martes, 23 de febrero de 2021

 

Acerca del método de las encuestas utilizado en política

Oscar Yescas Domínguez

23 de enero de 2,021


Una de las frases de mi tocayo Oscar Wilde que más me ha gustado fue: “Existen sólo dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo”. Con esa frase en mi mente me dispongo a aporrear el teclado de mi computadora (antes decíamos arrastrar el lápiz) para expresar mi opinión personal sobre el uso actual de las encuestas como forma principal para elegir a los candidatos que representarán a morena en las próximas elecciones del 2,021 en México. Mis antecedentes me permiten expresar una opinión sobre este tema con fundamento teórico y práctico:

Durante 33 años ocupé una plaza de Profesor-Investigador en el Departamento de Psicología y Comunicación de la Universidad de Sonora, es decir, formé parte del “Club de privilegiados” que tenían una plaza de tiempo completo, por lo que mis funciones eran la docencia, la investigación y la extensión. Parte de mis actividades era impartir clases a alumnos de semestres avanzados en Psicología, pero para impartir mis seminarios necesité invertir tiempo en investigación documental para preparar diseñar los programas de los seminarios y mantener actualizados sus contenidos.

Pero una gran parte de mi tiempo de trabajo (no le llamo jornada laboral porque el trabajo de un profesor no tiene horario ni termina al salir de la escuela o universidad ya que un buen profesor labora los fines de semana en casa, los días festivos y trabaja horas extra sin pago alguno, así es como percibía el concepto “Tiempo completo”) consistió realizar diversas investigaciones durante más de tres décadas, por lo cual en los períodos intersemestrales (semanas en las que no hay clases), aprovechaba para tomar cursos de actualización docente y la temática principal de estos seminarios era la metodología de la investigación social, para cumplir con mi labor como investigador.

El asunto es que realicé varias investigaciones y utilicé en la mayoría de ellas la técnica de la encuesta como instrumento de acopio de información. Por el conocimiento que tengo acerca del uso de las encuestas, veo con gran preocupación que su uso está desplazando al ejercicio democrático de elección de candidatos a cargos de elección popular en las próximas elecciones del 6 de junio.

El partido Morena está utilizando la encuesta como procedimiento principal para elegir a sus candidatos y con esta estrategia abre la puerta para el engaño y la imposición de personajes que no gozan de la simpatía popular.

Con ello está arriesgando su capital político al crear las condiciones para que se dé una fractura de las fuerzas políticas que lo conforman y que por lo mismo podría tener una posible derrota como resultado en las próximas elecciones si se impone la candidatura de una figura que genere más repudio que simpatía, como aparentemente está sucediendo con la figura de Célida López, quien desde el poder de la presidencia Municipal de la capital sonorense se registró como precandidata a sucederse a sí misma, es decir, a reelegirse en el cargo.

Las encuestas fueron diseñadas para seleccionar muestras realmente representativas de determinados conjuntos poblacionales y conocer la opinión, conocimientos o actitudes que tengan todos los integrantes de esa población sobre algún tema, asunto o personaje en particular. La garantía de su confiabilidad se basa en el uso de un procedimiento aleatorio (es decir al azar) para seleccionar una muestra representativa de la población para ser entrevistadas y en base a los resultados poder realizar inferencias acertadas acerca de la existencia de una “opinión pública” o de la preferencia mayoritaria de los integrantes de una comunidad específica.

La confianza en los resultados de la misma está en función del procedimiento aleatorio utilizado en la obtención de la muestra, esto significa que todos los integrantes de la población objeto de estudio tengan las mismas posibilidades de ser elegidos para formar parte de la muestra a quien se entrevistará. En este caso, cabría la pregunta: ¿Cómo se seleccionó a la muestra representativa?, ¿Quiénes realizan esta investigación?

Es importante mencionar que no existen encuestas infalibles es decir, nunca habrá una garantía al 100% de que una encuesta refleje el sentir de toda una población, ya que siempre hay un margen de error. Por eso en la investigación social se utilizan varias técnicas de acopio de datos para complementar lo que se pueda detectar con la técnica de la encuesta.

Recuerdo que en el Departamento de Psicología de la Universidad de Sonora existía un “Centro Universitario de Estudios de la Opinión Pública”, dirigido por un colega que laboraba en el Programa de Ciencias de la Comunicación y que utilizaba de manera prioritaria la técnica de la encuesta en sus investigaciones. Este Centro recibía financiamiento externo para realizar sus estudios y recuerdo claramente que durante la campaña electoral del 2,018 realizó una investigación con financiamiento privado para conocer la opinión pública de los sonorenses y estar en condiciones de predecir a los triunfadores de la elección para Presidente de la República, Senadores y Presidente municipal de la capital sonorense.

