sábado, 28 de septiembre de 2019


El aborto como derecho humano de toda mujer
Oscar Yescas Domínguez 28 de septiembre de 2,019

Me pregunto si el estimado lector que sigue estas líneas conoce a alguna mujer familiar, vecina, amiga, compañera de trabajo que haya atravesado por la experiencia de realizarse algún aborto durante su vida, o sabe de alguien cercano a su círculo social que lo habrá hecho alguna vez.
Sin temor a equivocarme creo que la mayoría conoce a una mujer o sabe de alguien cercana que tuvo esta desagradable experiencia, porque eso y más es el aborto: una desagradable experiencia, que sucede con mayor frecuencia de lo que pensamos. Aquellos que nieguen o piensen que no hay nadie dentro de su círculo social que se ha realizado un aborto (por los motivos que sea) le invito a dejar la ingenuidad a un lado y evite pensar que eso es verdad. Las mujeres que se atreven a practicar un aborto en sus cuerpos no lo andan comentando en charlas de café, son experiencias traumatizantes, por las que nadie pasa por su propia elección y quienes las sufren las ocultan muy dentro de sus corazones y mentes, pero son experiencias que jamás olvidan, son verdaderas cicatrices que quedan en cuerpo y alma.
Las mujeres que lo han hecho guardan silencio por varias razones: Una primera razón para ocultar esta práctica es por temor al rechazo de los demás ya sea familiares o amistades que tenderán a juzgar negativamente su vida personal. Existe un mundo de razones por las que las mujeres abortan y no somos quienes para juzgar lo que hicieron o desean hacer. Quizá lo hicieron también por sentir que no están preparadas para ejercer la maternidad, por la vergüenza indescriptible de haber sido violadas, por vivir en condiciones de pobreza, por haber sido abandonadas por quien las embarazó, por estar en proceso de separación de su pareja, etc.
Condenamos las culturas del medio oriente que devalúan a la mujer que perdió su virginidad sin importar si fue a causa de una violación o no y tratan a las mujeres como ciudadanas sin derechos algunos, pero en nuestra sociedad occidental miles de gentes siguen condenando a las mujeres contemporáneas que reconocen haber practicado algún aborto en algún momento de sus vidas y las tratan como mujeres sin valor alguno. Pero lo más aberrante es cuando persiguen como si fueran criminales a aquellas que desean abortar, negándoles el derecho a decidir que hacer con su propio cuerpo y sobre todo negándoles el derecho a ser asistidas por las instituciones de salud que podrían garantizar el cuidado de su salud en procedimientos de este tipo.
No importa nuestra opinión, ya sea a favor o en contra de la práctica del aborto, cada año miles de mujeres practican abortos en todos los países y México no es la excepción, el problema real es que en aquellos países donde el aborto es ilegal miles de mujeres lo hacen en condiciones de clandestinidad. Mientras tanto, miles de mujeres con buena posición económica y que desean abortar lo hacen sin ningún problema en hospitales privados y con médicos calificados ya que pueden pagar este tipo de servicios.
Algunas personas piensan que las mujeres abortan porque no desean un bebé y quieren seguir sexualmente activas, es decir, creen que las mujeres utilizan el aborto como un método anticonceptivo y por eso desean que se legalice su práctica. A estas personas de quienes realmente siento pena ajena les invito a que se informen acerca de en qué consiste un aborto en las condiciones actuales de clandestinidad en las que se realiza por parte de miles de mujeres al año en México.
La aberrante realidad es que en México se realizan cada año miles de abortos practicados por personal no preparado y en condiciones de insalubridad que han llevado a la muerte a centenares de mujeres cuyo número jamás sabremos porque se realizan en forma clandestina. Esa es la principal razón por la que se demanda la legalización del aborto en México: ES UN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA, no es un problema religioso, ni un problema individual, se trata de proteger la salud y la vida de las mujeres que sin importar los riesgos ponen actualmente sus vidas en manos de gente sin capacitación adecuada ni en las condiciones mínimas de higiene ni con equipo médico suficiente, a diferencia de aquellas que sí pueden pagar atención médica privada. El aborto incompleto y las hemorragias son la mayor causa de infecciones o complicaciones en lugares donde aborto es ilegal.

