jueves, 2 de diciembre de 2021

 Jubilados y trabajadores activos en defensa del Isssteson

02 de diciembre del 2,021

Oscar Yescas Domínguez


Hoy estuve en las mesas de trabajo del Movimiento 30 de julio por fuera de la farmacia del Isssteson, fueron dos horas que pasaron muy rápido porque platicamos con derechohabientes de la tercera edad que salían de la farmacia con su receta, sin haber obtenido el medicamento que buscaban y con una expresión de desamparo en sus rostros. Algunos pasaron de largo sin dar oportunidad de hablar con ellos, porque quienes estuvimos en la mesa nos encontrábamos ocupados platicando con algún derechohabiente, explicándoles el origen del Movimiento 30 de julio, los logros que hemos tenido y la necesidad de unirnos para seguir luchando en defensa de nuestros derechos a la salud y a la jubilación.

Confieso que en más de una ocasión me sentí conmovido por el contenido de las conversaciones porque las personas describían la situación en la que se encontraban y realmente eran situaciones dramáticas, como el señor que nos dijo que hace seis meses sufrió un intento de asesinato y sufre trastorno de estrés postraumático, está recibiendo atención psiquiátrica pero enfrenta el problema de que no le surtiendo los medicamentos que necesita desde hace meses, no puede comprarlos por fuera porque son medicamentos controlados y tiene meses sin poder dormir bien. Ha hablado con varios médicos y le dicen que no pueden hacer nada porque ellos ya cumplieron, por lo que el desabasto de medicamentos lo tiene muy afectado.

Otro caso fue el de una persona que fue a recoger las medicinas de un hermano que le fue diagnosticado esquizofrenia y también enfrenta el problema de que no no le han surtido los medicamentos y ha tenido que comprarlos de su bolsillo comprando medicinas que tienen un costo superior s los mil pesos cada caja. La misma persona llevaba recetas de su anciana madre que se encuentra postrada y tampoco le entregaron los medicamentos porque “no había”. Mientras hablaba con él observé que su semblante que expresaba desesperación, impotencia y coraje, iba cambiando poco a poco al hablarle que si se unía al Movimiento 30 de julio podría tramitar un amparo para conseguir los medicamentos y evitar esos problemas. Fue un alivio para él encontrarnos por fuera de la farmacia porque estaba en un alto grado de desesperación ya que no sabía que hacer porque no tiene dinero para comprar las medicinas. El enterarse que existía el Movimiento 30 de julio le dio algo de esperanza para enfrentar los problemas de tener dos enfermos en casa que requieren medicamentos que le están siendo negados.

Otra persona con la que platiqué (78 años de edad), de aspecto humilde que me confesó que no usaba facebook porque ni siquiera tiene un teléfono, fue a recoger medicamentos para su esposa que se encuentra en cama con varias enfermedades y salió de la farmacia con las manos vacías. Le informé de la existencia del Movimiento 30 de julio, le tomé sus datos y le sugería que le pidiera a alguno de sus hijos que le enseñara en su teléfono como acceder a la página de facebook del Movimiento 30 de julio y buscara apoyo en la Comisión de amparos para conseguir sus medicamentos.

Una persona más me comentó que estaba indignado estuvo hablando por teléfono a la farmacia del Hospital Chávez y nunca le respondieron (esto es verdad, ya no responden en el teléfono de la farmacia del Isssteson ubicada en el Hospital Chávez). Fue a recoger unas medicinas que no encontró y las necesitaba con urgencia porque le hicieron una operación de la cadera y tuvo que comprar la pieza que le instalarían en sus caderas que tuvo un costo de $98,000 pesos y que después de dar muchas vueltas logró que el Sutspes le ayudara a comprar esa pieza. Me comentó a modo de denuncia que el Isssteson sólo hace las operaciones, pero no proporciona los implementos (prótesis) que se requieren en caso de fracturas de huesos y que la mayoría de las personas no sabe esto y sigue suponiendo que el Isssteson les va a resolver todos los problemas de salud y que es necesario que se difunda esta información para que se preparen quienes tengan necesidad de pasar por esos trances.

