La indignación contra la
mentira
Oscar Yescas Domínguez
El uso de la mentira, de la distorsión de la información, de
la calumnia forman parte de la campaña realizada en contra de nuestro gobierno
electo legítimamente y de nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien
desde antes de tomar posesión como presidente de México inició una campaña
contra la corrupción que hoy vemos traducida en acciones de gobierno.
Una de estas acciones ha sido la decisión de combatir la
corrupción en Pemex para acabar con el robo de gasolina conocido como “huachicoleo”.
Al hacerlo destapó una “caja de Pandora” porque puso al descubierto una red de
corrupción que operaba desde el interior de Pemex para realizar una de las
operaciones criminales más fraudulentas conocidas hasta entonces: robar
gasolina de Pemex, venderla a concesionarios de gasolineras que vendían este
producto a precios elevados y todavía, para aumentar sus ganancias, vendían
litros incompletos en las gasolineras.
Todas estas acciones realizadas en contra del pueblo mexicano
contaban con la complicidad de las máximas autoridades de gobiernos anteriores
y de responsables de instituciones diversas, gracias al manto de la corrupción.
Con estas operaciones generaban ganancias multimillonarias a costa del
sufrimiento de la población y dejando detrás de sí una estela de explosiones,
muertos y daños al medio ambiente.
Con estas acciones vemos que no mentía Amlo cuando afirmaba
que combatiría la corrupción a fondo, que habría cero tolerancia a la
corrupción. En los hechos lo ha demostrado con una gran congruencia al
enfrentar a la delincuencia organizada que tenía secuestrado a nuestro país.
Tampoco miente cuando nos dice que no lo dejemos solo, porque
su lucha es contra toda la mafia que estaba en el poder. Esta delincuencia
organizada que promueve el absurdo de decir que estábamos mejor cuando robaban
nuestra gasolina que ahora que existen gasolineras sin poder abastecer este
producto a sus clientes.
Intentan desviar la atención al llamar “desabasto” a la
operación en contra de la corrupción y culpan a nuestro Presidente de no
planear antes de actuar. La verdad es que la magnitud de la corrupción era
inimaginable antes de que el ejército tomara el control de las instalaciones de
Pemex.
¿Cómo es posible que existieran cientos de gasolineras
funcionando sobre la base de comprar gasolina robada sin que las instituciones
gubernamentales responsables de su fiscalización no las hubiesen detectado a
tiempo?
¿Se imaginan ustedes ver que más de 1,000 pipas diarias llenas
de gasolina eran robadas diariamente? ¿Hasta dónde llegaba la corrupción que la
Procuraduría Federal del Consumidor monitoreaba el funcionamiento de diversas
gasolineras acusadas de “funcionamiento irregular”, es decir, de vender litros
incompletos y no detectaran nada irregular?
El robo de gasolina de Pemex ya es motivo de escándalo e
indignación, si le aumentamos que esa gasolina era comprada por concesionarios
de gasolineras a un precio sumamente bajo (por ser un producto de un robo) y
que nos vendieran la gasolina hasta $ 20 pesos el litro, aumenta más el
sentimiento de indignación. Si todavía le aunamos a lo anterior que en las
gasolineras nos vendían litros incompletos por vendernos gasolina robada, la
indignación aumenta mucho más.
Pero todo lo anterior no se dice por parte de aquellos que
quisieran retroceder en el tiempo y volver a las condiciones que existían antes
de destapar esta cloaca inmensa de corrupción. Intentan desviar la atención
llamando “desabasto” provocado por el gobierno al hecho de que las gasolineras
ya no tengan gasolina robada que vendernos a precios inflados proporcionando
litros incompletos.
Intentan manipular las condiciones de desprotección en las que
quedan miles de mexicanos al no poder movilizarse por falta de combustible en
sus vehículos. Quieren magnificar la frustración de los mexicanos por no poder
conseguir gasolina culpando al gobierno mexicano de las molestias que esto
ocasiona y arengando para que se exija abrir los ductos de Pemex para “normalizar
el servicio”.