Días antes de las elecciones presentaron los resultados de sus investigaciones en un conocido hotel de la ciudad en el que anticiparon con gran seguridad y manejando un mínimo margen de error que, el Pri arrasaría en las elecciones presidenciales con Jose Antonio Meade, que Morena ganaría algunas candidaturas para Senador y que el Pri ganaría en las elecciones para ocupar la Presidencia municipal de Hermosillo. Sobra decir que el arrollador triunfo de Andrés Manuel López Obrador y Morena en prácticamente todo el territorio nacional incluyendo la capital sonorense representó un fuerte golpe a la credibilidad y confiabilidad de este Centro Universitario de Estudios de la Opinión Pública, un golpe del cual no pudo reponerse.

Ante el uso de la técnica de la encuesta por parte de un partido político para seleccionar a quienes ocuparán posiciones de poder surgen muchos cuestionamientos el principal es que impide la participación directa de los militantes de Morena en la selección de sus candidatos, lo cual representa una grave contradicción entre el discurso democratizador y un ejercicio autoritario del poder interno. El uso de la técnica de la encuesta abre la puerta para la manipulación de los resultados y favorecer intereses privados, porque se desconoce el procedimiento utilizado y de todos es conocido que en el pasado se han hecho “encuestas patito”, patrocinadas con capital privado y que esperan resultados decididos de antemano, disfrazados de consulta popular.

Preocupa enormemente que Morena use esta metodología a nivel nacional y no sea congruente con el discurso que enarbola de construir una democracia participativa, porque en este escenario del uso de encuestas, la participación de la militancia de Morena se limita a un rol pasivo, en la espera de resultados que no podrán ser objeto de crítica alguna porque “se utilizó un procedimiento científico”, que excluye de la participación de los militantes de Morena en un proceso de interacción social tan relevante como lo es decidir quienes serán los candidatos que promoverán en las próximas elecciones.

Lo natural y esperable sería que los propios militantes de Morena fueran los que en elecciones internas decidieran quienes serán sus propios candidatos, pero al privilegiar el uso de las encuestas que obtendrán resultados obtenidos con metodologías desconocidas y que pedirán a la militancia de Morena una obediencia ciega y una aceptación incondicional y acrítica, están socavando los cimientos del partido que el pueblo mexicano llevó al poder en el 2,018. Cualquier maestro de Metodología de la investigación social reprobaría el uso de la encuesta con fines electorales, es una buena técnica para realizar una investigación, pero no es nada recomendable utilizarla  para una elegir candidatos a ocupar cargos de elección popular, es decir, personas que ocuparán posiciones de poder. 

Esta exclusión de los militantes de Morena conlleva además un desembolso financiero considerable porque la realización de este tipo de investigaciones tiene por lo regular un alto costo económico. Un gasto que podría evitarse si se decidiera incluir la participación de los militantes de Morena en la realización de elecciones internas para decidir quienes serán sus candidatos. Lo que está sucediendo puede llamarse como un acto de “incongruencia política” de un partido que llegó al poder surgiendo de un movimiento colectivo que estaba luchando por la construcción social de la democracia y denunciando las limitaciones de una democracia representativa.

Excluir la participación de los militantes de Morena en la toma de decisión para elegir a los candidatos a puestos de elección popular, representa un grave retroceso en la construcción de la democracia en México, porque nunca en la historia pasada y futura la participación social debe ser excluida para privilegiar el uso de las encuestas. El partido gobernante Morena, ha perdido distancia con la ciudadanía en su corta existencia como partido en el poder en Sonora y hoy en día da un paso más en su proceso de descomposición interna al privilegiar el uso de las encuestas para seleccionar a sus próximos candidatos y excluir la participación de sus militantes en estas decisiones importantes. 

Representa una grave contradicción interna y también representa una decepción a los simpatizantes de Morena que desde el exterior vemos cómo se agudizan las contradicciones internas en este partido que surgió como el partido de la esperanza y que el día de hoy al negarse a construir una democracia interna permitiendo a sus simpatizantes elegir en ejercicios democráticos a sus futuros candidatos rompe la unidad interna y siembra la semilla de la desconfianza al observar que la cúpula en el poder de Morena intenta disfrazar sus intenciones ocultas al utilizar la encuesta como “un método científico” para elegir a quienes ocuparán posiciones de poder en los próximos años, un método que según quienes lo utilizan, obtendrán resultados incuestionables, cuando desde el momento de elegir este procedimiento ya dio lugar a los cuestionamientos, porque más bien parece un concurso de popularidad de individualidades en el cual, los programas de trabajo se encuentran ausentes y con ello dan muestra de miopía política al ignorar las necesidades, deseos y expectativas de la población a la que pedirán su voto en las próximas elecciones. Existe una gran diferencia entre ser popular a nivel social y el ser apto, estar capacitado para desempeñar un puesto de servidor público.

No es demasiado tarde, aún es tiempo de rectificar, todavía puede haber consultas internas en las que los militantes de Morena puedan elegir a sus candidatos y garantizar con ello la unidad de los militantes de Morena y el apoyo de los simpatizantes de Morena en estas próximas elecciones. Son momentos de decisión relevante: Morena seguirá como el partido de la esperanza o escogerá el camino de la decepción de sus militantes y simpatizantes.



Yescas, Oscar: El club de los privilegiados

https://oscaryescasd.blogspot.com/2018/07/el-club-de-los-privilegiados.html



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