La otra razón por la que las mujeres ocultan haberse realizado un aborto es porque en México hay centenares de mujeres en la cárcel por haber sido sorprendidas practicándose un aborto en condiciones clandestinas. Es decir, el aborto en la legislación actual de la mayoría de los Estados del país es un crimen que se castiga con prisión, además de la condena social ya mencionada anteriormente.

El derecho al aborto forma parte de los derechos sexuales de las mujeres porque forma parte del derecho a recibir el número de hijos que desea tener, cuando y con quien hacerlo. Toda mujer tiene derecho a recibir educación sexual e información sobre métodos anticonceptivos para prevenir un embarazo no deseado. El problema es que no existen la educación sexual no forma parte de los contenido de enseñanza en el sistema de educación formal y cuando se toca el tema se limita a la sexualidad reproductiva

Ya es tiempo de cambiar esta situación, les invito a despojarnos de nuestros prejuicios religiosos, morales o económicos y preguntarle a las mujeres que se encuentran en nuestras familias ¿Qué opinan acerca del aborto?, ¿conocen a alguien que se haya practicado algún aborto?, ¿ellas mismas se han practicado algún aborto en sus vidas?
Es el momento de anteponer el interés colectivo por encima de los prejuicios personales, religiosos o no y considerar que lo más valioso en estos momentos es garantizar la vida de la mujer que está decidida a practicarse un aborto. Recordemos que un aborto jamás es placentero, es todo lo contrario, apoyemos a las mujeres que atraviesan por situaciones difíciles y no desean terminar su embarazo. Respetemos la difícil decisión de estas mujeres y pensemos que el aborto aún en contra de todo lo que podamos objetar es ya reconocido como un derecho humano de todas las mujeres.




domingo, 15 de septiembre de 2019



Staus: el enemigo interno en casa II
Oscar Yescas Domínguez
10 de marzo del 2,018

