jueves, 2 de abril de 2020


La izquerda en el poder en Hermosillo, Sonora?
Oscar Yescas Domínguez
02 de abril 2,020

Las personas de edad madura que a lo largo de nuestras vidas hemos participado en varios movimientos colectivos que surgieron luchando por lograr un cambio social, tenemos claro que Morena no es un partido de izquierda. Que es un partido progresista sí, que enfrenta al neoliberalismo, también (esto dicho con cierta reserva), pero llamarlo un gobierno de izquierda como lo hace el Gobierno de Estados Unidos realmente es una exageración.
Aquel reducido número de personas que hemos luchado con la sangre roja y con el corazón a la izquierda (una manera metafórica de decir que somos de izquierda), deambulamos por nuestras ciudades como miembros de una especie en extinción (bueno, ahora sería más correcto decir, deambulamos por los cuartos de nuestras casas debido al encierro voluntario), con la consciencia tranquila y la frente en alto, porque siempre hemos guiado nuestros comportamientos por los principios aprendidos en nuestra práctica militante: solidaridad ante el desposeído, sensibilidad a los problemas sociales, empatía con quien sufre, honradez reflejada en nuestros actos, honestidad como forma de vida, autenticidad (congruencia entre lo que hacemos y decimos) y sobre todo lealtad y fuerte compromiso social con las causas populares.
Morena no es un partido de izquierda aún cuando dentro de esa organización existan elementos que han militado durante años en movimientos que luchaban por construir una democracia, es en realidad un partido que surgió con una finalidad electoral sin tener una claridad política definida.
Por esa misma razón habemos muchas personas que decidimos mantener nuestra independencia política sin afiliarnos a ningún partido, militando como activistas sociales, participando en diversos movimientos colectivos y que en su momento decidimos apoyar a Morena porque representaba la alternativa más viable para terminar con la dictadura perfecta del Prian, lograr un cambio electoral y una garantía para arrojar al basurero de la historia al Prianismo y sus cómplices y con ellos a la corrupción endémica que se apoderó de nuestras instituciones de gobierno.
Lamentablemente el afán de lograr el poder político y la premura del tiempo llevó a Morena y sus fundadores a pactar alianzas con todo tipo de fuerzas políticas que deseaban unirse al carro de Morena, así como aceptó también a individuos que se le acercaran con el objetivo de tumbar al Prian.
Esta apertura fue aprovechada por miles de militantes del Pri y del Pan para cambiar de bando, así como personajes destacados ligados durante años al régimen de corrupción anterior, quienes actuaron como chapulines políticos abandonando sus partidos de origen y de manera oportunista enquistarse en las filas de Morena ante el inminente triunfo que vaticinaba que Morena conquistaría el poder político por la vía electoral.
Algunos personajes más osados aprovecharon la ingenuidad de dirigentes de Morena y lograron colocarse como candidatos a puestos de elección popular, “chamaqueando” ¿o corrompiendo? a los militantes de Morena responsables de otorgarles las candidaturas con victoria previamente anunciada.
Tal es el caso del Comité Ejecutivo de Morena en Hermosillo, Sonora que no solamente aceptó a una distinguida militante panista de nombre Célida López panista que renunció a su partido al no conseguir ser candidata a un puesto de elección popular en ese organismo político, sino que también la propuso como candidata oficial de ese partido a la Presidencia Municipal de la Capital del Estado de Sonora con los resultados que todos conocemos.
En estos momentos en el que se vive un innegable crisis de liderazgo de la Presidenta Municipal de Hermosillo, que se traduce en una gran brecha de distanciamiento entre la autoridad municipal con la ciudadanía hermosillense a la que ignora y trata con vulgar desprecio, me pregunto: ¿quiénes fueron los militantes de Morena Hermosillo que aceptaron el ingreso de esta mujer a Morena? y sobre todo ¿quiénes fueron los que decidieron aceptar a Célida López con la candidatura a la Presidencia Municipal de Hermosillo?, ¿algunos de ellos forman parte de la actual estructura de Gobierno municipal como colaboradores de la Presidente Chapulín?
No quisiera estar en estos momentos en los zapatos de Armando Moreno Soto quien se encuentra en el ojo del huracán cumpliendo la encomienda de su Jefa Célida López de dar la cara a nombre del ayuntamiento para defender la venta de el predio denominado El Cárcamo, un área deportiva que incluye tres estadios de fútbol y que es utilizado por más de 400 personas que se reúnen en ese lugar para practicar el rey de los deportes el beisbol.
El día de ayer vi y escuché su intervención en el espacio virtual de Julio Sánchez Pasos en su mesa de análisis ciudadano con el tema debate de ventas de terrenos deportivos. Sin el ánimo de evaluar o calificar las diferentes intervenciones lo que observé fue una especie de diálogo de sordos en el cual la parte sorda fue lamentablemente Moreno Soto, quien hizo uso del micrófono la mayor parte del tiempo y sus intervenciones parecían monólogos porque no se llegó a un diálogo realmente constructivo.
