¿Qué
hacemos con la venta del Cárcamo?
Oscar
Yescas Domínguez.
10
de marzo de 2,020
La
mayoría de los jóvenes nacidos en este siglo carecen de una memoria
histórica, no quisiera que esto sonara como comentario que los
menosprecie, por lo que me disculpo si suena de esa forma. A lo que
me refiero es que aquellos que tenemos más edad, conocemos la
historia de nuestras ciudades porque hemos sido testigos de su
transformación a lo largo de los años, mientras que una gran
mayoría de la población joven desconoce la historia del lugar donde
vive.
Quizá
algunas personas piensen que la ciudad de Hermosillo siempre ha sido
así, pero la verdad es que se le ha transformado radicalmente en las
últimas décadas. He vivido la mayor parte de mi vida en la capital
sonorense y he visto como ha evolucionado nuestra ciudad. Por
ejemplo, puedo decir que estudié en la Escuela Secundaria Número
24 y las prácticas de Educación física las hacíamos en la Unidad
Deportiva del Vado del Río (sí, para los que no lo sabían había
una gran unidad deportiva en el lecho del Vado del Río, que tenía
alberca olímpica, pistas para correr, y para otras actividades
deportivas).
Debido
a esa oportunidad de ejercitar en mi adolescencia desarrollé mi
físico y llegué a ser pentatleta, obteniendo récords en carrera de
cien metros, carrera con obstáculos, lanzamiento de jabalina,
lanzamiento de bala y natación, mientras hacíamos ejercicio
teníamos frente a nosotros como escenario la majestuosidad del
Cerro de la Campana.
Lamentablemente
hoy en día sólo nos quedan recuerdos de esa unidad deportiva ya que
desapareció para construir un hotel, un casino y otras
construcciones.
En
un pasado reciente recuerdo que en el lugar donde se encuentra
ubicado el Museo de Arte de Sonora Musas, existía un gran vivero que
era un verdadero pulmón para nuestra ciudad capital, el cual
desapareció reprimiendo con la fuerza de la policía a
ambientalistas que se oponían a la destrucción de cientos de
árboles.
Ejemplos
como este hay muchos, lo que quiero resaltar es el hecho de que en
nuestra ciudad el asfalto y el concreto han ido creciendo en forma
imparable y descontrolada, mientras que los árboles han ido
disminuyendo al igual que los espacios públicos que la ciudadanía
utilizaba para esparcimiento o para practicar deporte.
Los
parques de nuestra ciudad lucen descuidados, no se les da
mantenimiento y las opciones de esparcimiento y lugares para
practicar deporte se han reducido drásticamente en nuestra
ciudad.Toda esta transformación de nuestro medio ambiente ha
contribuido a que en época de verano padezcamos temperaturas muy
altas y los veranos sean muy largos.
He
tenido el privilegio de viajar por varias ciudades del país y de
Estados Unidos y siempre que regreso a Hermosillo experimento
sentimientos encontrados, primero un gran placer por estar de nuevo
en casa (no place like home), pero también sentimientos de pena
ajena, verguenza y coraje por ver el atraso en el desarrollo urbano,
carencia de infraestructura vial, ausencia de nomenclatura en las
calles, basura por varias partes de la ciudad (cuando no hace mucho
Hermosillo era de las ciudades más limpias del país), contaminación
por polvo, calles con baches, etc., pero sobre todo ausencia de
espacios públicos donde la población pudiera asistir sin necesidad
de hacer pago alguno por ingresar a ellos.
El
día de ayer compartí en uno de los muros que utilizaba en mis
seminarios que impartía en le Universidad de Sonora para estar en
contacto con mis estudiantes y que todavía mantengo activos, una
publicación de Rafael Pacheco dirigente de la Agrupación Amigos de
la Laguna de La Sauceda, en la cual describía el proyecto “Laguna
La Sauceda. El oasis de Hermosillo”, en el cual brinda información
importante acerca de los mantos freáticos ubicados en ese
estratégico lugar y en esta área semidesértica en la cual está
ubicada nuestra ciudad.
Inmediatamente
después de publicarlo en la sección comentarios debajo de esta
publicación me pregunta el mismo Rafael Pacheco: “Qué hacemos?”.
