- Una ojeada a nuestra realidad
- Surge un despertar social
- La educación en el centro de la lucha
- La insurgencia magisterial
- El maestro luchando, también está enseñando
- El fundamentalismo de mercado y su impacto en la educación
- Solidaridad total con la lucha de los maestros mexicanos
- Referencias
Una ojeada a nuestra realidad
Vivimos tiempos en los cuales el neoliberalismo o fundamentalismo de mercado, como también se le conoce, tiene un gran predominio en nuestras vidas. Todos los gobiernos le rinden culto al Dios mercado, implementan políticas económicas y desmantelan instituciones que ofrecían servicios gubernamentales "para favorecer al mercado". Las necesidades sociales tienden a ser menospreciadas para atender las necesidades del mercado aumentando el sufrimiento de la población.
Los dueños del capital económico y político han logrado generalizar una tendencia mundial que privatiza todo lo que esté a su alcance. El capital privado compra propiedades, terrenos, edificios, gobiernos, legisladores, votos de los legisladores, etc. Y poco a poco se va apoderando de nuestras naciones, de nuestra economía, de nuestras riquezas naturales y de nuestras vidas.
El analfabetismo político de gran parte de la población facilita el saqueo de nuestras riquezas naturales al no oponer resistencia a la entrega de nuestro país al capital privado nacional y extranjero. El conformismo, la obediencia y la sumisión facilitan la labor de los responsables de incrementar la desigualdad social al desaparecer instituciones y servicios públicos que favorecían a la población.
No es exagerado afirmar que vivimos tiempos en los cuales impera un Darwinismo económico, en el que los afectados somos una inmensa mayoría de la población mundial, mientras que los principales beneficiarios son el famoso "uno por ciento", es decir, los propietarios y socios de las grandes corporaciones y el capital privado, o sea el poder corporativo.
De manera progresiva la palabra social pierde significado, al mismo tiempo que lo público pierde valor y en este contexto vivimos la triste paradoja de que en estos tiempos a todo se le asigna un valor económico, un precio, pero el principal valor de la especie humana que es la vida misma, pierde valor, lo cual podemos comprobar al ver la muerte por doquier. Por hambre, por desnutrición, por delincuencia social, por comercio humano, por enfrentamiento entre bandas de la delincuencia organizada, por "la guerra contra las drogas" implementada por el gobierno mexicano que ha dejado una dolorosa estela de miles de muertos en cantidades que harían sonrojar a los más feroces dictadores que ha tenido la historia de la humanidad.
Como parte de este tenebroso escenario social que son los tiempos que nos tocó vivir, se observa una creciente desigualdad social que se caracteriza no solo por el sufrimiento permanente de millones de personas que viven en condiciones de pobreza, sino también por el fallecimiento de miles de personas por no contar con servicios médicos oportunos o por falta de alimentación.
Aparte de la guerra contra las drogas, el gobierno mexicano libra una intensa guerra en contra de su propia población, desde el ilegítimo (autonombrado gracias al fraude electoral) presidente Enrique Peña Nieto, pasando por los gobernadores de los diferentes Estados de la república, los legisladores federales y estatales y autoridades municipales, que se han aliado con el poder corporativo y formado con ellos una delincuencia organizada que actúa en contra de los intereses del pueblo mexicano.
Han optado por ser parte de la corrupción, en su afán de ser parte del uno por ciento de la población mundial que goza de las riquezas que se producen, han traicionado a quienes dicen representar y modifican leyes y constituciones para privatizar los servicios públicos, entregar nuestros recursos y riquezas naturales, sin importarles que millones de personas (que dicen representar), sufran cotidianamente la angustia del que van a comer ese día, porque el capital no tiene patria y el día de mañana pueden abandonar el país llevando consigo sus fortunas mal habidas.
Vemos con impotencia que los temas de justicia, ética, e igualdad social pasan a formar parte del baúl de los recuerdos al perder significado y valor en la vida cotidiana, "para favor al mercado".
En esta predominante economía de mercado, podemos ver que en el contexto del neoliberalismo, tiende a desaparecer progresivamente el concepto de igualdad social más que nunca y se substituye por el de desigualdad social, porque este último es el que permite un mejor funcionamiento del mercado. "La arrogancia fatal es que si alguna palabra hay que desterrar del lenguaje es la palabra social"
En esta guerra que libra el neoliberalismo internacional y el gobierno mexicano en contra de la población mexicana, pareciera que no encuentra resistencia alguna. Pero para alimentar a los que han caído en el pesimismo y la desesperanza, quisiera retomar una frase de Eduardo Galeano que escribió en su "Libro de los abrazos", cuando dice que "había contemplado desde allá arriba la vida humana y dijo que somos un mar de fueguitos" y en base a ella afirmar que sí hay resistencia en contra del neoliberalismo.
Si observamos con atención veremos que existen diferentes frentes de lucha que en estos momentos están combatiendo los efectos perniciosos de los cambios sociales que estamos padeciendo, existen focos de resistencia y lucha contra los efectos de la hegemonía neoliberal, principalmente proviene esta resistencia de aquellos que han sido víctimas de la injusticia, de la corrupción y de la impunidad, que se han organizado para levantar su reclamo particular como bandera de lucha y han recibido de solidaridad en su lucha.
Una gran cantidad de personas está inconforme e insatisfecha con lo que está viviendo y lo manifiesta cada vez más en forma abierta. Así podemos ver que diferentes grupos civiles, diferentes organizaciones e inclusive individuos aislados se pronuncian constantemente en contra de la injusticia social y reclaman mayor democracia, mayor libertad, más justicia e igualdad social.
Pero nos vemos tal como decía Eduardo Galeano, como "un mar de fueguitos", como llamas aisladas que luchan contra una delincuencia organizada que tiene el poder económico, político y de los medios masivos de difusión. Es a todas luces una lucha desigual similar a la de David contra Goliat, con franca desventaja para quienes queremos lo que hoy suena a utopía: más democracia, más justicia y más libertad.
http://somoslibros.net/book/el-libro-de-los-abrazos/
Para lograr un verdadero cambio social se necesita juntar todas estos fueguitos para convertirlas en llamas que alimenten una sola flama que destruya este sistema social injusto y sobre sus cenizas construir un mundo nuevo. Para lograr este cambio social necesitamos construir primero la unidad en la lucha de todos aquellos sectores que desean construir un mundo diferente al que vivimos.
Suena utópico lo sé, pero los sueños no solo nos permiten escapar de una realidad agobiante, también nos pueden servir de inspiración de fuente de energía para lograr lo que hoy parece imposible y estoy plenamente seguro de que otro mundo es posible. Me niego a aceptar que este sea el destino final de la humanidad.
Lo cierto es que vivimos tiempos que nos obligan a pensar en forma colectiva y ya no en forma individual, porque los problemas son colectivos no individuales y por lo tanto la solución a estos problemas colectivos debe darse en forma colectiva. Al analizar este mar de fueguitos podemos observar que sin darnos cuenta, todos deseamos lo mismo, cada uno de nosotros estamos generando nuevas experiencias de aprendizaje, en distintos terrenos, en distintos lugares, por diferentes motivos, pero con el mismo objetivo: cambiar este sistema corrupto que solo genera sufrimiento, destrucción y muerte.
En pleno siglo XXI, cuando se supone que el desarrollo tecnológico y el avance del conocimiento científico nos permitirían lograr un desarrollo social, estamos viviendo un momento histórico difícil, caracterizado por una gran crisis, sin precedentes en la historia de la humanidad. Una crisis que rebasa lo económico y lo político y se inserta en todos los ámbitos de convivencia social.
La realidad es que sí estamos viviendo una crisis internacional que es propia del capitalismo como sistema global, pero es importante recalcar que lo que vivimos es una sola crisis y no diferentes tipos de crisis, estamos viviendo la crisis global del sistema capitalista que tiene su expresión en diferentes ámbitos (económica, política, financiera ecológica, etc.), por lo que debemos decir claramente que la situación actual es tan grave que no es exagerado decir que vivimos en la madre de todas las crisis, es decir vivimos la crisis del capitalismo en su máxima expresión en la era de la globalización.
Con esta expresión "madre de todas las crisis quiero enfatizar que el sistema económico capitalista no da para más, que no es posible esperar una mejoría del mismo, que no habrá una recuperación en el sentido de aumentar el número de empleos, mejorar los salarios, disminuir la pobreza, propiciar el desarrollo humano en los países pobres, etc. Porque la esencia misma del capitalismo es la explotación económica, la marginación la desigualdad social.
Por eso mismo debemos tener claro que al contrario, el sistema capitalista en el que nos encontramos seguirá produciendo más pobres y haciendo más ricos a los ricos.
Surge un despertar social
Pero al mismo tiempo vemos que las diferentes tragedias que ha vivido el pueblo mexicano, los diferentes actos de violencia que el Estado mexicano ha ejercido en contra de su propia población y la interminable lista de actos de corrupción e injusticia social han hecho surgir sentimientos y actos de solidaridad social que han rebasado el individualismo imperante hace algunos años.
La población mexicana está tomando consciencia de que es parte de una colectividad, que pertenece a una nación, cuyos habitantes están siendo agredidos de diversas formas por parte de los gobernantes de los tres niveles (municipal, estatal y federal). En este proceso se está creando una nueva identidad colectiva, la del mexicano que ya está harto de tanta injusticia y que está dispuesto a defender a su país.
Esta percepción de que los conflictos sociales y la enorme cantidad de fallecidos no son hechos aislados, que las tragedias son utilizadas por los políticos en su beneficio personal ha creado una nueva actitud en el comportamiento de miles de mexicanos.
Por un lado tenemos que muchos de los sobrevivientes de los desaparecidos han decidido tomar un papel activo en su búsqueda y más aún han decidido incorporarse a los movimientos sociales que luchan en contra de la injusticia, de la corrupción y que buscan lograr un cambio social en nuestro país.