Hace año y medio escribí una ponencia que presenté en mi carácter de delegado representante de los maestros del departamento de Psicología y Comunicación en el Segundo Congreso Resolutivo del Staus con el título Staus: el enemigo interno en casa.
En esa ocasión hacía referencia a la creciente apatía, indiferencia y falta de compromiso sindical como el principal enemigo a vencer en la lucha del fortalecimiento de nuestra organización sindical.
Recuerdo que le pedí personalmente al entonces Secretario de Comunicación del Staus Cuauthémoc González que publicara mi artículo en la página del Staus en línea, pero recibí una negativa rotunda bajo el argumento de que si publicaba mi ponencia después todos los ponentes le pedirían publicar las suyas por lo que era imposible acceder a mi petición.
Obviamente nunca me satisfizo su respuesta y comprendí que estábamos entrando en una fase de oscurantismo en la conducción del Staus al aplicar cierto tipo de censura en las publicaciones de los miembros del Staus y restringir el acceso a los medios de comunicación interna de manera selectiva.
Después envié en dos ocasiones un par de artículos al asistente del secretario de Comunicación Israel takaki con la atenta petición de ser publicados, pero no obtuve respuesta y confirmé mi impresión de que las puertas de acceso a recursos de comunicación del Staus se estaban cerrando para artículos que contuvieran algo de crítica a la dirección sindical o que no coincidieran en la misma línea de sus objetivos.
Este manto de censura, acompañado de la falta de interés y participación sindical de buena parte de los profesores universitarios sindicalizados configuran el escenario ideal para lograr la manipulación perversa de la información relacionada con los problemas que enfrentamos como organización sindical.
Así fue posible olvidar convenientemente que no se cumplieron los acuerdos de los Congresos Resolutivos de nuestro sindicato en el sentido de ser publicados y difundidos entre la base sindical.
El ejemplo más evidente de esta manipulación se encuentra en la realización de un plebiscito que se realizará esta próxima semana para decidir si se acepta o no la firma de un nuevo convenio entre la Unison y el ISSSTESON para “lograr el 100 por ciento de la jubilación de los maestros universitarios”.
Cualquier persona con sentido común podría decir ¿cuál es el problema, un plebiscito es una consulta a las bases para tomar una decisión colectiva?
El problema real es que se oculta que en el Tercer Congreso Resolutivo del STAUS se discutió ampliamente la problemática del ISSSTESON, su crisis financiera y sus intenciones de sanear sus finanzas con la firma de un nuevo convenio que implica aumento de cuotas para sus derechohabientes, en nuestro caso, para los trabajadores universitarios.
El acuerdo que se tomó en ese congreso fue un rechazo rotundo a la intención de firmar un nuevo convenio entre la Unison y ese instituto y la exigencia firme de que se aplique la ley para sancionar a quienes se robaron más de $6,200,000 pesos por parte de directivos de esa institución y otros funcionarios gubernamentales que continúan impunes gozando las riquezas obtenidas con el dinero que ahorramos durante más de tres décadas (como lo es mi caso y el de otros cientos de trabajadores que no podemos retirarnos laboralmente por falta de fondos para pensiones y jubilaciones.
El Congreso sindical es la máxima autoridad dentro de nuestra estructura sindical y los acuerdos tomados en los Congresos resolutivos deben ser acatados y llevados a cabo sin objeción alguna.
En ese contexto el Comité Ejecutivo del Staus encabezado por nada menos que Cuauhtémoc González promueven en asambleas sindicales delegacionales la realización del plebiscito infundiendo el temor de que no tenemos otra alternativa y engañando con la idea de que con el aumento de nuestras cuotas alcanzaremos la jubilación al 100%.
Las preguntas pertinentes aquí sería: ¿por qué no se respetaron los acuerdos del anterior congreso resolutivo sobre esta problemática?
¿Quiénes son los responsables de no haber llevado a cabo los acuerdos de los Congresos Resolutivos?
¿Cuál es la agenda oculta del Comité Ejecutivo actual del Staus que lejos de promover una lucha en defensa de nuestros derechos promueve la mutilación de los mismos y siembre el conformismo en lugar de hacer un llamado a la lucha por la defensa de nuestros derechos?
El Staus actual no es ni la sombra de lo que fue en su inicio, lejos han quedado aquellas imágenes de sindicato democrático, progresista, combativo, con un fuerte compromiso social.
Hoy vemos a una base sindical que muestra gran apatía, indiferencia y resistencia a la participación sindical. Si hace año y medio percibía esta indolencia de la base sindical como el enemigo interno del Staus, hoy se suma otro enemigo interno, mucho más peligroso, una dirección sindical que ha abandonado la lucha por la defensa de los intereses de los trabajadores que representa.
Una dirección sindical que no toma en cuenta que “no hay soluciones locales para problemas globales”. La problemática del ISSSTESON está dentro del marco de la privatización de los servicios de salud originada por la implementación de políticas neoliberales.
Lo mismo sucede con la problemática de las universidades públicas que enfrentan la embestida neoliberal que tiende a privatizar la educación, acabar con la educación pública, eliminar a las universidades públicas y desaparecer a los sindicatos universitarios que estorban este proceso privatizador.
Por ese motivo, llamo a mis compañeros sindicalizados a participar en este plebiscito (que ya fue aprobado por nuestra instancia de gobierno como lo es el Consejo General de Delegados), manifestando una fuerte negativa a la firma de un nuevo convenio que implica aumento en nuestros descuentos y que nos manifestemos por exigir los ahorros que aportamos durante toda nuestra vida laboral.
Pero más allá de eso, les invito a tomar consciencia de que necesitamos recuperar a nuestro sindicato como organización que nació para la defensa de nuestros derechos laborales que hoy están siendo agredidos y sólo lo lograremos a través de nuestra participación sindical de tal forma que logremos enderezar el camino que hoy nos conduce a la destrucción de nuestra organización sindical.

