El empoderamiento social
de las “benditas redes sociales”
Oscar Yescas Domínguez
20/07/2,018
El Presidente electo de México Andrés Manuel López Obrador
pasará a la historia por varios motivos, uno de ellos es que fue el fundador
del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido que molió al Pri, al
Pan, al Prd y demás partidos paleros con un tsunami de más de 30 millones de
votos que les arrebató el poder político a lo largo y ancho del país.
Será
recordado también en la historia como el presidente mexicano electo con el
mayor número de votos en una elección presidencial, ya que acumuló una votación
nunca antes vista en nuestro país.
También
será recordado como el iniciador de la cuarta transformación de México, que
acabó con décadas de privilegios para la clase gobernante al iniciar un
gobierno de austeridad y sin favoritismos.
Ocupará
un lugar en la historia como el personaje mexicano que teriminará con décadas
de gobiernos basados en la corrupción y explotación ejercida en México por el
Pri y el Pan.
Pero
también será registrado por algo que aparentemente no tiene importancia como la
de ser el autor de la frase: “benditas redes sociales”, que no se había
utilizado anteriormente por ningún candidato triunfador en el mundo entero.
Dicha
frase la dijo la misma noche de las elecciones en el discurso que dio después
de ser informado de que había ganado las elecciones para ser Presidente de
México en el período 2,018-2,024 con un amplio margen de votos de diferencia
que no dejó lugar a dudas.
Creo que es el primer candidato que triunfa en elecciones
limpiamente y que como agradecimiento menciona a las redes sociales como uno de
los factores clave que contribuyeron al éxito de su elección. Con ello, el
candidato “de mayor edad” en la pasada contienda electoral, da un ejemplo de
madurez política al otorgar un reconocimiento al uso de internet y de las redes
sociales como medio eficaz para movilizar masivamente a los integrantes de
nuestra sociedad que desean un cambio social.
¿Cómo podría no hacerlo si fue precisamente a través de las
redes sociales que se organizaron movilizaciones masivas de protesta en contra
de la campaña de desprestigio en su contra y de apoyo a su candidatura
presidencial, que al final de la misma terminó triunfador con más de 30
millones de votos a su favor?
Las redes sociales fueron su plataforma de apoyo en todo
momento, porque su lucha se asemejó en momentos como la mítica lucha de David
contra Goliat, es decir, la lucha del débil en contra del poderoso. Esto se
reflejó en el hecho de que cada vez que lo calumniaban aumentaba el porcentaje
de su popularidad.
Mientras denunciaba la corrupción, la injusticia y la impunidad
imperante, los otros candidatos presidenciales se unían en su contra al grado
de llegar a parecer una lucha de tres
contra uno.
No hay duda alguna de que el desarrollo tecnológico es parte integrante
de nuestra vida cotidiana, debemos aceptar que las redes sociales llegaron para
quedarse entre nosotros y mientras más pronto aceptemos esto, estaremos en
mejores condiciones para aprovecharlas de manera óptima.
Pero
lo cierto es que en realidad no hemos valorado el papel determinante y fundamental
que juega en nuestras vidas, aun cuando ya hemos recibido advertencias tal como
la que nos aporta en una entrevista realizada en 2,013 el sociólogo Manuel
Castells cuando nos dice que “la sociabilidad se da hoy en día en internet”.
En
el proceso de socialización del siglo XXI, internet y las redes sociales están
posicionándose en términos de influencia como la primera instancia socializante
de nuestros tiempos, desplazando a la familia, la escuela, al grupo de amigos y
resto de medios masivos de difusión.
Pero no sólo es solo el
predominio de las redes sociales en la interacción social en nuestros diferentes ámbitos de convivencia
social lo que debe llamarnos la atención. También debemos de recordar que la
principal causa de accidentes automovilísticos y sus correspondientes daños:
defunciones, heridas, pérdidas económicas, etc., lo constituye el uso del
teléfono celular mientras se conduce.
Es
decir, parte de la situación de las redes sociales en nuestras vidas es que hemos
generado una dependencia al teléfono al grado de que Zygmunt Bauman nos dice
que la juventud actual (y yo agregaría que no solo ellos) parece que tiene un
teléfono celular injertado en su cuerpo. Hemos generado una dependencia que nos
hace sentir la necesidad de “estar conectados” desde el momento que despertamos
hasta pocos minutos antes de conciliar el sueño.