En principio no pude responder porque sentí y compartí esa
desesperación e impotencia que sentimos centenares y quizá miles de
hermosillenses ante la sordera y falta de respuesta de las
autoridades municipales a las múltiples peticiones que la ciudadanía
hermosillense ha manifestado para detener la venta del predio
denominado El Cárcamo.
No
tengo representatividad política porque no pertenezco a partido
político alguno, sólo tengo mi palabra respaldada en mi nombre y un
prestigio que he cuidado en toda mi vida.
Sólo
soy un trabajador intelectual con amplia experiencia, pero como
cualquier intelectual, soy un simple ciudadano que comparte sus
opiniones que tienen el mismo valor que la de otro ciudadano, ya que
parto de la concepción del intelectual como la describe el filósofo
griego Corneluis Castoriadis: “El intelectual es o son aquellos que
cualquiera que sea su oficio procuran rebasar su esfera de
especialización y se interesan activamente en lo que acontece en su
sociedad. Son aquellos que merced al uso de la palabra y la
formulación explícita de sus ideas generales, pueden intentar
influir sobre la evolución y el curso de la historia”.
Sobre
esas bases siempre he intentado ligar la teoría con la práctica,
porque como decía otro gran autor Kurt Lewin: “nada hay más
práctico que una buena teoría” y en esa perspectiva he intentado
influir en los acontecimientos de nuestra sociedad a través de la
publicación de mis artículos en los últimos quince años
utilizando mi blog personal.
Regresando
a la pregunta ¿qué hacemos con la venta del Cárcamo? Sobre este
tema he escrito 3 artículos que tuvieron una amplia difusión, un
cuarto artículo no creo que por sí sólo hará la diferencia para
evitar la consumación de este atraco en despoblado, porque la
decisión de vender este predio se tomó en forma aislada, por parte
de un pequeño grupo que ya sabemos que no representa al pueblo
hermosillense y se hizo en plena contingencia de cuarentena por el la
pandemia del Covid-19.
Pero
lo que creo que sí puede hacer la diferencia es que este problema
no es asunto de unos cuantos, es un problema que afecta al conjunto
de la población hermosillense y si aumenta la participación de la
ciudadanía y si se manifiesta masivamente en contra de esta medida
antipopular y contraria a los intereses de la ciudadanía
hermosillense, creo sinceramente que podríamos detener esta
operación “manitas oscuras” . El problema del intento de venta
de un terreno público nos conscierne a todos, no es un asunto ajeno
a la ciudadanía hermosillense, ya que se está actuando en su nombre
para despojarlo de un terreno que es utilizado por parte de la
ciudadanía para practicar deporte.
Nuestras
vidas privadas están determinadas por las políticas de quienes
ostentan cargos públicos, ya sea por la implementación de políticas
públicas o la ausencia de ellas en la gestión de quienes se
encuentran en posiciones de poder. Lo político se encuentra en cada
uno de los actos de nuestra vida cotidiana, desde el precio que
pagamos por el consumo del agua, de gasolina, de electricidad, de los
precios de los artículos que consumimos, la tarifa del transporte
público, la presencia o ausencia de espacios públicos para
esparcimiento familiar.
Debemos
dejar a un lado la idea de que la política es sólo para los
políticos, de que la política es “algo malo” porque los
políticos son corruptos. El estado de abandono de nuestra ciudad ha
llegado a ese punto por la indiferencia social, por la apatía de la
población en la participación en política. Hemos olvidado que
quienes ocupan cargos públicos son servidores públicos que cobran
sus sueldos gracias al pago de impuestos que paga la ciudadanía y su
función principal es satisfacer las necesidades públicas.
Debemos
tomar consciencia del vínculo que existe entre lo público y lo
privado, la venta de un terreno público propiedad del ayuntamiento,
aparentemente no afecta a nuestras vidas privadas, pero en realidad
sí lo afectará hoy y mucho más mañana. Si se concreta esta venta
la ciudadanía tendrá un espacio menos para tener actividades de
esparcimiento. Nuestros hijos y las generaciones futuras verán
disminuidas sus opciones para practicar deporte.
Pero
lo más grave es que si se concreta esta operación de venta de un
terreno público, habremos perdido la oportunidad del cambio social
que se inició con el cambio electoral del 2,018 al triunfar Morena y
López Obrador en todo el país.