Ejemplos como los padres de los niños fallecidos en la guardería ABC (tragedia todavía impune a cerca de 6 años de acontecida) que siguen luchando por obtener justicia sin lograrlo a pesar del masivo apoyo a su causa.
La lucha de los miles maestros agrupados en la CNTE en contra de una reforma educativa que fue impuesta ignorando las manifestaciones en contra, la lucha de miles de trabajadores en contra de las reformas impulsadas por el régimen de Enrique Peña Nieto que también han sido ignoradas, se ven reforzadas por el despertar de miles de jóvenes que ya se cansaron de la corrupción, de la impunidad, de la injusticia y de la desigualdad social, ha permitido construir un gran movimiento social a lo largo y ancho del país que cimbró las estructuras del poder en México.
Podemos decir también que la historia de México sufrió un antes y después de Ayotzinapa, cuando fuerzas del Estado mexicano desaparecieron a 43 estudiantes normalistas, lo que movilizó a miles de personas dentro y fuera del territorio mexicano.
Por todo lo anterior, podemos decir que vivimos tiempos en los que ya no es suficiente aceptar que vivimos tiempos de cambios sociales y que debemos adaptarnos a ellos de la mejor manera posible, debemos tomar consciencia de que lo que se requiere en estos momentos es impulsar una acción transformadora, una acción colectiva que contribuya a cambiar nuestra época.
La educación en el centro de la lucha
Precisamente eso es lo que están haciendo miles de maestros mexicanos en estos momentos cuando se rebelan en contra de una reforma educativa que no solo no los toma en cuenta, sino que al contrario, está dirigida en contra de ellos al mostrar su faceta real de evaluación-despido.
Los planes de privatización y enajenación de la educación pública no se limitan a los niveles de educación básica y media superior, incluyen también ataques a la educación superior y a las universidades públicas, al violar los contratos colectivos de trabajo modificando los reglamentos que regulan el ingreso, promoción y desarrollo del personal académico, tal como está sucediendo en la Universidad de Sonora donde las autoridades administrativas decidieron modificar unilateralmente el Estatuto de Personal Académico, afectando los derechos de miles de maestros universitarios.
Ser mexicano es difícil en estos momentos, pero también ser profesor tiene un alto grado de dificultad ya que no es cualquier cosa, es un oficio que no tiene hora de entrada ni de salida, porque se trabaja en la escuela, en el cubículo, en casa, durante los días laborales y los fines de semana.
Pero esto lo hacemos aquellos que tenemos amor a la educación, aquellos que tomamos en serio el trabajo de enseñar y la mera verdad somos miles los que sentimos esta vocación de ser maestros.
En el desarrollo de este sentimiento y esta entrega el docente toma consciencia de que la educación debe incluir en sus contenidos una enseñanza que va más allá de los temas de la(s) materias que imparte. En el proceso de enseñanza aprendizaje, se da un metaaprendizaje cuando enseñamos con nuestros comportamientos, cuando fungimos como modelos de imitación con nuestros alumnos.
En una sociedad con creciente desigualdad social, la educación adquiere una importancia vital para todo individuo, porque forma parte de los derechos humanos que la humanidad a través de luchas sociales y movimientos colectivos ha conquistado.
Lamentablemente vivimos tiempos en los cuales la élite en el poder realiza acciones para restringir el derecho a la educación pública en todos los niveles. Son tiempos de culto al Dios Mercado de decisiones que priorizan interés privado por encima del interés público.
Intentan eliminarnos derechos y prestaciones sociales que beneficiaban a sectores amplios de la población para ofrecer en bandeja de plata al capital privado, la privatización de los mismos.
La educación en este contexto es uno de los blancos de la privatización, no solamente porque intenta reducirse la educación a la calidad de mercancía, sino porque la educación contribuye a la liberación social de los pueblos.
Un pueblo educado es un pueblo informado, consciente de sus derechos humanos y sociales. La élite en el poder intenta evitar que la población se eduque y enfoca sus baterías en contra de la educación pública y de los maestros comprometidos socialmente.
El gobierno mexicano implementa una verdadera guerra en contra de su población en sus afanes de servir al capital privado, pero en sus intentos de imponer la reforma educativa se ha encontrado con una férrea resistencia de los maestros mexicanos que a lo largo y ancho del país se resisten, rebelan y luchan en defensa de sus derechos como gremio.
El país se hunde cada vez más en una crisis política porque el gobierno mexicano avanza cada vez más de un autoritarismo hacia un totalitarismo, utilizando policías, ejército y demás cuerpos represivos para frenar la combatividad de los docentes.
Ahora la represión se dirige a los padres de familia y estudiantes que defienden a sus maestros, pero la resistencia y apoyo social hacia su movimiento aumenta cada día en respuesta a la violencia del Estado.
Por eso digo que ser maestro no es cualquier cosa, es una de las profesiones que proporciona grandes satisfacciones, pero también nos coloca en peligro porque ser gente pensante y crítico social en el contexto de una sociedad donde predomina el autoritarismo es ponerse "de pechito" como un blanco para la represión del Estado, al señalamiento social de sectores conservadores y desinformados que al ver a un maestro luchando lo tachan de "maestro grillo".
En estos momentos de guerra que vivimos en México, urge la solidaridad hacia el movimiento magisterial que se resiste a la reforma educativa, urge la unidad de todos los sindicales democráticos y progresistas.
Paremos esta represión, detengamos esta reforma arbitraria e injusta, pidamos juicio político contra los funcionarios irresponsables que encabezan la represión hacia los maestros. La historia nos ha enseñado (y recordemos que la historia la aprendimos de nuestros maestros) que la movilización social puede cambiar el curso de la historia misma.
No creo exagerar cuando afirmo que toda persona sin excepción alguna mantiene dentro de su memoria personal recuerdos gratos de algún maestro que tuvo una influencia positiva en su vida.
Quizá haya algunos recuerdos ingratos de otros docentes, pero los malos recuerdos se borran con el paso del tiempo gracias a nuestros mecanismos de defensa como lo es el olvido. En cambio los recuerdos de aquellos maestros que nos ayudaron a aceptarnos a nosotros mismos, a definir nuestras expectativas hacia la vida, que nos inculcaron valores positivos que hemos mantenido a lo largo de nuestra vida, esos recuerdos no desaparecen fácilmente.
Esto sucede porque debemos tener en cuenta que la escuela es una institución que participa en el proceso de socialización que tiene lugar en nuestro desarrollo psicosocial.
Es decir, la escuela, junto con la familia, los grupos de amigos, la iglesia, los medios masivos de difusión, etc., son instancias socializantes a través de las cuales desarrollamos nuestra personalidad psicosocial, que consiste en esa singularidad que nos hace únicos e irrepetibles, diferentes a los demás.
Esta personalidad psicosocial es una determinada y específica forma de actuar, sentir y pensar que nos hace diferentes a los demás y es el resultado de la interacción e interinfluencia que hemos mantenido con las diferentes figuras significativas en los distintos grupos sociales a los cuales pertenecemos o hemos pertenecido.
Sin lugar a dudas una de estas figuras significativas es la del maestro y lo afirmo de esa manera tan tajante porque la escuela es una institución en la que pertenecemos varios años de nuestra vida, durante varias horas al día.
Sin sumar la estancia preescolar, podemos incluir seis años de primaria, tres años de secundaria, tres años de preparatoria y los afortunados que pudieron realizar estudios universitarios añadiríamos otros cuatro años.
Saque usted sus propias cuentas estimado lector, y determine cuantos años ha estado bajo la influencia de la institución escolar, con la figura significativa de los maestros.
El maestro es una figura importante en nuestras vidas, tan importante como la figura de un superhéroe, ya que los maestros tenemos un gran poder que las demás personas no tienen: el poder de cambiar a las personas, el poder de orientar, de guiar, de conducir, el poder de educar pues.
¿En qué consiste este poder? Los maestros ayudamos a que las personas sean mejores contribuyendo a cambiar sus actitudes, sus valores y su comportamiento. Es decir, generamos aprendizaje tanto a nivel individual, como a nivel grupal. Porque en eso consiste el aprendizaje: en el cambio relativamente permanente en el comportamiento de las personas después de que atraviesan un proceso de aprendizaje.
Esta noble profesión que trae consigo enormes satisfacciones como el hecho de encontrarse con exalumnos que se acercan a saludar a su maestro y recibir muestras de aprecio y agradecimiento por el aprendizaje obtenido, no es valorada como merece.
La figura del profesor se ha degradado a la figura de un asalariado más, percibiendo un bajo salario, realizando su trabajo en condiciones difíciles. Mientras que por otro lado vemos a un futbolista ignorante ganar millones de pesos, un exfutbolista también ignorante con problemas de control de ira dirigiendo una importante capital del país como Presidente municipal y para no seguir con más ejemplos, usemos el ejemplo del mayor
iletrado, tenemos a un ignorante y autoritario individuo que viaja por el mundo en el avión presidencial más caro en el mundo, mientras el presupuesto para educación y salud se reduce cada año.
Cualquiera pensaría que el trabajo del profesor empieza cuando entra al salón de clase por primera vez, pero esto no es así. El profesor ha trabajado varias horas semanas antes para diseñar el programa de la materia, definir contenidos, método de evaluación y referencias bibliográficas.
Por cada referencia bibliográfica incluida en el programa de la materia, el profesor lee al menos cinco referencias para seleccionar el material que incluirá en el programa (al menos yo lo hago así).
Igualmente, el profesor debe leer las tareas, los ensayos, evaluar los exámenes de cada estudiante. Por lo regular los grupos son de 40 alumnos, imagine usted estimado lector tener un trabajo que implica sumergirse en la lectura de tales documentos y además hacer anotaciones con observaciones en los trabajos escritos, al mismo tiempo que encerrar en círculo las faltas de ortografía.