Lo que no dicen es que quieren seguir robando gasolina y
continuar con el negocio de su vida, aquel negocio que les proporcionaba miles
de millones de pesos a costa de golpear la economía familiar de millones de
mexicanos que compraban gasolina robada a precios caros y con litros
incompletos.
Nos encontramos en medio de una lucha de intereses, por un
lado están aquellos que defienden intereses particulares de delincuentes
organizados que reclaman abrir ductos de Pemex para seguir “ordeñando” gasolina,
es decir, seguir robando gasolina a la nación para lucrar con el producto
robado y por otro lado, se encuentra el Gobierno encabezado por Andrés Manuel
López Obrador, un gobierno emanado del pueblo que llegó al poder con el
porcentaje más alto obtenido en una elección presidencial y que está
encabezando una lucha frontal contra la corrupción, cumpliendo una de sus
promesas de campaña.
Todos tenemos algo que perder y algo que ganar en esta
confrontación de intereses, si caemos en el juego de dejarnos manipular por
quienes llaman “desabasto” de gasolina a la lucha contra la corrupción en
Pemex, regresaremos a las condiciones de seguir comprando gasolina robada a
precios altos y con litros incompletos. Pero sobre todo habremos apoyado a
aquellos que están en contra del interés público y sólo buscan su beneficio
particular a costa del sufrimiento de los demás. En ese sentido, perderíamos la
gran oportunidad que tenemos en este momento histórico de que un gobierno
legítimo esté defendiendo nuestros intereses y luchando contra la corrupción ¿Cuándo
habíamos visto esto?
Por otro lado, si apoyamos a nuestro gobierno en esta lucha
frontal contra la corrupción, soportando las molestias temporales que provoca
el hecho de que ya no circule más gasolina robada por las calles de nuestro
país, buscando formas alternativas de movilizarnos en nuestras actividades
cotidianas, con la seguridad de que no existe desabasto, de que hay gasolina
suficiente y de que la ausencia de gasolina en los centros de distribución es
temporal, habremos contribuido a ganar la batalla en contra de la delincuencia
organizada y veremos a corto plazo los beneficios de contar con gasolina
comprada legítimamente en Pemex, lo cual aumentará las posibilidades de que
baje el precio de la gasolina, además de que saneará finanzas de Pemex y
contribuirá a aumentar las finanzas del gobierno mexicano, de este nuevo
gobierno que ya dio muestras de distribuir el presupuesto público para apoyar a
las mayorías marginadas.
En
ese sentido debemos tener presente que la lucha en contra de la delincuencia
que se enriquecía con la gasolina de Pemex, es nuestra lucha, porque a quién
beneficia es a la mayoría de la población mexicana. Corresponde entonces ahora
a esa mayoría de la población mexicana que votó el pasado primero de julio a
favor del cambio social, demostrar congruencia y participar activamente en la
recuperación de lo nuestro, de lo que nos estaban robando y la manera de hacerlo
es canalizando nuestra indignación por enorme corrupción descubierta en el robo
de gasolina, en acciones concretas de apoyo al gobierno mexicano encabezado por
Andrés Manuel López Obrador.
No
hagamos eco de rumores y denunciemos aquellas mentiras que hablan de desabasto
de gasolina. Sigamos nuestra vida con normalidad pero con firmeza en la defensa
de nuestro gobierno y presidente que esta encabezando esta lucha. Demostremos
nuestro apoyo en su lucha contra el robo de nuestra gasolina. Ni un paso atrás,
exijamos se someta a investigación a todos aquellos involucrados en operaciones
ilícitas relacionadas con el robo de gasolina en Pemex.
Que
la indignación popular supere la difusión de la mentira de la delincuencia
organizada.
Excelente Maestro, gracias
ResponderEliminarEstamos al pie del cañón y con el cañón parado para apoyar al presidente.
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