Pero
también la telefonía celular y el uso de redes sociales tienen sus efectos
positivos. De la misma manera que el teléfono celular desplazó a la calculadora
portátil, la linterna individual, la cámara fotográfica, la grabadora portátil,
el uso de enciclopedias y visitas a bibliotecas, etc., las redes sociales han
desplazado a los tradicionales medios masivos de difusión (televisión, radio,
periódicos, revistas), en el sentido de convertirse en nuestra principal fuente
de información y entretenimiento.
Esta
independencia de los medios controlados por el Estado y la oligarquía en el
poder permitió el inicio de una liberación social, en la medida de que no solo
ya no estamos sujetos al baño diario de información falsa que proporcionan,
sino que tuvimos oportunidad de confirmar el papel distorsionador que juegan en
nuestra sociedad al utilizar las redes sociales para informarnos de los
acontecimientos sociales y ver el mismo acontecimiento desde otra perspectiva,
o simplemente ver el silencio que guardaron ante eventos que en redes sociales
llamaron la atención pública.
A través de las redes sociales nos hemos enterado de la
corrupción que existe a nivel nacional en todas las esferas de gobierno:
municipal, estatal y federal. Mediante las redes sociales hemos identificado a
los políticos corruptos, nos hemos enterado de una serie de injusticias y la
existencia de una enorme red de impunidad en la clase política.
Pero
sobre todo lo más relevante fue que nos dimos cuenta de que no somos los únicos
inconformes e indignados con la situación que prevalece en nuestra sociedad.
Hemos tomado consciencia de que somos millones los que nos vemos afectados por
la implementación de políticas neoliberales que sólo buscan beneficiar al
mercado mediante la privatización de todo tipo de servicios que antes eran
públicos y otorgados por el Estado.
Las redes sociales se han convertido en verdaderos foros de
expresión individual y colectiva, a través de las cuales las personas expresan
sus opiniones y empiezan a unirse con otras de pensamientos e ideologías similares y juntas
comienzan a superar sus temores individuales
a través de la construcción de puentes de comunicación horizontal que
les permiten desarrollar sentimientos de unidad. Paradójicamente desde la
seguridad y anonimato que proporciona el ciberespacio se han construido
modernas ágoras a través de las cuales las personas realizan una serie de interacciones
sociales que en ocasiones se traduce en coincidencias físicas en el espacio
físico urbano.
Por lo regular los encuentros físicos que llegan a darse como
resultado de encuentros virtuales en redes sociales son originados por sentimientos de indignación
ante injusticias sociales, la corrupción, impunidad y el cinismo mostrado por
quienes están enquistados en el poder. La soberbia y la impunidad alimentan los
sentimientos de hartazgo social que son los que unen a las personas y logran
transformar aquel miedo individual en una imparable indignación colectiva que
los empuja construir la esperanza de un mundo mejor que el actual.
Otro
aspecto a considerar al hablar de las redes sociales es que con su desarrollo las
personas comenzaron a crear espacios de autonomía libres de todo tipo de
control y censura de tal forma que cualquiera que tenga un teléfono puede
convertirse de la noche a la mañana en un reportero o comunicador social y
expresar su opinión sin censura alguna.
En este punto podríamos recordar nuevamente al sociólogo Manuel
Castells y los planteamientos que hace en su libro “Redes de indignación y
esperanza”, cuando nos habla de los movimientos sociales en red como la
característica principal de nuestros tiempos.
No
le falta razón en sus planteamientos porque podemos ver que en todo el mundo se
presentan movilizaciones masivas, convocadas y apoyadas desde y por las redes
sociales para manifestarse colectivamente en protesta de algún evento,
personaje o situación específica.
Lo cierto es que los movimientos sociales en red como los
denomina Manuel Castells se han extendido por todo el mundo entero y en todos
los casos conformaron movimientos colectivos que ignoraron a los partidos
políticos, desconfiaron de los medios masivos de comunicación, dependen de
internet y son pieza clave en la dinámica social internacional actual.