Por esto mismo y por mi identidad como maestro con toda una vida dedicada a la docencia universitaria (31 años), al ver la represión que el gobierno mexicano ha desatado en contra de los maestros, tratándolos como criminales, deteniéndolos con lujo de violencia a las puertas de las escuelas, delante de sus horrorizados alumnos que ven como a su querido profesor los policías lo arrastran y lo empujan dentro los vehículos policiacos, no puedo más que sentir rabia e indignación.
Estos sentimientos me llevan a usar el arma más eficaz que tenemos los profesores para combatir la violencia institucional del gobierno mexicano: la palabra escrita, con el uso de la palabra quisiera que esta indignación y rabia que siento se convierta en una rabia e indignación colectiva para incentivar el surgimiento de la participación social en acciones de solidaridad hacia la lucha que hoy enfrentan los maestros mexicanos en contra ya no de una reforma educativa, sino en contra de la policía, en contra del ejército que son usados en su contra.
México vive una de sus peores crisis sociales, una crisis que no se limita a lo económico y a lo político. Es una crisis social presente en cada ámbito de convivencia social, presente en cada institución, en cada organización en cada grupo y en cada individuo.
En el centro de esta crisis y como principal promotor de la misma se encuentra el gobierno mexicano que realiza una auténtica guerra contra su propia población, al usar con determinación la fuerza militar (helicópteros, gases lacrimógenos, soldados, policías, etc.), para imponer por la fuerza sus reformas estructurales que favorecen sólo al capital privado y afectan al interés público.
Debemos de reconocer que son tiempos de injusticia social, de falta de democracia, de exclusión, de imposición y represión, que generan la necesidad de grandes cambios sociales.
México es un país que ha vivido durante décadas en un ambiente de corrupción e impunidad generado y compartido por sus gobernantes al grado tal de que la corrupción llegó a considerarse como algo normal por algunos sectores de la población y que por lo mismo llegó a formar parte del contenido de ciertas subculturas de nuestra sociedad.
Esta cultura de la corrupción permitió que se desviaran enormes cantidades del presupuesto público para fines personales y de grupo en detrimento de la población en general. El saqueo de las arcas públicas generó a su vez una crisis económica que afectó a la mayoría de la población al disminuir el presupuesto para obras sociales y colocó a nuestra nación en la enorme contradicción de ser un país lleno de recursos naturales que podrían alimentar a millones de personas, pero que sin embargo esto no impide que más de 60 millones de mexicanos vivan en pleno siglo XXI en condiciones de pobreza y miseria.
La crisis económica nos ha acompañado durante varios años, golpeado y arruinado el futuro de varias generaciones, sin embargo a pesar del sufrimiento que provocaba, el país mantenía cierta estabilidad social porque el Estado mantenía aún un relativo control social de la población a través de sus instituciones y con el apoyo de los medios masivos de comunicación que promovían el conformismo social y la inmovilización
Durante los años que Enrique Peña Nieto lleva ocupando en forma fraudulenta el cargo de Presidente, las cifras de personas asesinadas aumentó considerablemente, pero estas cifras han sido permanentemente maquilladas para distorsionar una realidad que no se puede ocultar y que se ha dado en llamar "el holocausto mexicano", con el debido respeto a las diferencias cuantitativas y cualitativas.
Como consecuencia de las ejecuciones, desapariciones, y muertes de miles de mexicanos se ha roto el tejido social de nuestro país. Esta expresión que se ha manejado mucho en los medios, sobre todo por las autoridades del gobierno mexicano, la podremos entender mejor si consideramos que todos somos seres sociales, lo cual lo podremos comprender al recordar el concepto de personalidad psicosocial, ésta personalidad psicosocial que se construye en base a nuestra interacción con los demás debido a nuestra pertenencia simultánea a diferentes grupos sociales formales e informales.
Estas características individuales que son el resultado de la interacción con los demás, nos permite afirmar que somos lo que somos gracias a los demás. Este es precisamente el fundamento teórico de la expresión "Si tocan a uno, nos tocan a todos".
Pero algo positivo surge de tanta negatividad, como consecuencia de la violencia social e institucional, de la delincuencia organizada, de la corrupción generalizada y de la impunidad imperante en México, también se ha roto algo que habíamos estado esperando desde hace tiempo: se ha roto el control social que el Estado mexicano y la mafia detrás de él habían mantenido por décadas promoviendo la cultura del silencio, el individualismo, la conformidad y la sumisión social.
Las diferentes tragedias que ha vivido el pueblo mexicano, los diferentes actos de violencia que el Estado mexicano ha ejercido en contra de su propia población y la interminable lista de actos de corrupción e injusticia social han hecho surgir sentimientos y actos de solidaridad social y de resistencia colectiva, que han rebasado el individualismo imperante hace algunos años.
Poco a poco la población mexicana está tomando consciencia de que es parte de una colectividad, que pertenece a una nación, cuyos habitantes están siendo agredidos de diversas formas por parte de los gobernantes de los tres niveles (municipal, estatal y federal). En este proceso se está creando una nueva identidad colectiva, la del mexicano que ya está harto de tanta injusticia y que está dispuesto a defender a su país.
Esta percepción de que los conflictos sociales y la enorme cantidad de fallecidos no son hechos aislados, que las tragedias son utilizadas por los políticos en su beneficio personal ha creado una nueva actitud en el comportamiento de miles de mexicanos.
La insurgencia magisterial
La imposición por la fuerza de la reforma educativa, una reforma que está destinada no a evaluar, sino a destruir derechos laborales de los docentes mexicanos, ha logrado el despertar de una resistencia social de los profesores mexicanos a lo largo y ancho del país.
La violencia institucional y el uso de la fuerza policiaca y militar en la implementación de la reforma educativa, fortaleció la unidad de miles de maestros que construyen un movimiento social que se está convirtiendo en el eje aglutinador y en el punto de confluencia de los diversos movimientos de resistencia a nivel nacional.
Es el caso del SNTE, institución de control de los trabajadores de la educación, caracterizado por una enorme corrupción. Su estructura se ve rebasada y cuestionada de raíz por una fuerza que surgió de su interior hace más de tres décadas: La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. Después de más de treinta años de lucha la CNTE ha crecido en fuerza y número en estos últimos años, sobre todo a partir del intento de implementar la Reforma Educativa.
El ejemplo de la CNTE debe cundir por todo el país, rebasar aquellos liderazgos formales al interior de los sindicatos y organizaciones obreras que han fungido como instrumentos de control social.
Nos encontramos entonces en el momento en el que los instrumentos de control social ya no funcionan como antes y ceden al empuje de las masas. Es la crisis de la relación dirigente-dirigido que atraviesa a nuestras instituciones. Es la crisis de liderazgo social que estamos viviendo en México, una crisis en la que las instituciones baluarte de nuestro sistema social se ven cuestionadas porque presentan una enorme distancia entre el discurso y la acción.
Una crisis ante la cual surgen movimientos sociales liderados por grupos sociales emergentes, como lo es hoy la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que día a día construye y consolida un liderazgo nacional, no sólo en la percepción de los profesores que luchan por sus derechos laborales, sino en la percepción colectiva de millones de trabajadores que ven en la lucha de los docentes en contra de la reforma educativa, la punta de lanza que necesitaban, el ariete necesario para enfrentar la violencia institucional, para decidirse a luchar por sus propias demandas al ver que "sí se puede" luchar contra la tiranía priista.
Por todo lo anterior, hoy en día no hay lugar para las indefiniciones, para una falsa neutralidad, es el momento de las definiciones, este año 2,016 será el año de las definiciones en materia de cambios sociales en México. En los meses venideros surgirán nuevos cambios sociales y todos y cada uno de nosotros debemos formar parte activa de los mismos.
Nunca como antes la expresión "El maestro luchando también está enseñando" había tomado tanto sentido como en estos días. El movimiento magisterial en México que no duda en enfrentar y desafiar al Estado mexicano en su intentona de imponer una reforma educativa que lesiona los derechos laborales de los maestros, nos está mostrando el camino a seguir por todos aquellos mexicanos que en forma individual u organizada realizamos una lucha en la defensa de nuestros derechos laborales, humanos o sociales, que están siendo atropellados por el Estado mexicano en su afán de cumplir con las expectativas de un modelo neoliberal de beneficiar al interés privado por encima del interés público.
El maestro luchando, también está enseñando
Para comprender mejor la validez de esta expresión. "El maestro luchando, también está enseñando", creo necesario retomar algunos conceptos vertidos en artículos anteriores.
"Cuando se hace referencia a la educación, por lo regular la gente común asocia el aprendizaje obtenido en las escuelas. Si alguien dice "quiero aprender" obtiene como respuestas: "ponte a estudiar, ve a la escuela", "Ponte a leer libros", "ve con un maestro para que te enseñe, etc.
Lo cual es correcto, pero debemos tomar en cuenta que estamos haciendo referencia a un aprendizaje formal, al sistema de educación formal que se obtiene en las escuelas, donde se evalúa de manera formal un aprendizaje obtenido.
Pero resulta que existe otro tipo de aprendizaje que es el aprendizaje informal y lo podemos confirmar cuando se escuchan las expresiones "la escuela de la vida", "el aprendizaje de la experiencia" y se refieren a todo lo que aprendemos en nuestra vida cotidiana. Estamos hablando entonces de aprendizaje informal. Debemos lograr entonces el aprendizaje ideal en nuestro comportamiento cotidiano, el cual podemos definirlo como la suma del aprendizaje formal con el aprendizaje informal. ¿Cómo podemos lograr esto?
"Para responder a esta pregunta debo pedirles algo de paciencia porque necesito introducir algunos elementos propios de mi profesión que es la psicología y no cualquier tipo de psicología, hablo de la psicología social, con la consabida aclaración de que no hablo de corriente psicológica alguna, ya que no comulgo con el reduccionismo científico de explicar el comportamiento humano en base a solo las aportaciones de una sola disciplina (por ejemplo el psicologismo) y mucho menos creo en el corrientismo psicológico, que consiste en casarse con una sola corriente de la psicología.
