sábado, 20 de junio de 2020


¿Qué significa ser padre?
Oscar Yescas Domínguez
20 junio del 2,020

Todos tenemos una determinada forma de pensar, sentir y actuar que nos distingue de los demás, a eso se le llama personalidad psicosocial y es el resultado de la interinfluencia que hemos mantenido con diferentes figuras significativas en los distintos grupos a los que pertenecemos o hemos pertenecido.
Dentro de estas figuras significativas, sin duda alguna se encuentra la figura del padre, la imagen de la figura de autoridad, del proveedor, del sostén de la familia. Los que tuvimos padre en nuestro crecimiento debemos valorar lo afortunados que fuimos porque existen miles de familias en latinoamérica que son monoparentales, encabezadas por la figura femenina y con un padre ausente.
En un ejercicio de empatía social no quiero presumir del padre que tuve y que fue y sigue siendo mi modelo a seguir, sólo quisiera llamar la atención sobre lo que significa ser padre desde mi perspectiva personal.
Ser padre no es cualquier cosa, no significa sólo poner nuestra aportación de semen para la fecundación. Ser padre significa educar a nuestros hijos con nuestro ejemplo cotidiano. Debemos tener presente que somos los maestros de nuestros hijos ya que aprenden por imitación observando nuestro comportamiento en la vida diaria, somos modelos de comportamiento a seguir, les enseñamos sin tener título de maestros.
En la privacidad de nuestros hogares educamos a nuestros hijos sobre formas de comportamiento en diversas situaciones. A través de la observacón y la imitación aprenden cómo reaccionar en ciertos contextos, les transmitimos una ideología, una forma de pensar y una escala de valores que regirán su conducta en el futuro.
Asimilan de nosotros estilos de toma de decisiones y maneras de relacionarse con las demás personas.
Se puede ser padre sin ser el padre biológico de quien estamos educando, ya que la paternidad es un proceso que dura toda la vida y no se limita al acto de la fecundación.
Lamentablemente hay miles de familias mexicanas con padres ausentes y las madres que son jefas de familia la hacen de padre y madre a la vez, esto es un problema estructural y cultural a la vez y no resultado de una decisión individual.
La ausencia del padre en miles de familias es una muestra de que necesitamos implementar programas de educación sexual que impidan que se sigan reproduciendo roles sexuales estereotipados preñados de ideología machista que hace ver “más hombre” aquel varón que tiene más conquistas sexuales, o que tiene una “casa chica”.
El día del padre no debe ser motivo de celebración únicamente, debemos reflexionar sobre el comportamiento que tenemos en forma cotidiana en nuestro rol como tales, debemos revisar el tipo de relación que tenemos con nuestras familias, nuestras esposas, hijas e hijos. ¿En realidad merecemos un homenaje este día?
La crisis económica que padecemos desde hace décadas y que se sigue agudiando cada día, más las reformas neoliberales que nos quitaron derechos laborales y prestaciones sociales, obligan a que el trabajador contemporáneo pase más tiempo fuera de su hogar para trabajar largas jornadas laborales que le limitan el tiempo de interacción con sus familias.
Los hijos crecen hoy en día pasando más tiempo frente a la televisión, pegados al teléfono o con sus amigos, que en compañía de los padres. El desarrollo tecnológico nos ha acercado a personas que viven a miles de kilómetros de distancia, pero nos ha alejado de las personas que están compartiendo espacio físico con nosotros, esto incluye también un impacto en la relación padres e hijos.
Los estereotipos sobre las figuras de lo que es ser hombre y ser mujer han llevado a la idea equivocada de que la educación de los hijos es responsabilidad exclusiva de la madre y que los padres sólo deben cumplir la función de proveedores. Necesitamos construir nuevas imágenes de lo que significa ser hombre y de lo que significa ser mujer para terminar con la desigualdad de género y construir una sociedad en la que prevalezca la igualdad social.