Lo
que esperábamos los mexicanos es que después del triunfo de Morena
ya no habría autoritarismo ni corrupción en el manejo de los
recursos públicos. El día de hoy en Hermosillo nos enfrentamos a la
decepción de que un gobierno emanado del triunfo de Morena, toma
una decisión antidemocrática que afecta a la población e ignora
abiertamente las opiniones de los ciudadanos que nos oponemos a la
venta del Cárcamo.
La
privatización de ese sector estratégico para el medio ambiente de
nuestra ciudad traerá consigo la destrucción de ecosistemas que
afectarán el medio ambiente y aumentará la incertidumbre de contar
con fuentes de agua en nuestra ciudad. Por eso debemos manifestarnos
todos.
¿Qué
vamos a hacer con la venta del Cárcamo? Es la pregunta que todos
debemos hacernos, si no hacemos nada y guardamos silencio seremos
cómplices de un acción de ecocidio que afectará la vida de los
habitantes de esta ciudad en el futuro.
Tenemos
en nuestra contra la petición de las autoridades sanitarias de no
salir de nuestras casas ante el posible contagio del coronavirus.
Estas dos semanas próximas son las de mayor peligro porque terminó
el período de incubación en aquellas personas que fueron infectadas
y de aquí en adelante podrán contagiar a quienes se encuentren
cerca de ellos, por lo que no es recomendable llamar a
concentraciones públicas.
Pero
eso no nos detendrá, tenemos la tecnología de nuestro lado, existe
una página de nombre Gobierno de Hermosillo que podemos inundar con
mensajes exigiendo que se den marcha atrás a la venta del Cárcamo,
podemos hacer lo mismo en los muros personales de los regidores que
se prestaron para esta maniobra: Célida López, Fermín González
Gaxiola (síndico municipal), Armando Moreno Soto,
Circula
en redes sociales una petición para juntar firmas exigiendo se
detenga la veta del predio El Cárcamo, debemos firmarla todos cuanto
antes. Debemos publicar en nuestros muros de redes sociales Facebook
y Twitter principalmente denuncias de la corrupción y autoritarismo
del Ayuntamiento en Hermosillo, exigiendo la intervención de los
líderes de Morena en Hermosillo, en Morena Sonora, exigir que el
Delegado del Gobierno Federal en Sonora Jorge Taddei se pronuncie al
respecto, porque lamentablemente, a pesar de que muchas personas se
han manifestado en torno a este asunto, esta persona ha guardado un
silencio que huele a complicidad o negligencia. Exijamos a Jorge
Taddei la intervención del Gobierno Federal para frenar este proceso
de privatización de terrenos públicos en Hermosillo.
Enviemos
mensajes al Presidente de la República pidiendo su intervención,
también a Secretarios de Estado y a todas las autoridades
involucradas en el cuidado del medio ambiente, enviemos nuestros
reclamos para pedir su intervención. Tenemos tiempo todavía, sólo
queda una semana, actuemos todos, no se limiten a leer este artículo
y pasar a la siguiente página.
Demostremos
que hemos aprendido que juntos hacemos historia, hoy el pueblo
hermosillense hará historia luchando contra un gobierno municipal
que llegó al poder con este mismo lema “Juntos hacemos historia”
y que hoy traiciona a quienes lo colocaron en posiciones de poder.
Denunciemos en todo el país que en Hermosillo los integrantes del
cabildo y su Presidenta municipal están traicionando a Morena y al
pueblo hermosillense.
Castoriadis,
Cornelius
Los
intelectuales y la historia
Yescas,
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Yescas
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La
izquierda al poder en Hermosillo Sonora?
01
abril 2,020
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La
traición de Morena en Hermosillo 30 de marzo del 2,020
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Oscar
Si
me permiten desconfiar 20 de marzo del 2,020
Totalmente en desacuerdo con la venta del Carcamo, campaña de enviar mensajes en todas las plataformas posibles: Facebook, twiter, etc. Demostrar que sin salir a la calle se puede hacer campaña en redes, hermosillenses ustedes tienen la palabra
ResponderEliminarAcaso será un nuevo desarrollo residencial de los Coppel??. No quiero pensar mal pero y si en nuevo dueño fuera tu paisano Memo Padres??.
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