Tomaré como punto de partida el estudio de la comunicación interpersonal. Hace algún tiempo se utilizaba un modelo lineal para describir la comunicación interpersonal. Se afirmaba que la persona A actúa como emisor y envía un mensaje a B quien la recibe en calidad de receptor. Y eso era todo, hasta ahí terminaba la explicación de la comunicación interpersonal.
Pero (aquí vienen las aportaciones de la psicología social) estudios psicosociales descubrieron que el receptor respondía al mensaje enviando su respuesta al emisor que la recibía en calidad de receptor. Entonces se añadieron nuevos elementos: emisor, mensaje, receptor, receptor-emisor, respuesta y emisor-receptor. Con ello se descubrió que todos somos emisores y receptores simultáneamente, que somos influidos pero también influenciamos, que existe un proceso de interinfluencia en las relaciones interpersonales. Que nos influimos mutuamente.
Aplicado todo esto al aprendizaje podemos decir que aprendemos en todo lugar, en cualquier momento y con cualquier persona. Aprenden los niños, aprenden los ancianos, aprendemos en la calle, en la casa, en la escuela, con los amigos y enemigos. De ahí el origen de la expresión "La vida es un constante aprendizaje". Pero también aprendemos de los demás, los padres aprenden de sus hijos sin que ellos sean maestros, aprendemos de nuestros familiares cosas buenas y malas, aprendemos de nuestros amigos, sean "buenas o malas compañías"' e inclusive aprendemos de nuestros alumnos cuando les estamos enseñando.
Suelo iniciar mis cursos diciéndoles a mis alumnos que les voy a enseñar y compartir mi experiencia pero también que voy a aprender de ellos y ellos harán lo mismo, es decir, aprenderán pero también enseñarán. Que hay un aprendizaje, pero también existe un metaaprendizaje, es decir que enseñamos más allá de los contenidos de nuestras materias. Somos modelos y roles que los demás tienden a imitar o a alejarse de ellos modelos. Todo esto gracias a la existencia de un proceso de interinfluencia interpersonal. Por eso la expresión "el maestro luchando, también esta enseñando", tiene un fundamento teórico que podemos entender gracias a este tipo de aportaciones".
Este es el fundamento teórico que fortalece la validez del título de este artículo y de la consigna que se corea cada vez más en las calles acompañando las combativas marchas de los maestros que luchan en contra de la reforma educativa.
Al enfrentar en forma unida y organizada la violencia institucional del Estado, que no duda en utilizar todo los recursos a su alcance para doblegar a los maestros (cuerpos represivos, así como, cuerpo legislativo, medios masivos de difusión, etc.), los maestros actúan como modelos a seguir por los demás integrantes de nuestra sociedad que estamos hartos del autoritarismo, de la corrupción, de la injusticia, de la impunidad y del desprecio de nuestros gobernantes que en lugar de velar por procurar el bienestar de la población, se dedican enriquecer sus fortunas personales robando las finanzas públicas y engañando a la población.
Creo que existe un consenso social entre una buena parte de la población que consiste en la apreciación de que ante la crisis social en la que se encuentra México surgen con carácter urgente la necesidad de implementar cambios sociales planeados que reduzcan el sufrimiento de la población, que terminen con los actos de corrupción, que desaparezca el autoritarismo y sobre todo, que detengamos esta tendencia hacia el totalitarismo que muestran nuestros gobernantes.
El aprendizaje que obtenemos del movimiento magisterial consiste en que el cambio social deseado es posible y necesario, el cual lo podremos lograr en la medida de que aumentemos nuestra participación social en los distintos grupos y organizaciones a las que pertenecemos, para lograr la solución de los grandes problemas sociales, los maestros nos están enseñando que es posible y necesario superar el temor a perder lo poco que conservamos o a consecuencias negativas.
Estamos aprendiendo que es más lo que podemos ganar si nos decidimos a luchar en forma unida y organizada, que perderemos mucho más si seguimos actuando con actitudes de conformismo, de obediencia y de sumisión.
Estamos aprendiendo del movimiento encabezado por la CNTE que debemos enfrentar esta situación de crisis social que se vive en México, con la construcción de la unidad en la acción de varios sectores sociales que luchan en contra de la violación de sus derechos laborales, humanos y sociales que son producto de una enorme corrupción, de la desviación del presupuesto para beneficio de intereses privados.
El maestro luchando, también está enseñando que debemos recuperar los valores perdidos por la deshumanización imperante en una sociedad que presenta una verdadera sociopatología.
Con sus acciones de resistencia civil y rebeldía social, los maestros nos recuerdan la vigencia de valores como la dignidad, la solidaridad, la valentía. Nos demuestran con su comportamiento que es posible construir la unidad en la acción y que la historia se escribe gracias a las grandes movilizaciones de comportamientos colectivos.
Dejando las plumas, los cuadernos y los pizarrones, los maestros mexicanos nos demuestran con gran valentía que existe otro tipo de aprendizaje, que en el contexto de una sociedad desigual, antidemocrática y autoritaria, no es posible limitar la enseñanza al contenido de las materias.
La principal lección que nos están dando los profesores mexicanos es que el cambio social es posible, que depende de nosotros el cambiar esta situación de opresión, de represión, de marginación, de antidemocracia, de autoritarismo y totalitarismo, para construir un mundo mejor en el cual prevalezca la democracia, la justicia y la igualdad social.
Con su defensa de la educación pública, los profesores de la CNTE nos muestran que por más fuerza y violencia irracional que tenga un Estado totalitario como el mexicano, la verdadera fuerza para impulsar los cambios sociales radica en la movilización de miles de mexicanos, si hoy son miles los que enfrentan el autoritarismo y han logrado frenar y poner en evidencia las verdaderas intenciones de la élite en el poder y han impedido la consolidación de los perversos planes de privatización de la educación, pensemos que si somos millones los que nos movilizamos ¿cuántas cosas no podríamos cambiar?
El empecinamiento del gobierno mexicano por imponer una reforma educativa enfrentando a los maestros integrados en la CNTE, se debe a motivos mucho más allá de una "sana intención" de evaluar a los docentes y mejorar la educación como argumentan sus apologistas. En realidad el discurso que fundamenta las intenciones de la reforma educativa es totalmente falso ya que las intenciones son netamente políticas y económicas, en ningún momento contribuyen a mejorar la educación en nuestro país.
Aparte de la intención oculta de privatizar la educación pública, el leit motiv o motivo principal que está detrás de la agenda oculta del gobierno es su intento de reducir a la educación a un nivel de adiestramiento, entrenamiento o capacitación que responde al beneficio de los intereses del poder corporativo.
Se trata de cambiar una pedagogía que propiciaba el desarrollo integral, por una pedagogía de la represión que procura eliminar la capacidad de pensar en forma crítica y analítica. Se pretende eliminar cualquier vestigio de pensamiento crítico, radical que cuestione el estado actual de las cosas. En su camino hacia un totalitarismo de Estado, la élite en el poder y el poder corporativo buscan crear las condiciones para evitar cualquier manifestación de oposición que provenga de los sectores sociales excluidos en una sociedad que promueve sin cesar la desigualdad social a nombre de estimular el mercado.
Debemos de recordar que la escuela como institución es parte integrante de lo que en su momento el filósofo francés Louis Althousser denominó "aparatos ideológicos de Estado", una concepción en la que se percibe a la escuela, la familia, la iglesia, los medios masivos de difusión como aparatos ideológicos a través de los cuales se reproduce la ideología de la clase dominante.
Por otro lado, "si observamos a nuestro alrededor veremos que la sociedad contemporánea se caracteriza por una creciente y enorme desigualdad social que afecta a millones de personas en el mundo entero, mientras que sólo unos cuantos se benefician de la misma.
El sentido común nos indicaría entonces que lo más sensato es que surjan grandes movimientos de protesta y rebelión social ante esta injusta y desigual situación que afecta a la mayoría de los integrantes de nuestra sociedad, pero en forma especial a niños, ancianos, madres solteras y personas con discapacidades.
Sin embargo, la mayoría de la población que incluye también a los más afectados por esta desigualdad social presenta una tendencia a adaptarse en forma pasiva a sus condiciones de pobreza, miseria y explotación en lugar de luchar por sus derechos humanos. ¿Por qué sucede esto?, porque todos tenemos un policía dentro de nuestras cabezas que nos indica que es malo protestar, que no podemos hacer nada para cambiar esta sociedad, que estamos solos y que nadie nos puede ayudar y que lo mejor que podemos hacer es adaptarnos lo mejor posible a nuestras privaciones, a nuestros sufrimientos, a nuestras carencias. Este guardián de nuestro comportamiento es la ideología de la clase dominante que traemos dentro de nosotros y determina cada uno de nuestros actos individuales"
Debemos tener presente que las políticas privatizadoras del modelo neoliberal que padecemos, presentan una apología y predisposición hacia la economía de mercado en detrimento de las necesidades sociales, en un momento histórico en el que a nivel mundial se observa un enorme crecimiento de la desigualdad social, golpean los derechos de millones de personas.
"Vivimos en un sistema cuyos medios de producción son de propiedad privada, estos medios producen para vender, no para satisfacer necesidades sociales.
El planteamiento central es que la clase en el poder realiza una constante labor utilizando diferentes medios para generar una ideología de aceptación al status quo, todo esto lo realiza en el marco de una sociedad que promueve el consumo para lograr una enajenación colectiva que conduce a las personas a valorarse a sí mismos y a los demás en función de sus posesiones. Con todo esto logran tener un control social en la medida de que se llega a considerar como algo normal la existencia de ricos y pobres y por tanto a inhibir cualquier intento por cambiar las cosas y satanizar a aquellos que intenten hacerlo.