Esto implica que los varones renunciemos a los privilegios que hemos tenido tan sólo por haber nacido hombres en una sociedad caracterizada por un falocentrismo patriarcal que nos hace ver a las mujeres como ciudadanas de segunda clase y no como seres humanos con derechos iguales. Esta cultura patriarcal que es el origen de la violencia hacia las mujeres, del abandono del padre de mujeres embarazadas, de la existencia de miles de familias sostenidas por mujeres que han sufrido el abandono del marido, o de mujeres independientes que pagan el precio de su libertad como seres humanos viviendo solas con sus hijos al no soportar el machismo del padre.
Para construir una cultura basada en la equidad de género necesitamos también reflexionar sobre la pregunta ¿Qué significa ser padre? El día del padre es un día para reflexionar acerca de hasta qué punto estamos contribuyendo a generar en nuestros hijos una ideología incluyente o excluyente?
Es decir, debemos preguntarnos hasta qué punto estamos criando futuros hombres machistas y mujeres sumisas o futuros ciudadanos que pelearán por sus derechos en base a una equidad de género?
Sin desearlo, sin querer en ocasiones estamos reproduciendo una ideología patriarcal y machista al darle más privilegios a nuestros hijos varones y más restricciones a nuestras hijas mujeres.
La violencia contra las mujeres, el feminicidio, el abuso sexual, la homofobia, son actitudes que se aprenden y se adquieren en casa a través de la observación del comportamiento cotidiano de los padres en su relación entre sí y con sus propios hijos.
Recordemos que somos los educadores principales de nuestros hijos, reflexionemos acerca del tiempo que les dedicamos y la forma como nos relacionamos con ellos. La familia es considerada un grupo primario porque las relaciones que se establecen a su interior son primarias, significativas, basadas en afectos, sentimientos.
El ser padre no se reduce a cumplir con el rol de proveedor, a trabajar todo el día, estar ausentes de casa a nombre de proveer de todo lo necesario para nuestra familia (casa, alimentación, vestido, etc.) y llegar a casa a descansar y ver televisión o embriagarse, ser padre significa estar al lado de nuestros hijos en todo momento, en convertirnos en sus compañeros de juego, en comprender las necesidades de nuestros hijos.
Necesidades que no se satisfacen con la compra de regalos porque ningún regalo sustituye el placer del niño cuando juega con sus padres, ellos quieren nuestra compañía, ellos nos extrañan todos los días y si llegamos a casa y en lugar de pasar tiempo con nuestros hijos vemos televisión, tomamos una cerveza y los ignoramos a nombre de que venimos cansados, no estamos cumpliendo con nuestro rol de padres.
El tiempo pasa rápidamente, nuestros hijos crecen pasando de la infancia a la pubertad, después a la juventud y con el paso del tiempo pierden el interes de interactuar con nosotros y nosotros perdemos la oportunidad de estar con ellos en momentos significativos.
Si deseamos que las felicitaciones por el día del padre sean realmente merecedoras, debemos cambiar muchos de nuestros comportamientos actuales que contribuyen al descuido en la atención de nuestros hijos.
No se trata de ser padres modelo, simplemente es cumplir con nuestra responsabilidad como padres aquella responsabilidad que asumimos al ser padres o aceptar ser padres y tomar la responsabilidad de educarlos, enseñarles y acompañarles en el camino de esta vida que nos tocó vivir, es
una responsabilidad que se convierte en satisfacción mutua Nadie nos enseña a ser padres, de repente nos vemos convertidos en padres de familia, es natural cometer errores porque aprendemos a ser buenos padres con el ensayo y el error, pero nunca se es demasiado tarde como para que padres e hijos disfruten su compañía mutua.
Finalmente, quiero quiero concluír estas líneas felicitando a todos los padres e invitándolos a reflexionar acerca de cómo se relacionan actualmente con sus hijos y que estén abiertos para considerar formas de acercamiento con ellos y la manera sencilla de hacerlo es disfrutando más tiempo de su compañía. Al final, para que puedan mejorar la misma cada día y poder ser mira cuando dejemos esta vida, lo más valioso que les dejemos a nuestros hijos serán los valores que aprendieron de nosotros y el tiempo que les dedicamos a disfrutar su compañía. De esta forma lograrán que sus hijos los vean de la misma forma que yo miraba a mi querido y amado padre. ¡Feliz día del padre!

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