La
fortuna de ser abuelos
Oscar
Yescas Domínguez
27
julio 2,019
Ser abuelo es una gran dicha que no todas las personas logran, por lo que aquellos que tenemos nietos deberíamos estar sumamente agradecidos. Nos permite una segunda oportunidad para aprender acerca de cómo educar a los niños ya que en nuestra experiencia como padres primerizos por lo regular tendemos a cometer errores y aprendimos a ser padres por ensayo y error o echando a perder ya que ignoramos aspectos importantes del desarrollo psicosocial de los niños en su infancia.
Además de que en nuestros primeros años como padres nos enfocamos más a conseguir dinero para satisfacer las necesidades básicas de nuestros hijos, olvidando lo más relevante que es satisfacer las necesidades psicológicas.
Por este motivo nos ausentamos mucho tiempo de casa, por cuestiones de trabajo, para estar con otras personas o por otros motivos. El asunto es que nos perdemos varias oportunidades de esparcimiento y compañía familiar y no le damos importancia pensando que ya cumplimos como padres al asegurarnos de brindarles casa comida y alimentos.
Sólo nos damos cuenta de los errores que cometemos como padres cuando nuestros hijos ya crecidos nos reclaman el poco tiempo que pasamos a su lado en su infancia, adolescencia y juventud.
Por esos motivos cuando somos abuelos con base en la primera experiencia actuamos de manera diferente a la que hicimos cuando fuimos padres primerizos, es decir, con una mayor consciencia de las necesidades psicológicas de nuestros nietos.
El interactuar con nuestros nietos nos da la oportunidad también de romper la coraza que hemos construido de adultos cuando dejamos de ser auténticos y actuamos con frialdad y de manera no natural cuando actuamos desempeñamos nuestros diferentes roles sociales en los diferentes grupos a los que pertenecemos.
Con nuestros nietos, por ser niños, actúan con toda autenticidad sin ocultar sus verdaderos sentimientos. Algo que hemos perdido los adultos porque hemos sepultado nuestro yo infantil en lo más recóndito de nuestros corazones.
La relación abuelos-nietos nos brinda la maravillosa oportunidad de sacar al niño reprimido, marginado que hemos mantenido oculto dentro de nosotros y sobre todo recuperar la autenticidad perdida que consiste en decir lo que realmente pensamos y expresar lo que realmente sentimos.
Vivamos esta maravillosa experiencia de interactuar con nuestros nietos brindándoles todo el amor de que somos capaces, porque ellos no solo estarán felices, sino que también nos corresponderán con creces dándonos muestras de gran amor y nosotros les brindaremos la oportunidad de vivenciar experiencias de aprendizaje que no solo jamás olvidarán en su vida, sino que también aprenderán a desarrollar su capacidad de amar y se convertirán en adultos sanos que podrán entablar relaciones auténticas en su vida adulta
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