El conformismo social, la indiferencia social y el individualismo son algunas de las características de la ideología contemporánea. La cosificación de las personas, la sobrevaloración de los objetos y el aislamiento social son parte de la alienación social que provoca que la preocupación principal de miles de personas sea mantener un físico acorde a las figuras ideales de hombre y mujer que promueven los medios masivos de difusión. Sobre estas bases, el comportamiento social se aleja de la política lo cual beneficia a quienes están el poder".
En este contexto, la educación juega un papel de gran importancia ya que puede contribuir al mantenimiento de un régimen opresor o a la liberación social de un pueblo oprimido, excluido y en condiciones de explotación social. Por lo mismo, llega un momento en el que el educador se enfrenta a una disyuntiva: servir como instrumento reproductor de la ideología dominante o actuar como agente de cambio social utilizando la educación como instrumento de liberación social. Por esta razón el Estado mexicano ha decidido acabar con las normales rurales en nuestro país, porque su orientación ideológica y acción práctica está definida a favor de los sectores campesinos e indígenas que forman parte de la exclusión social.
En una interesante entrevista, Peter McLaren critica a la globalización neoliberal señalando como "los estándares de vida de la clase trabajadora han sido sacrificados en pos del enriquecimiento del capital financiero y denuncia el surgimiento de un estado transnacional emergente en el que los miembros de la clase capitalista transnacional tienen una existencia objetiva por encima de cualquier política o territorios locales.
En el surgimiento de esta élite transnacional que Peter McLaren denomina "poder corporativo", se observa una creciente tendencia a la privatización de todo tipo de servicios y al abandono por parte del Estado de su papel de benefactor social desapareciendo empresas paraestatales mediante reformas estructurales que llevan la intención de privatizar lo que antes era público.
La constante violación a los derechos laborales, humanos y sociales que ha provocado la tendencia a la privatización del modelo neoliberal ha generado un aumento en la resistencia social que va mucho más allá del sector afectado en primera instancia.
Este es el marco de la implementación de la Reforma Educativa de Peña Nieto (llamar así con este nombre a la reforma educativa puede sonar a sarcasmo porque bien es conocido el nivel intelectual del usurpador de Los Pinos).
En ese contexto debemos ubicar el estado actual de la educación en México y las verdaderas intenciones de la reforma educativa, ya que la privatización de la educación pública es parte de esa tendencia generalizada del modelo neoliberal. Se pretende eliminar a los sindicatos de maestros, destruir los derechos laborales de los trabajadores de la educación y reducir el poder gremial que estos pueda tener para luchar. Se busca reducir a la educación al nivel de adiestramiento, eliminando de sus contenidos la producción de conocimientos basados en una crítica social que pudieran fundamentar acciones tendientes a la búsqueda de cambios sociales una crítica social.
El fundamentalismo de mercado y su impacto en la educación
Hoy en día se observa una tendencia general a la privatización de todo tipo de recursos públicos en la medida que el Estado abandona su papel de benefactor social y adopta cada vez más un tinte autoritario en su forma de conducir al país. Esta tendencia implica que lo público se convierta en privado y en el campo de la educación superior, la tendencia general a la privatización que hoy observamos tiene como blanco de destrucción tres aspectos fundamentales de la vida universitaria:
Primero: Se intenta acabar con la educación universitaria que tiene como sustento principal la crítica social del sistema en el cual nos encontramos. Dentro de los cambios que se observan en el escenario actual se encuentra un paulatino cambio que se ha dado en el enfoque de la educación.
Anteriormente la educación superior en las universidades públicas incluía dentro de sus contenidos una crítica al sistema social y tenía como objetivo fundamental la formación de profesionistas en diversos campos de la ciencia para que actuaran como agentes de cambio social y contribuir con su práctica profesional a una transformación de la realidad circundante en el sentido de combatir la desigualdad social.
Hoy en día esa crítica social está casi totalmente ausente en buena parte de los contenidos de la enseñanza universitaria. La educación que hoy se realiza no está muy lejos de un adiestramiento de técnicos que se incorporarán a las grandes empresas para servir a los intereses corporativos realizando intervenciones que contribuyan a mejorar su funcionamiento y aumentar su productividad. Bajo esta perspectiva los grandes problemas sociales escapan de la agenda de la mayoría de los académicos y la vinculación universitaria con la comunidad se reduce a una vinculación con el mundo empresarial.
Segundo: se pretende destruir a las universidades públicas porque su existencia implica destinar parte del presupuesto público asignado al rubro de la educación, situación que el ambiente generalizado de corrupción en las esferas gubernamentales pretende terminar para no seguir otorgando subsidios a las universidades.
Además la existencia misma de las universidades públicas representa mantener la posibilidad de que funcionen como espacios libres de discusión colectiva entre miles de universitarios, basados en la vigencia de la autonomía universitaria.
Por otro lado, la privatización de la educación superior en los últimos años ha dado lugar al surgimiento de varias universidades privadas cuya finalidad principal es generar cuadros de técnicos calificados para cubrir las necesidades del poder corporativo. Las universidades públicas representan un estorbo a estos proyectos de privatización de la educación superior en los cuales se concibe a la educación como una mercancía más.
Por ese motivo, cada año se hacen recortes al presupuesto de la educación superior limitando las partidas presupuestales de las universidades públicas, disminuyendo gradualmente la matrícula escolar, con la intención de eliminarlas y fortalecer a las universidades privadas.
Tercero: Los sindicatos universitarios son los representantes íntegros de la independencia y democracia sindical a nivel nacional, su existencia y funcionamiento representan un estorbo y una amenaza para los intereses corporativos por dos razones fundamentales: a) tienen contratos colectivos de trabajo que contienen derechos laborales y prestaciones sociales que han sido eliminados en el contexto de la reforma laboral aprobada en la parte final del sexenio panista de Felipe Calderón y b) La cultura sindical universitaria se basa en el ejercicio de la democracia, no sólo en la elección de sus dirigentes, sino también en la toma colectiva de decisiones relevantes como irse a la huelga. Un sistema social que promueve la desigualdad y se rige con un estilo autoritario no puede permitir la existencia de islas de democracia en su interior.
En contra de las recomendaciones de organismos internacionales en el sentido de priorizar la educación en el momento de asignar partidas presupuestales, el gobierno mexicano en reiteradas ocasiones ha demostrado un desprecio absoluto hacia la educación. Desde hace varios años este rubro es de los primeros en sufrir recortes en su presupuesto cada año.
En cambio, la partida presupuestal para la presidencia de la República, el Instituto Nacional Electoral y Secretaría de Defensa Nacional entre otras instancias, reciben año tras año jugosos incrementos en su partida presupuestal.
La embestida del gobierno federal en contra de la educación pública no se limita entonces a la reforma educativa que afecta los niveles de educación básica y media superior, también se dirige a golpear a las universidades públicas y a los sindicatos universitarios. Las agresiones a la educación superior van desde limitaciones al presupuesto de las universidades (que afecta el funcionamiento de las instituciones de educación superior), hasta acciones que violan abiertamente los contratos colectivos de trabajo.
Este es el caso de la Universidad de Sonora, una institución que desde hace 23 años padece una legislación universitaria impuesta por la fuerza en contra de la voluntad de miles de sus universitarios, con el uso de la fuerza policiaca y que terminó con la democracia universitaria al crear una estructura burocrática que concede un desmedido poder a la persona que ocupe el cargo de Rector.
Desde 1993 que entró en vigor la Ley 4 en la Universidad de Sonora, han ocupado la silla de rectoría sólo tres personajes, ninguno de ellos con alto perfil académico. El cargo de Rector en la Universidad de Sonora dura cuatro años y curiosamente, los tres personajes que han sido rectores (Jorge Luis Ibarra Mendívil, Pedro Ortega y Heriberto Grijalva Monteverde), fueron reelectos por un grupúsculo que se autodenomina "Junta Universitaria" para seguir en el cargo por otros cuatro años más.
La administración de Grijalva Monteverde se ha caracterizado por constantes violaciones a los contratos colectivos de trabajo del STAUS y del STEUS, así como continuas provocaciones para que los sindicatos universitarios se lancen a la huelga.
En este contexto, la administración de Grijalva Monteverde modificó en forma unilateral el Estatuto de Personal Académico (EPA) que rige las condiciones de ingreso, permanencia y promoción del personal académico en la Universidad de Sonora.
No les importó que hubiese un contrato colectivo vigente (firmado por el propio Grijalva Monteverde) que establece que cualquier modificación del EPA debe hacerse con la participación de ambas partes: Administración universitaria y STAUS. Con esto, en los hechos se observa que la reforma educativa que el gobierno federal intenta imponer por la fuerza en las escuelas públicas del país, tiene su expresión particular en la modificación unilateral del EPA en la universidad de Sonora.
"Finalmente nos llegó la hora, después de golpear a los maestros de educación básica y media superior con el intento de imponer la reforma educativa, después de aniquilar al sindicato de petroleros con la reforma energética, toca el turno a los académicos de la universidad de Sonora, en la mutilación de sus derechos laborales y destrucción de su Contrato Colectivo de Trabajo al realizar las autoridades en forma unilateral la modificación al Estatuto de Personal Académico que rige las condiciones de ingreso, promoción y desarrolloprofesional de los académicos que laboran en la Universidad de Sonora.
La firma del Contrato Colectivo de Trabajo entre el STAUS y la Unison establece que cualquier modificación al EPA debe realizarse en forma conjunta y bajo común acuerdo de ambas partes. Al realizar las autoridades administrativas una modificación al EPA en forma unilateral esta acción constituye una clara violación al CCT por lo que es causal de huelga legalmente".