viernes, 13 de septiembre de 2019


El negro porvenir del Staus
Oscar Yescas Domínguez 12 de septiembre de 2,019

La Universidad de Sonora como sistema organizacional abierto, ha resentido una serie de cambios dentro de su dinámica externa que han modificado la cultura organizacional, al grado de perder la función social contemplada desde su origen.
Con lo anterior quiero decir que la Unison, no siempre ha sido de la forma que es actualmente, si realmente deseamos no solo conocer a nuestra máxima casa de estudios en Sonora, debemos conocer la historia de la misma y este conocimiento es de gran relevancia para comprender el actual funcionamiento de las organizaciones sindicales que coexisten en su interior, es decir, el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS) y el Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora (STEUS).
Desde su origen la Unison fue concebida como una universidad pública y autónoma, esto significa que se creó para satisfacer las necesidades de la población sonorense especialmente las de bajos recursos que integran nuestra comunidad sonorense. La forma de contribuir a la satisfacción de las necesidades sociales consistió en generar una oferta en educación superior que estaría destinada a formar cuadros de profesionistas que contribuyeran al desarrollo social mediante la intervención de profesionistas formados en diferentes disciplinas para soulcionar los diversos problemas sociales que enfrenta la comunidad sonorense.
Durante muchos años la Unison cumplió esta función de vinculación Universidad y comunidad sonorense, en un ambiente en el cual los maestros ejercían la libertad de cátedra basada en u compromiso social y la comunidad universitaria, es decir, maestros, trabajadores y estudiantes, gozaban de libertad para tomar decisiones sobre el manejo de la institución universitaria de la cual formaban parte.
La estructura organizacional de tipo horizontal que contempla
ba la anterior Ley 103 que regía a la unison, permitía el ejercicio de prácticas democráticas, que se reflejaban en la participación de todos los universitarios en la elección de las autoridades administrativas universitarias (Rector, Secretario Administrativo, Tesorero, etc.). Mediante el voto secreto, directo y universal los maestros, los trabajadores ylos estudiantes elegía a quien ocuparía la silla de rectoría. El voto de los estudiantes tenía el mismo valor que el voto de los maestros y de los trabajadores eso garantizaba la existencia de la democracia en la Universidad de Sonora.
Lamentablemente el sueño duró poco porque en 1992 el entonces Gobernador de Sonora Manlio Favio Beltrones instruyó al Congreso del Estado para que elaborase una nueva Ley que dirigiera la Universidad de Sonora con el argumento de que al interior de la unison existía un caos en el manejo de las finanzas. En un abrir y cerrar de ojos los diputados sonorenses elaboraron un proyecto de lo que hoy se conoce como Ley Cuatro de la Universidad de Sonora y el Gobierno del Estado utilizando la fuerza policiaca impuso su aplicación dentro de la Unison, reprimiendo los actos de protesta y encarcelando maestros y estudiantes que se oponían a esta imposición gubernamental. Esta es la ley que actualmente rige los destinos de la Unison.
La resistencia a la imposición de la Ley Cuatro dentro de la universidad de Sonora provino principalmente de los estudiantes, que por miles salieron a las calles de Hermosillo a manifestar su repudio a esta imposición gubernamental que terminaba con la grauidad de la educación al imponer cuotas de inscripción para los estudiantes. Mientras que sólo unas decenas de maestros apoyamos el movimiento estudiantil de rechazo a la ley cuatro como si fuera nuestro propio problema, la gran mayoría de maestros universitarios se abstuvo de participar en las acciones de protesta y prefirieron manejar un bajo perfil en momentos que se requería una definición de posturas. El Staus que hizo? En realidad brilló por su ausencia en este movimiento de resistencia universitario.
Con la aplicación de la Ley Cuatro dentro de la Unison, dejó de existir la democracia universitaria ya que se eliminó la participación de los universitarios en los procesos de toma de decisiones trascendentales en la vida universitaria y se creó en su lugar una casta administrativa que profesaba el culto a la imagen del Rector en turno con lo que se inició una era de liderazgo autocrático en la conducción de la Unison que perdura hasta nuestros días.
El carácter público de la universidad de Sonora dejó de existir no sólo por el hecho de imponer el pago de cuotas a estudiantes, sino también porque cambió el enfoque y la misión de la Universidad de Sonora al dejar de lado la vinculación con la comunidad sonorense y centrar sus esfuerzos en fortalecer la vinculación Universidad-Empresa.
La función académica de la Unison pasó a ser controlada por administradores que ejercieron gran control sobre la inmensa mayoría de profesores de horas sueltas y trabajadores eventuales a quienes sometían al silencio y obediencia bajo amenaza de no recontratarles en el siguiente período escolar.
