamos para pedir su intervención. Tenemos tiempo todavía, sólo queda una semana, actuemos todos, no se limiten a leer este artículo y pasar a la siguiente página.
Demostremos que hemos aprendido que juntos hacemos historia, hoy el pueblo hermosillense hará historia luchando contra un gobierno municipal que llegó al poder con este mismo lema “Juntos hacemos historia” y que hoy traiciona a quienes lo colocaron en posiciones de poder. Denunciemos en todo el país que en Hermosillo los integrantes del cabildo y su Presidenta municipal están traicionando a Morena y al pueblo hermosillense.

Castoriadis, Cornelius
Los intelectuales y la historia
Yescas, Oscar: blog personal

Yescas Oscar:
La izquierda al poder en Hermosillo Sonora?
01 abril 2,020
Yescas, Oscar:
La traición de Morena en Hermosillo 30 de marzo del 2,020
Yescas, Oscar
Si me permiten desconfiar 20 de marzo del 2,020

2 comentarios:

  1. Totalmente en desacuerdo con la venta del Carcamo, campaña de enviar mensajes en todas las plataformas posibles: Facebook, twiter, etc. Demostrar que sin salir a la calle se puede hacer campaña en redes, hermosillenses ustedes tienen la palabra

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  2. Acaso será un nuevo desarrollo residencial de los Coppel??. No quiero pensar mal pero y si en nuevo dueño fuera tu paisano Memo Padres??.

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