El EPA es un documento de gran importancia para la vida de los trabajadores académicos universitarios, su creación fue producto de un esfuerzo colectivo hace tres décadas y permitió dignificar el trabajo del académico universitario, desde su ingreso (estableciendo la obligatoriedad de ingresar a la universidad de Sonora mediante la participación en concursos de oposición o curriculares evaluados por jurados calificados), la permanencia del docente mediante el diseño del perfil del académico universitario que establece tres funciones sustantivas: docencia, investigación y extensión, además de definir parámetros de productividad para determinar la promoción del docente universitario considerando los rubros mencionados anteriormente.
En su prisa por mutilar los derechos de los trabajadores universitarios, en un afán provocador dando motivos más que suficientes para que el STAUS se lanzara a la huelga, las autoridades aprobaron un documento de reforma al EPA que no incluyó diagnóstico previo alguno, carece de un marco conceptual y metodológico, excluyó la participación de los directamente afectados: los profesores universitarios.
Las consecuencias negativas de este EPA reformado unilateralmente se pueden apreciar con claridad al observar que "Se elimina la opción de profesor de tiempo completo dedicado a las funciones de docencia y difusión, priorizando la labor de investigación del docente".
¿En qué medida afectan a los miles de estudiantes las modificaciones al EPA? Desde la imposición de la Ley 4 en la Universidad de Sonora, las autoridades administrativas han evitado por todos los medios crear nuevas plazas de tiempo completo y cuando se ha desocupado alguna por fallecimiento o renuncia del titular, lo que han hecho (violando el contrato colectivo de trabajo) es contratar maestros de horas sueltas.
Con el aumento a los requisitos para ingreso y promoción de los académicos contemplados en esta nueva versión del EPA, habrá menos posibilidades de que docentes que llevan más de 20 años de trabajando como maestros de horas sueltas, lleguen a tener la oportunidad de ocupar una plaza de tiempo completo. Cuando los sindicatos universitarios ejercen su derecho de huelga, uno de los argumentos en contra de la misma es que se afectan los derechos de los estudiantes a recibir educación.
Con la modificación unilateral al EPA que incluye convertir a los académicos en investigadores, se deja de lado la docencia y viene a afectar el derecho de los estudiantes a recibir educación.
Con la modificación unilateral al EPA los derechos de los trabajadores académicos se ven afectados.
Debemos tomar en cuenta que en la Universidad de Sonora existen cerca de 800 maestros que tenemos más de 30 años de antigüedad, es decir que estamos en condiciones de solicitar nuestra jubilación. Las autoridades universitarias están creando las condiciones para que las plazas de maestros de tiempo completo que se liberen por motivos de jubilación no sean por los maestros más competentes que reúnen requisitos de antigüedad y perfil académico. ¿Cuáles son sus intenciones?, ¿no someter a concursos esas plazas vacantes para proceder a contratar maestros de horas sueltas y ahorrar fondos presupuestales?, ¿asignar unilateralmente esas plazas a personas cercanas a las autoridades que actuarán en forma incondicional con las mismas?
En mi experiencia personal he conocido personas que piensan que la realidad actual siempre ha sido la misma y que los beneficios sociales o derechos que disfrutamos hoy en día surgieron por arte de magia o gracias a la benevolencia de algún gobernante.
Esta percepción falsa de la realidad es producto de falta de información por desconocer la historia, de la ignorancia acerca de la realidad social, de la carencia de educación en pocas palabras y esto tiene consecuencias políticas de enorme magnitud como veremos más adelante.
Lamentablemente nos tocó vivir un momento de la historia de la humanidad en la que la sociedad actual es excluyente, el sistema capitalista en el que vivimos produce marginación, genera desigualdad social y esto provoca a su vez que millones de personas vivan en condiciones de pobreza, en una constante violación de sus derechos humanos, los cuales son desconocidos por una amplia mayoría y uno de estos derechos es precisamente el de recibir educación.
Particularizando en el tema de la educación, vemos como año con año aumenta la deserción escolar en todos los niveles educativos, porque los niños y los jóvenes tienen necesidad de trabajar para contribuir al sustento familiar entro otros motivos, al mismo tiempo que miles de estudiantes son rechazados en las universidades públicas por falta de capacidad para atender la creciente demanda de estudios universitarios que presenta nuestra juventud actual.
La marginación escolar, genera ignorancia y analfabetismo funcional en una enorme cantidad de personas, (recordemos que en México cerca de 70 millones de personas viven en condiciones de pobreza), lo cual les coloca en condiciones ser presa fácil de manipulación informativa, ideológica y política.
Esto lo entenderemos mejor al recordar que el PRI recuperó el poder en México gracias a que millones de mexicanos en condiciones de pobreza vendieron su voto a cambio de despensas, refrescos, tarjetas de débito gratis y televisores de plasma, manipulados por los medios masivos de información (Televisa, TV Azteca, Milenio y otros más) que hicieron una gran labor de desinformación y manipulación ideológica previa a las elecciones y el PRI se aprovechó de las condiciones de marginación al manipular sus necesidades básicas permanentemente insatisfechas.
La élite en el poder nos vende la idea de que somos libres porque podemos elegir a nuestros gobernantes, nada mas falso en realidad, ya que el sistema electoral en México es uno de los más corruptos del mundo e igualmente uno de los más caros a nivel mundial.
Con esto nos encontramos con la enorme paradoja de que la ignorancia y el analfabetismo que genera una clase excluyente en el sistema capitalista es el sustento principal de apoyo para mantener la élite económica y política en el poder. A la persona ignorante se le puede manipular más fácilmente, lo contrario sucede con la persona educada, informada. Al tirano no le conviene que el oprimido se eduque, debe mantenerlo en la ignorancia para seguir disfrutando del poder.
La verdad es que los beneficios sociales que hoy disfrutamos, muchos de los cuales los están desapareciendo en la época del neoliberalismo, fueron conquistados a través de grandes luchas sociales y fuertes movimientos colectivos.
Debemos tomar en cuenta que existe un construccionismo social, lo cual significa que la historia la construimos todos los seres humanos sin excepción, porque somos seres sociales. Al participar en los grupos a los que pertenecemos en el desempeño de nuestros roles, contribuimos con nuestro grano de arena a construir la historia de nuestra sociedad.
De aquí proviene la expresión "el pueblo tiene el gobierno que se merece", porque con nuestra actividad o pasividad permitimos que quienes nos gobiernan hagan lo que hacen.
En este contexto debemos ubicar la educación y el papel que los maestros tienen en ella y sobre todo la lucha que los maestros debemos dar en contra de la reforma educativa de Peña Nieto y sus secuaces. La educación forma parte de los derechos humanos conquistados por la humanidad (perdón por el aparente pleonasmo) a través de largas luchas sociales que lograron obtener el beneficio de la educación pública.
La educación es uno de los mayores tesoros que pueda tener persona alguna sin duda alguna. Las riquezas materiales vienen y pierden valor, pero la educación permanece porque contribuye a que la persona sea una mejor persona. Recuerdo que mi padre (minero de ocupación durante 36 años, con estudios de primaria, autodidacta que desarrolló por sí mismo el hábito de la lectura y por lo mismo con gran intelecto y visión futurista), nos decía a mis hermanos y a mí: "estudien hijos que es lo único que podré heredarles".
Efectivamente, eso fue lo que hizo, nos sacó de Cananea, Sonora para vivir en la capital sonorense y que todos tuviéramos oportunidad de realizar estudios universitarios y convertirnos en profesionistas.
La Universidad de Sonora, institución educativa donde laboro desde hace más de 31 años como maestro de tiempo completo, tiene como su lema "El saber de mis hijos hará mi grandeza" para denotar su carácter público, cuyo contenido me ha inspirado en mis funciones como docente al tener dentro de mis prioridades el aprendizaje del alumno, entregándome por completo en el logro de esa meta, inclusive por encima de mis propias necesidades de desarrollo personal. Digo esto último porque, a diferencia de varios de mis colegas, en mis 31 años de maestro de tiempo completo en la Universidad de Sonora, jamás he pedido, beca alguna, sabático, permiso para ausentarme o alguna otra prestación laboral o sindical que me distrajera de la docencia.
Algunos malintencionados, malinformados y manipulados por quienes están en el poder, al ver mi productividad como escritor crítico, me acusaron en alguna ocasión de defraudar a la Universidad de Sonora al haber pedido beca y no comprobar mis gastos. La verdad es que no he solicitado nada a la Unison durante mis 31 años. Algunos podrán decir que he sido un tonto por no sacar provecho de mi posición como maestro de tiempo completo, pero mi respuesta es que es cuestión de principios e ideales. Quizá algunos sigan sin entender, sin comprender que estos 31 años me han proporcionado el mayor tesoro: más educación, más conocimientos, más experiencias y más aprendizaje por mi interacción con miles de alumnos durante todos estos años.
El punto es que la educación es para mí uno de los más grandes valores, posesiones, tesoros y riquezas que pueda tener alguna persona en su vida. La educación es el arma que nos permite enfrentar las adversidades económicas, políticas y sociales en mejores condiciones. Por lo mismo, creo que el ser educador significa un gran compromiso personal en el desempeño de una tarea que es muy placentera pero también muy exigente, ya que enseñamos, pero también aprendemos, aprendemos y enseñamos con nuestra mente, palabra, sentimientos, emociones, deseos, temores, dudas y con nuestro cuerpo entero.
La educación entonces, es el mejor legado que un padre puede dejar a sus hijos (lo digo por experiencia personal). Pero esto no sólo es una apreciación personal, porque el sentido común (tan ausente en miles de personas) nos dice que una persona educada es una persona consciente, informada, difícil de engañar o manipular porque tiene consciencia de su realidad social.