Inclusive en momentos las intervenciones de Armando se perfilaron como verdaderos ataques con el intento de desviar la atención del tema central y descalificar al también Maestro de la Universidad de Sonora Isabel Dorado, tratando de ligarlo con los “Micos” (Movimiento de integración cristiana), un grupo religioso de derecha que participó como grupo de choque en el movimiento estudiantil de los años setenta en la Universidad de Sonora.
Buena parte de la intervención de Moreno Soto la invirtió en hablar de sí mismo y de su trayectoria de “izquierda”, haciendo mención a experiencias personales de secuestro, estancia en prisión, participación en luchas de hace décadas, etc. Pero en ningún momento dio respuestas a los cuestionamientos del porqué se tomó esta decisión de vender este predio deportivo en un sábado, en condiciones de clandestinidad y en momentos los que las autoridades llamaban a no tener reuniones de más de diez personas.
Mencionó los diferentes puestos que ha ocupado en Morena Sonora, dentro de los cuales afirmó haber sido el primer Presidente del Comité Ejecutivo Municipal de Morena. Me pregunto en este punto, ¿acaso Moreno Soto fue una de las personas que avalaron la propuesta de presentar a Célida López como candidata a Presidencia Municipal de Hermosillo aprovechando su puesto de Presidente del Comité Ejecutivo de Morena en Hermosillo, menospreciando a militantes de izquierda con varios años de probada experiencia política y compromiso social?
Una pregunta que muchos hermosillenses nos hicimos fué ¿por qué eligieron a una militante panista como candidata a Presidenta municipal por parte de Morena?
En ningún momento respondió Armando Moreno a la pregunta de por qué era tan urgente vender este predio que llevó al Cabildo municipal a reunirse corriendo el riesgo de posibles contagios de corona virus en los asistentes a esa reunión.
Como buen economista y haciendo buen desempeño de su nuevo rol de vocero de la Presidencia Municipal de Hermosillo, Moreno Soto utilizó argumentos económicos para defender la propuesta de la venta del terreno denominado el Cárcamo.
Hizo referencia varias veces a su papel de “militante de izquierda” y su participación en diferentes movimientos contestatarios, sin darse cuenta de que en estos momentos se encuentra “del otro lado” de un movimiento civil que defiende el medio ambiente y que lucha en contra de la decisión de un gobierno que actúa en forma autoritaria afectando intereses colectivos.
La verdad me dio pena ajena y hasta cierto punto algo de indignación por ver el comportamiento actual de quien consideraba un compañero de lucha social, a quien conozco desde los años setenta cuando actuó como otros activistas más que luchamos en un masivo movimiento estudiantil y que sufrimos la represión policiaca.
Lo que muchos no saben es que en ese entonces defendíamos la autonomía universitaria y la implementación de un cogobierno en la Unison, lamentablemente ese movimiento fué reprimido y una de sus consecuencias fue la desaparición de la Escuela Prepataroria Central de la Universidd de Sonora que tenía más de 6,000 alumnos.
Pero en este momento no se trata de ver quien tiene más cicatrices para demostrar quién es más hombre, tampoco se trata de mencionar en cuantas luchas hemos participado, mucho menos viene al caso autocalificarnos como militantes de izquierda, actuando incongruentemente como vocero de un gobierno que actúa en forma autoritaria intentando vender terrenos municipales para obtener recursos financieros, sin importar que esos terrenos sonutilizados por la ciudadanía para practicar deporte.
Moreno Soto debe tener presente que el pasado no nos define, así como tampoco definió el pasado a Jorge Luis Ibarra Mendívil quien pasó de dirigente estudiantil en los setentas a desempeñar el cargo en los noventas de Rector de la Universidad de Sonora durante los primeros ocho años de la represiva Ley Cuatro que todavía rige el funcionamiento de nuestra Alma Mater, imponiendo por la fuerza la nueva legislación universitaria y beneficiándose económicamente de las finanzas universitarias exigiendo a todos pleitesía y que le hablaran como “El señor Rector”, tendencia que todavía continúa hasta estos momentos.
Insisto el pasado no nos define, lo digo como profesional de la Psicología, si alguien consumió alcohol en el pasado no será para siempre un alcohólico, si alguien consumió drogas en el pasado no será para siempre un adicto, o si alguien cometió algún delito no será por ello siempre un delincuente.
Creo firmemente que todos merecemos una segunda oportunidad y si nos comprometemos podemos cambiar nuestro comportamiento para ser mejores personas. Si realmente nos comprometemos a ser mejores personas podemos cambiar, dejar el pasado atrás y ubicarnos aquí y ahora.
Lo que realmente me parece inaceptable son los cambios negativos, el que una persona que por años se ha guiado por principios de la democracia y la justicia y que de repente cambie al ocupar una posición de poder, me parece muy lamentable y sumamente cuestionable.
Nuestro comportamiento se guía por nuestros principios y si hemos sido congruentes y auténticos durante toda nuestra vida no podemos cambiar de la noche a la mañana mostrando un comportamiento que refleja un “Yo” distinto a lo que hemos sido toda nuestra vida, mostrando una gran distancia entre el discurso y la acción.