En momento sentía como si estuviera brindando consulta psicológica, porque quienes atendía reflejaban en sus rostros y lenguaje corporal un estado de ansiedad, desesperación y coraje, mismo que en la medida que avanzaba la plática con ellos, iba desapareciendo al grado de despedirse con una sonrisa y agradecimiento por haber encontrado alguien que los escuchara y les brindara unas palabras de apoyo.

El hecho de ver estos cambios de actitud en esas personas me hizo sentir que estaba haciendo algo útil, que estaba ayudando a alguien, que lo que estamos haciendo en el Movimiento 30 de julio es algo correcto, justo y necesario. En otras palabras me di un "baño de realidad" al estar en contacto con personas sencillas, humildes, respetuosas a quienes les están violando impunemente sus derechos a la salud. En verdad esta experiencia me impactó al actuar con empatía con estas y otras personas que no describo para no hacer largo este pequeño escrito, el cual tiene la intención de invitar a quienes no han participado en las mesas de información a que se sumen a ellas, ya que sentirán en carne propia la necesidad de fortalecer este Movimiento 30 de julio, porque el desamparo y sensación de abandono que sentíamos antes de su surgimiento, lo siguen sintiendo miles de derechohabientes del Isssteson.

Las dos horas se fueron rápido y sólo estábamos dos personas por lo que no nos dábamos tiempo de atender a quienes se acercaban a ver la mesa, escuchar parte de la conversación, mirar su reloj y alejarse. La instalación de estas mesas fuera de la farmacia del Hospital Chávez nos brinda una gran oportunidad de acercarnos a personas que deambulan con un gran peso en sus espaldas y quienes al enterarse que pueden conseguir un amparo para conseguir sus medicamentos o un reembolso de los gastos provocados por la compra privada de sus medicinas, reciben un respiro de alivio, un alivio que deberían proporcionar quienes tienen cargos de servidores públicos pero que no actúan como tales.

Si para algunos integrantes del Movimiento 30 de julio no les ha caído el veinte de que sólo actuando unidos, en forma colectiva y organizada, podremos lograr defender nuestros derechos a la salud y a una jubilación digna, ¿Qué se puede esperar de aquellas personas que viven en condiciones de marginación que les impiden tener un teléfono celular y estar enterados de lo que circula en redes sociales? Hemos hablado de que somos un movimiento colectivo, pero en los hechos sólo unas cuantas personas hemos asumido la responsabilidad de realizar ciertas tareas que tienen un beneficio para todos los derechohabientes del Isssteson.

Cada vez está más claro que los partidos políticos y los dirigentes sindicales no están luchando en defensa de los derechos a la salud y a la jubilación. El movimiento 30 de julio es la única organización que ha estado en constante contacto con las autoridades gubernamentales (Isssteson, Secretaría de Hacienda. Secretaría de Finanzas, Secretaría de le Contraloría, etc.), para buscar terminar con el desabasto de medicamentos y el pago puntual de nuestras pensiones y aguinaldos.

Pero el problema que enfrentamos en el Isssteson va mucho más allá de lograr un abasto oportuno de medicamentos y pago puntual de nuestras pensiones, ya que el problema real es la existencia misma del propio Isssteson. Las autoridades administrativas del Isssteson no pierden oportunidad de decir que el problema que enfrentan es financiero, que no les alcanza para seguir funcionando porque la mayor parte del presupuesto se va en el pago de la nómina y en el pago de las jubilaciones, quedando un reducida cantidad para el gasto de operaciones del instituto para cumplir con sus funciones de brindar servicios médicos y asistencia social.