Retomo aquí algunas partes de la lectura del excelente libro de Paulo Freire "Cartas a quien pretende enseñar" http://educacionysolidaridad.blogspot.mx/2012/07/cartas-quien-pretende-ensenar-paulo.html
Donde nos habla de que "Es preciso atreverse para quedarse o permanecer enseñando por largo tiempo en las condiciones que conocemos, mal pagados, sin ser respetados y resistiendo el riesgo de caer vencidos por el cinismo. Es preciso atreverse, aprender a atreverse, para decir no a la burocratización de la mente a la que nos exponemos diariamente".
¿Acaso no se requiere valor el pararse frente a un grupo, ser el centro de las miradas, ejercer un liderazgo con los estudiantes? Recordemos que la definición de liderazgo, hace referencia a la capacidad de una persona para influir sobre los demás en el desempeño de un conjunto de tareas que les permite lograr objetivos comunes.
El profesor es el líder del grupo de estudiantes, pero ese liderazgo lo realiza en condiciones de precarización laboral que significa trabajar dentro de una infraestructura física en permanente deterioro, padeciendo la carencia de materiales e instrumentos de trabajo, con grupos cada vez más numerosos, padeciendo inestabilidad laboral, contratación a tiempo parcial, recibiendo pago por hora, etc.
Sin embargo, ¿qué es lo que observamos en el campo de la docencia? En la mayoría de los países se ha devaluado la imagen del profesor no solo social, sino también económicamente al grado de que muchos sectores del proletariado clásico tienen mejores ingresos salariales y un mejor nivel de vida de los profesores.
"La flexibilización laboral ha llegado al sector docente" nos dice Renán Vega Cantor.
http://odiseo.com.mx/marcatexto/2012/08/proletarizacion-docente
Sueldos intolerablemente bajos, condiciones de enseñanza difíciles, una desvalorización social de la docencia, etc. Vemos con pesar que la docencia perdió el respeto y la honorabilidad que tenía en otros tiempos al grado de que se afirma que "si no sabes hacer nada, ponte a enseñar", concibiendo el arte de enseñar como uno de los oficios que cualquier persona puede desempeñar. Me gustaría ver a quienes critican a los maestros, trabajar como maestros tan solo un día.
Los profesores han sido sometidos a una creciente "proletarización ideológica" http://www.rebelion.org/noticia.php?id=198435
Que funciona como un sistema emergente de control social y organizativo al interior de las escuelas y que se traduce en las escuelas en el hecho de que el profesor ya no decide sobre el tipo y forma de evaluación, contenidos de aprendizaje, ya no es el dueño del tiempo que se le asigna a cada materia y el currículo no lo decide él, sino que son las autoridades educativas las que se lo imponen desde el exterior.
Con todo lo anterior, el profesor pierde por completo el control del proceso educativo, se ha logrado que el profesor pierda el control del proceso educativo en un marco social donde las escuelas se convierten en empresas y la educación en una mercancía que se vende al mejor postor.
La concepción misma de la educación cambia porque cambian sus objetivos, fines y la figura del profesor que se reduce a la del "trabajador del aula" que tiene como encargo social la preparación y reproducción de la fuerza de trabajo que necesita el sistema capitalista para que sus empresas funciones correctamente dentro de la economía de mercado que padecemos.
El contexto histórico actual se caracteriza por un creciente abandono por parte del Estado de sus inversiones sociales en materia de salud, educación y bienestar social, asumiendo cada vez más las funciones de un estado policial.
La escuela es el lugar donde se muestra con mayor evidencia este tipo de cambios que conducen a un incremento del control social , para educar no con libertad, sino con el miedo, perpetuando un modelo de relaciones basadas en el ejercicio del poder en una sociedad con creciente desigualdad social.
Este es el contexto en el cual los profesores son objeto de reformas educativas que no son realmente educativas sino que sólo pretenden profundizar la proletarización los reducen a la categoría de técnicos La manipulación de los medios informativos ha llevado a construir una percepción equivocada de que el maestro es el problema, de que es el profesor quien impide el mejoramiento educativo, cuando en realidad el profesor es la víctima y el chivo expiatorio de todo un sistema donde predomina la corrupción, la impunidad y en el cual lo que menos interesa es la educación.
Solidaridad total con la lucha de los maestros mexicanos
Cuando decidí escribir estas reflexiones personales bajo el título "El maestro luchando, también está enseñando", lo hice motivado por el sentimiento de compromiso social que rige mi conducta como individuo, como profesional de la Psicología social y como profesor universitario con 31 años de experiencia como educador.
Parto del planteamiento que nos dice Paulo Freire en su hermoso libro: Cartas a quien pretende enseñar: No olvidar que hay un movimiento dinámico entre pensamiento, lenguaje y realidad del cual, si se asume bien, resulta una creciente capacidad creadora, de tal modo que cuando más integralmente vivimos ese movimiento tanto más nos transformamos en sujetos críticos del proceso de conocer, enseñar, aprender, leer, escribir, estudiar" y yo agregaría dentro del contexto de una sociedad en crisis como la que se padece actualmente en México.
http://upa.org.bo/img_usr/Freire%20Cartas%20a%20quien.pdf
La crisis social que se vive en México, provocada por la élite en el poder que libra una guerra contra su población, no admite la falsa neutralidad científica, ni la indiferencia cómplice ante la injusticia y prácticas antidemocráticas que padecemos. Este sentimiento de compromiso social que experimento en lo personal se agudiza en la medida que se incrementa la problemática social en mi país de origen: México y quisiera transmitirlo a través de mis escritos a quien se atreva a leerlos para lograr una revolución de las consciencias que ayude a consolidar una gran la flama incendiaria que se alimente de los fueguitos internos que todos traemos que son provocados por la inconformidad con nuestra realidad social.
http://www.monografias.com/trabajos99/revolucion-consciencias/revolucion-consciencias.shtml
http://www.monografias.com/trabajos99/revolucion-consciencias-parte-dos/revolucion-consciencias-parte-dos.shtml
http://www.monografias.com/trabajos99/revolucion-consciencias-parte-final/revolucion-consciencias-parte-final.shtml
Utilizo la palabra como arma para combatir la ideología dominante y contribuir con las aportaciones que nos brindan las ciencias sociales utilizando el conocimiento científico en el desarrollo de una crítica social que contribuya a un despertar de nuestra sociedad. Acostumbro reflexionar desde una perspectiva de crítica social sobre la realidad que nos tocó vivir, escribir artículos, publicarlos en tribunas abiertas para que todo el mundo pueda tener acceso a ellos (retomando aquello de la socialización del conocimiento científico) y utilizar varios de mis artículos como materiales de estudio con mis alumnos en las diferentes materia que imparto. Afortunadamente he encontrado buena respuesta de mis estudiantes.
Si con mis escritos y discusiones grupales he generado un aprendizaje con mis alumnos expresado por ellos mismos cuando al final de mis cursos evalúan su aprendizaje. https://www.youtube.com/watch?v=ZQ35Ix5v074
https://www.youtube.com/watch?v=-yOeofyzVsY
Con mis intervenciones en foros sindicales intento compartir con mis colegas profesores universitarios mi perspectiva de la realidad social, al mismo tiempo que aprendo de ellos en sus intervenciones, para juntos fortalecer nuestra organización sindical, defender la educación pública y nuestro centro de trabajo que son las universidades públicas, tal como lo planteé en mi intervención como conferencista en el Segundo Congreso Resolutivo del STAUS. https://www.youtube.com/watch?v=Rwr5PQYMvjU
En esa línea de pensamiento elegí en esta ocasión escribir sobre la lucha magisterial en México en contra de la Reforma Educativa, que afecta a los profesores de educación básica, media superior y que en el caso de la educación superior empieza a a manifestarse esta tendencia a destruir la educación pública en las universidades como está sucediendo en la Universidad de Sonora donde las autoridades violan el contrato colectivo que tiene con el sindicato de académicos al modificar el Estatuto de Personal Académico (EPA) en forma unilateral, afectando derechos de los profesores universitarios.
A estas alturas considero que se han dado muestras irrefutables del fracaso en el intento de imponer esta forma de evaluación-despido en contra de miles de trabajadores de la educación que no han dudado en presentar resistencia ante esta ofensiva gubernamental. ¿Por qué elegí e título para este artículo con la consigna que se corea en las marchas de los maestros mexicanos: El maestro luchando, también está enseñando?
Recuerdo claramente los inicios de esta insurgencia magisterial a fines de la década de los setentas, principios de los ochentas, cuando surgió la Alianza de Trabajadores de la Educación (ATE), que me tocó apoyar desde mi trinchera como miembro del sindicato de trabajadores del Instituto Mexicano del Café, en Xalapa, Veracruz. Muy lejos se veía allá y entonces lo que observamos aquí y ahora: Cientos de miles de maestros que han rebasado el control social de sus dirigentes charros, que han logrado construir sus propias organizaciones cuya cabeza principal es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Aquellas combativas luchas magisteriales que sólo se observaban en el sur del país, hoy las observamos en todo el país, desde Chiapas, hasta Sonora, de noroeste a sureste.
Los maestros mexicanos no sólo se han logrado sacudir de sus hombros el monigote charro que los controlaba, no sólo han construido una organización que realmente los representa, sino que han enfrentado al ignorante que ocupa fraudulentamente la silla presidencial y al otro psicópata que ocupa la Secretaría de Educación Pública que se ha empecinado en cumplir el encargo por el cual le dieron el puesto: golpear a los maestros, imponer una reforma educativa que ha demostrado una y otra vez su fracaso.
Han enfrentado igualmente, sin armas, a los cuerpos represivos del gobierno que los han detenido, golpeado, encarcelado, torturado e inclusive asesinado a algunos de sus miembros más destacados.
Han logrado rebasar un liderazgo autoritario, represivo, excluyente y han construido un liderazgo distribuido y compartido, generando un movimiento masivo en base a una dirección colectiva. Como auténticos maestros los docentes mexicanos están dando una gran lección al pueblo mexicano: pelear por la defensa de sus derechos es un acto pertinente, justo y necesario.