Junto a la democracia otra baja universitaria fue el ejercicio de la crítica social, la mayoría de los maestros optaron por manejarse con bajo perfil, limitándose a cumplir su función de “dar clases” y acomodarse a la nueva estructura organizacional y al liderazgo autocrático que ha caracterizado a todos los rectores que han ocupado esa silla desde la aplicación de la Ley Cuatro, que han privilegiado el crecimiento del administrativo en lugar de autorizar la creación de nuevas plazas de maestros de tiempo completo, condenando a cientos de profesores a estar de por vida trabajando como profesores de horas sueltas.
La democracia en la Universidad de Sonora se limitó desde entonces a las elecciones internas de los sindicatos universitarios para elegir dirigentes sindicales y el Staus fue perdiendo gradualmente el espíritu de lucha y vanguardia de movimientos sociales que lo caracterizó durante la década de los setentas y ochentas.
El Staus poco a poco ha ido cavando su tumba gracias a los diferentes Comités Ejecutivos que optaron por privilegiar su propia existencia por encima de los intereses colectivos que se supone debería defender un sindicato. De manera gradual los académicos hemos ido perdiendo prestaciones, capacidad adquisitiva, capacidad de negociación y capacidad de liderazgo ante la sociedad sonorense.
Los conflictos con el ISSSTESON no se resolvieron en forma adecuada y al contrario se aceptaron nuevas condiciones laborales que implicaron aumento en la edad de jubilación y en el porcentaje de cotización a ese instituto.
En la práctica el Staus ha ido perdiendo autoridad moral, credibilidad, capacidad de convocatoria y congruencia entre el discurso y la acción. Es decir, el Staus no sólo se encuentra sumido en una gran crisis que se manifiesta en la baja participación de los profesores en las actividades sindicales, de tal forma que este problema que tiene años presentándose y que cada vez es más grave apunta a nuevas pérdidas en las próximas negociaciones salariales y contractuales. De seguir por este camino, el Staus enfrenta un negro porvenir, un sombrío panorama y pone en peligro todo por lo que generaciones previas de académicos luchamos y conquistamos.
La crisis del Staus es la expresión particular de la crisis en que se encuentra la Universidad de Sonora, nuestra máxima casa de estudios, una crisis que la ha convertido en universidad-empresa y que ha dejado de ser una universidad pública al servicio de la comunidad sonorense.
Partiendo de la premisa de que la Universidad de Sonora es una organización, de que el propio Staus es una organización formal también y de que las organizaciones no son los edificios o los vehículos, sino las personas que las conforman, se requiere cambiar cuanto antes esta situación para recuperar el control de la universidad de Sonora por auténticos universitarios y del Staus por auténticos académicos que experimenten un amor por la docencia y un fuerte compromiso social.
Se requiere recuperar el control del sindicato de trabajadores académicos que realmente comulguen con lo que fué el espíritu original del Staus contemplada en sus propios estatutos: defender los intereses colectivos con una fuerza basada en una amplia participación sindical y con un compromiso con la comunidad sonorense.
La oportunidad se presenta en este momento ya que surge la coyuntura electoral para renovar el Comité Ejecutivo que dirigirá al Staus durante los próximos dos años, participando en la misma tres planillas. Los académicos de la universidad de Sonora tienen la opción de elegir un Comité Ejecutivo que dirigirá el Staus por los próximos dos años teniendo la oportunidad de elegir una opción con la participación de tres planillas registradas en la contienda electoral.
La Planilla Dorada que representa la continuidad de lo que se ha venido haciendo con el Staus, dirigiendo nuestra organización hacia su pronta extinción, la planilla café que incluye elementos que de una u otra forma formaron parte de anteriores comités ejecutivos y es el resultado de la unión de tres corrientes sindicales y la planilla negra que desde la pasada contienda electoral se mostró como una alternativa sindical independiente integrada por elementos que combinan juventud y experiencia.
Como maestro universitario jubilado mi inclinación es a favor de la planilla negra por considerar que es la opción más pertinente que nos puede conducir a la recuperación del control del Staus por parte de académicos con honestidad y compromiso sindical sin ambición alguna. El triunfo de la planilla negra en la contienda electoral interna impediría que el Staus continúe transitando hacia un negro porvenir y el color negro de la planilla negra garantiza la inclusión de todos los profesores universitarios sindicalizados sin imponer un color como corriente sindical en el poder como ha sucedido en el pasado.