No podemos durante años estar en la lucha social contra autoridades en el poder defendiendo derechos colectivos y al otro día, ocupar puestos de poder y pelear en contra de quienes defienden intereses colectivos, nuestros hermanos de lucha el día de ayer.
No es sano dejar atrás los principios que guiaron nuestro comportamiento anterior en la defensa de intereses colectivos, para defender intereses particulares y mucho menos intentando restarle legitimidad personal a personas que hoy luchan defendiendo intereses colectivos, distorsionando los hechos para cumplir la encomienda de la autoridad en turno.
Definitivamente, el Gobierno Municipal de Morena en Hermosillo no es democrático y mucho menos de izquierda, aún a pesar de que en la estructura de gobierno municipal se encuentren personas que en el pasado participaron en luchas por conquistar la democracia.
Los hechos de finen a las personas, el comportamiento actual nos define y hoy vemos que en contra de lo que se esperaba de un gobierno que llegó al poder gracias a Morena y a la movilización popular, el Gobierno de Hermosillo es un gobierno en contra de las mayorías populares que actúa en forma antidemocrática, contraviniendo el discurso de la Cuarta Transformación.
La naturaleza de las personas y de los gobiernos se revela al ver su comportamiento a qué intereses defiende y contra qué intereses lucha. Es claro que los intereses de las centenas de jugadores beisbolistas y sus familias que utilizaban este terreno los fines de semana no están siendo respetados.
Es claro que la forma autocrática de gobernar de Célida López pertenece a un pasado prianista que los hermosillenses pensábamos que ya no veríamos, pero que hoy enfrentamos.
Es claro que en Hermosillo, Sonora la famosa Cuarta Transformación sólo es un discurso utilizado por los funcionarios que se enquistaron en Morena para sacar provecho personal.
Algo importante que debo decir también, es que para mí es claro que estos “miembros de Morena” en el gobierno municipal, no representan al grueso de militantes de Morena que existen en el Estado de Sonora.
Por eso mismo, me pregunto: ¿dónde están los verdaderos militantes de Morena en Hermosillo y en Sonora? Seguirán permitiendo atropellos a la población por parte de quien llegó al poder gracias al partido al que ellos pertenecen y gracias sobre todo a las población sonorense y hermosillense que votó en masa a favor de Morena?
Los auténticos militantes de Morena y la población hermosillense tienen claro que los terrenos del municipio hermosillense son propiedad colectiva y no permitiremos que un pequeño grupo de personas decida vender un terreno de esparcimiento deportivo.
También tenemos claro que estos individuos que gobiernan a nombre de Sonora no representan al conjunto de militantes de Morena y estos últimos y la ciudadanía en general no permitiremos que por errores de este tipo se abra una ventana por la cual se concrete la posibilidad de que regrese el Pri y el Pan a gobernar Hermosillo o el Estado de Sonora.
No milito en ningún partido, pero tengo claro que mis enemigos de clase son el Pri y el Pan y simpatizo con Morena por lo que seguiré apoyando a Morena, pero ejerzo mi libertad de utilizar la crítica social para hacer señalamientos que sin duda alguna molestarán a más de uno, pero que como como trabajador intelectual y científico social tengo el compromiso de hablar con la verdad.
La verdad es que en estos momentos estamos ante un abuso de poder de la autoridad municipal que intenta despojar de terrenos deportivos a la población hermosillense para resolver el problema del bacheo. Un problema que no será resuelto con la venta de este terreno y que sólo perjudicará a la población hermosillense en su conjunto porque esos terrenos forman parte de un corredor biológico que pretende ser construido para combatir el cambio climático y las altas temperaturas que padecemos en verano los hermosillenses ya que son verdaderos pulmones que contribuyen a oxigenar el aire que respiramos en esta ciudad.
Decir que la izquierda está en el gobierno municipal de Sonora es un engaño, decir que es un gobierno democrático es una falacia y una burla que no podemos aceptar. En la vida y sobre todo en política, todos los comportamientos tienen consecuencias. Los miembros con trayectoria de militantes de izquierda que forman parte del Gobierno municipal, aún están a tiempo de recular y demostrar con hechos su compromiso con la sociedad. Tienen dos alternativas: renuncian a sus cargos denunciando este atropello o utilizan sus cargos de poder para forzar a dar marcha atrás a este intento de venta de un terreno utilizado por nuestra comunidad para fines deportivos.

1 comentario:

  1. YO TAMBIÉN FUI ACTIVISTA EN MÉXICO,CON LOS ESTUDIANTES DE LA CASA ESTUDIANTIL DE SONORA, PARTICIPE EN MARCHAS DEL 2 DE OCTUBRE, EN EL 77,78,79,.LO QUÉ PASA QUE MORENO SOTO SE VENDIÓ A LA DERECHA NEOLIBERAL, PERO HASTA AHI LLEGÓ SU CARRERA POLÍTICA Y LA DE CELIDA QUE TIENE HAMBRE DE PODER,POR ESO ES AUTORITARIA, CÍNICA, ARROGANTE Y DICTADORA, SALUDOS

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