Estos movimientos colectivos que utilizan redes sociales son los
que construirán las sociedades del siglo XXI y son la característica principal
de nuestros tiempos, ya que constituyen un nuevo espacio público interconectado
entre el espacio digital y el urbano y sobre todo porque es un espacio de
comunicación autónoma.
Estos movimientos colectivos formados por individuos inconformes
con su realidad actual contribuirán a la
construcción de un nuevo mundo porque son fundamentalmente la fuente de un
cambio social. Recordemos que la esencia y motor de los movimientos sociales en
red es un sentimiento de inconformidad, indignación y deseo de cambiar la
realidad circundante.
Este es el contexto que rodeó a las elecciones presidenciales en
México este 2,018 y debemos tener presente que los resultados que obtuvimos se
debieron a la vivencia y participación colectiva en el surgimiento de un nuevo
modelo de movimiento colectivo basado en el uso de las redes sociales en
tierras mexicanas.
El mundo entero quedo asombrado con los resultados de las
elecciones realizadas en México este año. Los mexicanos debemos sentirnos
orgullosos porque hemos hecho nuestra aportación al mundo entero acerca de cómo
implementar cambios sociales de manera pacífica y sin violencia. Bueno, debo
reconocer que si hubo violencia en este proceso electoral, pero fue una
violencia proveniente del grupo enquistado en el poder.
En ese sentido el triunfo arrollador de Morena en México y la
llegada al poder político de Andrés Manuel López Obrador, solo tiene sentido si
consideramos el papel que jugaron las redes sociales como parte de los factores
que permitieron anular las campañas de desprestigio en contra de López Obrador
y consolidar un apoyo masivo a su campaña que se tradujo en la materialización
de la consigna “Voto masivo para Morena” que logro convencer a más de 30
millones de mexicanos que votaron masivamente por los candidatos incluidos en
la fórmula de Morena.
Las redes sociales han permitido la consolidación de un proceso
de empoderamiento social en la población mexicana, en la medida de que se ha
construido un sentimiento de unidad colectiva que ha consolidado y reforzado
una identidad nacional. La experiencia mexicana viene a reforzar los
planteamientos de Manuel Castells en el sentido de que las redes sociales crean
comunidad que se basa en el compañerismo, el cual es un mecanismo psicológico
que permite superar el miedo individual.
Hoy en día las redes sociales nos permiten romper el aislamiento
físico y conectarnos para reportar cualquier acontecimiento a través de
nuestros teléfonos celulares.
Las redes sociales son utilizadas por los jóvenes de hoy para
citarse masivamente en fiestas espontáneas en lugares no permitidos por la ley
y terminar las mismas de un momento a otro utilizando el mismo medio
Podemos
llamar la atención de una cantidad infinita de personas si nos encontramos en
peligro. De igual forma, podemos usar nuestros teléfonos y computadoras para
convocar a una reunión de protesta en algún lugar específico.
Esto
fue lo que pasó en Sonora cuando la Gobernadora Claudia Pavlovich intentó que
los diputados del Congreso Estatal (controlados por ella) aprobaran una ley que
le permitiría vetar todo tipo de acuerdos que emanaran de ese recinto con la
próxima legislatura que tendrá mayoría morenista.
Gracias
a las redes sociales se dieron cita cientos de personas que protestaron ante
los diputados. De nada le valió a esta tristemente célebre gobernadora por su
canto de sirena moribunda “Pepe, pe pepepe”, el usar mujeres y hombres priistas
provenientes de colonias marginales como provocadores y golpeadores. Tampoco le
sirvió el enviar la unidad canina con perros amaestrados para intimidar a los
manifestantes que se mantuvieron firmes hasta lograr que la propia gobernadora
diera instrucciones de que no se tocara el punto de la ley veto.
De
ese tamaño es la importancia de las redes sociales, nos proporcionan un poder
colectivo que podemos utilizar como contrapoder ante la violencia
institucionalizada de los cuerpos represivos del Estado.
Los
movimientos sociales en red crean un poder que les permite construirse a sí
mismos en primer lugar a través del uso de la comunicación autónoma, totalmente
libre del control del Estado y de quienes ejercen el poder.
Las
“benditas redes sociales” a las que Andrés Manuel agradeció en su primer
discurso al conocer su triunfo, nos proporcionan un poder, un empoderamiento
que será nuestra principal arma en el proceso de construcción de una nueva
sociedad.
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