Los maestros y maestras que se encuentran en lucha en estos momentos (tanto en México como en varios países del mundo, porque la ofensiva del capital en contra de la educación pública se da en varias partes del mundo) están enseñando, tanto a sus alumnos fuera del aula, como al resto de la población mexicana, verdaderas lecciones de defensa de la democracia, defensa de la dignidad docente, de defensa de una educación pública que realmente responda a los requerimientos y necesidades de una población mayoritaria sumergida en la marginación y la desigualdad social.
De igual forma están dando a la sociedad mexicana una gran muestra de dignidad, de valor, de solidaridad, de amor hacia sí mismos, hacia su profesión, hacia la escuela pública, hacia la educación pública y hacia México como su país de origen.
Desde una perspectiva psicosocial, toda experiencia es una experiencia de aprendizaje. La lucha de los maestros mexicanos está generando un aprendizaje social, no sólo para ellos, sino para toda la población que vive bajo la explotación del sistema opresor y excluyente del neoliberalismo y padece un autoritarismo que amenaza convertirse en totalitarismo. El maestro luchando, también está enseñando es una realidad en México.
Sin embargo, su lucha no deja de darse en condiciones de desventaja ya que es una lucha similar a la de David contra Goliat. Enfrentan los estragos causados por una permanente campaña de desprestigio realizada por los medios masivos de difusión aliados con el poder, de tal forma que la lucha social que libran es también en contra de la desinformación y de los prejuicios y estereotipos creados a través de la guerra ideológica que enfrentan.
En pleno siglo XXI, los maestros viven tiempos difíciles enfrentando una crisis que se caracteriza por la presencia de varios problemas: una pauperación creciente, una pérdida del control del proceso educativo y un desprestigio social de la noble labor que ejercen. Tanto los docentes de la CNTE que luchan en contra de la reforma educativa, como los profesores universitarios que luchan defienden su contrato colectivo de trabajo padecen una contención y disminución creciente de sus salarios y un desprestigio social creciente, al realizar sus funciones en condiciones cada vez más difíciles.
Los maestros luchan contra una reforma educativa que desprecia la habilidad, la experiencia y los conocimientos de los profesores de la escuela pública que los coloca en posición de ejercer un liderazgo intelectual y moral a favor de la niñez y juventud de nuestro país.
En esta lucha los maestros deben defender la educación pública como el instrumento que puede ayudar a construir un saber que les sirva a las mayorías marginadas para enfrentar la tendencia a la homogeneización del pensamiento en nuestra sociedad. Los maestros debemos romper con la restricción de nuestra función en la educación a la condición de "trabajadores del aula" y recuperar nuestra condición de "artesanos del saber" y trabajadores del pensamiento que participamos en todo el proceso educativo y no solo en la ejecución de programas educativos diseñados por burócratas en sus escritorios que no tienen contacto con la dinámica que sucede en el salón de clase.
México tiene una población aproximada de 70 millones de mexicanos que viven en condiciones de pobreza, en permanente marginación, exclusión e insatisfacción de sus necesidades básicas.
Esto los coloca en una posición de ser fácil presa de la manipulación informativa por parte de los medios masivos de difusión que promueven la enajenación y el analfabetismo político para mantener el control social.
También son objeto de manipulación política por parte de los partidos políticos que son aliados de la cúpula en el poder, quienes manipulan sus necesidades básicas para obtener su voto en días de elecciones a cambio de entregarles despensas, bicicletas, televisores, tarjetas de débito, etc., para obtener su voto en los días de elecciones. En estas fechas ya quedó claro que el fraude electoral y la compra masiva de votos es lo que permitió que Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto ocuparan la silla presidencial.
Se aprovechan de la marginación, de la ignorancia, de la falta de educación de millones de personas para mantenerse en el poder y seguir manteniéndolos en su permanente pobreza. Tenemos esta triste paradoja de que los pobres son quienes mantienen a los ricos que a su vez, son quienes los mantienen en condiciones de pobreza.
Este es el trasfondo de la reforma educativa de Peña Nieto, mantener en las tinieblas de la ignorancia a la población mexicana para seguir saqueando las riquezas de nuestro país y explotando a la población. Para ello debe acabar con la educación pública, reducirla a la condición de adiestramiento, eliminar todo vestigio de crítica social en su contenido y por supuesto acabar con los maestros combativos y destruir sus organizaciones sindicales.
En una sociedad en crisis social y creciente desigualdad, la educación y los educadores nos enfrentamos a una disyuntiva: educar para mantener la desigualdad y evitar el estallido social. O educar para contribuir a la liberación social.
Por estos motivos, los maestros mexicanos debemos incurrir en una autorreflexión, ¿Cuál es nuestro papel como educadores? Como técnicos de un saber práctico diseñado por otros y limitados a la ejecución de programas o como agentes de cambio social que contribuyan a cambiar esta realidad excluyente? La educación es un arma de dos filos y no admite falsas neutralidades, debemos estar conscientes entonces de cuál es nuestro contrato psicológico en nuestra labor como docentes.
Por estos motivos, la lucha de los maestros debe ir más allá de la meta de echar atrás la reforma educativa, debe pasar a la lucha política para recuperar nuestro país que está secuestrado por la delincuencia organizada integrada por gobierno, partidos políticos, empresarios nacionales y extranjeros, legisladores y medios masivos de difusión.
La lucha que han dado los maestros mexicanos integrados en torno a la CNTE, les ha dotado de la suficiente autoridad moral para realizar una convocatoria para construir un frente nacional de resistencia a las medidas antipopulares del gobierno y echar marcha atrás no sólo a la reforma educativa, también a la reforma laboral, la reforma energética y a todas las decisiones que ha tomado el gobierno en perjuicio de la población, a favor del capital privado y del poder corporativo.
La CNTE debe sumar a su lucha a las miles de personas que exigen justicia para los 49 niños que fallecieron en la guardería ABC y los que quedaron con lesiones de por vida. Debe invitar a los padres de familia de estos niños a la lucha por la exigencia de justicia para ellos y para los maestros.
La CNTE debe invitar también a los padres de familia de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y las miles de personas que apoyan la demanda de justicia en este caso particular.
La CNTE debe invitar a su lucha a los estudiantes del Instituto Politécnico que también están luchando contra los planes de gobierno por modificar la educación en esa institución.
La CNTE debe invitar también a su lucha a los sindicatos universitarios que empiezan a recibir los golpes de una futura reforma educativa universitaria que busca acabar con la educación pública, los contratos colectivos de trabajo y los sindicatos universitarios.
La CNTE debe invitar también a su lucha a los miles de trabajadores petroleros que han sido despedidos o están a punto de perder su trabajo como efecto colateral de la reforma energética.
La CNTE debe sumar a su lucha a los combativos trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas que fueron despedidos por Felipe Calderón en forma ilegal y que hoy están recuperando sus fuentes de trabajo tras años de lucha sindical y política.
Podría seguir mencionado diferentes casos y sectores sociales que están en lucha por la justicia y la democracia en nuestro país. Pero creo que el punto está claro, los maestros mexicanos debemos reconocer nuestra pertenencia a la clase trabajadora y construir la unidad con todos los sectores en lucha actualmente.
Se trata de convencer, persuadir, educar a todos aquellos mexicanos que llevamos un fueguito de lucha dentro de nuestro corazón, para trabajar juntos en la construcción de organizaciones que nos permitan luchar en mejores condiciones en contra de la fuerza del Estado mexicano.
Si nos damos cuenta somos millones los que aspiramos a que lo que hoy suena a utopía en el marco de la corrupción e impunidad que vivimos: justicia social, democracia social, igualdad social, se convierta en una realidad social.
Se trata de educar y ¿Quiénes son los especialistas en educación?, los maestros, tenemos que diseñar estrategias de intervención, estrategias de educación en diferentes sectores para lograr no solamente apoyo social en contra de la reforma educativa, sino más bien compromisos sociales en la búsqueda del cambio social.
Se trata de ir más allá de corear la consigna "El maestro luchando también está enseñando" por las calles. Necesitamos aterrizar el contenido de la misma en intervenciones en sectores sociales para lograr mejores resultados en esta lucha.
Creo que dadas las actuales circunstancias somos millones de mexicanos los que estamos inconformes con nuestra situación actual y deseamos un cambio social. El hartazgo y la desesperación producto del sufrimiento por las medidas del gobierno mexicano son más que evidentes cada día. Si no construimos organizaciones colectivas que nos permitan avanzar en el cambio social, existe el riesgo de un gran estallido social.
Debemos retomar la premisa del construccionismo social que plantea que la realidad social la construimos todos nosotros a través de nuestra interacción en los diferentes grupos, organizaciones y comunidades a los que pertenecemos.
En esta lucha magisterial estamos aprendiendo todos, aprenden lo maestros de sí mismos, aprende la población de la lucha de los docentes, aprenden los alumnos del ejemplo de lucha de sus profesores.
Este aprendizaje debe reflejarse en cambios en el comportamiento de tal forma que debemos estar conscientes que estamos ante un despertar social, ante un nuevo amanecer y necesitamos actuar en congruencia con la nueva situación. Este comportamiento congruente no es otro que sumarse a la lucha por el cambio social. Recordemos que la historia no ha terminado, la historia la construimos nosotros con nuestro comportamiento cotidiano. De nosotros depende el rumbo que tenga la historia en el futuro y el futuro es algo que vamos a legar a nuestros hijos, a las nuevas generaciones.
El día de hoy los maestros de la CNTE nos están enseñando un gran ejemplo de lucha, nos están ayudando a recuperar los valores perdidos en tiempos de anomia social: dignidad, valentía, solidaridad, compromiso social, etc. Por todo esto debemos mantener viva la consigna "El maestro luchando, también está enseñando".
Referencias
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Autor:
Oscar Yescas Domínguez
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