La lucha del Movimiento se perfila a largo plazo, porque insistimos en que se castiguen los actos de corrupción de gobiernos anteriores que provocaron la crisis actual del Isssteson. Hemos insistido en que no estamos dispuestos a sacrificar nuestros derechos a las pensiones y a la salud, rechazando la justificación de que no hay dinero. Necesitamos ejercer más presión para lograr romper la resistencia que muestra el gobierno actual para proceder legalmente en contra de quienes se enriquecieron con recursos financieros del Isssteson y que hoy deambulan con total impunidad disfrutando de una vida de lujos.

La situación del Isssteson es un claro ejemplo de desigualdad social ya que unos cuantos se convirtieron en millonarios tras su actuación como directivos del instituto y miles de derechohabientes, tanto activos como jubilados, estamos viviendo en condiciones precarias porque tenemos que comprar de nuestros bolsillos los medicamentos que se nos niega en las farmacias.

Tenemos que desarrollar la tarea de concientización entre los trabajadores activos que ven los problemas que enfrentamos los jubilados como algo ajeno a ellos. No logran establecer el vínculo entre los problemas que enfrentamos con los problemas que enfrentarán cuando decidan jubilarse. Al paso que vamos lo más probable es que muchos trabajadores activos fallezcan antes de recibir su jubilación.

De igual forma debemos insistir en que los dirigentes de los sindicatos que aglutinan a los derechohabientes del Isssteson, se sumen a nuestra causa de rescatar al instituto, porque esta tarea requiere de un esfuerzo colectivo. De la misma forma que algunos miembros del Movimiento 30 de julio han reclamado a sus representantes la solución a los problemas del desabasto de medicamentos y retraso en el pago de las pensiones, deben llevar estos reclamos a los dirigentes sindicales que a pesar de recibir un sueldo por ocupar el cargo que tienen, no están cumpliendo con sus funciones.

Mientras se logran estos cambios de actitud y de comportamientos en los trabajadores activos y dirigentes sindicales, los actuales integrantes del Movimiento 30 de julio, debemos unirnos seguir fortaleciendo nuestro movimiento y construyendo un poder colectivo que nos permita enfrentar al poder político en igualdad de condiciones para poder defender nuestros derechos a la salud y a la jubilación.

Los tiempos que vivimos son tiempos de crisis y estar en estas condiciones nos impide permanecer neutral o indiferente a los problemas que afectan a nuestras comunidades y las violaciones a nuestros derechos a la salud persisten, porque a pesar del discurso gubernamental, persiste un grave desabasto de medicamentos, sobre todo de los medicamento controlados. Las autoridades del Isssteson pretenden realizar grandes cambios para limitar el número de medicamentos prescritos, el número de incapacidades laborales y el número de recetas emitidas por coordinadores médicos, a nombre de combatir la corrupción y reducir costos.

Debemos entonces estar pendientes a los cambios que se anunció se realizarán en este mes de diciembre, para evitar que los mismos agraven aún más la calidad y cantidad de servicios médicos. Por lo pronto, persiste el problema de las consultas con especialistas que se programan con un gran espacio de tiempo, sin considerar que la salud no puede esperar, porque las enfermedades siguen avanzando y se agravan mucho más si no se cuenta con un abasto eficiente de medicamentos.

La unidad en la acción es la fuente de nuestra fortaleza, debemos construir ese vínculo de colaboración entre los integrantes del Movimiento 30 de julio y sumarse a las tareas que se desprendan de su funcionamiento. Hemos avanzado en estos cuatro meses, tenemos un sentimiento de pertenencia, hemos dejado atrás el uso del “yo” para usar el “nosotros” y hemos construido una identidad colectiva, sigamos por ese camino porque mientras estemos unidos, nadie podrá detenernos.


Yescas, Oscar: ¿Qué significa ser miembro del Movimiento 30 de julio? https://oscaryescasd.blogspot.com/2021/11/quesignifica-ser-miembro-del-movimiento.html


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